Entrevistas

Piñeyrúa: "La calidad del empleo era mucho mejor en el gobierno del doctor Lacalle"

Piñeyrúa: "La calidad del empleo era mucho mejor en el gobierno del doctor Lacalle"

Ana Lía Piñeyrúa, integrante de Concordia Nacional, dio a conocer una serie de medidas que propone su sector para mejorar la situación laboral, particularmente entre los jóvenes y los mayores de 50 años. Entre ellas se refirió a la creación del "promotor de empleo", a la flexibilización de los convenios salariales mediante acuerdos a nivel de empresa y a la "generación de nuevos nichos de empleo" a través del trabajo voluntario. Agregó que durante el gobierno del Partido Nacional la situación laboral era mejor que la actual, relativizó el estigma de "neoliberal" adjudicado a esa administración y constató un "decaimiento de los valores democráticos y sociales".


(emitido a las 8.55 hs.)

EMILIANO COTELO:
Los jóvenes y los mayores de 50 años. Dos grupos que muchas veces enfrentan problemas para conseguir o mantener un trabajo, y ese tipo de dificultades puede acentuarse en un momento como este, con el riesgo de recesión que trae la crisis internacional.

Por eso el sector Concordia Nacional (CN) promueve una serie de iniciativas que podrían aplicarse ahora para enfrentar el desempleo en esas franjas de edades.

Ayer, este grupo que apoya la precandidatura de Luis Alberto Lacalle inició gestiones para entrevistarse con el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, para presentarle sus propuestas.

¿En qué consisten esas iniciativas? Vamos a conversarlo en los próximos minutos con la doctora Ana Lía Piñeyrúa, ex ministra de Trabajo y Seguridad Social, que encabeza CN junto con Ignacio de Posadas y Gonzalo Aguirre.

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EC - Yo recordaba recién algunos de sus antecedentes. Usted fue diputada del Partido Nacional (PN) durante el gobierno del doctor Lacalle, en el período 1990-1995; después fue ministra de Trabajo y Seguridad Social en el gobierno del doctor Sanguinetti, en el período 1995-1999, y después ocupó cargos de dirección ejecutiva en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), primero en Argentina y después en Bolivia.

Pero a fines del año pasado regresó al país y decidió incorporarse al sector CN, que venía impulsando el doctor Ignacio de Posadas. ¿Por qué usted, que fue diputada y ministra por el Movimiento Nacional de Rocha (MNR), que en las elecciones de hace cinco años -en las internas de 2004- apoyó a Jorge Larrañaga, ahora se incorpora a las fuerzas que respaldan la precandidatura de Lacalle?

ANA LÍA PIÑEYRÚA:
En enero de 2008, cuando yo estaba de vacaciones aquí, me visitó el doctor Lacalle y me planteó su proyecto político. Un proyecto político diferente; me dijo: "Para ganar la elección mi sustento político no puede ser el Herrerismo, necesito ampliar mi base electoral". Como lo hizo Wilson Ferreira Aldunate en 1971 –pensé–, que juntó en Por la Patria (PLP) al cerno del Herrerismo, siendo él nacionalista independiente.

El proyecto me resultó atractivo, pero me volví a Bolivia a trabajar en la OIT. Luego una serie de amigos, de compañeros de ruta política, también pertenecientes a PLP y al MNR, que nunca habían acompañado la candidatura de Lacalle en el pasado, comenzaron a escribirme, a llamarme por teléfono, y en mis visitas a Uruguay –yo venía frecuentemente porque tengo a mis hijos aquí, y también a mis padres, bastante viejos– comenzó a gestarse esta idea de formar un grupo integrado fundamentalmente por personas ajenas al Herrerismo y que en su mayoría no acompañaron a Lacalle en el pasado. Y poco a poco, en conversaciones con Lacalle sobre aspectos programáticos, y en conversaciones con estos compañeros que tuvieron esta idea, fuimos gestando Concordia y la lanzamos en setiembre del año pasado junto con Ignacio de Posadas, Gonzalo Aguirre y otra gente.

EC - ¿Dónde está el sentido de esta opción? ¿Qué es lo que define a CN? ¿Qué es lo que a usted le interesa de CN?

ALP - Fundamentalmente darle un sustento a la candidatura de Luis Alberto Lacalle, que entendemos es el mejor candidato para ganar esta interna y las elecciones nacionales, y no solo eso, para gobernar el país a partir del 1º de marzo de 2010, un país que no va a ser fácil, que no va a estar en una situación fácil. Eso fue lo primero, darle un sustento diferente; venimos de un sector diferente, con propuestas programáticas diferentes, con matices distintos que fueron incorporados en el programa de gobierno de Unidad Nacional (UNA). La idea, el centro de CN es hacer un aporte diferente a la candidatura del doctor Lacalle, pero además centrar nuestra acción en los valores, porque lo que primero advertimos fue un decaimiento de los valores, tanto de los valores democráticos como de los valores sociales.

EC - De eso habla con frecuencia el doctor De Posadas en sus intervenciones. ¿A qué valores se refiere? ¿Cuáles son esos valores que se han ido perdiendo?

ALP - Valores democráticos, durante este gobierno ha habido un decaimiento del valor del Parlamento, por ejemplo, la mayoría parlamentaria no ha sido saludable a la valoración de la democracia. Hoy se anuncia un proyecto de ley y se anuncia incluso cuándo se va a ser aprobado. Ha habido flagrantes cuestionamientos a la Suprema Corte de Justicia por no emitir fallos favorables a las posiciones del gobierno. Pero ha habido también decaimiento de otro tipo de valores: la violencia, la seguridad ciudadana, todo esto que no se gestó en este gobierno pero que se ha agravado enormemente en estos últimos cuatro años, implica que ha habido un decaimiento de nuestro sistema educativo e incluso de la familia. En vastos sectores de la población la familia ha dejado de ser ese elemento de contención que fue cuando nosotros éramos jóvenes.

EC - ¿Cómo se revierte esa situación? ¿Qué puede hacer un grupo político como este?

ALP - La reforma educativa es fundamental. No la reforma educativa que se discutió durante todo este gobierno y que lo único que hizo fue profundizar el poder de las corporaciones dentro de la educación, sino más bien ir al fondo de las cosas. Y no estoy hablando de aspectos programáticos, sino de volver a un esquema en el cual los directores de liceo, los directores de escuela tengan autoridad, volver al respeto a los docentes, y sobre todo ir en esos lugares donde se gestan estas situaciones de violencia y de decaimiento social, en las zonas más marginales, a las escuelas de tiempo completo, que fueron un instrumento que Germán Rama generó durante su reforma educativa y que no ha sido ampliado; creo que durante este gobierno solo se ha creado una escuela de tiempo completo. Eso es fundamental, en las áreas marginales la escuela y quizás hasta el liceo de tiempo completo hasta cuarto año pueden ser un elemento vital para contener a estos jóvenes. Leíamos en la prensa que hay 82.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan. Hay que volver más atractiva la educación para estos jóvenes, hay que crear incentivos para que se reinserten en el sistema educativo, y que estén allí estudiando, haciendo sus deberes, practicando deportes, y que además los padres puedan acercarse, y volver a ser formados en su rol frente a sus hijos.

EC - Me quedé pensando en el período de gobierno del doctor Lacalle, cuando usted pertenecía al MNR. ¿Compartía la política de relaciones laborales de aquella administración? Porque desde el PN se la cuestiona por su orientación neoliberal, lo escuchamos ahora mismo, en este debate de la campaña para las internas del 28 de junio eso se sostiene con frecuencia desde Alianza Nacional (AN), por ejemplo.

ALP - Lo único que puede decirse de la época del doctor Lacalle es que desmanteló la convocatoria a los Consejos de Salarios. Era una coyuntura bastante especial, acabábamos de ingresar al Mercosur, había mucha incertidumbre, y si se quiere ese fue el único elemento flexibilizador que se introdujo durante el gobierno del doctor Lacalle. La situación de las relaciones laborales durante el gobierno del doctor Lacalle fue mucho mejor que ahora, la calidad del empleo era mucho mejor que ahora, tanto en términos de empleo registrado como de subempleo. Yo tengo cuadros, tengo gráficos que puedo proporcionar que así lo demuestran. En términos de calidad del empleo era mucho mejor la situación en el gobierno del doctor Lacalle. También se ha dicho por ahí –no desde AN, lo ha dicho uno de los precandidatos del Frente Amplio (FA)– que se habían perdido puestos de trabajo.

EC - El doctor Marcos Carámbula ha sido particularmente crítico en estos días.

ALP - Dijo que se habían perdido 90.000 puestos de trabajo, y en realidad durante el gobierno del doctor Lacalle se generaron 79.000 puestos de trabajo. Las fuentes que invoco son el Instituto Nacional de Estadística y en algunos casos el Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. En términos de relaciones laborales hay indicadores que dan cuenta de que el gobierno del doctor Lacalle fue mejor que este período.

EC - El matiz que usted tiene es la no convocatoria a los Consejos de Salarios.

ALP - Sí, o a la negociación colectiva. La negociación colectiva existió... Yo tampoco convoqué los Consejos de Salarios cuando fui ministra de Trabajo, y tampoco era una reivindicación permanente del PIT-CNT ni del FA. En algún momento se nos solicitó la convocatoria a los Consejos de Salarios, pero no era una reivindicación que estuviera dentro de la plataforma permanente de la central sindical. En lo que avancé, o procuré avanzar, fue en una ley marco de negociación colectiva que promoviera la negociación y que le diera certeza jurídica a la negociación colectiva, que no prosperó porque no se lograron los consensos entre empresarios y trabajadores, y me pareció que sin ese consenso no era viable la aplicación de un proyecto de ley en ese sentido.

Eso es lo que ahora recoge el programa de UNA, el no desmantelamiento de los Consejos de Salarios, pero sí ir hacia mecanismos más modernos de negociación colectiva. Hay que recordar que la Comisión de Expertos de la OIT, que es uno de los órganos de la OIT que sientan jurisprudencia, ha observado a los Consejos de Salarios, ha dicho que no pueden ser empleados como mecanismos de negociación colectiva. Sí como mecanismos para fijar salarios mínimos por categoría, pero no para negociar otros aspectos de la relación laboral, en los que debe haber libertad entre empresarios y trabajadores para discernir. Y el Estado no puede participar, preceptivamente.

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EC - CN en particular ha solicitado en estos días una audiencia con el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, para presentarle iniciativas que permitan atacar el problema del desempleo, centradas especialmente en dos grupos: los jóvenes y los mayores de 50 años. ¿Por qué presentan ese documento en este momento?

ALP - Todo indica –lamentablemente, y no es nuestro anhelo, sino una situación que estamos percibiendo– que Uruguay va a entrar en una fase recesiva y que en esta crisis global lo que más se ha afectado es el empleo. Si bien estas propuestas no implican medidas de fondo en materia de empleo, el empleo tiene que ser parte de una política económica, la política económica tiene que tener enfoques con objetivo empleo específicos, cosa que no ocurrió durante este gobierno. No son medidas de fondo, son medidas que pueden ser implementadas rápidamente para o bien evitar la pérdida de puestos de trabajo, o bien para generarlos. De eso se trata, que esta coyuntura previsiblemente recesiva –ya se han perdido varios miles de puestos de trabajo en áreas afectadas por la crisis– impacte lo menos posible en el empleo.

Priorizamos estos dos sectores de la población porque son los que tienen mayores problemas de empleo. Los jóvenes estructuralmente han tenido un problema de empleo en Uruguay, normalmente la tasa de desocupación juvenil ha duplicado la tasa de desocupación general, durante el gobierno del FA ha llegado a triplicar la tasa de desocupación general, y en un contexto recesivo esa situación apunta a agravarse.

Y por otro lado tenemos a los mayores de 50 años. Hoy se es viejo cada vez más temprano para ingresar al mercado de trabajo, se exigen edades cada vez menores para acceder a los puestos de trabajo, entonces esta gente, que en general es la más calificada, la que tiene salarios más altos, está perdiendo puestos de trabajo, y cuando termine la crisis y comiencen a recuperarse los empleos –que siempre tardan en recuperarse– le va a resultar más difícil ingresar al mercado de trabajo.

También entre las mujeres persiste una tasa elevada de desempleo. Están las pymes, otro sector que requiere medidas especiales porque es generador de empleo. Y hay otro sector vasto de la población que no tiene voz, que no participa en los Consejos de Salarios y que ha visto desmoronarse los ingresos, que son los trabajadores poco calificados, los autoempleados y los no registrados. La tendencia al crecimiento de los trabajadores no registrados durante este gobierno ha sido realmente impresionante.

EC - El documento tiene 13 tipos de medidas. Vamos a poner el foco en algunos puntos. [...] En el numeral tres ustedes crean una figura a la que llaman "promotor de empleo". ¿Qué es eso?

ALP - La figura del promotor es una persona que ya tiene configurada la causal jubilatoria pero que resuelve mantenerse en el trabajo por un mínimo de tres años, con la condición de que el empleador a su vez tome a una persona joven para trabajar en la empresa. Evidentemente ni el promotor ni el joven que ingresa al mercado de trabajo por esta vía pagan cargas sociales, están exonerados de los aportes patronales a la seguridad social, y el promotor tiene un beneficio jubilatorio, un incremento en su jubilación, con un máximo de un 20% si opta por esta solución.

EC - ¿Cómo es la idea? ¿Cuál es la filosofía detrás de este instrumento?

ALP - En primer lugar, se genera un puesto de trabajo nuevo, porque la condición es que el promotor existe siempre y cuando el empleador contrate a una persona. En segundo lugar, se evita que estas personas que ya tienen causal jubilatoria queden fuera del mercado de trabajo. No son los que están en situación más grave, no son los cincuentones los que serían promotores, porque los cincuentones no tienen causal jubilatoria, tienen que tener al menos 60 años.

EC - Además se refiere a aquellos que todavía tienen trabajo.

ALP - Se abriría la posibilidad, vía exoneración de cargas sociales, de darle empleo a otra persona.

EC - ¿Cuál sería la ventaja de que ellos continuaran trabajando?

ALP - En los temas de edad tengo algunas discrepancias con el otro sector del PN. La edad y la experiencia son tan valiosas como la juventud; en otros países del mundo las personas mayores ya no quedan fuera del mercado de trabajo por su edad, porque la experiencia pesa mucho, a veces pesa tanto como la calificación. Hoy tenemos una buena cantidad de jóvenes calificados que están esperando ingresar al mercado de trabajo pero que no tienen experiencia. Entonces la combinación de experiencia y calificación, en este caso del promotor con el joven que ingresa, es muy buena.

EC - ¿Y qué gana el Estado si se instrumenta este mecanismo?

ALP - El Estado gana que se genera un puesto de trabajo en el sector privado, no ve crecer la tasa de desempleo. Pierde algo en materia de aportes a la seguridad social, pero en esta materia es bueno buscar este tipo de soluciones, desde el punto de vista social es muy importante. 


  



EC - ¿Qué más proponen para el sector de los veteranos? Porque esta medida que veíamos recién es a dos puntas, trabaja con los más veteranos y con los más jóvenes. ¿Qué proponen específicamente para la franja de los de más de 50, con la coyuntura compleja que se les puede presentar?

ALP - Tenemos el instrumento, ya existían la Junta Nacional de Empleo (JUNAE) y la Dirección Nacional de Empleo (DINAE) dentro del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), y ahora se ha creado el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFP), que se instalará en estos días, al cual pasará el Fondo de Reconversión Laboral. En ese ámbito debe crearse una línea especial de recalificación y apoyo a la inserción laboral de estas personas, de los cincuentones. Es un tema complicado, pero me consta que es una preocupación que comparten quienes integran la ex JUNAE, es un tema de debate allí desde hace tiempo.

Y por otro lado promovemos tanto para jóvenes como para mayores de 50 la generación de nuevos nichos de empleo, algo que se ve bastante en Europa, que es primero el voluntariado para luego lograr la inserción laboral, sobre todo en la prestación de servicios sociales para niños y para integrantes del sector de la tercera edad.

EC - ¿Cómo es esto? En el hemisferio norte hace tiempo que se recurre a esta idea, el sector del voluntariado como un ámbito en el cual colocar a trabajar a los mayores. Pero ¿sería efectivamente una fuente de empleo?

ALP - Sí, pensamos que comience como una tarea voluntaria, porque el trabajo con la tercera edad o con los niños no es algo para lo cual todas las personas tengan aptitud, la calificación es más fácil de adquirir, pero hay que tener aptitud.

EC - Es un tema de aptitud y vocación.

ALP - Tendría que haber una parte inicial de voluntariado y después una subvención otorgada por las instituciones ya sea públicas o privadas que promovieran este tipo de iniciativa.

EC - ¿Hay algo afinado sobre cómo funcionaría este mecanismo?

ALP - Es un tema que hay que conversar con ONG o con instituciones para ver dónde podrían ubicarse dentro del Estado. En el caso de la tercera edad yo lo veo dentro del Banco de Previsión Social, algo similar a lo que se practica en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en España, que es darle al viejo, a nuestros viejos, una posibilidad más allá de la percepción de su jubilación, una vivienda adecuada –en lo que no se ha progresado mucho– y aspectos recreativos y de cuidado diurno. Esto se vincula mucho con el tema de la mujer, el cuidado diurno de los adultos mayores durante las horas en las cuales quienes los cuidan están trabajando. En ese tipo de iniciativas podrían trabajar estos desempleados mayores de 50 años y aun los jóvenes.

Lo mismo podría ocurrir con la red de guarderías. Se propone ampliarlo para ayudar a la mujer en su desempeño en el mercado de trabajo.

EC - Pasemos a la idea de las guarderías. En principio no tiene nada de original, las guarderías existen. En el documento se observa que hay mujeres que a la hora de salir en busca de empleo tienen la dificultad de no tener con quién dejar a sus hijos, sobre todo a los más chicos. ¿Cómo piensan atacar esa parte del problema?

ALP - Ya hay un plan de guarderías, está el plan CAIF, está la educación obligatoria a partir de edades tempranas.

EC - ¿No es suficiente esa estructura?

ALP - Yo creo que no. El otro día en la visita al INAU hablábamos de las famosas casas cuna, todo ese sistema que existió y que hoy está parcialmente desmantelado. Cuando hablábamos de separar todo el tema de los menores infractores del INAU hacíamos hincapié en que pudiera ocuparse más del cuidado de los menores, no solo de los abandonados, sino de este tipo de atención, y dejar que en otros centros se tratara el tema de los infractores, que contamina la actividad, [que se volviera a] un instituto como los anteriores INAME y Consejo del Niño, que fueron tan útiles a la sociedad.

EC - ¿De quién dependerían estas nuevas guarderías? ¿Serían del Estado?

ALP - Del Estado o de las instituciones privadas que quisieran subvencionarlas. Hay ONG que trabajan en distintos ámbitos y que reciben subvenciones del extranjero que podrían trabajar en esto. En todo lo que planteamos, aun en la rehabilitación de los menores y en todo este tipo de tarea social, involucramos a las organizaciones de la sociedad civil que se comprometen con estos temas. Ya hemos tenido una reunión con nuestro candidato y con ONG que se ocupan de los temas sociales, porque ya hay iniciativas y se han concretado acuerdos entre ONG y gobierno, y ese es un recurso al que debemos recurrir lo más posible.

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EC - Usted pone mucho énfasis en que estas medidas podrían aplicarse ya, y que tienen como inquietud la situación actual, que no son parte del próximo programa de gobierno sino que son para ahora.

Hay una medida que es bien inmediata, que tiene que ver con situaciones que están ahora en la discusión. Dice el punto 12: "Establecer que, al menos por el resto del año, los convenios salariales laudados puedan ser flexibilizados por acuerdos a nivel de empresa".

¿Puede desarrollar la idea?

ALP - Los Consejos de Salarios son un mecanismo bastante rígido. Si bien se han establecido cláusulas de salvaguarda en los acuerdos alcanzados en la última convocatoria, estas aún no han funcionado. Y otro de los defectos de los Consejos de Salarios es que negocian a nivel de rama de actividad, y dentro de cada rama conviven empresas de diversa envergadura y con problemáticas diferentes. El laudo salarial las obliga. En una coyuntura de crisis, y para que el ajuste no venga por el lado del empleo, entendemos que habría que habilitar, mediante el acuerdo de partes, la flexibilización del laudo salarial fijado en los últimos consejos de salarios. Es decir, un acuerdo entre empresarios y trabajadores en el que los trabajadores sean bien informados, puedan ejercer su derecho a la información de lo que está sucediendo en la empresa.

EC - Los convenios tienen cláusulas de salvaguarda previstas para esta eventualidad.

ALP - Pero es un mecanismo complejo y que se define también a nivel de rama. Lo planteamos como un mecanismo entre trabajadores y empresarios a nivel de la empresa. Por esa misma razón, porque dentro de la rama conviven empresas en distinta situación.

EC - Hoy en el diario El País el director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, dice que por el momento no ha habido planteos de ramas de actividad para activar las cláusulas de salvaguarda previstas en la última ronda de Consejos de Salarios.

ALP - Quizás no hayan sido planteadas a nivel de rama, pero en mis conversaciones con los empresarios ellos han dicho que no han logrado que las cláusulas de salvaguarda se apliquen. Quizás se refieran a empresas en particular, no lo sé, doy la versión que tengo del sector empresarial.

De todas maneras, la cláusula de salvaguarda es para aplicar a nivel de rama, y nosotros proponemos que esta flexibilidad pueda aplicarse a nivel de empresa y por acuerdo entre el empresario y sus trabajadores.

EC - En la última medida se propone que empresas que contraten personal y no despidan en lo que resta del año puedan imputar parte de las cargas sociales a su impuesto al patrimonio.

ALP - Una deducción de las cargas sociales del impuesto al patrimonio con un tope de 50%. Es un beneficio adicional a quienes contraten y no despidan.

EC - A partir de esas conversaciones con empresarios, ¿saben que una medida de este tipo sería efectiva, que incentivaría a una empresa a contratar o a no despedir?

ALP - En teoría todo el mundo lo ve posible; después el impacto de estas medidas se da en los hechos. La ley de empleo juvenil que promovimos durante mi gestión en el MTSS, ahora derogada y no sustituida, en su momento se vio como un instrumento viable, muy útil, tanto por empresarios como por trabajadores, pero luego, aunque fue utilizada, no tuvo el impacto espectacular que se esperaba.

EC - A ese antecedente iba.

ALP - Por eso, en teoría se ve como un instrumento útil y seductor; hay que ver luego en la práctica qué tipo de acogimiento tiene.

EC - En el paquete hay una serie de medidas que tienen que ver con los jóvenes, por el lado de la formación en gestión empresarial y el estímulo a la creación o a la puesta en marcha de empresas propiciadas por jóvenes. ¿Cuál es el análisis que hacen ahí?

ALP - Es un aspecto bien interesante, porque cuando se habla de la generación de empleo para jóvenes siempre pensamos en la relación de dependencia, y hay que empezar a formar a nuestros jóvenes para que piensen en desarrollar su espíritu empresarial. La OIT cuenta con cursos de gestión y desarrollo empresarial para distintas áreas y con distinto nivel de profundidad. En Bolivia yo tuve una buena experiencia en este sentido, era un instrumento bien utilizado; acá en Uruguay no lo utilizan mucho, y en Argentina tampoco, pero lo llevamos adelante incluso con menores infractores. Es enseñarles a los jóvenes cómo formular un plan de negocios viable y sustentable, vincularlos con líneas de crédito del Banco de la República (BROU), que deberá reglamentar las condiciones de esos planes de negocios, y darles un apoyo en el arranque para que el proyecto tenga sustentabilidad.

EC - Incluyen el instrumento de las incubadoras de empresas de jóvenes.

ALP - También. Planteamos el desarrollo inmediato de estos cursos, la OIT ya los tiene, el INEFP podría tomarlos, pero además somos partidarios –yo estaba intentando hacerlo en Bolivia cuando me vine– de que se incluyan en el currículo de la enseñanza media, para que los jóvenes desde temprana edad comiencen a pensar en otra cosa que no sea el trabajo en relación de dependencia.

Las incubadoras son otra iniciativa.

ALP - Tiene que ver con los estudiantes universitarios, que no necesariamente tienen mentalidad empresarial.

ALP - Para los universitarios egresados.

EC - Ha habido algunas iniciativas en la propia Universidad de la República, este no es un terreno virgen. Recuerdo que el entonces decano de la Facultad de Química, Alberto Nieto, trabajó en esa dirección. Aquí se piensa en generalizar esto. ¿Cuál es la idea?

ALP - La idea es que los egresados de la Universidad y de la enseñanza técnica –porque también hay que contemplar a la gente que egresa de la enseñanza técnica, que quizás tenga más idea de montar una empresa que el universitario profesional como yo– tengan la posibilidad de generar una incubadora de empresa, individual o grupalmente, y que cuenten con apoyo crediticio. El BROU tendría que instrumentar dos cosas diferentes, una para estos muchachos que formulan sus planes de negocio tras haberse capacitado en desarrollo y gestión empresarial, y otro para las incubadoras de empresas. Esto requiere también apoyo de la Universidad o que el Instituto de Capacitación Técnica le dé sustentabilidad al proyecto, no es solamente que el BROU lo apruebe, tiene que haber un apoyo en el arranque para que la iniciativa se vuelva sustentable. Una calificación previa por el BROU y un apoyo luego de la institución para que la iniciativa tenga un sustento en el tiempo.

EC - Por supuesto que hay más medidas, no hemos podido recorrerlas todas. La primera tiene que ver con las pymes de baja productividad, que son las que más sufren en la crisis. Allí se propone una política de apoyo que consiste en crear un sistema de información sobre los mercados para facilitar la venta de los bienes y servicios que producen estas pymes, revisar las normas de procedimiento de compras en el sector público para facilitar que puedan participar en estos procesos en igualdad de condiciones, habilitar líneas de crédito que operen con garantías solidarias, como forma de evitar que deban recurrir a fuentes de financiamiento informales y usureras.

ALP - Ya algo de esto se ha hecho en la DINAE y la JUNAE, pero hay que ampliar el apoyo a la pyme, porque es otra fuente generadora de empleo. El mundo demuestra que es una de las fuentes generadoras de más empleo y que en muchos casos ha sustituido al Estado en la generación de empleo genuino. Pero también es cierto que hay mucha mortandad de pymes, entonces tiene que haber una ampliación del apoyo a este tipo de emprendimientos.

EC - ¿Estas medidas tienen viabilidad política? Han solicitado una entrevista con el titular del MTSS, Julio Bonomi; ¿saben si hay algo de ambiente para conversar de esta posibilidad?

ALP - No hemos explorado si hay ambiente. Vamos con el mejor de los ánimos; esto no es un tema de oportunismo político sino una genuina preocupación. Va a ser un aporte que será recogido o no. No hay ningún motivo para no tomarlo en cuenta, porque no hay un costo fiscal elevado, ni hay un tema ideológico que pueda interferir en un acuerdo. No es que estemos en un año electoral y por eso se nos ocurre; da la casualidad de que en el año electoral la situación económica y por tanto la situación del empleo se está complicando. Es una iniciativa que pondremos a consideración del ministro, y él entenderá si nos vuelve a convocar, si quiere que ayudemos en la implementación o se la encargará a sus propios servicios, o la rechazará. Eso no lo sabemos.

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Transcripción: María Lila Ltaif