Rubio pidió paciencia y confianza en las gestiones del gobierno
El senador oficialista Enrique Rubio dijo que la oposición actúa con apuro y sin tener todos los elementos de juicio sobre el acuerdo entre Vázquez y Kirchner. "Hay que mirar el bosque, no el arbolito, y atenerse a los resultados, no sea que tengan que desdecirse dentro de 15 días cuando tengan resultados a la vista", afirmó. Agregó que está tranquilo y confiado porque "esto es parte de una estrategia general".
(Emitido a las 9.15)
EMILIANO COTELO:
¿Y qué se dice desde el gobierno, qué evaluaciones se hacen desde el oficialismo?
En Perspectiva desarrolló durante el domingo gestiones muy intensas en procura de la palabra del canciller Reinaldo Gargano, que se encuentra de gira con el presidente Vázquez, y también de la vicecanciller Belela Herrera. También se hicieron los intentos correspondientes con el doctor Gonzalo Fernández, secretario de la Presidencia que, como se sabe, ha venido jugando un papel protagónico en estos contactos con el gobierno argentino desde hace ya semanas. Ninguna de esas gestiones ha tenido éxito hasta este momento. También procuramos al ministro José Mujica, que hace 10 días tuvo en Buenos Aires una reunión importante con el canciller Jorge Taiana en la que aparentemente algo se avanzó en la búsqueda de un entendimiento.
Recurrimos entonces a la bancada del Frente Amplio en el Senado. Por eso estamos en diálogo con el profesor Enrique Rubio, de la Vertiente Artiguista.
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Senador Rubio, ¿usted ya tiene una opinión formada o, como otros voceros que hemos consultado en el Frente, prefiere esperar a tener más información?
ENRIQUE RUBIO:
Yo tengo una opinión preliminar, diría, sobre este problema. Estuve en Chile y demás, no he participado personalmente pero alguna idea tengo.
EC - ¿Cuál es?
ER - Para mí es una buena noticia que haya un movimiento inicial de descompresión previo a la iniciación eventual de una negociación. Estamos en la etapa preliminar y me parece bien que haya una descompresión a través de un encuentro de los presidentes.
Es mucho lo que está en juego para Uruguay en este momento, no solamente en relación con Argentina sino en relación con la región y en otros aspectos. Es muy bueno que esto esté siendo conducido, porque es un tema muy grave, directamente por el presidente, con el ministro de Relaciones Exteriores y otros ministros pero con la conducción central del presidente de la República. Uruguay tiene razón, el interés nacional está siendo bien defendido, ha habido un enfrentamiento durísimo, los costos intangibles son mucho mayores que los que se pueden medir en millones de dólares y las eventualidades de horizontes negros en cierta medida han estado planteadas y hay que despejarlas. Nadie desea ir a tribunales internacionales que terminen, por ejemplo, con decisiones de no innovar, con las consecuencias que eso podría terminar teniendo para el país. Esta descompresión inicial para una escalada, o procura hacerlo, y apela a expresiones y manifestaciones de voluntad por parte de los actores privados, que son las empresas del lado uruguayo, que tienen una buena actitud, y del lado argentino los piquetes. Veremos qué sucede.
EC - ¿Qué responde usted a las críticas que se han acumulado desde el sábado y que ven los términos de este entendimiento, preacuerdo o tregua como un retroceso en la posición uruguaya, como una contradicción con las condiciones inamovibles que el propio presidente Vázquez había expuesto reiteradamente?
ER - Que están apurados, que no tienen todos los elementos de juicio y que es mucho más complejo de lo que ellos piensan. Se van a enterar en su momento, pero el detalle de una negociación tan compleja no se puede estar ventilando, ya sucedió en algún otro caso que se informó y terminaron publicados en algunos diarios documentos y gestiones que se iban a hacer, por ejemplo ante el secretario general de la OEA, antes de que llegara la misión. Hay que mirar el bosque, no el arbolito, y atenerse a los resultados, no sea que hoy estén afirmando algunas cosas y tengan que desdecirse dentro de 15 días cuando tengan determinados resultados a la vista.
EC - ¿No hay por lo menos un problema de comunicación entonces? Porque el presidente Vázquez había dicho "las obras no se suspenden" y acá se está solicitando a las empresas que las suspendan, y había dicho "no hay negociación si no se levantan los piquetes" y por lo visto hubo negociación.
ER - Una cosa es un movimiento inicial de aproximación y otra cosa es la negociación; en todo caso la negociación, si se dan determinados términos, empieza después. Y además el gobierno no ha decretado la suspensión de las obras. Tampoco el gobierno argentino ha decretado el levantamiento de los piquetes, estamos en una etapa muy preliminar pidiendo gestos en una primera aproximación que es buena porque había una escalada y en una escalada pierden los dos países, fundamentalmente pierde el más chico, y los costos son ya muy importantes.
Entonces vamos a ver cómo sigue, que la oposición tenga un poco de paciencia, hay algunas expresiones destempladas, con demasiado apuro, si bien hay otra gente más cauta que sabe más de estas cosas y de lo que está en juego. Nosotros estamos muy tranquilos y bastante confiados, esto es parte de una estrategia general en la que hay muchos otros movimientos con Argentina y en toda la región.
EC - Justamente, ¿cómo se explica que Vázquez continúe la gira que había iniciado en Santiago, que ahora lo ha llevado a Bolivia y que después lo llevará a Venezuela, Brasil y Paraguay? Una gira que se suponía era para informar sobre el diferendo con Argentina y recabar solidaridad con la posición uruguaya. ¿Cómo se mantiene esa gira en este contexto?
ER - Justamente como un fortalecimiento de la postura uruguaya. Nosotros dialogamos pero al mismo tiempo buscamos fortalecer nuestro frente, encontrar respaldos en el subcontinente y negociar otras cosas, porque está todo en juego en materia energética y en otros campos y es necesario hacerlo en esta gira. Esto es parte de un juego de conjunto, eso es lo que hay que mirar, no detenerse en el detalle. Dentro de 15 días, un mes vamos a evaluar y los resultados van a ser muy buenos para Uruguay en materia de la continuidad de los procesos de inversión en esta área y en otras cuestiones, también en el replanteo de la situación del Mercosur y en las definiciones que son clave para los futuros 10, 15, 20 años sobre por dónde pasan los gasoductos, por dónde pasa el eje vial y por dónde pasan otras cosas estratégicas para el país. Yo diría que no hay que apurarse, no hay que ser hombres de tan poca fe, hay que mirar un poco más globalmente la situación y saber que a veces es en los presidentes en quienes se delega determinado tipo de gestiones y decisiones y hay que esperar un poco.
EC - Usted dice que en determinadas circunstancias son los presidentes los que toman el timón y resuelven. ¿Pero cómo explica o qué impresión tiene del desplazamiento de las Cancillería, en particular de la uruguaya?
ER - Es una campaña de la oposición uruguaya. La Cancillería y el canciller con quien estuve ayer están perfectamente al tanto y en sintonía con lo que se está haciendo.
EC - Las versiones que llegan desde Argentina dicen que el gobierno Kirchner exigió o reclamó que el canciller Gargano no tomara parte en estos contactos.
ER - Son versiones periodísticas que, por lo que sé, no corresponden a la realidad.
EC - Por último, los costos de una suspensión de las obras, ¿cómo se incluyen en este paquete de negociaciones? Porque una suspensión como esta, eventualmente por 90 días, no sale gratis ni mucho menos, hay jornales de trabajadores de por medio, hay contratos de Botnia con sus proveedores que caen y que dan lugar eventualmente a multas. ¿Qué pasa con todo eso?
ER - Por la información que yo tengo, y esta es reciente, las empresas han mostrado buena actitud. Hay una empresa que no ha comenzado las obras, que es Ence, y hay otra tiene buena disposición. Estas cosas a veces tienen algunos costos, los tienen, pero considerados los costos eventuales de ahondar el nivel de enfrentamiento, esos costos son ínfimos.
EC - ¿Pero quién los paga?
ER - Eso lo va a definir el presidente.
EC - Claro, porque esa es una pregunta crítica en todo esto.
ER - En todo caso es un detalle perfectamente absorbible en el marco de una situación en la que los riesgos son de mil a uno en comparación. A veces para evaluar una situación hay que tener los niveles de información, yo entiendo que se provocan algunos desconciertos, pero hay que tener confianza, esto está siendo bien llevado.
EC - Una de las dudas es, teniendo en cuenta los tratados de protección de inversiones vigentes entre Uruguay y España por un lado y entre Uruguay y Finlandia por otro, si este camino que ahora empieza a recorrerse, en la medida que altera los proyectos de las dos empresas, no expone al Estado uruguayo al riesgo de tener que pagar indemnizaciones.
ER - Este problema se lleva en acuerdo con niveles empresariales y con otros gobiernos, así que esos riesgos en principio no existen.
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Edición: Mauricio Erramuspe