Pedro Bordaberry (PC): "Quien tiene que tomar las decisiones genéricas en la educación no puede estar representando un interés particular"
Este miércoles se levantó el receso parlamentario para tratar cuatro proyectos de ley que había presentado el senador colorado Pedro Bordaberry sobre educación. En Perspectiva dialogó con el líder de Vamos Uruguay y con su asesor en materia educativa, Robert Silva sobre el futuro de este tema de cara a un año electoral. En el diálogo, ambos concordaron que no se puede esperar a 2015 para conversar cambios que recién podrán aplicarse en 2016, cuando hay una urgencia especial en el tema. Bordaberry cree que en este año es posible un acuerdo multipartidario en educación porque los líderes políticos están mirando "más allá de la coyuntura electoral". Asimismo sostuvo que "los que representan intereses particulares corporativos y no el interés general tienen que tener voz pero no voto" en el gobierno de la educación; "el FA quiere insistir con el cogobierno, que ha fracasado, y nosotros le decimos no", resaltó el precandidato.
(emitido a las 8.57 hs.)
EMILIANO COTELO:
Ayer el Senado levantó el receso de verano. La convocatoria había sido solicitada por el senador colorado Pedro Bordaberry, que procuraba que se trataran cuatro proyectos de ley referidos a la educación que su sector había presentado a lo largo de este período de gobierno. Pero el resultado fue otro: con los votos del Frente Amplio (FA) la Cámara Alta dispuso que los proyectos volvieran a comisión para ser abordados en ese ámbito.
¿Valió la pena el debate de ayer? ¿Qué caminos se abren ahora? ¿Es posible pensar en acuerdos multipartidarios sobre educación en un año electoral como el que estamos recorriendo?
De estos temas vamos a conversar con el senador Pedro Bordaberry y uno de los principales asesores en temas educativos de su sector, el profesor y doctor Robert Silva.
¿Cuál era el objetivo al pedir que se levantara el receso en el Senado para esta sesión especial ayer?
PEDRO BORDABERRY:
Esto se hizo en diciembre, y también refiere a algo que acaba de mencionar: en diciembre les mandé una carta a todos los precandidatos a la Presidencia de todos los partidos justamente diciendo que no podemos esperar al 2015 para empezar a conversar algo que se va a aplicar en 2016. Son dos años.
Entonces pedimos que se levante el receso parlamentario –en diciembre lo pedimos, recién lo fijaron ahora en febrero– y mandamos esa carta con todas nuestras propuestas y solicitando conocer las de los otros precandidatos. De todos los precandidatos, que somos muchos hoy, solamente contestaron dos, el doctor Jorge Larrañaga, que fue el primero que lo hizo, y el doctor Tabaré Vázquez. Con lo cual somos los que hoy lideramos la interna de los tres partidos mayoritarios, por tanto es un paso importante. Así que creo que es posible un acuerdo.
EC - Usted cree que sí, que se puede.
PB - ¡Es que tenemos que hacerlo!
EC - Que haya que hacerlo es una cosa, que se pueda… La política uruguaya demuestra que muchas veces lo que se debería hacer no se hace.
PB - Pero lo vamos a intentar, obviamente yo no tengo la bola de cristal para saber si va a suceder. Pero que el doctor Larrañaga y el doctor Vázquez hayan contestado favorablemente en diciembre mismo, a los pocos días, nos habla de que por lo menos hay tres, que somos los que estamos liderando dentro de cada partido, que estamos mirando más allá de la coyuntura electoral y a largo plazo la situación del país. Eso es muy importante.
EC - Pero en ese contexto, ¿por qué pedía una sesión especial en el Senado?
PB - Porque hay cuatro proyectos, algunos de ellos que están hace tres años en la Comisión de Educación sin ser tratados. ¡Sin ser tratados! Sin que siquiera se haya fijado en el orden del día. Si después de tres años la comisión ni siquiera los trata, me parecía oportuno, dados los resultados de la educación, decir "levantemos el verano", porque evidentemente los senadores de la Comisión de Educación deben de estar muy ocupados. Y los legisladores somos unos privilegiados en el Uruguay, reconozcámoslo: nos vamos de vacaciones el 15 de diciembre y volvemos el 1.° de marzo… (Se ríe.) ¡No trabajamos en todo el verano, del 15 de diciembre al 1.° de marzo! ¿No amerita la situación de la educación que levantemos y pasemos del 1.° de enero o el 10 de enero al 1.° de marzo trabajando en los temas de la educación? Yo creo que sí. Y esperé que esto cayera en el presidente del Senado, el contador Astori, y lo compartiera… Recién levantó el receso ayer, el 12 de febrero, cuando faltan 15, 16 días para terminar el receso parlamentario, y la resolución de entrada que propusieron fue: que vuelvan a la comisión.
