en Uruguay

¿A qué se enfrenta un homosexual al intentar donar sangre?

¿A qué se enfrenta un homosexual al intentar donar sangre?
Adhoc FOTOS Nicolas Celaya

Tras la conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre la semana pasada y luego de la denuncia realizada por el Colectivo Ovejas Negras, el hematólogo Ismael Rodríguez aseguró a El Espectador que las preguntas realizadas a los donantes sobre su orientación sexual no deben ser tomadas como una estigmatización, ya que tienen como base estudios científicos. Por su parte, Magdalena Bessonart, del Colectivo Ovejas Negras, consideró que los cuestionamientos actuales son discriminatorios y que los mismos deberían indagar sobre prácticas sexuales y no sobre orientaciones.

Por Carolina Ramos

En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, celebrado el pasado 14 de junio, el Colectivo Ovejas Negras denunció a través de la publicación de una pieza audiovisual, que actualmente en Uruguay quienes han mantenido relaciones sexuales con personas del mismo sexo tienen prohibida la donación de sangre. Esta disposición está regida por el Decreto 385/000 y debió ser modificada el día 30 de noviembre de 2014.

Ismael Rodríguez, grado 5 de Hematología y director de la Cátedra y el Departamento de Medicina Transfusional, explicó que esta condicionante surge a partir de normativas internacionales en donde se indica que la prevalencia en la transmisión por transfusión de enfermedades, como la Hepatitis C y el HIV, está aumentada en estos grupos de individuos. Es decir, que el número de casos positivos de estas enfermedades es mayor en los hombres homosexuales.

En relación a la denuncia realizada por el Colectivo Ovejas Negras, Rodríguez dijo que hace algunos años atrás tuvo una reunión con sus miembros, pero que en ninguna otra oportunidad lo citaron para reunirse nuevamente por esta situación.

Con respecto a la modificación del Decreto 385/000, el hematólogo aseguró que se están realizando investigaciones sobre los distintos grupos de prevalencia que aún no han sido terminadas, por lo que al momento cree que no se debe ir en contra de lo que la comunidad científica conoce. 

En Uruguay existen diversos lugares a los cuales las personas pueden dirigirse a donar sangre. El Espectador accedió a dos de los formularios que son entregados a los posibles donantes.

En el caso del formulario que deben completar quienes se dirigen al Servicio Nacional de Sangre Dr. Julio C. Estol, bajo el título "No done sangre en estas situaciones" se indica: "Si usted es hombre: no debe donar sangre si en los últimos 12 meses tuvo relaciones sexuales con otro hombre".

Por su parte, el formulario del Hospital Pereira Rossell pregunta: "¿En los últimos 12 meses ha tenido relaciones sexuales con personas que a su vez hayan tenido relaciones del mismo sexo?".

Rodríguez explicó que los cuestionarios fueron diseñados a fines de la década del 90 cuando se vivía la pandemia del SIDA, y si bien entiende que se debe analizar su contenido, insistió en que "es importante no romper la segunda premisa: proteger al que recibe la sangre" y añadió, "sobre esa premisa, ni el grupo de Ovejas Negras ni ningún otro grupo puede poner en tela de juicio a los 70 u 80 mil uruguayos que reciben sangre todos los años".

Según el grado 5, la Asociación Americana de Bancos de Sangre y todos sus miembros en Estados Unidos y Francia el año pasado establecieron que no existe inconveniente para la donación de sangre de aquellos hombres que mantienen relaciones con otros hombres, "siempre y cuando no hayan mantenido relaciones en los últimos 12 meses".

"Uruguay no es el ombligo del mundo. Somos tres millones de habitantes, tenemos pocas donaciones de sangre. Hay que ver qué es lo que está pasando en otras comunidades", aseveró.

En el caso de Estados Unidos, los hombres homosexuales tampoco pueden donar sangre si han mantenido relaciones sexuales en el último año, situación a la que se le prestó especial atención luego del atentado ocurrido recientemente en Orlando.

Sin embargo en Argentina, a fines de 2015 fue modificada la disposición y ya no se pregunta en los cuestionarios si se ha mantenido relaciones sexuales con personas del mismo sexo. 

Existen dos premisas en la que se basan todos los bancos de sangre del mundo, según explicó el experto: no producir una alteración en el donante y promover la seguridad del receptor.

Al ser consultado por la posibilidad de que estas prevalencias hayan cambiado en el último tiempo, Rodríguez dijo que no cree que esto haya sucedido pero que sí puede producirse una modificación en las tecnologías para acortar los períodos ventana.

El período ventana consiste en un lapso de tiempo en el que la persona está infectada, por ejemplo de SIDA, pero los análisis todavía son normales.

"Hoy en día, la tecnología no acorta los períodos ventana a un nivel de seguridad 100% y eso conlleva a que si la prevalencia es mayor en el grupo de estas comunidades, el riesgo de la transmisión es mayor. Esto no es una hipótesis, esto está demostrado", afirmó el especialista.

Sostiene así que para modificar la disposición habría que demostrar que en estas comunidades, la prevalencia de enfermedades transmitidas por la transfusión es igual a la de la población general.

Ismael Rodríguez

El experto comparó la situación en la que se encuentran los hombres homosexuales con la de aquellos que tampoco pueden donar si en los últimos 12 meses si se han realizado un tatuaje o si han sido operados de la vesícula en los últimos seis meses.

Señaló que si bien la situación continuará estudiándose y es importante trabajar en el tema, al momento no puede habilitarse este tipo de donaciones si existen posibilidades de que esto traiga como consecuencia el aumento de transmisión de estas enfermedades por transfusión de sangre.

"Esto es muy importante porque cuando se reclama, que me parece perfecto y que personalmente los apoyo, como grado 5 de la facultad en lo académico tengo que ver qué es lo publicado por la comunidad científica".

Vea a continuación, el último informe presentado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) con información referida a la prevalencia de VIH en los distintos grupos del país:

En Uruguay tampoco es permitida la donación a aquellas personas que han mantenido relaciones sexuales con dos o más personas en los últimos 12 meses. Rodríguez explicó que esta condición está basada en la definición de promiscuidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera promiscuos a aquellos que han mantenido relaciones sexuales con más de dos personas en el último año.

A aquellos que hayan estado detenidos en una cárcel tampoco se les permite la donación por un período de 12 meses porque varios análisis mundiales aseguran que en las personas privadas de libertad, la prevalencia está aproximadamente cinco veces por encima de la media nacional, según explicó el entrevistado.

Indicó que algo que debería analizarse es que en nuestro país la donación no es voluntaria sino exigida, lo que provoca que la posibilidad de que la gente mienta en el formulario se vea exponencialmente aumentada.

Rodríguez concluyó: "No quiero que se empiece a hablar de que en los bancos de sangre estigmatizamos a determinados grupos. Eso no es así".

Por su parte, Magdalena Bessonart, dijo que lo que se reclama de parte de Colectivo Ovejas Negras es que las preguntas realizadas en los formularios y las prohibiciones deberían estar basadas en prácticas sexuales y no en orientaciones sexuales. Es decir, se debería preguntar si la persona mantiene relaciones sexuales sin utilizar métodos de barrera y no si las mantiene con alguien de su mismo sexo.

En relación a lo explicado por el hematólogo Rodríguez, Bessonart sostiene que la prevalencia no tiene que ver con la población sino con cómo las personas se cuidan al momento de tener sexo, independientemente de si es homo o heterosexual.

Entiende además que particularmente las restricciones apuntan al HIV y a los hombres homosexuales, lo que implica seguir profundizando el estigma de que el homosexual tiene mayor probabilidad de tener HIV.

Magdalena Bessonart

"Como sucede muchas veces, a la medicina le falta entender los cambios que van más allá de hacer unos estudios", expresó. Sin embargo, dijo que no está negando la manera de hacer investigación médica y que de hecho trabajan en conjunto con el sistema de salud, pero a veces se parte de supuestos, ideas y estructuras que responden a una postura heterocentrista. Aseguró que solo piden que no se los discrimine.

"Hace 20 años la ciencia nos decía que éramos enfermos psiquiátricos", concluyó Bessonart.