Durante una reunión con Tabaré Vázquez, el líder blanco Jorge Larrañaga planteó varias propuestas, una de ellas referente a una salida al diferendo con Argentina.

Larrañaga propone una salida al conflicto con Argentina

Durante una reunión con Tabaré Vázquez, el líder blanco Jorge Larrañaga planteó varias propuestas, una de ellas referente a una salida al diferendo con Argentina. Al monitoreo conjunto, agrega un sistema de garantías y la intervención de una organización internacional para acreditar los controles. "En algún momento los países van a necesitar una excusa para resolver este conflicto. Y este documento puede serlo", señaló.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
En más de una oportunidad se ha criticado a la oposición por mantener una postura demasiado crítica –hasta "destructiva" podríamos decir– respecto del accionar del gobierno.

Sin embargo, en esta oportunidad, el Partido Nacional (PN) eligió otro camino, a primera vista mucho más constructivo.

El comentario viene a propósito de la reunión que mantuvo ayer el presidente del Directorio nacionalista, Jorge Larrañaga, con el presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez.

El doctor Larrañaga aprovechó la oportunidad para presentar una serie de propuestas, de aportes a la discusión nacional, entre ellas una muy articulada y argumentada propuesta de solución al conflicto con Argentina por la planta de Botnia.

¿Qué dijo Vázquez sobre ese documento?

(Audio)

"TABARÉ VÁZQUEZ:
Me ha hecho llegar el señor presidente del PN una propuesta que yo voy a hacer estudiar por nuestros técnicos, para ver qué aplicación tiene. Pero personalmente me parece muy interesante".

(Fin.)

EC - Sobre estos aportes vamos a conversar en los próximos minutos con el propio senador del PN, doctor Jorge Larrañaga.

***

Doctor Larrañaga, mientras esperamos más detalles desde Madrid a propósito del documento que acaban de firmar las delegaciones de Uruguay y de Argentina con vistas a la continuación del diálogo que se inició esta semana con los auspicios del rey de España, vale la pena detenerse en esta propuesta que ustedes le presentaron al gobierno.

Una propuesta en la que ustedes entienden que es importante distinguir claramente los ingredientes de coyuntura, más episódicos, de los de largo plazo o estratégicos, que, subrayan, están mezclados en este conflicto. ¿Podemos desarrollar un poco más la idea?

JORGE LARRAÑAGA:
Se trata de un documento que apunta a procurar superar el conflicto presente y generar mecanismos actualizados para prevenir conflictos futuros, que apunten a evitar la reiteración de situaciones de desencuentros entre ambos pueblos. Establece mecanismos de coyuntura, incorpora el monitoreo conjunto, ya ofrecido, establece un sistema de garantías en cuanto a la responsabilidad por la contaminación futura y eventual, en cuanto a la absoluta imparcialidad en la verificación y el control de esa contaminación, también requiriendo la intervención de una organización muy prestigiosa a nivel internacional, imparcial y con experiencia, como la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, precisamente para garantizar junto con los representantes de los países intervinientes la confiabilidad de los resultados del monitoreo.

A nivel binacional pretendemos dotar a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) de mejores instrumentos en el ámbito de la subcuenca del río Uruguay a través de la actualización del Estatuto de 1975, que recoge el viejo Tratado de Límites de 1961. El Estatuto del río Uruguay del 75 está superado en cuanto a la nueva normativa jurídico-internacional más nueva recibida en materia de Derecho Ambiental, entonces nos parece un aporte relevante en ese sentido.

A nivel trinacional, mirar, estudiar, analizar, discutir la iniciativa de incorporar a Brasil a una relación trilateral para la protección y el desarrollo sostenible de la subcuenca del río Uruguay, procurando seguir algunos modelos que se han utilizado en el Derecho Comparado Internacional, creando una comisión internacional con poderes eficaces en la materia.

Y en un tercer nivel el documento prevé, promover en el ámbito de la cuenca del Plata, sobre la base de un tratado de Brasilia de 1969, la adopción de una directiva del agua regional y de un acuerdo específico sectorial para aplicar una política común en materia de actividades industriales riesgosas, introduciendo la novedad de un alto comisionado, una especie de ombudsman de cuenca, al servicio de las comunidades cuencanas, de manera de poder mirar también todo este tema de la utilización de los recursos naturales y del agua como un gran aspecto del desarrollo regional.

EC - A nivel de la cuenca del Plata hay un tratado del año 1969 que ustedes proponen relanzar. El argumento es que podemos tener y seguramente tenemos problemas ambientales, de contaminación, que van bastante más allá del río Uruguay. Está claro el caso, que tantas veces se ha comentado, de las otras plantas de celulosa que Argentina tiene ubicadas sobre ríos como el Paraná, por ejemplo.

JL - Sin duda. Tenemos que aprovechar esta instancia compleja del conflicto como una oportunidad que permita prevenir hacia el futuro todo lo que puedan ser acciones de contaminación de los recursos naturales. Soy un observador de las realidades, me crié en la ribera del río Uruguay, en la ciudad de Paysandú, y he advertido a lo largo de mi vida cómo en los últimos 20 o 30 años ha cambiado hasta la coloración del río Uruguay como consecuencia de la deforestación del norte, en Brasil, que en función de las precipitaciones pluviales ha creado una contaminación por arrastre en la cuenca del río.

Esta propuesta apunta a construir una posible ruta de salida, fundamental para desarrollar una oportunidad de resolución del conflicto por un lado, y por otro para prevenir a futuro situaciones que introducen enorme complejidad a la vida de nuestros países.

EC - Ustedes sugieren trabajar en tres niveles, el bilateral estrictamente, Uruguay y Argentina, sobre la base del Tratado del Río Uruguay actualizado; un nivel trilateral en el que se incluiría también a Brasil en la medida en que el río Uruguay viene de territorio brasileño; y por último un nivel más amplio aun, el de la cuenca del Plata, que no solamente involucraría a Argentina, Uruguay y Brasil, sino también a Bolivia y Paraguay.

JL - Sin duda. En el que además se puedan establecer principios internacionales como el que expresa con absoluta claridad que el que contamina paga, y se puedan establecer responsabilidades, compensaciones, seguros internacionales a partir de un fondo de compensación para situaciones de esta naturaleza, y un riguroso monitoreo conjunto entre ambos países para la situación puntual de la planta de celulosa de Botnia.

Son garantías para las comunidades ribereñas, partiendo de una realidad que usted mismo, hace ya unos cuantos días, en función de la inquietud de un oyente, expresaba: establecer cuál es el nivel de contaminación actual del río Uruguay, para que después no nos carguen con una situación que antecede al funcionamiento de la planta de Botnia. Lamentablemente hoy el río Uruguay tiene una alta contaminación en metales pesados provenientes de emprendimientos fabriles en toda su cuenca, en ambas márgenes, e incluso contaminación humana por el vertido del saneamiento, que en función de la alta depuración de un río muy importante y muy caudaloso no registra por ahora características alarmantes, pero tenemos que preservar estos recursos naturales para las próximas generaciones.

***

EC - Vayamos un poco más a fondo en la propuesta para la coyuntura, porque allí aparecen algunos elementos que se han escuchado poco en el debate de estos últimos meses, si es que han aparecido.

En primer lugar, ustedes comparten la posición del gobierno uruguayo en cuanto a ofrecer un monitoreo conjunto entre Argentina y Uruguay del funcionamiento de la planta de Botnia. Pero a ese mecanismo le agregan varias piezas más. Una de ellas es la creación de un "sistema de garantías". ¿En qué consiste?

JL - Es un conjunto de garantías para precaver la responsabilidad por la contaminación eventual futura y una absoluta imparcialidad en la verificación y el control de esa eventual contaminación.

EC - Vamos por partes. Ustedes hablan de la conformación de un fondo de compensación. ¿Podemos explicar la idea?

JL - Estas situaciones siempre generan algún grado de contaminación. Hay un principio de que quien contamina paga, y además hay tasas específicas a nivel internacional, tasas por demanda bioquímica de oxígeno, por ejemplo. Yo no soy un técnico pero he procurado analizar alguna normativa en el marco internacional y es posible, a partir de apoyos de fundaciones internacionales, de organismos internacionales para la preservación del ambiente, como también de aportes de empresas ribereñas del río Uruguay (que muchas veces tienen un impacto ambiental en el área más próxima de su ubicación) construir ese fondo, que habrá que implementar como un mecanismo de compensación pero también de desarrollo de toda la región del río.

EC - Estoy leyendo en el documento: "Esta solución contribuye, en definitiva, a un objetivo de seguridad jurídica: pone las cosas en claro ante la incertidumbre del [eventual] no resarcimiento o [la] no reparación ante un daño ambiental que pudiera darse. Frente a megaproyectos de multinacionales poderosas debe imponerse la exigencia de seguros y fondos de compensación de volumen equivalente al daño posible futuro".

JL - Además, con la garantía adicional de convocar a una organización de prestigio, como es la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, que ha aportado a Naciones Unidas calificados representantes. Por ejemplo, integran esa Unión Internacional el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Argentina y la señora Romina Piccolotti, ministra de Medio Ambiente del gobierno nacional argentino. Una entidad de estas características podrá colaborar con el propósito de una nueva realidad de seguridad jurídica pero también del conjunto de controles que apunten al objetivo que todos queremos.

EC - Estuve buscando algunos datos a propósito de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. Fue fundada en el año 1948, es la más amplia e importante cadena de conservación de la naturaleza actual, agrupa a 83 países, a 110 agencias gubernamentales, a más de 800 organizaciones no gubernamentales y a unos 10.000 científicos y expertos de 181 países. Se menciona que es multicultural, multilingual y que tiene 1.100 personas trabajando en 40 países, en proyectos y en soluciones específicas.

JL - Además, ha intervenido a lo largo de todos estos años en numerosos conflictos en la administración de ríos compartidos, fronterizos, lo cual le aquilata la experiencia y el rigor técnico como para asegurar el resultado que se pretende.

EC - En la propuesta del PN para desactivar el conflicto actual hay un último elemento: promover "un marco normativo y de gestión de políticas, incluso de ordenamiento y desarrollo territorial regional, apuntando a planes binacionales". ¿Qué tipo de planes binacionales sugieren?

JL - Hay muchísimas posibilidades de planes de desarrollo binacional. Toda la cuenca del río Uruguay, con las poblaciones de ambas márgenes, puede diseñar muchos planes. Por ejemplo, uno fundamental, el dragado del río Uruguay, que es vital para el desarrollo de esa cuenca. Planes de preservación ambiental, planes de desarrollo turístico, planes de control de la calidad de los ríos que convergen en el Uruguay, planes de desarrollo local de las poblaciones ribereñas. La gama de oportunidades que puede abrir una acción conjunta en ese sentido (teniendo en cuenta además que los puentes fueron concebidos para el desarrollo, para la comunicación, para el crecimiento, para la generación de oportunidades para las poblaciones ribereñas) apunta a un horizonte muy amplio de planes binacionales.

EC - También dice el documento: otras medidas de compensación al mantenimiento de la localización actual estarían en una agenda que incluyera, por ejemplo, la "facilitación de la constitución de ámbitos de participación de la sociedad civil, conformando un sistema de acceso a la información, estableciendo mecanismos para la mayor publicidad de las acciones empresariales y estatales"; y "un concurso internacional para la puesta en valor paisajístico de la planta Botnia", procurando atender una de las críticas, de las objeciones del lado argentino, que es el impacto visual que tiene esta fábrica.

JL - Hay que explorar soluciones técnicas, algunos compañeros técnicos han trabajado en este tema e incluso opinan que en un proyecto de remodelación del paisaje es posible, a través de obras edilicias en la propia chimenea de Botnia, colocar algún tipo de espejo para hacer que la torre quede en una situación de invisibilidad en función de la ubicación del sol con respecto al paisaje y a la construcción edilicia de la planta. Tenemos que tener imaginación, consultar a técnicos, convocar incluso a algún tipo de concurso internacional en la materia que no tenga un alto costo; habrá que ver cómo se asume para evitar las consecuencias de contaminación visual, el impacto sobre el desarrollo turístico de la zona de Gualeguaychú. En fin, todos esos aspectos que procuran resolver la situación. Tenemos que tener imaginación, audacia, un gran sentido de la oportunidad para encontrar los caminos que nos lleven a resolver este conflicto que lamentablemente ya lleva cerca de dos años.

EC - Queda claro, sobre todo después del comunicado que aprobaron las delegaciones de Uruguay y Argentina esta mañana en Madrid, que el diálogo va a continuar. Para esas instancias que vienen, propuestas como las que el PN ha incluido en este documento de 29 páginas pueden resultar útiles, sin duda. ¿Qué dijo el presidente Vázquez ayer cuando usted se las comentó?

JL - El presidente enseguida mostró una aceptación (obviamente, no había leído el documento extenso porque se lo entregamos ayer), le gustó en principio la incorporación de Brasil a un tratado trilateral que permitiera incorporar los conceptos modernos del nuevo Derecho Ambiental. Va a explorar ese mecanismo, va a explorar las posibilidades que puede generar este aporte de técnicos del partido. El doctor Gorosito y otros compañeros han estado trabajando en esta temática, senadores del partido también están dispuestos a contribuir en este tema.

Es un documento que puede mejorarse, que puede perfeccionarse, que puede pulirse, que puede corregirse, o que, directamente, puede desecharse. Queríamos ofrecérselo al gobierno, en este lío estamos todos, es un aporte al país, al gobierno. Esperemos que se hagan los estudios, está abierto el ofrecimiento para seguir trabajando en la materia para buscar una ruta de salida.

Yo tengo la opinión (lo conversaba ayer con el presidente) de que en algún momento los países intervinientes, tanto Argentina como Uruguay, van a necesitar una excusa para resolver este conflicto. Y un documento como este puede ser la excusa que sirva no sólo para resolver el conflicto de coyuntura sino también para precaver situaciones de futuro, lo que mucho bien le haría a nuestros países y a los recursos naturales que tenemos prestados de las generaciones futuras.

----------
Edición: Mauricio Erramuspe