Entrevistas

Intendente de Salto Germán Coutinho: las intendencias "son la primera línea para que algo que se dice, se haga"

Intendente de Salto Germán Coutinho: las intendencias "son la primera línea para que algo que se dice, se haga"

Una encuesta de la consultora Equipos Mori conocida la semana pasada mostró que el intendente de Salto, el colorado Germán Coutinho, es el jefe comunal con mayor aprobación, respaldado por el 72% de la población del departamento. En diálogo con En Perspectiva, Coutinho afirmó que el dato representa "una responsabilidad muy grande" y adjudicó parte del éxito de su gestión a la apuesta por un gabinete multipartidario. "Eso nos fortalece, nos hace distintos" porque "cuando tomamos las decisiones, la gente se siente representada", dijo. Destacó además la importancia de concebir a las intendencias como órganos "de primera línea con la gente", que permitan lograr una eficiencia de gestión "muchas veces difícil manejar" desde el gobierno nacional. En cuanto a la Universidad Tecnológica, cuya sede central estará en el interior del país, el intendente expresó que "Salto está por esencia bien posicionado" para tener su sede principal, aunque opinó que la discusión no se debería centrar en dónde se ubica sino en su "capital social".


(emitido a las 9.00 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
¿Qué peso tiene la figura del intendente para los ciudadanos? ¿Qué pasa en particular en el interior del país? ¿La población los respalda? Una encuesta reciente de Equipos Mori buscó responder a estas interrogantes midiendo el nivel de aprobación de gestión en cada departamento, lo que reveló datos sorprendentes, en especial respecto a los dos intendentes colorados.

De acuerdo a la información presentada en este informe, el nivel de aprobación nacional supera en general el 50%, pero si vamos a los casos particulares, se destaca en primer lugar el intendente de Salto, Germán Coutinho, cuya gestión es aprobada por el 72% de los salteños, seguido por Marne Osorio de Rivera, y los nacionalistas Armando Castaingdebat, de Flores, y Carlos Enciso, de Florida.

"Estos cuatro intendentes reciben entre sus propios ciudadanos niveles en que 7 de cada 10 aprueban su gestión, lo cual es un nivel extraordinariamente alto, que pocas veces registramos en estudios de evaluación de gestión departamental". Así lo planteaba Ignacio Zuasnábar, director de Equipos Mori, el jueves en diálogo con en El Espectador.

Esta mañana les proponemos conversar con el intendente salteño, Germán Coutinho, el mejor ubicado en esta encuesta, para conocer cómo viene siendo su gestión, pero también para consultarlo sobre otros temas.

Empecemos hablando de estas cifras que se conocieron la semana pasada. ¿Lo sorprendió conocer que el 72% de los habitantes de su departamento aprueban su gestión? Es un número alto.

GERMÁN COUTINHO:
Es un número muy alto, es una responsabilidad muy grande. Cuando uno va gobernando y va midiendo en el día a día, recorriendo los barrios y el interior, participando en cada actividad, va sintiendo si definitivamente la cosa va bien rumbeada o puede ir teniendo alguna que otra dificultad. Siento que en verdad veníamos bien y sentía que cada una de las decisiones y los temas que venimos impulsando tenían un apoyo. El marco de 7 en 10 es algo que nos alegra, que nos da responsabilidad; esperábamos que la cosa fuera bien, pero, como bien decía el responsable de la encuesta, es un número tan alto que sorprende.

Igualmente, es de público conocimiento que ganamos casi sobre la hora, pasada la madrugada, con el apoyo de 3 en 10. Y ese mismo día, cuando festejábamos y celebrábamos, y al otro día cuando empezamos a trabajar, nos propusimos con todo el equipo: en aquella ocasión 7 de cada 10 salteños legítimamente no habían pensado en nosotros como la mejor opción, entonces uno de los objetivos tenía que ser intentar trasmitirles a esos salteños, con obras, con esfuerzo, con trabajo, que los íbamos a representar, a apoyar, y que íbamos a intentar tener la aprobación no solamente de esos 3 en 10 que nos votaron, sino también del resto.

Así que, habiendo tenido eso como prioridad, el que hoy muchos de los que en su momento no nos votaron aprueben la gestión era parte de los objetivos y es algo que nos deja muy contentos, conformes y con mucha responsabilidad.

ROMINA ANDRIOLI:
Usted ha designado en su gabinete a directores de su partido, el Partido Colorado (PC), pero también a algunos integrantes del Partido Nacional (PN) e incluso del Frente Amplio (FA). Tengo entendido que todos ellos lo hicieron a título personal, sin que se alcanzara un acuerdo con sus fuerzas políticas de origen para integrarse al gobierno municipal. ¿Cómo funciona esa experiencia?

GC - Lo decíamos cuando salimos a intentar ganar la elección, que entendíamos que en Vamos Uruguay (VU) y en partido teníamos el mejor equipo, pero que no todos los mejores salteños destacados pertenecían a él, por lo tanto una de las cosas que haríamos si la gente nos elegía era conversar con aquellos salteños de otras colectividades políticas para que nos ayudaran a gobernar. Eso hoy es una realidad.

En el caso del PN y el Partido Independiente (PI) hay un acuerdo, nos están apoyando con la participación en el gabinete de integrantes que pertenecen a esas colectividades, pero institucionalmente. El FA sí decidió no participar, tuvimos varias reuniones en su momento con la mesa departamental, pero invitamos a varias personas, referentes y personas identificadas con el FA, que aceptaron y hoy cumplen responsabilidades en diferentes áreas.

Creo que gran parte del éxito, aparte de las obras, el trabajo, la cantidad de cosas que se pudieron concretar en tan solo 30 meses, también se debe a esa identificación multipartidaria de ver un gabinete con gente que no solamente pertenece a mi sector y a mi partido, sino que pertenece a otras colectividades, trabajando con objetivos en común, priorizando la Intendencia. Muchas veces en las intendencias los objetivos tienen que ser el bitumen, el cordón cuneta, la recolección, los espacios públicos, la iluminación, las obras sociales, la empresa de ómnibus, los hogares. En eso no tenemos grandes diferencias, y principalmente trabajamos sobre eso.

Muchas veces me parece que entre los uruguayos o los salteños tenemos siete u ocho cosas en común y dos o tres diferencias y nos pasamos destacándonos en las diferencias y no en las cosas en común. En el equipo de gobierno se habla de lo que tenemos en común, y eso nos fortalece, nos hace distintos y nos da la amplitud de no tener tanta impronta personal e individual, sino de evaluar cada tema en equipo. Entonces me parece que al tener la política una representatividad genuina de más gente, después cuando tomamos las decisiones, la gente se siente representada. Me parece que es una fortaleza del gobierno tener un gobierno multipartidario.

AA - Volviendo al tema de las alianzas en torno a su gobierno, en Montevideo cuando algunos sectores del PC o del PN hablan de la necesidad de unir fuerzas para el 2015 para derrotar al FA en las elecciones departamentales, muchas veces se habla del ejemplo de Salto. Ahí en las elecciones del 2010 el PC consiguió la victoria por un corto margen ante el FA, mientras que el PN votó muy mal. Muchos analistas entienden que usted logró captar muchos votos blancos que preferían elegirlo a usted antes que al exintendente Ramón Fonticiella del FA. ¿Comparte ese análisis?

GC - Cada departamento tiene una realidad distinta. Los acuerdos de los que estábamos hablando se dieron después de la elección. Muchas veces las elecciones por naturaleza se polarizan y en un momento la elección quedó entre el exintendente y nosotros, y todo parecía indicar que los que teníamos la oportunidad de cambiar, de ganar, éramos nosotros. Está claro que eso motivó que muchos ciudadanos que históricamente venían votando al PN o que votaban al PN optaran por nosotros. Pero lo hicieron en forma espontánea y también con una campaña muy dura. Si yo repaso la campaña electoral, los intercambios más duros o más difíciles fueron con los candidatos a intendente del PN.

