El día después

Álvaro Delgado: Lacalle Pou y Larrañaga "empezarán a repasar las estrategias rumbo a las elecciones de mayo" en los próximos días

lvaro Delgado. Archivo
lvaro Delgado Archivo

Luego del triunfo del Frente Amplio en la jornada de ayer, el Partido Nacional deberá evaluar su situación política actual y lo que se viene. En febrero asumirán los miembros de su bancada en el Parlamento, y en mayo habrá elecciones departamentales, donde tienen puesta la mira. En diálogo con En Perspectiva, Álvaro Delgado, uno de los hombres de confianza del expresidenciable nacionalista aseguró que "el papel de Luis Lacalle Pou en el liderazgo del PN de ahora en adelante está consolidado". Con respecto a los resultados de la segunda vuelta, Delgado siempre dijo que "era difícil, pero no imposible. Difícil porque estaba muy condicionado por una situación de base que era el resultado del 26 de octubre".

(emitido a las 9.51 hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Cómo evalúan de cada uno de los dos lados el resultado que dejó la segunda vuelta de las elecciones nacionales?

Estamos en contacto con el diputado Álvaro Delgado, uno de los dirigentes de Aire Fresco, el sector de Luis Lacalle Pou. Uno de sus hombres de confianza, uno de sus principales operadores políticos.

Los números de ayer: la distancia importante entre Vázquez y Lacalle Pou de 12,5 puntos, la votación de Vázquez, que estuvo en el 53,6%, y la votación de Lacalle Pou, en el 41,1%. ¿Cómo evaluó los resultados?

ÁLVARO DELGADO:
Obviamente el resultado del balotaje era un resultado que podíamos prever. Dijimos siempre que era difícil pero no imposible. Difícil porque estaba muy condicionado por una situación de base que era el resultado del 26 de octubre, la relación entre los partidos. El Partido Nacional (PN) el 26 de octubre crece en 50.000 votos con respecto a la elección del 2009, saca un senador más y dos diputados más, pero hay otros partidos que crecen en forma importante. Eso condicionó la relación entre los partidos y condicionó la campaña de arranque para el balotaje. Con lo cual, más allá de la recomendación del Partido Colorado (PC) y más allá de la actitud, que siempre importa más que los resultados, condicionaba lo que iba a ser el resultado del balotaje.

Habríamos esperado otro resultado y trabajamos para lograrlo, pero la gente tomó una decisión y no cabe otra cosa que acatarla. De todas maneras, un 41 y pico por ciento, cerca del millón de votos, respaldando a la candidatura Lacalle Pou-Larrañaga nos da una gran responsabilidad. No de haber sido los preferidos, pero una gran responsabilidad en lo que viene para adelante, siendo mano el gobierno. Porque ayer no solo se confirmó que Vázquez es el próximo presidente del Uruguay, sino que además el Frente Amplio (FA) va a gobernar con mayoría propia –lo que decíamos en la campaña electoral– en las dos cámaras.

EC - De las primeras entrevistas posteriores a las elecciones nacionales, recuerdo una con usted en particular que señalaba que tenía la información de votantes frenteamplistas que estaban pensando en votar a Lacalle Pou en la segunda vuelta con la idea de que Vázquez no tuviera el control de las dos cámaras, que, a la luz de la experiencia de este período de gobierno, no se repitiera esa concentración de poder en el presidente Vázquez. Eso parece haber ocurrido muy poco o no haber ocurrido. ¿Qué dice usted?

AD - Conozco alguno. Es más, a uno lo llevé a votar porque es amigo mío. Cuando te dicen "voté a Vázquez, pero ahora quiero votar a Lacalle Pou", lo subí al auto y además le tranqué las puertas, le puse la tranca de niños. [Risas.] Conozco alguno, sí. Y hubo gente independiente que votó a Lacalle Pou-Larrañaga; y posiblemente haya otros que votaron a Lacalle Pou el 26 de octubre que tomaron otra definición.

EC - Lo cierto es que Vázquez no perdió nada de su votación. Es más, ganó 5 puntos y pico.

AD - Ganó, los números son objetivos. Nosotros aspirábamos a convencer a una cantidad de gente por encima de lo que votó el PN, convencer los votos colorados. En el PC hubo una lógica muy especial, más allá de la recomendación del Comité Ejecutivo Nacional hubo un proceso muy discutido de muchos actores colorados, que también repercutió en la campaña, que tenía que tratar de ser lineal y abroquelada o por lo menos con una sola estrategia. Hubo también algunos ruidos ahí. Generalmente cuando los resultados son casi casi condicionantes, como pasó el 26 de octubre, es muy probable que el resultado sea lo que tuvimos ayer.

Ahí tuvimos que remar, tratar de generar esa ilusión y seguir trabajando. Reitero, un resultado que era esperable, siempre dijimos que era muy difícil ganar el balotaje, que en política nada es imposible, que podía ser previsible pero que la gente iba a valorar mucho más la actitud que los resultados. Creo que eso va a pasar, la gente va a valorar la actitud de lucha, de insistencia, de ser positivos en el sentido de tratar de construir, de no agraviar, de no descalificar, de mantener el mismo camino para tratar de llegar y no cambiar en función de los resultados. Me parece que la gente valoró eso. Y hay casi un millón de votos que te dan una gran responsabilidad, es un porcentaje muy importante del electorado uruguayo.

ADOLFO GARCÉ:
Vos sos un tipo muy reflexivo. Entonces, primero, ¿estás de acuerdo en que esta elección de 2014 constituye una extraordinaria demostración de poder político, electoral, cultural del FA? Y segundo, si es así, ¿qué hace mal la oposición? Porque el FA hace 10 años que gobierna y sigue conservando todo este poder político, cultural, electoral.

AD - Es una pregunta para varios programas. Es de sociología política, de análisis sesudo.

AG - Pero ¿estás de acuerdo en que el FA está tan fuerte como hace 10 años?

AD - El Uruguay viene evolucionando en diferentes situaciones. La situación económica, cómo derrama eso, cómo derramó en algunos sectores particularmente, en algunos sectores según zona demográfica. Si no, no se explican algunas situaciones de votación del FA donde el agro tiene mucha incidencia. Y no estoy hablando de productores, estoy hablando de que el agro derrama toda una cadena hacia atrás, en algunas localidades donde era impensable que pudiera ganar el FA.

Obviamente, hay un respaldo muy importante a una figura que es muy convocante, como Tabaré Vázquez, pero también hubo un factor adicional que para mí en la campaña del 26 de octubre en realidad fue la generadora o el germen del triunfo de hoy, que fue la relación entre los partidos el 26 de octubre. Tenemos que ver todo en un proceso, no podemos ver fotografías de esto, ni del FA ni en este caso del PN.

El rol del FA promoviendo muchas veces una inserción cultural y de muchos sectores de la sociedad con una base importante de opinión, eso hay que reconocerlo, y quizás sea de las cosas que el PN tiene que tomar como lección. Sobre todo no hacerlo personalmente, te consta a ti que tenemos vínculos permanentes con dirigentes gremiales, con institucionales sociales, pero quizás institucionalmente el PN tenga que hacer esas cosas con mucho más frecuencia y en forma institucionalizada.

Pero también el factor Mujica en la campaña del 26, que fue el germen generador de este resultado del balotaje, tuvo mucho que ver. Esa actitud de Mujica saliendo en los últimos 15 o 20 días a hacer campaña electoral ostensiblemente, poniendo el peso del Estado y el peso de su poder de comunicación, que hay que reconocerle también, incidió mucho, sobre todo en algunas zonas donde Mujica tiene un nivel de entrada importante.

Desde el PN, yo no puedo evaluar el resultado de otra forma que como exitoso en un proceso. No exitoso en el resultado electoral del balotaje, pero el balotaje estaba muy condicionado por octubre y el PN en octubre creció 50.000 votos con respecto a la elección anterior. Yo habría esperado un punto y medio, dos puntos más, pero fue otra la relación de los partidos que condicionó el balotaje. El PC bajó de la forma que bajó, que al menos yo no la vi venir y muchos analistas tampoco. Y alguna otra correlación, cómo votó el FA, ese voto silencioso, un voto quizás no demostrativo de los últimos 15 días que terminó votando al FA más allá de las expectativas. Nadie lo vio venir y votó un poco más de lo que todos preveían, de lo que preveían los propios frenteamplistas. Estuvimos en contacto hasta el propio domingo 26 de octubre y la expectativa de los frenteamplistas era otra.

También es verdad que el proceso del PN, hablando ahora sí de la candidatura de Lacalle Pou, fue un proceso de 22 meses, muy vertiginoso, de los procesos vertiginosos de acumulación política más importantes que he visto. En la otra elección formamos el sector Aire Fresco, sacamos tres diputados, después empezamos a recorrer el país mano a mano, y en el 2012 íbamos con una idea y volvíamos con la de la gente. Fuimos corriendo la meta. Empezamos en un proyecto nacional, después en 2012 la gente decía "Luis, tenés que ser el candidato tú, el partido necesita una renovación, aire fresco", ya éramos nueve diputados, no tres, y en enero de 2013 Aire Fresco ofrece el nombre de Luis como posible precandidato; eran otros los precandidatos.

A partir de ahí se dio un proceso casi en dominó de acumulación política. La incorporación de gente del Espacio 40, precandidatos que se bajan, y el 4 de mayo de 2013 se proclama oficialmente, dentro de lo que era en ese momento Unidad Nacional, la candidatura de Luis Lacalle Pou. Luis Lacalle Pou en ese momento tenía un 6% del partido y el partido tenía el 21% de intención de voto del electorado nacional. A partir de ahí se dio un proceso muy importante, la creación del movimiento Todos, Pablo da Silveira con los 250 técnicos, Graciela Bianchi, Movimiento Nacional de Rocha, que después continúa consolidándose con la incorporación a la candidatura de Saravia, Abreu y los otros precandidatos. Y con el resultado de la interna, que no estaba previsto por ninguno de los analistas, ni por los encuestadores, ni por el común de la gente, que terminó casi con 10 puntos de diferencia a favor de Luis Lacalle Pou, que cambió el paradigma de la elección, con ese espíritu de renovación que creo que vino para quedarse.

Después el desafío era abroquelar eso. Lo más fácil y lo más blanco habría sido, mirando la historia, ganaste, el preferido, y eso genera todo un cisma interno muy difícil de abroquelar. Sin embargo se logró. Eso tiene un valor político muy importante, de Luis y sobre todo de Jorge, fue la única fórmula en la que se integraron los dos que compitieron y trabajaron para adelante. Porque la unidad que hay arriba y la buena onda y la sintonía se derramaban.

AG - ¿No hubo poco cambio en la campaña blanca después del 1 de junio? Porque noté una campaña del FA que sí fue mutando, pero a la de los blancos la vi siempre demasiado parecida a sí misma.

AD - Puede ser… Partimos de la frase de Einstein, no hagas siempre lo mismo si querés resultados diferentes. Veníamos de una interna en la que nuestra campaña –y ahora estoy hablando por nuestro sector– fue exitosa a pesar de los pronósticos. Y el FA fue al revés, empezó una campaña equivocada, la mutación fue porque se dieron cuenta de que empezaron una campaña equivocada. Tanto es así que cambiaron de eslogan más de una vez y cambiaron de forma de hacer publicidad y de forma de encarar la campaña. El factor determinante, obviamente, fue el factor Mujica en los últimos 20 días.

Yo no descarto hacer la autocrítica de nuestra propia campaña. Quizás habría que haber insistido mucho más en algunos temas, quizás haber cambiado algunos perfiles, pero había un estilo que no podíamos dejar, que creo que permeó, que vino para quedarse. Permeó en el PN y permeó la política nacional. Estoy convencido de que es de esos casos en que uno invierte en un estilo político, una forma de hacer política, que es una siembra de cosecha diferida. Parte de la cosecha se dio en la interna, después el 26 de octubre, parte en la noche de ayer y seguramente parte en lo que viene en adelante. Ahí sí el partido tiene otro desafío, las elecciones departamentales, ese desafío es importante.

EC - ¿Cómo concibe el papel de Luis Lacalle Pou en el liderazgo del PN de ahora en adelante?

AD - Consolidado, con una gran responsabilidad, porque el resultado de ayer pone casi un millón de votos sobre sus hombros. Obviamente no todos nacionalistas, pero ahora hablando del PN, es una gran responsabilidad de conducción. Viene la etapa de la conducción.

EC - ¿Cómo será esa conducción? No va a ser desde la presidencia del directorio, él lo aclaró ayer.

AD - Tenemos que buscar los mecanismos.

EC - Pero ¿va a conducir o va a ser un liderazgo compartido con Larrañaga?

AD - Ayer habló de la conducción partidaria, y obviamente la interna generó también determinados niveles de responsabilidad. Hay dos sectores bien definidos, uno prevaleció en la interna sobre el otro, pero superamos esa etapa y Luis y Jorge han generado una sintonía muy especial. Tanto es así que hay una decisión de ambos de juntarse en estos días y empezar a repasar las estrategias departamentales rumbo a las elecciones de mayo.

Porque generalmente se decía que los líos o las estrategias departamentales se resuelven en cada departamento, pero ahora está definido, con base en la confianza y la buena sintonía que hay entre ambos, que más allá de que lideran dos sectores, definieron ponerse espalda con espalda para que en los temas departamentales haya una incidencia nacional. Mejor dicho, que los líderes nacionales terminen teniendo una incidencia en los temas departamentales para fijar una estrategia en la que el PN no solo mantenga intendencias, sino que recupere intendencias o gane alguna otra que hoy no tiene. Eso va a ser un tema partidario en el que Luis y Jorge van a tener un papel preponderante, diría absolutamente determinante, y a Luis le corresponde la conducción de la mayoría del PN en este proceso.

AG - Me imagino que en esas conversaciones de los próximos días el tema de Montevideo va a ser especialmente importante. Por lo que significa Montevideo, por la expectativa que generó el Partido de la Concertación, por la discusión en torno a sí o no a la candidatura de Gandini, que además es hombre de Larrañaga.

EC - ¿Cabe la posibilidad de retomar el nombre de Jorge Gandini?

AD - No lo sé, hay que hablarlo con él. En las conversaciones entre Luis y Jorge va a estar el tema de cómo se va a trabajar en todos los departamentos y la estrategia. Con estrategia me refiero a los candidatos, las propuestas, y en el caso de Montevideo el posicionamiento de la Concertación.

Si me preguntás a mí, te adelanto algo que además es la opinión de Luis, lo hemos hablado. Estamos entusiasmados con el Partido de la Concertación, no tendríamos derecho a decirle que no a un esfuerzo que se hizo, en algo en lo que podemos cristalizar la opinión de la gente, la rebeldía de la gente ante un problema de gestión que ya es un tema departamental. Ya la gente votó por el FA, ya votó en octubre y ahora le dio la mayoría parlamentaria y la Presidencia de la República, ahora se votan intendencias, gestión, basura, calles, alumbrado, ese tipo de cosas. Y me parece que Montevideo, donde el FA tiene una muy mala evaluación de gestión, la gente no nos perdonaría si en función de rencillas políticas o de especulaciones o de calculadora dejáramos de lado el Partido de la Concertación, que es un partido superador con el objetivo de tener una buena gestión en Montevideo y acceder a un polo de poder que permita ganar la Intendencia. Así que vamos a mantener esa alternativa en Montevideo.

Emiliano, tú me preguntabas qué va a pasar de aquí en adelante. Ahora el gobierno es mano en cómo va a trabajar, si ahora que tiene mayoría propia –cosa de que alertamos en la campaña electoral– la oreja la pone para escucharse a sí mismo o si abre la posibilidad de incorporar algunas propuestas de otros sectores del país. En este caso, hay una fórmula que tuvo casi un millón de votos.

EC - Ayer Lacalle Pou se mostró escéptico a propósito de las comisiones multipartidarias. ¿Qué quiso decir?

AD - Las comisiones multipartidarias fueron en general una cosa que yo valoré en su momento (estoy hablando a título personal) del presidente Mujica. Me parecía que en las áreas en que se pusieron –faltaron algunas otras– eran objetivos bien interesantes para hacer política de Estado, comprometer a los partidos más allá de quién gane en las próximas dos o tres elecciones, porque estamos hablando casi del 2030.

Yo participé en la Comisión Multipartidaria de Energía; allí se definían los qué, no los cómo, porque los cómo los determina cada partido. Y fue la única que más o menos funcionó, con un cumplimiento importante; falta el tema tarifario, que quedó pendiente, y alguna cosa más. En las demás fueron más fotos y buenas intenciones.

EC - ¿Qué es lo que plantea ahora Lacalle Pou como criterio?

AD - Acuerdos concretos para soluciones concretas, acuerdos programáticos sobre temas puntuales. En este tema hay una solución planteada por el PN, si al FA le sirve, le gusta o le interesa o le interesa modificarla, llegar a un acuerdo para terminar con un tema práctico; que impacte en la gente directamente, más allá de grandes declaraciones.

El tema energético es una inversión a largo plazo, ahí hay un matiz, son decisiones a largo plazo que en general hay un compromiso de mantener más allá del gobierno. Se manejaron comisiones multipartidarias sobre seguridad, sobre educación y sobre medioambiente, y ninguna de estas tres tuvo ningún tipo de incidencia.

EC - ¿Cómo sería eso de los acuerdos concretos en temas puntuales? Un ejemplo.

AD - Seguridad pública, responsabilidad penal juvenil, elevamiento de las penas de los menores infractores que cometen delitos graves o gravísimos. Llegó a haber acuerdo, hoy está medio trancado por alguna interna del FA. Cosas concretas sobre las que podamos dialogar, llegar a algunos acuerdos puntuales que repercutan directamente en alguna solución tangible para la gente y que se puedan evaluar.

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Transcripción: María Lila Ltaif