José Mujica reclamó que el diálogo con los empresarios se profundice para responder a las quejas por un posible atraso cambiario.

Mujica: cuando no tengo plata, tengo que hablar el doble

El ministro de Ganadería, José Mujica, reclamó que el diálogo con los empresarios se profundice para responder a las quejas por un posible atraso cambiario. "El gobierno no puede estar divorciado porque se producen contrasentidos entre la apreciación teórica de que lo que genera empleo es la inversión y la voluntad subjetiva de los agentes inversores", opinó.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Hablando como hablaban, ante empresarios, los integrantes del equipo económico sabían que el viernes pasado en ACDE  uno de los temas críticos, sensibles, iba a ser el del atraso cambiario, la inflación en dólares o la caída en la competitividad de la producción nacional, según la denominación que se prefiera.

El jefe de asesores del Ministerio de Economía, Fernando Lorenzo, se refirió a ese asunto. Más tarde, también lo hizo el presidente del Banco Central, Walter Cancela. Sobre el final del Foro y ya en el tramo de preguntas y respuestas, llegó desde el público una consulta que aludía a esta cuestión. Astori  demostró que la estaba esperando y que quería hablar del tema. Quería exponer con la máxima claridad el enfoque el gobierno del Encuentro Progresista tiene a propósito de este debate.

Vale la pena escuchar por lo menos la parte fundamental de su argumentación:

(Audio)

"DANILO ASTORI:
Yo no voy a negar que hay inflación en dólares, obviamente. El año pasado fue importante, este año va a ser mucho menor, muchísimo menor.

Comienzo por hacer mías desde la primera hasta la última palabra que pronunció el presidente del BCU hace pocos minutos, con gráficas que impactan y que nos dicen una vez más que no hay atraso cambiario en Uruguay. Porque inflación en dólares no es lo mismo que atraso cambiario. Y al mismo tiempo ni una ni otra cosa explica en absoluto por completo la competitividad de la producción, son tres conceptos completamente diferentes que tenemos que tener en cuenta cómo funcionan.

El atraso cambiario es un concepto relativo, en el sentido de que depende en sus conclusiones del punto de partida que se tome para la comparación. Y si acá se toma como punto de partida para la comparación la situación precrisis de Uruguay, que me parece un buen punto de partida, aquello que llevó primero a modificar el régimen cambiario de Uruguay, después a intentar encarar los problemas del sistema financiero, más tarde a un canje de deuda exitoso que se hizo en este país que abrió las posibilidades de la recuperación, si tomamos ese punto de partida, que me parece que no puede ser un punto discutible en Uruguay, ustedes habrán visto la gráfica que exhibió Walter, es notoriamente superior en promedio la capacidad de competencia de la producción nacional en este momento respecto a ese punto de partida. Notoriamente superior. Walter no mencionó porcentajes, pero el porcentaje promedio supera el 30 por ciento, esto es la capacidad media de competencia de la producción hoy está 30 por ciento por encima de lo que teníamos en la situación precrisis. Por supuesto que hay diferencias según mercados, pero si nosotros hacemos una canasta de bienes transables cuyos precios se comparan en los países comercialmente relevantes para Uruguay, tampoco podemos decir que hay atraso cambiario. Y esto lo tenemos que tener en cuenta cuando se discute este tema, sobre todo porque estamos en una situación mundial nueva de la que no teníamos noticias hasta hace poco, que está afectando los mercados monetarios y cambiarios del mundo entero y en particular los de la región, como quedó claro cuando Walter se refirió al tema.

Esta situación seguramente algún día va a terminar con dos ajustes a escala universal, un ajuste fiscal en Estados Unidos y un ajuste monetario en el Este asiático, cuyas monedas están hoy fuertemente apreciadas, con un volumen de reservas extraordinariamente grande respecto del pasado. Los países asiáticos han venido acumulando volúmenes extraordinariamente altos de reservas.

Ahora bien, durante el transcurso del proceso de aproximación hacia esos dos ajustes a escala universal, Uruguay tendrá que ir monitoreando la situación, pero no puede pretender en absoluto enfrentar esa situación universal con medidas nacionales, porque el problema de la evolución del tipo de cambio nominal ha dejado de ser un problema nacional para convertirse en un problema de mucho mayor alcance".

(Fin del audio)

EC – El pronunciamiento sin dudas estaba cargado de mensajes, no sólo hacia el empresariado sino también hacia la interna del partido de gobierno desde donde han venido cuestionamientos a la manera en que el equipo económico se ha parado frente a este tema.

Ya conversamos con el presidente de la Unión de Exportadores, el contador Daniel Soloducho, vamos a ver ahora el frente político. ¿Cómo se vieron los pronunciamientos del ministro Astori en la interna del gobierno? El diálogo es con el ministro de Ganadería, José Mujica.

***

Ministro Mujica, ¿cuál fue su reacción después de conocer estas exposiciones del viernes?

JOSÉ MUJICA:
Favorable, me parece que hay mucho que insistir. No hace mucho tiempo en un evento abierto, en Conaprole, yo señalé las dificultades que tenía el equipo económico al cual no se le podía pedir magia si los resortes fundamentales de esta realidad está en la tendencia mundial que lleva la moneda dólar, escapan a decisiones de carácter nacional.

El quid de la cuestión no es lo que yo pienso. En lo que enfáticamente me he querido detener y he querido señalar no son contradicciones con el equipo económico sino el masivo modo de pensar y de sentir que tiene una parte sustantiva del empresariado uruguayo con el cual se impone comunicarse sistemáticamente. Es así que esta prolija exposición espero que no quede ahí sino que sea un permanente trabajo de carácter político. La línea que enfáticamente ha levantado el equipo económico sobre la necesidad de inversión, que es el único camino para generar nuevos puestos de empleo, se canaliza a través de ciertos individuos concretos en una economía como la nuestra que se llaman "los empresarios". Si los empresarios están sumidos en una incertidumbre y en una duda de credibilidad respecto al rumbo, no va a existir la posibilidad de jugarse por inversiones.

Esto es lo sustantivo.

EC – Usted el jueves decía, en una entrevista en Búsqueda, que hay muchos empresarios sumidos en esa incertidumbre.

JM – Le voy a dar números. Mire que esto no puede quedar en el aire. En el transcurso de esa semana, cuando hice esa afirmación, tuve una larga reunión con la Cámara de Industrias en mi despacho. Tuve una larguísima reunión con la Cámara de Mercantil de Productos del País, que tiene 113 años, y había más de 50 personas, de las más diversas actividades. No eran precisamente votantes de izquierda, estoy seguro. Acá no hay un sesgo de carácter político. Aparte de las respectivas reuniones que tuve con las distintas gremiales de origen rural.

Yo no puedo creer que haya una conspiración, que se hayan puesto todos de acuerdo como para bombardearme. El término medio que saqué es la posición de esa incertidumbre. Yo no lo digo en crítica a un equipo económico que desde que pisó en el gobierno ha tenido una fajina por delante enorme, como arreglar la situación con organismos internacionales, etcétera. Lo que señalo es que hoy, en este momento, hay que tratar de trabajar y dialogar para captar dentro de una línea a esas cabezas que componen el empresariado.

EC – Usted lo que reclamaba era explicaciones, franqueza. En particular en el tema de la competitividad y la inflación en dólares, si lo que se concluía era que no se podía hacer nada, pedía que se dijera públicamente. Eso fue lo que hizo el equipo de Astori el viernes pasado.

JM – Por eso mismo. Me parece que en todo caso esa tiene que ser la línea. Y con las puertas abiertas de pronto, a veces coyunturalmente, algo se puede hacer acá y algo se puede hacer allá, sin pedir milagros y sin comprometer un rumbo que sea imposible.

Yo he visto que el gobierno argentino ha estado comprando dólares pero probablemente esté pagando el precio de una inflación importante. Probablemente, no sé, no voy a juzgar. Está jugando sus cartas. No cabe duda que para con ese mercado, a quien tenga que exportar a la Argentina, en este momento, se le hace un poco en repecho.

Por otro lado, en la economía concreta se producen desajustes. Le voy a explicar una situación. Supongamos que soy un productor e importo fosforita a 27 dólares para procesar fertilizante que es un insumo de gran consumo. Si a los pocos días me baja la moneda, voy a estar trabajando en una materia prima que pagué a 27, por lo tanto el precio en la plaza no va a reflejar automáticamente la baja de la moneda. Más claro: mucho insumo importado no baja al mismo ritmo que baja la moneda. En cambio, cuando voy a exportar siento la evolución de la moneda. Acá se crea un desfasaje intercambiario a la interna de la economía.

Respecto a todos estos factores y muchos más, de pronto a veces se puede hacer algo.

EC – Ese es el tema. ¿Usted entiende que efectivamente hay un margen para intervenir en esto problema? El equipo económico era muy contundente en cuanto a las escasas posibilidades que tiene un país como el nuestro de incidir.

JM – Yo estoy de acuerdo. Y estuve siempre de acuerdo. Incluso lo dije en la campaña electoral y si llego a tener alguna discrepancia más bien es por lo contrario, es por no darle importancia a este hecho. Creo que estamos muy acotados. Por lo tanto, el equipo económico no debe esperar que yo en eso no me dé cuenta y no lo tenga en cuenta. Por el contrario me parece que es un hecho que está presente. Ahora, exploremos si no nos quedan algunos márgenes, a veces coyunturales. No creo en un cambio milagroso.

EC – A ver, ¿por qué lado estarían esos cambios? El viernes Astori decía el viernes: supongamos que cedemos a la tentación de hacer una devaluación importante en el país hoy, ¿qué tipo de consecuencias tendría eso en el país? El contador Astori mencionaba algunas:

(Audio)

"DANILO ASTORI:
Hay situaciones muy diversas en la producción. Si el país hiciera una devaluación notoria, significativa, ¿qué le pasaría, por ejemplo, a la gente que produce con insumos importados y no exporta? Por ejemplo, pregunto. ¿Qué les pasaría a los endeudados en dólares? ¿Qué les pasaría a los empresarios que exportan pero tienen mucho insumo importado y al mismo tiempo un fuerte endeudamiento en dólares? Hagamos cuentas y nos vamos a dar cuenta de que no es simple la respuesta ni tampoco sencilla la conclusión, la evaluación que podamos hacer de una situación de este tipo".

(Fin del audio)

EC – Astori incluía más ejemplos, decía que una eventual devaluación en este país es lo mismo que rebajar el sueldo de los trabajadores cosa que el gobierno no quiere. ¿Entonces?

JM – Bueno, yo creo que es más dramático de lo que dice Astori, creo que se queda corto, porque hagamos o no hagamos el drama está. Y en este momento se volvió a importar pan de la República Argentina. ¿Qué dirán los panaderos? Es decir, esta situación no es sencilla por ningún lado, hagamos o no hagamos. Y esta película la conocemos.

EC – Mire lo que dice un oyente: "que el dólar esté donde está, beneficia a todos menos a los exportadores. El equipo económico piensa en la mayoría y no solamente en los exportadores", dice José de Solymar.

JM – José tiene una parte de razón. Pero sólo una parte. Siendo una economía abierta, a la larga, cuando nos resentimos en el campo de la exportación también estamos favoreciendo la sustitución de un montón de actividades internas que es lo que nos ha pasado. Entonces, la crisis la paga el trabajo. Vivimos una especie de eclosión mercantil, se genera mucho crédito, se vende mucho importado y empieza a disminuir la ocupación en el campo del trabajo. Esos fenómenos los hemos vivido, por eso yo considero que esta situación es enormemente difícil porque tiene razón por un lado Astori, pero todavía hay más dramas en la medida que profundizamos.

Creo que es un problema que debemos estar monitoreando permanentemente, no enojándonos, no enojándonos...

EC - ¿Con usted hubo algún enojo en el equipo económico?

