Reincidencia en la mala praxis... ¿quién protege a los pacientes?
Cada vez más, las denuncias sobre errores médicos son protagonistas de la agenda informativa. Recientemente, un anestesista fue procesado por homicidio culpable por la muerte de un paciente en 2003. El mismo profesional es investigado por una muerte ocurrida en enero de 2007. El debate está abierto y la siguiente tertulia especial con los médicos Miguel Fernández Galeano subsecretario de Salud Pública-, Milton Mazza y Antonio Luis Turnes, junto al abogado Hoenir Sarthou, lo abordó.
(Emitido a las 9.36)
EMILIANO COTELO:
A comienzos de este mes, un médico anestesista fue procesado con prisión por el Juez Pablo Eguren.
¿Qué delito se le imputó? Homicidio culpable en el caso de la muerte de un niño de seis años, Emiliano Lima, ocurrida el 8 noviembre de 2003 en un sanatorio de Montevideo.
¿Qué fue lo que sucedió aquel día? Por cuenta del BPS, Emiliano era sometido a una operación muy delicada, que duró siete horas, con la que se buscaba que superara los problemas de incontinencia que sufría, producto de una disfunción más general de su sistema nervioso conocida como "espina bífida".
Según concluye la justicia, durante la intervención Emiliano tuvo problemas con la anestesia. Sin embargo, esos inconvenientes no fueron detectados y tratados a tiempo. En particular, se destaca el hecho de que, a la salida del quirófano, el anestesista no permaneció junto al paciente controlándolo de manera continua, ya que se retiró para participar de una operación no urgente, dejando en su lugar a otro colega que lo había acompañado en la operación.
En el auto de procesamiento se hace notar que hubo "un agujero negro" de " dos horas y media" en que los anestesistas "no anotaron nada": "No se sabe qué pasó, describen un niño dormido con máscara de oxígeno y no describen ninguna complicación y dos horas después el paciente se está muriendo; y ahí intervienen los dos médicos anestesiólogos."
¿Resultado? El niño sufrió paro cardíaco y muerte cerebral, según la investigación sumarial del BPS.
Después de la operación, el coma y, 24 horas más tarde, la muerte.
Repito la fecha: 8 de noviembre de 2003.
Más de tres años después....
Ahora, el 6 de marzo de 2007, el médico es finalmente procesado con prisión. "Apenas" tres años y cuatro meses más tarde de los hechos.
Por supuesto que este procesamiento no significa que el profesional sea desde ya culpable del delito que se le imputa. El juicio acaba de empezar y el acusado tiene las garantías del debido proceso.
Pero lo cierto es que hubo méritos objetivos para procesarlo con prisión. Se conformó "semiplena prueba". Y obviamente esos elementos existían ya desde el 8 de noviembre de 2003.
Entonces, yo pregunto: ¿cómo se entiende que este profesional haya seguido desempeñando su tarea tan tranquilamente durante estos tres años y cuatro meses?
Si la Justicia tenía dudas sobre la conducta de este profesional, y el sumario del sanatorio del BPS aportaba más elementos, ¿no había mérito para que esta persona dejara de trabajar en el sistema de salud uruguayo?
¿Es lógico que haya seguido participando en operaciones durante más de tres años?
Para complicar más estas preguntas, la madre de Emiliano dijo al diario El Observador que fueron las propias enfermeras del CTI del sanatorio quienes le recomendaron que hiciera la denuncia porque el anestesista tenía otros antecedentes en este tipo de casos. Por lo visto, entonces, este hombre tenía ya su historia en materia de "negligencia" (como dice la jerga jurídica) o de "irresponsabilidad" (que tal vez sea un término más gráfico y claro).
¿Cómo es posible, entonces, que desde noviembre de 2003 hasta marzo de 2007, este profesional haya seguido anestesiando pacientes y quizás incurriendo en las mismas prácticas irresponsables que llevaron a la muerte de Emiliano?
... de Emiliano y ahora de Rodrigo... Rodrigo Aguirre, un joven de 23 años que el 9 de febrero de este año falleció a raíz de una operación menor, donde participó aquel mismo anestesista y donde todo que incurrió en la misma irresponsabilidad que con Emiliano, a extremo tal que, apenas conocido el hecho la mutualista (Asociación Española) resolvió alejarlo de su cargo.
¿Pudo haberse evitado?
Ciertamente, la familia de Rodrigo Aguirre puede preguntarse si esta segunda muerte no pudo haberse evitado. Hubiese bastado que el anestesista quedase suspendido en el ejercicio de su profesión hasta tanto no se aclararan sus responsabilidades en episodios anteriores.
¿Y eso cómo se lograba?
