Signos Melancólicos

Triste, solitario e interminable final. Signos melancólicos de un final sobreanunciado

Análisis semiótico de la comunicación política. Con el semiólogo Fernando Andacht.

(emitido a las 10:40 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hoy nos proponés: "Triste, solitario e interminable final. Signos melancólicos de un final sobreanunciado".

FERNANDO ANDACHT:
¿Qué podemos decir desde la perspectiva semiótica en este cierre en que los signos parecen tener muy baja autoestima? Se los menosprecia en un insólito final de fiesta. La fiesta de la democracia, las elecciones libres, transparentes. Porque la fiesta se ha aguado y los signos parecen estar cumpliendo muy mal con lo que se supone que es su función esencial: revelar alguna cosa distinta de sí mismo, un gesto, una palabra, una imagen siempre va más allá.

Si nos detenemos a pensar un poquito, vemos que no es así, que los signos estarían revelando algo clave, incluso diría vital: que queda muy poco para revelar en esta travesía hacia el 30 de noviembre.

Recordemos la inquietud de los medios, que a la vez se hacía eco y amplificaba en la población el desenlace de la contienda interna blanca –continuamente se daban noticias, tramo a tramo–, y el mucho menor interés en el trance similar del Partido Colorado, para no decir nada del Partido Independiente rumbo hacia el 1 de junio.

EC - Antes del 1 de junio el clima era otro, completamente distinto.

FA - Qué cosa tan incomparable, parece que hubiera sido otra época, otro momento de la historia uruguaya. Entonces quería jugar un poquito con la etimología, eso que va a la raíz, para explicar desde la semiótica. Me pareció imposible ignorar esta frialdad o quietud o como se lo quiera llamar, aunque escuché a Constanza Moreira hablar del fervor y la militancia. Pero hablo en general de la campaña, de cómo es recibida esta campaña en su segundo y final tramo. Hay un verbo que pasa inadvertido, como todo lo que usamos cada día, que es el verbo "dudar". En una enorme cantidad de idiomas este verbo viene de una raíz muy antigua, del protoindoeuropeo, del que vienen casi todas nuestras lenguas occidentales, que es "dos". En alemán es "zweifel", que tiene "zwei", que es 'dos'; en francés hay una palabra hermosa, el verbo es parecido al nuestro, "douter", pero hay una palabra extra, que es "redoutable", que quiere decir ‘temible’. Sé que hace poquito dieron "Hamlet" en Montevideo…

EC - Sí, nada menos que por el Teatro del Globo.

FA - Tiene aquello de "to be or no to be", ‘ser o no ser’. La duda por excelencia, por antonomasia, llevada a la literatura. La duda es cuando hay por lo menos dos caminos, y eso genera angustia. Por eso el francés "redoutable", que tiene "dudar" dentro, significa ‘temible’. Es la angustia existencial por excelencia cuando hay más de un camino, una bifurcación. Y acá no la hay. Los números son muy duros, las tendencias muy fuertes, no es lo mío y sé que ha habido polémica, pero nadie espera que haya una vuelta, una sorpresa el 30 de noviembre.

Vamos a analizar hoy un contraste muy interesante, muy revelador, entre lo que llamaría "la euforia restauradora" de la fórmula presidencial del Frente Amplio –vamos a ver una pieza de una serie de tres–, y del otro lado evoco la literatura, nada menos que una línea de uno de los poemas más famosos de la literatura universal, "La divina comedia", en la cual, en el canto quinto, cuando Dante se encuentra con los jóvenes amantes, ella le dice: "No hay nada peor que en la miseria recordar el feliz tiempo".

Se evoca algo feliz en un momento de gran tristeza. Vamos a ver qué le toca en la campaña final hacia el balotaje a la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga auspiciada por esta línea, porque creo que, involuntariamente, las piezas que elegimos revelan –de nuevo, lo que hacen los signos– un sentimiento de nostalgia, de melancolía muy profunda de lo que fue una vez una posible victoria electoral que hoy sería una casi segura derrota.

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EC - Vamos a escuchar el audio de una de las piezas publicitarias que elegiste para el análisis de hoy.

EC - Se trata de un spot de televisión en el que Lacalle Pou habla directamente a la cámara. Su imagen aparece intercalada cada tanto con rostros de otras personas y con tomas de algunos momentos claves de la campaña, como, por ejemplo, una de las primeras presentaciones conjuntas con Jorge Larrañaga. O incluso la del día en que en hizo la famosa bandera una ciudad del interior.

FA - Vamos a reverlo rápidamente, es muy largo. Lo subtitulé "Un discurso lleno de ilusiones". Repaso un nuevo concepto que manejamos desde temprano en la columna, que es el signo icónico, que se presta para esta parte de la campaña para esta fórmula. Porque lo icónico no es solo la imagen, son todas las cualidades, lo difuso, lo vago, lo incierto. Y acá se va instalando una especie de nube. Decías bien que hay una especie de popurrí de imágenes que recorren toda la campaña. En la próxima pieza, en la que me quiero detener más tiempo, vamos a ver el famoso remix revisitado.

Acá hay una especie de mal paso sintáctico. En español, cuando decís "casa roja", nunca cortás entre "casa" y "roja", el atributo o adjetivo va pegadito, "día de calor", "día intenso". Y en el segundo 23 de esta pieza hay una frase que me llama la atención. Es un mano a mano del presidenciable, que vimos que brillaba por su ausencia tanto en los afiches como en estas piezas corales, escenografías grandes por la ciudad, las manos tomadas, los brazos, acá aparecen citadas hacia el final. Es todo un recorrido, una evocación nostálgica de toda la campaña, desde muy temprano.

EC - Acá sí aparece el candidato, ni que hablar, hablándole a la cámara, y en distintas tomas también el candidato a vice.

FA - Nada menos; vamos a contrastarlo con lo que pasa en el aviso de Tabaré Vázquez, que veíamos que solo aparece él. Te decía que Lacalle Pou dice una frase curiosa, bien al comienzo: "en este intenso… mes". Es curioso, se quiebra, pero no es un quiebre de emoción, está diciendo algo totalmente introductorio. Es una especie de lapsus, que según Freud era una caída, una revelación inconsciente de algo que no camina bien. Porque lo que no es este mes, por lo menos para la opinión pública, para la calle, para la tertulia callejera, es intenso. Faltaría esa forma de ansiedad, de angustia, que era tan fuerte sobre todo en las internas, con el Partido Nacional, y un poco también con el Frente Amplio, por esa desafiante, esos David y Goliat que eran Constanza Moreira contra el favorito.

Acá hay un canto al petirrojo, Larrañaga. Insisto en ese término que introdujimos contigo hace mucho tiempo, la figura del aliado, del vice. Y no es hacer publicidad, pero en el libro que salió sobre la primera etapa que hicimos en En Perspectiva contigo, "La cocina del sentido", el editor tuvo cierta lucidez que yo no me animaba a aceptar, pero al final sí, de dar una especie de pronósticos. Entonces ahí hago una serie de futuros cercanos de los signos, y una de las cosas que veía era el problema de la renovación, qué es la renovación.

Para hablar un poquito más sobre la figura de Larrañaga y sobre ese signo misterioso que tanto dio que hablar, siempre recuerdo la tapa de Brecha del 6 de junio, que decía "Recalculando", jugando con el GPS, por ese resultado, porque ganó el que no parecía que iba a ganar, Lacalle Pou, y cambió todo el tablero, descolocando no solo al Frente, sino al Partido Colorado.

Escuchamos un poquito de la pieza, con toda esa melancolía, esa nostalgia de esa especie de lista de hits de la campaña de Lacalle Pou y luego de Lacalle Pou-Larrañaga, que va a cristalizar en esta que llamé "El regreso melancólico del rap de Lacalle Pop, el remix de un remix".

EC - Este segundo video es un nuevo discurso musical de Lacalle Pou. La estética es similar a la del que se vio –y analizamos– en la campaña previa a las internas, pero ahora está protagonizado también por el compañero de fórmula de Lacalle Pou, Jorge Larrañaga, que en aquella ocasión era el contrincante.

FA - Esto parece una suerte de old hits, se revisita –por eso, lo decía muy en serio, un remix del remix, aquel rap que impactó tanto, el discurso musical en la interna– la campaña en sus momentos altos, con una dosis de aquel verso de Francesca en el canto quinto de "La divina comedia" a Dante: "No hay mayor dolor que en la miseria recordar el feliz tiempo, y eso tu doctor lo sabe".

Estas dos piezas tienen bastantes visitas en YouTube, la anterior tenía 11.000 y esta tiene casi el doble, por eso las elegí. Esto son las redes sociales, y hay que contar, además de YouTube, todo lo que repercute luego, cuando se viraliza.

Entonces, ¿cómo aparecen aquí Lacalle Pou y su compañero, el petirrojo Larrañaga? En vez de cruzar el escenario como antes, muy cerca de una performance artística, de un rapero, de un cantante, aparece en una actitud más de político discursante, detrás de un podio, leyendo, hablándole a la gente. Pero las palabras no carecen de audacia, están más cercanas a un sermón o a un manifiesto para buscar una vida mejor, una suerte de estilo de autoayuda, mucho más que a lo programático-ideológico-partidario. Por eso, insisto, toda esta parte de la campaña de la fórmula exnacionalista, ahora de balotaje, es más de la iconicidad, de lo vago. Me impactó una frase que dice: "La pasión y el amor por lo que creemos es mucho más fuerte que las matemáticas".

EC - La ha dicho incluso en algunos discursos.

FA - Además lo que aparece ahí luego, porque vuelve como canción, me trajo a la memoria una película llamada "Tango feroz", que hizo mucho ruido, que creo que reeditaron hace poco.

EC - Acaba de exhibirse de nuevo en una versión remasterizada, tratada digitalmente.

FA - Sobre Tanguito, aquella figura del rock rioplatense de hace 40 años. Y tiene una canción que es "El amor es más fuerte", que estaba volviendo a escuchar. Estaría bueno hacer una comparación. ¿Sabés cómo le llamo a este estilo de remix del remix? Una suerte de "karaoke inspiracional político".

EC - Estás muy creativo últimamente.

FA - En el karaoke la letra va apareciendo en la pantalla para que tú cantes. Acá, en este estilo tan curioso, van apareciendo partes de lo que dice, por ejemplo "el amor es más fuerte", y aparece una gráfica de barras, como las estadísticas, de un lado 49 y 51. No hay que ser muy semiótico para darse cuenta de que remite al resultado de la elección del 26 de octubre, para mostrar, y lo va a decir luego, que "es difícil pero es posible". Me hace acordar de esa frase tan manida en época de selección uruguaya y de dolor general: "matemáticamente tenemos chance".

Pero habría una cosa muy interesante, que es la imagen del vice. Hay un canto o apología al propio Partido Nacional, aunque es un momento no partidario. Se trata de ver aquel destinatario polícromo del que hablábamos, de cualquier color. Eso es de un discurso del propio Lacalle Pou en esta última etapa. Por eso le ponía el título "Triste, solitario y casi final", era el adiós del precandidato Larrañaga, cuando se va al interior, amagando con que se va, que luego no fue.

Paso a mostrar una cosa superinteresante, que es un contrapunto en este discurso por la positiva, que termina con "revolución positiva", "evolución positiva", juega con esa palabra, pero aparece Larrañaga hablando en un momento y dice "¿de qué certezas habla?" y queda con un eco musical. Está hablando de Tabaré Vázquez, que en las últimas piezas habla de las certezas, bien por la negativa. Y una cosa más fuerte, se le deja el clímax emocional a Larrañaga, con la frase: "Solo hay una cosa absolutamente imposible: rendirnos". Es el discurso de Larrañaga cuando se lanza al balotaje. Pero un detalle, hay una elipsis, lo cortaron, el discurso decía "solo hay una cosa absolutamente imposible ‘para los blancos’".

EC - Eso se quitó. Porque acá el mensaje es más amplio.

FA - Muy interesante, porque aparece diciéndola, pero hicieron un montaje. Está bueno, porque en este momento el paradestinatario polícromo es clave, hay que albergar todos los colores.

Dejemos esta gran nostalgia y redondeemos con Tabaré Vázquez.

EC - Pasamos a una pieza de la campaña de la fórmula Vázquez-Sendic.

EC - Este video comienza con una postal que dice "El futuro no para", detrás de la cual aparecen los ya icónicos aerogeneradores o molinos de energía eólica. Luego se da paso a un primer plano del director nacional de Energía, Ramón Méndez, que va explicando la transformación de la matriz energética que ha ocurrido en Uruguay en los últimos años, todo eso ilustrado con diferentes imágenes.

FA - El título para este sería "Vamos más que bien. El retorno discreto de un eslogan que conoció días peores".

EC - Vas para atrás, a la época de las internas.

FA - Al 1 de junio. ¿Te acordás cómo se criticaron aquellos dos discursos de Vázquez, el del Four Points y luego el de La huella de Líber Seregni? Porque parecía estar demasiado en presidente ya.

EC - Incluso se criticó el eslogan que había usado Vázquez antes de las internas, aquel "vamos bien".

FA - Que discretamente desapareció. Ahora yo diría "vamos muy pero muy bien". Esto en vez de ser "el futuro no para", es "el pasado continúa a todo trapo". Porque si lo otro era icónico, esto es indicial. Las tres piezas son: una sobre energía, la que acabás de describir; una de Cristina Zubillaga sobre la Agesic, sobre la electronización, la modernización de la burocracia, y una sobre la Impositiva.

Redondeo así. Acá parece que hubiera una especie de revancha semiótica para aquel candidato demasiado apurado, demasiado ya en el 1 de marzo de 2015, pero ahora respaldado por ese final de octubre tan impresionante. Por algo no aparece Sendic, fijate qué curioso. El título final dice "Tabaré presidente", con una letra minúscula que quiere ser una horizontalización, una bajada hacia la gente, como la de Lacalle Pou que los mira cara a cara.

En estas tres piezas de técnicos no aparece Tabaré Vázquez. Hasta aparece ALUR, que fue una de las partes polémicas de la campaña, la oposición varias veces salió a decir que esta forma de producir energía era un gasto excesivo. Pero con este enfoque didáctico veo que hay una continuidad perfecta de la pieza que analicé la columna pasada de Tabaré Vázquez, en la que habla el médico. Acá habla un técnico, un doctor física, y usa frases sin embargo superlativas. Cito una: "Esta transformación energética es posiblemente la política ambiental más ambiciosa de toda la historia de nuestro país". Ese es Ramón Méndez.

Esta estética luminosa e indicial pone el partido en lo que dije al principio: ya se terminó la campaña. Esto es como decir "este es mi equipo"; más que decir "el futuro no para", es "el pasado continúa y muy luminosamente". Solo al final dice Ramón Méndez –y yo diría sintomáticamente– esta frase: "Ahora estamos prontos para más cambios". Muy curioso en un aviso que se llama "El futuro no para".

EC - En definitiva, entonces, pese a que parecía que no, los signos dicen bastante.

FA - Sí, teníamos que cerrar la columna haciendo una mirada un poquito más en perspectiva, haciéndole honor a este espacio. Ha sido un enorme placer de vuelta dialogar contigo y con los oyentes sobre cosas que –esa es mi esperanza– no estarían puestas sobre el tapete si no pudiéramos agregar nuestra conversación que pretende ir un poquito más allá de lo evidente, de lo obvio, para llegar al meollo de la cultura, la sociedad y la política, que es nuestra intención.

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Transcripción: María Lila Ltaif