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Ecuador busca la estabilidad institucional

Desde ayer, Alfredo Palacios es el nuevo presidente de Ecuador. Tras días de manifestaciones en las que se pedía la renuncia de toda la dirigencia política, Lucio Gutiérrez dejó la Presidencia y abrió un período en el que el nuevo gobierno deberá legitimarse ante una ciudadanía cansada de más de 10 años de constante crisis institucional. Contacto con el periodista Kintto Lucas.

(Emitido a las 8.28)

EMILIANO COTELO:
El gobierno del presidente Lucio Gutiérrez cayó por la fuerza de las protestas y porque el Congreso decidió cesar su mandato. Esta decisión del Poder Legislativo ecuatoriano fue acompañada por el Ejército que ayer le retiró el apoyo al mandatario.

Y mientras en las calles la policía reprimía a miles de manifestantes que pedían la salida de Gutiérrez del poder, el Parlamento tomaba juramento a quien ahora es el nuevo presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, un médico cardiólogo que hasta la víspera se desempeñaba como vicepresidente.

Pero tampoco Palacio la tuvo sencilla ayer. Los manifestantes lo tuvieron virtualmente sitiado reclamando elecciones anticipadas e insistiendo con el grito de "que se vayan todos".

Como se recordará, el centro de esta crisis fue el nombramiento por el gobierno ahora depuesto de una Corte Suprema de Justicia que absolvió de cargos de corrupción a los ex presidentes Abdala Bukaram y Gustavo Noboa.

Así arrancó todo, ¿pero cuáles son las perspectivas? ¿Qué está pasando en este momento? ¿Hacia adónde va Ecuador? Vamos a averiguarlo en contacto directo con Quito, charlando con Kintto Lucas, corresponsal de la agencia IPS en la capital ecuatoriana.

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Kintto, tú has venido siguiendo el desarrollo de esta crisis que lleva ya cuatro meses y que se ha intensificado en la última semana. ¿Cuál es la situación a esta hora, en la madrugada ecuatoriana? ¿Cuál es la sensación en estos momentos en las calles de Quito después de una jornada como la de ayer, caracterizada por los balazos, gases lacrimógenos y lamentablemente también algunos muertos?

KINTTO LUCAS:
A esta hora la situación está calma. Sin embargo hasta ayer en la noche todavía se mantenían las manifestaciones, sobre todo de varios gestores que presionaron al nuevo presidente, al ex vicepresidente, Alfredo Palacio, para que llame a elecciones o por lo menos para que se comprometa con determinados puntos, como oponerse al tratado de libre comercio que se está negociando con Estados Unidos, oponerse a la base militar estadounidense en el puerto de Mantas, que fue cedida hace ya algunos años a las Fuerzas Armadas estadounidenses, y oponerse al involucramiento de Ecuador en el Plan Colombia, que tiene que ver con el combate a la guerrilla y al narcotráfico en Colombia, pero que de alguna forma trata de involucrar a Ecuador. Los manifestantes exigían eso, pero además la salida del Congreso.

Hay que entender que esta manifestación surgió muy espontáneamente, los manifestantes no pertenecen a partidos, están cansados de partidos –es algo parecido a lo que pasó en Argentina, aquello de "que se vayan todos"– y trataron de llevar su voz hasta último momento. Incluso el nuevo presidente no pudo salir del lugar donde se posicionó, que ni siquiera fue el Congreso, sino el edificio de CIESPAL, que es una institución internacional, y no podía llegar al Palacio de Gobierno.

EC - Justamente, teniendo en cuenta esa actitud de los manifestantes, que ni siquiera aceptaban a Palacio como nuevo presidente, ¿cómo han evolucionado las cosas? ¿Cuál es la situación de Alfredo Palacio ahora?

KL - Al final Palacio pudo llegar primero al Ministerio de Defensa y lograr el apoyo más directo de los comandantes de las Fuerzas Armadas, porque si bien las Fuerzas Armadas le retiraron el apoyo a Gutiérrez y de alguna forma apoyaron la sucesión constitucional, no fueron a ponerse del lado de Palacio. Inclusive en el momento en que Palacio estaba cercado por los manifestantes y pidió que los mandos de las Fuerzas Armadas fueran a colocarse a su lado como para dar un símbolo de seguridad y de fuerza, los mandos lo esperaron a él, que él fuera al Ministerio de Defensa, y ahí sí estuvieron y dieron un símbolo de seguridad que es muy importante aquí.

Ahora no hay manifestaciones, pero queda claro que Palacio tendrá que legitimarse. En un país donde la legitimidad es muy difícil de construir, un vicepresidente que entra a un año y medio de terminar el mandato total tendrá que legitimarse, buscar formas de legitimación, no se sabe todavía muy bien si un plebiscito, elecciones, pero tendrá que buscar las formas de legitimarse.

EC - A propósito de esto te formulo dos preguntas. La primera sobre una legitimación hacia adentro y la segunda tiene que ver con una legitimación hacia afuera. Ayer en una entrevista que concedió a CNN, Palacio dijo algo muy significativo: "El pueblo se cansó de sus representantes". Entonces cabe preguntarse: un presidente que asume con ese discurso, ¿puede esperar un respaldo parlamentario efectivo? Porque él estaba hablando de que el pueblo en definitiva también se había cansado de todos los legisladores.

