Las razones del malestar español con Uruguay
"Para nosotros la polémica es sobre cómo se han referido determinadas personas (del gobierno) al trato que se les da a los uruguayos", explicó el embajador español en Montevideo, Fernando Valderrama, en referencia a la tensión diplomática entre ambos países. Agregó que no hubo innovaciones en la política de inmigración, excepto la positiva de regularizar al 99% de los uruguayos que lo solicitaron.
(Emitido a las 8.52)
EMILIANO COTELO:
No es novedad: las relaciones entre Uruguay y España están tensas. El motivo también es conocido: el manido debate a propósito de la inmigración.
Al comienzo de la semana en los informativos de El Espectador el embajador español en Uruguay, Fernando Valderrama, se refería a este clima.
(Audio)
"FERNANDO VALDERRAMA:
La relación normal de las relaciones entre Uruguay y España que yo he conocido desde hace unos meses no incluía reproches casi cotidianos al gobierno español".
(Fin.)
EC - Ayer Búsqueda publicó nuevas declaraciones de Valderrama en las que el embajador se reconocía "asombrado" porque "en 25 años de diplomacia es la primera vez que veo que un problema surge primero desde arriba".
Casualmente el martes se conoció la decisión del ministro de Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, de suspender su visita a Uruguay programada para el 27 de julio.
Entonces, ¿cuán profunda es esta crisis? ¿Cómo se sale de ella?
Vamos a retomar hoy el diálogo con el embajador Valderrama.
***
Valderrama, recordemos que usted tiene 54 años y es embajador en Uruguay desde hace muy poco.
FERNANDO VALDERRAMA:
Desde agosto del año pasado.
EC - El antecedente anterior en su carrera diplomática fue su destino como embajador en Irak.
FV - Sí, estuve a cargo de la embajada, aunque el nombramiento, por un subterfugio diplomático que se practicaba mucho en las embajadas en Irak, era como encargado de negocios, es decir con carta de ministro a ministro, no como embajador, pero al frente de la embajada, que estaba con toda su dotación.
EC - Dimitió en octubre de 2002 en medio de la polémica por la invasión a Irak, que el gobierno de España de la época apoyó.
FV - Sí. La polémica por la invasión surgió en parte a raíz de mi dimisión, por cierto, fue cuando realmente empezó a plantearse el tema. No estaba en la calle todavía que el gobierno español fuera a apoyar una invasión, se sabía que estaba apoyando incondicionalmente porque así lo había dicho el presidente la postura de Estados Unidos, pero que eso pudiera desembocar en una invasión fue algo que se discutió más tarde y quizás mi dimisión fue uno de los catalizadores de que el debate se lanzara públicamente.
EC - Pero hablemos de Uruguay y España ahora, hablemos tomando como base al principio estas últimas declaraciones suyas en las que usted ubica el origen de este clima enrarecido entre los dos gobiernos en una serie de manifestaciones públicas de "responsables políticos" uruguayos. Ese fue el término que usted empleó. ¿Qué quiso decir cuando señaló "que el problema surge de arriba"?
FV - Es una manera coloquial. Yo contesté porque me estaba preguntando el entrevistador, que luego no reproduce sus preguntas en la entrevista supongo que para ahorrar espacio. Me estaba preguntando por qué estaba yo perplejo; y no sólo yo, mi gobierno; y le expliqué, como no quería entrar en calificaciones puesto que no me parece que sea lo más oportuno como embajador, que por razones estadísticas, es decir por la frecuencia de críticas y de críticas desde responsables políticos no me estoy refiriendo a los medios de comunicación o a la opinión pública y que eso era inusitado, lo que se puede demostrar con una fórmula aritmética con la frecuencia estadística. Intenté ceñirme de la manera más magra posible a la realidad, sin entrar en valoraciones más allá de las cuantitativas.
