Larrañaga: "Yo voy a ser el ministro de Economía"
Para el candidato del P. Nacional, durante cinco años Astori aceptó por disciplina lo contrario a lo que pensaba, ahora Vázquez repite la jugada electoral del 99 y lo propone como ministro. "Todavía estoy por saber cuál es el programa de gobierno del EP-FA-NM, para poder tener una diferencia".
(Emitido a las 09.09)
EMILIANO COTELO:
Larrañaga-Abreu. Desde el sábado pasado la fórmula presidencial blanca ya es oficial; fue bendecida por la nueva convención del Partido Nacional, surgida de las elecciones internas del 27 de junio.
Ese acto marcó la puesta en marcha del tramo final de esta campaña electoral rumbo al 31 de octubre. En la ocasión, el doctor Jorge Larrañaga realizó un discurso de tono muy encendido y sin duda triunfalista, confiado en los resultados.
(Grabación)
JORGE LARRAÑAGA:
Esta fuerza viene de las entrañas de este país. Esta fuerza viene del corazón y del sentimiento de los uruguayos. Esta fuerza viene de la identidad nacional. Esta fuerza es la que nos va a llevar a la victoria.
(Fin de la grabación)
Parece un buen momento para dialogar con el doctor Jorge Larrañaga, justo en el día en que acabamos de conocer los resultados más recientes de la encuesta Factum de intención de voto, que han mostrado un nuevo crecimiento del Partido Nacional (PN), para llevarlo al 32 por ciento, pero que también han mostrado, con respecto a la medición anterior, un crecimiento del Encuentro Progresista (EP), que ahora alcanza el 50 por ciento.
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Usted ha dicho que no quiere una campaña de jingles y eslóganes vacíos. Sin embargo desde el punto de vista de la publicidad siempre es necesario recurrir a algún eslogan, y el suyo es: "El presidente del nuevo Uruguay". ¿Cuál es el concepto, cuál es la sustancia detrás de esa frase, que seguramente será una frase pegadiza en las próximas semanas?
JORGE LARRAÑAGA:
El concepto estriba en impulsar un nuevo país, un nuevo Uruguay sobre otras bases, sobre bases que impulsen un gobierno que el país precisa, de entendimiento nacional, de compromiso nacional, sustentado sobre la base del crecimiento con justicia. Si el país no crece no podemos vencer los problemas vinculados a la acumulación de pobreza y a la falta de oportunidades.
Este país ha venido en los últimos 20-25 años en una especie de péndulo de oposición permanente, de una retórica circunscrita a izquierda - derecha, un país enfrentado con el palo en la rueda que ha venido administrando crisis y realidades adversas sin poder crecer, sin tomar el camino del crecimiento.
Esto es lo que queremos centrar como eje del debate político: el crecimiento, cómo vamos a crecer, cómo vamos a estimular las políticas activas orientadas a generar desarrollo y trabajo, que es lo que la gente está esperando, está reclamando, para poder tener el crecimiento que nos viabilice en cuanto a mayor inversión en educación, en salud. Por eso hablamos del nuevo Uruguay, de ese nuevo Uruguay al que podamos aportar entre todos en una cultura de unidad nacional, no de diálogo vacío, sin contenidos, en una suerte de sistema político que se queda en lo accesorio, en el enfrentamiento, en lo que dijo uno para criticarlo, para aislarlo conceptualmente y tomar como argumento de campaña, y no tomar los temas del trabajo, la educación, la salud, la vivienda, el desarrollo nacional integral, el sistema tributario, la inserción de Uruguay en lo internacional como pautas que nos hagan tomar una vía diferente.
EC - Y cuando usted habla, hace un discurso o responde una pregunta como la que le hacía recién, ¿a quién se dirige, en qué tipo de votantes está pensando, a qué segmento de la población apunta con las palabras que elige, con las frases, con los conceptos que toma para exponer su planteo?
JL - Yo elijo a todo el electorado. Ahora está de moda acudir a estudios para ver a qué segmento de la opinión pública nos dirigimos...
EC - Usted también consulta esos estudios.
JL - Tenemos, por supuesto, pero lo nuestro es buscar centrar en el eje político, como destinatario de nuestro mensaje, al ciudadano, es el gran actor que debemos recuperar en la democracia de Uruguay; es la gente que se siente prescindente, que si escucha este tipo de programas y no le gusta el entrevistado o lo que dice el entrevistado o el tema que elige el entrevistado, cambia para otra radio o directamente la apaga.
Nosotros estamos centrando nuestro discurso en la gente, en buscar que el ciudadano pueda participar, pueda interesarse, pueda sentirse atraído por los temas que lo involucran.
EC - ¿Sabe por qué le hacía la pregunta? Por lo que dicen las encuestas. Acabamos de ver los números de Factum: el EP-FA-NM está en el 50 por ciento, o sea el doctor Tabaré Vázquez tiene posibilidades de ganar ya en la primera vuelta. Para que usted, la otra opción fuerte, tenga chance de llegar al gobierno, lo primero que tiene que lograr es que Tabaré Vázquez no llegue realmente al 50 por ciento en octubre para generar así el escenario de balotaje. Ese es el primer desafío, que Vázquez no llegue al 50.
JL - Faltan 70 días para la elección, es muchísimo tiempo...
EC - Está bien, pero permítame completar este razonamiento, a ver cómo lo ve. Para evitar que Vázquez llegue al 50 por ciento usted tiene que quitarle el voto de ciudadanos de centroizquierda que hoy están tentados de acompañar al EP. Parecería que ésa debería ser su prioridad; ¿es así? Que el Frente no llegue al 50 por ciento.
JL - Yo creo que no va a llegar bajo ningún punto de vista al 50 por ciento. Vamos a terminar con esta especie de duda de campaña, si la cosa consiste en que el Frente llegue o no al 50 por ciento en la primera vuelta. Creo que inexorablemente va a haber segunda vuelta, esto parece absolutamente natural. Es el proceso que están siguiendo las encuestas y que va a marcar el tramo final de la contienda electoral.
EC - Pero para eso usted tiene que efectivamente captar una porción del electorado que está indecisa entre Larrañaga y Vázquez.
JL - Es que yo creo que la gente va a terminar reconociendo que nuestra colectividad política es el centro del sistema político uruguayo.
EC - A ver, ¿con qué argumentos apunta usted a ese tipo de votantes?
JL - Apunto con algo que es básico, es diferencial y nítido, porque surge de los hechos más claros y contundentes: el PN, todo el PN, en los tiempos más duros de la crisis de 2002 fue la colectividad política que ayudó al país. Aquí hay una diferencia notable entre nuestra colectividad política y el FA. El PN le puso el hombro al país y el Frente en aquella oportunidad le dio la espalda a la salida que el país necesitaba y que era el único camino para no entrar en el default en el primer fin de semana de agosto, cuando el PN ayudó y votó la ley de reprogramación de los depósitos de los bancos públicos. En esa oportunidad, algunos actores del FA querían seguramente acompañar esa ley de reprogramación de los depósitos de los bancos públicos; lo mismo aconteció cuando se apoyó el canje voluntario. Y hoy la salida del país, la preservación de la recuperación que Uruguay hoy está teniendo se ancló en aquella bisagra, en aquel tiempo tremendo de la vida del país, donde todo el PN estuvo apoyando.
EC - La pregunta era a propósito de cómo se dirige usted a ese tipo de votantes ubicados en la duda entre la izquierda y el PN.
JL - Hay un elemento de racionalidad: en tiempos difíciles las colectividades políticas y los actores políticos se prueban. Nosotros pasamos buena parte del principio de 2002 expresando públicamente que era necesario un diálogo nacional, que el país necesitaba un acuerdo nacional. Algunos le dieron la espalda a esa posibilidad de entendimiento que el país estaba necesitando.
EC - Algunos. ¿Quiénes?
JL - El FA, el propio doctor Tabaré Vázquez. Es un tema que hace una diferencia sustancial.
EC - El rechazo a aquel planteo suyo no vino sólo del FA, por lo que mi memoria me dice. Pero usted pone la atención en el Frente porque hoy la discusión es con el Frente.
JL - No es porque la discusión sea hoy con el Frente. Yo no quiero hacer una retórica de enfrentamiento, de la cual me parece que la gente está harta, cansada. Hay que apostar en positivo; cuando hablamos de impulsar un debate con el doctor Vázquez es porque nos parece que es honesto con la gente decirles a los uruguayos para qué queremos el poder y debatir francamente sobre las ideas centrales de cómo aportar a la construcción de las políticas que permitan generar trabajo, mejor inversión en la educación, en la salud, tener un país que pueda no solamente administrar la crisis, sino impulsar el desafío del crecimiento, que es algo fundamental para Uruguay.
Pero hablo de la realidad de la crisis de 2002 por algo sencillo y elemental: la fuerza política con mayor representación en el Parlamento es el EP-FA-NM; esto es así, y sin embargo en todos los temas vitales del país siempre se encontró un posicionamiento contrario.
EC - ¿Estas son respuestas suyas a lo que percibe como un corrimiento del discurso y de las posiciones del FA hacia el centro? ¿Por eso usted dice "nosotros somos el centro nacional"?
JL - El FA lejos de las elecciones es radical. Los sectores más moderados estaban supeditados a los sectores mayoritarios y más radicales. Cuando se acerca la elección los sectores radicales y mayoritarios quedan supeditados a los sectores minoritarios a cuyo eje acude y se corre el doctor Tabaré Vázquez. Yo he escuchado, algunos contertulios han perdido -perdóneme, Emiliano- el sentido de la agudeza en el debate de las mañanas de este programa de radio.
EC - ¿Qué discrepancia tiene con algunos de esos contertulios?
JL - Pero... Algunos han salido a expresar, por ejemplo, que un debate entre Larrañaga y Vázquez sería aburrido porque piensan igual. Hay diferencias muy importantes.
EC - Es una puntualización importante, porque más allá de que lo haya dicho algún contertulio, tengo la impresión de que es algo que piensan también algunos ciudadanos.
JL - ¿Qué le parece la diferencia ante la crisis de 2002? Me parece sustancial. Se ha hablado del factor del contador Astori como un elemento clave en la campaña electoral hacia el 31 de octubre.
EC - Fue una jugada hábil del doctor Tabaré Vázquez, en eso coinciden todos los analistas.
JL - Pero todos los analistas que realmente quieren ver la realidad de esa forma. Vázquez realiza el tema Astori, el factor Astori, ahora, tres meses antes de la elección, cuando en 1999 lo hizo quince días antes. Es la misma jugada de 1999, nada más que un tiempo antes.
EC - Otra manera de verlo es que es una decisión coherente, no hay allí un cambio; efectivamente Vázquez termina volcándose siempre por el contador Astori como su ministro de Economía.
JL - Pero ministro de Economía en el cual radicó sus principales discrepancias en los cinco años anteriores en los temas capitales. Estoy seguro de que el senador Astori hubiera podido y querido votar la ley de reprogramación de los depósitos de los bancos públicos en aquel fin de semana de agosto. Estoy seguro -lo ha expresado públicamente- de que apoya el canje voluntario. El senador Astori hubiera querido votar y fue prácticamente el impulsor de la ley de asociación de Ancap, y después no lo dejaron votar. Discrepa cinco años y resulta que durante cinco años el doctor Tabaré Vázquez prendía el señalero para la izquierda y ahora, cuando se acerca la elección, pone el señalero para la derecha y nomina al contador Astori.
EC - Usted descarta la hipótesis de una evolución genuina.
JL - ¡No, no, no, no! ¡No, ¿qué evolución?! Esto hace a la confianza, es un problema de confianza, es un problema de transitar por una línea de coherencia. Nosotros discrepamos con este gobierno, discrepamos con la mayoría de nuestro partido en el tema de la coalición. Muchos expresaron que queríamos irnos de la coalición para salir a interpelar ministros todos los días y a jaquear a pedrada limpia al gobierno, y no fue así, se equivocaron. Queríamos rectificar un rumbo en cuanto a generar una apuesta a construir soluciones para los temas del país. Y en los temas cruciales de la crisis, cuando Uruguay podía entrar en una situación realmente muy dura, mucho más dura que la que pasamos y que los uruguayos sufrieron, miles de compatriotas en este país, le pusimos el hombro al país en ese momento. Hoy tenemos un programa de gobierno que fue aprobado el sábado por la convención de nuestro partido, no es un programa que anunciamos y después nunca terminamos presentando. Es un marco programático importante donde decimos para qué queremos el poder, para qué queremos ser presidente de los uruguayos.
EC - Hablando del programa, en esa disputa que está planteada entre el PN y el EP o entre el doctor Jorge Larrañaga y el doctor Tabaré Vázquez por un cierto segmento del electorado, una parte de esos ciudadanos, los más volcados a posiciones de centroizquierda, puede ver con recelo el hecho a usted lo acompaña el herrerismo, porque mucha gente identifica al herrerismo con posturas neoliberales en materia económica. En la misma línea de esos matices que usted marcaba y esos señalamientos que hacía con respecto a la izquierda y eventuales incoherencias entre posiciones de Vázquez en el pasado y las posiciones de Astori ahora, ¿cómo responde usted a este tipo de objeciones que se le pueden hacer a propósito de un Larrañaga candidato con un determinado discurso, con el herrerismo respaldándolo?
JL - En las grandes decisiones el partido estuvo unido.
EC - ¿Cuánto pesó el herrerismo en la redacción del programa único del PN, en qué temas?
JL - En varios temas, en el tema de seguridad nacional, seguridad interna, defensa nacional; algunos componentes de políticas sociales; un conjunto muy importante de aportes en las ideas de obras vinculadas a infraestructura que hay que llevar adelante en el interior del país; ha colaborado en la propuesta de salud. Hay un esquema de entendimiento, un marco que el PN tiene. Por supuesto, el resultado de la elección interna ha marcado claramente cuál es el sesgo que la ciudadanía nacionalista y los compatriotas que votaron en esa elección interna han querido darle al PN.
EC - ¿Puede ser más explícito en ese sentido? Por ejemplo en materia económica, ¿cómo se laudaron las diferencias entre el larrañaguismo y el herrerismo?
JL - En materia económica estamos marcando un grado de acuerdo en el esquema de estabilidad y de reglas claras en materia económica que permita precisamente apuntalar el desarrollo y el crecimiento; en la necesidad de impulsar con matices una reforma en el sistema tributario; en la perspectiva de tratar el tema del endeudamiento externo de Uruguay en el esquema en que el país ha venido haciéndolo. Ahí hay un denominador común en la propuesta para un gobierno de compromiso nacional. Además también hemos coincidido en impulsar esa apuesta a un gobierno de compromiso nacional. Aquí hay un diferencial también importante dentro del sistema político uruguayo.
EC - ¿Qué quiere decir "compromiso nacional" en la propuesta del doctor Larrañaga?
JL - Significa apostar a una tregua política que el país necesita sobre un grado de civilización política que el país tiene que recorrer, significa convocar a la integración de las empresas públicas, de los organismos de contralor, Tribunal de Cuentas, Corte Electoral, a representación de todos los partidos. Esto nos parece importante, no se hizo de esa forma en este gobierno que se instaló el 1 de marzo de 2000 y el país necesita un grado de entendimiento que se materialice también en acuerdos en el Parlamento para no terminar en una situación de oposición permanente. ¿Qué ha hecho el EP durante estos cinco años? Transformarse en los campeones del no, ...
EC - A ver...
JL - ...y esta es la realidad, en todas las iniciativas de trascendencia. Me parecer que hay que marcarlo. Además el zigzagueo en las posiciones, resulta que durante cuatro años y medio se estuvo en una línea de decir "vamos a suspender las ejecuciones" en todo el tema del endeudamiento; a último momento un viraje claro y manifiesto del candidato a la Presidencia del EP terminó expresando el predominio de la posición del senador Astori.
EC - ¿Por qué dice esto cuando estábamos hablando de un gobierno de compromiso nacional, que es el que usted impulsa?
JL - Porque la línea de compromiso nacional ya está dada en los andariveles que queremos recorrer. Y marca también el diferencial de lo que ha sido la actuación del EP, que siempre ha estado en una posición contraria a las salidas que el país necesitaba, a los caminos que el país estaba reclamando y necesitando en muchos puntos fundamentales. Nosotros también tuvimos discrepancias, en su momento fuimos el único sector del PN que estuvo en contra de la ley de ajuste fiscal del mes de mayo. Los hechos nos dieron la razón. En su momento reclamamos un cambio en la titularidad del Ministerio de Economía y Finanzas. Creo que es importante expresar cuáles son las líneas programáticas de los partidos, discutir sobre los temas que la gente está esperando que los actuales políticos debatan.
EC - Por eso le preguntaba a propósito del rumbo económico. Usted decía que en materia económica no habrá un programa herrerista.
JL - Por supuesto que no. Hemos priorizado una línea de política económica nacional. En materia de política económica la estabilidad es un presupuesto para el crecimiento pero no es algo enteramente suficiente, precisamos políticas activas para generar ese crecimiento, políticas activas para el desarrollo pecuario, agropecuario, industrial, turístico, comercial. El país hoy necesita esas políticas activas, no tener políticas activas como herramientas de política tributaria y tarifaria nos parece no estar a la altura de lo que Uruguay necesita para captar inversión, para proteger esa inversión, para generar el desarrollo que el país está reclamando.
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EC - Seguimos ahora en régimen de Tertulia con la compañía de María Urruzola, Darío Klein, Rafael Klapenbach y Juan Carlos Doyenart.
Me gustaría incorporar ahora las preguntas de ustedes. Empezamos por las damas.
MARÍA URRUZOLA:
Senador, yo lo escuché desde el principio, por supuesto, y me parece que usted dedicó más tiempo a hablar del EP-FA-NM que de su postura. Estará de acuerdo conmigo -creo, supongo- en que un tema que tiene bastante cansada a la gente con respecto a la política -usted hablaba de los ciudadanos que cambian de radio cuando no quieren escuchar más- tiene que ver con el tema de que en este país no parece haber una cultura de rendición de cuentas de los políticos. Usted reconocerá, supongo, que ha formado parte primero del gobierno departamental de Paysandú desde 1990 y del nacional a partir de todas las coaliciones que su partido ha integrado. La pregunta es: ¿en qué se siente usted responsable de la situación actual del país? ¿Cuál es la rendición de cuentas de sus errores, qué errores cometió, qué cosas no hizo bien para que Uruguay esté en el peor período de los últimos cien años?
JL - En primer lugar yo he hablado en este programa en referencia al FA porque la dinámica de la conversación con Emiliano así lo planteó, no porque insista en la generación de una polémica permanente, porque me gusta construir, soy un hombre de construir. Durante diez años fui constructor, haciendo cosas en el departamento de Paysandú, provengo del ámbito del trabajo municipal y me siento enormemente contento cuando puedo afiliarme a una condición ejecutiva que tengo muy fuertemente.
Con respecto a de qué me siento responsable, me siento responsable de todo lo que la gente quiera poner en mi cuenta de responsabilidad. ¿Sabe por qué? Porque puedo tener muchos pecados pero no tengo el de la soberbia. Por supuesto que debemos haber hecho muchas cosas mal. El PN se hace cargo de sus errores y de sus pecados, somos una colectividad política que ha contribuido a lo largo de casi 168 años a la vida política de este país. Seguramente hemos tenido errores y nos hacemos cargo de ellos; pero también, si bien es cierto que hoy tenemos una situación que nos preocupa a todos, en sus guarismos económicos y sociales, usted tendrá que coincidir conmigo en que el país pudo haber estado peor. Sin embargo el PN -lo conversaba con Emiliano, si usted lo escuchó lo habrá percibido- en un tiempo bisagra de la vida del país colaboró en la construcción de una salida después de la crisis de 2002.
Creo que el PN ha cometido errores, después de Wilson Ferreira, en la estructuración de gobiernos de coalición propiamente dichos con integración y participación de ministros blancos en el gabinete.
MU - ¿Fue un error eso?
JL - Lo reiteré en el segundo gobierno del doctor Sanguinetti: yo siempre fui contrario a un gobierno de coalición con participación de ministros blancos, y lo expresé fundadamente al comienzo de este período de gobierno cuando fuimos el único sector que no votó la integración de ministros blancos en el gabinete del doctor Jorge Batlle. Entendíamos y entendemos -por eso hablamos de gobierno de compromiso nacional- que no basta con integrar ministros a un gobierno, sea quien sea quien lo conduzca: es necesario crear un clima diferente de entendimiento que el país está reclamando. Es lo que yo me permito reclamarles a todos los políticos. Yo no me siento un contrincante enfrentado ni a Vázquez, ni a Stirling, ni a nadie, porque tengo una muy buena relación con ellos, fui cinco años compañero en el Congreso Nacional de Intendentes del doctor Tabaré Vázquez, y creo que puedo coincidir con Vázquez, con Stirling, y creo que podemos impulsar líneas de entendimiento porque me parece que lo peor que pasó en Uruguay en los últimos veinte años fue el enfrentamiento en un diálogo virtual entre Batlle, Sanguinetti y Lacalle contra Vázquez. Eso terminó por dejar de rehén al país.
RAFAEL KLAPENBACH:
Gallinal sostiene que Astori es un buen candidato para el Ministerio de Economía en un eventual gobierno de Larrañaga; usted manifestó que no lo veía así. ¿Por qué Astori no es un buen candidato?
JL - Porque no lo es. Yo respeto la posición de mi estimado amigo, el senador Gallinal, por quien tengo un respeto y un cariño muy especiales; seguramente lo expresó en el entorno largo de una entrevista que le hiciera Búsqueda. Creo que no es el candidato para un gobierno que nosotros podamos presidir; lo digo claramente, tengo un enorme respeto por el senador Astori...
RK - ¿Tiene diferencias?
JL - Sí, tengo diferencias. Tengo diferencias porque el senador Astori, pudiendo cambiar buena parte del curso de los acontecimientos dentro del FA, siempre bajo el régimen de la disciplina partidaria que se le impuso durante los cinco años, terminó discrepando durante cinco años con el doctor Vázquez y ahora acepta su nominación como potencial ministro de Economía de un gobierno del doctor Vázquez, con quien discrepó en los cinco años anteriores. Obviamente no podría ser un ministro de nuestro gobierno.
RK - ¿Son discrepancias políticas, pero no económicas? ¿Tiene alguna coincidencia en el plano económico?
JL - Como el Frente cambia en función de las posiciones y de los virajes que hace el doctor Vázquez...
RK - No, pero con Astori.
JL - A eso iba, dijo Uruguay Tournée, un gran legislador y amigo nuestro. Como Vázquez cambia quizás también pueda estar cambiando el contador Astori. En definitiva quisiera saber cuál es la posición del contador Astori sobre el tema de la tenencia de la tierra en sociedades anónimas con acciones al portador.
MU - Senador, ¿por qué le reprocha a Astori haber aceptado la disciplina partidaria que es la que usted aceptó estando en contra de las coaliciones, como acaba de decir, usted estuvo en contra de todas las coaliciones?
JL - Yo acepté pero me levanté contra esa realidad.
MU - Y Astori también.
JL - No, no tanto.
MU - Ah, bueno: es un problema de grado.
JL - No, es un problema de provocar los cambios dentro de los partidos y de pelear por las cosas que uno cree dentro de los partidos.
EC - ¿Qué debió haber hecho el contador Astori?
JL - Pregúntele a Astori.
EC - No, porque usted tiene esa discrepancia...
JL - Que venga acá y se someta a la tertulia. No quiero continuar en la crítica que María me hacía en parte de su pregunta. Creo que hay que propiciar los cambios dentro de los partidos, los procesos de renovación. Nuestro PN puede tener errores, como todo instrumento integrado por seres humanos, pero nadie puede decir que no es el partido que más fácilmente se renueva dentro del sistema político uruguayo. Es una realidad indiscutible. Miren la composición del Frente Amplio...
MU - ¿Usted se cree un nuevo líder después de estar veinte años en la política? Su consigna es "Un nuevo líder para un nuevo Uruguay". ¿Cree que la gente cree que usted es un nuevo líder?
JL - No sé si la gente lo cree, pero en definitiva lo único renovador y transformador en la última elección interna y en el sistema político uruguayo fue lo que aconteció dentro del PN. Yo soy un actor, no sé si líder porque los liderazgos son otra cosa mucho más fuerte, como puede ser lo que en su momento Wilson Ferreira le aportó a la vida de este país, pero hay un nuevo camino indiscutiblemente dentro del PN. Que soy nuevo es evidente porque provengo del interior y a ningún paisano del interior le ha sido fácil quebrar los centralismos de la política uruguaya. Provengo de la gestión departamental durante diez años, provengo de un enorme esfuerzo que hicimos durante cinco años fundando un proceso en que fuimos punto siempre y terminamos siendo banca ganando el proceso interno como vamos a ganar la elección nacional de octubre, de atrás, como nos pasó en la elección interna dentro del PN.
DARÍO KLEIN:
Teniendo en cuenta el antecedente del último gobierno blanco respecto de las denuncias de corrupción y demás que hubo, ¿qué medidas específicas aplicaría usted siendo presidente para controlar que determinados funcionarios o el propio gobierno no se salga de la ley y cometa actos de corrupción?
JL - La primera y la mejor es una integración multipartidaria de las empresas públicas y de los organismos de contralor. La primera y fundamental es hacer participar en los acuerdos ministeriales a los coordinadores de las bancadas de todos los partidos con representación parlamentaria, con el presidente de la República. Es abrir la administración a la gente. El primer control tiene que volver a ser el ciudadano.
MU - ¿No un ombudsman general del país?
DK - Un defensor del pueblo.
JL - Yo podría acompañar una solución de esa naturaleza, pero se ha hablado mucho de eso y tan poco se ha podido concretar. El arquitecto Mariano Arana prometió el defensor del pueblo en Montevideo, lo comprometió con el PN y hasta ahora creo que no lo ha sacado.
MU - El Parlamento nacional tiene tres proyectos a estudio que tampoco ha sacado.
JL - Es posible, pero me preguntó el amigo cuáles son los elementos para aportar a la transparencia. Fortalecer al Poder Judicial, mucho más contundentemente.
DK - ¿Cómo se lo fortalece?
JL - Evitar la politización de la Justicia para evitar también que entremos en una suerte de judicialización de la justicia. ¿Cómo se lo fortalece? Mejorando su presupuesto en la medida de las posibilidades, creo que es fundamental. El desafío del país es el crecimiento, si no, como decía un paisano en mi pueblo, minga vamos a poder prometer algo. Nunca vamos a poder prometer si no hay más inversión y desarrollo. El desafío es el crecimiento.
JUAN CARLOS DOYENART:
Yo no soy de los que suscriben que es lo mismo Larrañaga que Vázquez. No hay duda de que la elección hoy se define entre Larrañaga y Vázquez y que ambos son opositores al actual gobierno, de eso no hay duda. Las trayectorias de ambos son muy diferentes, eso está claro.
JL - Vázquez [...] (risas) años y nosotros diez.
JCD - El comportamiento, la actitud opositora de Larrañaga y de Vázquez no fueron los mismos, está claro. Sin embargo usted ha hablado e insistido en decir: "Tenemos que ser transparentes, hay que decir las cosas claras, los dirigentes tenemos la obligación" y por eso llama al debate con Vázquez. Me parece que esa es una buena línea, pero hay una cuestión que sinceramente...
JL - ¿Pero por qué no debatir?
JCD - Yo estoy de acuerdo con el debate, y creo que sería muy divertido, no sería aburrido. Pero el tema es que la propuesta central de ambos candidatos es el Uruguay productivo, básicamente los dos han hecho hincapié en que la salida de este país es la del Uruguay productivo, y ninguno de los dos, a mi entender, ha dejado claro dónde están las diferencias entre el planteo del EP y el del PN, hoy liderado por Larrañaga. ¿Qué es el Uruguay productivo? ¿Simplemente dejar atrás el Uruguay plaza financiera? ¿O es, como esperamos muchos, mucho más que eso?
JL - Es mucho más que eso.
JCD - ¿Dónde está la diferencia entre el Encuentro y el PN?
JL - La primera diferencia parte de la base de las propias diferencias que hay dentro del propio Frente, cuál Frente es. Yo todavía estoy por saber cuál es el programa de gobierno del EP-FA-NM, esa es la realidad: todavía estoy por saber cuál es el programa para poder tener una diferencia.
¿Cuál es el Uruguay productivo? Es el Uruguay que debemos repensar, el Uruguay que permita impulsar políticas activas para generar ese crecimiento, esa mayor inversión y ese mayor desarrollo. En sus distintos sectores, con políticas sectoriales en lo industrial, en lo agropecuario, en lo comercial, en los servicios. Eso va a apuntar al desarrollo del país. ¿Qué es productivo? Es todo lo que le agregue valor a la economía, hasta los servicios pueden llegar a ser productivos.
JCD - No es el Uruguay rural simplemente.
JL - No es el Uruguay rural, ni es la antinomia afiliándonos a la dicotomía interior-capital, sector agropecuario contra sector industrial. Es la convergencia de todos los sectores en el crecimiento. Crecimiento hacia fuera, para poder exportar, agencia de desarrollo regional integral.
MU - Usted avaló en el período blanco la sustitución de la producción nacional por las importaciones. Usted avaló aquel período blanco que se tradujo en la consigna de "Con los blancos vivimos mejor".
JL - Perdóneme, yo no avalé: ni parlamentario era, era apenas un intendente municipal del interior, incluso nos juntábamos intendentes del interior para discrepar en parte con la política económica que se estaba siguiendo en aquel momento. Mi surgimiento político fue con intendentes municipales en el movimiento Nueva Fuerza Nacional, netamente del interior, que nació como un reclamo contra un centralismo político que se levantaba dentro del PN.
MU - Que liquidó la producción nacional.
JL - Me parece que ese término es demasiado catastrófico, no creo que haya liquidado la producción nacional. Convengamos también que todos los guarismos económicos y sociales de Uruguay en el gobierno del PN, cotejados con estos, eran notable y notoriamente superiores.
RK - Usted marca una y otra vez diferencias con el PC. ¿No cree que es necesario, cuando hay personas que le enrostran haber estado en la coalición porque el PN formó parte de ella, un debate con Stirling para marcar, para que queden claras esas diferencias?
JL - Yo no... Lo que estoy dispuesto a pedir y estoy dispuesto a dar... No se trata de que vaya a menoscabar el tema de los debates a nadie, podríamos hablar con todos los integrantes del sistema político, podemos llevar adelante un debate Stirling - Larrañaga - Vázquez, también. Yo no hablo de debate en un sentido de decir: "Mirá, éste va a atrás y está pegando como en una carrera para intentar descontar, y el debate es el instrumento para hacerlo". No; creo que tenemos que profundizar la democracia. ¿El FA no es una fuerza que quiere profundizar la democracia en Uruguay? Debatir es una forma de profundizar la democracia, ...
EC - Hemos hablado de...
JL - ... que no significa pelear, no significa meternos en una gallera a ver cómo nos enfrentamos más o cómo somos más o menos ingeniosos en los términos y en las frases que utilizamos para descalificar al contrario. Pongamos los temas del país para encontrar las diferencias y las discrepancias. Porque hay un problema que tiene que centrarse en el debate político, al cual yo apunto reiteradamente porque provengo de dar la cara, de ser un actor político frontal, que da la cara siempre, durante diez años me expuse al reclamo de la gente en cualquier barrio, en cualquier pueblo, en cualquier villa de mi departamento. Es lo que estoy dispuesto a expresar, es la obligación de poner en el centro del sistema político al ciudadano, para que la gente sepa qué vamos a hacer con la salud, con la educación, con la vivienda; ese es el debate, esa es la honestidad que tenemos que tener para con la gente. No decir en una parte el doctor Vázquez: "Larrañaga les habló a los jóvenes de guerra, nosotros somos una fuerza política" y yo tener que salir a contestarle: "La guerra nuestra es contra la pobreza, la desocupación". Son diálogos virtuales, no que aporten a la credibilidad del sistema político.
EC - El tiempo se nos termina. Hemos hablado más de una vez en esta charla de temas económicos. En algún momento no sé quién de los contertulios amagó plantearle la pregunta que creo que muchos nos hacemos.
JL - He hablado demasiado, perdóneme, no he dejado a los contertulios hablar.
EC - ¿Cuál es su equipo económico? ¿Quién es su eventual ministro de Economía, si es posible decirlo? Usted ha dicho que no será un economista, que va a ser más bien un político.
JL - Yo no necesito nominar un ministro de Economía para ser confiable.
EC - ¿Pero quiénes son sus asesores, quiénes integran su equipo?
JL - No necesito nombrar un ministro de Economía. Tengo 47 años; no por la cédula, por lo que pienso, puedo con justo título decir que soy renovación; tengo 47 años, pero desde chiquito me crié viendo en las paredes: "Fuera yanquis", "Fuera el FMI" y resulta que la fuerza que lo decía nomina al ministro de Economía en la puerta del Fondo... ¿En qué quedamos, chiflamos o comemos gofio?
EC - La pregunta era a propósito de sus nombres en materia económica.
JL - Nosotros no tenemos necesidad de nombrar ministro de Economía, creo que somos una fuerza para sumar, tenemos un gran equipo de compañeros y técnicos, de mucha capacidad, jóvenes y veteranos, el economista Washington Ribeiro ...
EC - La semana pasada conversamos con él, pero justamente, ¿qué otros nombres?
JL - ... Buchelli, Laffitte, el contador Daniel Sureda, tenemos actores políticos importantes también en el marco de lo que pueda ser la constitución de un equipo de gobierno. Y además esperamos para sumar, acá no se trata de nominar ministros, los ministros salen solos, yo soy un formador de equipos, lo logré armar durante diez años como intendente municipal y convoqué incluso a actores de otros partidos para integrar el gobierno departamental de Paysandú.
A los ministros, si coincidimos en los temas, los ponemos en un ratito, y ponemos a los mejores de todos los partidos, si quieren. Esto me parece importante.
EC - Le agradezco que nos haya acompañado...
JL - ... porque además, ¿sabe quién va a ser el ministro de Economía? Yo voy a ser el ministro de Economía, como presidente de la República; yo voy a ser el conductor de la política económica. No voy a resignar ese espacio, vamos a tener el staff de técnicos suficiente como para tener el basamento técnico que después ambiente las decisiones políticas que el país necesita.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni