Exámenes en Centro de Imagenología Molecular serían costeados por el FNR
Ya se pusieron en marcha las obras para construir el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), que estará dotado de una tecnología especial que podrá detectar muy fácilmente células tumorales o el alzheimer "en un estado muy precoz de su desarrollo", según el doctor Henry Engler, quien es el director del Consejo Administrativo Honorario del Cudim. Entrevistado En Perspectiva, Engler, que dirige el centro PET de la Universidad de Upsala en Suecia, sostuvo que "uno de los planteos más importantes es que el Fondo Nacional de Recursos (FNR) asuma el costo de los exámenes", porque el Centro "tiene que estar abierto a toda la población", afirmó.
(Emitido a las 8.50 horas)
EMILIANO COTELO:
"Lo que estamos pensando hacer es comprar una Ferrari de la ciencia para poder competir en Fórmula Uno a nivel mundial".
La frase fue pronunciada el lunes por el doctor Henry Engler cuando se colocaba la piedra fundamental de lo que será el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM) en Ricaldoni casi Avenida Italia. Este centro permitirá la detección precoz de enfermedades como el cáncer y el alzheimer mediante la tecnología PET.
Si bien hay otros centros PET en América Latina, el uruguayo será el primero que combinará la realización de diagnósticos con la formación de profesionales y la investigación.
¿En qué consiste más en detalle este proyecto? ¿Cuáles son las ventajas del sistema PET? ¿Qué avances traerá para Uruguay el desarrollo de un centro de este tipo?
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EC - Para buscar respuestas a estas y otras preguntas, recibimos esta mañana al doctor Henry Engler, que será el director del Consejo Administrativo Honorario del CUDIM, pero que además ha sido el principal impulsor de este proyecto en Uruguay, porque de estos temas conoce mucho, fue durante años director médico del Centro PET de la Universidad de Upsala, en Suecia, donde está radicado desde 1986.
Para empezar, hablemos un poco de la tecnología PET, que quiere decir tomografía de emisión de positrones. ¿En qué consiste?
HENRY ENGLER:
El corazón de esta técnica es contar con un acelerador de partículas. El acelerador de partículas se llama ciclotrón. Es un aparato muy pesado, de 30 a 50 toneladas, que acelera partículas como protones, con las que se pueden bombardear determinados blancos para generar lo que llamamos radionucleidos, que emiten positrones. La emisión de positrones puede ser detectada a través de cristales especiales contenidos en cámaras, y por un sistema de computación se pueden obtener imágenes de la distribución de una sustancia específica que ha sido marcada con esta emisión, localizarla y ver su distribución en el cuerpo humano, por ejemplo.
EC - Pasemos a algunas aplicaciones prácticas. Estamos hablando de un escalón superior a la tomografía; ¿es así?
HE - Sí, la tomografía computarizada da una imagen anatómica, con detalles de la anatomía, mientras que la parte de tomografía de positrones da una imagen de la función, de cómo está funcionando el cuerpo.
EC - Permite, por ejemplo, saber cómo un organismo consume determinada sustancia.
HE - Sí, uno de los trazadores más usados es una forma de azúcar que está marcada con flúor como emisor de positrones, y uno puede ver el consumo de azúcar en el cuerpo.
EC - ¿Para qué sirve el caso del azúcar?, ¿para qué enfermedad?
HE - Por ejemplo, las células tumorales, con cáncer, consumen enormemente más glucosa que el tejido normal, de manera que la captación puede ser visualizada. Es como encontrar una aguja en un pajar; se sospecha que alguien tiene un tumor pero no se puede ver con un método, incluso con la resonancia magnética, la tomografía computarizada, la colonoscopía, la broncoscopía, con todos estos sistemas puede ser una especie de misión imposible. En cambio es muy fácil localizarlo con esta tecnología: se toma la imagen de todo el cuerpo y se localiza dónde se produce una captación excepcional que se puede ver en una escala de colores, desde el negro, que significa ninguna captación, hasta el blanco con máxima captación, pasando por todos los colores del arco iris. Por ejemplo, se ve un tumor en rojo contra un músculo en azul. Es muy sencillo ubicar los tumores.
EC - Usted y su equipo de la Universidad de Upsala han realizado desarrollos muy importantes en la aplicación de la tecnología PET para el diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades. De hecho, la primera entrevista que yo hice con usted por estos temas fue a raíz de uno de esos avances. Estuve repasando el archivo, fue en febrero de 2004, hace cuatro años y nueve meses, a partir de una noticia que recorría el mundo, que decía: "Tres investigadores suecos descubrieron la manera de visualizar y fotografiar por primera vez la progresión de la enfermedad de Alzheimer".
Después se agregaba: "Investigadores de la Universidad de Upsala, en Suecia, y de Pittsburg, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva sustancia fluorescente que se adhiere al tejido cerebral y, combinada con una forma relativamente nueva de tomografía llamada PET, permite identificar los sectores que están desarrollando esa enfermedad. Esta tecnología es toda una ventana al futuro, no solo en el tratamiento del alzheimer, sino también de otras enfermedades neurológicas, cardíacas y hasta del cáncer".
Luego, esos cables daban los nombres de esos tres investigadores suecos: Agneta Norberg, Bergt Laangstroem y Henry Engler, que en realidad es uruguayo, nacido en Paysandú, que había sido uno de los principales dirigentes del MLN Tupamaros, que después de apresado había sido uno de los llamados "rehenes" de la dictadura, y que, poco después de su liberación, cuando el retorno a la democracia, había resuelto radicarse en Suecia. Usted se radicó en Suecia en 1986.
HE Sí, exactamente.
EC - Fue a raíz de aquella noticia en la que usted aparecía como un investigador sueco que lo llamamos por teléfono a Upsala y combinamos una charla, que resultó muy interesante, atrapó a la audiencia, porque nos explicó en qué consistía ese desarrollo que ustedes habían hecho.
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EC - ¿Cuáles fueron los desarrollos que hicieron para la aplicación de la tecnología PET en el caso del alzheimer?
HE - Haciendo un poquito de historia, allá por 1906 uno de los discípulos de Alzheimer encontró una paciente que le pareció que tenía síntomas que no se habían descrito anteriormente, y le dijo a Alzheimer que era una paciente con una forma de demencia que no sabía lo que era. Alzheimer habló inmediatamente con la paciente e hizo una descripción de los síntomas, que fue la primera descripción de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, hecha sobre esa paciente.
Alzheimer siguió a la paciente durante años. Cuando ella falleció se habían empezado a desarrollar técnicas de coloración de los tejidos, y Alzheimer pudo comprobar, cuando se practicó la autopsia, que dentro del cerebro de la paciente existía con una coloración que se llama rojo Congo, pudo detectar la presencia de una sustancia inespecífica que se había acumulado en el cerebro, que se llamó amiloide. Y, además, encontró otro tipo de sustancias que estaban presentes en el cerebro.
El asunto es que llevó 100 años pasar de detectar la presencia de esas placas en el cerebro con una autopsia a poder verlas en seres vivos. Esa ha sido nuestra contribución. Nosotros seguimos los pasos que dio Alzheimer, pero en vez de usar un microscopio usamos un macroscopio, que son las cámaras PET, y en vez de usar color para encontrar esa sustancia utilizamos un derivado de la misma sustancia que usó Alzheimer, la marcamos con una pequeña cantidad de radiactividad y la localizamos dentro del cerebro. La vimos en pacientes que tenían Alzheimer muy claramente contra controles sanos, la deposición de estas sustancias se daba en la corteza del cerebro.
El desarrollo de esta sustancia similar a la que usó Alzheimer se llevó a cabo después de habernos puesto de acuerdo con la Universidad de Pittsburgh, con investigadores de allí que lograron sintetizar ese tipo de sustancia que nosotros marcamos radiactivamente en Upsala. Luego, yo, por primera vez, se la administré a seres vivos; fue mi responsabilidad administrar esta sustancia por primera vez en seres vivientes.
EC - La localización a través de esos marcadores tiene una serie de ventajas. Por ejemplo, puede detectarse el alzheimer en un estado muy precoz de su desarrollo, cuando quizá ni siquiera hay manifestaciones abiertas, públicas de la enfermedad.
HE - Sí, nosotros hicimos un seguimiento de estos pacientes dos años después de aquella primera publicación y nuestro aporte ahora es al conocimiento de la enfermedad. Las sugerencias que hicimos luego de seguir a estos pacientes dos años apuntan a que el proceso seguramente empieza muy temprano en la vida de la persona, quizá a los 30 o 40 años; luego, la deposición de las placas llega a una especie de balance donde no aumenta ni decrece, es como que el cerebro regula, va frenando la cantidad de sustancia que se produce, pero después de unos cuantos años las neuronas capitulan, es decir, el cerebro utiliza su reserva hasta un momento en que hay una capitulación.
EC - ¿Qué se puede hacer si el Alzheimer se detecta de manera temprana?
HE - Con esta propuesta se abre una serie de posibilidades. Este trabajo que estoy mencionando se publicó en la revista Brain, que es una revista internacional muy prestigiosa. Tuvo comentarios muy buenos, se hace el desarrollo desde Alzheimer hasta hoy y se le da mucha importancia a la contribución que hemos hecho al conocimiento de la enfermedad.
Hoy, los tratamientos se hacen cuando la persona tiene síntomas; nosotros hemos demostrado que cuando hay síntomas ha habido un largo período de acumulación de la sustancia, y todos los tratamientos están enfocados a la enfermedad de Alzheimer cuando ya está avanzada. Nosotros saltamos hacia el período cuando la sustancia está empezando a acumularse, se abre esa posibilidad.
EC - Hay otras ventajas, por lo que usted contaba en aquella entrevista inicial. Por ejemplo, que con este sistema de marcación de trazadores se puede evaluar el resultado de un tratamiento, se puede verificar cómo está funcionando un determinado medicamento, se puede graduar de manera adecuada la dosis.
HE - Sí. Una de nuestras últimas publicaciones, que está hecha en Annals of Neurology, es sobre un medicamento que se llama fenserina, donde pudimos ver el efecto sobre las placas. El estudio no es muy grande, es un primer paso para ver, y hay un cierto efecto sobre las placas. En este momento se están haciendo estudios con una vacuna que tiende a la reducción de las placas y nosotros aportamos la técnica para que se vea cuán efectiva es esa reducción. Esos trabajos se van a publicar en el corto plazo.
De manera que hay una apertura muy importante. En este momento hay un reconocimiento del papel que está jugando la sustancia. Ese artículo que nosotros publicamos en 2004 es citado cuatro o cinco veces por semana, quiere decir que en cuatro o cinco publicaciones que se realizan semanalmente en el mundo se cita este artículo. Muchísimas universidades y centros privados están desarrollando la técnica. Todo esto indica que esta sustancia está entrando en una fase de rutina. Nosotros teníamos la esperanza, pero esto ya ha empezado a darse de forma muy concreta.
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EC - Como se imaginará, las preguntas de los oyentes empiezan a acumularse.
Virginia (de Cordón): "¿Hay posibilidades hoy de acceder a este tipo de estudios acá? Porque se presume que yo tengo un síndrome que no detecta la tecnología existente en el sistema mutual hoy".
Supongo que este tipo de inquietudes y ansiedades lo persiguen desde hace años. De allí la idea y el empuje para crear en Uruguay un CUDIM.
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EC - Ya hemos hablado de los trabajos que ha realizado con su equipo en los últimos años, en la Universidad de Upsala, con la tecnología PET aplicada al diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades, en particular el alzheimer. ¿Cómo se pasa de aquella tarea suya en Suecia a este centro que ahora empieza a construirse en Uruguay?
HE - Hay una continuidad en este proceso, porque se está creando un vínculo muy fuerte entre el equipo de Upsala y el equipo de Uruguay. Mi idea es que los uruguayos que están en Upsala se sientan como en su casa y viceversa. Contamos con el apoyo de científicos de primer nivel, esto es totalmente necesario para poder competir a nivel mundial. Recientemente ha estado aquí uno de esos científicos de mucho peso, que se encontró con nuestro equipo local. El proyecto es muy ambicioso y él me conoce bien, pero me decía: "¿Tú tenés la gente en Estados Unidos y en Europa como para llevar adelante el proyecto?", y le dije: "Quiero que conozcas al equipo local que está trabajando aquí y después hablamos". Y en el momento de irse dijo: "No me cabe ninguna duda de que ustedes van a ser los mejores del mundo". Esa fue su impresión.
EC - ¡Que van a ser los mejores del mundo!
HE - Esa fue su impresión, espero que podamos cumplir.
EC - Para aterrizar en la comprensión de los oyentes, ¿este centro va a ser equivalente al de la Universidad de Upsala?
HE - En un primer paso tenemos que tratar de cumplir la rutina con los pacientes. Esto existe en otros lugares en América Latina, el examen de rutina basado en un trazador que es el azúcar, pero inmediatamente me planteo traer el conocimiento de Upsala a Montevideo y que podamos hacer lo mismo que Upsala ha estado haciendo durante años.
EC - ¿En qué se diferenciaría este CUDIM de otros centros similares que existen en la región? ¿Cuántos hay en la región?
HE - En Brasil hay varios, Brasil está invirtiendo mucho dinero en esto; hay en Argentina, en Chile, en Venezuela.
EC - ¿Qué características particulares tendría el uruguayo?
HE - Vamos a tratar de no quedarnos en el examen de azúcar solamente, que es lo que más cómodamente los centros terminan utilizando...
EC - ...El examen de azúcar es el que permite el diagnóstico del cáncer.
HE - Sí, y también permite diferenciar ciertas enfermedades mentales, pero es bastante inespecífico en algunos terrenos. Vamos a comenzar a desarrollar trazadores específicos. Por ejemplo en el caso de esta sustancia del alzhéimer quiero tener en Uruguay cuanto antes la sustancia que se llama Pib de Pittsburgh, en Upsala le pusimos con b. Quiero contar con sustancias que nos permitan hacer el diagnóstico del cáncer de próstata de una manera mucho más fina, porque el azúcar no sirve para eso; tenemos que marcar una sustancia que se está utilizando en Upsala. Hay tumores que se llaman neuroendócrinos, para los cuales se ha desarrollado en Upsala una sustancia específica, porque no se ven con el azúcar. Empezamos a abrir ese campo, mi idea es ponernos a nivel de Upsala como primer paso y luego seguir adelante.
EC - En aquellas entrevistas usted hablaba de otras enfermedades para las cuales también estaban desarrollando trazadores. Por ejemplo epilepsia, parkinson, ¿ya se tienen esos marcadores?
HE - Sí, hay marcadores que tienen mayor o menor efectividad, pero hay trazadores para la epilepsia que no se usan en América Latina y se usan en Upsala, que también queremos traer. Yo para los tumores de cerebro no uso el azúcar, uso una proteína que se llama metionina, que vamos a tener que traerla inmediatamente; es muy superior al azúcar. Además, con esta técnica quiero combinar diferentes trazadores, hacerle dos exámenes a un paciente. Esto es como ver una casa: uno va a ver una casa y le muestran la fachada solamente, pero si uno puede verla desde dos ángulos, va a tener una mejor idea. Marcar más sustancias y usarlas en el mismo paciente nos va a abrir muchísimo las posibilidades.
EC - Pensando en los uruguayos en general que pueden, eventualmente, enfrentar enfermedades como las que hemos mencionado, ¿qué es lo que va a cambiar a partir del año que viene?
HE - El año que viene lo primero que vamos a hacer es la rutina con el azúcar.
EC - ¿Y después?
HE Luego, yo introduciría inmediatamente la proteína para los tumores de cerebro. Y me interesa también introducir una para el cáncer de próstata, porque tiene una incidencia importante.
EC - ¿Cómo se va a acceder a estos servicios?
HE - Es la colaboración que estamos desarrollando con Upsala.
Inauguración del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular |
HE - El planteo nuestro desde el comienzo ha sido que esto tiene que estar abierto a toda la población. La organización ha sido planificada para darle agilidad en las decisiones y sobre todo en el futuro darnos la posibilidad de negociar con compañías de medicamentos. Cuando hablo de transformarnos en los mejores, de competir a nivel mundial, hablo de abrir las puertas para que las compañías de medicamentos vean que podemos marcar las moléculas que ellos van a usar como medicamento; podremos demostrar cuánto tiempo esa sustancia es activa en el cuerpo para definir las dosis. Para las compañías de medicamentos esto es un instrumento invalorable.
EC - Usted está enumerando algunas de las líneas de trabajo que va a tener el centro. Por un lado, la realización de estudios de diagnóstico tanto para pacientes provenientes de los servicios públicos de salud, de ASSE, como de la salud privada, de las mutualistas. ¿El centro va a estar abarcado por el Fondo Nacional de Recursos? ¿Los costos de los tratamientos van a estar cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos?
HE - Uno de los planteos más importantes es que el Fondo Nacional de Recursos asuma el costo de los exámenes. Exactamente cómo se va a dar la relación con el sector privado es algo que vamos a tener que discutir en su momento.
EC - Por otro lado, usted dice que van a venderle servicios a la industria farmacéutica.
HE - Es un plan sumamente importante, realizar este tipo de tareas cuando estemos en un nivel en que se nos pueda hacer una auditoría que diga que tenemos la capacidad de hacerlo. Las compañías de medicamentos tienen requisitos sumamente severos y exigencias muy altas; tenemos que estar al nivel de esas exigencias para poder brindar una cooperación, no un servicio. La cooperación implica que si ellos tienen una molécula que nosotros podemos marcar, quizá a esa molécula le podamos sacar derivados para diagnóstico después.
EC - Por otro lado, según usted mismo adelantaba, en este centro se va a hacer investigación y formación de profesionales.
HE - Exactamente. Estamos manejando una serie de aspectos que incluyen maestrías, posdoctorados, trabajo conjunto entre la Universidad de Uruguay y la de Upsala; concretamente estamos hablando de un máster en esta técnica que revalide los años que se hagan en Uruguay y en Upsala, que el título de la maestría sea entregado en Upsala o en Uruguay y que sea equivalente en los dos países. Y nos planteamos, además, la formación en disciplinas que hoy prácticamente no existen en Uruguay, como la de físicos médicos. Con la Universidad de Upsala nos estamos planteando prácticamente desde el arranque un par de proyectos muy interesantes que nos permitirían ser los primeros en administrar una sustancia que se ha desarrollado en Upsala. Estamos tratando de que, cuando comencemos a funcionar rápidamente, podamos ponernos a ese nivel de exigencia para ser los primeros en probar una sustancia acá en seres humanos.
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EC - Le propongo que volvamos en el tiempo al 27 de febrero del año 2004, hace cuatro años y nueve meses, cuando hicimos esa primera entrevista. Yo le preguntaba porque los oyentes lo consultaban insistentemente mientras hacíamos el reportaje qué posibilidades había de que Uruguay contara a corto o mediano plazo con este tipo de tecnología. Y usted contestaba esto:
(Audio Henry Engler)
"Yo le voy a dar mi opinión de cómo veo el problema. Pienso que es muy difícil para un solo país cubrir los gastos necesarios. Como una primera etapa hay que tratar de que países como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se pongan de acuerdo de alguna manera para desarrollar esto. Teniendo la posibilidad de tener un centro en alguno de estos países es más fácil desplazar pacientes a esa zona y organizar la eventual distribución de sustancias radioactivas que puedan utilizarse a distancia".
(Fin)
EC - En aquel momento usted se planteaba un proyecto conjunto con Brasil, Argentina y Paraguay. Finalmente no se fue por ese camino.
HE - No fue así. Tuvimos varios planes desde el comienzo, arrancamos con la idea del Pasteur, de tratar de encontrar un apoyo externo de gobierno a gobierno que nos permitiera hacer un vínculo parecido con alguna universidad. En esa etapa yo tuve mucho apoyo del ingeniero Serrato, que había trabajado en el Pasteur...
EC - ...En el armado de la institucionalidad del Pasteur.
HE - En buscar la posibilidad de encontrar una deuda, de negociarla. Con Estados Unidos no tuvimos mucha suerte. Nos habíamos propuesto hacer algo con la Universidad de Pittsburgh, pero no se le prestó mucha atención en aquel momento. Luego probamos hacer ese tipo de acuerdo con Alemania y tampoco funcionó. Trabajamos mucho con Marita Muñoz y con Lepra, con apoyo del abogado Guariglia, y salió la idea de hacer una triangulación con venta de arroz; en concreto era con General Electric, hacer una relación con Estados Unidos en la que nosotros comprábamos la maquinaria y Estados Unidos nos abría mercados para el arroz a los que Uruguay no podía acceder. Había también la posibilidad de la carne de cordero; "Pepe" Mujica también estuvo en el grupo inicial, nos movimos mucho por eso, avanzamos en esa idea, pero al final se descartó.
EC - Finalmente este es un proyecto uruguayo en coordinación con la Universidad de Upsala.
HE - Sí, recibimos una parte del dinero necesario, que ya está otorgado...
EC - ...Hay dos millones de dólares asignados inicialmente por el presupuesto.
HE - Sí, por año hasta 2010, son unos seis millones de dólares...
EC - ...¿Qué se logra con eso? Porque la inversión prevista es mucho mayor.
HE - Sí, en este momento estamos viendo la posibilidad de hablar con el Banco de la República y con las compañías que nos venden los equipos para ver cómo puede hacerse el financiamiento. Yo no pierdo de vista que nuestro potencial se va a multiplicar si tenemos aliados en América Latina que sigan el mismo camino que nosotros emprendamos, y que podamos crear en el futuro una red latinoamericana en la que nosotros seamos la puerta del conocimiento desde Europa hacia América Latina.
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EC - ¿Cuánto cuesta el edificio del centro?
HE - Aproximadamente siete millones de dólares.
EC - La piedra fundamental se colocó esta semana.
HE - Fue una placa, más que una piedra fundamental.
EC - Rosario Castellanos estuvo revisando los planos del proyecto.
¿Con qué te encontraste, Rosario? ¿Cómo será el CUDIM?
ROSARIO CASTELLANOS:
Hay que hacer una primera salvedad: esto es tan específico en cuanto a exigencias, que el proyecto viene de un equipo especializado de arquitectos suecos, que va a tener su contrapartida uruguaya de responsabilidad del proyecto ejecutivo y supervisión de obra en el estudio Marq, de los arquitectos Roca, Jiménez y Antón, que fueron los que me explicaron cómo va a ser el edificio a partir de los planos que estuve viendo.
Se trata de un edificio de unos 3.000 metros cuadrados que se desarrolla en tres plantas: una es un subsuelo enterrado y luego una planta baja y una planta alta. Desde el exterior va a ser un edificio de unos nueve metros de altura, una proporción mucho más horizontal que vertical, y que alterna planos de ladrillo visto con superficies enteramente vidriadas que delante tienen parasoles de protección. La singularidad está en su interior. Su fachada principal se desarrolla sobre la Avenida Ricaldoni. El subsuelo es de servicios, pero allí se ubica el corazón del proyecto: el ciclotrón, aparato que produce los positrones a partir de la aceleración de moléculas.
Por tratarse de un aparato que produce mucha radiación, en el subsuelo se ha tenido el mayor cuidado en cuanto a que nada de lo que allí se produzca salga de otra forma que no sea la sustancia que se inyecta. El ciclotrón está ubicado dentro de una bóveda con paredes y techo de hormigón de un espesor de 1,80 metros. Además, cuando el ciclotrón llegue al edificio a través de una cámara, esa cámara quedará definitivamente sellada.
En la planta baja se ubicará todo lo que tiene que ver con la atención a los pacientes. Allí se realizarán los exámenes, más allá de una zona de oficinas. También, en esa zona donde se realizarán los exámenes, se han tenido que extremar condiciones de aislamiento. Allí están ubicados los hot cells, que son los equipos que transforman los positrones en la sustancia que luego va a ser inyectada al paciente. Todos los conductos entre el ciclotrón y los hot cells son cañerías de plomo con un recubrimiento de acero inoxidable en el interior y en el exterior. Seguimos hablando de extremas medidas de seguridad. La zona donde están los consultorios donde el paciente es inyectado y espera su turno en el tomógrafo también está especialmente aislada con paredes de hormigón.
Y finalmente en la planta alta está ubicada la zona de investigación, los laboratorios donde se van a realizar, en muchos casos, exámenes con animales, que ingresarán al instituto por una entrada especial. También va a haber una sala de conferencias con su propio acceso, para contemplar la condición de centro de formación. Para tranquilidad de los vecinos, ubicado sobre esa última planta hay todo un sector de cámara de ultrafiltrado de todo lo que tiene que ver con gases resultantes de los procesos radioactivos.
EC - ¿Dónde está ubicado el CUDIM exactamente?
RC - En la Avenida Ricaldoni, es vecino al Hospital de Clínicas, a unos 50 metros de Avenida Italia. Tiene una conexión con el Hospital de Clínicas, concretamente con el Centro de Medicina Nuclear, pero la fachada principal está a un costado del Estadio, donde termina Ricaldoni. El predio ya está cercado y se ha comenzado la perforación para ese subsuelo fundamental.
EC - Doctor Engler, ¿está más tranquilo ahora que las obras comienzan, después de todos estos años de gestiones?
HE - Por supuesto.
EC - El plan indica que el edificio estará terminado a fines del año que viene, dentro de un año.
HE - Sí, para diciembre del año que viene.
EC - ¿Qué pasos falta dar? ¿Qué viene en estos próximos meses?
HE - Se va a adjudicar la obra y estamos discutiendo a quién vamos a comprar tanto el ciclotrón como la parte química, la parte de cámaras, la cámara para animalitos pequeños para la parte de investigación. Es muy importante que tengamos el edificio pronto para colocar las máquinas. Mi propósito vamos a ver si es posible o no es traer una máquina lo antes posible, antes de que el edificio esté terminado. Estamos investigando con el gerente de obra, el ingeniero Di Marco, que fue responsable de la construcción del Instituto Pasteur, si podríamos preedificar o hacer una edificación transitoria para tener rápidamente una cámara y eventualmente traer la sustancia, el azúcar, desde Buenos Aires.
EC - La intención es empezar a ofrecer servicios de diagnóstico incluso antes de que el edificio esté terminado. ¿Con qué fecha en el horizonte?
HE - Yo no pondría una fecha porque todavía estamos un poco verdes en esta decisión. Es un propósito que estamos tratando de solucionar. Implica costos extras que tenemos que definir cómo vamos a cubrir. Entonces, yo no aventuraría una fecha, pero sería antes de junio de 2009.
EC - Se animó con la fecha: a mediados del año que viene.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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Tras la entrevista con Emiliano Cotelo, Henry Engler dialogó con los contertulios de este jueves:
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