KL - Eso es verdad, además lo difícil para él es que no tiene ningún partido, dependerá mucho de qué alianzas haga en el Congreso. Ecuador vive en crisis desde hace 10, 12 años, cada dos o tres años estallan los puntos más críticos -me refiero a crisis institucional–. Entonces cuando se da este tipo de salidas de presidentes siempre hay acuerdos, no son sólo las manifestaciones las que tumban –como se dice aquí– a un presidente, también hay acuerdos previos con determinados partidos. Por lo tanto habrá que ver las cartas sobre la mesa cuando él empiece a tomar determinadas medidas o no, si tiene determinados apoyos o no dentro del Congreso. Creo que había acuerdos previos para que él llegue a la Presidencia, como los hubo cuando salió el anterior presidente Jamil Mahuad e incluso cuando salió Abdalá Bukaram, en 1997.

EC - La otra pregunta sobre representatividad –una pregunta que ha sobrevolado en el exterior durante estas horas, durante estos días–: ¿hasta qué punto la caída del gobierno de Gutiérrez fue un golpe de Estado? Recordemos que era un gobierno electo al cual todavía le quedaban casi dos años de gestión. Incluso la OEA puso en marcha su cláusula democrática y hoy se va a reunir en una sesión extraordinaria para analizar el caso ecuatoriano, para analizar si el procedimiento de destitución fue constitucional o no. Tú, desde allí adentro, desde el propio Ecuador, ¿qué dices al respecto?

KL - Lo que te decía recién en cuanto a que la crisis institucional ecuatoriana es una realidad constante. Si tenemos en cuenta que en 1997 Abdalá Bukaram abandonó el gobierno porque fue declarado loco por el Congreso, podemos ver cómo se dan las decisiones o las salidas. En realidad ayer ocurrieron acontecimientos bastante vertiginosos, primero estuvo la movilización, pero casualmente a eso de las 11 de la mañana la embajadora de Estados Unidos se reunió con Gutiérrez –la embajadora de Estados Unidos increíblemente aquí tiene mucho poder e incluso hace declaraciones políticas, como no ocurre en otros países– y después de esa reunión, dos minutos después, renunció el jefe de Policía y enseguida el Congreso declaró que Gutiérrez había abandonado el gobierno, aunque en realidad no lo había abandonado, ni siquiera había renunciado.

Esos datos de la realidad nos dicen que la salida no es muy constitucional que digamos, y acto seguido las Fuerzas Armadas, como todo el mundo esperaba, le retiraron el apoyo. Entonces, al retirarle el apoyo retira toda la guardia presidencial y lo suben en un carro y lo llevan al Aeropuerto para tratar de sacarlo, cosa que no puede hacer y al final termina creo que en la Embajada de Brasil pidiendo asilo popolítico. Por lo tanto la salida no es del todo constitucional. Es difícil entender, hay que vivir aquí para entender qué es constitucional.

EC - Sí, por los antecedentes que estabas refrescando entiendo cuál es el análisis. ¿Pero qué puede pasar con los casos de Bukaram y Noboa, que regresaron al país una vez que se suspendieron los cargos en su contra? ¿Pueden reabrirse los juicios contra ellos por corrupción?

KL - Ya fueron reabiertos ayer por la fiscal surrogante. El tema es que con toda la crisis jurídica, y como además fue depuesta incluso la nueva Corte que había sido nombrada, no hay prácticamente autoridades judiciales. Lo único que queda es una fiscal surrogante, que reabrió los casos. Primero abrió un caso contra Gutiérrez y otro contra el subsecretario de Bienestar Social –ministerio donde se desarrollaron ayer bastantes enfrenamientos, incluso hubo tiros desde allí– y luego reabrió los casos sobre todo contra Bukaram, no contra los acusados por corrupción. Bukaram ayer mismo estaba saliendo del país rumbo a Panamá, porque además estaba dictada orden de prisión para ayer mismo. Entonces se reabren los casos y Bukaram tendrá que ver cómo hace desde Panamá para ver esos casos.

EC - Hay cuestiones bastante más urgentes que éstas que yo te estaba preguntando, supongo, como conocer cómo van a evolucionar las cosas en el día de hoy, en el cortísimo plazo en Ecuador. ¿Cuáles son en principio las perspectivas?

KL - En principio el nuevo presidente tiene que dar a conocer los ayudantes, los ministros, el gabinete, y algunas medidas. Eso en gran parte puede dar la tónica para ver qué van a resolver los manifestantes, la ciudadanía en general que se volcó a la calle estos días. Dependerá mucho de las declaraciones que haga hoy para ver si se empieza a legitimar; si no va a mantenerse como un gobierno con bastante debilidad. Si el gobierno de Gutiérrez era débil, éste también puede serlo en ese sentido, de falta de legitimación en la ciudadanía.

Notas asociadas:
Ecuador en crisis. Comentario del periodista Mauricio Rabuffetti. (20.04.05)

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe