(emitido a las 07.35 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
El Codicen aprobó dos nuevos programas de mejoramiento de la calidad educativa. Uno cuenta con el apoyo del presidente del Codicen, José Seoane, el representante del Partido Nacional, Daniel Corbo, y los dos representantes de los docentes: Néstor Pereira y Teresita Capurro. Uno fue elaborado por el propio Seoane y busca fortalecer el pensamiento lógico-matemático y las ciencias en los liceos.

El otro proyecto, presentado por el nacionalista Daniel Corbo, apunta a aumentar la autonomía de los centros educativos con la contrapartida de que elaboren un plan de mejoras con metas y objetivos medibles.

Según Corbo, cuarenta instituciones ya manifestaron su interés en adherirse al programa, aunque el primer año se deberá acotar la cantidad de participantes. El proyecto va a arrancar evaluando el avance, el alcance y resultados de esta iniciativa.

¿Se trata de un nuevo liceo con la idea de enfrentar la situación de emergencia en Secundaria? Así lo había presentado el consejero Corbo en una entrevista que le hizo Emiliano Cotelo el 12 de octubre en En Perspectiva. Ahora estamos en diálogo con el licenciado Corbo. Vamos a repasar rápidamente cuáles son los destaques de esta iniciativa.

DANIEL CORBO:
Por un lado pretende generar espacios de autonomía en los centros para que estos tengan capacidad de desarrollar una propuesta pedagógica propia, contextualizada a su medio social y a su grupo de alumnos. Lo que le estamos planteando a las instituciones es que realicen un diagnóstico de sí mismas, establezcan cuáles son las dificultades que tienen y a partir de ello elaboren un plan estratégico de mejora. Ese plan tiene que ser por lo menos a tres años con un programa anual. Además, tiene que recorrer, como mínimo, tres ámbitos: la mejora de la gestión, la mejora de la convivencia y la educación en valores, y los aprendizajes. En el caso de los aprendizajes estamos pidiendo un plan de mejora en matemáticas, lenguas y ciencias experimentales. El plan implica definir objetivos, metas e indicadores de logro que permitan hacer un seguimiento a través de un monitoreo del desarrollo de esta experiencia de mejora. De lo que se trata no es de abrir cada mañana el liceo y hacer rutinariamente lo que se hace siempre. La idea es fijarse una meta de mejora de cada institución y que a partir del lugar donde se encuentra sea capaz de desarrollar una mejora en esos ámbitos que hemos mencionado. Para ello va a estar acompañado por una unidad técnica de Codicen que se va a crear a los efectos de ayudarlos en ese proceso de elaboración del plan estratégico y del seguimiento de la experiencia.

JAE – ¿Por qué se menciona tanto que esto traerá aparejada una autonomía pedagógica mayor?

DC – Porque de lo que se trata es de elaborar el plan estratégico y de respuesta a su realidad. A partir de la respuesta a una realidad que siempre es cambiante, hay márgenes para formular una propuesta pedagógica propia. Como hacen los institutos privados, que a partir de un plan con orientaciones comunes plantean una propuesta que permite a todo el equipo docente tener no sólo un plan de trabajo sino un propósito compartido. El propósito es elaborar una propuesta en la cual esté comprometido todo el equipo docente. Eso permitirá una coordinación de acciones y la formulación de una visión compartida. A partir de ello, creemos que puede haber un mayor desarrollo profesional. Este es el comienzo para modificar lo que sería la matriz tradicional del liceo, que creemos que está agotada porque fue una matriz educativa construida para otro tiempo; para una realidad social y un tipo de alumnos que ya no existe. Es necesario empezar a cambiarlo. Vamos a ir a tocar el núcleo central de lo que sería la conformación del sistema tradicional del liceo.

JAE – ¿Hasta dónde hay vinculación entre lo que se propone en materia de objetivos con el Presupuesto asignado a la educación?

DC – La etapa piloto para evaluar la experiencia fue presentada en la instancia presupuestal y tiene Presupuesto para ser desarrollada. Lo que Codicen aprobó fue iniciar el proyecto. Los colegas del consejo decidieron que yo estuviera al frente de este proyecto ya que había tenido la iniciativa y tenía entusiasmo por ella. Así que voy a estar al frente. La primera cuestión a la que estamos abocados es la de constituir una comisión central coordinadora. Luego de esa comisión central coordinadora vamos a conformar una unidad técnica de especialistas en materia de proyectos y en materia de aprendizaje que va a ayudar a los liceos en este proceso. El tercer paso es la convocatoria a instituciones para que voluntariamente formen parte del programa. A partir de la presentación haremos una selección en base a criterios que vamos a ir elaborando.

JAE – ¿En qué plazos está pensando el Codicen para avanzar en esto?

DC – Estamos pensando que seguramente la conformación de la unidad técnica y todos los aspectos de regulación nos lleve hasta junio. A partir de ese momento haremos la convocatoria. La idea es que el segundo tiempo del año esté orientado a que estas instituciones hagan el diagnóstico que hemos previsto y desarrollen ese plan de mejora entre todos los docentes. Su aplicación empezará en 2012. Esa es la previsión que tenemos. Queremos asegurarnos que la instancia de identificación de los problemas en la institución y de diseño de una nueva propuesta tenga el tiempo suficiente para una maduración de todo el equipo docente. Esto va a implicar que los docentes que forman parte de esta experiencia no van a rotar todos los años. Tienen que quedarse en la institución por lo menos tres años. Hay una serie de condiciones que consideramos que deben estar en todos los liceos y que tiene que pasar a formar parte de la matriz futura del liceo. Por eso hemos presentado un segundo proyecto en el Codicen que va a discutirse con los consejos de Primaria, Secundaria y la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) en la primer sesión de febrero y que tiene cuatro ejes: uno es la concentración de los profesores en un solo liceo; el segundo eje es evitar la rotación todos los años de los profesores en cada liceo; el tercer eje es cómo actuar sobre el ausentismo y el cuarto eje es cómo lograr direccionar buenos profesores a liceos y a instituciones educativas que atienden poblaciones con distintas debilidades sociales, culturales, etcétera...

JAE – ...Son medidas que van a ser analizadas en febrero, pero, ¿cuándo se pondrán en vigencia?

DC – Si se aprueban, la idea sería empezar a trabajar el siguiente año. Estos cuatro ejes no serían pilotos sino que serían un criterio generalizable a todas las instituciones. No queremos más profesores "taxis" que anden corriendo de un lado para otro en una institución y otra y que nunca tienen tiempo de quedarse para escuchar a los alumnos, ni tienen la posibilidad de desarrollar un compromiso con la institución porque siempre están cambiando de institución. De esa manera no hay posibilidad de crear una verdadera comunidad educativa, que es a lo que apostamos. La comunidad educativa implica permanecer en ella y concentrar el esfuerzo en una. No sólo sería desarrollar un sentido de compromiso de esa institución sino también de vinculación con una propuesta pedagógica específica. Eso es lo que nosotros buscamos para todas las instituciones. Una de las debilidades de los liceos es este hecho de que los profesores están dispersos en distintas instituciones. Si una institución tiene la capacidad de desarrollar una propuesta pedagógica, resulta que al año siguiente la mitad de los profesores ya se le fueron. Los profesores que tiene son nuevos y tiene que empezar de nuevo el trabajo de visualizar esa propuesta pedagógica. Así es como una tela de Penélope que se teje un día y se desteje al siguiente. Hay que cambiar esa realidad.

JAE – Usted había presentado un documento titulado "Ideas para pensar una educación pública de calidad. Hacia un nuevo modelo de liceo". Este documento fue aprobado. ¿Quién apoyó esta iniciativa?

DC – El presidente del Codicen, el señor Seoane, y los dos delegados docentes, Pereira y Capurro. En esta instancia se decidió la puesta en marcha y la formación de una comisión encargada de responsabilizarse de esa tarea.

JAE – ¿Qué reflexión le merece esto? Primero que nada, por el hecho de que una propuesta de alguien que forma parte de la oposición sea aprobada. Y en segundo lugar, asociando la preocupación que ha planteado el Poder Ejecutivo acerca de las dificultades que está teniendo para solucionar algunos problemas a nivel de la enseñanza.

DC – Empieza a darse un cambio de cultura que me parece positivo; no importa de dónde proviene la idea o qué color tiene, sino que lo que importa es si la idea sirve o no. Estamos en una circunstancia en que necesitamos ideas y visiones nuevas para cambiar la educación, que está en un estado muy preocupante en cuanto a sus resultados educativos. También en cuanto a la oferta que brinda y a la satisfacción de la familia y de los alumnos. Me parece positivo el hecho de que por más que sea alguien de la oposición que presenta una propuesta, si la propuesta se entiende válida técnica, filosófica y pedagógicamente, hay que apoyarla. Del mismo modo que yo he apoyado las propuestas de Seoane que tienen que ver con el desarrollo del pensamiento lógico-matemático, de las ciencias experimentales y laboratorio de arte, porque me parece que son visiones positivas y que van en el sentido correcto. En cuanto a la preocupación del Gobierno, lo interesante de esto es que la preocupación no se ponga en temas que nos divide, como puede ser el tema de quién tiene el poder en la educación. Para mí eso está definido de una manera inequívoca y expresa en la Constitución y es la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) a quien le corresponde ello. Hay que discutir las cosas que nos interesan a todos los uruguayos. Frente a los malos resultados educativos, qué comprensión tenemos de los factores que determinan esos resultados; por qué ocurre, por qué nos va tan mal. A partir de esa comprensión hay que preguntarse qué vamos a hacer, qué ideas y cambios tenemos que introducir. Creo que ese es el verdadero debate nacional. La educación debería ser uno de esos campos en que sea posible que los uruguayos de toda orientación seamos capaces de crear un gran acuerdo nacional en torno a algo donde le va el destino y el futuro a nuestros hijos, a nuestros nietos y al país mismo.

JAE – El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, dijo que va a "jugar al límite de la autonomía para solucionar los preocupantes resultados de la enseñanza". Esto lo señala en una entrevista que publicó el semanario Búsqueda el jueves pasado. Dice que para lo que está vigente hay margen y que el Poder Ejecutivo tiene posibilidad de incidir en la educación más de lo que está haciendo hasta ahora. ¿Qué dice usted?

DC – Creo que el Poder Ejecutivo tiene llegada a los miembros del oficialismo que ha puesto en el Codicen, que es autónomo y es la institución, no las personas. Si puso a determinadas personas en la ANEP obviamente puede incidir en ellas. Además, yo supongo que esas personas están en la línea de pensamiento del Gobierno. Lo que no me parece es que aquí tenga que haber un traslado de las autoridades legítimas. Me parece que ese no es el problema que tiene el país...

JAE – ...No es lo que está planteando el ministro. Él dice: "Jugar al límite de la autonomía".

DC – No sé qué significa la expresión. Creo que más que jugar a un límite lo que se trata es de jugar a aunar voluntades en torno a determinadas ideas para transformar la educación. Si nos planteamos el problema de las autonomías y dónde está el poder, lo que vamos a hacer es dividir las aguas y generar conflictos innecesarios. En cambio, me parece que lo más importante es el espíritu con que hay que encarar esto. Es el espíritu de generar coordinación de voluntades y articular todos los esfuerzos en dirección a determinadas ideas. Lo que le falta al Gobierno es poner ideas. El Gobierno no ha puesto ideas; no ha dicho lo que quiere hacer con la educación, no ha planteado propuestas. Entonces creo que esas son las cosas sobre las cuales tenemos que discutir. En definitiva, ¿qué importa quién tiene el mando si después no sabe hacia donde ir? Lo primero que hay que hacer es definir el rumbo. Cuando lo tengamos, reunámonos todos los actores posibles para ir hacia allí.

JAE – ¿Es un congreso de la educación el ámbito adecuado para eso?

DC – No, me parece que es más bien la institucionalidad...

JAE – ...Porque volver a convocar al Congreso es un planteo que está arriba de la mesa...

DC – ...En la ley vigente está previsto que entre este año y el que viene haya un congreso. Pero me parece que la elaboración de ideas requiere ámbitos más institucionales y permanentes. Hay equipos técnicos, inspectivos y directores; están las instituciones de la ANEP y también están las instituciones del Ministerio de Educación y Cultura. El gran tema no es discutir el poder. Esa es una forma muy uruguaya de desviar el centro de las cuestiones. Aquí, el centro de la cuestión es que nos va mal. Nosotros, como opositores, en lugar de tirar piedras al techo al Gobierno lo que hemos hecho es presentar iniciativas tratando de construir una educación mejor. A nosotros nos alegraría mucho que el Gobierno hiciera otro tanto.

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