Elecciones

José Mujica: "Toda la fuerza política y el devenir del pueblo uruguayo han contribuido al balance positivo de esta gestión"

José Mujica. Archivo
José Mujica Archivo

Queda una semana de campaña electoral, campaña en la cual el presidente José Mujica ha intervenido activamente. La oposición lo ha acusado de violar la Constitución, pero el primer mandatario niega que esto sea así. En la recta final, y a poco de terminar su mandato, En Perspectiva dialogó con el presidente para hacer un balance de su gestión, hablar de su rol en la campaña y su futuro político. Con respecto a esto último, manifestó: "mientras el cuerpo y la cabeza me respondan, sería un error adoptar la vida de un jubilado".

(emitido a las 8.32 hs.)

EMILIANO COTELO:
Estamos a diez días de las elecciones más reñidas de las últimas dos décadas. La única certeza es que, gane quien gane, el escenario político de marzo de 2015 será muy complejo.

Y en gran medida el resultado depende de cómo la ciudadanía evalúe los avances, los retrocesos y los debes de los últimos gobiernos, en particular los dos del Frente Amplio (FA) y en especial del gobierno actual, que está transitando sus últimos meses de gestión.

Por eso hoy, cuando quedan siete días de campaña, vamos a entrevistar al presidente de la República, José Mujica.

¿Dónde lo encontramos a esta hora?

JOSÉ MUJICA:
En nuestra casa. Mirando un poco el cielo.

EC - ¿Ya se informó? ¿Cómo es su rutina en estos días de campaña? ¿A qué hora arranca?

JM - Aproximadamente a las 6 de la mañana empiezo a tomar unos mates.

EC - Usted ha sido un protagonista fuerte de la campaña. Ayer mismo, con sus declaraciones a La República, cuando dijo: "Tengo el íntimo convencimiento de que el Frente Amplio ganará las elecciones, y no solo eso, sino que además obtendrá la mayoría parlamentaria". O hace pocos días, con la forma durísima que eligió para responderles a dirigentes del Partido Nacional (PN) que se oponían a la llegada de presos de Guantánamo; llegó a calificarlos de "almas podridas". ¿Por qué realiza esas declaraciones, que la oposición considera lisa y llanamente como una violación de la Constitución?

JM - La Constitución al parecer sirve para un barrido o para un fregado. La oposición puede opinar sobre todo lo que le parezca, pero no creo que la Constitución diga en ninguna parte que no se tiene el derecho a opinar. Yo no he ido a ningún acto de carácter político partidario, absolutamente. No participo en nada de eso. Ahora, de ahí a que tenga que estar mudo… no creo que la Constitución diga eso.

EC - La Constitución dice: "El Presidente de la República y los miembros de la Corte Electoral no podrán formar parte de comisiones o clubes políticos, ni actuar en los organismos directivos de los Partidos, ni intervenir en ninguna forma en la propaganda política de carácter electoral".

JM - Me parece bien. En eso hemos estado. Nadie va a decir que he tenido una reunión de carácter partidario en ninguna fuerza política, absolutamente. Se lo puedo garantizar. Y no solo garantizar, fui explícito, en un momento hace años dije: "Adiós a la barra". Y en eso estoy, soy fiel a la Constitución. Ahora, que no se pueda opinar… me parece que nos vamos un poco más para allá.

EC - Una parte de la polémica viene por sus declaraciones. Otra viene por la propaganda del Espacio 609, que, es cierto, no incluye imágenes reales suyas, pero sí figuras animadas que notoriamente lo representan a usted, incluso a la perra Manuela. La que lo representa a usted es un hombre sentado en un banco, del cual no se ve la cara porque tiene por delante un diario que está leyendo, pero está vestido como usted, con sandalias, con los pantalones arremangados, y además cuando habla, recuerda inmediatamente al presidente Mujica, aunque está claro que es la voz de un imitador. ¿Qué dice a propósito de ese recurso? ¿No está en el filo de la violación de la Constitución?

JM - Se puede interpretar así, concedo. Pero no tengo para nada participación directa. Y en definitiva, todo eso tiene antecedentes en la historia de la política uruguaya.

EC - Dice que no tiene participación directa, pero del otro lado le contestan, por ejemplo hoy en una nota que publica el diario El País: "El presidente puede desautorizar esas alusiones o ese uso de su imagen".

JM - Al presidente cuando estuvo en campaña electoral, antiguos presidentes le dijeron abiertamente que tenía responsabilidad en el caso Feldman, por ejemplo. Y nadie salió a desmentir ni a decir nada, hasta el día de hoy.

EC - Se refiere a esa discusión que se dio hace cinco años.

JM - Me refiero a que en general la paja se ve en el ojo ajeno. Creo que se ha visto mucho más en la historia de la política uruguaya, lo que pasa es que nos olvidamos.

EC - Está aludiendo a un debate que ocurrió hace cinco años, en plena campaña.

JM - Claro, me tiraron con todo el paquete, lo peor que me podían haber tirado.

EC - ¿Y por qué lo evoca ahora a propósito de lo que le estoy preguntando?

JM - Para ver adónde llegan las campañas electorales. Tendría que utilizar la imagen de un dicho campero: el muerto se asusta del degollado.

EC - Todo esto viene porque usted figura en primer lugar en la lista del Espacio 609 al Senado. Y no solo es candidato al Parlamento, sino que ha anunciado que por lo menos va a ocupar esa banca durante los primeros dos años. En ese momento, si mis cuentas no están mal, usted tendrá 81, 82 años…

JM - Sí.

EC - ¿Por qué decidió seguir tan involucrado en la política?

JM - Primero, que desde los 14 años soy militante. Y mientras el cuerpo y la cabeza me respondan, sería un error biológico no atender mis mandatos interiores y adoptar la vida de un jubilado. Me resulta francamente inconcebible. Desde luego, reconozco que tendré que andar al tranco que pueda.

Pero además, pertenezco obviamente al Frente, que, como la palabra lo expresa, es una conjunción de fuerzas, abundan los librepensadores y los problemas de alinearse atrás de una decisión eventualmente global a veces cuesta mucho. Hay que dialogar, hay que negociar, hay que convencer. Y me veo que en esa tarea puedo ayudar, y creo que sería una tarea útil, porque un país puede tener un gobierno bueno, puede tener un gobierno malo, pero lo peor que le puede pasar a un gobierno es quedar trabado sin poder tomar decisiones por contradicciones que se le puedan presentar. Entonces esta es la obligación que tengo.

EC - O sea que usted se ve a sí mismo jugando un papel en la búsqueda de acuerdos dentro del FA. No es eso lo que se había entendido en sus primeras declaraciones, cuando habló de que en el próximo período de gobierno no habría mayorías parlamentarias, el escenario sería complicado, etcétera.

JM - El problema es el siguiente. Hasta la Constitución tácitamente, al otorgar la presidencia del Senado al vicepresidente, le coloca al Poder Ejecutivo una vía natural de decisión y eventualmente de negociación con las fuerzas no partidarias directamente. Pienso que ese es el terreno que en el Uruguay siempre han cumplido los vicepresidentes. No veo por qué tenga que cambiar.

Otra cosa es a la interna de la coalición. La cosa es un poquito más complicada. Me veo un poco en esa tarea.

EC - Lo que usted imagina es que cada voto de los parlamentarios del FA va a ser fundamental, esencial, por esas mayorías ajustadas o por cómo quede distribuido el espectro de bancas.

JM - Sí. Al fin y al cabo, alguna experiencia hemos acumulado en estos años.

EC - En especial en este período de gobierno, en el que usted ha sido presidente.

JM - Claro, nosotros estuvimos con una mayoría muy ajustada. Y eso a veces crea algunos problemas, porque, naturalmente, en una fuerza donde hay mucho librepensador, punto de vista, la inercia atrás de una decisión no es sencillo. Y más de una vez el Parlamento, o la mayoría parlamentaria interna, tomó la delantera y sacó algunas decisiones.

EC - Puede pasar algo más complejo todavía…

JM - Claro.

EC - Puede pasar: que Tabaré Vázquez termine siendo presidente de la República pero no tenga mayoría parlamentaria propia; o puede pasar que directamente pierda, que el presidente sea Luis Lacalle Pou. ¿En esos otros escenarios cómo se ve a sí mismo?

JM - Estoy convencido del primer escenario. Pero los otros escenarios, si se presentan, ya veremos el día lunes. Ahí me tendré que ubicar. Por ahora no llega mi perspectiva a tanto.

EC - Si el FA no continúa en el gobierno, ¿usted igual va a ser senador?

JM - Sí, sin duda. En ese caso probablemente mucho más.

EC - ¿Por qué "mucho más"?

JM - Y porque sería un escenario de reconstrucción.

EC - De reconstrucción… ¿de qué?

JM - De la fuerza política.

EC - Para el FA ese escenario es crítico, puede haber consecuencias duras a la interna de darse una derrota. ¿A eso está aludiendo?

JM - El tamaño del árbol se ve en el suelo. Son momentos en que un militante convencido debe militar mucho más. No son puntos de vista, razonamientos ni prevenciones, me estoy pintando a mí mismo. Nunca dije que no en las más difíciles. Aquello de "conócete a ti mismo". Si las cosas andan muy bien, seguramente dormiré la siesta bastante abajo de un árbol. Si las cosas andan mal, y bueno, estaré ahí.

EC - Su período de gobierno todavía no terminó, le quedan más de cuatro meses. Sin embargo, las elecciones del domingo 26 son, de algún modo, un plebiscito sobre su gestión. ¿Con qué balance llega a esa instancia?

JM - Llego con un balance humano de que hemos hecho algunas cosas, hemos contribuido. No queremos tener la petulancia de decir que lo hemos hecho nosotros, lo ha hecho la fuerza política y fundamentalmente el devenir del pueblo uruguayo.

¿A qué me refiero? Seguir bajando la pobreza, la indigencia, lamentablemente no pudimos terminar. Sobre todo hay un margen de gente que matemáticamente salió de la pobreza pero está todavía en una situación frágil, una coyuntura muy negativa la podría golpear de vuelta. Creo que hay que seguir trabajando en ese sentido. Porque una cosa es la pobreza desde el punto de vista matemático, como la medimos, y otra cosa es cuando tiene raíces un poco intelectuales, ha generado raíces intelectuales. Creo que hay que seguir trabajando en eso, fuerte.

EC - ¿Qué más anota en el haber de su gestión?

JM - Una buena apertura desde el punto de vista internacional. Sin hacer ruido, mucha inserción. Apertura de nuevos mercados, por aquí, por allá, de a uno. Creo que eso ha contribuido a mejorar el perfil del Uruguay, que tenía una enorme dependencia de la región. No quiere decir que la región no sea importante, sigue siéndolo, pero está mucho más diversificada la presencia del Uruguay por el mundo. Hay una línea trazada que pienso que se va a continuar, no va a estar en cuestión si el Uruguay mantiene un poco de visión inteligente. Somos muy pequeños y tenemos que ser muy sabios en el manejo de una interdependencia, que en el fondo nos aumenta el grado de independencia.

EC - Sigamos analizando, viendo cómo evalúa usted lo hecho a lo largo de estos cuatro años y pico.

JM - En algunos temas, como el muy criticado de la enseñanza, hemos logrado un buen avance de la UTU, aunque estamos lejos de lo que pretendíamos. Sobre todo se ha logrado llamar la atención y volcar esfuerzos hacia el ámbito educativo en el interior del país. Primero con la descentralización de la Universidad, que ha sido notoria, y con la aparición de la UTEC, que si bien es un esfuerzo que está naciendo, en los hechos actúa como un elemento indicador, que le está señalando al Uruguay que tenemos que apuntar a la enseñanza tecnológica particularmente en el interior.

Porque soy de los que piensan que el Uruguay será un país desarrollado en la medida en que pueda elevar enormemente la calidad tecnológica del interior, que es nuestro principal escenario, no el único, pero sí el principal desde el punto de vista de la economía. No acompaño la idea de que industrializar es necesariamente llenar un país de chimeneas. Industrializar es un concepto de carácter económico, es generar más valor en menos tiempo. Para sintetizar, Nueva Zelanda, que es un país cuya presencia internacional en el comercio está pautada en parte por la misma gama de productos que produce el Uruguay, es comparativamente un país industrializado, porque por cada jornada de trabajo, cada esfuerzo, genera más valor que el Uruguay. Entonces la industrialización del interior, que es clave y que está empezada, discontinuamente, en algunos sectores más presente, en otros menos presente, debe acentuarse con un aumento de la capacidad tecnológica de toda la fuerza de trabajo.

Eso tiene que ver con un nivel primario de adiestramiento y con un nivel de enseñanza terciaria necesario. Pero durante muchos años, por la conformación del país, no por maldad, sino por el efecto de la capital y como consecuencia de la macrocefalia que fue construyendo la adaptación ganadera al mercado mundial, en los hechos al interior del Uruguay le han estado pasando la espumadera, sacándole la inteligencia. La clase media con posibilidades de educar a sus hijos los mandaba a Montevideo y en general los terminaba perdiendo para el escenario rural, en gran medida. Eso se tiene que revertir y está en proceso. La Universidad de la República ha entendido esto como nadie.

Y la UTU se ha expandido, ha sido sensible a esa señal que nos dan las colas cada vez que hay una inscripción, cuando se inicia un curso, de nueva gente. Ha aumentado la matrícula en más de 30.000 muchachos, y no aumentó más por limitaciones materiales. Es como si el pueblo uruguayo sordamente, desde abajo, nos estuviera dando una señal que me parece que hay que recoger. En eso hemos logrado avanzar mucho. Pero no por el camino que nosotros hubiéramos deseado.

EC - En el rubro educación usted destaca esos avances, pero al mismo tiempo admite que faltó en otros.

JM - Sí, señor.

EC - La reforma de la educación que está pendiente debió o pudo haber avanzado más en este período de gobierno y eso no se dio. Y ahora eso se convierte en uno de los principales temas de la campaña electoral. ¿Qué pasó? ¿Usted tiene un análisis de qué fue lo que ocurrió? Por ejemplo, ¿falló la gente que usted eligió para el Codicen y los consejos desconcentrados, por lo menos en el inicio de su gobierno? ¿Faltó un programa de cambios que fuera la hoja de ruta de esos consejeros?

JM - No, la verdad es que no lo pudimos impulsar. Existían contradicciones importantes, a varios niveles. Desde el punto de vista práctico, no tuvimos capacidad de convencer a los gremios que componen el profesorado. Esto es muy importante, se necesita la colaboración del profesorado, hay que entenderlo. Esto no funciona por ordeno y mando, funciona asegurando un grado importante de participación, si no, tenemos resistencia. Ahí fracasamos.

Pero hay un nivel más amplio, que es una vieja discusión: una dicotomía que tiene el Uruguay, que viene de tiempos inmemoriales, una supervaloración de la enseñanza en el orden humanístico. Que es importante, no lo niego, pero en la vía de los hechos se da un tácito desprecio hacia la enseñanza práctica, pragmática y fundamentalmente a la formación en el campo estrictamente científico. Siempre se le dio preeminencia en la historia del Uruguay a profesiones como la abogacía, que son necesarias, no lo niego, pero siempre quedó en el tintero la enseñanza de las matemáticas y el desarrollo de aquellas ramas que tienen que ver con la ciencia que después repercuten en el campo de la tecnología. Acá la enseñanza tecnológica ha sido vista con un dejo peyorativo, si el nene o la nena no van al liceo, bueno, que vayan a la Escuela Industrial. Esto está todavía metido muy adentro en la cabeza de los uruguayos y hay que sacudirlo.

EC - Usted dice que a la enseñanza tecnológica se la ha visto con un tono peyorativo. Hay otra lectura más ideológica: cuando se proponen cambios en esa dirección o énfasis en esa dirección, aparece la sospecha de que son reformas de corte mercantilista, impulsadas por visiones económicas liberales o neoliberales. También eso ocurre, usted lo ha escuchado.

JM - Sí, es cierto. Todos los prejuicios son negativos, pero toda la sociedad, incluso los que piensan así, demanda permanentemente progreso material, por todas partes. Y el progreso material, inequívocamente, cualquiera sea la orientación política, determina creciente efectividad en el campo del trabajo concreto. Esto no tiene vuelta, es inherente funcionalmente a los tiempos que vivimos, pero yo rechazo la formación unilateral.

A ver si me puedo explicar. Primero fue la mano la herramienta constructora de todas las herramientas. El hombre, animal constructor de herramientas, como decía Franklin, después va entrando en el pensamiento mucho más abstracto. Creo que no existe contraposición, que una formación integral necesita también la participación de las manos, de los tornillos, de las tuercas, de las herramientas. Y esto hay que juntarlo con la matemática y con la filosofía. No es contradictorio, el hombre integral es una globalidad, no es una máquina abstracta pensante, sino un ser actuante a la vez. Esta discusión viene desde la época de don José Batlle y Ordóñez. Uruguay nunca termina de saldarla.

EC - Usted decía que varios de los cambios que entendía que había que realizar en materia de educación se trancaron por resistencias de los sindicatos de docentes.

JM - Por los sindicatos y por esta manera de pensar, la formación integral que tiene que ser un sistema, que fue un invento que viene de la época cuando el doctor Sanguinetti joven era ministro. Y parece que tiene que ser un sistema piramidal, como el que tenemos. Usted sabe que yo peleé por la autonomía total de UTU, para que se fuera descentralizando y fuera creando centros que desembocaran en posibles universidades tecnológicas de carácter regional. No pudo ser y fue la UTEC. Y valiéndome de los poderes de la Presidencia –tengo que reconocerlo– di un golpe de Estado en la enseñanza y puse dos dirigentes de la UTU al frente del Codicen, y fue este período.

EC - Queda en el debe también la reforma de secundaria.

JM - Sí, señor, me queda en el debe y lo reconozco.

EC - ¿Y ahí qué pasó? ¿Ahí es donde estuvieron las resistencias gremiales? Porque acá había un acuerdo multipartidario, en esa materia se había logrado ese entendimiento.

JM - ¡Ah, mi querido amigo! ¡Allí verán su inocencia esos que todo lo saben! Usted puede hacer acuerdo en una mesa política, pero después tiene que incidir en el marco de las fuerzas organizadas y en el marco del profesorado, y ahí nos quedamos cortos. (26:25)

EC - Sigamos con otros temas. Me llamó la atención, ahora que hablaba de acuerdos multipartidarios, que no mencionara en el haber de su balance lo que ha ocurrido con el cambio de la matriz energética. Allí a partir de coincidencias que sí se habían dado con todos los partidos.

JM - Sí, no terminé con el haber. Usted tiene razón, pero pasamos lejísimos el acuerdo que había con los partidos. La propuesta inicial era llegar a unos 300 megavatios de energía eólica y están las condiciones dadas para multiplicar eso, pasar los 1.000. Están firmados más de 500 molinos de viento, la industria se está instalando en el Uruguay para fabricar partes de los molinos de viento.

Ha habido un avance importante en la energía generada a partir de biomasa. Entre las dos fábricas de celulosa, que generan constantemente energía eléctrica, se supera la generación de Rincón del Bonete.

Se ha podido avanzar y está bastante avanzado el trabajo de la regasificadora, que va a establecer una variable importante. Y eso fue pura decisión política. Si hubiéramos quedado atados a ciertas conjeturas de carácter técnico no nos habríamos tirado al agua en eso. Y pienso que va a ser un haber que va a tener el Uruguay, por lo menos desde el punto de vista energético. Porque no se puede hablar de desarrollo si no se tiene garantizada una buena dosis de generación de energía eléctrica. Todo indica además que en valores constantes la energía eléctrica en el Uruguay tal vez pueda bajar un 10% más. Hoy somos el cuarto precio en América Latina. Pienso que sin tener petróleo se puede bajar y eso va a contribuir a mejorar el costo país.

EC - Por el lado de los debes, supongo que usted mismo incluye el rubro infraestructura, y en especial caminería, rutas.

JM - Sí, señor. Fue un triunfo notorio de la derecha.

EC - ¿Triunfo de la derecha? ¿En qué sentido?

JM - Y sí, usted sabe que yo hice una apuesta muy fuerte al ICIR (Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales). Era descolgar una masa de recursos, adelantada por las AFAP con la garantía de ese impuesto, que podía servir para mejorar mucho por lo menos la infraestructura vial del país. Porque era consciente de que había que descargar una masa importante. Entre idas y vueltas se nos perdieron dos años y pico, y eso que perdimos ya no lo podíamos recuperar.

EC - De todos modos, ese ingreso no era suficiente para todo lo que Uruguay tiene pendiente y atrasado en materia de infraestructura vial. Estábamos hablando de 40 millones de dólares anuales, una cosa por el estilo.

JM - Sí, pero no es lo mismo 40 anuales que usted descarga que un arreglo que teníamos con las AFAP de descargar 400 y pico millones de dólares. Es decir, esos recursos se debían tener para lograr un adelanto garantido que se iba a volcar en infraestructura rural. Pero no pudo ser.

EC - ¿Y en materia de carreteras?

JM - Eso, en materia de carreteras parcialmente, y fundamentalmente en la caminería profunda.

EC - También estuvo otro instrumento en juego, el de las PPP (participación público-privada), que hasta ahora no ha producido resultados en esa materia y al que se apostó mucho al comienzo.

JM - Sí, pero no tuvimos la apetencia del mercado. Hay un proyecto que tiene que ver con la caminería transversal del país. Creo que se va a firmar antes de que nos vayamos. Pero no se tuvo… se midió inicialmente que podía ser una solución y realmente no lo fue.

EC - ¿Qué nota le pone a lo hecho en este gobierno en materia de seguridad pública? Ese es otro de los puntos calientes en el debate de la campaña electoral.

JM - Mire, creo que se hizo un esfuerzo colosal. Tal vez el lugar donde se hizo el mayor esfuerzo. Por lo que se le pagaba a la policía, por la falta de recursos, por lo que pasaba en las cárceles, por un montón de cosas que se mejoraron notoriamente. Pero como decían los antiguos, el árbol se endereza desde chico, y el país fue golpeado por crisis económicas con repercusiones sociales muy hondas. En ese momento se nos torcieron muchos muchachos, que hoy son hombres. La mayor parte de esa herida social es muy difícil recuperar, lo que estamos haciendo es apenas contenerla. Los efectos de la mejora social se van a ver en el mediano plazo, porque estas cosas no son matemáticas. Si se tiene una concepción de derecha extrema y se concuerda con aquel filósofo que es el portaestandarte del fascismo, Hobbes, que decía que la misión del Estado es garantizar la seguridad, se tiene una visión meramente represiva.

Se necesita engranaje represivo para contener y para tratar de sujetar los fracasos desde el punto de vista social. Pero la solución de fondo va a venir con la mejora social del país y no tiene efecto automático. Así como lo que nos pasó en la crisis del Uruguay sumergió a mucha gente que se nos torció, una vez torcido el árbol ya grande no se endereza, es muy difícil. Lo propio pasa con la recuperación. La recuperación no va a venir por un aumento colosal de la eficiencia policial. Lo cual no equivale a decir que no haya que trabajar en la eficiencia policial. Esto tiene dos caras, pero la mejora de lo social tendrá efectos y va a llevar su tiempo.

EC - Otros temas. La ley de regulación de la producción y comercialización de marihuana fue una de las apuestas fuertes de su gobierno y diría de usted mismo. Ayer en el semanario Búsqueda le preguntaron al doctor Tabaré Vázquez a propósito de esta ley. Teniendo en cuenta que [si es electo nuevamente] le va a tocar aplicarla, le consultaban si con esa norma no había una cierta contradicción con políticas que él impulsó cuando fue presidente. Y me llamó la atención el tono de la respuesta de Vázquez, porque es como frío, escéptico con respecto a la ley. Dice: "La ley está ahí y habrá que manejarse con ella. No hay que perder de vista que las políticas que se aplicaron en todo el mundo para enfrentar al narcotráfico fracasaron, hay que intentar alguna cosa".

Y después le preguntan: "¿Durante su gobierno las farmacias van a vender marihuana con fines recreativos?". Y él dice: "Es increíble, pero si la ley lo autoriza, así será. También le digo que vamos a ver muy atentamente qué resultados da eso, va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley. Lo vamos a analizar con mucho cuidado, y si en algún momento vemos que no funciona, no dudaremos un instante en hacer las correcciones que sean necesarias".

¿Cómo ve este enfoque del doctor Vázquez?

JM - Si usted analiza lo que yo he dicho, en el fondo es lo mismo dicho de otra manera y con otros énfasis. En primer término, Presidencia no es la gestora de esta ley, Presidencia llevó una iniciativa muy simple al Parlamento, y esto lo construyó el Parlamento, no lo construyó el Poder Ejecutivo. Pero lo aprobó el Parlamento, y el Poder Ejecutivo, fiel a una definición, decidió cumplirlo y está trabajando para eso. Ahora, nunca dijimos, en ninguna parte, y vaya que nos han preguntado esto en el mundo entero, que esto garantice la solución. Y anotamos que esto iba contra el narcotráfico. Pero naturalmente, como camino nuevo, tiene las incertidumbres de algo que hay que hacer y después hay que evaluar. Yo mismo dije, enfáticamente: "Y si no sirve, hay que modificarlo". Es así. Lo que pasa es que acá hay un principio: si tú quieres cambiar, no puedes seguir haciendo lo mismo cuando llevas décadas fracasando. Esta es la cuestión. Puede haber otros caminos. Lo único que pregonábamos es que hay que intentarlo. Ahora, tiene tal trabajo esto que va a haber que esperar su tiempo. Y si bien hoy no se hace ruido, vaya que se trabaja.

EC - Se ha estado en la inscripción de los autocultivadores y se viene evaluando el llamado a las empresas que van a ser las encargadas de plantar y comercializar después la marihuana en farmacias, etcétera.

JM - Le voy a decir más. Si la ingeniería genética fuera capaz de lograr un cáñamo que no generara en su proceso reproductivo, en la floración, esta sustancia adictiva, el cáñamo podría ser una planta de uso formidable. Por ejemplo, es mucho más rentable que los montes de eucaliptos para producir pasta de papel. Y ni que hablar para producir tejidos.

EC - ¿Por qué dice esto ahora, en esta entrevista y sobre el tema marihuana?

JM - Porque es una planta que no debe ser despreciada, hay que seguir trabajando mucho. Confío en que la ingeniería genética pueda sacarle la cualidad de generar adicción en su floración y transformarla en una formidable planta industrial. Esto hay que mirarlo con espíritu científico. Estamos en el siglo de la biología, y yo apuesto y creo que hay que seguir trabajando.

EC - El proyecto de puerto de aguas profundas…

JM - Nos lo estamos jugando en la elección de Brasil.

EC - … es una de las señas de identidad de su gobierno, usted puso mucho énfasis en esa dirección. Hace tiempo que no hay noticias concretas, y por ejemplo, en la campaña electoral, el candidato presidencial del PN, Luis Lacalle Pou, ha sostenido que hoy es algo "ilógico". Él dice: "Sí, es una vieja aspiración de mucha gente. Ventanas al mundo todas las que sean necesarias, pero hoy hablar de un puerto de aguas profundas es ilógico. Desde los dataroom hasta todas las decisiones que ha tomado el gobierno son de usuarios interesados, no de alguien que vaya a invertir, porque es público y notorio que hoy las cargas no ascienden ni al 10% de lo que sería necesario".

JM - Si se mira la economía uruguaya en su estado fotográfico hoy, yo coincido con ese análisis. Pero en el marco de una región que lucha por integrarse… Le quiero recordar que en la década del 90 el planteo de la hidrovía en la región lo hizo Brasil, con la intención de unir puerto Cáceres con Nueva Palmira, y después Brasil, por otras cosas, no siguió trabajando. Lo más lógico del centro-sur de Brasil y de esa región es salir río abajo. La carga de Uruguay no da para ese puerto, no tiene justificación económica, es un puerto de integración para la región y con la región.

Si tenemos en cuenta que hay 24 millones de vacas solo en el estado de Mato Grosso, que la productividad de soja que tienen Mato Grosso y Paraguay es 12 veces la productividad de soja que tiene el Uruguay, nos damos cuenta de que si miramos en la región ese es un puerto necesario. Porque hay un cambio, por algo se está agrandando el canal de Panamá, porque el viaje oceánico de las grandes cargas en el mundo futuro se viene en los grandes barcos, porque cuatro o cinco dólares de diferencia por tonelada es una fortuna. Y así como los camiones grandes no eliminaron las camionetas o los camiones chicos, empieza a aparecer la necesidad de los puertos de aguas profundas, por acá y por allá, y esta región lo precisa.

EC - Usted dice que ahora todo está jugado al resultado de la elección en Brasil.

JM - Claro, porque el gran socio para el gran puerto de aguas profundas en materia de cargas se llama Brasil. Y yo tengo la palabra de la señora presidenta de Brasil, si no, no me hubiera metido en este baile. Porque el sentido de la política internacional es la construcción de la economía, la complementariedad, el desarrollo de la infraestructura. De la misma manera que nos sirvió para lograr la interconexión y un precio especial si un día tenemos que intercambiar con Brasil energía eléctrica, esta cuestión de puertos también. Porque entre otras cosas, para que el Paraná sea una vía internacional, adecuada y que ayude a Paraguay, a Bolivia, necesitamos la presencia de la bandera brasileña.

EC - Una noticia de esta semana, que tiene que ver con un debe o con un fracaso de esta administración, que fue Pluna y la salida de esa crisis. Estos días tuvimos el coletazo de que el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de primer turno revocó el procesamiento del expresidente del BROU Fernando Calloia, que había sido procesado en marzo pasado por el delito de abuso de funciones por su intervención en la aprobación del aval a Cosmo para que participara en el remate de siete aviones en octubre de 2012.

Cuando usted conoció la noticia llamó a Calloia, contó que habló largamente con él y después declaró en Canal 10: "No sé cómo podremos repararle lo que ha sufrido un excelente funcionario del país y del banco". ¿Está pensando en alguna forma de reparación?

JM - Yo estaba hablando de reparación moral, de ese tipo de cosas. No soy afecto a las reparaciones de carácter económico.

EC - No, supongo que usted no hablaba de eso, pero sobre todo teniendo en cuenta que cuando fue procesado Calloia no renunció de inmediato a su cargo, demoró unos días, y, según trascendió, lo hizo porque usted se lo pidió. Y teniendo en cuenta lo que piensa mucha gente, que en realidad fue el presidente Mujica quien metió a Calloia en este lío: que si él aprobó de manera express el aval fue porque el gobierno estaba muy interesado en que aquella subasta pudiera realizarse y, en particular, que pudiera ofertar Cosmo, que venía apadrinada por López Mena. Entonces digamos que el gobierno y el presidente tienen bastante que ver con todo lo que ocurrió en esos días, ¿no?

JM - Sí, pero el gobierno no tiene nada que ver con la decisión que tomó la justicia, que es bastante independiente. La confianza que teníamos depositada en Calloia está intacta, pero no lo podemos poner de vuelta en el banco. Esa es la contradicción que tenemos. Sí, ha sido un funcionario al que Uruguay tiene mucho que agradecer. Yo sé que Calloia no es un especialista en relaciones públicas.

EC - El "estilo Calloia" a usted le ha parecido complicado…

JM - Y eso le ha generado enemigos, pero es un funcionario como bancario brillante, brillante. Agarró un banco con menos de 60, lo condujo con enorme solvencia y ha sido un respaldo para el país. Yo le estoy profundamente agradecido y se lo estaré siempre, le tengo un amplísimo reconocimiento. Y más de una vez me peleé con Calloia, ¡más de una vez me peleé! Pero siempre él defendiendo al Banco de la República. La política tiene estas contradicciones y estas amarguras.

EC - ¿Está pensando por ejemplo en nombrarlo en algún otro cargo, aunque sea de manera simbólica, teniendo en cuenta lo que acaba de decir?

JM - No sé, tendría que hablar directamente con él.

EC - Porque usted dijo una frase un poco enigmática: "este tema podría desencadenar decisiones ulteriores del gobierno", y lo dejó ahí.

JM - No, no, hasta que yo no hable con él directamente, tenga un intercambio, no puedo adelantar nada.

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Transcripción: María Lila Ltaif