CAMPAÑA ELECTORAL

¿Qué dicen los muros cuando nos hablan? Afiches electorales hacia octubre 2014 - Parte II

Análisis semiótico de la comunicación política. Con el semiólogo Fernando Andacht.

(emitido a las 10:38 hs.)

NICOLÁS BATALLA:
"¿Qué dicen los mulos cuando nos hablan?" Ese era el tema que comenzaron a analizar la semana pasada con Emiliano y que les proponemos ahora seguir desarrollando.

La semana pasada hablaron del Frente Amplio, de ese nuevo candidato Tabaré Sendic que aparecía reflejado en la calle; y del Partido Nacional y la curiosa disposición que habían elegido para la fórmula, y quedaba pendiente hablar del Partido Colorado y el Partido Independiente.

FERNANDO ANDACHT:
Vamos a hacer una especie de enganche con la primera parte de este abordaje a ese discurso gráfico, visual, tan peculiar, que hoy se ha multiplicado. Porque no es solo el muro tridimensional, de concreto, del edificio, también están esos muros mucho más evanescentes pero también de enorme contundencia que son Facebook y todo lo que supone internet.

NB - Los muros ya no son de ladrillo únicamente.

FA - No, para nada. Y no solamente han cambiado los materiales y coexisten los clásicos con los nuevos, sino que hasta se puede armar un minidebate –ese tema tan debatido hoy en esta fase final o casi final de la campaña–, un enfrentamiento entre unos y otros.

Por ejemplo, esos afiches tan contundentes y consistentes del Partido Nacional "Por la positiva", uno de ellos hasta con la morfología de Uruguay, el triángulo escaleno que se va constituyendo con las palabras "Un país por la positiva". Y desde otra tienda, en este caso el Partido Socialista, del Frente Amplio, salen una serie de afiches en internet que dicen "Por la opositiva" y juegan nada menos que con el propio logotipo, ese signo que es el equivalente gráfico y que sintetiza esa actitud que busca la campaña hoy liderada por el presidenciable Lacalle Pou ya desde la interna y ahora con el acompañamiento de Larrañaga.

Estoy mirando uno de esos afiches del Partido Socialista en el que aparece una pareja de mujeres dándose un beso y con un cartelito chico a la derecha que dice "Matrimonio igualitario" y arriba bien grande "¿Nuevos derechos o nueva derecha?". Abajo "LP", el logotipo de Lacalle Pou, pero a la derecha –ahí viene el shock, el juego visual, verbal, ideológico–, en vez de esa imagen de "vamos por la positiva, para adelante", hay una X, y abajo dice "Adiviná quién no votó" y reitera ese circulito celeste, que ya no tiene eso que recuerda al símbolo de Nike sino una X. Eso es para mostrar cómo no solamente nos hablan, qué nos dicen los muros cuando nos hablan, sino que hasta pueden polemizar entre sí.

NB - Incluso el debate puede ser mucho más intenso y rígido en esos muros de las redes sociales que en los muros de la calle.

FA - Por supuesto, porque ahí tenés enseguida el comentario, esa especie de foro instantáneo que se arma, como uno puede ver en YouTube con videos polémicos, graciosos, audaces, que inmediatamente se arma una discusión muy caliente.

Entramos de lleno a los otros dos partidos y sus palabras e imágenes desde los muros.

NB - Quedaba pendiente hablar del Partido Colorado y el Partido Independiente.

FA - Justamente, la lista 10, que apoya la fórmula Bordaberry-Coutinho, tiene una serie de peculiaridades. La estoy observando ahora, estoy viendo algo muy extraño, lo llamaría "Pedro en las calles sin su petirrojo". Además casi parece un antifaz de Pedro. Voy a hablar del llanerosolitarismo de Pedro Bordaberry. ¿Te acordás del Llanero Solitario? Era un héroe que tenía dos cosas curiosas: el antifaz que ocultaba su identidad y el hecho de que tenía un acompañante, un indio, pero se suponía que era un héroe que siempre se separaba de la grey, de la comunidad, y terminaba perdiéndose en el horizonte.