EC - ¿Y a qué declaraciones aludía? Supongo que estaba hablando de comentarios del canciller Reinaldo Gargano y del embajador Álvaro Portillo del Departamento 20.
FV - Ha habido muchas, yo no voy a dar nombres ni a señalar con el dedo a nadie, pero por mencionar una declaración muy sonada, que es colectiva y no atribuible a una persona en concreto, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en pleno, por unanimidad, una resolución que contiene críticas muy claras no sólo a la política del gobierno español sino al planteamiento que hace el gobierno español de la legalidad vigente en España y cómo la defiende. Eso no es muy habitual, entonces, sin entrar en otra calificación, insisto en lo que he dicho y repetiré: no es habitual ni frecuente, y desde luego no en las relaciones entre Uruguay y España.
EC - Usted agregó: "Siempre he pensado que quienes ocupamos cargos públicos tenemos que hacer un ejercicio de contención y de rigor: les debemos a los ciudadanos hablar con datos y hablar con precisión". Implícitamente está sosteniendo que las autoridades uruguayas no hicieron ese ejercicio.
FV - No, estoy sosteniendo que yo hablo así, yo, Fernando Valderrama, embajador de España en Montevideo, porque es una postura que he sostenido siempre desde el inicio de mi carrera profesional, que incluso en un momento determinado me llevó a jugarme mi carrera, entonces no voy a cambiar mi actitud. Yo hablo por mí, no soy profesor, soy hijo de profesor, de catedrático de universidad, tengo dos hermanas profesoras pero yo no ando dando lecciones, yo hablaba sólo por mí mismo para explicarle a mi entrevistador por qué me expresaba de esa manera.
EC - La semana pasada ante pedidos de entrevistas que realizamos desde aquí En Perspectiva usted había respondido que no quería hacer declaraciones, a la espera de "instrucciones de Madrid". El viernes la embajada difundió un comunicado con los números entre otras cosas de la proporción de uruguayos rechazados en frontera en su intento por ingresar a España; ya hablaremos de eso un poco más tarde. Mi consulta ahora es: ¿también recibió instrucciones en cuanto a que era conveniente salir al cruce de las declaraciones de funcionarios del gobierno uruguayo?
FV - Por supuesto que yo hice pública esta nota con total consentimiento, y esta nota fue realizada en Madrid, por eso tardó unos días más, cosa por la cual me disculpé con algunos de los medios. Yo no dije que no quería hacer declaraciones, dije que no iba a hacerlas porque estaba esperando instrucciones. Cuando se crea una situación delicada normalmente los responsables políticos tenemos que actuar con prudencia, con precisión y con rigor. Yo lo veo así, entonces hay que cargarse de razón, y en este caso le pedí al ministerio que supervisara la posición pública que íbamos a presentar, especialmente a raíz de que la Cámara de Diputados hubiese aprobado en pleno y por unanimidad una resolución como esa. Usted recordará que hasta entonces yo estaba contestando a los medios con más fluidez, pero como me tomo muy en serio las instituciones, y mucho más aun las parlamentarias, que reflejan la soberanía popular. A partir de ese momento interrumpí la relación directa con los medios y consulté a Madrid sobre cómo íbamos a ir a responder.
EC - Y recibió el texto de ese comunicado, ¿pero además indicaciones de que convenía que hiciera este tipo de puntualizaciones públicas, que por ejemplo ahora está haciendo en esta entrevista?
FV - Este comunicado es mi base argumentaria, es lo que uso y no me despego mucho de él porque está avalado por el gobierno y no me voy a permitir adornos ni demasiadas fantasías.
EC - ¿Qué se puede señalar con respecto a la decisión del canciller Moratinos de suspender su viaje a Uruguay? ¿También formaba parte de ese "paquete de respuesta"?
FV - Sobre esa decisión lo que puedo decir es que es un aplazamiento sine die, y les dejo a ustedes las interpretaciones porque mis instrucciones son trasmitir que por razones de agenda el ministro suspende el viaje, y como ya me han preguntado algunos colegas suyos que son inquisitivos, como es lógico, por supuesto, y hacen muy bien, cuándo vendría, les he tenido que contestar que el aplazamiento era sine die.
EC - En el mundo de la diplomacia las "señales" juegan mucho y son leídas siempre con cuidado. ¿Cómo opera el "sine die" en los códigos de la diplomacia?
FV - Creo que usted lo sabe muy bien, es una persona extremadamente documentada, me consta porque he visto cómo prepara sus entrevistas, la documentación que acompaña, y estoy completamente seguro de que usted lo puede explicar tan bien como un embajador.
EC - Sí, una suspensión sine die expresa malestar, descontento.
FV - Como digo, es usted un periodista muy bien documentado.
EC - Para terminar esta parte del diálogo, llama la atención que estos roces entre los dos gobiernos surjan ahora, después del cambio de administración en Uruguay, en un momento en el que se supone que la sintonía política entre los dos países es alta o por lo menos mucho mayor que la existía con el gobierno anterior. ¿Cómo se explica, cómo explica usted esta aparente contradicción?
FV - No voy a entrar a explicarlo, reconozco que es un poco... no, yo no diría contradictorio, no quiero con esto enmendarme, porque los gobiernos tienen que defender los intereses de sus respectivos Estados y de sus países, sus ciudadanos, etcétera, y eso no se puede subordinar a afinidades del tipo que las haya, políticas o personales, etcétera, desde luego no en países con gobiernos democráticos. Dicho esto, es verdad que en la escena internacional es más fácil entenderse entre gobiernos de signo parecido, lo vemos en la Unión Europea todos los días, como también vemos ejemplos a veces coincidencias de intereses que son más fuertes. En este caso reconozco, no puedo negar que, también aludiendo a las frecuencias de tipo estadístico, puede ser un poco peculiar que ocurra esto, no era lo que uno podía esperar a lo mejor. Pero pienso que eso puede ayudar también, tiene dos partes, la llamativa, si quiere, que es la usted ha subrayado, y también la positiva, que es que eso seguramente puede ayudar a una reconducción, me imagino.
***
EC - La repercusión pública de todo este tema del trato que España da a los inmigrantes tuvo un impulso fuerte a fines de mayo, cuando las medidas de control de la inmigración del gobierno español afectaron el tránsito de algunos turistas uruguayos, al extremo que autoridades de la cancillería llegaron a recomendar viajar a España sólo en caso de real necesidad.
El viernes la embajada emitió un comunicado acá en el que dio números sobre estos problemas. Dijo: "De los más de 25.000 uruguayos que han viajado a España en lo que va del año, hay constancia oficial de que sólo 48 han sido rechazados en frontera (personas a las que no se ha permitido la entrada), lo que supone un 0,2% del total". ¿Algo para agregar sobre este punto antes de ir a otras preguntas?
FV - Me parece un punto muy interesante porque estamos cerca de lo neurálgico. Para que quede clara la posición nuestra, la posición de España en este tema, el problema, la polémica, para nosotros no es sobre el trato que se da a los uruguayos en España, que no voy a decir que sea mejor que el que se da a otros, aunque se les podría preguntar a los uruguayos en España, no está bien que yo lo diga. Y lo dijo indirectamente el ministro de Trabajo aquí, ustedes lo reprodujeron, que se molestó en hacer un comunicado especial para Uruguay, una cosa muy peculiar, pero en fin, un gesto que cayó un poco en el vacío. Pero yo no lo voy a decir porque parecería que estoy pidiendo agradecimientos, no. Vamos a decir que es igual de bueno que el que se da a los extranjeros en general en España, o igual de malo si a ustedes les parece que el trato que se da a los extranjeros en España es malo, pero es igual.