Y después cada elección es distinta, porque el propio FA, pasando su mejor momento después de haber asumido el presidente elegido, con las claras mayorías, en Salto no repitió el número que había obtenido en octubre. Si se hubiera repetido habría sido inalcanzable. Así que hubo varios factores. Cada uno presentó lo suyo y los propios ciudadanos en su momento hicieron las opciones o hicieron lo que yo a veces llamo un "voto inteligente". Siempre el intendente va por la reelección, pero muchos de varias colectividades pensaron que si querían hacer un cambio, nosotros éramos quienes nos perfilábamos mejor para hacerlo. Y eso fue lo que sucedió en una elección que se ganó muy cerrada.

RA - Si bien ahora usted tiene un gran respaldo, el 72% de los salteños, el año pasado su gestión fue duramente cuestionada, principalmente por el FA, en lo que refiere a temas de seguridad en el tránsito. En particular, por un caso que fue muy sonado de una niña que viajaba sin cinturón de seguridad en una camioneta escolar. Pero fueron varios los accidentes trágicos que se dieron en Salto. Las críticas a su gestión en materia de tránsito, por no hacer cumplir la normativa nacional, llevaron incluso a que dirigentes de Salto del FA analizaran realizarle un juicio político. ¿Cómo se controla hoy en Salto que se cumplan las normas de tránsito? ¿Cuál es la situación a partir de las trágicas experiencias del año pasado?

GC - El caso de Clarita es irremontable, irreversible, trágico. Aparte, imagínese, en Salto somos pocos y todos nos conocemos, entonces conocíamos a Clarita, a la madre, al chofer de la camioneta, al dueño de la camioneta, en cada cosa que sucede siempre nos conocemos todos. Y estamos hablando de un caso irremontable, irreversible, increíble. Pero si usted va a la real situación del tránsito y mira los números de Unasev (Unidad Nacional de Seguridad Vial), va a ver que Salto y el departamento de Rivera son de los departamentos que más controlan. Y si usted va a las estadísticas de la Unasev, va a ver que Salto es uno de los mejores departamentos en el tránsito del país, en un país donde mueren entre 400 y 500 personas menores de 39 años. Yo siempre digo que Uruguay va casi todos los años a la guerra de las Malvinas con sus jóvenes en un problema del tránsito. Y si va a los números o las estadísticas, a lo que se trasmitió, por encima de ese caso que es tristísimo e increíble, no somos el departamento con ese mayor problema.

Sí es real que los ediles de la oposición ese mismo día, cuando sucede el accidente de Clarita, estaban reunidos en la Junta Departamental para hacerme un llamado a sala. Los dos llamados a sala que he tenido han sido por el tránsito, y la amenaza constante y permanente de juicio político es por el supuesto incumplimiento a la ley de tránsito. Eso generó una trascendencia de la noticia fuera del departamento que nos posiciona y que genera muchas veces esa opinión, porque se cree que eso es así. Pero si usted va a los números y a la realidad, acá se ha hecho mucho por el tránsito y las estadísticas indican que es uno de los mejores departamentos. En ese caso la ciudadanía ha notado la politización de un tema tan triste, en una problemática país y un tema en el que realmente se está haciendo un esfuerzo creando centros de capacitación, "Más bebo, más me cuido", más proyectos, cantidad de trabajos que se vienen haciendo, y siento que terminó repercutiendo en contra de aquellos que lo impulsaron.

AA - Precisamente, si salimos del plano político por un momento, ¿qué medidas se tomaron en particular para hacer cumplir las normativas de tránsito y de la Unasev, por ejemplo el cinturón de seguridad para todos los ocupantes de un auto, el casco para los motociclistas, una medida que siempre cuesta hacer aplicar?

GC - Según la Unasev, con 93%, Salto es el departamento que más lo hace cumplir. Las medidas y el control siempre se hacen, está claro que muchas veces suceden casos en los que es imposible llegar a controlar, todo accidente se puede evitar pero a veces sucede. Pero eso no quiere decir que no se tenga un control o que muchas veces esa responsabilidad no esté en aquellos que tienen que hacer la tarea. Hay proyectos como "Más bebo, más me cuido" que atienden a todos los centros CAIF, hemos traído los profesionales más destacados del departamento, hemos llamado a todas las fuerzas vivas de la sociedad.

RA - ¿Qué implica esa iniciativa?

GC - Concientizar, educar, porque la fiscalización se hace. No fiscalizar sería no cumplir con la ley, sería reconocer que no se está cumpliendo con la ley. Acá se fiscaliza. Se duplicó el cuerpo inspectivo, por primera vez hay un cuerpo inspectivo en todo el departamento, antes había solo en la ciudad, hoy también hay inspectores en los municipios. Se está llamando a concurso con diferentes requisitos para poder ser inspector, se agravaron las multas, hoy las multas por alcohol cuestan 1.000 dólares. Se han tomado varias medidas, y siempre ha sido un problema, porque en una ciudad con 100.000 habitantes usted tiene 60.000 motos y 30.000 autos, tiene casi una moto o un auto por cada ciudadano que vive en Salto. Está claro que estamos en un problema, hay un crecimiento y lo vamos corriendo de atrás. Cada víctima es algo tremendo, fatal, es un tema muy difícil, pero también hay una realidad.

Todo el tiempo estamos haciendo las gestiones con el Ministerio del Interior, no podemos tener más vehículos de Caminera que oficiales o que personal de Caminera, no podemos tener una brigada de tránsito de cuatro policías por turno. Por lo tanto no se puede pensar que la responsabilidad pasa solamente por la Intendencia y por actores políticos que muchas veces no estamos preparados para ver temas de picadas y escenarios que rozan lo delictivo o que ponen en riesgo a más ciudadanos. Eso también es un trabajo conjunto con otras fuerzas que sí están preparadas para intentar evitar o tomar medidas de esas características.

El tránsito es uno de los mayores problemas del país y, como le decía, el departamento tomó trascendencia nacional por esos casos puntuales, pero si repasa, no es de los mayores problemas que suceden en un tránsito, que está muy complicado en todo el país. Creo que eso tiene que venir acompañado por leyes más severas y en muchos casos también por brigadas de tránsito o de policía modernizadas y con diferentes herramientas y en mayor número, porque hoy la realidad es la que le comentaba, fíjese que en el 96 no llegábamos a 20.000 motos.

***

RA - En el Congreso de Intendentes que se hizo hace pocos días en la estancia presidencial de Anchorena con el presidente Mujica uno de los puntos claves fue la declaración de inconstitucionalidad del Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR). ¿Qué opinión le merece esta resolución?

GC - Principalmente lo que se analizó allí fue que había una decisión y que seguíamos teniendo un problema, que es el de la caminería, y que el presidente de la República, con los integrantes de su equipo de gobierno, iban a pensar y planificar y ver otras opciones para después planteárselas a los intendentes. Incluso manifestó que no tomaría ninguna decisión sin consultarnos.

Lo que el Congreso de Intendentes en su momento manejó y lo que respalda es el destino, no los diferentes mecanismos que se generaron para llegar al impuesto o los votos o las discusiones en el Parlamento.

RA - Le iba a preguntar por eso, porque para el Gobierno el objetivo del ICIR es gravar la concentración de inmuebles rurales, de las grandes extensiones de tierra. Usted comparte la otra parte, lo que tiene que ver con recaudar fondos para caminería rural. ¿Es así?

GC - Lo que recibimos fue un planteo en su momento de que esa ley iba a permitir tener los fondos para poder acceder a maquinaria y certificar los caminos. Porque está claro que hay un país en crecimiento, un país en producción y caminos rurales que no pueden responder a la cantidad de pasajes que hoy tienen, principalmente en algunos lugares del país. Ahí comenzó un proceso de planteo de que ese destino iba a dar un apoyo a la regionalización y a que se trabajara para mejorar las caminerías vecinales.

En el caso de Salto en sí, más allá de seguir los procesos, no llamamos a licitación ni gastamos a cuenta esperando el proceso legal y los procesos correspondientes o la llegada del dinero. Por lo tanto hoy estamos casi en la misma situación que antes, trabajando con base en lo que ya tenemos, con la maquinaria que tenemos, con los aportes que nos llegan por medio del 370, el 362, y esperando la defensa de un destino de algo que el presidente había manejado, para lo que no pidió en ningún momento apoyo ni respaldo del congreso. Es una impronta personal programática de él y de su fuerza política. Nosotros cuando conversábamos como intendentes y en el Congreso apoyábamos que si esos recursos iban a llegar para poder mejorar la caminería eran un buen aporte.

AA - Otro de los temas que estuvieron presentes en esta reunión entre los jefes departamentales y el presidente Mujica fue la Universidad Tecnológica (UTEC) que se va a instalar en el interior del país. ¿Cuánto se avanzó con respecto a esa propuesta?

GC - Era la primera reunión. Esa ley se votó en diciembre, la venia a los directores se votó en enero y los nuevos directores de la UTEC hicieron muy bien un panorama muy amplio de lo que va a ser esa universidad del interior de la República.

Nosotros quedamos muy entusiasmados, contentos, creemos que vamos por la misma línea. El planteo fue muy bueno, el escenario donde lo plantearon también. Los intendentes siempre son la primera línea con la gente, allí uno puede ir viendo demanda, infraestructura, un montón de aportes de por dónde quieren caminar las autoridades de la UTEC y llevarlos a lo terrenal, porque pasa mucho que desde Montevideo, en varios lugares, el análisis es muy bueno, las intenciones también, pero a la hora de gestionar o de llevarlas adelante comienzan los problemas. El plantearles a los intendentes para tener la posibilidad y la oportunidad de aterrizarlo en el interior, como tiene que aterrizar esta universidad en el interior, me pareció muy bueno. Salto ya por esencia ya es una ciudad universitaria, está la Universidad de la República (Udelar).

AA - La Regional Norte.

GC – Sí, con más de 5.000 matrículas, pero también está la Católica, también está la ORT, también está el CERP (Centro Regional de Profesores), también están los hogares universitarios que permiten que muchos jóvenes del norte vengan a participar, hay varias carreras. Lo tomamos con entusiasmo. Sí pensamos que si la discusión en el marco de esta universidad se va a centrar en dónde queda la sede, poco aporte o poco cambio se va a poder hacer a la educación. Acá los aportes tienen que estar en dónde está el capital social, dónde están los docentes, dónde están las demandas para cumplir su objetivo, que aquellos universitarios que dejaron porque tenían que trabajar vuelvan o aquellos que trabajan y sientan ganas de estudiar vayan, jerarquizar carreras. Y después distribuir esas carreras, ese capital social y la posibilidad y la oportunidad entre todos los que quieran ingresar en el marco de la educación en todo el país. Eso me parece productivo, entusiasma, contenta, y puede ser un gran aporte para algo que hoy es un problema, como es la educación.

RA - ¿Cómo queda parado Salto para lo que puede ser la instalación de la sede central de la UTEC o después de los centros regionales, teniendo en cuenta lo que usted comentaba, la gran infraestructura o el gran desarrollo que ya tiene con todas esas sedes tanto de la Udelar como de las universidades privadas?

GC - Las autoridades de la UTEC son las que van a tener que definir, y creo que Salto está por esencia bien posicionado, por lo que le trasmitía. Tiene docentes, tiene posibilidades...

RA - Pero por otro lado ya tiene oferta educativa.

GC - Tiene oferta educativa, pero la UTEC iría por otro camino, otras carreras que serían poner en estudios terciarios y dar oportunidades a carreras que hoy están vinculadas al crecimiento del país y que no tienen niveles terciarios. Salto es un departamento muy diverso, es el departamento con mayor cantidad de ovejas del país, en él se produce el 70% de la horticultura, es una ciudad turística, es ganadera, tiene tres frigoríficos funcionando, avanza en lo histórico en la citricultura pero también en arándanos, en oliva. Si uno escucha por dónde quiere ir la especialización o capitalizar la educación en un montón de gente en todos esos rubros, Salto es terreno fértil para especializarse y generar carreras universitarias.

AA - ¿Cómo evalúa el trabajo que se viene llevando a cabo entre el Congreso de Intendentes y el presidente Mujica? Sobre todo, ¿cómo explica esa sintonía que parece haber entre los jefes departamentales y el primer mandatario?

GC - Claramente tengo que decir que es algo que viene muy bien. Cuando empiezan los tiempos electorales o se están tomando decisiones y cada uno de nosotros ya tiene decidido, definido estar en primer línea para hacer campaña electoral –en mi caso apoyar, respaldar y trabajar para que Pedro Bordaberry sea el presidente, y otros intendentes ya han anunciado sus apoyos y ya están participando en campaña–, tener la posibilidad de sentarnos por tercera vez en Anchorena con el presidente de la República, todos tipos distintos, para priorizar los temas del país y de la región es de esas cosas que pasan en el Uruguay y que hay que cuidar. Mire que muy cerquita en América en varios temas sería imposible sentar a toda esa gente distinta alrededor de una misma mesa para priorizar el país, el departamento y la gente. Porque al final del día la actividad política es una herramienta que tiene que terminar siendo un gran aporte al país y a cada uno de los departamentos. Así que la evaluación es altamente positiva y ojalá que Uruguay nunca deje de ser así.

RA - ¿A qué entiende que responde esa buena sintonía? Porque en otras oportunidades la relación entre presidente e intendentes no fue así.

GC - Yo siento –y lo he conversado y se lo he trasmitido al presidente de la República– que intentamos muchas veces ser parte de la solución. Y también en verdad hay niveles de eficiencia de gestión que permite la Intendencia que muchas veces es difícil manejar desde Montevideo. Caso de la educación cuando pasa algo en una escuela, cuando no hay ambulancia en los pueblos cuando pasa algo en las salud, cuando pasa algo en la seguridad, cuando pasa lo que pasa, siempre la intendencias, al final del día, por tener la infraestructura que tienen, son la primera línea para que en verdad algo que se dice se haga. A veces a diferencia de lo que ocurre con el resto de los temas, que son muy difíciles de manejar desde el sur.

Hoy las autoridades de la salud tienen dificultades, el propio jefe de Policía puede tener dificultades, los de la educación pueden tener dificultades, y uno en la Intendencia por lo general encuentra una herramienta para decir, hacer y tener una eficiencia de gestión. Si el presidente también buscara esos caminos para no arrancar escuelas y liceos que no están en condiciones o varias policlínicas que pueden tener dificultades por medio de los intendentes, y eso pudiera nuclearse mucho más, siento que en varios lugares, de rincón a rincón del país, de Bella Unión a Montevideo, podríamos solucionar muchos temas que uno a veces ve en las noticias y por cómo se desarrollan ve que estamos en dificultades.

RA - ¿Cómo maneja usted esa situación en su partido? Porque por un lado tiene una buena relación en el Congreso de Intendentes en ese marco con el presidente, y por otro lado su partido, su sector concretamente, en muchos aspectos se ha opuesto, por ejemplo en el tema del ICIR. Por un lado usted apoya los fondos y la propuesta que se hizo en el marco del Congreso de Intendentes, como nos explicaba, pero por otro lado su sector, Vamos Uruguay, ha sido un fuerte cuestionador de esta iniciativa tributaria.

GC - Yo soy hombre de mi partido y de mi sector, pero a la vez creo que cada uno cumple su rol. Creo que el intendente no tiene por qué estar hablando de las leyes y muchas veces tampoco es prioridad que esté hablando de políticas internacionales o de temas nacionales. En ese marco uno se siente representado por sus legisladores y en verdad ellos esperan del intendente que cumpla la tarea tal cual dice el intendente, más en el caso nuestro que somos el único intendente del sector. Nunca el senador Bordaberry ni ningún referente han venido a hablarme o a conversar de esa relación, sino que cada uno cumple su tarea, porque lo más importante en esto es sacar las cosas adelante, en el marco de ese relacionamiento, de ese intercambio y de poder hacer gestiones y presentar proyectos.

Hoy tenemos proyectos de jardines, de escuelas, de liceos, el mayor plan de vivienda privada del país, tenemos tantas cosas gracias a la gestión, a presentar proyectos y a saber que al final del día tampoco somos 19 patrias, sino que hay una patria sola y un gobierno nacional y que nosotros cumplimos la función de las intendencias. Por lo tanto, en un partido de hombres libres nunca me he sentido ni presionado, ni nadie me ha venido a decir que hay que caminar por acá o por allá políticamente, partidariamente, porque la responsabilidad hoy es gobernar Salto y sacar Salto adelante.

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Transcripción: María Lila Ltaif