Viaje a Finlandia

Canciller Luis Almagro: "Cuantas más veces juegue el presidente Mujica en temas de política exterior, más cosas resuelve"

El presidente José Mujica volvió de su viaje a Finlandia, en donde se reunió con empresarios y jerarcas, entre ellos de la empresa UPM. El principal objetivo era pactar la concreción de una nueva planta de celulosa en nuestro país. Por este motivo, En Perspectiva entrevistó al ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, quien formó parte de la comitiva. El canciller declaró que la misión "fue un éxito completo. Tanto que el comunicado de UPM excede las premisas que nos habíamos planteado al respecto". En cuanto al rol de Mujica en este tipo de negociaciones, Almagro sostuvo que "cuantas más veces uno pueda hacer jugar al presidente en temas de política exterior, más cosas resuelve y más rápido".

(emitido a las 8.51 hs.)

EMILIANO COTELO:
El presidente José Mujica retornó ayer de Finlandia, donde estuvo dos días. Según él mismo declaró antes de partir, esta misión tenía un objetivo concreto: que la empresa UPM confirmara la decisión de instalar una nueva planta de celulosa en Uruguay.

La apuesta era muy fuerte. Un presidente viajando a gestionar directamente una inversión con una multinacional de otro país. Y los resultados, aparentemente, fueron magros. En el mejor de los casos, el proyecto debería esperar varios años. ¿Cómo se entiende esta jugada de política exterior?

Vamos a averiguarlo con el canciller Luis Almagro, quien acompañó al primer mandatario en esta visita a Finlandia. Y aprovecharemos para conversar también sobre otros asuntos de la política exterior que están en debate.

Según declaró el propio presidente Mujica antes del viaje, el cometido era ese, traer la confirmación de UPM de una nueva planta de celulosa en Uruguay, la tercera. Incluso se hablaba ya de la localización, en el noreste del país. ¿Hay que concluir, entonces, que la misión no dio el resultado que se esperaba?

LUIS ALMAGRO:
Fue un éxito completo. Tanto que el comunicado de UPM excede las premisas que nos habíamos planteado al respecto.

EC - Tengo aquí el comunicado de UPM: "UPM considera el futuro desarrollo industrial del sector forestal en Uruguay como una buena oportunidad y recibe con interés la invitación a profundizar el diálogo con el Gobierno de Uruguay. El foco de las conversaciones en este momento es en las áreas de desarrollo requeridas para un mayor crecimiento industrial, en particular la infraestructura para la logística, las plantaciones forestales, así como la generación de conocimientos y capacidades en distintas áreas".

LA - Exactamente. Es un excelente primer paso. Primero, lo que quería trasmitir el presidente esencialmente era trabajar para que la instalación de esta tercera planta sea en Uruguay y hacer un aporte –que obviamente va a requerir acumulación, porque va a ser algo que prácticamente queda todo para el próximo Gobierno– trasmitiendo las seguridades, las garantías de una política de Estado en el área forestal para pelear un terreno en disputa que es dónde instalaría UPM una próxima planta una vez tomada una decisión al respecto.

El mensaje del presidente, con el hecho de entrevistarse con autoridades de la empresa y con las principales autoridades finlandesas, primer ministro y presidente, deja a Uruguay en una excelente posición. Y ese comunicado de UPM, así como las declaraciones que realizara el señor Jaakko Sarantola, son absolutamente positivos en ese sentido.

EC - Si nos remitimos a lo que dijo Sarantola, ahí aparecen los matices, porque dijo: "En estos momentos la construcción de una nueva planta de celulosa no está en la agenda de UPM". Y agregó que antes de que UPM se plantee la posibilidad de incrementar sus inversiones en Uruguay, "se deberían mejorar las infraestructuras para facilitar la logística, sobre todo la red de carreteras y las instalaciones portuarias".

LA - Le voy a leer una traducción mucho mejor que la suya, la acaba de mandar el embajador Pablo Sader.

EC - ¿Hay dos traducciones?

LA - Sí, porque el finlandés es un idioma un poco complicado y se ve que alguno le dio un giro en algún momento que no es el más adecuado. Pero sí, los comentarios de Sarantola están completamente alineados con el comunicado de UPM.

"Por supuesto, Uruguay, el progreso uruguayo, es una posibilidad positiva para nosotros. No hemos discutido nada concreto todavía". Luego dice: "El señor presidente de la República Oriental del Uruguay y la compañía UPM discutieron sobre la nueva planta de pasta de celulosa en Uruguay. El señor presidente de la República de Uruguay, que se encuentra en este momento en visita presidencial a Finlandia, quiere que se haga una tercera planta de celulosa finlandesa. UPM ha mostrado su interés prudente. El director de negocios de pasta de celulosa comenta que su compañía va a tomar en serio los deseos del señor presidente sobre la construcción de la nueva planta de celulosa. Y enfatiza que todavía falta un poco para concretar esto".

Y obviamente, falta un poco, todavía quedan por resolver muchísimas variables. Todos estos procesos de instalación de proyectos de megainversión son largos y se necesita una acumulación de políticas de Estado al respecto. Cosas que empieza uno las termina el otro. Por eso era muy importante que al más alto nivel oficial manifestáramos este interés, que este interés quedara registrado, que se manifestara el interés de la otra parte al respecto.

Y la otra parte va a tener que resolver variables inmobiliarias, económicas, comerciales, tributarias, etcétera. Y nosotros tendremos que resolver variables ambientales, productivas, de descentralización.

Estas son negociaciones que en todo proyecto de megainversión llevan su tiempo, llevan su par de años a veces y necesitan que todas las variables estén de acuerdo. Los temas de infraestructura, de capacitación de personal, todas estas son cosas en las que tenemos que trabajar en este tiempo para asegurar el camino.

Pero es muy importante que el próximo Gobierno de Uruguay –y ese era el mensaje del presidente–, alineado con una política de Estado de desarrollo forestal y desarrollo industrial forestal y de diversificación del desarrollo industrial forestal, reafirme y enganche ese interés que hoy ha recogido el presidente Mujica. Eso es lo que abre la posibilidad de hacer esta nueva planta en el Uruguay y de diversificar a otros rubros, como por ejemplo el biodísel, algo con lo cual UPM ya está experimentando en nuestro país.

EC - Me llama la atención lo siguiente. Hacía meses que se venía dando como un hecho esa tercera planta de celulosa, distintos voceros del Gobierno la habían manejado. Estaba la decisión, faltaba definir plazos, etcétera, pero se la daba como un hecho. ¿Por qué fue necesario que el presidente Mujica viajara? ¿Aparecieron nubarrones, aparecieron otros lugares posibles para instalar esa planta?

LA - Usted sabe y lo hemos hablado y lo acabo de decir. Son procesos acumulativos, se precisan decisiones de Gobierno permanentes que vayan sumando para que se puedan concretar estos resultados.

EC - ¿Ustedes vieron en el Gobierno que de algún modo estaba en riesgo aquella idea que ya se había manejado?

LA - Siempre, hasta que la empresa no haya comprado un terreno, hasta que no haya resuelto otros temas que vienen conjuntamente. Lo que manejé hoy, la empresa tiene que tener determinadas garantías, tiene que resolver en la negociación con el Gobierno esas variables inmobiliarias, económicas, comerciales, tributarias, de capacitación de personal, de infraestructura que son necesarias para que el proyecto de inversión sea rentable.

El Gobierno tiene que asegurarse, en ese mismo marco de variables, cubrir las necesidades que tiene que cubrir a la hora de aceptar un proyecto de megainversión que obviamente tiene su impacto en la economía. Y estos procesos nunca son de un día para el otro. Esto recién se termina el día que se firme el acuerdo entre UPM y el Gobierno, como recién terminó cuando se firmó el acuerdo entre Montes del Plata y el Gobierno.

EC - Entonces las expectativas eran más moderadas de lo que en principio se había entendido. Creo que en general se entendió que Mujica iba en busca de la confirmación absoluta.

LA - Pero no, ¿a firmar un contrato cuando no está negociada ninguna de estas variables? Era algo completamente improcedente. Solamente gente que no sabe nada puede expresarse en ese sentido. Es muy serio negociar un acuerdo de megainversión, no teníamos las variables completamente resueltas como para ir a firmar. Teníamos las primeras iniciativas, y esta reafirmación del interés finlandés es un paso importante, fundamental.

EC - ¿Y cómo tomaron por ejemplo esa observación a propósito de las deficiencias en materia de infraestructura que menciona UPM?

LA - UPM sabe las cosas que puede hacer el Gobierno de Uruguay, cómo las hace, la seriedad con que cumple la ley, los contratos y la palabra empeñada inclusive. Y cómo siempre se resuelven las cosas en el Uruguay, porque se han resuelto antes, y UPM lo sabe probablemente mejor que ninguna otra compañía. Entonces, abrir el campo para trabajar con UPM a Uruguay le da muchas garantías porque ha sido siempre una discusión, un trabajo serio de negociación. Y a UPM se le abren las más amplias garantías también porque el Gobierno de Uruguay siempre ha respondido con todas esas variables de seguridad y estabilidad económica, jurídica y social.

EC - ¿Estamos hablando de una planta de celulosa o de una planta de celulosa y fabricación de papel también?

LA - La celulosa no se agota ahí mismo. Esta es una de las variables que tienen que estar sobre la mesa. Pero cualquier adelanto en estos sentidos es absolutamente contraproducente. Por eso a veces uno queda embretado entre si está o no está, por un lado y por el otro, porque las variables de trabajo en estos asuntos tienen efectos incluso bursátiles. Una nueva planta de celulosa tiene un efecto bursátil sobre el precio de la celulosa. Entonces son cosas que hay que manejar con muchísimo cuidado, con mucha más seriedad de la que mostraron algunos artículos que salieron sobre la base de esa mala traducción.

Ese es el punto de inflexión donde se hace que los trabajos puedan ser llevados de una manera sobre la base de procesos de acumulación, sumando puntos, generando los mejores resultados, asegurando las mejores condiciones para que se instale esa planta. Uruguay dio el primer paso sobre esa eventual nueva planta de celulosa de UPM en el continente. Ahora bien, esto continuará.

EC - Teniendo en cuenta que continuará en el próximo Gobierno y que hay elecciones ahora, ¿qué tipo de intercambio con la oposición se está teniendo a propósito de esta línea de acción?

LA - Es un tema que hemos hablado mucho, incluso lo hemos tenido que hablar con la oposición por temas y variables de políticas exterior, como es de conocimiento, y lo hemos tenido que hablar con la oposición en todas estas dinámicas que obviamente tienen la instalación de procesos de megainversión. El presidente Mujica manifestó ayer que tiene interés en hablar con la oposición para informarle los resultados de esta visita y que lo contextualicen de la manera correcta, adecuada y en función de los trabajos futuros, que van a tener que tener una linealidad con este.

EC - En las declaraciones que hizo el presidente Mujica antes de salir también habló de otra empresa. Iba a convencer o tratar de convencer a empresarios finlandeses para que invirtieran en el rescate de Urupanel, la fábrica de tableros de madera instalada en Tacuarembó que cerró el mes pasado cuando entró en concurso de acreedores. ¿Qué novedades hubo en cuanto a ese otro proyecto?

LA - También, mantuvimos reuniones con potenciales interesados, inversores. Necesitan un poco más de información. Hay un estudio jurídico importante de Uruguay que está representando a Urupanel. Hemos puesto en contacto a las partes, están elaborando documentos que no dejan margen de dudas respecto a la situación económica o financiera o el potencial comercial de Urupanel. Creo que ese trabajo también está bien encaminado.

EC - ¿Cuántos son los inversores eventualmente interesados en Urupanel?

LA - Hemos hablado con dos hasta ahora. Y los potenciales son importantes, creo que algunos tienen un poco más decidido respecto a otros en cuanto a que recibida determinada documentación y recibidas determinadas seguridades de los actuales dueños de Urupanel eso se pueda implementar adecuadamente.

EC - ¿Entonces ustedes confían en que puede haber una solución? ¿En qué plazo?

LA - Confiamos en que puede haber una solución. No depende del Gobierno exactamente. Depende de una empresa que tiene su contabilidad y sus temas económicos y financieros que informar al posible inversor, que en función de eso tomará las decisiones. Nosotros hemos engrasado mucho las poleas de trasmisión para que eso vaya lo más fluido y rápido posible.

EC - ¿Las gestiones se han hecho hasta ahora solo con empresas finlandesas?

LA - No, pero sí es allí donde aparece de manera más persistente el interés.

***

EC - Quizás el viaje esta semana de la comitiva encabezada por el presidente José Mujica a Finlandia nos permita entrar en una de las discusiones que aparecen en la campaña electoral. En el Partido Nacional (PN) e incluso en el Partido Colorado (PC) se cuestiona el exceso de lo que podríamos denominar "diplomacia presidencial". ¿Cuál es el límite? ¿Cuándo es el presidente de la República el que tiene que jugar y, como en este caso, tan fuerte, ir él mismo a golpear la puerta de la casa matriz de una multinacional en busca de una inversión?

LA - El límite es el cielo. Cuantas más veces uno pueda hacer jugar al presidente, y especialmente al presidente Mujica, en temas de política exterior, más cosas resuelve y más rápido. Para mí verdaderamente es distinto que vaya yo solo a Finlandia a decir "reitero el interés de Uruguay en que ustedes se instalen en nuestro país" que que lo diga el presidente, y con la dimensión que tiene la trasmisión de ideas por el presidente. Es un apoyo que hace una gran diferencia en cuanto a los resultados de gestiones, en toda ocasión que lo podamos hacer y cuando nos estamos jugando cosas serias. Acá estamos jugándonos la radicación en nuestro país de un proyecto de megainversión, el tercero en la historia del Uruguay. Entonces no es algo que podamos dejar librado al azar.

EC - Pero hay otros casos. Por ejemplo la relación Uruguay-Argentina, que ha estado tan complicada últimamente. Con respecto a este vínculo en particular, el doctor Luis Lacalle Pou, candidato a presidente por el PN, propone dos cambios importantes, según dijo este miércoles en el ciclo Presidenciables 2014 de El Espectador y Deoloitte. El primero de ellos, y como parte de una medida general, es "bajar un estadio las relaciones diplomáticas".

(Audio Luis Lacalle Pou.)

"Los presidentes mandatan, no negocian. Y menos sucede que las relaciones entre dos naciones estén vinculadas o determinadas por la buena o la mala onda de los presidentes. No puede ser que un micrófono prendido en un mal momento haga que dos países compliquen sus relaciones. O que un compromiso eventual de un presidente para con otro presidente termine perjudicando algunas actividades de índole comercial en nuestro país."

(Fin.)

EC - ¿Qué responde usted?

LA - Primero, un paraguas amplio. En estos cuatro años de gestión y tomando en cuenta todos los períodos quinquenales anteriores hasta el Gobierno del presidente Lacalle, nosotros hemos exportado más que nunca bienes y servicios a la Argentina, hemos recibido más turistas argentinos que nunca antes en la historia, y hemos recibido más inversiones argentinas que nunca antes en la historia. Eso le da un paraguas muy positivo a la relación, porque son resultados que definitivamente diversifican la economía y significan distribución y redistribución de ingresos para el Uruguay.

EC - También es cierto que la relación ha estado pautada por todo tipo de cortocircuitos, problemas, bloqueos de Argentina a proyectos importantes que en Uruguay se quieren llevar adelante.

LA - En este caso hubo gente que quiso ir relatando las negociaciones como si fuera un partido de fútbol, pero cuando hacemos el gol no lo grita, se queda en el comentario anterior. Por ejemplo ahora que estamos empezando a dragar el río Uruguay, ¿alguien gritó el gol? No vi. Cuando equiparamos los peajes del Martín García con el Mitre, ¿alguien gritó el gol? Tampoco lo vi. Cuando acordamos el mantenimiento del canal Martín García entre los dos países ahorrando 6, 8 millones de dólares para el Uruguay, ¿alguien lo gritó? Nadie lo gritó. ¿Que estamos negociando cosas todavía, que tenemos que resolver cosas todavía? Sí, es cierto, pero además, uno de los temas fundamentales es que Uruguay continúa su camino de desarrollo.

Uruguay no se detiene ante estas variables cuando tiene que seguir desarrollando proyectos en la costa del río Uruguay, sea el aumento de producción de UPM o la instalación de Difalor. Uruguay sigue adelante. Como cuando sigue desarrollando infraestructura en Nueva Palmira. Uruguay sigue adelante. Entonces todo esto tiene que tener un paraguas de otra cosa.

Y eso también tiene mucho de la impronta presidencial. Obviamente, los presidentes dan impulso político, dan el impulso procesal a estas cuestiones. Después cuando hay que negociar un tema de dragado o de puerto se sienta la Cancillería con Alberto Díaz, el presidente de la Administración Nacional de Puertos; se sienta Gastón Silberman con Hernán Darío Orduna en la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay); se sientan Gonzalo Álvarez o Gustavo Koncke –Bustillo antes– con los representantes argentinos ante la CARP (Comisión Administradora del Río de la Plata). Ahí es donde se termina de instrumentar y de implementar, porque existe una institucionalidad muy fuerte de los dos países, tanto para los temas comerciales como para los temas del río Uruguay, como para los temas del Frente Marítimo, como para los temas del Río de la Plata. Eso es institucionalidad que está en curso y donde se resuelven las cosas.

EC - Por ejemplo, el doctor Lacalle Pou proponía además fortalecer la embajada en Buenos Aires y las delegaciones en la CARU y en la CARP, que sean embajadores de dedicación exclusiva para esa tarea, "porque allí está gran parte de nuestra vida, un tema que hace a la infraestructura". Y agregaba: "No puede ser que nos enteremos de que Argentina abandona el canal del Indio cuando está a punto de hacerlo, cuando en realidad en 2007, 2008 nosotros ya poseíamos información del Centro de Navegación de que se venía trabajando en ese sentido".

LA - Primero, un error grave, porque Argentina todavía no abandonó el canal del Indio. Segundo, desde abril estamos con el tema en la CARP. Tercero, estos planteos de Uruguay respecto al canal del Indio son desde el año 2011. Falta información cuando se dicen estas cosas, faltan conocimientos concretos sobre el manejo de las negociaciones. Lo cual probablemente no sea su culpa, pero el Herrerismo supo tener a alguien en la CARP y lo perdió por su cuenta. El PN tiene alguien en la CARU pero le falta el conocimiento de cómo se aprueba en la CARU el dragado del río Uruguay. Creo que falta conocimiento en demasía como para hacer afirmaciones que están completamente erradas.

EC - Pero ¿puede ser conveniente fortalecer la embajada en Buenos Aires? ¿Tendríamos que tener más recursos humanos y técnicos allí? ¿Puede ser conveniente darle otra jerarquía a las delegaciones en la CARU y la CARP?

LA - No, más jerarquía de la que tienen las delegaciones… Por ejemplo, él dice presidentes o delegaciones full time. Y es así, pero lamentablemente a veces es la oposición la que pone gente que no tiene dedicación full time.

EC - ¿Cómo es eso? ¿A qué se refiere?

LA - Por ejemplo, la oposición puso a Luis Anastasía en la CARP, y Luis Anastasía tenía que marcar reloj en el Ministerio de Medio Ambiente. Nosotros estábamos muy contentos con el trabajo de Anastasía, no le impedía, al contrario, le enriquecía el trabajo. Y el propio delegado del Herrerismo tenía su estudio jurídico y no sé si un cargo en el Codicen. Entonces en realidad la dedicación total la hemos puesto la gente que está hoy trabajando, como Gastón Silberman.

Pero además cuando se precisa una inmediatez absoluta y conocimientos más transversales que surjan de una dedicación pura y sana a eso, tiene que ser un trabajo interinstitucional muy fuerte. Y los resultados que han tenido la CARU y la CARP en este tiempo han sido mucho mejores que los de los últimos 40 años de historia, esa es la realidad. Si hablamos del dragado del río Uruguay, algo que nunca se pensó en la CARU que se podía sacar. Si hablamos de lo que estamos haciendo manteniendo juntos el canal y equiparando los peajes, son resultados que fueron durante 20 años esquivos. O sea que esos resultados hacen a un mérito profesional de los que han trabajado ahí. Entonces, de nuevo, falta conocimiento.

EC - Otro tema que está en la campaña electoral: todos los candidatos, en mayor o menor medida, han apoyado en estos días la eventual integración de Uruguay al Acuerdo Transpacífico. Ese acuerdo que pasa por arriba del océano Pacífico y busca unir países de América y de Asia.

LA - Sí, todos los candidatos de la oposición habían leído un diario ese día y fueron con eso. Es increíble, una falta de profesionalidad que uno a veces queda perplejo.

EC - ¿Cómo analiza este debate y la posibilidad de la participación de nuestro país en ese acuerdo?

LA - Primero, falta de profesionalidad de la oposición, porque, obviamente, hablaron sin poner ninguna cifra ahí, porque la realidad de la inserción comercial internacional del Uruguay demuestra que Uruguay exportó cada vez más productos, a cada vez más mercados, a cada vez mejores precios, diversificó economía, diversificó mercados y diversificó producción. Todo eso con un panorama de inserción internacional como el país no reconoce, año tras año batiendo récords de exportaciones y de atracción de inversiones. Entonces no manejaron ninguna cifra, lo cual en materia de comercio exterior es algo muy serio, porque demuestra falta de profesionalidad a la hora de encarar el tema.

En el Acuerdo Transpacífico lo que ya sabíamos, porque Uruguay planteó este tema en la reunión del TIFA: ¿esto está abierto para Uruguay ahora? Simplemente para chequear la información.

EC - Usted alude al TIFA porque Estados Unidos está muy involucrado en este proyecto del Acuerdo Transpacífico.

LA - Claro, es el motor que le da impulso a este Acuerdo Transpacífico. Y Estados Unidos nos contesta lo mismo que contestó la presidenta Bachelet el otro día. A la oposición le habría venido bien escuchar la conferencia de prensa de la presidenta Bachelet para darse cuenta ya ahí de que estaba errada.

Estos países que vienen negociando el Acuerdo Transpacífico tienen que terminar su negociación. Una vez que terminen su negociación eventualmente invitarán a otros, que pueden ser o no del Pacífico, pero en principio esto estuvo abierto nada más que a países del Pacífico. Hay distintas señales de optimismo en cuanto a la marcha de la negociación. La presidenta Bachelet dijo que la negociación iba muy lenta en varios campos, Estados Unidos reconoce que va lenta en varios campos pero espera darle un impulso en este tiempo. En el momento no hay una invitación a Uruguay sobre la mesa para ingresar a eso.

Entonces, decir que Uruguay debería ingresar al Transpacífico cuando todavía no lo han invitado, cuando ni siquiera se cerró la negociación del Acuerdo Transpacífico, es verdaderamente otro despropósito, otro error grave, que verdaderamente demostró que la seriedad con que se encaran estos temas estuvo solamente del lado del presidente Vázquez. Y le sobró tiempo además, dijo "los próximos dos minutos utilícenlos para la reflexión", lo cual demostraba que venía sobrado en esa carrera ante la abundancia de errores de la oposición en esos temas.

EC - Pero en principio, ¿cuál es el análisis que hace el Gobierno? ¿Es una posibilidad interesante de explorar?

LA - Podemos hacer análisis técnicos hoy todos los que ustedes quieran y ver las conveniencias o no conveniencias, y podemos dejar material abundante para el próximo Gobierno para que estudie el tema en profundidad o como lo quiera estudiar. Eso es cuanto podemos hacer. Estas negociaciones no se van a cerrar antes del 1.° de marzo del 2015, entonces, por ahora vamos simplemente a seguir eso, y si mañana se cierran las negociaciones, estar listos para analizar eso objetivamente, en función de datos comerciales. Pero trabajando profesionalmente, no tirando cachetazos a lo bobo.

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EC - Desde hace meses su nombre es uno de los candidatos para ocupar el cargo de secretario general de la OEA cuando termine el mandado del actual secretario, José Miguel Insulza. ¿Por qué se está planteando el Gobierno, por qué usted mismo se plantea la posibilidad de ocupar ese puesto?

LA - No me lo planteo yo mismo. [Se ríe.] Uno nunca se puede autopostular para cosas, eso generalmente sale mal. Pero sí cuando uno recoge iniciativas de varios países que están vinculadas al nombre de uno y cuando el propio presidente dice cosas, como algo que apareció hoy en un editorial: "La OEA merece nuestra máxima atención, necesita de gente que pueda unir, sumar, vale la pena el desafío, hay que ponerle el hombro y construir una OEA al servicio de los pueblos. Fijate que es el único foro donde podemos hablar de igual a igual entre todos y con el norte". Ese es el tema, fortalecer.

EC - ¿Quién dijo eso?

LA - El presidente Mujica. Ese es el tema, fortalecer el diálogo hemisférico, llevarlo a una nueva dimensión sobre la base de los cuatro pilares que acaban de aprobarse bajo la presidencia del grupo de negociación que desarrolló de manera muy eficiente el embajador de México, Emilio Rabasa, y en la cual vamos a abordar los temas de democracia, derechos humanos, seguridad multidimensional y desarrollo integral. En todos estos temas nosotros queremos, podemos sumar a la articulación y somos gente de principios a la hora de desarrollar estos asuntos. Entonces creo que los países pueden estar seguros del compromiso de Uruguay en cuanto a llevar adelante estos lineamientos fundamentales que también hacen a nuestra esencia de política exterior.

EC - ¿Cómo pesa la imagen que tradicionalmente ha tenido la OEA, que ha sido tan cuestionada por algunos países por su dependencia o supuesta dependencia de Estados Unidos?

LA - Podemos hablar de determinadas variables en esa dependencia de la OEA de Estados Unidos. A la OEA le costó salir de la lógica de guerra fría. La prueba está en que Cuba sigue afuera, por ejemplo, lo cual demuestra que muchas de las variables de guerra fría todavía habitan en el seno de la OEA.

Pero no se había dado hasta ahora, hasta este trabajo del embajador Emilio Rabasa con todos los países, una nueva visión estratégica, qué era lo que tenía que hacer a la interna del continente y cómo lo podía hacer de una mejor manera. Y ese es un punto de inflexión.

Por eso hemos basado nuestro plan de trabajo, que va a tener que ser desarrollado por los países, en estos pilares, que son sustanciales y que hemos trabajado en el formato de la política exterior del Uruguay, proyectándola al mundo.

La OEA también tiene otra dependencia con Estados Unidos que no va a ser tan fácil de resolver.

EC - ¿Cuál es?

LA - Presupuestal. Estados Unidos pone el 60% del presupuesto de la OEA.

EC - Ahí está una de las claves, entonces.

LA - Pero Estados Unidos se queja mucho –y a veces debo reconocer que lo atiende la razón– de que todos los países se juntan ahí en la OEA, un organismo que financia Estados Unidos, para criticar a Estados Unidos. Esa lógica a Estados Unidos no le resulta la más conveniente.

Entonces hay muchas de estas variables que podemos trabajar en el futuro, pero esta va a ser una de las más difíciles, porque implica que los países metan la mano en el bolsillo para resolver esa dependencia. O si no, tenemos que trabajar esa dependencia con criterios profesionales para que signifique también un fortalecimiento de las prioridades que nos vamos trazando como países en desarrollo. Creo que se pueden hacer las dos cosas a la vez. Y creo que Uruguay es importante en ese sentido.

EC - ¿Qué tipo de apoyos ha recogido hasta ahora? Fueron saliendo noticias de Gobiernos que se sumaban a su candidatura. ¿Cómo viene hasta ahora la campaña?

LA - Venimos muy bien. A veces tenemos la tentación de que se vote hoy, pero esto va a ser un proceso, hasta noviembre se pueden presentar nuevos candidatos y después se votará en febrero o marzo. Como toda campaña electoral –y algunos lo están experimentando en carne propia en este tiempo–, es una carrera de resistencia y no de velocidad. No se trata de salir primero, sino de llegar primero. Pero lo importante es lo que tenemos para decir y acumular fuerza. Creo que podemos acumular fuerzas con Eduardo Stein, el candidato de Guatemala, y con Diego García-Sayán para que todas estas candidaturas confluyan en una OEA más fuerte y que la podamos trabajar juntos.

EC - ¿Argentina apoya su nombre?

LA - Sí, el canciller Timerman me llamó hace más de una semana para decir que Argentina apoya la candidatura de Luis Almagro.

EC - Ese es un dato interesante, porque no estaba tan claro.

LA - Sí. Siempre lo tuve por claro y por obvio. Hace a lo mejor de la relación entre Uruguay y Argentina.

EC - ¿Cuáles son los otros países que apoyan su nombre?

LA - No voy a decirlo, los nombres y los apoyos se van diciendo a medida que a los países les conviene hacerlos públicos.

EC - ¿Se conocerán por filtraciones, entonces?

LA - No, cuando a un país le interesa hacerlo público, me avisa que lo haga público o simplemente lo hace público él. Pero son apoyos muy importantes y verdaderamente, un reconocimiento al trabajo conjunto que hemos hecho en este tiempo y lo que significa la imagen de Uruguay en el exterior.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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