Entrevistas

Medicina en el Claeh, una descentralización "psicológica"

Medicina en el Claeh, una descentralización "psicológica"

Hace dos años la Universidad de la República no tiene el monopolio de la formación médica en el país. Desde Maldonado, la Facultad de Medicina del Claeh se viene consolidando con su apuesta. Actualmente tiene 150 alumnos, un 13% proveniente del extranjero. El decano Humberto Correa realizó una evaluación de la experiencia y habló de los planes para el futuro, donde aparecen una Facultad de Enfermería y una diplomatura para la capacitación de los médicos en la docencia. "Somos una descentralización geográfica pero también psicológica y antropológica", afirmó.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
Su inauguración hace dos años no pasó desapercibida. Abría sus puertas la primera Facultad de Medicina privada del país.

La institución que decidió emprender semejante desafío fue el Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh) que, incluso, dobló la apuesta y decidió que esa facultad tuviera su sede en el interior, concretamente en Maldonado, Punta del Este. Con ese emplazamiento, según decían sus autoridades, se buscaba "hacer descentralización efectiva, tejer Mercosur y aportar al desenvolvimiento de un sistema universitario moderno".

Este lunes, cuando se inicie el tercer año lectivo, la facultad tendrá en total 150 estudiantes.

¿Cómo ha sido la experiencia hasta ahora? ¿Qué balance se puede hacer? ¿Cuáles son los planes?

Vamos a conversarlo esta mañana con el decano de la Facultad de Medicina del Claeh, doctor Humberto Correa.

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Doctor Correa, ya conversamos con usted en su momento, cuando se daba este paso, pero vale la pena refrescar algunos datos que nos permitan ubicar a la institución. ¿Cuál fue la apuesta al lanzar esta facultad? Además de ser la primera facultad privada de medicina, ¿cuál es su perfil diferencial?

HUMBERTO CORREA:
El perfil diferencial de nuestra facultad es un trípode ideológico que la mantiene, que la genera y que se mantiene actualmente: la formación de médicos con buena formación clínica, con un desarrollo humanista en lo personal y con el desarrollo y el entrenamiento de una mente crítica.

La parte de buena formación clínica es imprescindible, alguien que no sepa diagnosticar, tratar, prevenir, curar, consolar cuando no hay más remedio, no es médico, puede ser muy buena persona pero no es un médico. La parte técnica de la medicina es imprescindible.

En segundo lugar, el aspecto humanista, que personalmente he ido aprendiendo a lo largo de mi prolongada vida profesional, consiste en que las personas tengan una apertura espiritual interior hacia todos los aspectos de la persona que solicita la consulta, que está delante de ellos y los necesita. No solamente hacia su pulmón enfermo, su pierna fracturada, sino hacia todos los aspectos: saber escuchar, considerar el imaginario personal, el imaginario social de donde proviene, qué piensa de la vida y de la muerte, qué piensa de la medicina, qué piensa de curarse, qué piensa de la enfermedad, de qué medios dispone, qué familia tiene, si es continente o no, en qué barrio vive, qué trabajo tiene. Y no hacer eso con un esquema en una hoja escrita sino tenerlo impreso en el espíritu y proyectarlo hacia todo el diálogo que tiene con la persona.

Y en tercer lugar, la mente crítica se refiere a tener un carácter analítico, a hacer un juicio crítico sobre lo que recibe –escrito, hablado, del mundo, de los colegas, del medio– y confrontarlo con la realidad. A su vez, mente crítica es una vieja aspiración universitaria desde mediados del siglo pasado en la Universidad de la República, descrita por sus prohombres. Es la capacidad de criticar sistemas, formas de enseñanza, conceptos, y de modificar. Esa es nuestra aspiración básica.

EC - Una de las características singulares de esta facultad es que desde el primer año los alumnos hacen prácticas de medicina clínica en contacto con los pacientes. Además, no lo hacen solo en hospitales públicos sino también en los privados, con lo cual, según dicen los papeles de la propia facultad, no experimentan solo con el "cuerpo de los pobres", como es tradicional, sino con una población representativa de toda la comunidad. ¿Cómo ha funcionado este aspecto?

HC - Son dos diferenciales de nuestra facultad que han venido funcionando muy bien. En los dos años que han cursado, todos los alumnos desde el primer mes de actividad han tenido contacto –un contacto determinado, reglamentado, periódico– con personas que consultan y con personas sanas que las acompañan en las instituciones privadas y en las instituciones del Estado. Es decir, con personas que tienen muchos medios, con personas que tienen medianos medios y con personas que tienen pocos medios. Han tenido contacto con todos y nunca han sido rechazados por un paciente. A veces ha habido resquemores en los organizadores de las instituciones, pero nunca en los pacientes.

EC - ¿Con qué instituciones ha hecho convenios la Facultad de Medicina del Claeh para esa práctica de los estudiantes?

HC - Se ha hecho un convenio marco bien explícito, desde antes de comenzar la facultad, con el Sanatorio Mautone, con el Hospital de Maldonado, con el Hospital de San Carlos, con Cardiomóvil y con la Asistencial de Maldonado, con todas las instituciones asistenciales. Ese convenio marco se ha ido afirmando, afinando, la Comisión de Seguimiento del Ministerio de Salud Pública nos ha pedido que afináramos las características del convenio marco para la enseñanza de la práctica.

EC - ¿Qué quiere decir "afinar"?

HC - Afinar quiere decir precisar más, asegurar más y tener el compromiso de esas instituciones de que va a poder hacerse la enseñanza en todos los años de la facultad. Porque en el primer convenio marco había un compromiso de colaborar con la enseñanza, pero recientemente hemos firmado un acta con prácticamente todas las instituciones en la que se establece una disposición definitiva a colaborar con todo lo que necesite la enseñanza.

EC - ¿Cómo se hace? ¿En grupos de cuántos alumnos?

HC - Normalmente los alumnos ven pacientes en grupos de dos o de tres, siempre con un instructor. El instructor es un funcionario de la institución, que a su vez ha pasado a ser docente nuestro; hay profesores nuestros que supervisan, que entrenan a los entrenadores, no hemos injertado personas externas en las instituciones, sino que hemos recurrido a la capacidad de las personas que funcionan en las instituciones, médicos y nurses, y que son capaces de docencia, y hemos colaborado en su entrenamiento.

EC - En particular, ustedes tienen un convenio con la Intendencia de Maldonado: los estudiantes pueden asistir a las policlínicas municipales a cambio de becas para la carrera completa para jóvenes de Maldonado. ¿Se implementó efectivamente este convenio? ¿Hay ya estudiantes del departamento becados?

HC - Cada año ha habido dos becas y media completas. En este momento tenemos nueve alumnos becados, seis con beca de seis años y tres con media beca. Son los mejores alumnos del departamento que quieren estudiar medicina y están entre los mejores de nuestra facultad. Es realmente una satisfacción, una alegría, un estímulo para el espíritu ver trabajar a estos chicos becados, integrados totalmente a los no becados; no hay diferencias, forman parte de los grupos, no hay segregación, y además son de un rendimiento alto o altísimo. Son seleccionados por autoridades municipales y de Secundaria.

EC - Una institución universitaria debe realizar no solo educación, sino además extensión e investigación. ¿Qué están haciendo en materia de investigación?

HC - La Facultad de Medicina del Claeh está haciendo investigación en dos planos. Montar investigación en laboratorios, con instalaciones finas y material delicado y costoso no es sencillo al principio para una institución que tiene dos años. De cualquier manera, tenemos un Instituto de Investigación del Sueño, donde se hace investigación con publicaciones internacionales –ya tenemos tres o cuatro–, dirigido por la doctora Pedemonte, que es una neurobióloga que tiene un equipo asociado. Allí se hace una investigación constante sobre trastornos del sueño, que son mucho más corrientes de lo que uno piensa en la población. Eso se está haciendo desde el año 2006.

También se ha hecho investigación epidemiológica, que es otro tipo de investigación, con los alumnos de la facultad y fuera de la facultad. Por ejemplo, se hizo una investigación epidemiológica entre los funcionarios de Salud Pública sobre factores de riesgo cardiovascular. Y recientemente se hizo una muy interesante en la que participaron alumnos de la facultad, docentes de Estadística de la facultad, docentes de Investigación Científica, los directores de ASSE del departamento, los directores de todas las instituciones de salud, sobre motivos de consulta en emergencia en todo el departamento.

EC - Motivos de consulta en emergencia.

HC - Motivos de consulta en los servicios de emergencia de todas las instituciones: municipio, hospitales, emergencias móviles, sanatorios. Se distribuyeron todos los estudiantes, no se dejó ningún lugar sin censar, se hizo un censo muy interesante de edad, sexo, causas, distancias, nivel económico y sobre todo motivo y gravedad de la consulta. Eso se presentó hace poco ante la ministra de Salud Pública, autoridades del Ministerio de Educación y Cultura y docentes de la facultad. Esa es la investigación epidemiológica más interesante que hemos realizado, y pensamos realizar otra. Se realizó en 2007, duró dos o tres meses.

Además fue una experiencia de extensión, porque se cumplió con un pedido de los directores nacionales de Salud del Ministerio de Salud Pública, que solicitaron que se colaborara en ese tema. La facultad colaboró en el sentido en que yo entiendo la extensión, que no es samaritanismo, ir a llevar un pan a una casa o ir a vacunar a un niño a un barrio, que también se puede hacer, pero eso no tiene trascendencia social profunda. La trascendencia social de una institución técnica y académica se da ayudando a las instituciones del medio que se dedican a la sociedad. Es un concepto un poco más moderno de extensión.

EC - ¿Hay otras líneas de trabajo en extensión? ¿Cómo viene en general la relación de esta facultad con la comunidad?

HC - La relación de la facultad con la comunidad se va afianzando progresivamente. Hay tres escalones. El primero son las relaciones con los representantes de organizaciones de la comunidad, con las cabezas: el intendente, el director del sanatorio, el director de la Asistencial, el director del Mautone, y las personas que trabajan con ellos en departamentos. Por todos hemos sido bien recibidos, incluso por la entidad empresarial que agrupa a 700 empresas de Maldonado, con la que también tenemos vinculación, con Bomberos y con la Policía.

En segundo lugar, hemos sido recibidos por los funcionarios de esas instituciones. Y en tercer lugar por la población, que es quizás la extensión más difícil, la que demora más, porque es mucho más grande el medio y porque para llegar hay que estar realmente organizado. No se puede hacer un grupo que salga a pasear, a visitar barrios y a ayudar en cosas; hay que planearlo, pensarlo y organizarlo. Pero hemos hecho extensión, por ejemplo asistencia en catástrofes; se hizo para alumnos de la facultad, policías y bomberos, con gran beneplácito de todos, enseñando lo mismo a todos. Y vamos a comenzar a enviar alumnos a las policlínicas comunitarias del municipio y de Salud Pública. Policlínicas y ambientes donde se hace una asistencia distinta de la del hospital, porque los responsables son médicos de familia, que van a las casas y hacen sobre todo prevención de enfermedades.

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EC - ¿Cómo le ha ido a la Facultad de Medicina del Claeh en la captación de alumnos? Comenzó a dictar clases en 2006 y actualmente cuenta con unos 150 estudiantes, incluyendo a los que se han inscrito para este año. 50 por generación.

HC - Promedio.

EC - ¿Cuál es el origen de esos alumnos?

HC - El conjunto se divide casi en cuartos: un grupo de Maldonado, que en la suma de todos sería la cuarta parte; un grupo de Montevideo, que sería la cuarta parte; un grupo del resto de la República, de todos los departamentos, que sería la cuarta parte; y un grupo de extranjeros, de otros países, que es un poco menos de la cuarta parte.

EC - ¿De qué países vienen esos alumnos extranjeros?

HC - Los alumnos extranjeros en este momento son el 13% del total, tenemos 17 o 18 alumnos extranjeros. Vienen principalmente de Brasil, tenemos 7 u 8 brasileños, no solo de Rivera o Livramento –que sería como si vinieran de Uruguay–, sino de Matto Grosso, Goiás, de Paraná. Han tomado conocimiento por internet, que es un medio de difusión universal, y son de muy buen rendimiento.

En segundo lugar tenemos dos alumnos de España y dos alumnos de Alemania, que vinieron directamente de Alemania, sin un contacto previo con nosotros, uno porque encontró la facultad en internet y otro porque tenía un familiar que tenía que venir a Uruguay.

EC - ¿Cómo captaron esos estudiantes extranjeros, teniendo en cuenta que eligen venir a estudiar a Maldonado y en una facultad de la que todavía no hay egresados? ¿Cómo tomaron la decisión?

HC - Hay que hablar sinceramente, son alumnos que no lograron pasar el vestibular en su país para entrar a medicina. En muchos países hay un examen vestibular que gradúa la entrada, y según los puntajes pueden elegir, para elegir medicina tienen que tener determinado puntaje y si tienen menos pueden elegir otra cosa, etcétera. Medicina es bastante apreciada; en España, por ejemplo, hay que tener un puntaje de cerca de 80%. Entonces los que quedan cerca, con 78, 77, averiguan dónde hay facultades. En Brasil ha pasado lo mismo.

Por ese factor, que podría ser un factor de descarte, no estudiaron en su país, pero después buscaron en el mundo. Y ¿por qué acá? Acá hay un factor positivo. Yo como decano de la facultad diría nos tocan los que perdieron, sin embargo a posteriori eligen por los programas y nuestro programa ha atraído por sus propuestas a todos estos alumnos que tuvieron que elegir fuera.

EC - Teniendo en cuenta esta información, tiene más sentido una pregunta que pensaba hacerle: ¿cómo es el desempeño de los estudiantes en general, pero en particular de los extranjeros? ¿Hay deserción? ¿Hay buenos resultados en los exámenes? ¿Hay repeticiones? ¿Cómo es la performance?

HC - Es parecida a la de los uruguayos, hay una o dos alumnas de Brasil que están entre las mejores del grupo, una especialmente es muy buena. Y el resto se distribuye según el promedio.

EC - Y en general, considerando toda la masa de estudiantes, ¿cómo es la performance?

HC - El nivel de aprobación está en el entorno del 80%. El 80% no tiene que repetir exámenes y el 20% restante sí, repite una vez, dos veces, y hay entre 5 y 6% que tiene que repetir cursos, que pierde la evaluación continua. Estamos conformes, el nivel de aprobación en general, vecino al 80%, es alto, es bueno, y no hay prácticamente deserción. Las deserciones han sido por cambio vocacional, por cambiarse a otra carrera –dos o tres alumnos–, a veterinaria, a aviación, etcétera; por necesidades personales; y por situaciones de enfermedad. No hemos tenido ningún cambio para otra facultad de medicina.

EC - Con 150 alumnos, como va a tener ahora, ¿es viable el proyecto?

HC - Sí, una consultora de plaza muy prestigiosa que el Claeh contrató hizo un estudio de viabilidad económica que dio que con 44 ingresos anuales funcionamos económicamente en forma adecuada, con todos los planes.

EC - Están confiados en el desarrollo de la experiencia, porque el año pasado compraron la casa y el terreno que hasta ahora alquilaban.

HC - Sí, el Claeh compró la propiedad con un préstamo del banco alemán Oikokredit; con hipoteca, lo habitual, pero confió en el Claeh. El pago tiene alguna benevolencia inicial para las cuotas, es en varios años, pero tiene los intereses habituales de los bancos.

EC - La Facultad de Medicina del Claeh está ubicada en un predio de 10.000 metros cuadrados, al costado del cine Cantegril.

HC - Frente al Cantegril, en un lugar muy amplio. El ambiente es muy agradable.

EC - ¿Qué dicen los planes para el futuro? ¿Cómo sigue el proyecto de la Facultad de Medicina del Claeh?

HC - El primer plan es completar la primera generación de alumnos. Los que entran a tercero este año, en tres años más, en los años 9, 10 y 11, serán médicos con título válido en todo Uruguay. El plan es seguir intensamente lo que se está haciendo.

En lo inmediato, he empujado personalmente el proyecto de crear una diplomatura en formación de formadores de médicos, en educación médica. Una diplomatura, primero a prueba, que va a ser este año, con varios especialistas de gran prestigio; vamos a insistir en que nuestros docentes concurran, al menos 30 por año.

EC - ¿Cuántos docentes tiene hoy la facultad?

HC - Tenemos 120 docentes, en ejercicio está la mitad, 60, porque los de los años superiores no han ingresado. Esa diplomatura para mí es de gran importancia porque va a categorizar a nuestros docentes en enseñar, les va a enseñar a enseñar. En general los médicos podemos ser muy buenos técnicos, muy buenos especialistas, pero somos enseñantes intuitivos, empíricos, hemos visto a otros enseñar o lo hacemos intuitivamente, como creemos que se trasmite el conocimiento o se ayuda a enseñar. Pero en este momento hay técnicas en el mundo sobre formación de programas, formas de aprender, formas de enseñar, formas de evaluar, y nuestros docentes van a hacer ese curso. Para graduarse en él tienen que aprobar el 100% de los diez módulos de que va a constar. Va a ser una innovación para el país. Empieza en mayo.

EC - ¿Hay otros posgrados previstos?

HC - Estamos evaluando la posibilidad de implementar algunos posgrados distintos de los habituales, que se puedan aplicar en Maldonado, por ejemplo los relacionados con deportes, deportología. Y hay otro pensamiento, en Uruguay hacen falta enfermeras, nurses, aunque las diferentes escuelas las preparan muy bien aquí en Montevideo, especialmente la de la Universidad de la República, pero tenemos en nuestro horizonte hacer una Facultad de Enfermería.

Vamos midiendo nuestras fuerzas, todos estos emprendimientos comprometen la fuerza total de las personas. Y hay un cuarto proyecto, que es una aspiración de nosotros y mía muy insistente: tener un evaluador extranjero, un especialista que evalúe cómo empezamos, cómo vamos, cómo están los alumnos, cómo están los cursos, cómo hacemos los exámenes, si el rendimiento es válido. Hay una especialista que no voy a nombrar –porque la tenemos contactada pero no definitivamente–, que ha evaluado 25 facultades de medicina en América del Sur; tengo grandes esperanzas de que la podamos contratar para que nos evalúe en el futuro.

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EC - Tengo varias preguntas de los oyentes. Por ejemplo: qué lugar ocupan las llamadas terapias alternativas en su facultad; los estudiantes del centro y norte del país no vemos favorable que se hayan situado en Maldonado, no notamos la descentralización; qué opina sobre la resistencia que esta facultad genera en la Universidad de la República.

HC - Un solo dato: el grupo de alumnos que más crece es el que proviene de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Durazno y todos los departamentos del interior. Ha crecido vertiginosamente, este año es casi el 40%, habiendo sido en el inicio cerca del 10%. Es decir, que somos una descentralización geográfica pero también psicológica y antropológica. Eso es lo importante, nos reconocen como sus iguales.


Notas asociadas:
Claeh: 50 años desalambrando conocimiento. Entrevista con Pablo Cayota y Romeo Pérez
Claeh crea, en Punta del Este, la primera facultad de Medicina privada del país. Escuhe la tertulia con la participación de Carmen Tornaría, José Claudio Williman, Carlos Maggi, Humberto Correa y Romeo Pérez.

Preguntas llegadas desde la audiencia y respondidas por Correa

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Edición: Mauricio Erramuspe