EC - ¿Considera que era posible la aprobación de estos proyectos ayer mismo en sala? Por ejemplo, el senador Ernesto Agazzi, del MPP, FA, decía ayer cuando lo entrevistamos en En Perspectiva que lo que usted pretendía –aprobar los proyectos en la propia Cámara– era jurídica y constitucionalmente imposible, porque los proyectos deben ser considerados antes en comisión.
(Audio Ernesto Agazzi.)
"En este caso, estos proyectos de ley están en la Comisión de Educación, entonces corresponde que la comisión convoque en primer lugar, como dice la Constitución, a las autoridades de la educación. No se puede aprobar ningún proyecto relativo a la educación si antes no se consultó a las autoridades de la educación. Los colegas del Partido Colorado integran la Comisión de Educación y nunca pidieron que se traten en forma prioritaria estos proyectos. Lo que les dijo el presidente de la comisión es que si ellos piden, la comisión se reúne mañana."
(Fin.)
EC - ¿Qué responde?
PB - Sí, de los cuatro proyectos, en dos o quizás tres tiene que consultarse a las autoridades de la educación de acuerdo al artículo 202 de la Constitución. Hay uno que no, el de los liceos públicos de gestión comunitaria, se podía aprobar ayer mismo, sin problema. Pero ¿qué hace un legislador que presenta proyectos de ley en una comisión –en la que el FA tiene mayoría– que bloquea el asunto y no cumple con lo que tiene que hacer?
EC - Usted reconoce que era necesario el abordaje primero en comisión, pero pidió la sesión especial del Senado como forma… ¿de generar un hecho político, de llamar la atención sobre esos proyectos?
PB - No, no es necesario que pase por comisión un proyecto de ley para aprobarse. Es más, el FA en este período de gobierno ha traído al plenario proyectos sin pasar por la comisión, que después terminan declarándose inconstitucionales. O sea que no es necesario pasar por la comisión.
EC - En estos casos se requiere la consulta a las autoridades de la ANEP.
PB - En tres de ellos, y la comisión no hacía. No hace, no ha hecho, hace tres años que está omisa.
EC - Agazzi decía implícitamente que el PC nunca había solicitado prioridad para estos proyectos.
PB - (Se ríe.) ¡Cómo! ¿Uno presenta un proyecto de ley y tiene que pedir prioridad? ¡Tres años…! Con todo el respeto que le tengo al ingeniero Agazzi, con quien comparto varias comisiones y comparto el Senado, las explicaciones que está dando son escolares. Tres años los proyectos en la comisión…
EC - ¿Por lo menos hicieron gestiones para que avanzaran estos proyectos?
PB - ¿Pero cómo? Cuando presento el proyecto, digo: "Acá este proyecto y pido que se apruebe". Va de suyo que un proyecto se tiene que tratar. Pero además, en diciembre, cuando los presenté, dije: "hace tres años que están". Ayer por lo menos tuvimos un avance, el FA dijo "que vuelvan a la comisión", donde van a seguir durmiendo el sueño de los justos.
EC - No fue solo el FA. Por ejemplo, el senador Eber da Rosa estaba en esa postura, dijo que hay que mandar los proyectos a comisión, porque es un tema que siempre ha reclamado el Partido Nacional (PN), que los temas sean estudiados antes de pasar al plenario.
PB - Está bien, pero vino acompañado de algo: fijarle un plazo a la comisión. Yo pedían que le fijen 15 días a la comisión, 30 días. El FA no quiso fijarle plazo… ¿Sabe cómo terminaron? El presidente del Senado, el contador Astori, se comprometió a pedirle a la Comisión de Educación "pronto despacho"…
Creo que no nos damos cuenta… Ayer lo decía en el Senado: es como María Antonieta en Versalles preguntando por qué la gente reclamaba por pan y no le daban tortas… Nosotros estamos en el Senado. Yo ayer lo miraba con una perspectiva y decía: ¡lambrices, mármoles, vitraux, ujieres, asistentes! ¡Y nosotros sentados ahí, en medio de todo eso, y afuera, en los asentamientos, en las zonas de nivel sociocultural más bajo, los jóvenes, los niños no están recibiendo una buena educación…! Pensaba: ¡no nos damos cuenta de la urgencia! ¡Es que estas luces del palacio y de la política nos tienen a todos absolutamente cegados! Mientras hacemos todo eso y mandamos de vuelta proyectos sobre educación a la comisión donde están desde hace tres años, hay niños y jóvenes en la Unidad Casavalle que no tienen y no van a tener oportunidades en la educación media…
¿Sabe cuántos niños egresan de sexto de escuela en Casavalle? Mil doscientos. ¿Sabe cuál es la capacidad de los liceos públicos para atender a esos 1200 egresados? Trescientos. Hay 900 que no van a tener respuesta. Y nosotros mandamos los proyectos a la comisión… ¡Nos tiene que dar vergüenza como legisladores a todos, a mí también!
EC - El debate político es fuerte, esos argumentos obviamente son válidos. Del otro lado Agazzi señalaba que usted está apurado porque tiene previsto renunciar al Senado próximamente, en marzo, para dedicarse a la campaña electoral, y quería protagonizar un hecho político como este antes.
PB - Yo no califico intenciones; si Agazzi lo hace, que lo haga. ¡Pero hace tres años que estoy apurado con estos proyectos! (Se ríe.) ¿Y sabe quién está apurado con estos proyectos?... Ese joven que egresa en el Casavalle de la escuela y no tiene liceo adónde ir…
EC - Costó que empezara la sesión ayer. ¿Por qué? No había cuórum. Mejor dicho, el FA estaba esperando que la oposición hiciera cuórum, faltaban sobre todo legisladores del PN. ¿Cómo observó ese detalle? Porque estamos hablando de urgencias, ¿no?
PB - Mi partido tiene cinco senadores y los cinco estábamos a las 10 menos cuarto adentro de la sesión, 15 minutos antes. Nosotros respondemos por nuestro partido. Se necesitaban 16 votos, sin los votos del FA no se podía levantar el receso para tratar estos proyectos educativos. Los legisladores del FA estaban afuera especulando y discutiendo –según me dijeron– si darnos el cuórum para tratar en el verano los proyectos de educación. En ese momento –ese es el mejor uso que tienen las redes sociales– denuncié el hecho: estamos los cinco senadores, hay senadores del PN y afuera hay senadores del FA que si entran dan el cuórum para poder discutir sobre educación; si no lo hacen serán responsables de que no discutamos el tema de la educación hoy. Al ratito entraron… No haber entrado y no haber dado el cuórum –para lo cual era necesario el FA, así lo decidió la ciudadanía en la última elección– habría sido un acto de estrechez mental muy grande.
EC - También es cierto que era lógico que estuvieran todos los representantes de la oposición, ¿no?
PB - Yo hablo por mi partido: los cinco senadores de mi partido, que fuimos los que solicitamos la sesión, a las 10 menos cuarto estábamos prontos para sesionar. De repente la ciudadanía nos puede dar más senadores la próxima vez para lograr los cuórums.
***
EC - Hablemos de los proyectos en sí. Veamos cuáles eran las inquietudes, por dónde estaban puestos los énfasis del lado de Vamos Uruguay (VU) y del Partido Colorado (PC).
El primer proyecto obliga a que se dicten como mínimo 200 días efectivos de clase. ¿Por qué? ¿De dónde sale este número?
ROBERT SILVA:
Las prioridades en materia de educación de VU y de nuestro equipo de educación pasan también por muchas otras áreas. En este caso estamos hablando de las propuestas que se habían presentado en el ámbito legislativo. Esa fue la primera, y tomamos 200 días de clase en aquella lógica que nos ha movido siempre y que creemos que es fundamental para mejorar la educación, que es ampliar el tiempo pedagógico. Tiene que haber más horas y más días de clase.
Tomamos 200 días porque es una media internacional que existe, no es un número arbitrario. En las pruebas PISA están estudiadas las horas y los días. Lo de los días no es algo que se le ocurrió al PC, y además la propia ANEP… es bueno recordarlo, porque ayer se decía que los tiempos pedagógicos no se miden por días…
EC - Ese es un debate: si el tema son los días o son las horas efectivas de clase. Antes de eso, ¿cómo estamos en días de clase en la comparación internacional?
RS - Estamos muy por debajo en la comparativa internacional en los distintos niveles, con particular acento en educación media superior, los bachilleratos, y educación primaria. También en educación media básica; tenemos que salir de esa diferenciación en que hablamos de días teóricos y no de días efectivos. En el Observatorio Fundapro de la Educación pusimos el tema sobre la mesa en el año 2012: los calendarios dicen tantos días, pero esos días son teóricos, luego hay días efectivos cuando los alumnos asisten a los centros educativos. El año pasado en Montevideo en educación media y superior hubo 135 días efectivos, en el interior 147, en primaria 170. Hay problemas que tenemos que atender, por lo tanto es importante hacer coincidir los calendarios escolares teóricos con los calendarios efectivos de clase.
EC - Curiosamente, parecería que el oficialismo sube la apuesta y dice que el tema no son los días de clase, sino las horas efectivas. Veía hoy en el diario El Observador declaraciones que vienen del Consejo de Educación Inicial y Primaria, allí se defiende con cifras la conveniencia de medir en horas y no en días las clases dadas a los alumnos. Se comparó para ello los datos de 2007, 2012 y 2013; en los tres años los días de clase fueron los mismos, pero la cosa cambia si se miden las horas: en 2007 los niños recibieron 834 horas, en 2012 fueron 848 y el año pasado 862.
PB - Ayer se dijo eso, pero de vuelta, es el mismo perro con diferente collar: los días están integrados por horas, y si usted tiene más días tiene más horas. En el informe que elaboró Robert y presentamos ayer se establecía cuántas horas recibe un uruguayo de entre 25 y 29 años, promedio, antes de llegar a la educación terciaria. Recibe 5200 horas de formación antes de llegar a la educación terciaria, mientras que los jóvenes de los países que integran la OCDE reciben 7900. Mídalo en días o en horas –en definitiva es todo tiempo–, estamos muy lejos de la media. Si quieren llamarle horas a lo que nosotros llamamos días, no hay problema, pero un día tiene 24 horas y hay un tiempo máximo. Vayamos por eso, si quieren, pero abordémoslo.
EC - No soy especialista en esto, pero por lo visto no es lo mismo días que horas efectivas. Las horas efectivas no son necesariamente las que salen de multiplicar por la cantidad de días.
PB - Claro, si usted recibe cuatro horas por día y pasa a recibir ocho, obviamente sí, pero si usted está recibiendo ocho horas y recibe más días de ocho horas, aumentó las horas. En definitiva, queremos aumentar el tiempo pedagógico. Los números internacionales se manejan en días, pero no hay problema, hablémoslo en horas. Igual estamos mal, 5200 a 7900.
EC - ¿Esa es una posibilidad que se abre? Ayer en el Senado hubo voces del FA que hablaban de ir por este camino.
PB - Es aumentar el tiempo pedagógico, ¡adelante! Al final del día vamos a hablar en días (se ríe), porque el día está compuesto por horas y hay una determinada cantidad de horas en el día que se pueden dedicar al tiempo pedagógico. Pero si quieren llamarlo de esa forma, llámenlo, no importa. "Si una rosa dejara de llamarse rosa seguiría oliendo a rosa", escribe Shakespeare en "El mercader de Venecia"…
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EC - Continuamos en entrevista con el senador Pedro Bordaberry y el doctor Robert Silva, asesor en asuntos educativos de Vamos Uruguay.
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EC - Doctor Silva, usted quería hacer un pequeño agregado sobre el primer proyecto que veníamos considerando.
RS - Sí, que me parece excelente que discutamos la extensión del tiempo pedagógico, nosotros estamos en eso, pero es curioso cómo según la circunstancia los discursos cambian. Hay un acto administrativo del propio Codicen de la ANEP cuando fija el calendario escolar del año 2006, que en su parte expositiva habla de la importancia de llegar a 190 días de clase. Hay declaraciones públicas de las actuales autoridades del Codicen que hablan de la importancia de extender el calendario y de tener más días de clase, porque las más horas de clase también van acompañadas de más días de clase, más presencialidad en los centros, no solo con educación propiamente de las asignaturas, con aprendizaje desde el punto de vista cognitivo, sino también la convivencia, aquellos no cognitivos. O sea que para hablar de la extensión del tiempo pedagógico es falso decir que hablamos solo de horas. Hablamos de horas y de días, y en esa posición estamos.
PB - Hay otra declaración importante sobre el tema de diciembre. Yo le mandé todas las propuestas al doctor Tabaré Vázquez y a los pocos días él salió públicamente a decir que era necesario tener 200 días de clase, directamente. Eso abrigó nuestra esperanza de que se aprobara.
EC - El segundo proyecto está destinado a reformar la ley de educación del gobierno Vázquez, que introdujo la representación de los docentes en el Codicen y en los consejos desconcentrados de la enseñanza pública. ¿Cuál es la idea acá?
PB - Muy sencillo: creemos que los que representan intereses particulares corporativos y no el interés general tienen que tener voz pero no voto. Quien tiene que tomar las decisiones genéricas en la educación no tiene que estar representando un interés particular, válido como es el interés gremial, tiene que estar pensando en la representación del interés general.
Aquí tampoco estamos solos, porque el contador Astori varias veces –creo que incluso aquí en En Perspectiva con usted– ha dicho que los intereses corporativos son los que están atentando contra esto.
EC - ¿Efectivamente es así? ¿Son las actitudes de estos consejeros, los representantes de los docentes, los que han generado los inconvenientes que ha tenido la educación en este período de gobierno? ¿O la cosa ha venido más bien por el comportamiento de los representantes políticos?
RS - Es importante distinguir las decisiones que formalmente se adoptan de aquellas que ni siquiera se llegan a considerar. Creo que ahí está el problema. En el año 2006 tuvimos una terrible situación que atentó contra la educación media, que fue la reformulación del plan de estudio del ciclo básico. A partir de ese momento los índices de fracaso educativo no pararon de crecer, estábamos en 21% y ahora estamos en 32%.
Llegamos a la situación y pensamos que hay coincidencia, lo han dicho diversos actores, no podemos seguir con las fragmentación escolar, tenemos que tener el profesor cargo, todas esas cuestiones que se han conversado incluso en este programa. Pues existe una oposición marcada, hecha pública por determinados sectores sindicales, que ha hecho que ese tema no esté sobre la mesa y no se resuelva. Tenemos problemas curriculares y de planes de estudio claramente marcados, y sin embargo, como seguimos con el fantasma de Rama y de aquella reforma, seguimos con asignaturismo, seguimos con menos horas de inglés –lo que pasó en el 2006–, con menos horas de informática –también pasó en el 2006–, y seguimos con profesores que van de centro educativo en centro educativo. A pesar de que se dijo en su momento que esos temas se iban a reformular, pasan las generaciones enteras y no logramos cambiar la propuesta curricular.
Otra cosa. Uno a veces repasa y se pone a leer informes que se han hecho. Se hacen encuentros de estudiantes de educación secundaria, que creemos que es una modalidad muy buena, en donde se escucha la opinión de los estudiantes. Repasando algunos de esos encuentros, encontré algunas expresiones. Miren lo que dicen los estudiantes: "Los liceos no funcionan como lugar de aprendizaje sino como lugar de adiestramiento, porque no te enseñan a aprender, no te enseñan a investigar, no te enseñan a buscar camino, sino que te dictaminan un contenido que supone ciertas cosas, que aprendas de determinada manera, sin saber, sin darte herramientas para el futuro".
Tenemos que ver esas cuestiones. Eso está en una recopilación que hace Unicef de estos encuentros de estudiantes, un documento que tenemos acá y que está a disposición. Esas son las cuestiones que dicen los estudiantes y nosotros sabemos que es una realidad. Según la Encuesta Continua de Hogares que presentamos ayer, el 45% de los estudiantes de educación media abandona la educación porque no colmaron sus expectativas, no aprenden lo que quieren aprender. ¿Ese es un problema de la educación? Y nosotros seguimos sin tomar las decisiones.
Anteayer, en la comparecencia ante la Comisión Permanente, se anunció que se va a abrir un debate nacional sobre qué plan queremos, cuando acabamos de tener un congreso de educación para el que se convocó a distintos actores. Seguimos en los discursos, seguimos diciendo "esto hay que mejorarlo", y una línea estratégica es un nuevo plan de estudio, sin embargo la situación es muy dificultosa para los estudiantes y sigue exactamente igual, fracasando año tras año, cada vez más cantidad de estudiantes y sus familias.
EC - ¿Este es un proyecto relativamente viable?
PB - No, creo que no. Pero habla de una forma de administrar. Quizás el fundamento de esto es que el que representa un interés particular no puede estar administrando el interés general. Pasa en la educación con problemas como el de estos psicólogos, los denuncian por no ir a trabajar y la denunciante hoy está separada del cargo y sumariada.
EC - Hay una discusión sobre cuál es el motivo por el cual está sumariada y separada del cargo.
PB - Está bien, pero huele a corporativismo. Pasa en la salud, se denunció hace unos meses en el Senado que dos funcionarios agarraron una ambulancia de ASSE, se fueron de fin de semana de farra al Chuy, les hicieron un sumario y uno de ellos terminó ascendido. (Se ríe.) Pasó en Ancap, estos funcionarios que eran responsables del crédito a Pluna, de hacernos perder a todos los uruguayos 30 millones de dólares, terminan suspendidos 60 días y el gerente encargado de esa área, de controlar el crédito de Pluna, ¿sabe quién era? El actual presidente de Ancap. El encargado del problema termina de presidente de Ancap. Tenemos que terminar con los intereses particulares y poner a personas que representen el interés general.
EC - Otro de los proyectos es el de centros educativos públicos de gestión privada. O sea, centros de enseñanza secundaria similares a los liceos Impulso y Jubilar. Ustedes requieren que sean institutos en los que la educación sea de doble horario, donde los alumnos reciban servicios de alimentación y que estén radicados en zonas marginadas. ¿Cuál es la idea? ¿Por qué el Estado debería respaldar más ese tipo de instituciones?
RS - Creemos que hay que partir de una lógica diferente. En el país lamentablemente muchas veces encontramos el discurso de que lo público es bueno y lo privado es malo. Creemos que ni una cosa ni la otra, hace mucho tiempo, cuando intercambiamos con el equipo general de VU, planteamos la importancia de hablar de una complementariedad. En eso existe coincidencia, no solo en nuestro equipo sino incluso en otros partidos y entre gente de la educación en general. Hay que hablar de una complementariedad público-privado, es necesario sumar esfuerzos, no dividir.
Cuando estábamos con esas discusiones, Pedro puso sobre la mesa el tema de los CAIF, los Centros de Atención a la Primera Infancia, que allá por 1988 en el gobierno del doctor Sanguinetti fueron un gran emprendimiento que se ha transformado en una política de Estado, porque han pasado gobiernos de los tres partidos políticos y ha continuado. Ahí claramente se empodera a la sociedad civil, se le otorgan recursos públicos para que se atienda una necesidad de la educación en primera infancia y educación inicial que el Estado no estaba pudiendo atender a través de sus organismos públicos. Eso ha tenido un éxito increíble, hoy por hoy hay 45.000 niños de cero a cinco años, según el Anuario Estadístico, que están siendo atendidos en más de 400 centros CAIF en todo el país y funcionan en centros comunitarios, en cantidad de lugares. Es un éxito.
Cuando estábamos discutiendo esto digo: ¿por qué no pensar en uno de los graves problemas, quizás el mayor que tiene la educación –aunque en la formación docente hay un gravísimo problema también–, que es en educación media? Y ahí surgió la idea de pensar en esa perspectiva y ver lo que está pasando en zonas carenciadas, en zonas de contextos difíciles, donde hay que llegar y dar oportunidades diferentes a aquella gente que está en situación desigual. Vimos los liceos de gestión pública y de gestión privada, comunitaria, como el Jubilar y el Impulso, y armamos ahí. Vimos las Aulas Comunitarias, vimos que el Ministerio de Desarrollo Social está otorgando partidas a familias para atender la educación de primera infancia, porque no llegan los CAIF, porque no llega la educación pública a determinados lugares, para que vayan a centros privados. En esa lógica presentamos este proyecto, decimos que tienen que estar en contextos críticos y de alta vulnerabilidad, tienen que ser habilitados por la ANEP, que tiene que hacer todo ese control necesario para asegurar la calidad de la enseñanza, y tiene que haber un registro en el Mides donde los interesados se anoten y se les den partidas con destino exclusivo, a través de la Tarjeta Social que se implementó, a la educación de sus hijos, y que puedan optar.
EC - Estos institutos ya tienen un apoyo del Estado por la vía de la DGI. Hay un sistema de donación para empresas privadas en el que según cómo se haga se puede descontar de impuestos y por lo tanto es Rentas Generales quien desvía hacia estas instituciones dinero que en principio iba a ir para otro lado. Ustedes entienden que con eso no alcanza…
PB - No, eso está muy limitado y además está limitado quiénes pueden acceder por ley, con nombre de la institución. Ayer presentábamos los resultados del Impulso y el Jubilar; hay liceos públicos en la zona que tienen índices de repetición de 57% y deserción ni hablar. Estos liceos públicos de gestión comunitaria tienen 0 repetición, y hubo una deserción, de una familia que se mudó al interior. Entonces ¿por qué no fijarnos una meta ambiciosa de 50 de estos, 100 de estos? ¿Cuánto cuesta el funcionamiento de 100 de estos por año? El primer año 12 millones de dólares, cuando estén en pleno funcionamiento van a ser 54 millones de dólares. En Uruguay estamos invirtiendo 2500 millones de dólares en la educación, y con 54 podemos tener 100 liceos de este tipo para terminar con estas desigualdades. ¿No vale la pena intentarlo? Yo creo que sí.
EC - El otro proyecto tiene que ver con un asunto que se está discutiendo en el Parlamento, la Universidad de la Educación. Ustedes devuelven al debate un proyecto que presentaron en abril de 2012, antes de que se iniciara esta discusión, el proyecto que crea el Instituto Universitario de Educación. Es una institución de carácter terciario para formar a los docentes. ¿Por qué rescatan aquel proyecto de VU?
PB - El proyecto original no es el nuestro de 2012, menos el del gobierno del 2013, el proyecto original es del año 2005, lo presentó el expresidente Sanguinetti, en aquel entonces senador, y el FA en ese momento le dijo: "No lo vamos a aprobar ahora porque lo vamos a incluir en la ley de educación". En la ley de educación del 2008, tres años después, no lo aprobaron, pusieron un artículo que decía "la ley creará la Universidad de la Educación". En el 2010 lo pusimos en el acuerdo multipartidario como una de las prioridades, llevábamos cinco años del proyecto original de Sanguinetti y lo pusimos. En el 2012 (se ríe) reclamábamos que cumplieran lo que le dijeron a Sanguinetti, lo que decía la ley de educación del 2008 y lo que decía el acuerdo multipartidario del 2010 y no lo hacían. Entonces adelanté la ley, la puse arriba de la mesa y la presenté. A los siete u ocho meses el Poder Ejecutivo manda uno parecido y lo entra por Diputados, no por Senadores. Y ahora estamos trancados en un artículo…
EC - … el artículo a propósito de cómo se gobierna esa Universidad de la Educación.
PB - Claro. La intención de incluirlo ayer fue destrabar esto. Porque el FA quiere insistir con el cogobierno, que ha fracasado, y nosotros le decimos no. VU votó en la Cámara de Diputados a favor porque se estableció un período de transición de cinco años, y yo aclaré: "Miren que el 1.° de marzo de 2015 vamos a cambiar las mayorías y le vamos a cambiar la forma de gobierno, pero aprobémoslo ahora". Pero hay otro sector del partido que dice no, entonces les propusimos a los que están negociando llevar de cinco a diez, a quince, el período de transición. "Este modelo no está dando resultados, ¿y si probamos con este otro y tenemos efectivamente una Universidad de la Educación?" No saldrá. La intención era ponerla ahí por eso.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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