Entrevistas

El Cudim cumple un año y se embarca en nuevos proyectos en la lucha contra diversas enfermedades

El Cudim cumple un año y se embarca en nuevos proyectos en la lucha contra diversas enfermedades

Desde su apertura, en marzo de 2010, el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) ha realizado estudios en más de 500 pacientes uruguayos que padecen distintas enfermedades como cáncer o alzhéimer. Antes, para hacerse estos exámenes había que viajar a Argentina o Brasil, y pagar por ellos unos 1.500 dólares en promedio. Hoy están disponibles acá e incluso varios de ellos son gratis, financiados por el Fondo Nacional de Recursos. "Está el comentario reiterado de que siguen yendo pacientes al exterior, cosa que me parece incomprensible", señaló el doctor Henry Engler, director general del Cudim. Entrevistado por En Perspectiva, el especialista en medicina nuclear explicó los estudios que realiza el centro y los planes de investigación que prepara la institución. "Mi idea es hacer una red de centros para levantar la clínica con la técnica e investigar en cáncer y en neurología. Estamos en conversaciones con el Clemente Estable y con el Pasteur para hacer un acuerdo, juntar los tres centros y dedicarnos a la lucha contra el cáncer y contra las enfermedades del cerebro", informó.

(emitido a las 10.10 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En marzo de 2010 se puso en marcha el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), un centro de investigación y de estudios que nos permite codearnos con los países de primer nivel mundial en el área de la salud.

Se trata de un instituto que cuenta con equipamiento de punta en la tecnología PET (tomografía por emisión de positrones), que permite realizar exámenes y diagnósticos muy precisos en distintas enfermedades, como algunas variantes del cáncer o el alzhéimer.

A esta altura el Cudim ya ha recibido a más de 500 pacientes, y tiene por objetivo alcanzar los 2.000 antes de que finalice este año.

Ahora que es una realidad, les proponemos conocer más en profundidad en qué consiste el Cudim, qué exámenes tiene ya disponibles, quiénes son sus pacientes potenciales y cuáles son sus planes en materia de investigación médica y de formación de profesionales.

Para eso recibimos a su director general, el doctor Henry Engler.

Aquí En Perspectiva hemos seguido muy de cerca con usted la historia del Cudim, empezando por las entrevistas que le realizamos en febrero de 2004, hace siete años, cuando lo llamamos a Suecia, donde usted ya era director médico del Centro PET de la Universidad de Upsala. ¿Hoy sigue en ese cargo?

HENRY ENGLER:
No estoy como director, estoy como médico de consulta en el Departamento de Medicina Nuclear del hospital universitario de Upsala.

EC - En aquel momento usted ya había sido distinguido, reconocido por sus investigaciones en tecnología PET aplicada al alzhéimer, y cuando charlábamos en aquellas ocasiones soñaba, adelantaba la idea de instalar en Uruguay un centro como aquel en el que se desempeñaba en Suecia. Así que hace años que venimos hablando de qué avance que implicaría para Uruguay tener en marcha el Cudim. Ahora que existe, vamos a repasar la información básica: ¿qué es la tecnología PET, la tomografía por emisión de positrones?

HE - El corazón de la técnica es el ciclotrón, que es un acelerador de partículas, utiliza campos electromagnéticos para acelerar partículas cargadas, como pueden ser protones, y con eso se pueden bombardear determinadas sustancias y dejar núcleos de ciertos átomos inestables. Como todos los átomos tienden a recuperar su estado original, ese átomo que está inestable emite pequeñas partículas cargadas con un determinado tipo de carga que es la opuesta a la de un electrón, tiene una carga positiva, por eso se llama positrón. Los hombres han hecho esa decisión de que el positrón tiene una carga positiva y el electrón una negativa, para diferenciar que giran para lados diferentes.

EC - ¿Qué ventajas tienen esas sustancias?

HE - Una vez que esa sustancia empieza a emitir positrones, muy rápidamente se produce un choque de esa partícula contra un electrón, el recorrido es de unos pocos milímetros. Eso genera fotones, que son radiaciones –toda la materia está compuesta por cosas positivas o negativas u opuestas–, que pueden ser detectados por cristales. Se generan en 180 grados dos fotones que detectan cristales especiales, si existen, y luego hay un sistema de computación que determina el lugar donde se produjo ese choque.

EC - De repente esta explicación es un poco complicada. En definitiva, el ciclotrón permite obtener algunas sustancias que se colocan en el cuerpo humano para desarrollar determinados estudios.

HE - Esto es difícil explicar, hay un cañón que bombardea algo que queda a su vez largando pequeñas partículas, y la utilización de esas partículas nos permite transformarlas en luz y ver dentro del cuerpo humano. Lo que fabricamos es una gota de radiactividad, una gota insignificante de radiactividad, pero suficiente para rastrearla y seguir la historia que hace desde que entró hasta que se fijó en algún lugar del cuerpo humano.

Voy a poner un ejemplo: el azúcar. Marcamos el azúcar –que en realidad es deoxiglucosa, el azúcar es glucosa y esto es una forma de azúcar que se llama deoxiglucosa– con una gotita de radiactividad, la seguimos en el cuerpo, vemos cómo las células del cuerpo humano toman el azúcar y cómo un tumor se lleva la mayor parte del azúcar, lo que nos permite diferenciar el tumor del tejido normal. Es aquello de la búsqueda de la aguja en el pajar, porque si sospechamos que un ser humano tiene un tumor en el cuerpo y hacemos resonancia magnética o tomografía computarizada, si el tumor es muy pequeño no lo vamos a encontrar. En cambio con esta técnica se puede tener una imagen tridimensional del cuerpo, hacerlo rotar y ver rápidamente cuál es el punto que capta más azúcar.
    
EC - En alguna charla anterior usted calificaba a la tecnología PET como un escalón superior a la tomografía computada, a la que estamos más acostumbrados, decía que la tomografía computarizada da una imagen anatómica, con detalles de la anatomía, mientras que la tomografía de positrones da una imagen de la función, de cómo está funcionando el cuerpo.

HE - Exactamente.

EC - Eso es lo que usted ejemplificaba recién con el caso del uso del azúcar para detectar tumores ¿de qué tipo de cánceres?

HE - Con el azúcar se puede detectar una enorme cantidad de tumores. Se pueden detectar tumores que afectan la parte no del cerebro, de la cabeza, el cuello, en la cavidad bucal, en la lengua, en ganglios del cuello, de pulmón, de colon, de hígado, de la mayor parte de los órganos. A veces se dice que el PET no es bueno para ciertas cosas, y es erróneo, es que el azúcar en determinadas condiciones no es buena para detectar ciertas enfermedades. Por ejemplo, para el cerebro prefiero usar otra sustancia que se llama metionina, que se marca con una gotita de radiactividad y detecta muy bien los tumores del cerebro. El azúcar no es buena para los cánceres de próstata, que es el cáncer que afecta al hombre mayoritariamente.

EC - ¿Qué sustancia se utiliza para hacer estudios PET para detectar cáncer de próstata?

HE - Se utilizan la colina y el acetato. Esas dos sustancias permiten evaluar el tumor de próstata. Pero nosotros que somos los primeros en hacerlo, junto con los chilenos, en toda América Latina, estamos marcando sustancias con algo que se llama galio 68, que nos permite ver también tumores de próstata, metástasis de los tumores de próstata y además una serie de tumores que se llaman neuroendocrinos, muy pequeñitos. Repito, solamente en Uruguay y en Chile hoy se están haciendo estos exámenes para ese tipo de tumor.

EC - Usted ha destacado que este tipo de estudios permite no solamente diagnosticar una enfermedad, sino después, al reiterarlos, evaluar cómo funciona un tratamiento, qué impacto está teniendo, para casos en los que hasta ahora en Uruguay no había alternativas, no había este tipo de tecnología, este tipo de estudios.

HE - No, y no contar con la técnica es muy frustrante y limitante, sobre todo para oncólogos y cirujanos. Por ejemplo, si se trata de saber si un tumor es muy maligno o no, se hace una biopsia, y hacer una biopsia en el cerebro no es nada divertido, es una cosa seria, grave, con riesgo de infecciones, de lesionar las funciones. Muchas veces se hace la biopsia y se punciona el tumor que se ha visto en la tomografía en un lugar donde no está muy activo, en cambio con esta sustancia que vamos a empezar a usar en estos días se puede ver exactamente el lugar donde el tumor tiene mayor actividad y sacar la biopsia exactamente del centro. Los bordes del tumor también se pueden delimitar, se puede hacer una diferenciación entre lo que es una recidiva del tumor, es decir que se operó el tumor pero volvió, regresó, y lesiones producidas por las radiaciones que se le hacen al tumor. Muchas veces no se sabe si volvió el tumor o es una lesión producto del tratamiento. Para el paciente es definitivo, porque si se dice que volvió el tumor lo van a operar. El PET es muy bueno para ayudar en este tipo de cosas a los oncólogos y los cirujanos.

***

EC - Decíamos que el diferencial del Cudim es la tecnología PET, que, a diferencia de la tomografía computarizada, que da una imagen anatómica, permite dar una imagen de la función, de cómo está funcionando el cuerpo. Por lo tanto ahora se hacen en Uruguay estudios que hasta hace un tiempo había que ir a hacerse a Buenos Aires, a Brasil, a Estados Unidos, estudios que eran muy caros, aparte del viaje en sí. Tengo muchas preguntas a propósito de cómo se paga, cuánto cuesta.

Pero antes, Rosario, tú visitaste en estos días el Cudim, contanos cómo luce.

ROSARIO CASTELLANOS:
Estuve en dos oportunidades, y recién en esta pude verlo funcionando. Es un edificio relativamente sencillo en su distribución, proyectado en Suecia por especialistas en este tipo de arquitectura tan especial. El corazón a los efectos del paciente está en la planta baja; es una planta casi cuadrada, dividida simétricamente por un eje que tiene de un lado el área química y del otro el área médica. El área química es donde se produce la sustancia que se va a colocar en el paciente, y el área médica es adonde ingresa el paciente y se le aplica este estudio. El paciente ingresa por una puerta que está sobre el callejón lateral, allí hacen un pequeño análisis primero de la situación en la que llega, después tiene una consulta médica, luego queda con una vía por la que se le inyecta la sustancia que se ha hecho especialmente para su caso durante 50 minutos en absoluto reposo en un sillón muy cómodo, y de ahí pasa a la cámara. La cámara en realidad son dos, una de ellas muy moderna, con una especie de camilla que se desliza horizontalmente con el enfermo y pasa por debajo de un gran arco donde durante 15 minutos se hace el estudio. Es un aparato de 64 cortes, de última generación, y al lado hay otro un poco más sencillo. El técnico va viendo todo lo que el aparato va señalando sentado del otro lado de un vidrio frente a una pantalla de computación que le va dando al equipo las órdenes necesarias para ver lo que interesa. Esa es la parte médica.

Del otro lado está la parte de preparación, en la cual, a través de todo un sistema computarizado se va preparando la sustancia que se va a utilizar en ese paciente, según lo que se haya coordinado previamente. Se realizan 12 estudios por día tres días de la semana, y los otros días se dedican a otro tipo de patologías, fundamentalmente a tumores endocrinos.

Estamos hablando de radiaciones, por tanto muchos se preguntarán cómo se protege de esa radiación el personal que trabaja allí. Andan todos con un aparatito más chico que un teléfono celular en el bolsillo, en algunos casos hasta un anillo, que va dando los porcentajes exactos de radiación.

EC - Precisamente, algunos oyentes preguntan qué sucede con la radiactividad introducida en el cuerpo, cuánto tiempo permanece activa.

RC - El otro aspecto que me parece fundamental es el corazón de esto, el ciclotrón. Eso está en el subsuelo metido dentro de un búnker con paredes de 1,80 metros de hormigón y rodeado de una especie de laberinto, porque los rayos salen solo en dirección horizontal, de manera que van rebotando como forma de disminuir el riesgo en esa materia. Luego hay una planta alta donde se desarrolla la parte médica de investigación y encuentros médicos, y un bioterio donde está todo lo que tiene que ver con los animales que se utilizan para experimentación; los animales también tienen un pequeño aparatito, una camarita a su escala para tratarlos con todas las condiciones de respeto que merecen.

EC - Doctor Engler, ¿algún comentario adicional a la descripción de Rosario?

HE - No, fue muy buena, muy gráfica la descripción. En cuanto a lo de 64 cortes, la cámara es un híbrido, nosotros tenemos los dos, no solo el PET, tenemos la anatomía y la función en un solo aparato. El aparato de tomografía es muy avanzado y el PET que integra ese aparato de 64 cortes es el más avanzado que hay en América Latina, es un aparato de vanguardia.

EC - ¿El Cudim es el centro que usted soñaba?

HE - En este momento es el centro tal como lo planificamos, porque supera al centro de Upsala.

EC - ¿Lo supera?

HE - Sí, la planificación es superior, está mejor planificado. Upsala en este momento no tiene el nivel que tenía hace cinco, seis, siete años, lo ha perdido. Nosotros estamos heredando el conocimiento y poniéndolo en práctica, lo que se está deteriorando en Upsala lo estamos resurgiendo por este lado.

EC - ¿Por qué se está deteriorando el centro PET de Upsala?

HE - Hay una serie de factores, pero el fundamental es que se nos obligó a vender el centro a algún privado porque teníamos mucha ganancia, y la universidad de Upsala no permite las ganancias. La disyuntiva fue o dejar de hacer una serie de cosas que estábamos haciendo o ir al sector privado. Esto implicó que caímos en manos de la compañía Amersham de Inglaterra, que no entendía nada de lo que estábamos haciendo, estaba atrás de la sustancia PIR, la sustancia con la que logramos ver. Estábamos en la cresta de la ola cuando se produjo la venta.

EC - Volviendo al Cudim, ¿qué le contesta al oyente que quiere saber qué sucede con la radiactividad introducida en el cuerpo del paciente para hacer el estudio PET? ¿Cuánto tiempo permanece activa?

HE - Depende del tipo de sustancia, de la gotita de radiactividad. La del flúor de la glucosa desaparece absolutamente en 12 horas, en 12 horas no existe manera de detectar la radiactividad. Los nuevos trazadores que estamos haciendo desaparecen a las dos horas, no queda rastro de radiactividad, y con otro trazador que vamos a desarrollar más adelante en 10 minutos no va a quedar rastro de radiactividad.

RC - El ciclotrón se enciende y se apaga, se enciende durante el tiempo que lleva la preparación de las sustancias para ese día y luego se apaga.

HE - Exacto.

EC - De todos modos estamos hablando de cosas diferentes. Tú hablabas del funcionamiento del ciclotrón, y la pregunta del oyente iba a qué ocurre con el paciente al que se le introduce esa sustancia para hacer el estudio.

HE - Vamos a poner un caso, las técnicas que trabajan con los pacientes no tienen ningún traje especial de protección, tienen un contador de radiactividad para las manos y otro para el tórax. Hay una ley internacional que dice que las manos pueden recibir una determinada cantidad de radiación y el tórax y el cuerpo otra cantidad por año, eso no se puede sobrepasar. Ellas están en continuo contacto con los pacientes que son inyectados, reciben radiactividad cuando inyectan al paciente; para el paciente esto es una vez, pero ellas están en contacto todos los días, sin embargo no llegan a los niveles que se consideran de riesgo y que no se pueden sobrepasar.

EC - Vamos a las preguntas que más se amontonan, las que apuntan a saber qué pacientes tienen acceso a este tipo de estudios en el Cudim, cuánto cuestan estos estudios, qué papel juega el Fondo Nacional de Recursos (FNR). ¿Qué puede responder en general?

HE - Es importante informar esto porque hay mucha confusión. Tenemos un acuerdo con el FNR que implica que todas las mutualistas y la salud nacional tienen derecho a enviar a los pacientes y no les cobramos, los estudios no se cobran. Ahora también está incluido el Hospital Militar, cuya situación era un poco dudosa al principio, iban a ver si hacían un acuerdo con nosotros o con el FNR. En este momento el Hospital Militar está totalmente cubierto y los pacientes pueden hacerse los estudios en el Cudim. En el caso de no pertenecer a ninguna mutualista y tener necesidad de un examen, este cuesta alrededor de 1.500 dólares.

EC - Es el precio estándar, el precio en otros países.

HE - Sí, es un precio estándar, que está muy por debajo de lo que cuesta en Europa y en Estados Unidos.

EC - Dice Eduardo: "Estudio medicina y tenemos un paciente con cáncer de recto. Impresionante la calidad del PET que se le hizo en el Cudim, es un gran aporte para el tratamiento de este paciente perteneciente a un hospital público. Aplausos". ¿Conoce este tipo de casos?

HE - El tipo de casos sí lo conozco, hemos tenido resultados muy alentadores. Es eso de encontrar la aguja en el pajar. Hace poco hablaba con el cirujano Parodi, que había operado un cáncer de páncreas, que es una operación tremendamente difícil; detectamos el tumor en el páncreas, un tumor pequeñito, y después de siete horas de trabajo Parodi logró sacarlo.

EC - Si entiendo bien, el estudio que se hizo en el Cudim permitió detectar un tumor muy pequeño que de otra manera no se habría localizado.

HE - No, prácticamente es imposible de localizar de otra manera. Eso permitió después de siete horas de operación la extracción del tumor. Sacar un tumor pequeño y que no se ha extendido significa curar, no tiene vuelta de hoja, el cáncer que se toma de pequeñito y se saca está curado.

EC - Entonces la necesidad que existía hasta hace poco de ir a realizarse estos estudios en el exterior desapareció.

HE - Exactamente.

EC - Sin embargo mucha gente sigue yendo a hacerse los estudios en Buenos Aires, por ejemplo, o en Brasil.

HE - Es algo que no podemos explicarnos aún, por qué sucede eso. Yo no tengo casos concretos, pero está el comentario reiterado de que siguen yendo pacientes al exterior, cosa que me parece incomprensible.

EC - ¿No puede haber desconfianza a propósito de la calidad de los estudios del Cudim en la medida en que se trata de una institución nueva?

HE - Es comerse el apoyo y la experiencia enorme que tenemos en la parte PET, para lo que hemos tenido el total apoyo de los suecos, estamos en vinculación con expertos mundiales, si tenemos alguna duda tenemos expertos mundiales a los cuales consultamos inmediatamente. El envío de imágenes a través de internet, discutir casos es algo que está al alcance de la mano. Como argumento es el peor que se podría plantear. En el caso de enfermedades del cerebro considero –y esto no es vanidad– que soy seguramente la persona con más experiencia en toda América Latina y seguramente una de las más experientes de toda Europa y quizás del mundo.

EC - Otra posibilidad es que haya médicos o instituciones no enterados todavía de la existencia del Cudim o de la posibilidad de que los pacientes se atiendan y hagan ahí sus exámenes gratuitamente financiados por el FNR.

HE - Ese argumento me deja una serie de cuestionamientos, porque la tarea de un médico, de un científico, es estar al día, no estar al día es una grave falta a la profesionalidad.

RC - En estos casos posiblemente haya mucha ansiedad de quien quiere conocer un resultado. Una persona, un particular que pide esto, este tipo de análisis, ¿cuánto tiene que esperar para acceder al estudio? ¿Puede estar ahí la razón de que se vaya al exterior?

HE - No estamos dando para más de 15 días, la espera anda en alrededor de una semana, eso no es cola de espera.

RC - Aun para los particulares.

HE - Sí, aun los particulares. Tampoco es razón. Yo les decía a los medios que la tesitura es: si hay algo con que pueden atacar o hay alguna agresión en el aire se informa extensivamente, pero cuando la agresión es inmotivada no se explica que fue inmotivada. Cuando hay que difundir cosas que son para beneficio de la población eso queda en agua de borraja.

EC - No generalicemos.

HE - Por supuesto, pero hay que decir que hay canales que prácticamente se niegan a informar, o periódicos que no informan absolutamente nada. Desde el punto de vista de la salud del país es una cosa muy negativa.

***

EC - Tengo muchos mensajes de los oyentes. Por ejemplo, este: "Ese hombre es un sanducero, sigue dando criollos el terruño". Efectivamente, el doctor Engler nació en Paysandú, ¿no?

HE - Sí, cómo no.

EC - ¿Sigue yendo a Paysandú?

HE - Esta vez no he ido, pero pienso darme una vuelta por allí.

EC - ¿Cuáles son los exámenes que falta incorporar? Porque todavía no se están haciendo todos los que el Cudim va a terminar ofreciendo. ¿Qué etapas vienen ahora?

HE - Hemos cumplido la etapa uno; la etapa dos es tener marcadores para tumores de cerebro, del cáncer de próstata, que es sumamente importante, y luego la detección de las placas de la sustancia que produce la enfermedad de Alzheimer.

EC - ¿Por qué dice que el PET para cáncer de próstata es muy relevante? ¿Qué pasa?

HE - Es el cáncer que se ve más en los hombres. Es el equivalente al cáncer de mama en la mujer.

EC - ¿Cómo se puede diagnosticar?

HE - La colina que vamos a desarrollar ahora nos va a permitir verlo en el lugar. Esto no se va a poder hacer en Buenos Aires hasta que ellos no tengan la sustancia.

EC - Estamos hablando de dos sustancias, se puede hacer el PET de cáncer de próstata con dos sustancias, con azúcar o con colina.

HE - Con azúcar no, no es bueno, además la vejiga se llena de actividad y no permite ver ni los cánceres de vejiga ni los cánceres de próstata.

EC - Con la colina sí se van a poder ver esos cánceres.

HE - Sí, con esto podremos ver los dos tipos de cánceres, de próstata y de vejiga.

EC - ¿Esa posibilidad no está disponible en Buenos Aires?

HE - Entiendo que todavía no han comenzado a producir colina en Buenos Aires.

EC - En cuanto a los otros estudios a propósito de alzhéimer, que fueron el tema de nuestra primera charla con usted en febrero de 2004, ahí usted es protagonista, desarrolló esas sustancias que permiten ese tipo de estudios. Cuéntenos qué posibilidades abren.

HE - Esto se hizo en Upsala, en el 2002 presentamos los resultados de haber visto las placas en seres vivos 100 años después de que Alzheimer las describiera después de practicar la autopsia. Esta es la importancia de lo que hicimos. Yo fui el primero en administrar esa sustancia, en obtener las imágenes y mostrarlas al mundo. Esa sustancia aún no está en Montevideo, pero ya tenemos los precursores para producirla, de modo que en un tiempo corto vamos a tenerla aquí en América Latina, seremos los primeros en América del Sur en desarrollarla y tener la posibilidad de hacer esos estudios.

EC - En aquel momento decíamos que el alzhéimer no tiene cura; ¿de qué sirve entonces este examen? ¿Cuál es la ventaja de hacer un estudio que lo detecte?
    
HE - Mucho de lo que llamamos alzhéimer no lo es, de la misma manera que algunas cosas que se han llamado enfermedad de la vaca loca no lo son. Hay una serie de enfermedades tratables que se enmascaran y que pueden producir demencia, en el caso de la vaca loca pueden producir movimientos involuntarios, falta de equilibrio, de balance, y una demencia muy rápida. Estoy hablando de enfermedades infecciosas producidas por virus, por bacterias o por parásitos. Las otras son enfermedades autoinmunes, el cuerpo se ataca a sí mismo por una razón de falta de balance en el organismo. Esas enfermedades pueden atacar el cerebro y producir una demencia. En Upsala hemos tenido una experiencia muy buena en eso, yo desarrollé un método para el diagnóstico de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la enfermedad de la vaca loca se llama nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, son muy similares. Teníamos un sistema para hacer el diagnóstico con el PET, y empezamos a diferenciar enfermedades que no tenían nada que ver con eso, y también pacientes con síntomas de alzhéimer que tenían otro tipo de enfermedad.

EC - Supongamos que a alguien se le detecte el alzhéimer, ¿cuál es la ventaja? Por ejemplo, ¿se pueden hacer exámenes preventivos, que permitan tener la información con tiempo suficiente, antes de que la enfermedad se desate?

Tengo un mensaje de un oyente que dice: "Quisiera investigar si con el estudio PET puedo saber si voy a tener alzhéimer. A mi madre se le manifestó a los 75, y yo estoy por cumplir 70, esa es mi situación".

HE - Esta es una pregunta clave, Uruguay tendría que ponerse a la punta de esta iniciativa teniendo el PET y esta sustancia. Hemos hecho el seguimiento de la enfermedad a lo largo de los años en un grupo pequeño de enfermos, y las hipótesis que hemos planteado están aceptadas internacionalmente en buena medida, la mayor parte de los científicos las acepta. La acumulación de la sustancia aparece muy temprano en la persona, quizás a los 30, 35 años, está muchos años en el cerebro, quizás 20 años, hasta que se producen los primeros síntomas y las neuronas empiezan a desaparecer. Sería muy bueno que nos pusiéramos de acuerdo con neurólogos, geriatras y psiquiatras en hacer el estudio a los que tienen un déficit cognitivo leve, que empiezan a tener problemas de memoria que no les dificulta todavía el trabajo pero les molesta, para ver si esa sustancia está presente o no.

EC - ¿Y si está?

HE - Empiezo por si no está, si no está, la persona no tiene que preocuparse por el alzhéimer. Si está es más complicada la cosa, yo no puedo garantizar que vaya a terminar inexorablemente en la enfermedad de Alzheimer, en parte porque la biología es más difícil de lo que pensamos, entonces es muy difícil, pero la presencia de las placas motivaría tratar a la persona como si tuviera alzhéimer para intentar demorar el progreso de la enfermedad.

EC - Supongamos que alguien tiene sospechas, ¿cómo hace para acceder a este estudio cuando esté disponible? ¿Cuándo estará disponible?

HE - En un mes.

EC - Entonces, ¿cómo hace una persona que sospecha que puede tener alzhéimer?

HE - Me parece que hay que involucrar al Gobierno en un proyecto nacional, porque esto no puede ser financiado por el FNR, habría que discutirlo, el Gobierno tendría que apoyar un plan para separar a los que tienen problemas de memoria en dos grupos. Para los que no tienen ningún tipo de placa hay que buscar la causa del problema de memoria por otro lado, será estrés u otra cosa, pero no hay razón de preocuparse. Y en los otros habría que empezar a hacer alguna forma de tratamiento, no tenemos medicamentos extraordinarios, pero no sabemos qué pasa si empiezan a ser tratados cuando se descubre y no hay síntomas. Es mi pregunta...

EC - ...Qué pasa si el tratamiento empieza temprano.

HE - Tendría que ser voluntario, el paciente debería decidir si se trata o no. Sería formidable que pudiéramos empezar con un proyecto así en Uruguay, tenemos que hacerlo en años.

***

EC - A propósito de investigación, que es uno de los objetivos del Cudim, casi no hablamos. Supongo que lo que mencionaba usted es un proyecto posible de investigación.

HE - Por supuesto. Mañana tenemos una reunión con los jefes de los centros PET, de varios de los centros PET de Brasil, de Argentina, de Chile, y también vienen de México; mi idea es hacer una red de centros para levantar la clínica con la técnica e investigar en cáncer y en neurología. Estamos en conversaciones con el Clemente Estable y con el Pasteur para hacer un acuerdo, juntar los tres centros y dedicarnos a la lucha contra el cáncer y contra las enfermedades del cerebro.

EC - ¿Cuándo se van a conocer resultados concretos de esa coordinación?

HE - La reunión de mañana va a ser de trabajo, no se van a presentar cosas. Es para ponernos de acuerdo en qué podemos hacer para levantar el nivel de toda América Latina, porque es la única manera de competir con Europa, Estados Unidos y Asia, no tenemos otra.

***

Transcripción: María Lila Ltaif


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