Rodrigo Aguirre podría estar vivo si la justicia hubiese sido más rápida. Nadie entiende por qué el caso de Emiliano Lima estuvo prácticamente empantanado durante más de dos años. Muchos sentimos que el expediente se despertó de golpe a raíz de aparente reincidencia del médico anestesiólogo, afectando a la familia de un director técnico de fútbol, lo que le dio amplia difusión a esta noticia.
¿Quién protege a los pacientes?
Pero... más allá de la justicia, ¿no existen otros mecanismos para proteger a los pacientes de aquellos profesionales irresponsables?
Por ejemplo: ¿Por qué las conclusiones de la investigación administrativa del BPS no circularon en todas las mutualistas y sanatorios para que cada uno de ellos resolviera si seguía contratando o no al anestesista cuestionado?
O, en otro plano: ¿Por qué médicos, enfermeros y técnicos que tuvieron a su cargo la operación de Emiliano no tomaron la iniciativa de denunciar al anestesista, cuya conducta después sí cuestionaron cuando muchos meses después- fueron citados a declarar en la justicia?
En definitiva, la pregunta es: ¿qué puede hacer la sociedad para, caminando por un equilibrio muy fino, ponerse a cubierto de la mala praxis recurrente, sin que eso implique caer en una caza de brujas ni mucho menos linchar públicamente a médicos y otros profesionales de la medicina?
Para discutir a propósito de este asunto están con nosotros esta mañana tres médicos y un abogado: el doctor Miguel Fernández Galeano, subsecretario de Salud Pública; el doctor Milton Mazza, médico cirujano retirado, filósofo, miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la que también fue presidente; el doctor Antonio Luis Turnes, médico integrante de la Comisión Honoraria de Salud Pública del Ministerio de Salud Pública (MSP), fue administrador general del Sindicato Médico durante 20 años, de 1985 a 2005; y el doctor Hoenir Sarthou, que ha defendido a varios denunciantes en casos de mala praxis, en particular es el representante legal de Daivy Cardozo, la madre de Maykol Cardozo, aquel niño muerto en ocasión de un tratamiento en el Hospital de Clínicas.
***
Una pregunta general: ¿ustedes entienden que la ciudadanía debe pararse con resignación frente a esta disyuntiva que yo planteaba? ¿No creen que debe haber algún mecanismo que saque de circulación a un médico sospechoso de mala praxis, por lo menos hasta que se aclare su responsabilidad?
MIGUEL FERNÁNDEZ GALEANO:
En lo personal pienso que sin ninguna duda tenemos que establecer un nuevo pacto ético entre la sociedad y la medicina, los médicos y el resto del equipo de salud, porque los problemas del llamado error médico, de mala praxis, no son sólo de los médicos, son (o pueden ser) de todo el equipo de salud. Y, efectivamente, lejos de ir a la resignación o a un manejo que nos haga cobrar al grito, toda la sociedad tiene que ensayar (y hay herramientas para eso) mecanismos que permitan por una parte resolver el problema ético, deontológico de evaluar la práctica médica, pero desde una perspectiva central: pensar el tema del error médico desde la perspectiva de los pacientes y los usuarios. Lo peor que podemos hacer es pensar el tema del error médico desde la perspectiva de la corporación médica o del gremio médico.
EC - Es interesante que lo diga un médico y en una mesa en la que la mayoría son médicos.
MFG - Esto es clave, es el punto de partida para analizar el tema.
EC - Doctor Milton Mazza, usted desde la Academia Nacional de Medicina, ¿cómo observa un problema como este que hemos planteado?
MFG - Es un asunto complejo que, como todas las cosas complejas, requiere un pensamiento complejo. Si manejamos lo complejo a partir de simplificaciones, no de un esfuerzo por reducir la complejidad, por hacerla manejable, sino de un esfuerzo por simplificarla de un modo inapropiado, no estamos eligiendo el mejor camino.
Por ejemplo, es indudable que la expresión "error médico" circula entre las personas, en la sociedad, como una definición nominal, todos nosotros creemos que sabemos de qué estamos hablando cuando hablamos de error y en particular cuando hablamos de error médico. Pero si se hiciera una encuesta y se le exigiera a alguien que en la vida práctica usa el vocablo error una definición ya no nominal sino real, se pondría a esa persona en serias dificultades, porque, ¿en qué consiste, después de todo, eso que llamamos error?
Al lado de una reflexión de carácter general, es necesario hacer en algún momento una reflexión de carácter epistemológico para saber, con la mayor precisión posible, de qué estamos hablando cuando hablamos de una determinada cosa.
Otro tanto ocurre con "mala praxis", otra expresión que se maneja, que todo el mundo tiene el sentimiento de saber a qué se refiere, pero si le preguntáramos a alguien qué entiende por mala praxis se vería en serias dificultades para decir de qué cosa se está hablando. Mala praxis significaría una praxis inapropiada, entonces habría que preguntarse cuál es la praxis apropiada con relación al objeto en cuestión para poder identificar después lo que no es tal o lo que es una mala praxis.
Hay una problematicidad que en algún momento va a ser necesario abordar desde el punto de vista de la elaboración conceptual.
EC - Está claro que la profesión de médico (y ni que hablar de médico cirujano o de médico anestesiólogo) es verdaderamente compleja y que la humanidad, todos nosotros, dependemos de esos profesionales para sortear inconvenientes que tenemos con nuestra salud y confiamos en ellos. Lejos está de nuestro interés hoy aquí denigrar la profesión ni nada que se le parezca, mucho menos simplificar. En todo caso esta discusión apunta a cómo manejar los casos de profesionales de la medicina que actúan con negligencia, que demuestran en los hechos que no están comprometidos con esa responsabilidad tan seria, tan fuerte que les hemos asignado.
¿Qué dice usted, doctor Turnes?
ANTONIO LUIS TURNES:
La pregunta era si hace bien la sociedad en preocuparse y denunciar este tipo de situaciones. Y la respuesta es afirmativa: hace bien en preocuparse. Pero como bien decía el profesor Mazza, es un tema multifactorial en el que interviene una enorme cantidad de elementos que es necesario controlar. La sociedad y los estamentos de nuestra República todavía no se han dado cuenta de que tienen que obrar para corregir eso.
EC - ¿Qué es lo que falta, por ejemplo?
ALT - Faltan muchas cosas, entre otras una conciencia institucional de que hay que velar por la seguridad del paciente. Esto es algo que no hacen sólo los profesionales a título individual sino que deben hacer las instituciones, tanto las públicas como las privadas, y en primer lugar las instituciones que son rectoras en materia de salud.
En segundo lugar, hay temas muy importantes que hacen al control de la calidad del ejercicio profesional y que van a favor de asegurar las buenas prácticas. Esto lo tiene la mayor parte de los países, nosotros no somos una isla pero estamos muy atrasados; me refiero al tema de la colegiación profesional. En los países donde existe, la colegiación es un instrumento dado por ley que regula la matrícula y permite detectar si hay faltas deontológicas, de conducta o incluso problemas de salud que impiden un buen desempeño profesional, y tomar las medidas apropiadas con aquellas personas que están incursas en esa situación.
EC - Un colegio de médicos en este caso no es un sindicato, es una cosa completamente distinta. Para empezar, en un colegio de médicos están incluidos todos los profesionales que tienen ese título, no aquellos que deciden formar parte de él.
ALT - La pertenencia es obligatoria, no voluntaria.
EC - Entre otras cosas, un colegio actúa como una especie de policía en el ejercicio de la profesión.
ALT - De una manera más eficaz que como lo hace el MSP con una antigua ley del año 1934 y que sólo permite tomar algunas sanciones, en general muy pocas, porque viene de una época en la cual estos fenómenos no tenían la exposición ni la incidencia que tienen hoy. La Comisión Honoraria de Salud Pública, que está incluida en la ley 9.202, del 12 de enero de 1934, que es la Ley Orgánica de Salud Pública, se refiere a cuestiones de regulación de honorarios y faltas más bien menores de los profesionales del arte de curar, que no son sólo los médicos. Se habla de sanciones tales como multas y otras cosas menores, que no implican la supresión permanente o temporaria del ejercicio profesional. Se puede suspender pero no es una cuestión que esté bien fundada en el texto legal.
EC - O sea que algo tenemos en Uruguay, la propia Comisión Honoraria del MSP (que usted integra) algunas atribuciones tiene en esta materia que hoy nos preocupa. Yo estaba repasando los antecedentes, por ejemplo: "Cuando se constituye esta comisión en tribunal disciplinario, debe juzgar y reprimir las faltas cometidas por los médicos y los que ejercen profesiones anexas en el ejercicio de su profesión cuando estos se aparten del cumplimiento de las normas generales que determinen las ordenanzas y reglamentos". Eso está previsto en el artículo 26.
Usted marcaba, doctor Turnes, que en definitiva esto es muy limitado.
ALT - Fíjese lo que dice el artículo 31: "Los que cometieren las faltas previstas en los artículos" tales y tales "serán llamados por primera vez ante la Comisión para ser apercibidos, siempre que de la investigación practicada no resultara haberse producido algún daño a la salud. En caso de reincidencia incurrirán en la pena de 100 a 500 pesos de multa. La Comisión podrá disponer, además de la multa, la publicación de la resolución con mención del infractor y de la pena impuesta, todo a costa del infractor". Esto no se hace, hay una serie de discusiones de tipo jurídico sobre la pertinencia de publicar las sanciones que se adoptan.
EC - Doctor Fernández Galeano, usted quería agregar algo antes de escuchar al abogado de la mesa.
MFG - Soy un convencido de que el país tiene que impulsar (el Parlamento, que es el que tiene que resolverlo) la colegiación médica. Pero me da la impresión de que si empezamos a discutir la colegiación médica sin antes analizar cuáles son los puntos críticos que contextualizan o explican el error médico, no vamos a entender por qué la herramienta de la colegiación sirve. Propongo que hagamos un orden de intercambio que nos permita no irnos a las herramientas (porque del otro lado hay gente que no es experta en estos temas) sino analizar cuáles son esos puntos.
EC - Es una buena sugerencia, avancemos algo en ese sentido y después volvemos a la colegiación.
MFG - Yo tengo cinco puntos para plantear. Aspectos críticos: relación médico-paciente (la relación humana entre el médico y el paciente y la familia, lo que se ha llamado la relación clínica), la necesidad de la empatía, la idea de que muchas veces el paciente y la sociedad no tienen una aceptación de la muerte y de la enfermedad, el hecho de que el pago y la mercantilización de la medicina han llevado al paradigma "pago, luego exijo".
Segundo punto: la ley de arte (cuáles son las bases científicas, deontológicas, morales, éticas de la gestión), la historia clínica como un medio de comunicación en el sistema de atención (la historia clínica es clave, lo que se registra, lo que permite establecer el tema), el consentimiento médico (otra herramienta fundamental que tiene que ver con el tema, no alcanza con que alguien firme un papelito, el consentimiento médico es obtener, en una relación horizontal, un vínculo con el paciente) y la atención de la urgencia (la urgencia siempre se debe atender).
Desde esos puntos críticos tenemos que analizar el problema del error médico, de la culpa médica, por utilizar algunas de las mil formas de llamarle a este tema.
EC - Me animo a agregar otro elemento: la actitud de los propios profesionales de la medicina en la evaluación de sí mismos.
MFG - La autocrítica, podría ser.
EC - La autocrítica y la crítica. Tomo el caso de Emiliano Lima, allí hubo serios problemas en esa intervención, que luego cuando se desarrolla el juicio los profesionales que intervinieron denuncian, marcan. Pero recién hicieron esa declaración cuando fueron convocados por la justicia, hubo una intervención de la cual salió un niño muerto y los que participaron en esa operación piensan (como se ve en el expediente) que los anestesistas, y en particular el que fue procesado, tuvieron responsabilidad y no hicieron ninguna denuncia ni ante la Justicia ni ante sus pares.
MFG - Es verdad, muchas veces se instala un pacto tácito de no agresión que perjudica ese objetivo mayor que tiene alguien que ejerce la medicina, que es responder a la gente y a la sociedad.
EC - Ese anestesista no actuó solo en esa operación, los demás estaban en el mismo barco y todos de algún modo terminaron siendo corresponsables de una muerte. ¿Por qué no actuaron, por qué no denunciaron?
Escuchemos a Hoenir.
HOENIR SARTHOU:
Yo lo veo desde el ángulo de la situación de alguien a quien le vienen dos o tres veces por mes personas (como les pasa a casi todos abogados) planteando la muerte de su padre, de su madre, de un hijo o una situación de la que quedaron daños graves. La persona viene en principio con un dolor muy profundo, con la sensación de que no se la ha escuchado, porque usualmente hay una tendencia a rechazar este tipo de cosas, tal vez porque muchas son infundadas, pero he visto casos en los que se ha producido un error, una mala praxis bastante gruesa (entiendo todos los relativismos del asunto pero a veces uno ve que la cosa ha sido mal llevada), y la persona siente una gran indefensión, no tiene dónde plantearlo, entonces recurre a un abogado para tratar de llevar el asunto a la Justicia.
Un alto porcentaje de esos casos (yo jamás los embalo de primera) después no llegan a la Justicia porque la persona reflexiona, se da cuenta de que dedicarse durante años a remover ese asunto va a ser tal vez mucho más doloroso, porque la justicia tarda años en pronunciarse sobre este tipo de cosas, entonces hay un alto porcentaje de gente que aun teniendo razones para desconfiar o recelar de la atención médica que recibió, no sigue adelante. En algunos casos sí, la persona, por distintas razones, por su carácter o por la gravedad de la situación, sigue adelante. Y ahí se enfrenta con el problema que tú planteabas, Emiliano: ¿quién juzga? ¿Quién está en condiciones de resolver si hubo o no una falla del médico? ¿En función de qué reglas, como planteaba Miguel recién, porque tampoco son objetivas? Nos encontramos con el problema de juzgar una actividad técnica por parte de quienes no son técnicos, es uno de los grandes problemas en la Justicia. En el Poder Judicial en los temas de responsabilidad médica el juez es un perito, es el perito médico que dice si hubo o no mala praxis, si el proceder se adecuó a las reglas del arte o no.
EC - Tú dices que en los hechos el juez es sustituido por un perito médico que interviene en la investigación.
HS - Claro. Primero, ¿por qué no puede haber medidas cautelares, algún tipo de medida precautoria como suspender al médico en la función? Porque en principio el juez no sabe nada de medicina, como no sé yo, todos los que intervienen son abogados, no pueden saber efectivamente más que lo que hayan consultado a algún médico de confianza. El juez encuentra una situación compleja, técnica, en la que hay acusaciones distintas; es muy difícil que se pronuncie. Nombra un perito. Y en definitiva, si bien puede apartarse del peritaje (hay casos en que lo hace, he visto alguna sentencia en la que se entiende que el peritaje desde el punto de vista de la lógica no es sólido, pero es algo muy excepcional), la regla es que el juez acepta como verdad lo que el perito sostiene. Y el perito es otro médico, y en una sociedad donde hay tanto corporativismo (de los médicos, de los militares, de los jueces, de los abogados) y además es chico y todos nos conocemos, no siempre es fácil lograr un peritaje imparcial.
EC - ¿Qué dice usted, doctor Mazza, sobre esta preocupación que plantea el doctor Sarthou?
MM - Me satisface escuchar al doctor, la honestidad intelectual con que plantea el problema, que responde a las expectativas que uno se hace en este asunto. Es evidentísimo que la praxis médica solamente puede ser juzgada por un experto, si los propios médicos (esa es la esencia de nuestra profesión) están permanentemente discutiendo a propósito de lo que está bien y lo que está mal en una determinada situación, ¿cómo podría alguien ajeno a esa comunidad científica epistémica juzgar sobre lo correcto y lo incorrecto? Es realmente imposible. Por eso es que los jueces enfrentan una tarea sumamente delicada, en definitiva es a ellos a quienes les va a competir, en última instancia, juzgar sobre estos asuntos, pero la dificultad, como señalaba el doctor, está en que no tienen conocimientos científicos técnicos sobre qué cosa es una praxis correcta en la situación en cuestión.
EC - En el mundo es así, un caso de presunta mala praxis (llamémoslo así para simplificar) termina siendo analizado y sobre él se expide un grupo de médicos.
MFG - Un colegio médico.
MM - No necesariamente.
EC - La pregunta siguiente es: ¿cómo hace la sociedad, cómo hacen los pacientes o los potenciales pacientes para tener la tranquilidad de que en ese juicio realizado por médicos no está funcionando el corporativismo?
MM - Es imposible. En los asuntos humanos es imposible colocarse fuera de lo humano.
EC - El riesgo de que juegue el corporativismo existe.
MM - El riesgo de que juegue un ser humano en cuestión, más allá del corporativismo la posibilidad del error es inherente a la condición humana. De modo que en cada situación, ya sea la del juez o la del médico, la posibilidad de que eso no coincida con una supuesta verdad objetiva, que solamente puede existir en el cielo de las ideas, es un riesgo. Aceptar los riesgos de la falibilidad es una cosa muy delicada, más en las sociedades en las que vivimos ahora, en las que la posibilidad del riesgo, la idea del riesgo se maneja de tal manera que nadie puede creer que si le pasa algo malo eso tenga que ver con el destino, con la fatalidad, con la providencia, hay alguien que es responsable de lo malo que me pasó, cualquiera sea el orden de consideraciones que tiene que ver con lo malo, si me pasa algo malo hay alguien que tiene la culpa. Es un rasgo de las sociedades posmodernas.
EC - Está bien, hay que combatir esa simplificación. La pregunta apuntaba a saber, a partir de la experiencia del derecho comparado, cómo se resuelven casos como este, cómo en otro país se hubiese impedido que un médico anestesiólogo, sobre cuyo comportamiento en un caso de noviembre de 2003 existen dudas muy serias, siguiese operando y terminara participando en una operación ahora en 2006 en la que termina muriendo otro paciente. ¿Cómo se resuelve eso en otros países? ¿Es la colegiación el sistema? ¿Hay otras herramientas?
***
EC - Iniciábamos esta discusión con la pregunta: ¿qué puede hacer una sociedad como la nuestra para caminar por el fino equilibrio que significa ponerse a cubierto de casos de mala praxis recurrente, pero al mismo tiempo no caer en una caza de brujas ni, mucho menos, linchar públicamente a médicos y otros profesionales de la medicina?
Lo que dispara este debate es cómo fue posible que un anestesista que estaba sospechado por su conducta en una intervención de noviembre de 2003, que finalizó con la muerte de un niño, haya continuado interviniendo en operaciones durante tres años y algo más, al punto de que luego participa en otra en la aparentemente su conducta también es determinante para la muerte del paciente.
¿Qué mecanismos hay que permitan, por lo menos, suspender en el ejercicio de la profesión a un médico que se encuentra en esa situación, para proteger a los pacientes?
Han llegado muchos mensajes de la audiencia, algunos que apuntan directamente a la Justicia. "Si la Justicia hubiese sido más rápida esto no habría pasado". Otros que apuntan directamente a las instituciones: "¿cómo puede ser que la mutualista en la que trabajaba últimamente este anestesista siguiera contando con él en sus cuadros cuando existía ese antecedente?".
Probablemente ese antecedente no le haya llegado. ¿Pasa eso? En el caso de la muerte de Emiliano Lima, el BPS llevó adelante una investigación administrativa; al concluirla (en el año 2005), decidió no convocar más a ese anestesista. Pero esa información, ¿circula en el sistema de instituciones de asistencia médica?
ALT - No circula, eso es un defecto de nuestra realidad. Los temas de este orden, que son muy dolorosos, no son propios de Uruguay, son universales, existen en todos los países. Tendríamos que ver cómo otros los han resuelto para ver si aprendemos algo y los resolvemos mejor. Tampoco son de esta época, si nos remontamos hacia atrás en nuestro país o en el mundo, siempre hubo problemas de esta naturaleza. Incluso los grandes maestros de la medicina y de la cirugía uruguayos examinaban los casos en los que habían cometido errores para aprender. En este sentido, Pedro Larghero, que fue un gran cirujano y un gran maestro de cirujanos, era enormemente crítico y hacía ateneos para analizar el error cometido por él o por sus colaboradores. Y les decía a sus pacientes: "Usted me puede denunciar a la Facultad de Medicina, al MSP, a la Justicia, porque yo con usted me equivoqué". Afrontaba la situación.
EC - Una cosa es el error y otra es la negligencia, la frivolidad que llega a darse en algunos profesionales en el ejercicio de sus tareas, en la medicina y en otras profesiones.
HS - Los médicos a veces trabajan en condiciones en las que es muy difícil exigirles el pleno rendimiento, como ocurre en muchas profesiones. Es un problema que tiene que ver con las posibilidades económicas o los criterios de asignación de recursos del país, hay que tomar esto en consideración.
El tema que está flotando en el ambiente es: ¿quién puede juzgar a los médicos?, ¿quién debe juzgar a los médicos? Presiento que hay visiones un poco contrapuestas en eso.
EC - En Uruguay, por lo menos hasta ahora, tendríamos tres instrumentos: en el caso del BPS la investigación administrativa interna, por otro lado la actuación de la Justicia y por último está la Comisión Honoraria del MSP, con atribuciones bastante reducidas. Hasta ahora son esos los instrumentos.
HS - Es un problema complejo y tiene que tener soluciones que no son simples. Una posibilidad es mirar lo que se hace en otros países. El doctor Turnes hablaba de la colegiación. Puede ser útil que los propios médicos ejerzan un control sobre la profesión pero no puede ser el único control, no creo que pueda haber justicias corporativas, como no lo creo para la justicia militar no me parece aplicable a los médicos.
MFG - No podemos ver estos temas como contradictorios, como alternativos, como excluyentes. Hay que armar un sistema complementario de herramientas que permitan llegar al mejor objetivo. Si el objetivo es garantizar el derecho del paciente, despleguemos el conjunto de herramientas que en el tiempo y en cada momento permita lograr el objetivo que se busca.
HS - Estoy totalmente de acuerdo. Uno de los problemas graves es la falta de instrumentos que tiene la Comisión. El 90% de los problemas (los que no quedan absolutamente impunes, sin que nadie tome ninguna medida) va a parar al Poder Judicial, que no tiene las mejores condiciones para analizar este tipo de situaciones.
EC - Para empezar es muy lento.
HS - Es lento y no tiene los instrumentos técnicos, tiene que recurrir a técnicos de fuera a los que se les plantea el asunto. Hay que construir sobre lo que hay, está esta comisión, que tiene una larga trayectoria.
EC - La Comisión Honoraria de Salud Pública.
HS - Y está la posibilidad de otro organismo, modificado por ley, con otra integración. Un tema clave es la participación de usuarios en el asunto. Una cosa buena de la Comisión es que allí hay médicos, abogados, funcionarios del ministerio. Sería importante que en un organismo que ejerza el control de la praxis hubiera participación, aunque no directa, de usuarios. Lo cual también es un problema, que puedan intervenir.
MFG - Quiero rescatar la Comisión Honoraria, que está integrada por 12 médicos y tres abogados, que en los últimos dos años trató 127 casos, llegó a estudiar en profundidad 98, impuso 27 sanciones y nueve suspensiones de ejercicio por error inexcusable. Es algo nuevo, que demuestra que junto con la existencia de los organismos tiene que haber integración, personas que actúen y se comprometan y voluntad política de que eso funcione de esa manera. ¿Es la herramienta? Hay que ver cómo la mejoramos. Pensemos esto en términos de métodos complementarios.
HS - Lo estoy señalando así, no vamos a eliminar la competencia del Poder Judicial.
MFG - Soy defensor de generar un ámbito como la colegiación médica, que se debe distinguir claramente del gremio y de la corporación, debe ser un ámbito en el más alto nivel que elija una comisión de ética que sea capaz de evaluar la práctica médica, integrado por notables de nuestra sociedad que puedan ejercer.
¿Es el único método dejar todo librado a la colegiación? No, hay otro método complementario, la conciliación y la mediación. Hay alguna experiencia interesante de mediación en México, es una herramienta complementaria que está en otro nivel. Hay que ver esto desde niveles de complejidad diferentes.
¿Cuál es el primer problema de mala praxis? La ausencia de escucha que existe en la relación médica.
EC - La mala comunicación entre médico y paciente.
MFG - Hay que buscar construir una relación humana de empatía y horizontalidad, porque una parte del error se construye sobre la base del poder médico, de ese poder de curar que al médico lo coloca en otro lugar.
EC - La soberbia médica, dice Cristina, de Canelones, "el problema radica en la soberbia del médico".
MFG - Sin duda es uno de los componentes.
HS - Y en la sumisión del paciente. Hay un tema cultural, uno va al médico como si fuera a ver a Dios.
MFG - Hay un autor que dice: "errar es humano, y reconocer, analizar y prevenir el error también es humano". Ese es un punto clave, cómo trabajamos el tema de analizar el error, reconocerlo y, fundamentalmente, prevenirlo. Herramientas como la colegiación pueden dar un salto, no imagino en el episodio que está relatado aquí como caso emblemático un resultado similar.
EC - Usted dice que de haber existido en Uruguay la colegiación no se habría producido por lo menos la segunda muerte.
MFG - Es muy arriesgado decir esto pero estoy convencido. Comparto con Antonio que faltan herramientas, quizás no comparta pedirle a una administración que hace dos años que llegó que resuelva ese tema por sí y ante sí. En este país se empezó a hablar de una iniciativa de colegiación en 1939, se trató en la II Convención Médica Nacional en 1943, la planteó el profesor Praderi, se habló en todas las convenciones médicas, y no salió. Hay que preguntarse dónde está el problema, quizás haya estado en una suerte de veneración mayor de lo que la Justicia podía hacer.
Hace dos o tres años, cuando fue el proyecto de ley, hubo aquí En Perspectiva un tratamiento muy intenso del tema, con varios actores. Hay que tomar este momento ecológico que tenemos, cuando el tema de la mala praxis, del error médico está planteado fuertemente, para decidir de una vez por todas cómo tenemos una colegiación que obligue desde una perspectiva no gremial o corporativa a los médicos a evaluar su práctica.
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EC - ¿Cuáles son los mecanismos? ¿Cómo se puede suspender el ejercicio de la profesión a un médico sobre el cual existe este tipo de sospechas sin caer en la caza de brujas?
Ustedes se han pronunciado por el mecanismo de la colegiación como solución de fondo.
HS - No tanto yo.
EC - Salvo Hoenir, el abogado de la mesa.
HS - Por lo menos no como única solución.
MFG - No como única, en eso estamos todos de acuerdo.
EC - Nadie dijo que fuera la única.
MFG - Es una importante que falta.
EC - Un instrumento importante que falta.
MM - Yo coincido, la instalación de un sistema de colegiación médica va a ser un aporte positivo. Pero no es el único en absoluto, no es que la colegiación vaya a terminar con problemas que desbordan a la práctica médica.
El primer acto de autocrítica se debe originar en la propia sociedad, la práctica médica no es una actividad excluida de la realidad social, es un reflejo de esa realidad. Una sociedad que tiene determinadas características va a tener una práctica médica que necesariamente las va a reflejar. La frivolidad, el narcisismo, la incomunicación son propios de la sociedad, no son exclusivos de la práctica médica. Podríamos hablar mucho tiempo de esto, el narcisismo no es exclusivo de la práctica médica, basta comparar la juventud de hoy con la de hace cincuenta años para que la atribución de narcisismo variara de una manera sustancial. Se usó también la palabra mediocridad. Hay toda una serie de factores que hacen a la sociedad que sería un gravísimo error desconocer y ver la práctica médica, la práctica jurídica o la práctica profesional de los periodistas como una isla aparte desconectada totalmente de la realidad social.
Por lo cual lo primero que tenemos que hacer es pensar, pensar estimando la capacidad de pensar de todos nosotros y estimando la capacidad de pensar de la gente, que en general se subestima un poco. Explicarle a la gente en qué consiste un error y cuándo ese error adquiere las características de culpa, qué significa que un error pueda asociar la categoría de culpa. Hay que trasmitirle a la gente todas estas cosas que nos parecen propias de un grupo de expertos sin menospreciar su capacidad de comprensión. Eso sería un elemento de gestión que mejoraría las condiciones de la sociedad y tendería a eliminar rispideces, confrontaciones que nos hacen mucho mal, que crean una desarmonía entre nosotros, que es lo que hay que empezar a combatir.
¿La colegiación puede ayudar? Bienvenida sea. ¿Los medios de comunicación pueden ayudar al esclarecimiento conceptual de los asuntos? Bienvenidos sean. Es una tarea de toda la sociedad en su conjunto mejorar los aspectos de una práctica que está en su interior, que es histórica, que varía en función de los tiempos.
Hoy a nadie se le ocurriría reivindicar como un derecho la eternidad, pero no cuesta mucho, no es un acto de ciencia ficción imaginarnos que dentro de un tiempo se presenten frente a las cámaras de televisión personas reclamando el derecho a la eternidad, a vivir eternamente. ¿A quién se le hubiera ocurrido hace 500 años munirse de un bombo para reclamar el derecho a la vivienda? A nadie. Los derechos son históricos y varían en función del tiempo. Todo eso, que es un ejercicio de reflexión, de pensamiento, no debe estar excluido de estos debates. Estoy acá, con esa intención, porque me consta que en este ámbito esa intención está presente.
EC - Sin quitarle para nada trascendencia a su aporte, que viene muy bien, quiero terminar con algunas propuestas concretas, con algunas ideas sobre cómo se puede trabajar en el corto plazo esta materia, teniendo en cuenta que la colegiación va a llevar un tiempo.
MFG - Un tratamiento parlamentario.
EC - Un tratamiento parlamentario y la eventual aprobación. ¿Qué se puede hacer con las herramientas que hay hoy? Por ejemplo, ¿puede fortalecerse la Comisión Honoraria de Salud Pública?
ALT - Se podría fortalecer desde el punto de vista de mejorar la ley, pero no sé si es pertinente, cuando está en consideración un proyecto de ley de colegiación, dedicar tiempo a cambiar la estructura de la Comisión Honoraria, sobre todo de los mecanismos que tienen que ver con la difusión de lo que hace, porque eso tiene un efecto educativo y preventivo.
EC - El caso Emiliano Lima, de noviembre de 2003, ¿llegó a la Comisión Honoraria de Salud Pública?
ALT - No, que yo sepa.
EC - Ahí tenemos un problema. ¿No se puede atacar ese problema? ¿No se puede establecer algún tipo de disposición que obligue a denunciar los casos?
ALT - Para eso hay que dotar a la Comisión de herramientas operativas eficaces. Si no, se va a acumular un montón de expedientes de difícil trámite.
EC - El intercambio de información entre las instituciones, porque el BPS, después de su investigación administrativa interna sobre el caso Emiliano Lima, resolvió no convocar más a este médico anestesiólogo, pero las otras instituciones no lo supieron. ¿Esa información no debería circular? ¿Se puede establecer una obligación en ese sentido?
ALT - Eso circula en el caso de un colegio, se regula eso y se sanciona.
HS - Una idea clave es que tiene que haber un filtro entre los reclamantes y el Poder Judicial, tiene que haber un ámbito en el cual se resuelvan muchos problemas, ya sea por vías de negociación, de mediación o de pronunciamiento de algún ámbito. La colegiación puede ser, pero está faltando una pata en el asunto, que es cómo se les da participación a los usuarios, a los potenciales usuarios, a las personas que no son médicos ni funcionarios públicos, que estén en calidad de posibles usuarios del sistema de salud.
Independientemente de lo que se legisle en materia de colegiación no estaría demás, de repente sobre la base de la Comisión Honoraria que, fuera del Poder Judicial, es el organismo que mejor opera como medio de contralor y de juzgar los casos.
MFG - La participación de los usuarios en el sistema de salud, en la definición de las políticas, en la definición de las prioridades, en la evaluación de la práctica médica, es absolutamente fundamental. Toda la reforma sanitaria que estamos promoviendo está atravesada por la idea de involucrar a los usuarios del sistema de salud.
Con relación a este tema, la mediación, que en el fondo es una herramienta que pone al denunciante en contacto con el médico o con la institución a la que demanda, puede ser interesante en términos de despejar, porque presentar una denuncia no siempre es un camino fácil, por la entrega de tipo psicológico, de revivir todo ese episodio, y porque en muchas oportunidades termina sin el producto deseado, que a veces es una reparación moral y a veces económica, porque también está atrás la industria de la demanda, ya tenemos talleres artesanales que empiezan a operar. Es una idea interesante tener un filtro, tener caminos complementarios (no como antinomia, no contrapuestos a la justicia, que es fundamental).
HS - Al contrario, permitiría que la Justicia juzgara mejor los casos que llegaran.
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Edición: Mauricio Erramuspe