Gas Natural Licuado del Sur

Plantas regasificadoras "pueden convivir" con el entorno

Plantas regasificadoras "pueden convivir" con el entorno

El ingeniero Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de Gas Natural Licuado del Sur (GNLS) confirmó desde Bélgica que la planta regasificadora de Puntas de Sayago comenzará a operar en julio de 2015 y que a fines de 2016 llegará el barco definitivo que, durante 20 años, cumplirá funciones. Además descartó el riesgo de explosión pero indicó que podría existir "alguna forma de incendio si hubiera fallas en la contención o transporte del gas". De todas formas informó que GNLS nunca sufrió accidentes en sus plantas.


La planta regasificadora de Puntas de Sayago es uno de los "buques insignia" del Gobierno del presidente José Mujica. Según el Poder Ejecutivo, y también todos los partidos políticos, la obra tiene ventajas claras para completar la reconversión de la matriz energética y dar certeza de abastecimiento de energéticos para el futuro a precios razonables y con bajo impacto ambiental.

Pero cuando los trabajos ya estén en marcha, todavía se mantienen focos de resistencia en la zona donde se emplazará la terminal. Organizaciones de vecinos y pescadores advierten sobre los impactos negativos que ya tiene en lo económico, lo ambiental y lo social, y plantean varias preocupaciones sobre riesgos para el futuro, cuando la maquinaria esté operando

GNLS, el consorcio que tiene a su cargo la construcción del emprendimiento, invitó a medios de comunicación y organizaciones sociales a viajar a Bélgica para observar "in situ" el funcionamiento de una planta regasificadora similar a la que habrá en Montevideo, ubicada en el puerto de Brujas, Bélgica.

El ingeniero Diego Fulquet, gerente comercial y de asuntos regulatorios de GNLS, confirmó a En Perspectiva que la planta regasificadora de Puntas de Sayago comenzará a operar en julio de 2015 y que a fines de 2016 llegará el barco definitivo que, durante 20 años, cumplirá funciones.

Acto seguido comentó que "el objetivo de la visita a Bélgica fue mostrar a los medios y los grupos sociales como una planta de características similares a la que operará en Uruguay funciona, desde hace más de 25 años, en una zona donde hay un puerto, viviendas, residencias familiares y hasta balnearios".

Interrogado sobre cuáles son las similitudes y diferencias entre la planta de Bélgica y la que funcionará en Puntas de Sayago, Fulquet contestó: "Los perecidos están en el proceso de regasificación pero lo interesante son las diferencias. En Uruguay el proceso de regasificación y almacenamiento se dará a bordo de un buque amarrado a una escollera a dos kilómetros y medio de la costa".

En Brujas "la planta esta en la costa, se la ha alejado por motivos de seguridad en una zona que se le ganó al mar en el puerto y se ubica a un kilómetro y medio de la zona donde hay otras actividades" y "el almacenamiento se hace en tanques terrestres".

"La ventaja más clara" que tienen este tipo de plantas es "la independencia energética del país, uno no depende más de una conexión fija, el gas licuado permite la flexibilidad de comprar el producto como si fuera un commodity, que viene de cualquier parte del mundo y se puede comprar a plazos, Uruguay es parte de un proceso de definición a largo plazo", expresó.

Consultado sobre los riesgos potenciales de este tipo de plantas el ingeniero Fulquet comentó que las plantas de este tipo "pueden convivir" con el entorno, y prueba de eso es el funcionamiento de la de Brujas. Además descartó el riesgo de explosión pero indicó que podría existir "alguna forma de incendio si hubiera fallas en la contención o transporte del gas". De todas formas informó que GNLS nunca sufrió accidentes en sus plantas por los sistemas y estándares exigentes en los que se basa la empresa.

"Esta planta en Bélgica, como todas, se construye siguiendo diseños muy exigentes. Hay estándares internacionales a cumplir, los mismos que se siguen en Uruguay y hay una buena convivencia de la planta con las actividades en el entorno", comenzó indicando el gerente de GNLS.

"Accidentes se pueden dar porque se trabaja con un combustible y eso hace que estas plantas se diseñen de una forma muy rigurosa con estudios previos que indican cómo deben ser diseñadas", dijo y aclaró que "el gas natural licuado a su temperatura de 162 grados bajo cero está en estado líquido, no es combustible, sólo podría inflamarse si se va vaporizando por pérdidas pero no es explosivo".

Fulquet explicó que el gas que manejan las regasificadoras no es explosivo "por dos motivos: por el nivel de inflamabilidad que tiene el gas natural y porque no hay almacenamiento a presión. El líquido está a presión ambiente, en caso de catástrofe extrema no habría riesgo de explosión".

Por tanto "la explosión es imposible, ese riesgo no existe. Lo que puede existir es alguna forma de incendio si hubiera fallas en la contención o transporte del gas" pero "los mecanismos que alertan existen", sentenció.

La transcripción de esta entrevista está disponible aquí.