Entrevistas

El Plan Ceibal sin "narcisismos"

El Plan Ceibal sin "narcisismos"

A pesar de su atávica propensión a la discusión, los uruguayos comparten una unánime, y por lo tanto curiosa, evaluación positiva sobre el Plan Ceibal. Roberto Balaguer, psicólogo, especialista en relaciones entre las tecnologías de la información y la subjetividad, brindó a En Perspectiva algunas reflexiones sobre el tema, recientemente publicadas en un libro de su autoría. Si bien realizó una evaluación positiva sobre el emprendimiento, advirtió contra el peligro de caer en un "espejismo" que impida una mirada realista sobre el fenómeno. "El Plan Ceibal nos ha devuelto esa imagen de país culto, de país que avanza [...] y se nos está haciendo difícil empezar a ver algunas sombras", señaló. Una de esas "sombras" se proyecta sobre los docentes, quienes ven replanteado su rol y deben lidiar con una tecnología en la cual no fueron formados. Sin embargo, también destacó unas cuantas "luces" que lo llevan a concluir que es "muy buena cosa" que el Plan Ceibal se convierta en una política de Estado.


(emitido a las 9.03 hs.)


JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
"La idea es dejar de lado veleidades y narcisismos de continuar siendo la Suiza de América o de pasar ahora a ser la Finlandia de América". Lo que nos interesa es seguir colaborando para que el Plan Ceibal funcione, siga su camino y "nos convierta en lo mejor que podamos ser".

Con estas palabras, el psicólogo Roberto Balaguer presentó la semana pasada un libro que analiza a fondo la experiencia del Plan Ceibal, en el que compila artículos técnicos escritos por especialistas de México, Estados Unidos, España, Argentina y Uruguay.

Más allá de destacar la velocidad con la que se logró poner en marcha este plan tan ambicioso, el libro plantea interrogantes que se susurran, críticas que hasta ahora no se habían difundido y desafíos que golpean la puerta del próximo gobierno.

¿Cuáles son las principales conclusiones?

Para profundizar en esta publicación, recibimos al psicólogo Roberto Balaguer, investigador, consultor internacional, especialista en relaciones entre las tecnologías de la información y la subjetividad.

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JAE - Psicólogo. ¿Tiene una mirada psicológica este libro?

ROBERTO BALAGUER:
Una mirada psicológica... Es difícil desprenderse de la formación, pero es una mirada mucho más amplia, es una mirada en primer lugar internacional, que me parecía importante recoger de personas que están muy ligadas a lo académico, muy ligadas a la educación y las nuevas tecnologías, y que en sus respectivos países son referentes en esto. Entonces parecía importante al hablar de Ceibal y de un primer modelo OLPC a escala nacional, que es el Plan Ceibal, ver qué pensaban estos autores primero sobre OLPC y después tener algunas otras visiones desde dentro del Plan Ceibal.

EMILIANO COTELO:
El libro se llama Plan Ceibal: Los ojos del mundo en el primer modelo OLPC a escala nacional. La sigla OLPC corresponde al nombre en inglés de la iniciativa que planteó en su momento Nicholas Negroponte, One Laptop per Child, ‘una laptop para cada niño’.

JAE - ¿Por qué el libro, entonces?

RB - Porque muchas veces se dice –y de ahí el título del libro– "los ojos del mundo están puestos en Uruguay", y cuando uno dice esa frase dice que nos están mirando, que el Plan Ceibal nos reubicó en el mapa, nos ubicó en un lugar central, y eso a los uruguayos nos ha gustado enormemente. Pero cuando decimos "los ojos nos miran" también es bueno preguntarse: y después de mirarnos, ¿qué piensan cuando nos ven? Entonces además es bueno pensar que este Plan Ceibal se apoya sobre un modelo OLPC en el que hay algunas experiencias concretas y algunas experiencias regionales, pero no hay ninguna experiencia nacional. Entonces el porqué de este libro es ver qué piensan otros autores de los modelos OLPC, qué piensan otros autores del mundo referentes de la educación uno a uno, y qué piensa también la gente que está involucrada en esto, qué piensa de lo que está sucediendo efectivamente con nuestro modelo, que está en construcción.

EC - Me llamó la atención la frase que Juan Andrés citaba en la introducción: "la idea es dejar de lado veleidades y narcisismos de continuar siendo la Suiza de América o de pasar ahora a ser la Finlandia de América". ¿Qué es lo que hay detrás de esa frase?, ¿la impresión de que nos hemos agrandado demasiado con respecto al éxito del Plan Ceibal?

RB - Hacía mucho tiempo que no nos sentíamos todos tan orgullosos de algo nacionalmente, incluso a pesar de haber clasificado al Mundial, los jugadores cuando uno les preguntaba decían "terminamos sufriendo". En este caso el Ceibal no sufre, es algo que nos devuelve una imagen de país que se adelanta a su tiempo como lo supo hacer a comienzos del siglo XX, que da un paso importantísimo, que nos ubica en un lugar de país culto, que nos encanta, porque nos encanta ser un país que juega bien al fútbol, que tenga un buen asado, pero también nos gusta ser un país culto. Y el Plan Ceibal nos ha devuelto esa imagen de país culto, de país que avanza, de país que innova. Entonces ahí hay una parte que a todos nos enorgullece. El peligro de esa frase es caer en un espejismo y por esas veleidades no poner de manifiesto algunos aspectos que siempre aparecen en todo proyecto, que hay que ir corrigiendo para transformarnos en lo mejor que podamos ser, como termina la frase.

EC - Es interesante, porque de hecho tengo la impresión de que ha existido en estos meses, en estos años, una tendencia a la autocomplacencia con respecto al Plan Ceibal y se ha minimizado el espíritu crítico con respecto a cómo está funcionando y qué impacto tiene.

RB - Yo ayer pensaba: estas son las cosas que surgen cuando un libro sale al mercado y uno se da cuenta de cosas que de repente no había pensado antes. Y aprovecho para hacer una aclaración: que este libro se terminó de editar a comienzos de año, cuando la situación era un tanto diferente en algunos aspectos; son tiempos editoriales que a uno lo afectan en algunas actualizaciones.

Lo que pasa es que esto nos toca emocionalmente, el Plan Ceibal nos ha tocado emocionalmente, nos ha ubicado en ese lugar y se nos está haciendo difícil empezar a ver algunas sombras que es importante ver para poder corregirlas. Pero en ese claroscuro, en ese juego de luces y sombras, son muchísimas más las luces que las sombras, eso también cabe destacarlo, si no, nos podemos quedar en la idea de que por nombrar algunas sombras esto se puede caer o no se puede sostener. Si uno entra en algunos foros, puede ver una cantidad de críticas que no se han llevado al debate público.

JAE - ¿A qué nivel?

RB - A nivel de los docentes, a nivel de los usuarios, a nivel de los padres, sobre todo preguntas sobre para dónde vamos.

JAE - Preguntas a nivel interno, a nivel de país.

RB - Sí, a nivel de los usuarios, sobre todo de los docentes. En todos estos modelos OLPC o en todos los modelos educativos uno a uno –y en el libro aparece–, una de las debilidades más importantes son los docentes, porque tiene que haber una apropiación tecnológica que es muy difícil de lograr. Pero no es difícil de lograr en Uruguay, es difícil de lograr en Uruguay, en Canadá, en Australia, en España, en México, en cualquier lado.

JAE - Ese aspecto aparece en el libro, en el comienzo usted menciona que es "un proyecto que fue definido en forma primera y originariamente como político, y que irrumpió inconsultamente en el terreno educativo uruguayo y obligó, por consiguiente, a pensar acerca de sus implicancias en todas las áreas afectadas una vez que ya casi estaba en el ruedo".

¿De qué manera se tradujo esa situación? ¿Cómo incidió esta estrategia adoptada por el gobierno en la aplicación del plan, esto de inconsulto?

RB - Es un secreto a voces, y hay otro aspecto que también me parece interesante rescatar, que es el hecho de que en este caso los dos grandes impulsores, que son Tabaré Vázquez y Miguel Brechner, uno proveniente de la medicina y otro de la ingeniería, irrumpen en el campo educativo, y por más que sea una política de equidad, una política social, generan una transformación; ocurrió como muchas veces se dice, que a veces desde la propia educación es difícil generar transformaciones. Entonces esto fue inconsulto porque se maneja que los debates a nivel educativo llevan mucho tiempo, y en tecnología el tiempo es un tirano, no se pueden hacer debates sobre educación cuando está de por medio la tecnología, porque cuando uno termina de debatir esa tecnología probablemente ya sería obsoleta. Entonces este modelo de saturar de tecnología implica cambios a todos los niveles, implica cambio de paradigma, cambio de formación, cambios en el rol docente dentro de la clase. Y claro, son mecanismos que mueven a todos los actores sociales, y por lo tanto desarticulan todo, como se dice en el libro, desarticulan el ADN escolar, es una cosa que viene a transformar.

JAE - Usted dice que si no hubiera sido de esta manera quizás el Plan Ceibal no habría conocido la luz.

RB - En general se opina de esa manera.

EC - Digamos que la ventaja de haberlo aplicado de esa manera inconsulta fue que se ejecutó, que se pudo llevar a la práctica. El inconveniente es que desde el punto de vista pedagógico, sobre todo, estos primeros tiempos son a los tropezones.

RB - Claro, pero además desde el punto de vista pedagógico no hay que olvidar que estamos hablando de un cambio de modelo, de un cambio de paradigma en el cual tampoco hay saberes establecidos, ya no a nivel local, sino a nivel local, a nivel mundial, sobre cómo se hace esa transición, cómo se hace para conciliar las tecnologías con los programas escolares, que es todo un tema. Además agarró un momento en que había habido un cambio de programa, entonces no es fácil conciliar esas dos culturas que son diferentes. Pero insisto, no es que sea difícil en Uruguay, es difícil en todo el mundo.

EC - De la audiencia viene esta pregunta que plantea Vianei: "La entrega de las XO ¿no debería haber sido la última etapa del plan? ¿No será que se comenzó por el final?".

RB - No, en mi experiencia, no, porque cuando tuve la oportunidad de trabajar con grupos que no habían recibido las XO era tal la expectativa y eran tales las fantasías y el imaginario sobre lo que había que era casi imposible hablar sobre lo que efectivamente habría que hacer. Una cosa diferente era cuando uno trabajaba con las maestras que ya tenían sus máquinas y sabían de qué se estaba hablando. Esto es muy removedor, es un generador de ansiedad muy grande.

JAE - ¿El cuello de botella está a nivel docente?

RB - Creo que sí, pero insisto: no es a nivel de docencia de Uruguay, es a nivel de docencia en el mundo, porque se hace esta valoración: los jóvenes hoy son nativos digitales porque han nacido en esta cultura digital, están inmersos en ella, la manejan; los maestros han nacido en otra cultura, se han formado en otra cultura, entonces uno de los cuellos de botella, es que deben apropiarse de esa tecnología para poder conciliar la vieja cultura alfabética con la nueva cultura digital, con la nueva cultura informacional, y hacer ese mix de forma tal de aprovechar todos los recursos nuevos existentes, y sin perder de vista la formación escolar tradicional.

JAE - Usted menciona en el libro que si bien la llegada de las XO sirvió como motivador para los estudiantes, se generó a nivel de docentes "una fuerte angustia y resistencia, y temor a no poder".

RB - Sí, eso es algo que aparece siempre. Es inevitable, ha sucedido en todos los lugares, sigue sucediendo, cuando uno está familiarizado con un sistema, con un modelo, incluso si a uno mismo, que puede tener cierta afición a la tecnología, le cambian un sistema tiene que reaprender una cantidad de cosas. En este caso era reaprender a ser maestro dentro del aula, con niños que tienen un nivel de apropiación cualitativamente distinto del que tiene uno. Eso implica un cambio en el rol docente, de aquel viejo portador de conocimientos a ser un facilitador, a ser un mentor, a ser alguien que ayuda a gestionar el conocimiento. Todo eso es muy generador de angustia.

EC - ¿Cómo se ha trabajado en ese plano? ¿Cuál es la evaluación a esta altura del campeonato, a esta altura de la implantación del Plan Ceibal, cuando ya todas las escuelas públicas del país han recibido las máquinas? ¿Qué pasa con los docentes? ¿Cuánto se avanzó en su formación para estar prontos para aplicar esta tecnología?

RB - En el origen del modelo OLPC, Negroponte planteaba que no había que formar a las maestras, planteaba saturar de tecnología y que después cada uno se apropiara a como diera lugar y como pudiera, porque ese era el mecanismo colaborativo de compartir conocimiento. El Plan Ceibal no comenzó de esa manera, comenzó en cascada, con una formación de los directores, de los inspectores, de la gente relacionada con tecnología, para que después ellos trasmitieran ese conocimiento a los docentes en las escuelas. Eso tuvo sus logros y sus alcances, que fueron limitados en algunos aspectos. Luego se empezó a cambiar y en el transcurso de este año se empieza a trabajar más en la función de mentorazgo, de una cosa más mano a mano de los docentes. Por ejemplo, en las escuelas donde hubo maestros comunitarios se veía que el apoyo era diferente, porque había ese tête-à-tête necesario para este tipo de cosas.

EC - ¿Cómo es eso del mentorazgo?

RB - De alguna forma estar más cerca los formadores de los maestros que tienen que aplicar eso dentro del aula. De una formación en cascada que se suponía que se iba a trasmitir en la estructura piramidal de la educación se pasa a un mano a mano que es fundamental, porque los jóvenes en general se pueden manejar con tutoriales, se animan a manejarse con tutoriales donde no hay personas, pero los docentes precisan, necesitan y han reclamado que haya otra persona que sea capaz de darles una mano, que sientan muy cercana en esto y con la cual puedan compartir estas ansiedades, estas angustias que son propias de esta situación de cambio importantísima.

JAE - Pero originalmente en la concepción OLPC de Negroponte ese aspecto no estaba contemplado.

RB - No estaba contemplado. Uruguay cuando aplica su OLPC a su estilo cambia eso, empieza a aplicar un modelo de formación que entiende necesario, y que después se empieza a corregir y luego se sigue corrigiendo. Está claro que el Plan Ceibal es un modelo no acabado. El otro día en la presentación del libro [Miguel] Mariatti decía "cuando se entregó la última computadora recién comenzó el Plan Ceibal". Yo estoy muy de acuerdo con esa frase, porque es algo que no comienza con la computadora ni va a terminar nunca, y eso sería lo bueno, lo prudente, que esto siguiera en construcción, que fuera un modelo en beta permanente, porque la tecnología no funciona a los tiempos de la educación, la tecnología funciona en un constante cambio, y va a haber un aggiornamento necesario, tanto en la tecnología como en la propia formación de los docentes.

EC - ¿Hoy todos los maestros y maestras manejan la informática? Esa era la primera dificultad, una tan elemental como esa.

RB - Están en proceso de.

EC - No solamente la dificultad o las carencias en cuanto a la utilización de las XO desde el punto de vista pedagógico, había muchos maestros y maestras que no estaban familiarizados con la tecnología. ¿Eso ya se cubrió, o todavía hay déficit?

RB - Es un proceso que está en construcción, y ahí hay niveles de apropiación. Pero eso no es llamativo, no es una cuestión de fallas del sistema nuestro. Uno tiende a pensar que algunos modelos europeos, primermundistas tienen determinadas formas más avanzadas, pero hace poco salió una encuesta en España que daba cuenta de que dos tercios de los docentes españoles de secundaria no se sentían capaces de trabajar con nuevas tecnologías ni de evaluar a sus alumnos en esos aspectos. Ese tema nos va a llevar mucho tiempo.

***

JAE - Hablando de docentes, me quedo con la idea de esa soledad a la que muchos maestros y maestras se enfrentaron cuando vieron a las XO en sus aulas. Me pregunto si no estamos ante un fenómeno de subutilización de las máquinas, de un programa que no ha avanzado, no ha adquirido la energía que potencialmente tiene con este nuevo instrumento.

RB - El fenómeno de la subutilización abarca a todas las tecnologías, en general uno utiliza apenas entre un 5 y un 10% de las potencialidades que tiene cualquier instrumento. Y estoy hablando del DVD, el celular...

EC - ...el teléfono inalámbrico o el celular.

RB - Salvo los más chiquitos, que exploran, se meten, meten dedo, ellos son los que tienen esa capacidad de descubrir lo nuevo. Después no es llamativo que así suceda. Lo más difícil es conciliar estas dos culturas, la cultura tradicional alfabética y la cultura informacional y digital. Seguir trabajando para lograr un mix adecuado en el salón de clases es un norte muy valiente y con un horizonte que no vamos a ver ni en un año ni en dos, ese horizonte se va a ver en 10 o 15 años, cuando estos chiquilines, y sobre todo muchos que jamás habrían podido acceder a este mundo digital del conocimiento, estén en una situación cualitativamente distinta de aquella en la que podrían haber estado si no hubieran estado las XO mediante.

JAE - Pero sacando una fotografía del hoy, ¿la estructura actual del Plan Ceibal está en un nivel óptimo?

RB - En el libro aparece, lo dice Guillermo Lutzky –argentino, de la ORT, lamentablemente fallecido–: estar en beta permanente, es un modelo en construcción permanente. En tecnología y educación no se puede hablar de modelos cerrados, de modelos acabados.

JAE - Pero ¿en la práctica eso se cumple? ¿El Plan Ceibal en su organización tiene luces de alerta sobre estos fenómenos que usted menciona que implican cambios?

RB - Tiene luces de alerta, y tiene una cosa que es importante que es empezar a hablar de mecanismos de evaluación. Es muy complejo, porque uno está acostumbrado a evaluar algunos aspectos en la enseñanza tradicional, pero en este nuevo sistema es difícil hallar qué modelos pueden dar cuenta de esos avances. Entonces hay que ir tomando esas alertas, empezar a hacer evaluaciones y a transitar para que ese modelo en construcción continúe, avance, cambie, pero siga en construcción, no va a estar nunca acabado.

JAE - Hay un aspecto que tiene que ver con el alcance nacional, la escala nacional del Plan Ceibal. Está en el título del libro, sin embargo un 10% de los alumnos de Uruguay no está en el Plan Ceibal, los que van a colegios privados. Hay muchas consultas en esta dirección de padres que están preocupados por este fenómeno.

RB - Leo uno de los mensajes que llegaron: "Qué extraño, qué pena me da, me siento por fuera del tema, porque mis hijos van a escuela privada, y ellos entonces no tienen su XO".

¿Qué ibas a preguntar, Juan Andrés?

JAE - Cómo incide a nivel psicológico el hecho de que los colegios privados no hayan aceptado incorporarse al plan, o el hecho de que las condiciones que les ofreció el Estado no hayan sido aceptables para los colegios, según el cristal con que se mire. Pero desde el punto de vista de los chicos, ¿cómo afecta el hecho de que haya estudiantes con XO y estudiantes sin XO?

RB - Más allá de eso, hay un aspecto que para mí es importante y creo que se podría haber hecho de otra manera. La cuestión de que los privados no hayan sido incluidos o hayan sido incluidos de otra manera puede generar todas esas sensaciones que están, que para algunos puede ser una cosa irrelevante y en el contexto del plan es un aspecto del asunto. Pero la cuestión va más allá, en el sentido de que ese entramado que plantea como metáfora la propia Red Ceibal podría haber tenido un entramado que uniera potencialidades de la educación pública y de la educación privada, se podía haber trabajado en todos los desarrollos que podía haber dado la educación privada al Ceibal y haberse conjugado en algo que fuera útil para ambas partes. Porque hay un tema insoslayable, que es el capital cultural, el capital cultural de cada uno de los usuarios permitirá que se acceda a determinados niveles de apropiación de esa tecnología. Entonces, si se hubiera incluido a los privados se habría podido subir el capital cultural, se habría hecho que los docentes, de los cuales muchos trabajan en la escuela pública y en la privada, no tuvieran esa disociación, pudieran trabajar tanto en un lugar como en el otro, y se potenciara una red malla que abarcara a todos los niños y niñas de Uruguay.

EC - En cuanto a los resultados, ¿se sabe a ciencia cierta qué usos están teniendo las XO del Plan Ceibal, para qué las están empleando los niños?

RB - Muchos detractores del Plan Ceibal, que se expresan generalmente sotto voce, dicen "los niños las usan para jugar y para sacar fotos". Los niños usan la mayoría de las cosas para jugar, porque son niños, sería muy extraño que con las XO no hicieran eso, ahí sí tendríamos un fenómeno bastante curioso. Entonces los niños las usan, pero mientras juegan, mientras sacan fotos, mientras manejan ese lenguaje audiovisual que es tan importante para ellos, están aprendiendo, están accediendo a conocimientos, están haciendo cosas con esas máquinas cuyo alcance no veremos hoy ni dentro de un año, sino dentro de 10 o 15 años. Lo interesante de esto es empezar –y sé que en eso se está, hay algunos proyectos avalados  por la CSIC– a evaluar el impacto y los usos que tiene la tecnología. Pero ahí hay que hacer una división entre los usos cotidianos y los usos en pos de alcanzar determinados logros, en pos de tener en cuenta las evaluaciones PISA, en las que en algunos aspectos estamos muy abajo, estamos muy por debajo de los niveles de desarrollo. Esto nos da una oportunidad, hay una palabrita que no tiene traducción al español, que es leapfrog, que es dar un salto cualitativo, obviar una cantidad de etapas previas en un país para lograr un desarrollo social, intelectual, de capital cultural a punto de partida de las tecnologías. En ese camino estamos.

JAE - ¿Podemos hablar de cambios profundos, por ejemplo en el vínculo padres-hijos? En alguna parte del libro se menciona que por la mayor tendencia a tomar fotos con las computadoras aumentó o mejoró la oralidad de los chicos.

RB - Mejoró la oralidad, se dan fenómenos curiosos.

JAE - ¿Cómo es eso?

RB - Las primeras máquinas venían en inglés, y después vinieron otras con software en español. Se ha visto que muchos chicos a punto de partida de tener software en inglés aprendían inglés sin darse cuenta, a punto de partida de buscar otras cosas, estaban aprendiendo inglés, por lo cual habría que repensar esos aspectos. Es como los videojuegos, hay cosas que pasan en la pantalla, pero detrás de la pantalla pasa otra cantidad de cosas que uno tiene que analizar mucho más crítica y profundamente para entender lo que allí está sucediendo.

EC - Juan Andrés preguntaba por la relación padres-hijos.

RB - Primero, la red horizontaliza, entonces eso hace que niños empiecen a ser capaces de ayudar tanto a sus maestros como a sus padres en tareas. Esto ha tenido un impacto fuerte, por ejemplo en lugares donde los niños pueden ayudar a sus padres con tareas que tienen que ver con su trabajo, con su desempeño laboral, o con su búsqueda de trabajo. Se da una alteración de roles, que no es una alteración de roles de la que uno pueda decir "hoy no hay autoridad, se han perdido los referentes, se han perdido los valores", sino que acá el niño, a punto de partida de su conocimiento, de su apropiación tecnológica, es capaz de darle una mano a su padre en eso, y a su vez de generar una comunicación a punto de partida de algunas cosas que suceden ahí, mejorar la oralidad. Es decir, hay más cosas para compartir de lo que hacen en la escuela, hoy se habla mucho más de cosas que se hacen en la escuela y que son a partir de la imagen. Porque en esto hay una vieja dicotomía palabra-imagen.

JAE - ¿Eso tiene que ver con la computadora?

RB - Tiene que ver con la computadora y con las actividades que se desarrollan con la computadora. Es decir, cuando los chiquilines hacen en la escuela determinadas actividades que son muy motivantes, luego llegan a la casa y dicen "mirá, papá, mamá, lo que hicimos en la escuela", cosa que hace dos o tres años atrás pocas veces sucedía, porque los niveles de motivación en la escuela han disminuido notablemente en los últimos 20, 30, 40 años.

EC - De todos modos, todavía no existe una medición, una evaluación completa de esa transformación en la relación padre-hijo. Está claro que está ocurriendo.

RB - Está ocurriendo y genera un montón de cosas.

EC - Pero falta examinarla con más rigor, supongo.

RB - Exactamente, más profundamente, con más rigor. Yo siempre digo un poco en broma, un poco en serio, que cuando los padres les piden a los hijos "¿me enseñás a hacer tal o cual cosa?", ahí tienen un indicador de cómo fueron vos como padres y como docentes de sus hijos, porque si se toman el tiempo para enseñarles, para decirles "hacé el doble clic acá y bajá acá y esto", es un buen indicador de cómo fueron como enseñantes de otras actitudes y aptitudes.

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EC - A propósito de cómo utilizar las XO en las aulas, hay oyentes que destacan que ahora existe un programa en televisión cable que acorta estas distancias.

RB - Sí, es uno de los proyectos que empiezan a aparecer, están el Proyecto Rayuela, el Proyecto Televisión Ceibal, son todos aportes para seguir avanzando en esto de la formación docente.

EC - De todos modos algunos oyentes, como Andrea, preguntan: "Por ahora ese contenido va por televisión para abonados. Debería existir también en televisión abierta, no está previsto, ¿qué ocurre con eso?".

¿Qué pasa con quienes no tienen televisión cable?

RB - Es parte de los efectos colaterales que tiene la implementación del Ceibal, que no es solo un tema educativo, abarca muchas áreas.

JAE - ¿El Plan Ceibal es la mejor alternativa en materia de tecnología a las intervenciones existentes?

RB - Es muy difícil responder esa pregunta. Originariamente Uruguay no podía haber entrado en este sistema por la cantidad de gente que somos, somos muy pocos, estaba pensado para poblaciones muy grandes. Ahí ya hay un cambio, Uruguay le mostró a OLPC que se podía hacer en circunstancias diferentes de las pensadas originalmente. Después no hay experiencias a nivel nacional, esta es la primera vez que se implementa un modelo uno a uno. Hay experiencias regionales en Estados Unidos, en Costa Rica, en Perú, Colombia lo está haciendo, Zapatero lo anunció al comienzo de año. Europa era muy escéptica, no olvidemos que Negroponte hablaba de esto como de una vacuna contra la ignorancia, estaba pensado para países tercermundistas. Y a los uruguayos –yo lo decía en la presentación–, si bien pertenecemos al Tercer Mundo, nos cuesta mucho que nos digan eso.

JAE - En este escenario en que hay cosas para aprender, para incorporar, para evaluar, y dado que recién se anunció en diciembre de 2006 y que dos años después se terminaron de entregar las computadoras –por eso el concepto de ritmo de vértigo que planteábamos al principio–, ¿qué cambios debería introducir el próximo gobierno, o se deberían introducir en el futuro para mejorar, para darle a este plan más provecho?

RB - El Plan Ceibal –y esto es una muy buena cosa– se está transformando paulatinamente en política de Estado, es quizás de las pocas cosas que es claro que va a tener continuidad. ¿Qué se puede hacer para mejorarlo y mantenerlo? Hay que seguir pensándolo permanentemente, no es una vacuna, no es algo de hoy y para siempre, sino que hay que estar en permanente alerta y permanente cambio, y en educación hablar de permanente cambio es todo un desafío.

JAE - Desde el punto de vista de la educación, hoy hay un grupo de voluntarios muy importante que ha sostenido al plan. ¿Esto debería cambiar en el futuro? ¿Deberían pasar a ser rentados, a formar parte de un plan para dar seguridad?

RB - Hablamos de modelos que funcionan como en el norte, donde los salarios docentes son incomparables con los nuestros, son salarios muy jugosos, muy interesantes, y está la propia valoración del rol docente en esto.

EC - Todo el trabajo voluntario que ha caracterizado al Plan Ceibal es un costo oculto, un subsidio escondido en el caso de Uruguay. ¿Es aplicable en estas condiciones en todas partes del mundo? ¿Es sostenible?

RB - No sé, el sistema oficial ha ido tomando paulatinamente algunas de esas funciones que fueron emergiendo y las está haciendo propias, tanto las de los que han apoyado en la formación, en la capacitación, como las de los desarrolladores de software, se está buscando un sostén mucho más estructural que el que había inicialmente. Pueden ser costos ocultos cuando no se valoriza suficientemente ese tipo de tarea, ahí puede haber un primer momento de gran impulso y una segunda etapa en que eso decae y si no se sostiene por otros medios puede ser un germen de fracaso.

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JAE - Queda planteada la pregunta sobre la sostenibilidad y qué cosas tendrá que introducir el próximo gobierno para fortalecer el plan. Hay todavía mucha tela para cortar.

RB - Sí, y además depende muchísimo de qué cambios haya a nivel de tecnología, porque la tecnología va cambiando a un paso de vértigo brutal y dentro de dos o tres años va a haber otras prestaciones que los niños, que ya están inmersos en esto, van a querer tener.

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Transcripción: María Lila Ltaif


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