Para nosotros la polémica no es sobre eso, y en ningún momento vamos a tentar una polémica sobre eso. Para nosotros la polémica es sobre cómo se han referido determinadas personas al trato que se les a los uruguayos en España, eso es lo que para nosotros es el punto de la polémica. Y vuelvo a lo que le había dicho antes, no voy a entrar a calificar pero evidentemente la secuencia estadística de las críticas a España en el registro histórico largo de Uruguay no es habitual. Esta es la primera precisión que quería hacer para que quede más claro cómo abordamos este tema.
Lo segundo, no me toca a mí hablar por la cancillería pero le quiero recordar una cosa: fue el director del Departamento 20 quien hizo esta recomendación de viaje, y muy pocas horas después el canciller en persona, que sí habla por la cancillería, lo desmintió rotundamente. Prácticamente no me había dado tiempo materialmente para informar a Madrid sobre las declaraciones del señor Portillo cuando ya tenía el desmentido del canciller encima de la mesa. Para Madrid no hay una recomendación de la cancillería recomendando no viajar a España y si no la hay para nosotros supongo que para ustedes tampoco la debe haber. El canciller fue tajante y bastante rápido.
EC - A propósito de los requisitos que España exige a un uruguayo cuando ingresa, que la embajada repasó: un pasaporte con más de 120 días de vigencia, un documento que acredite su residencia en Uruguay, pasaje de vuelta con fecha fijada antes de los 90 días, unos 30 euros diarios para manutención o un mínimo de 300 euros, una invitación formal de alguien que viva en España con firma de escribano o 50 euros diarios o bono de hotel o una tarjeta de crédito, y seguro de viaje y salud con cobertura mínima de 30.000 euros. El canciller Gargano calificó estas exigencias como una exageración. ¿Qué responde usted?
FV - El canciller puede calificarlas como entienda, yo lo único que le digo es que estas exigencias no son nuevas ni son españolas, son propias del acuerdo Schengen, que es un acuerdo que incluye a muchos países de la Unión Europea e incluso a algunos que no lo son, como Suiza o Islandia.
EC - ¿Y desde cuándo...?
FV - Esto lleva ya bastante tiempo, cerca de 10 años, sólo que de vez en cuando se actualizan las cantidades por la inflación. Los franceses las tienen indexadas con el salario mínimo garantizado, por ejemplo, con lo cual las dan con decimales centésimos, un poco complicadas, nosotros las redondeamos, pero vienen a ser muy similares. Y de hecho no parece que se haya recogido en los medios, pero ayer la embajada de Holanda en nombre de los países a que forman parte del acuerdo Shenguen envió un comunicado de prensa recordando todos los países que están en el acuerdo, que tienen medidas similares y que no se han modificado, además. No ha habido una modificación, no sé por qué se produjo aquí esta confusión entre varias personas o por parte de varias personas acerca de modificación o de medidas nuevas.
La única medida nueva que ha habido ha sido en España, por cierto, la regularización, que si siguen los porcentajes actuales va a abarcar a más del 98, yo diría el 99 y algo por ciento de los uruguayos que la han solicitado. A su vez, según las estimaciones del Ministerio de Trabajo, abarcarán a más del 90 por ciento de los uruguayos residentes en España en situación irregular. Eso sí es una novedad, y por cierto, no puedo ocultarle mi enorme sorpresa porque no haya habido ningún tipo de comentario positivo en Uruguay al respecto, cuando es la petición que más veces se me había formulado, incluso antes de viajar a Uruguay.
EC - Ya vamos a hablar de eso, pero terminando con el tema de los controles al ingreso a España, yo citaba esa calificación que hizo el canciller Gargano, pero mucha gente se sorprendió, muchas personas acá en Uruguay se sorprendieron al enterarse de que quien viajaba para visitar a un familiar tenía que presentar esa invitación formal, certificada por un escribano, a propósito de la condición en la que se encuentra ese familiar que vive en España. ¿Esto estaba efectivamente pidiéndose, exigiéndose desde hace tanto tiempo o es algo que se incorporó?
FV - No, no, no, son requisitos. Algunos países no quieren carta personal, quieren certificación del municipio, es más riguroso en algunos países Schengen, la medida española es más flexible. En algunos países se pide que sea el municipio quien certifique que la persona en cuya casa va a residir el viajero efectivamente se encuentre en el país en situación legal, domiciliada en tal sitio y es una persona solvente. En España somos más flexibles y lo hacemos a través de un acto privado.
He leído por ahí en algún momento no lo tomé como una ironía que eso parecía un atraso en la época del correo electrónico. Yo pienso que la persona que dijo eso no entiende bien que no se trata de tener una invitación sin más, que efectivamente podría ir por correo electrónico y, por qué no, por teléfono, sino que se trata de una garantía de hospedaje, un hospedaje que esté respaldado por alguien y que permita por tanto exonerar a la persona de un segundo requisito adicional monetario en su estancia.
EC - Pero ese hospedaje respaldado por alguien tiene que corresponder a alguien que resida de manera legal, a su vez.
FV - Sí, por supuesto. Todo esto se lo he dicho a ustedes varias veces pero lo repito porque me parece importante, yo en ningún momento paso por alto la delicadeza del tema humano porque a la persona a quien le ocurre eso la estadística que aporta el gobierno español le sirve de poco, para ella es el cien por ciento. O sea que eso evidentemente lo tengo en cuenta, ese punto de vista humano, pero como mi papel aquí no es el de un sociólogo o un psicólogo sino el de embajador, permítame que vuelva a la estadística. El asunto es que hay personas que han ido a visitar a familiares o parientes pero que estaban en situación irregular en España, con lo cual no les podían brindar esa certificación.
EC - Una última pregunta sobre este tema. Desde la audiencia llega este comentario: cualquier uruguayo que vaya a visitar a un familiar que vive en España lleva lo justo, logró el dinero para el pasaje y no mucho más, no tiene más dinero. Ese es el tema, la exigencia monetaria que incluye este reglamento le está prohibiendo viajar a la mayoría de quienes tienen sus hijos en España. ¿Qué contesta sobre esto?
FV - No voy a poner en duda lo que afirma este señor o esta señora, si ellos piensan que es así yo no lo voy a discutir, eso depende del patrimonio de cada uno, claro. Yo no puedo entrar a valorar una economía doméstica de alguien a quien no conozco, usted comprenderá que me faltan datos.
EC - Claro, estamos hablando de que es muy probable que la familia de alguien que se fue y está residiendo en otro lugar tenga recursos limitados.
FV - Sí, no lo voy a discutir, es posible efectivamente, hay personas con recursos más limitados que otras. Es así, pero esas normas se han hecho de acuerdo con el coste de vida en Europa y están medidas en función de eso.
***
EC - Vayamos ahora al trato a los uruguayos que residen en España. Usted ya lo mencionó al pasar, según los datos del Servicio Exterior español actualmente residen legalmente en España 14.000 uruguayos.
FV - Sí, para ser más exacto el 31 de marzo, último dato cerrado, 13.914; ya deben ser bastantes más porque el proceso de regularización está en marcha.
EC - Claro, porque también estaba el dato de que 10.650 se habían presentado al proceso de normalización que viene promoviendo el gobierno español.
FV - Eso es.
EC - Pero de esos 10.650 sólo 5.000 habían recibido una respuesta positiva.
FV - Eso fue la semana pasada, la nota pasada, porque la cifra estaba cerrada 24 o 48 horas antes, ahora serán más. Es un proceso que va a buen ritmo, que no va a tardar mucho en terminarse, y desde luego el porcentaje de aceptación para uruguayos el jueves pasado estaba siendo exactamente del 99,7 por ciento.
EC - ¿Eso qué quiere decir?
FV - Se calcula muy sencillo, si de casi 5.000 había 14 rechazados, fíjese usted la proporción.
EC - O sea que su pronóstico es que los que se presentaron al proceso de normalización prácticamente todos o casi todos van a ser aprobados.
FV - No va a cambiar mucho el porcentaje. Es posible que los expedientes que se resuelvan antes sean los más sencillos y que otros tarden, pero en principio va por orden de presentación, no de complejidad, pero puede haber un pequeño sesgo estadístico porque algunas delegaciones de provincias más pequeñas atienden antes expedientes más simples y demoran más los más complicados. A lo mejor el porcentaje baja un poco al final, pero estamos en el 99 por ciento de todas maneras, la casi totalidad.
EC - Esos 10.650 que se presentaron al proceso de normalización se estima que son del orden del 90 por ciento del total de ilegales que había en España.
FV - Es una estimación que hace nuestro Ministerio de Trabajo, aquí ha habido otras cifras.
EC - ¿Pero qué va a pasar con los otros, con quienes no se presentaron al proceso? ¿Qué futuro les aguarda?
FV - Hay varios casos. En unos casos son uruguayos los más sencillos que son nietos de españoles pero que no se nacionalizaron en su momento, que en cuanto lleven un tiempo en España pueden acogerse a ese derecho, son una minoría. Hay otros que son cónyuges, que incluso en algún caso deliberadamente no han pedido la regularización porque eso significaba tener que pedirle al empleador que compareciera e hiciera una certificación, lo que no siempre era fácil, entonces muchas veces era uno el que lo ha pedido y el otro queda admitido por reagrupación familiar, que incluye a los ascendientes y a los hijos, con lo cual varios de esos 10.000 van a poder arraigar a miembros de su familia y la cifra va a aumentar. Como le digo, hay casos en que se ha hecho deliberadamente así.
Luego hay una figura que no desaparece porque no es transitoria, contrariamente a esta regularización hay una figura permanente que es el arraigo laboral. Ésa sigue existiendo y permite que el que lleva más de dos años en España y más de un año trabajando también pueda regularizar su situación, hasta el punto de que si es identificado en una inspección de trabajo por las autoridades, el sancionado no es él sino el empleador, con una fuerte multa, mientras que el trabajador que se encuentra en la situación se lo regulariza. O sea que a veces salta la noticia de que un uruguayo ha sido detenido por estar en situación irregular, y se trata de una manera un poco efectista cuando resulta que probablemente para este uruguayo si tiene cumplidos esos plazos significa la legalidad, y el problema es para el empleador.
EC - Para los que tengan problemas está la alternativa, que incluso algunas de las asociaciones de uruguayos residentes en España manejan con mucha insistencia, del tratado de reconocimiento, paz y amistad celebrado entre la República Oriental del Uruguay y España en 1870. Los inmigrantes uruguayos reclaman poder quedarse en España al amparo de ese tratado, pero el gobierno español argumenta que el tratado ya no está vigente. ¿Por qué?
FV - No es exactamente así, me va a permitir que rectifique en lo que refiere al gobierno español. El gobierno español no dice que el tratado no esté vigente, el gobierno español sostiene que algunos artículos del tratado, por la propia dinámica del derecho de tratados, han sido reemplazados por otros artículos de acuerdos posteriores entre nuestros dos países, que nadie cita, por cierto, no sé por qué, porque tienen exactamente el mismo rango.
EC - ¿Por ejemplo el tratado de 1992?
FV - Por ejemplo. Entonces la teoría nuestra, que no es una invención de España, hubo españoles que participaron decisivamente en la creación del derecho internacional en el siglo XVII, pero la originalidad acabó ahí. Nosotros seguimos normas del derecho internacional que son de tipo general, se aplican a todos los países, están recogidas en los convenios de Viena que hemos firmado nosotros y también Uruguay. Y según el artículo 30, por ejemplo, si mal no recuerdo, de esos convenios, si no hay una disposición explícita en el tratado, que no la hay en el 1870 en este aspecto, cuando un tratado toca materias que ya han sido insertas en un tratado anterior entre los mismos países, se entiende que el tratado posterior prevalece sobre el anterior, eso es una norma general.