JM – Yo creo que hubo algún enojo hubo algunas declaraciones por ahí donde se dijo que los exportadores eran la oligarquía y cosas por es estilo. Bueno, son cosas que nos pasan a los hombres públicos pero que crean contrasentidos porque nosotros tenemos que buscar una política de conciliación en lo posible y de monitoreo permanente.

Necesitamos por un lado exportar y necesitamos cuidar que la economía camine. Estamos ante el embate de fenómenos que están muy por encima de la posibilidad de hacer. Yo no sé si algún día China va a devaluar, qué se yo... Eso me supera, Cotelo.

EC – El presidente de la Unión de Exportadores, Daniel Soloducho, decía hace minutos que se van a reunir con el equipo económico para proponerles otras alternativas, no necesariamente intervenciones en el mercado de cambios. ¿Usted, por ejemplo, en qué instrumento piensa para mejorar la competitividad?

JM – Pienso que no se pueden hacer milagros pero algunas cosas es posible que se puedan hacer. Por ejemplo, habría que revisar si la venida de moneda con características medio de golondrina no merece consideraciones o medidas del tipo de las que aplica Chile o de las que aplica Colombia. En definitiva, en qué medida la relativa intervención de la venta de papeles internamente, con respecto a la compra de moneda, no puede sustituir a una fuente de financiación desde afuera. No creo que haya una medida que sea milagrosa. Tal vez, los márgenes sean conjuntos de pequeñas cosas políticas pero nada de ello es milagroso.

EC – Usted reclamaba diálogo del equipo económico con los empresarios...

JM – Sí, y me parece que hay que insistir en eso.

EC – Pero, ¿cómo está el diálogo dentro del gobierno? ¿Usted conversa, discute con el ministro Astori, con equipo económico?

JM – Discutimos en el Consejo de Ministros y creo que ha habido una larguísima negociación de representantes respectivos en la cuestión del endeudamiento.

EC – Ahí está claro que se ha puesto en marcha un mecanismo de negociación interna en el propio gobierno.

JM – Se está trabajando con la participación de ambos ministerios y creo que se está no muy lejos de tener un producto bastante aceptable.

EC – Pero en este otro capítulo, el de la inflación en dólares, la pérdida de competitividad...

JM – Pienso que en el fin de semana que vamos a tener una reunión larga, vamos a tener un ámbito como para poder charlar sobre estas cuestiones.

EC - ¿Hasta ahora no hubo intercambio?

JM – Hubo intercambios muy cortos. El Consejo de Ministro toca muchas cosas y justamente se van a hacer algunas reuniones largas para discutir estos temas de fondo.

EC – ¿El Consejo de Ministros de este fin de semana en la Estancia Presidencial de Anchorena puede ser el ambiente apropiado para que se discuta esta cuestión dentro del gobierno?

JM – Pienso que sí. Pienso que es un tema difícil, que nos hace a todos pero me parece que es sustantivo que el equipo económico por un lado tenga paciencia y segundo, hable mucho. ¿Sabe una cosa? Es una ley de la vida: cuando no tengo plata, tengo que hablar el doble. Y tengo que hablar el doble con esa gente que va a tomar decisiones, es curioso que la economía repose tanto en la psicología humana. Es indudable que la psicología humana tiene una importancia a la larga sobre la propia economía. No quiero decir que la economía sea mera psicología pero cuando usted ve la estampida de retirada de fondos que se da en una corrida bancaria, se da cuenta.

En las decisiones empresariales a mí lo que me tiene preocupado es esa manija que existe entre los empresarios, es una manija real, es una manera de ver la realidad... Hay que tratar de obrar sobre esa realidad porque en definitiva son los agentes movilizadores de la inversión. Entonces, el gobierno no puede estar divorciado porque se producen contrasentidos entre la apreciación teórica de que lo que genera empleo es la inversión y la voluntad subjetiva de los agentes inversores. Me parece que hay que tratar de suturar eso.

Notas asociadas:
Mujica: cuando no tengo plata, tengo que hablar el doble. Entrevista con el ministro de Ganadería (16.05.05)

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Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe