Lacalle pide frenar el negocio de Ancap con Venezuela
La inversión en la reforma de la refinería de Ancap es un error para el ex presidente Luis Alberto Lacalle. En tal sentido, llamó a frenar los negocios con Venezuela y permitir la importación de combustible para bajar su precio. En otro orden, dijo estar "entusiasmadísimo" con las elecciones de la juventud partidaria y explicó su propuesta para la "reconstrucción" de Cuba.
(Emitido a las 9.10)
EMILIANO COTELO:
"Una medida urgente: detener a Ancap". Ese es el título, sugestivo título, del editorial que escribe el ex presidente de la República, Luis Alberto Lacalle, en la última edición del semanario Patria.
"Desde esta importante empresa llegan noticias alarmantes", dice, en un pasaje de su columna, haciendo alusión, entre otras cosas, a los 600 millones de dólares que costará la planificada reforma de su refinería, que en principio se haría en sociedad con la venezolana Pdvsa.
Lacalle llega a poner en tela de juicio, incluso, si es razonable seguir refinando petróleo en Uruguay.
Sobre este tema y sobre otros que han tenido muy activo en las últimas horas el ex presidente entre Berlín y el interior de nuestro país vamos a conversar con el doctor Luis Alberto Lacalle.
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Doctor Lacalle, la semana pasada trascendió por todo el mundo una propuesta suya para Cuba en la era pos Castro, una propuesta que hizo en Berlín. Ahora, por lo que tengo entendido, se va a Rocha, y el viernes, en Patria, hizo este planteo a propósito de Ancap.
Enseguida vamos a lo de Ancap, pero cuéntenos antes lo de Rocha. En estos días usted se está moviendo por las elecciones internas de jóvenes del Partido Nacional (PN). ¿Qué son estas elecciones?
LUIS ALBERTO LACALLE:
Fue una idea que planteé cuando era presidente del Directorio, en el año 2000. El PN en su estructura orgánica no tenía un lugar para autoridades juveniles. La Convención del partido por unanimidad respaldó esta idea nuestra y hoy tenemos una estructura que se compone de un Congreso Nacional de la Juventud de 300 que, a su vez, nominará en segundo grado, a un ejecutivo de la Juventud de 15. Es decir, un lugar institucional, no un lugar ocasional para la gente joven, donde va a estar por derecho propio. Esos 300 cargos se van a llenar con elecciones entre los propios jóvenes.
Al principio esta idea, como toda idea nueva, revolucionaria y transformadora (me gusta mucho hacer cosas nuevas y cortar campo nuevo), no tuvo demasiado eco, demoramos, se pospuso, hubo temas de organización. El hecho es que el 12 de mayo, el próximo sábado no, el otro, van a estar los chicos.
EC - Supongo que a usted no le tocará votar.
LAL - Por poco, pero no me toca. Votarán los chicos de 14 a 29 años. Lo interesante es que cerrado el período de presentación de listas de los muchachos y las chicas que quieren (sobre todo muchas chicas han aparecido por todos lados) ser elegidos candidatos, se registraron 431 listas en todo el país que son más de atención 10.000 chicos y chicas que ponen su nombre, que han firmado su deseo de ser candidatos. Tenemos un capital de gente joven que me tiene entusiasmadísimo.
EC - ¿No había antecedentes en el PN de una votación así?
LAL - No había antecedentes en el partido como tal. Había juventud del Herrerismo, de Por la Patria, del Movimiento de Rocha, de Alianza Nacional, pero una cosa institucional, que tiene, además, su ubicación dentro de la estructura partidaria, no. Que haya 10.000 chicas y chicos, en un momento en que se habla de la indiferencia de los muchachos, me ha alegrado el alma, es de las cosas más lindas que he hecho en mi vida.
EC - ¿Quiénes pueden votar?
LAL - Pueden votar los afiliados (se pueden afiliar hasta el momento de votar) de 14 a 29 años. Cuando se afilian señalan su acatamiento a las autoridades partidarias y a los programas del PN.
EC - ¿Se afilian al partido o a los sectores?
LAL - Al PN. Esto no es de sectores, por suerte.
EC - Pero se van a votar listas de sectores.
LAL - No, algunas listas no tienen sector, por suerte. Nosotros, por ejemplo, no tenemos listas que digan Herrerismo, no tenemos listas que digan otra cosa que un nombre que eligieron los chicos, que es Rebeldía Nacionalista. Hay cantidad de listas que no sé de quiénes son. Esta es la importancia que tiene esto, no es cuestión de estás con Larrañaga, estás con Lacalle, estás con Gallinal, estás con Pirulo. Esto es: yo quiero participar dentro del PN.
EC - ¿Qué papel van a jugar después esos órganos juveniles del PN? ¿En qué medidas van a ser atendidos, escuchados? ¿Cómo jugarán dentro de la estructura del partido?
LAL - Los chicos van a integrar un órgano colectivo que tendrá que dictar su reglamento. Pero antes que nada veamos, primero, el acto de voluntad de participar, luego el acto de ser votados y luego una masa crítica de 300 dirigentes nuevos que van a presentar el primer día 324 proyectos que después irán decantando, buscando. Van a tener la inigualable experiencia de discrepar mirándose la cara, de aprender a respetar al otro, de encontrar mayorías y minorías. Es un fermento de dirigencia partidaria. Por supuesto, el Ejecutivo, con 15 miembros, va a ser el que se va a reunir más veces. Las autoridades partidarias, cada uno de nosotros, podrán hacer lo que les parezca, alguno dirá "no le doy bolilla a lo que dicen los muchachos", otros diremos "vamos a escucharlos". Luego será sobre la marcha, pero quiero trasmitir que esta vieja colectividad de 170 años se pone de manifiesto como una opción legítima para muchos chicos. Supongamos que voten 30.000 (algo que no es alejado suponer), estamos hablando de un 1% de la población que se moviliza queriendo participar en la vida política. Estoy con una alegría tremenda porque hemos hecho un gran esfuerzo.
EC - Dejemos este tema por hoy, volveremos sobre él más cerca de las elecciones.
LAL - Cerca del 12 va a ser lindo porque es una experiencia vitalizante de la vida política.
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EC - Pasemos al capítulo Ancap. Usted comienza su columna del viernes en el semanario Patria haciendo un alegato sobre las dificultades de contralor que tienen los partidos de la oposición, que en casos como el de los entes se vuelven más evidentes. ¿Por qué elige empezar por ahí?
LAL - Ahí empieza mi razonamiento. Sabemos (noticia que usted y toda la población conocen) que hay un proyecto o una realización ya (no lo sé, es parte del problema) por el o la que Ancap va a adecuar la refinería para continuar refinando, en este caso petróleo venezolano, y eso va a costar 600 millones de dólares, que no va a pagar otra persona que usted, yo y los oyentes. Además son de esas obras que pueden empezar ahora pero caerán en otro gobierno.
¿Qué ocurre en el funcionamiento de los entes autónomos? Al no haber delegados de la oposición uno se entera cuando esto llega a la prensa y cuando un legislador, por ejemplo, utiliza los controles que le quedan, como el pedido de informes, va el pedido de informes, viene el pedido de informes, pasan tres meses y ya está todo laudado, votado, y no hay más derecho que a la protesta. Por eso es que tantas veces han ido ministros y tantas veces se han hecho pedidos de informes, porque no tenemos el otro contralor.
EC - El PN decidió no estar en los directorios de los entes autónomos.
LAL - No es así, en puridad usted sabe que el presidente de la República retaceó a la oposición lo que le corresponde, y no es cuestión numérica, es cuestión cualitativa. En el Banco de la República la minoría de dos puede impedir muchas cosas porque se requiere su apoyo, en el CODICEN también. El presidente de la República optó por negarle a la oposición esta posición, y ahí fue que el partido tomó una determinación: o vamos en las condiciones que corresponde o no estamos en otra cosa que el Parlamento.
EC - Decisión dramática, porque implica, entre otras cosas, esta consecuencia.
LAL - Sí, señor.
EC - Ocurre algo como lo de Ancap y ustedes no están en el directorio, no tienen más que la información que se divulga en la prensa o en el Parlamento.
LAL - Sí, y dramática decisión la del presidente Vázquez, que el gobierno no tiene más contralor, el gobierno más poderoso de la historia del país de los últimos 100 años sin contralores porque no los quiso tener. El que tomó esta posición fue el ministro Astori, y luego la adoptó el presidente Vázquez, se negó a tener el contralor.
Visto que no está el contralor, yo apelo, hago un llamado a que alguien diga: "Vamos a no seguir en este camino porque este gobierno no es eterno, porque yo no quiero pagar 600 millones de dólares como poblador del país, y además porque vale la pena decir: paremos un poco esto y empecemos desde el razonamiento primario". ¿A Uruguay, a los intereses nacionales, que son los del consumidor de combustibles, primero que nadie, le conviene seguir refinando o le conviene importar?
EC - Usted vuelve sobre un planteo suyo de hace años.
LAL - Demuestro cierta consecuencia y coherencia. Segunda pregunta, una vez contestada esta negativamente, suponemos, ¿conviene adecuar la refinería a un petróleo especial a un costo tan grande, o conviene seguir comprando el antiguo petróleo y no gastar en la refinería? Son preguntas de buen padre de familia, usted se las haría, si usted tuviera un Ford B8 para venir a trabajar, por ahí le diría su señora: "Emiliano, ¿por qué no vas en ómnibus o en taxi? Porque con el B8 te cuesta carísimo llegar a El Espectador". Y, decidido a seguir con el B8, usted dice: "Lo voy a cambiar por un Fusca, si voy a seguir viniendo en mi auto voy a cambiarlo por uno más barato". Es muy razonable, salvo para los esquemas mentales, preconceptos y moldes que mucha gente tiene en Uruguay.
EC - La semana pasada, a raíz de informes que está solicitando sobre este proyecto el diputado Álvaro Delgado, de Correntada Wilsonista, hicimos aquí En Perspectiva un pequeño debate entre Delgado y el vicepresidente de Ancap, Raúl Sendic. Sendic aportaba algunos datos más, señalaba que no se está hablando de una inversión de 600 millones de dólares, que el proyecto es bastante más ambicioso porque va en paquete con el proyecto que le permite a Ancap participar en la explotación de petróleo en una faja del río Orinoco, en Venezuela. Los petróleos que se van a refinar en la refinería de La Teja transformada son los que van a venir de allá, de aquella posibilidad que Uruguay tiene de pasar a controlar petróleo propio. Estamos hablando de 2.000 millones de dólares de inversión.
LAL - Prepare el cuerpo para 2.000 millones.
EC - Es un megaproyecto. Y destacaba que para ese petróleo o para otros la transformación de la refinería es imprescindible porque hoy los petróleos en el mundo son más pesados que los anteriores. Como diciendo: será con lo de Venezuela o no, pero a la refinería hay que adaptarla, hay que aggiornarla.
LAL - Salvo que importemos petróleo refinado e inmediatamente baje su precio, cada uno pueda comprarlo donde quiera, la compañía de ómnibus, la compañía de transporte de camiones. El petróleo refinado es un objeto que puede ser importado, por supuesto, no por usted ni por mí, que no vamos a importar un bidón ni un tanque sino por los grandes consumidores. Y habrá otro que me lo venda más barato como pasa en la República Argentina, donde hay varios precios de combustibles, y pasa en Brasil.
Con más razón, si son 2.000 millones, como dice el señor Sendic, más me alarma que nos estemos metiendo en este baile cuando probablemente sea mucho más fácil algo que ha dicho muchas veces El Espectador: no olvidemos que producimos nafta en exceso por refinar, como de un barril de petróleo no se hace lo que se quiere sino lo que se puede técnicamente, lo mejor es la nafta de avión, luego el resto de las naftas, más abajo el gasoil y después el fueloil. Estamos refinando en función del gasoil que necesitamos y nos sobra nafta.
EC - Usted dice que importar los combustibles ya refinados permitiría evitar ese exceso de nafta, por ejemplo.
LAL - Por supuesto.
EC - ¿Y cómo darían los números? Está claro que nos ahorraríamos una inversión fenomenal, una inversión muy importante, pero no sé qué haríamos con los funcionarios de la refinería, supongo que ahí tenemos un problema.
LAL - No, no, no, Emiliano, ese argumento no. Perdóneme, yo empecé con este tema en 1985 interpelando al ministro Zerbino, y no es que sepa de combustibles pero soy seguidor como perro de carro. Mil veces me han dicho eso y yo he dicho: los 400 funcionarios de Ancap seguirán en sus cargos, no pongamos por delante el fantasma que a nadie se le va a privar de su cargo. Si la razón son 400 empleados de la refinería y del otro lado estamos tres millones, tengamos un poco de sentido de la proporción. Importemos, o que se permita importar y Ancap siga refinando, entonces veremos quién me ofrece más barato. Yo voy a comprar el más barato, no sé usted. Cuando vaya a la estación de nafta voy a comprar el combustible que me convenga.
EC - Por lo visto, para seguir refinando hay que transformar la refinería, hay que invertir en eso.
LAL - Yo me niego a dejarles a las generaciones futuras, encima de la mecha que nos va a dejar el negocio con la compra de Ancap de petróleo venezolano, 2.000 millones de dólares. ¡Alerta, señores, no estamos hablando de pavadas! Seguimos rehenes de una concepción antigua, vieja y estatista en vez de liberar al país de las ataduras del Estado.
EC - En su columna usted dice: "Decididos a seguir refinando, hay que pensar si no convendrá dejar de lado la decisión de comprar el crudo en Venezuela, evitando negocios raros". ¿Qué quiere decir con eso de "negocios raros"?
LAL - Son negocios raros, a mí eso de no te cobro pero te anoto y después te debo, que es lo que ha pasado, me da una sensación de rebaja de almacén. Son 100 pero te cobro 75 y después anoto 25, y ahora resulta que hay que pagar los 25. Me parece mucho más franco decir: señores, importe el que quiera su combustible y arréglese. Y lo pagará él, no papá Estado dirigiéndome el combustible que tengo que comprar. Tenemos que liberarnos de estas ataduras. Estos países de los que hablaba usted hoy temprano, Qatar y Emiratos Árabes, no es sólo lo que están haciendo con el petróleo y todo eso, es cómo han concebido el pospetróleo, la sobrevida cuando no exista. En Abu Dhabi, en Dubai, se está armando el centro financiero más grande del mundo, va a competir con Tokio, con Londres y con Nueva York. Ese es el mundo, el abrirnos a las cosas, y no esto de seguir, porque está Ancap ahí, pagando petróleo caro y endeudándonos en 2.000 millones de dólares.
EC - Por un lado, en el PN está el diputado Álvaro Delgado solicitando informes sobre esta cuestión, por otro lado se habla de la posibilidad de una interpelación de Sergio Abreu al ministro Lepra. Pero usted anuncia que va a llevar el tema al Directorio del partido, ¿para qué?
LAL - Es donde yo estoy, yo no soy legislador y voy a tratar de plantear esto en el nivel en el que tengo responsabilidades.
EC - Para que se haga ¿qué? ¿Le parecen bien esos caminos que están siguiendo en el Parlamento sectores blancos? ¿O propone algo más?
LAL - Por supuesto, por Álvaro Delgado tengo un especial afecto porque ha continuado esa tarea que yo empecé hace 20 años en el Senado, y Sergio Abreu es de los hombres que saben más de energía. Agreguemos un posicionamiento, me parece tan curioso que se me pregunte por qué hace usted esto... Siempre se me critica por hacer, qué cómico, ¿no? Si estuviera sentado en mi casa sin hacer nada...
EC - Yo le estoy preguntando, usted toma una decisión y como periodista yo voy y le pregunto por qué.
LAL - No estoy diciéndole a usted, no se ataje.
EC - Sonaba a eso.
LAL - ¿Dónde tengo una posición política? En el Directorio del PN, y allí llevo estas inquietudes. No sé, quizás uno vive demasiado intensamente para lo que es nuestro país, ¿no?
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EC - El otro asunto que yo mencionaba en la introducción: ¿qué es ese Plan Martí que usted presentó la semana pasada en un seminario sobre Cuba en Berlín?
LAL - Yo integro, junto con Václav Havel, con Ricardo Lagos, un Comité por la Democracia en Cuba, internacional. En una ocasión fui a la Universidad de Georgetown para chicos de origen cubano, 120, de todas las universidades de Estados Unidos, que querían hablar del futuro de su país. Muy patriotas, los vi muy encariñados con la patria de sus padres. Entonces les pregunté si volverían a vivir allí. Los vi dudando. Claro, tienen su vida, ya han hecho sus profesiones, y les dije: "¿Y no irían a ayudar, en un año sabático?". Se les iluminó la cara, vieron la posibilidad de, sin dejar la vida que habían organizado ya en Estados Unidos, poder en el día de mañana entregar a su patria de origen, que demostraron querer y añorar, nada menos que experiencia y conocimiento, que es lo más grande que hoy día puede recibir un país para su desarrollo.
Ahí empecé a pensar un poco, entonces el Plan Martí tiene dos vertientes, la vertiente económica, que es un Plan Marshall (no tenemos que explicar demasiado lo que es eso), pero tiene esta originalidad de prever la presencia de una ayuda técnica, profesional, humana, de conocimiento para la reconstrucción de un país que cuando termine este régimen va a quedar realmente en muy malas condiciones.
EC - Es un plan diseñado por usted.
LAL - Sí, señor.
EC - ¿Es un plan o es un borrador de plan? ¿Cómo lo califica a esta altura del partido?
LAL - Es un bosquejo, no es un borrador, lo he escrito varias veces pero es un bosquejo, no tiene 400 páginas, tiene tres páginas donde hago la línea maestra de la descripción, que es lo que me corresponde. Yo no soy técnico en financiamiento ni en esto, pero creo que la idea a veces es lo que vale.
EC - Según lo que usted comentó en Berlín, el Plan Martí contempla desde ayuda económica hasta asistencia técnica y jurídica. O sea, lo necesario para la construcción de una sociedad moderna. Y aclaró: "Las medidas contempladas en el programa sólo se activarán a petición de un gobierno cubano democrático formado a partir de unas elecciones libres". ¿Quién organizaría ese plan? ¿Quiénes lo financiarían?
LAL - Antes que nada, reiterar que esto es para cuando Cuba tenga un gobierno representativo. Hace 50 años que nadie vota en Cuba, cuando elijan a sus autoridades (que serán X, no sabemos cuáles, este es un tema de cubanos, no nuestro) se ofrece esto, y luego la financiación seguramente provendrá de organismos, de asociaciones de países como la Unión Europea, y de países. Y eventualmente de particulares.
EC - ¿Usted ya ha hecho gestiones en torno a estas ideas?
LAL - No, no, ¿cómo voy a hacer gestiones si esto no es nada más que una idea? Sería una falta de respeto para con quienes tienen que tomar la decisión. Yo aporto la idea, no conozco de la financiación ni del funcionamiento. Lo que me da mis pocos conocimientos, mis pobres conocimientos del mundo y de la vida es para tener una idea, bosquejarla, plantearla, y seguramente el Comité por la Democracia en Cuba la pondrá en manos de algún técnico que la mejore. Yo levanto el centro, no cabeceo.
EC - ¿Qué eco tuvo? ¿Qué relevancia terminó teniendo en ese seminario? ¿Qué destino tendrá esta propuesta ahora?
LAL - Seguramente el Comité por la Democracia en Cuba la analizará en una de sus reuniones (yo tuve que volver a Montevideo) y seguramente entrará en una etapa más gris, de menos exposición pero de detalle, de puesta a punto, de afinamiento, de corrección. ¿Por qué no? Es una linda idea y creo que es la manera de que uno contribuya a que ese país tan lindo (no lo conozco pero todo el mundo me ha dicho que es un país espléndido y que merece un mejor destino) encuentre un camino de prosperidad en el futuro.
EC - Usted va a seguir metido en este tema, además de la política interna de nuestro país va a seguir ocupándose de asuntos internacionales como este, Cuba, concretamente.
LAL - Hace tiempo que integro este comité que preside el señor Václav Havel, en el cual estoy todo lo activo que puedo porque tiene su sede en Praga, entonces hago mi trabajo a través de internet. Todavía soy un jugador polivalente, juego adelante, atrás, al ataque, a la defensa... No sé, yo disfruto ejerciendo las capacidades intelectuales que tengo, muchas o pocas. Dios me ha dado eso y yo tengo que hacerlo cuanto antes.
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Guzmán Gordillo