Argentina, ¿habrá balotaje?
Tres de cada 10 argentinos que votaron por Daniel Scioli el pasado domingo no lo apoyarán en la segunda vuelta. Según el analista Sergio Berensztein, el oficialismo está "al borde del knock out" y la posibilidad que no haya balotaje, "es una hipótesis fuerte", ya que el costo de una derrota sería mucho mayor. Mauricio Macri aparece como favorito. Pese a que Sergio Massa evitó tomar postura, este miércoles en un discurso mencionó 22 veces la palabra "cambio".
Por Fabián Cambiaso
Los resultados sorpresivos de las elecciones generales en Argentina el domingo pasado plantearon un escenario insospechado en donde, pese a ser el candidato con mayor cantidad de votos, el oficialista Daniel Scioli se encuentra con un camino cada vez más complicado para triunfar en el balotaje pactado para el 22 de noviembre.
Es que la mínima diferencia lograda sobre Mauricio Macri, la imposibilidad hasta ahora de lograr acuerdos con el resto del espectro político y las dificultades que le plantea el propio kirchernismo le presentan una situación harto difícil para el excorredor de lanchas y actual gobernador de la provincia de Buenos Aires.
A cuatro días de las elecciones, Espectador al Día dialogó con el analista político argentino Sergio Berensztein, presente este miércoles en Montevideo para encabezar una conferencia organizada por Trends Uruguay.
En este diálogo, planteó cuál es el escenario luego del sorpresivo resultado del domingo.
Berensztein y el escenario político
Berensztein explicó por qué realiza su análisis "suponiendo que hay balotaje". El analista dijo que la situación actual del oficialismo es "caótica", similar a una situación de "knock out".
Berensztein y el balotaje
El analista aseguró que esta es una "hipótesis fuerte" que se ha instalado en los ámbitos políticos de su país.
Tan fuerte es que el propio Scioli tuvo que salir a responder. Entrevistado por CNN, dio una respuesta políticamente correcta: "ni vale la pena contestar esa pregunta. Mi vida es un testimonio de lucha y tenacidad. En todo caso, esa pregunta que se le haga a otro".
Es que dilema para Scioli es si podrá lograr mejorar el escenario en las semans que restan para el balotaje, ya que tal vez una derrota de proporciones podrían ser peor que abandonar la campaña.
Más aún luego que la encuesta de la consultora Elypsis, que este miércoles reveló que tres de cada 10 personas que apoyaron a Scioli el domingo, no lo votarán en la segunda vuelta.
El estudio señala que Mauricio Macri es el favorito, con el 48% de la intención de voto, frente a un 37% de Scioli, que de todas formas estaría captando a cuatro de cada 10 votantes de Sergio Massa, tercero en la primera vuelta, frente a sólo un 30% para el candidato opositor. Vale decir que, a diferencia de Scioli, Macri retiende todos sus votos de la primera vuelta.
A este factor se sumarían las dificultades que Scioli tendría para gobernar frente al mismo tiempo que la alianza opositora controla poderosos distritos del país. En especial la Provincia de Buenos Aires. Esto fue admitido sin vueltas este miércoles por Julio Pereyra, uno de los "barones" del kirncherismo en el conurbano.
"Sería inviable un gobierno nacional articulando con uno provincial opositor y con los municipios. Si el 22 de noviembre cambia el color político, vamos a tener que remar en dulce de leche".
Scioli y CFK
Todo esto en medio de cada vez rumores más fuertes de un "quiebre" entre Scioli y la presidenta Cristina Fernández, que le dio un apoyo bastante tibio en esta campaña.
Este miércoles se especulaba en Buenos Aires sobre un encuentro entre la presidente y el candidato, algo que fue descartado a media tarde por el entorno kircherista.
A las críticas que desde el entorno K se le hicieron al candidato, se sumó este miércoles la organización "Carta Abierta", en donde los intelectuales afines al cristinismo le reclamaron a Scioli "cambios" en la conformación de su anunciado gabinete.
Un dodoso apoyo le llegó por parte de Hebe de Bonafini. La presidente de Madres de Plaza de Mayo, llamó a "votar sí o sí" por Scioli, pese a que "hizo mierda la Provincia de Buenos Aires". Para de Bonafini, la alternativa de Macri significa "la dictadura y la tortura".
A todo esto Sergio Massa presentó este miércoles un "documento programático" que en realidad repite las propuestas que hizo en la campaña pasada. El líder del Frente Renovador, que entró tercero el domingo con más de cinco millones de votos, eludió pronunciarse de cara al ballotage. "Queremos un cambio, pero la gente no es ganado". De todas formas, los "guiños" al macrismo fueron evidentes. Mencionó la palabra "cambio" 22 veces.
Sergio Massa
Las propuestas de Massa en realidad no cuadran ni con Macri ni con Scioli, ya que contienen fuertes críticas al kirchnerismo, pero también a la gestión de la ciudad de Buenos Aires, encabezada por el PRO.
Si bien Massa no se pronunció, dos de sus principales figuras como el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el exministro Roberto Lavagna, aseguraron que de ninguna forma apoyarían a Scioli. Lavagna lo dijo pocos minutos después que el propio Scioli le ofreciera la conducción económica de su eventual gobierno.
De todas formas, varios dirigentes de la coalición opositora, como Elisa Carrió, anunciaron su apoyo a Macri el 22 de noviembre. Scioli no obtuvo ni una postura favorable fuera del kirchnerismo.
Con respecto a Macri, Berensztein planteó que, sin duda, es el candidato que ofrece una mayor "gobernabilidad", pese a la condición heterogénea de la coalición política que lo sustenta…
Berensztein y Macri
La condición de favorito de Macri y su "acercamiento" con Massa tienen además su correlato económico.
Las acciones líderes y los bonos soberanos tuvieron ayer un alza de hasta el 13% en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, con un mesurado optimismo de e los inversores, tanto a nivel local como en Wall Street. El Merval acanzó 8% y Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York se dispararon hasta en 13,5%.
La situación fue descrita en medios de la vecina orilla como "euforia".