Entrevistas

Mujica pide "optimismo sin manija" tras reunión con Lula

Mujica pide "optimismo sin manija" tras reunión con Lula

Tras la reunión con Lula en Anchorena, el ministro de Ganadería, José Mujica, dijo que se está logrando "mejorar la relaciones en el Mercosur". Por eso subrayó que es "optimista" pero "para laburar, no para dormir la siesta". "Hay mucho que trabajar, hay que tejer y tejer", explicó. "Si quieres mejorar la relación con Brasil, tienes que mejorar la relación con Buenos Aires", alertó.

(Emitido a las 9.14)

EMILIANO COTELO:
La expectativa era enorme. Pero, ¿los resultados de la reunión en Anchorena se ajustan a lo que se esperaba?

Si nos dejamos llevar por la acumulación de anuncios de inversiones, de obras, de planes conjuntos, incluso por el contenido del discurso del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, podría sostenerse que el encuentro de ayer fue más que provechoso para nuestro país.

Pero también es cierto que en esta reunión estaba en juego algo mucho más importante. Algo tan importante como intangible: la relación bilateral. La relación bilateral a nivel institucional e incluso a nivel personal de los gobernantes.

¿Se disipó la molestia que habían generado las postergaciones sucesivas de la visita de Lula a nuestro país? ¿Se zanjaron las diferencias a propósito de la inserción internacional de Uruguay que tanto ha dado que hablar? ¿Qué acuerdos se lograron en torno a los reclamos para compensar las asimetrías dentro del bloque regional?

Ya tuvimos algunas respuestas a estas preguntas más temprano cuando entrevistamos al ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi. Él fue uno de los integrantes de la delegación uruguaya. También compartimos un informe sobre lo dicho por los presidentes traws su encuentro.  Ahora el diálogo es con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica, que también estuvo presente ayer en la Estancia de Anchorena.

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Ministro Mujica, ¿qué sensación le dejaron sus charlas de ayer con sus pares brasileños y lo que supo de lo que fueron los diálogos Lula-Vázquez?

JOSÉ MUJICA:
Para ser sintético, en este tipo de eventos está la comunicación de las palabras, de los conceptos y de los papeles que se firman, cosa que es muy importante. Pero... el terreno de la política, ¡ay que escurridizo que es! También valen las sensaciones con las que uno se queda. Hay un todo.

Tengo una visión francamente optimista... sin manija. Sin manija facilonga. Encontramos un presidente en Lula que reconoce tajantemente, me quedó muy grabado, que pertenecer al Mercosur no puede ser un sufrimiento. Además, estuvo el relato de la peripecia de gobierno con cosas que yo sé que pasan. Hace dos años acordaron allá en el Orinoco hacer unas obras entre Petrobras y PDVSA pero como a los ingenieros de una y otra que son petroleros no les gustaba, en los hechos no hicieron nada. Tampoco le informaron nada. Lo puso como un ejemplo y como una justificación de lo que él considera sobre por qué asumió el segundo mandato: la conciencia de muchísimas cosas que se debieron hacer y que no se hicieron. Una de ellas es el franco reconocimiento de las asimetrías y yo diría de la falta de liderazgo de Brasil en el proceso del Mercosur.

EC – ¿Hay una autocrítica del presidente de Brasil?

JM – Sí, sí. Una autocrítica que se hizo para nosotros. Pero el discurso de Lula tiene como gran destinatario a la sociedad brasileña.

EC – ¿Por qué dice esto?

JM – Porque es evidente porque necesita romper los círculos de distintos intereses que amputan la posibilidad de tener mayor apertura y mejor relación, más sana, con la propia región. No hay que olvidarse que Lula necesita la coparticipación de por lo menos parte del empresariado en esto.

Por ejemplo: las eventuales inversiones de Marcopolo, una empresa de carrocerías del sur de Brasil que está estudiando instalarse en Uruguay, ¿por qué le importan? Le importan porque se podrá ir construyendo economía en la medida de que sectores empresariales brasileños recojan el guante de que tienen que hacer un hueco para que participen las economías de la región. Si no, esto queda librado a la cuestión de los estados. Y para crear esa conciencia en un estado gigantesco como Brasil a veces hay que romper los círculos federales. Ellos señalaban los conflictos con el arroz, etcétera, de los cuales son muy concientes.

Ahora ninguna cena es gratis. Por eso yo le dije: "moderado optimismo". Yo me doy cuenta que el hecho de que Correa trate de expandir la producción de cemento en Paysandú, tiene una bruta seriedad objetiva.

EC – Usted se refiere a la propuesta que ha hecho el grupo Camargo Correa para una inversión conjunta con Ancap que llegaría a los 130 millones de dólares.

JM – Sí, esa es una de las cosas más serias que veo porque la caliza está ahí y el mercado está del otro lado del río. El mercado es Argentina donde hay un faltante grande.

También, esto le va a resultar paradojal, yo creo que la puerta está abierta para mejorar la relación con Brasil pero hay mucho que trabajar, hay mucho que ir y venir, no hay que quedarse tranquilo, no hay que dormir la siesta de las declaraciones, hay que tejer, tejer y tejer y sudar... Pero al mismo tiempo, hay que ir a la Pirámide de Mayo. Si quieres mejorar la relación con Brasil, tienes que mejorar la relación con Buenos Aires.

EC – ¿Por qué dice esto?

JM – Porque el hermano mayor obviamente necesita al otro hermano mayor. En la mesa tiene que sentarse el presidente de los argentinos. El Río San Juan tiene que servir para que pesque Vázquez, para que pesque Lula pero para que pesque Kirchner también. Nosotros tenemos que darnos cuenta. Tenemos que convencernos que como pequeño país nosotros tenemos que ser puente y vivir de explotar el puente. Esto yo sé que en estas circunstancias es difícil.

EC – No solamente es difícil sino que aparentemente va a tener en los próximos días algún gesto que hasta puede complicar eso que usted está reclamando. Viene el presidente Bush primero a Brasil a reunirse con Lula en Sao Paulo después viene a Uruguay a reunirse con Vázquez en Anchorena y, simultáneamente, estará llegando Chávez a la República Argentina a reunirse con Kirchner. En Buenos Aires se organizará un acto que protagonizará Chávez contra la presencia de Bush en América Latina.

JM – Bueno, pero esas nos son otra cosa que obstáculos. Quien tiene mi edad y se acuerda de las declaraciones del "Tigre de papel", ha visto cosas peores.

EC – Se lo menciono porque las crónicas de prensa dicen esta mañana que aunque oficialmente el tema no fue mencionado por los representantes de los dos gobiernos, sí se conversó en los contactos informales en Anchorena. Esa presencia de Chávez con esas características, justamente en esos días en Buenos Aires, generó malestar.

JM – La realidad es como es. La verdad es que nosotros tenemos que lidiar con esos factores y tenemos que tener un norte estratégico. Ese norte estratégico es esforzarnos por mejorar las relaciones con Argentina porque nos va a abrir más puertas en Brasil. Estoy convencido. ¿Por qué? ¡Porque Brasil necesita a la Argentina!

EC – Está bien pero yo mencionaba ese episodio porque no es sólo un gesto muy fuerte de Chávez sino también de Kirchner. Se genera una "cumbre paralela". Es como una respuesta a la presencia de Bush en Brasil y en Uruguay.

JM – Sí. Se puede ver de diversas maneras pero es parte del mundo en el que estamos.

EC – ¿Y usted entiende que hay margen para mejorar la relación con Argentina?

JM – Nunca va a haber si usted no tiene claro en la cabeza que tiene que perseguirlo. Esta es la cosa. Hay que tener objetivos bien definidos. Yo creo que hay mucho que trabajar y hay algunas cosas que son importantes.

En nuestro caso, mirando las cosas sectorialmente, hay un paquete de tecnología, de participación de recursos que tienen que ver con el biodiesel. La Presidencia de Brasil está directamente involucrada, por problemas internos de desarrollo de Brasil, en esto y creemos que en las dos patas que tiene este asunto, lo que puede ser la gran producción de carácter empresarial y la micro producción buscando ayudar a problemas sociales, Brasil nos puede arrimar bastante en algo que en el Uruguay tenemos que empezar.

EC – Es clarísimo que Brasil tiene mucho terreno avanzado, casi un liderazgo en el desarrollo del etanol concretamente y lo que hoy se denominan en general agro-combustibles. Está claro que ahí hay una base sobre la cual trabajar. Tan fuerte es que parece que es uno de los intereses principales del presidente Bush cuando se reúna con Lula dentro de unos días.

JM – Sí. Lula declaró que era demasiado prematuro que pudieran hacer algún acuerdo con el alcohol. En Brasil acaban de sintetizar un queroseno biocombustible para uso de la aviación que parece que es una pegada. Es decir, la investigación también avanza mucho en Brasil.

Tenemos que mirar el contexto, yo creo que hay un cambio en la posición que ha asumido el gobierno brasileño y no lo tomo por lo nuestro, lo tomo por lo de Bolivia. Los acuerdos que en definitiva hizo con Bolivia, altamente favorables a Bolivia, que le han costado al gobierno brasilero muchas críticas desde el punto de vista interno de Brasil, en general para mi están objetivamente iluminando un cambio en la actitud para con los vecinos. Pero también tenemos la historia, ¿verdad? Por eso dije: optimismo serio, sin manija.

EC – Concretamente, en el terreno de los biocombustibles y a partir de ese potencial que tiene Brasil y que es clarísimo, ¿qué es lo que puede desarrollarse con Uruguay?

JM – Lo que quedó acordado es que el Uruguay tiene que nombrar directamente los interlocutores que van a negociar con los organismos brasileños. Se nos pidió que le mandáramos el proyecto de ley porque ellos quieren aportar la experiencia que tienen. Nos pidieron: "ustedes aprovechen a no cometer los errores que nosotros ya hemos cometido, después decidan lo que les parezca pero como hemos generado una experiencia grande también cometimos errores y por lo menos en el análisis ténganlos en cuenta".
 
Yo no tengo ninguna duda, tengo un amigo ahí en el equipo brasileño, Marco Aurelio, de que vamos a sacar un acuerdo atrás del biodiesel en el que participe obviamente Ancap y que vamos a tener apoyo en esto.

EC – Yendo a un análisis más global del resultado de la reunión Vázquez-Lula y de los contactos entre las dos delegaciones. En el tan delicado asunto de la inserción internacional de nuestro país y la pretensión de avanzar en acuerdos comerciales que impliquen ventajas arancelarias con los Estados Unidos, el planteo que hizo Lula en su discurso da la impresión de que no aportó nada demasiado nuevo. Es decir, "Uruguay soberano", "Uruguay puede avanzar en esa materia", pero tiene que hacerlo cumpliendo con las reglas, con los procedimientos que el Mercosur se ha establecido. ¿Cómo vio usted el resultado en esta materia?

JM – Yo creo que desde ese punto de vista no hay nada espectacular. Me da la impresión de que la actitud del gobierno de Lula es no desanimarnos, no ponernos un freno pero recordarnos también las obligaciones que impone el Mercosur, frente a lo cual no existe respuesta. Eso depende, entre otras cosas, de lo que estén dispuestos a concedernos.

EC – Ayer cuando le preguntaron a Astori dijo: "nosotros tenemos que seguir explorando la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Estados Unidos, tenemos el TIFA un acuerdo marco..."

JM – Nosotros ni siquiera precisamos acuerdo en el Parlamento. Con una buena política de cupos de los que están jugando hoy, que se aplique  en una forma un poco más abierta y favorable a Uruguay, sacamos una notable ventaja.

EC – Pero Astori siguió diciendo que "en esas negociaciones con Estados Unidos nos moveremos haciendo compatible ese proceso con nuestra pertenencia al Mercosur". Esto fue algo muy destacado, como usted habrá visto, en la prensa regional. "De allí nuestra solicitud de mayor flexibilidad en la aplicación de las normas", dijo Astori. Cuando le insistieron los periodistas si Uruguay había logrado esa flexibilidad de parte de Brasil para las tratativas con Washington respondió muy escueto. Dijo: "tenemos que seguir trabajando todavía hay mucho para avanzar".

JM – ¿Por qué le dije que hay que ir a Buenos Aires? Porque es de cajón que Brasil no nos va a conceder algo en lo que no haya acuerdo entre Brasil y Argentina. Lo peor que hay en la vida es no tener conciencia del peso que se puede tener. Si no, uno pierde la perspectiva de la realidad. No creo que le moleste mucho a Brasil nuestra presunta independencia de conseguir alguna clausulita un poco más abierta al estilo de lo que se pudo haber conseguido con México, que por otra parte tiene sus dificultades también. Eso es demostrativo de que los tratados no sirven de mucho si atrás de ellos no hay voluntad política. Me parece que lo esencial es la voluntad política. Cuando hay voluntad política la fórmula se encuentra.

Con esas dos salvedades creo que, en honor a la verdad, Lula no hizo ningún anuncio de cambio espectacular en la posición. No hay que echar las campanas a redoblar, desde ese punto de vista. Pero sí lo que da la impresión es que no le molesta demasiado el problema, el problema no está en Brasil para quien sabe leer.

EC – Para terminar y a propósito de este mismo asunto, ¿cómo reacciona usted ante estos titulares tanto de la prensa brasileña como de la Argentina? Elijo acá prensa brasileña O Estado de Sao Paulo que dice: "Lula cede para que Uruguay no fracture el Mercosur" o Folha de Sao Paulo: "Lula ofrece ventajas y Uruguay se queda en el Mercosur". ¿Qué dice usted de estos títulos como balance de la reunión de ayer?

JM – Me parece que cada cual ve la parcialidad. Yo creo que el Uruguay nunca se planteó irse del Mercosur, trató de mejorar la situación.

Ya sé que el compañero Danilo ha sido muy enfático en ese camino pero la posición de Tabaré siempre me resultó bien clara y bien definida: tratar de mejorar la relación en el Mercosur. Creo que lo estamos logrando. Pero con lo que le dije al principio: optimismo  para laburar, no para dormir la siesta.

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Edición: Mauricio Erramuspe