De todas maneras hay una cosa que no le dije. Esto lo hablamos hace unos días, pero hay un tema que yo no había caído pero me he dado cuenta posteriormente, porque es una cosa que se cita insistentemente y no los culpo a ustedes los medios porque ustedes normalmente reproducen otras declaraciones de otras personas, se cita el artículo VIII siempre cortado; el artículo 8º termina diciendo: "y bajo iguales condiciones y adeudos que usan o usaren los de la nación favorecida", eso no se cita nunca, con lo cual cambia el sentido del artículo.
EC - ¿Cuál es la importancia de esa parte?
FV - La importancia es que la legislación que se aplica a los españoles o uruguayos en su caso en función de ese tratado es que se les permite estar en uno u otro país bajo las mismas condiciones que tengan los de la nación más favorecida. Es una cláusula típica del derecho de tratados que quiere decir que no puede haber en Uruguay o en España personas nacionales del otro país mejor tratadas que los uruguayos o los españoles respectivamente. No dice en ningún caso el artículo, como no podría ser además, que los uruguayos o españoles serán tratados en pie de igualdad con los nacionales, eso no aparece. Es una cláusula bastante común, la de nación más favorecida. Y en las citas del artículo esa parte desaparece. Cuando lo citan las ONG... usted dijo muchas o varias, yo creo que son absolutamente todas las que lo reivindican.
EC - El artículo dice: "Los ciudadanos de la República en España y los súbditos españoles en la República Oriental del Uruguay, podrán ejercer libremente sus oficios y profesiones, poseer, comprar y vender por mayor y menor, toda especie de propiedades muebles e inmuebles", etcétera, "todo con arreglo a las leyes del país, en los mismo términos y bajo de iguales condiciones y a deudos que usan, o usaren los de la nación más favorecida".
FV - Usted, que es una persona documentada como ha demostrado varias veces, comprenderá que no es exactamente el mismo significado que se le da habitualmente, si se lo cita completo.
EC - Ha habido fallos de la justicia española que han amparado a uruguayos que querían permanecer en España y que alegaron la presencia de aquel tratado de 1870.
FV - Es así y por supuesto, con todo el respeto, con el debido respeto, como dicen la fórmula jurídica consagrada al uso, que se debe a los órganos judiciales, yo tengo que recordar que cuando nuestra asesoría jurídica internacional sostiene esta postura lo hace basándose en el derecho internacional que conoce muy bien y que sin embargo, por razones obvias de práctica... por ejemplo tengo aquí la última sentencia que reproduce un medio, un diario de Montevideo, que es una sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Logroño. Insisto, con el debido respeto al Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Logroño, no creo que tenga que tratar muchos casos de derecho internacional a lo largo de sus actuaciones, con lo cual como en derecho hay otras instancias, sólo cuando el Tribunal Supremo de España se haya pronunciado al respecto podrá haber jurisprudencia, que aun así podrá ser revisada en el Tribunal Constitucional. Pero digamos que en cualquier caso para no aburrir a los oyentes no se está más que en el camino de un largo peregrinar judicial.
EC - Usted puntualiza que no hay aún sentencias definitivas.
FV - No hay sentencias del Supremo en ningún caso, hay sentencias de tribunales como este Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Logroño, que me imagino que está inserto en el Tribunal Superior de La Rioja, pero no dejan de ser instancias primeras, son primeras instancias, esto tiene que recorrer todavía un camino jurídico bastante largo, al final del cual me atrevo a vaticinar, con el conocimiento del derecho internacional que tengo que manejar, que las resoluciones del Supremo estarán en línea con lo que dice la Asesoría Jurídica Internacional del Estado.
-------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe