La Audiencia Opina

Sobre la perspectiva del analista boliviano Roberto Laserna

Estimados:
Escuché la entrevista al "analista" político sobre la situación boliviana. La propia condición de "analista" lo ubica, a mi entender, dentro de las elites minoritarias de ese país, que se caracterizaron históricamente, y salvo honrosas excepciones, por su alienación respecto al pensamiento europeo o norteamericano y entreguismo.

Tal vez este sea un lenguaje un poco pasado de moda, pero creo que no deja de ser así.
El señor nunca mencionó, por ejemplo, los terribles problemas sociales que desde siempre afectaron a la gran mayoría de la población, y que las elites no sólo no fueron capaces de solucionar, sino que además son la contracara de sus privilegios escandalosos.
No mencionar este tipo de aspectos creo que es sencillamente despreciar a la mayoría de sus compatriotas.
Me gustaría que el "periodismo independiente" hiciese algo por que conozcamos esa realidad en todas sus facetas.
No sé qué opinar sobre lo que pasa ahora en Bolivia, y me gustaría entender a esos hermanos latinoamericanos que casi no hablan castellano (ni otras lenguas europeas), a Evo Morales, etc.
Creo que en todo esto hay un gran componente de racismo y falta de sensibilidad. No podemos analizar esto como "analistas" (valga la redundancia), a la manera de los que están en sus gabinetes en Washington o en Bruselas. Estamos en medio de la miseria de Latinoamérica.

Un día en la tertulia, Marcelo Pereira, a quien respeto mucho, dijo que las ideas de Evo Morales quieren llevar a Bolivia al medio-evo. Ingenioso, pero poco esclarecedor. En esas cosas es que veo al racismo aflorar.
También con Chávez (y lo menciono porque el "analista" aprovechó para involucrarlo a él también, dado que es el nuevo malo Latinoamericano) es frecuente ver aflorar el racismo, incluso entre los intelectuales más esclarecidos, y yo, la verdad, cuanto más lo odian los EEUU, los ricos y los intelectuales que no quieren verse desplazados por emitir opiniones que puedan parecer demasiado izquierdistas, más lo respeto.
 
Saludos.
Javier de Malvín