Entrevistas

Error de proyección, adelanto equivocado

Contador Conrado Hughes: Cuando faltaba verificar una cuarta parte de los votos de Montevideo, asumí erróneamente que los circuitos ingresaban en forma aleatoria y por lo tanto la tendencia se mantendría. Pero los que faltaban eran baluartes de la izquierda, la relación fue de 70 a 18, y mis pronósticos según los cuales el Partido Nacional sacaría 11.000 votos al EP-FA "se hicieron puré".

(Emitido a las 08.35)

EMILIANO COTELO:
El miércoles de mañana Conrado Hughes, integrante de la tertulia de En Perspectiva, advirtió aquí temprano, en nuestro programa, que era posible que al culminar el escrutinio final de la Corte Electoral el Partido Nacional (PN) quedara primero y el Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría (EP-FA-NM) segundo.

Sobre los datos disponibles en el sitio web de la Corte, cuando estaban completos los 18 escrutinios del interior y sólo faltaba computar un 25 por ciento de las mesas de Montevideo, Conrado Hughes había realizado una proyección propia que conducía a una sorpresa, porque modificaba el ranking de partidos que había surgido en el escrutinio primario.

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Ahora ya se han computado todas las mesas y pudo comprobarse que aquel adelanto de Hughes fue equivocado. Corresponde reconocerlo y darle una explicación a la audiencia.

Del resultado final del escrutinio departamental de la Corte Electoral, conocido ayer, surge por un lado que no cambia el panorama interno de los partidos, los candidatos presidenciales son los que Factum anticipó el domingo 27 de noche y los que habían surgido del escrutinio primario, con diferencias menores en los respaldos de las distintas listas; y por otro lado que tampoco cambia la lista de partidos que alcanzaron el mínimo de 500 votos que los habilita para participar de la elección nacional.

En cuanto a la competencia virtual entre partidos no cambia el ranking: sigue quedando primero el EP-FA-NM y segundo el PN, pero la diferencia es menor de la que surgió del escrutinio primario: 42,76 por ciento a 41,52 por ciento, o sea, en vez de 1,92, la ventaja se achicó a 1,24, y en votos es de 13.237.

¿Por qué nos interesó lo que el contador Conrado Hughes advertía el miércoles? ¿Hubo de nuestra parte intención de manipular la información? De ninguna manera. La posibilidad de que cambiara el orden de votación PN - EP-FA-NM tenía interés por lo menos por dos razones, porque si bien es cierto que el 27 de junio los partidos no competían entre sí, es un hecho que hay planteado un debate sobre desde qué posiciones largan esos partidos la carrera rumbo a octubre (el propio EP-FA-NM se había planteado el desafío de mostrarse como la primera fuerza política); y segundo, porque el problema de cuánto tiempo demora la CE en dar el resultado definitivo de la elección nacional en caso de que el resultado sea muy parejo (o si lo que hay que definir es si el EP-FA-NM llega o no al 50 por ciento más 1 en octubre, algo que puede depender de muy pocos votos), ese problema del tiempo que demora la CE en dar el resultado final no es menor. Acá podíamos estar ante una situación en la que se produjeran diferencias entre lo anunciado inicialmente y lo que surgía del resultado final del escrutinio.

Esas fueron las razones por las cuales divulgamos esas observaciones que el contador Conrado Hughes había hecho. Nos pareció que tenían interés periodístico y que valía la pena prestar atención a cómo culminara el escrutinio departamental de Montevideo, que era el que estaba pendiente. Fue por esa razón simplemente que nos ocupamos del asunto.

Pero, ¿dónde estuvo el error en la proyección de Hughes? Vamos a preguntárselo directamente a él. Supongo que el error estuvo en una hipótesis de tu trabajo.

CONRADO HUGHES:
Mi hipótesis era falsa sólo en un cuarto de los votos de Montevideo, que eran 400.000; sólo faltaban 100.000. En los 300.000 que ya estaban escrutados el Frente le sacaba al PN una diferencia -yo lo hice a nivel de mesas y de porcentajes globales- que totalizaba 80.000 votos, y tenía que descontar la diferencia del interior, que era de 120.000. Como lo que faltaba por contar era sólo la tercera parte, no iba a alcanzar. Esa fue la proyección, la hice con más sofisticación, pero fue esa. ¿Por qué partí de esta base?

Porque tengo bastantes años de seguir con mucho entusiasmo los temas de escrutinios y resultados electorales y presumí -he ahí mi error- que la entrada o la aprobación de circuitos por parte de las comisiones de la Junta Electoral de Montevideo seguía una disposición aleatoria en función de comisiones organizadas desde el comienzo, que iban entrando a medida que iban terminando, según una lista que presumí que se organizaba al azar o era medio caótica, como los escrutinios en la ciudad cuando termina la noche de las elecciones.

EC - Y no fue así. Lo que ocurrió fue que el 25 por ciento de las mesas de Montevideo que faltaba computar el miércoles por la mañana terminó correspondiendo a circuitos donde la votación de la izquierda es muy fuerte.

CH - Impresionante. Para tener una idea, en los primeros 300.000 votos estaban 56 a 30, con 26 puntos de ventaja; y en el escrutinio de esos 100.000 adicionales estuvieron 70 a 18. El EP-FA-NM subió 14, el PN bajó 11 y mis pronósticos se hicieron puré.

EC - Lo que podemos sacar como conclusión final, que creo que es una buena lección para todos, es que la información que la CE va volcando en su sitio web mientras desarrolla el escrutinio, tanto el primario como el final, sólo puede tenerse en cuenta cuando el recuento está terminado.

CH - Efectivamente.

EC - El miércoles pasado estaban cerrados los 18 escrutinios departamentales del interior del país y eso era lo único que podía analizarse: qué había pasado en cada uno de los departamentos, porque allí los datos eran completos, estaban cerrados, no implicaban ningún tipo de sorpresa posible. En el caso de Montevideo no había más remedio que aguardar, para después incluso tener los resultados globales del país. Vale la pena tener en cuenta este aprendizaje para el futuro. De alguna manera era algo que ya se había presentado en ocasiones anteriores; esta vez tropezamos con una piedra que podíamos haber imaginado que existía.

CH - Alguien contaba una vez que el doctor Herrera decía: "El que se precipita, se precipita". Y yo me precipité.

EC - Y, por supuesto, terminamos precipitándonos también nosotros que dimos cabida a ese pronóstico, a esa proyección. Así que lo que cabe es solicitar nuestras más sinceras disculpas a los oyentes.

CH - De mi parte eso es lo primero que quería, pedirles disculpas a los oyentes, y en segundo lugar pedirles disculpas a la dirección y la producción de la radio, porque obviamente mi proyección cometió una precipitada conclusión que llevó a error.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón