Reynoso culmina este miércoles su estadía en Estados Unidos en el marco de la gira del presidente de Estados Unidos y en medio de la polémica generada por la interceptación de línea de su celular, según confirmó el enviado especial de El Espectador a Washington, Gonzalo Sobral.

La Embajada de los Estados Unidos en Uruguay planteó este martes una queja ante el Ministerio del Interior.

El planteo fue realizado dos horas después de que amigos de Reynoso advirtieran a la embajadora que estaban recibiendo mensajes extraños desde su número.

Según trascendió el lunes, y confirmó ayer el jefe de Policía de Maldonado, un recluso enviaba SMS desde la cárcel Las Rosas haciéndose pasar por la diplomática. Fuentes del ministerio del Interior pusieron en duda esta versión, según informó anoche Subrayado, indicando que el recluso se encontraba en realidad en el Penal de Libertad, donde habría eludido los sistemas de inhibición de señal telefónica.

Lo que se sabe es que el recluso hacía llamadas aleatorias y al azar a cualquier número de teléfono para pedir sumas de dinero a cambio de amenazas. "No se individualizaba a un usuario, llamaba a cualquier número"; aclaró el inspector fernandino Juan Balbis.

Reynoso, por su parte, descartó que cualquier información sensible haya caído en manos del preso. Dijo que los mensajes interceptados eran personales y que no contenían información sensible.

"Yo nunca mantengo nada interesante en mi teléfono entonces, gracias a Dios, no obtuvo información muy sensitiva o importante. –No eran asuntos de gobierno. –No…"