En este gran afiche que está en un muro tridimensional, de ladrillo, la pared lateral de un edificio, arriba encontramos, en celeste con letras blancas, "Compromiso de cambio", que es el nombre del programa, que se jacta de ser el más pesado, el más voluminoso. Teníamos recién a Sanguinetti, el expresidente, diciendo que este candidato era el que tenía más competencia, más solidez, y hay una pequeña rencilla entre el Partido Nacional y Bordaberry, que está empezando a criticar a Lacalle Pou y cuestionando si tiene suficiente preparación. Por eso el programa interesa, se llama "Compromiso de cambio".

Lo muy curioso es que desapareció Coutinho y solo se ve la mirada de Bordaberry en el medio exacto, que es algo inquietante, extraño, y abajo se reitera lo que llamé en las internas un "signo huérfano", una identidad incompleta, porque aparece sobre fondo rojo "Presidente", pequeño, y muy grande "Pedro". Y chiquito abajo, sobre una franja celeste, en letra muy pequeña, que supongo que desde la calle no se debe divisar bien, "Bordaberry", el apellido. Primera curiosidad.

En el muro de Facebook sí tenemos la imagen del Batman electoral y su petirrojo Coutinho. Aparecen en una foto muy convencional, ambos de traje oscuro, supongo un blazer, camisa celeste, muy parecidos. Ahí sí el presidenciable, el líder, aparece convencionalmente, según el principio petirrojo –se lee de izquierda a derecha–, a la izquierda y los dos saludan con gestos simétricos, en el caso de Bordaberry con su brazo y su mano derecha.

NB - Te diría que la mano de Bordaberry está un poquitito más alta que la de Coutinho.

FA - Parece, sí, siguiendo ese principio que propuse hace años ya en este espacio, En Perspectiva, mostrando quién manda. Y este tema de lo que yo llamo el llanerosolitarismo en la gráfica aparece en el muro de Facebook: aparece varias veces "Presidente Pedro Bordaberry" y no aparece Coutinho. Si vas a las páginas de Facebook de Lacalle Pou o de Tabaré Vázquez, es muy persistente, muy constante la presencia de los dos nombres. En un caso esa criatura bicéfala Tabaré Sendic, que es muy curiosa, hasta en dos colores, alineada horizontalmente para sugerir más todavía un solo nombre, como una sola identidad, y en el caso de Lacalle Pou y Larrañaga uno encima, otro abajo, pero dejando bien claro que es un dúo, como esos afiches que dicen "Un equipo" muy grande.

Acá curiosamente aparece y desaparece. Hay otros carteles en el Facebook del Partido Colorado donde aparece de nuevo a la izquierda, más grande, más importante, más adelante, Bordaberry, y un poquito más atrás, mirándolo como quien mira a un líder, exactamente, una imagen que dice "Agenda martes 9 de setiembre", que habla de una serie de audiciones, de charlas de la fórmula. Es perfectamente una ilustración del principio petirrojo, el seguidor que mira como esperando las órdenes, como diciendo: "¿Y ahora adónde vamos, líder?". Me pareció interesante eso como algo diferente.

Y pasamos ahora sí al Partido Independiente. Ahí tenemos variaciones, varios sabores. Vamos a trabajar primero con muros de Facebook y terminamos con un muro de ciudad, un gran afiche externo.

El primero yo diría que es una imagen casi antropométrica del dúo Mieres-Ramos. Antropométrica es la imagen del pasaporte, de la cédula, una imagen básica. Es lo más diferente posible de uno de los afiches de Lacalle Pou-Larrañaga, justamente en el que aparece Lacalle Pou donde debe aparecer, a la izquierda, el que llamé emblemático, el afiche o el retrato de la realeza, como en Francia, donde se usan mucho esos retratos muy solemnes del presidente.

Este sería la antítesis, aquí aparecen "encamisados". Evita Perón se dirigió en un famosísimo discurso a sus "queridos descamisados". Se supone que hacía mucho calor en la plaza de Mayo y esperando, esperando, estos obreros, estos proletarios, estos campesinos que adoraban a la líder espiritual del pueblo argentino, a la esposa de Juan Domingo Perón, se sacaron la camisa, parece, así cuenta la historia. Lo interesante es que quedó la frase "mis queridos descamisados". Y lo dice, estuve repasando ese discurso famoso, dice varias veces "mis descamisados", "mis queridos". Quiere decir los pobres, los que no llevan ni saco ni corbata ni camisa.

Entonces yo propongo aquí que están "encamisados". No tienen campera como Sendic, no tienen saco como Tabaré, Bordaberry y el propio Coutinho, están de camisa, uno celeste, el otro a rayas. Y qué interesante, tienen esa disposición muy elemental, miran de frente, casi como para sacarse una foto de documento, y Ramos no solo está a la derecha –principio petirrojo mediante–, está atrás del líder.

NB - Como para que no queden dudas.

FA - Exacto. Eso se llama en semiótica un principio de redundancia, lo dice de dos maneras: estoy a la derecha y estoy un poco atrás. Primero te encontrás con Mieres, al mirar el afiche, y atrás de él el segundo, elimina toda duda. Este afiche es ligero de equipaje verbal, es casi una seña de identidad.

Y vamos a uno que es lo contrario. Estamos otra vez en internet, uno que está lleno de palabras. Hay una lucha casi desesperada de este partido por conquistar algo dificilísimo, que en Estados Unidos nunca sucedió, el tercer lugar, un espacio ideológico-partidario tercero. Partido Republicano, Partido Demócrata, el tercero nunca caminó. Y yo me atrevería a decir que en Uruguay tampoco. Porque hoy se puede decir perfectamente, no hay que ser muy imaginativo, que hay dos partidos, uno tradicional histórico y uno neotradicional de izquierda, como el propio Partido Independiente lo llama, le dice "la izquierda tradicional".

En esa lucha muy tenaz de decir "quiero mi lugar bajo el sol", este afiche tiene muchísima letra. Abajo hay un mar de banderas, seguramente del acto de lanzamiento en la interna del Partido Independiente. Y arriba a la derecha dice: "Marcá tu rebeldía". Ese "Marcá" está bastante enfático, el "tu" un poco menos y la "rebeldía" es una explosión tipográfica. Es el único que es imperativo, tiene mandamientos. Es un partido que está tratando de fundarse, no que empezó ayer, sino que busca ese lugar bajo el sol ideológico-partidario. Y abajo tiene todavía otro texto: "Si te cansan los políticos de siempre, de derecha y de izquierda, ahora tenés una mejor opción". Y abajo, por si fuera poco, además de reiterar la identidad, a la derecha, como una especie de última idea, dice: "Sabés lo que votás". Está lleno de gestos, como si quisiera tocar a ese paradestinatario, dice la semiótica. El paradestinatario es aquel que está indeciso, que dice "no me convencen ni la derecha ni la izquierda", y el prodestinatario es aquel que ya está convencido, el que está decidido a votar.

El final me pareció interesantísimo por otro eslogan. Si el anterior decía: "Marcá tu rebeldía", buscando una actitud, una figura bien típica de la izquierda, de protesta, contestataria, rebelate, no aceptes, no seas conformista, sacándose de encima esa acusación, esa sospecha que Tabaré Vázquez lanzó de que el Partido Independiente era la derecha. Esto es una especie de "no, somos lo contrario, somos la izquierda-izquierda" u "otra izquierda".

El eslogan que está en las calles, ya no en los muros de Facebook, dice: "Cambiá sin volver atrás". Así como habíamos visto el lunes pasado aquello de "el Uruguay no se detiene", el eslogan nuevo del Frente Amplio –que era una alusión a su opositor más obvio, Lacalle Pou-Larrañaga–, acá hay una doble negativa: cambiá, no vayas por la izquierda tradicional, y abajo hay una especie de hashtag que dice "la otra izquierda", en este afiche grande donde están las dos caras tradicionales ya descritas de Mieres y Ramos. Y dice "Cambiá sin volver atrás", o sea, dejá esta izquierda tradicional, pero no vayas a la matriz de esa izquierda tradicional. Doble negativa, no vayas tampoco al Partido Blanco o al Partido Colorado, que quedan equiparados.

Entonces, ¿importan los afiches en muros internéticos o de la ciudad tradicionales? Absolutamente sí, porque forman parte de esa suerte de interlocución constante que pretenden tener los partidos –el discurso político electoral– con la población. En este momento esa interlocución no ha llegado todavía a la margen televisiva, pero desde internet y desde las calles ya es como que le tocase el hombro y le dijera: "Mirá, pensalo, conversá con nosotros, manejá esto". Por eso creo que es fundamental haber comenzado por este elemento, que no es menor, no es insignificante, que es lo que nos dicen los muros, a quién se lo dicen y quién lo está diciendo, más allá de lo obvio que es la firma de cada uno de estos cuatro partidos.

***

Transcripción: María Lila Ltaif