Según el documento, que reprodujo el viernes el periódico The New York Times, cuatro sirios, un palestino y un tunecino recibieron el visto bueno para ser transferidos en 2010.

Una delegación del Gobierno uruguayo los visitó en febrero de este año, y se acordó que su traslado se concretaría en "semanas, no meses", según los abogados. Sin embargo, la rúbrica de Hagel se ha hecho esperar.

• Las diez cosas que hay que saber sobre Guantánamo

De acuerdo a la carta, se les ofreció viajar a Uruguay en grupo, para que no se sintieran aislados. Les prometieron viviendas, viáticos, clases de español y capacitación profesional, así como también ayuda para encontrar trabajo. La defensa, que no aclara quién financiaría estas ayudas, califica la invitación del Gobierno uruguayo de "noble" y "esperanzadora".
    
Los abogados señalan que el paso del tiempo juega en su contra, debido a que el Congreso planea interponer nuevas trabas para que el presidente pueda autorizar la salida de los presos de Guantánamo, y debido también a las elecciones en Uruguay. Como apunta esta mañana el diario El País, tanto Luis Lacalle Pou como Pedro Bordaberry han cuestionado la conveniencia de recibir a presos de Guantánamo.
    
A finales de mayo, el secretario de Defensa estadounidense tuvo un aparte con periodistas durante un viaje a Alaska, y les confió que no tiene ningún apuro en firmar las autorizaciones. Aunque el entorno de Obama lo presiona para que acelere la gestión, Hagel dijo: "Me estoy tomando mi tiempo. Se lo debo al pueblo estadounidense: asegurarme que la decisión que tomo es una decisión responsable";.