Elecciones nacionales

Mónica Xavier: "Es muy importante el peso político del FA" pero "eso no puede traducirse en avasallamiento" parlamentario

El Frente Amplio consiguió una cantidad de votos suficiente como para obtener la mayoría en Diputados y sacarle una ventaja importante a la oposición. Ahora se encamina al balotaje, mirando ya hacia la próxima legislatura y la posibilidad de obtener efectivamente la mayoría en ambas cámaras. En Perspectiva recibió en estudios a la presidente del FA, Mónica Xavier, para conversar sobre estos y otros temas de campaña. La reelecta senadora aseguró que "la ciudadanía reconoció y respaldó 10 años de gobierno; por más que estemos evaluando el segundo, es un ciclo y es una continuidad que pretendemos que se proyecte cinco años más, porque el camino está marcado". Con respecto al debate de la mayoría parlamentaria, Xavier dijo: "mayorías siempre hubo. Son satanizadas cuando pertenecen a un partido político como el FA".

(emitido a las 8.47 hs.)

EMILIANO COTELO:
El sistema político está todavía procesando los resultados de las elecciones del domingo pasado. Unos y otros realizan sus cálculos, sus balances, sus reflexiones, y además preparan las estrategias hacia el 30 de noviembre.

El Frente Amplio (FA) logró el 47,9% de los votos y además un tercer período con mayoría en la Cámara de Diputados, lo que le da una posición muy cómoda en la línea de largada rumbo al ballotage. De todos modos, en el entorno de Tabaré Vázquez entienden que hay que "jugar el partido hasta el final".

¿Cómo se organiza el FA para esta nueva instancia? ¿Qué balance hizo de la primera vuelta?

De esos temas vamos a conversar con la doctora Mónica Xavier, presidenta del FA.

El FA obtuvo el 47,9%, prácticamente lo mismo que hace cinco años –y en votos, un poco más–, y además obtuvo nuevamente mayoría en la Cámara de Diputados. ¿Esperaba ese resultado?

MÓNICA XAVIER:
Yo creía que había condiciones objetivas para un tercer período consecutivo de gobierno. Y así nos lo propusimos en el plan político, en el plan electoral. Así como no dijimos para la interna que íbamos a ser la primera fuerza política –porque nunca lo somos, porque todavía seguimos con dificultades para entender el valor de las internas, y lo vivimos de manera muy diferente de como lo viven otros partidos políticos–, en este caso sí era un objetivo la mayoría parlamentaria y el tercer período consecutivo de gobierno. Hubo momentos diferentes en la campaña.

EC - Se lo preguntaba porque el domingo, en la sede del FA, al principio había un clima bastante alicaído o moderado. Incluso usted, en el primer mensaje que dio, antes de las ocho y media, resaltó que el FA "seguía siendo la fuerza política más votada". No habló de mayoría.

MX - Era muy temprano, era al cierre de los circuitos, no se podía adelantar demasiado. Sé que en este medio titularon "Con gesto adusto, Xavier se comunica con la ciudadanía", una cosa así. Había una situación que nos tenía muy tristes, el fallecimiento de dos militantes, que había ocurrido en el transcurso del día de una manera terrible. Eso nos tenía muy preocupados por cómo trasladarle a esa militancia, a esos familiares nuestro dolor por la situación. Había una interferencia.

De todas formas llamé a festejar. Sabíamos que lo primero que podíamos festejar era que seguíamos siendo una fuerza mayoritariamente apoyada por la ciudadanía. Además tengo muchas prevenciones sobre el triunfalismo, me parece que en esos momentos importa tener aplomo, tener firmeza. Y efectivamente, a poco de andar supimos que podíamos estar con dos importantes ratificaciones ciudadanas. Una, que no iba a salir el Sí a la baja, y segundo, que estábamos en condiciones de tener mayoría parlamentaria, aunque difícilmente ganáramos en la primera vuelta.

Si uno mira a lo largo de la campaña, hubo un primer tramo de campaña en el que cuesta movilizar a la ciudadanía, en el que además tuvimos un estilo de trabajo muy típicamente frenteamplista, que no cambiaríamos.

EC - ¿Por qué "un estilo de trabajo típicamente frenteamplista"?

MX - Y sí, y típicamente del doctor Vázquez, de ir a recorrer pueblos chiquitos, barrios muy alejados de ciudades. Toda esa primera etapa pareció tener enormes dificultades en impactar, cuando los adversarios hacían campañas de mucho impacto. Y no lo digo por tozuda, sino porque creo que ese contacto directo con la gente genera un nivel de confianza, de ida y vuelta, que a veces no se puede traducir en un impacto más amplio, como ocurrió, pero deja un sedimento, una política de cercanía que es insustituible por otro método.

EC - Esa fue la primera parte de la campaña.

MX - La campaña tenía tres tramos. Ese fue el primero. Cuando llegamos a setiembre teníamos definido un mes esencialmente programático. Ahí se habló de que se hacían giros en la campaña; en realidad era parte de la planificación. En ese mes en el que se puso foco en lo programático, en el que personas de adentro y de afuera polemizaban sobre las propuestas, tuvo una capacidad de trascender mucho mayor que la recorrida pueblo a pueblo.

EC - Se refiere a las teleconferencias que se organizaban los lunes en la Torre de las Telecomunicaciones.

MX - Exactamente, a "El Uruguay por más". Que además se replicaban en los 19 departamentos en las dependencias de Antel y se proyectaban en comités de base o en coordinadoras. Ese mes mostró un cambio en el impacto general sobre la población, nos mostró propositivos. Además era importante mostrar eso, habíamos trabajado todo el año 2013 para hacer un programa que se elaboró de manera muy participativa, a lo largo y ancho del país, confrontándolo con la visión de las organizaciones sociales y que se aprobó en noviembre en el Congreso Hugo Cores.

Todo eso generó una oleada de propuestas. Yo utilicé la expresión "el FA es una máquina de proponer", porque realmente es un programa sumamente elaborado y además llevable a la práctica. No se plantean cosas ilusorias.

Luego vino el último tramo. Ahí sí se pudo ver una movilización extraordinaria. Tenemos un candidato que, como él bien dice, lleva cuatro elecciones nacionales y su impresión de todas las actividades de cierre de campaña en el mes de octubre era que lo que estábamos viendo no se había visto nunca antes y por tanto teníamos que tener un muy buen resultado electoral.

EC - Sí, lo dijo en muchos discursos. Al mismo tiempo estaban las encuestas, que no marcaban el mismo panorama.

MX - Sí. En más de una oportunidad nos preguntaban por qué toda esta evaluación de los logros, de los avances, no se reflejaba en las encuestas. La ciudadanía no estaría diciendo eso. La ciudadanía reconoció y respaldó 10 años de gobierno; por más que estemos evaluando el segundo, es un ciclo y es una continuidad que pretendemos que se proyecte cinco años más, porque el camino está marcado. Podemos reconocer errores, podemos reconocer insuficiencias, sin duda, pero hemos iniciado un camino que nos muestra que por ahí van las cosas en materia de recuperación en todos los ámbitos de la vida nacional.

EC - Usted mencionaba las distintas etapas que tuvo la campaña. No mencionó al presidente José Mujica, que de hecho terminó siendo un actor de la campaña, con todo el debate a propósito de si estaba violando la Constitución. Se lo vio públicamente muy involucrado en la defensa de los gobiernos del FA y en la crítica, en una polémica durísima con dirigentes de la oposición, con candidatos de la oposición. ¿Cómo jugó ese factor?

MX - La oposición dice que el presidente se metió en la campaña. Yo digo que la campaña se metió absolutamente en todo, no había tema que se tratara en que la oposición no tuviera una visión apocalíptica. Y el presidente salió a defender su gestión. Es difícil la línea en que constitucionalmente se dice que no se puede involucrar en la política, pero se admite que sea candidato. Llegó un momento en que era tan fuerte la oposición al presidente que parecía que nunca un presidente anterior, blanco o colorado, se hubiera postulado al Senado, cuando eso ocurrió muchísimas veces. Entonces hay una doble cosa, un límite que no es fácil de compatibilizar entre ser presidente, no hacer campaña pero poder ser candidato, y lo otro. Cualquier tema que se planteaba era parte de la campaña electoral. Lo tenemos con Guantánamo, lo tenemos con Siria y con cualquier temática que estuvo planteada. Indiscutiblemente el presidente Mujica sigue siendo un hombre con un respaldo muy importante, su sector sigue teniendo un respaldo importante, sin desmerecer los méritos del conjunto de la agrupación, también porque ha sido una figura extraordinaria, para adentro y para afuera del país. Esas cosas tienen su reconocimiento y me parece bien que así sea.

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EC - Mónica Xavier es doctora en Medicina, con un posgrado en Cardiología, tiene 57 años, fue senadora de la República, pertenece al Partido Socialista y es la presidenta del FA desde el año 2012.

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EC - El doctor Lacalle Pou reconocía ayer que para él ganar la segunda vuelta es difícil, pero no imposible. Los números del domingo pasado indican que tendría que mantener todos los votos del PN, sumarles todos los votos del Partido Colorado (PC) y del Partido Independiente (PI), y además conseguir una parte de la votación del FA. Es un desafío complejo el que tiene por delante el otro candidato.

Para ustedes, ¿el FA tiene asegurado ya el ballotage?

MX - No, ninguna elección está ganada de antemano. Y que hayamos tenido este importante respaldo no quiere decir que no tengamos que trabajar intensamente durante estas cuatro semanas y media. Así lo estamos haciendo, el mismo día lunes tuvimos una evaluación tanto en el Secretariado del FA, que es el organismo monitor de la campaña, como con el equipo de asesores y con la propia fórmula Vázquez-Sendic. Quedó muy claro que no hay ninguna visión triunfalista sobre el resultado. Sí hay un inmenso reconocimiento al trabajo de la militancia y al respaldo ciudadano.

EC - ¿Qué tipo de campaña va a hacer el FA? Usted adelantó esta semana que será una campaña "serena". ¿Qué quiso decir con eso?

MX - Por muchas razones. No porque vayamos a sentarnos a esperar que llegue el 30 de noviembre y no hacer nada. Esa hay que sacarla como interpretación del calificativo de "serena". Ya estamos trabajando, el lunes ya hubo banderazos en el interior, ya estamos haciendo dos cosas, el reconocimiento a la militancia, el reconocimiento al apoyo ciudadano, pero también viendo cuál es la mejor forma de seguir entre la ciudadanía. Para nosotros es fundamental, es allí donde el Frente nace y donde se mantiene.

EC - Pero ¿por qué "serena"?

MX - Porque vienen 15 días sin campaña publicitaria y para los ciudadanos es bien diferente haber vivido el último tramo con una importante saturación publicitaria y ahora ir hacia algo que no va a implicar la recorrida tan intensa de las otras dos etapas, pero que vamos a hacer tanto en Montevideo como en el interior. Seguramente no haya la posibilidad de subirse y bajarse de un acto lugar tras lugar a lo largo del día, vamos a combinar movilizaciones con debates programáticos. Han quedado una serie de temas que hacen a la cuestión de este alargue de tiempos y queremos que sean parte de ese diálogo con la sociedad. No va a ser una cosa de estar todo el día saturándose con la campaña ni de la intensidad que implica recorrer todas las ciudades o todos los pueblos.

EC - El semanario Búsqueda informaba, citando fuentes del círculo íntimo de Vázquez, que allí se ve esta instancia como "una oportunidad para lograr un resultado 'aplastante', que se transforme en la votación más grande de la historia del FA, superando la del ballotage del 2009, cuando la fórmula Mujica-Astori tuvo el 54%". ¿Usted comparte esa visión?

MX - No me gusta la palabra "aplastante", puede dar connotaciones que no están en absoluto dentro de la intención del FA y de la fórmula presidencial en esta etapa. Es evidente que uno sale a una campaña electoral a ganar con votos, pero el término "aplastante" tiene otras connotaciones y se asemeja mucho a esto que la oposición ha trabajado durante mucho tiempo, el avasallamiento de las mayorías frenteamplistas. Y esto es lo que ha resuelto la ciudadanía.

Por tanto creo que vamos nuevamente a un apoyo que va a ser tan contundente como lo es este. Tenemos 17 puntos de separación con el PN. Eso confiere un panorama electoral de respaldo a una fuerza política que nunca antes se dio. En los últimos días de campaña se decía que sería la primera vez que una fuerza política gana por tercera vez consecutiva. Ya es la tercera vez que una fuerza política gana ese nivel de apoyo por tercera vez consecutiva. Hace 15 años que el FA tiene un piso de 40% y en las instancias electorales sube al 48 o supera el 50. Es muy muy importante el peso político del FA. Eso no puede traducirse en avasallamiento, en aplastar.

EC - Ese asunto se ha discutido mucho en la campaña electoral, el uso de las mayorías parlamentarias. Si el FA gana en segunda vuelta, y más si gana de manera "aplastante" como decían estos voceros ayer, tendrá mayoría en el Senado –hasta ahora tiene 15 senadores, pero incorporaría al vicepresidente de la República–, más la mayoría en la Cámara de Representantes. En esas condiciones, ¿no está el riesgo de que el gobierno sea una aplanadora que ignore a la oposición?

MX - Volvemos al principio. Ese vínculo con la ciudadanía es el mejor antídoto para prevenir situaciones de avasallamiento. Cuando estamos cerca de la gente, la gente reconoce, pero también pide cosas, nunca cosas exageradas; Tabaré siempre lo dice, "la gente es muy razonable". Y la gente también nos ha preguntado: "¿Y qué es esto?, ¿realmente no se dialoga en el Parlamento?". Y no es así.

En primer término, mayorías siempre hubo. Son satanizadas cuando pertenecen a un partido político como el FA, pero mayorías hubo siempre. Fue uno de los temas que colocamos de manera muy alta en el perfil del debate de la campaña. ¿Y antes cómo resolvían? Si no la tenían propia, la hacían con gobiernos de entonación, de entendimiento, de coalición, en fin, todos los nombres que recibió la alianza del PN y el PC a lo largo de todos los años de la recuperación democrática, en todos esos períodos.

EC - Claro, pero eso nomás ya implicaba que el partido del presidente tenía que negociar con otro.

MX - Sí, somos una coalición y movimiento y siempre estamos debatiendo internamente. Es más, antes se decía que no íbamos a poder gobernar porque íbamos a tener que dar cuenta a todos nuestros organismos y que íbamos a tener falta de respuesta en el ejercicio del gobierno. Y se vio que no era así.

Tenemos un importante diálogo a nivel parlamentario y además siempre hemos impulsado en el Parlamento el escuchar al conjunto de la sociedad. Fuimos criticados por eso cuando éramos oposición, abríamos de manera significativa las comisiones a que escucharan al conjunto de la ciudadanía, fuimos los primeros que impulsamos que algunas comisiones sesionaran fuera del recinto. Recuerdo que gente muy sensata de los otros partidos se oponía radicalmente. Todo eso es contacto con la ciudadanía. Y ese es el mejor antídoto para no caer en ningún tipo de exceso.

EC - El domingo de noche, cuando Vázquez hizo su discurso en 18 de Julio y Río Negro, en un momento de su alocución señaló esto:

(Audio Tabaré Vázquez.)

"La mayoría parlamentaria no debe servir para imponer, sino para convocar al diálogo con más fuerza, para buscar juntos los temas más importantes en los que podemos construir desde el inicio políticas nacionales conociendo y asumiendo nuestras diferencias.

No queremos un país de unanimidades. No sería bueno. Ni sería posible. Pero no tengo dudas de que, así como se demostró en la campaña contra la edad de imputabilidad, donde se obtuvo un gran resultado, (ovación) que exalta el nivel de conciencia cívica y democrática de nuestro pueblo, podemos lograr que frenteamplistas, wilsonistas, batllistas e independientes encontremos coincidencias y podamos avanzar juntos en temas muy importantes (ovación)".

(Fin.)

EC - Primero, una curiosidad: Vázquez dijo esto cuando todavía no se sabía que el FA alcanzaría la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados. ¿Por qué dijo eso? ¿Por qué salió a explicar cómo manejaría su gobierno el hecho de tener mayoría parlamentaria?

MX - Primero porque fue un tema central de la campaña, porque la oposición satanizaba las mayorías frenteamplistas. O sea que era un tema que importaba dejar claro en el discurso final de esta etapa.

Segundo, porque teníamos un sistema con un diseño circuital que nos permitió ya desde el principio ir viendo que nos desfasábamos de los datos que las encuestadoras iban dando en los diferentes canales.

EC - Usted confirma eso: el sistema de conteo rápido del FA le estaba dando desde temprano, desde las ocho y media, las nueve, mayoría parlamentaria en Diputados.

MX - Sí, nos daba un porcentaje de 48%. La mayoría parlamentaria no depende solo de lo que uno saque, sino de lo que saquen los demás. Y allí había un porcentaje que hacía presumir que íbamos a llegar a la mayoría parlamentaria.

EC - Es curioso eso, porque Vázquez no dice "hemos obtenido la mayoría en la Cámara de Diputados", pero habla de cómo manejarían una mayoría parlamentaria propia.

MX - Me parece importante mencionar una cosa. El otro día, ya después de la elección, hubo un importante artículo en un medio de prensa que titulaba "Vázquez no tiene antecedentes como negociador" o algo así. Y eso es también una construcción falaz. Vázquez siempre que llegó al gobierno departamental o nacional convocó a la participación amplia de todos los sectores. Obviamente en nuestro sistema político no hay antecedentes de cogobierno o corresponsabilidad en el gobierno de muchos partidos, sobre todo oposición-FA. Pero sí hubo una importante negociación a nivel parlamentario para que los organismos de contralor tuvieran otra integración, para que las empresas públicas tuvieran representación de los partidos de la oposición. Estaba prácticamente concluido ese acuerdo, pero una diferencia de la oposición por un cargo en el Banco República hizo que todo quedara sin efecto. Esto se pudo lograr en el segundo período de gobierno. Es importante recordar estas cosas, porque nosotros tenemos vocación y voluntad de dialogar.

EC - ¿Cómo imagina, ya en el terreno concreto, el funcionamiento del gobierno si Vázquez es elegido nuevamente? Por lo que decía en ese tramo del discurso, ¿hay que entender que él ve posible lograr acuerdos en el Parlamento no con toda la oposición, pero sí con sectores de la oposición? Él menciona batllistas, wilsonistas e independientes. ¿Ese sería un modelo de negociación?

MX - Es prematuro definir modelos de negociación. Primero porque la labor parlamentaria siempre hace que el diálogo sea permanente. Es cierto que se va decantando, muchas veces con figuras que representan determinada sensibilidad dentro de los partidos, mejor aproximación en el diálogo. Pero lo primero es trabajar como se trabaja siempre, ampliamente en la búsqueda de consensos. Hay un tema clave en el primer año, que es el presupuesto nacional, allí se traduce en números el programa de la fuerza que obtuvo el respaldo ciudadano. Allí hay mucha negociación. Primero porque desde el punto de vista de las fuerzas sociales siempre es el momento clave para los cinco años. Pero también hay mucha negociación dentro del Parlamento porque es una ley fundamental.

EC - ¿Esa mención a batllistas, wilsonistas e independientes era ya, de paso, un mensaje a esas corrientes del PC, PN y PI para que lo voten el 30 de noviembre?

MX - Sin duda. Allí hay un guiño a todas esas sensibilidades políticas que en el último tiempo creemos que han estado mejor reflejadas en sus principios fundacionales dentro del FA, en esa coalición que recupera un programa.

EC - Ustedes sostienen eso, que los batllistas y los wilsonistas han estado mejor representados…

MX - En este último tiempo han estado mejor representados en muchas de las posturas que ha tenido el FA.

EC - Pero ese espíritu de apertura del cual usted habla pareció tener una contradicción unos minutos después en el discurso. Vázquez dijo esto otro:

(Audio Tabaré Vázquez.)

"… como tenemos claro que nosotros en esta segunda etapa electoral no nos vamos a correr hacia ningún lado. Las ideas y los proyectos, la historia y los resultados hay que afrontarlos y no encubrirlos o camuflarlos. Somos lo que somos. Somos lo que pensamos. Decimos lo que pensamos y actuamos como decimos".

(Fin.)

EC - ¿Entonces?

MX - Yo no veo contradicción, sinceramente. Siempre se plantea que en instancias electorales hay que captar un electorado de centro, entonces la derecha tiene que venirse al centro, la izquierda tiene que venirse al centro. Entonces una reivindicación que se hacía acá –que también hacía Seregni en su momento– era la importancia de decir como fuerza política lo que uno piensa y hacer lo que uno dice. Hay una convocatoria a un programa que está abierto, que es conocido, que trae propuestas importantes de estrategias de desarrollo del país. Pero no necesitamos hacer lo que hizo la oposición, que decía que todo lo bueno que hizo el FA lo iban a hacer y lo iban a hacer mejor, cuando en definitiva en todos esos temas tuvimos confrontación durante estos nueve años pasados.

EC - Pero se podía esperar que en esta etapa existieran negociaciones con sectores políticos en busca de coincidencias programáticas. Por lo visto no las va a haber.

MX - Yo planteé el mismo lunes que nos dirigíamos hacia una convocatoria ciudadana el 30 de noviembre, ya está la pluralidad parlamentaria, ahora hay que elegir presidente. Eso nos enfoca en las cualidades del presidente, en el respaldo político que ha recibido su fuerza en la primera instancia y en que a partir de allí lo importante era ese contacto con la ciudadanía y esa convocatoria ciudadana para respaldar esta candidatura y este proyecto. No excluí la posibilidad de conversaciones, nunca están excluidas. Pero era una visión diferente que salir a decir "a partir de ahora vamos a alianzas cupulares". En ese sentido son dos orientaciones diferentes, pero ir hacia la convocatoria ciudadana no quita conversaciones que eventualmente puede haber.

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EC - Varios dirigentes blancos y colorados están enfatizando que es importante que el FA no tenga mayoría en las dos cámaras porque en la interna del FA aparecen más débiles que ahora los sectores moderados. Sobre todo se concentran en que de los 15 senadores 9 pertenecen al llamado "megasublema", al que ven como un acuerdo para acorralar al astorismo, algo que se dijo en el FA mismo, en el Frente Líber Seregni (FLS) en algún momento. ¿Cómo observa este tipo de advertencias?

MX - Qué curioso. En 1996, cuando se gestaba la reforma constitucional que dio como resultado la Constitución que hoy nos rige se hablaba de la necesidad de que fueran importantes los bloques que sostuvieran a los gobiernos, de la necesidad institucional de coincidencia entre las mayorías parlamentarias y el Ejecutivo, hablando de la gobernabilidad. Todo eso fue sustento para esa reforma constitucional. Y uno veía, fundamentalmente a los impulsores de los partidos Blanco y Colorado, utilizar estos argumentos como definitorios.

Hoy, cuando no les es beneficioso este instrumento tan exigente, dicen: "¡Qué bueno que sería no concentrar todo el poder en un partido y encontrar la forma de que una cámara y otra tengan mayorías diferentes y a su vez esa cámara tenga otras mayorías con relación al Poder Ejecutivo!". Un argumento muy traído de los pelos, que no tiene ningún tipo de asidero. Tener las mayorías no significa no tener puentes de negociación permanentes Ejecutivo-partidos políticos, partidos políticos entre sí dentro del Parlamento.

EC - A propósito de cómo queda el nuevo mapa interno del FA, es un hecho que el astorismo cayó. El FLS está haciendo todo un proceso de evaluación al respecto. En 2009 tuvo 290.000 votos y ahora 200.000. Eso repercute en la representación en el Parlamento. El propio PS, que usted integra, hace cinco años tuvo 160.000 votos y ahora 133.000.

¿Cómo puede impactar este cambio en el funcionamiento de un gobierno?

MX - En primer término, nosotros llevamos adelante un programa que nos compromete a todos. Y si bien siempre hay una aplicación concreta de ese programa, los marcos fueron definidos, están allí, y tanto a nivel de Poder Ejecutivo como de fuerza política como de bancada parlamentaria es el marco dentro del cual nos tenemos que mover. Por tanto el predominio circunstancial de un sector sobre otro, producto de alianzas programáticas hacia un congreso o electorales, no tiene por qué significar ningún tipo de amenaza, porque a esos compañeros los obliga el mismo programa.

También se ha dicho que esto puede significar un contrapeso contra otros sectores o contra el propio Vázquez. Eso tampoco tiene ningún asidero. Si uno mira la historia reciente del Frente en el ejercicio del gobierno, tanto en el primero como en el segundo período, se da cuenta de que nunca negamos que debatimos cada tema, que jamás haríamos de resoluciones trascendentes una decisión de una sola persona y un acto de un momento. Lo nuestro es dialogado, es controversial, pero siempre en una síntesis que enriquece en general las posiciones originarias.

EC - Está sobre la mesa el fantasma de lo que ocurrió en este período de gobierno, que, está bien, fue un debate dentro del oficialismo, pero se hizo notar mucho. El debate acerca de los dos modelos económicos, uno impulsado por el propio Ministerio de Economía, con la gente que había colocado Astori en ese lugar y que seguía su línea, y otro que se fogoneaba desde la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), cerca del presidente Mujica. ¿Puede eso agravarse ahora en este nuevo contexto interno? De eso ya se está hablando en la campaña.

MX - De ninguna manera eso va a ser una traba, sino que es un estímulo a mejorar siempre en cada uno de los avances. Hay compañeros que hacen más énfasis en el tema de la redistribución, y Uruguay puede mostrar un crecimiento con redistribución, es de las cosas que nos destacan frente al crecimiento de otros países de la región que no pudieron lograr esa redistribución simultánea. Ese es un eje de debate: cuánto hemos avanzado en la redistribución y si eso ha ido en equilibrio con el crecimiento.

Otro debate permanente son las ventajas que se le han dado a la gran inversión con relación a las ventajas para la mediana empresa y al microemprendimiento.

No ubicamos en uno o en otro sector la vocería de diferentes posiciones sobre estos temas. Son temas inherentes al debate permanente que el Frente tiene porque esos son los objetivos fundamentales. La búsqueda de la inclusión, la búsqueda de la igualdad de oportunidades, la búsqueda de la igualdad de resultados están presentes a lo largo de todas las políticas públicas. Porque eso es lo que nos va a dar como conjunto, como resultado, esa sociedad que siempre hemos buscado, con mayor justicia social.

Por tanto no veo ningún tipo de amenaza. Quiero darles tranquilidad al votante frenteamplista y al que va a votar al doctor Tabaré Vázquez el próximo 30 de noviembre de que este es el mecanismo, muy criticado desde afuera, pero es esa búsqueda permanente de equilibrios y de avances que el Frente promueve.

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Transcripción: María Lila Ltaif