La Audiencia Opina

Una piedrita para encontrar el camino

Mensajes de la audiencia tras la lectura de la carta de un militar retirado a Rosencof

Por teléfono

Inocencio de Solymar Norte:
 Esta carta que mandó este hombre a Rosencof y Rosencof mismo, dignifican el tejido social de nuestra ciudadanía, y a partir de ellos, nosotros como ciudadanos, tenemos el ejemplo a seguir y tratarnos de parecer más a ellos. Tenemos la alegría de pertenecer al punto geografico que nos tocó en el mundo.

Maróia del Buceo: Al Ruso y al Coronel: desde hoy voy a llevar una piedrita el bolsillo. Hasta siempre.

Juan del Cerro: Quisiera recordar (soy un ex integrante del MLN) que Rosencof fue dirigente del MLN en esa época, como otros. Pero hoy no está ligado al MLN y no es representativo de la situación política de hoy. Fue representativo de los integrantes del MLN pero ya hoy no lo es.

María José del Buceo: Lo más emotivo, lo más maravilloso, es la modalidad de Rosencof, que tiene reflexiones únicas.

Tito de La Teja: Es muy emocionante la carta del coronel pero sería más emocionante que enviara una carta con toda la información que tienen de las violaciones brutales a los Derechos Humanos.

Javier Miranda: Queria decir tres cositas: 1. Me parece una muy buena carta, muy digna y que está muy bien que haya circulado. 2. Creo que en la conversación se sigue hablando de una guerra. Aunque el coronel y el Ruso entiendan que participaron de una guerra, hay que gente que sufrió y desapareció que no eran parte de la guerra. 3. Sería bueno que se facilitaran muchas pierditas, para que aquellos que se perdieron y desaparecieron, puedan encontrar de vuelta el camino.

Juan Ángel de Euskal Erría: Para Rosencof: ¡Que nunca falte!

Ivana de Solymar: Soy una amante de una obra de Rosencof y hace unos años hice un trabajo sobre "el bataraz" y resalté en él la sensibilidad. Le mando un abrazo grande y desde ahora llevo una piedrita del bolsillo.

 

Por correo electrónico

Peso en el corazón

Todos los uruguayos que aún los que éramos niños en los 70, hemos vivido siempre con una gran culpa porque los crímenes del estado nos involucran a todos. Escuchar al ruso siempre ayuda a levantar un poco ese peso que llevamos en el corazon.

Gracias
Claudia

Suma, pero...

Muy linda la carta, pero tiene quiza una consecuencia no buscada que es la de fortalecer como eje de análisis de un período histórico al binomio: guerrilla y Fuerzas Armadas (¿dictadura?).

Creo que existen otras claves para interpretar ese periodo histórico. La mayoría de los uruguayos no vivimos ese enfrentamiento y la mayoría tampoco lo compartiamos. De todas maneras creo que suma y aporta para una convivencia democrática entre uruguayos.

Jorge

No confundir guerra interna con terrorismo de Estado

El planteo surgido a partir de la carta del militar ubica la represión y el trauma previos a la dictadura en la teoría de los dos demonios (o de la guerra interna).
 
Si hablamos de dos combatientes, lo primero que pienso es que no debemos olvidar que en la represión del enemigo no se respeto el derecho internacional de los convenios de Ginebra, porque se torturo salvaje y sistemáticamente y se violaron los derechos humanos de los combatientes no en la calle, sino cuando estaban detenidos, desarmados, indefensos y bajo el poder absoluto del Estado, y de las autoridades militares.
 
Pero incluso admitiendo la teoría de la guerra interna entre combatientes en pie de igualdad (cosa que no se dio en absoluto), otra cosa muy diferente es el Terrorismo de Estado practicado por el gobierno de facto, cuando la guerra ya había terminado. Lo que no podemos hacer es pensar que ambas cosas son lo mismo, porque una cosa es dar por terminada la guerra y otra muy distinta investigar, esclarecer, saber la verdad y hacer justicia (como manda el derecho internacional) sobre ese Terrorismo de Estado.
 
Los sentimientos personales son valiosos, pero no pueden ser una razón para soslayar el deber ciudadano de conocer la historia, de construir la memoria histórica sobre la base de la verdad y de la justicia, que son los caminos ineludibles para lograr una verdadera (y posterior) reconciliacion y paz.
 
Lamento que mi tono es diferente, pero llevo décadas trabajando sobre estos temas, acompañando a las víctimas y sus familiares, investigando, leyendo, estudiando las atrocidades del terrorismo de Estado, y creo que esa verdad histórica no se supera con simple buena voluntad y sentimientos personales. Lo primero es llamar a las cosas por su nombre. Terrorismo de Estado no es lo mismo que guerra interna. El primero empezo en 1973, después que la lucha armada había concluido en 1972, contra miles y miles de ciudadan@s indefens@s que no habian tomado jamas las armas.
 
Maria Martha Delgado