Entrevistas

INAU: nuevo sistema para menores infractores constituirá una "solución duradera"

INAU: nuevo sistema para menores infractores constituirá una "solución duradera"

La semana pasada, y luego de un acuerdo entre todos los partidos políticos, el Senado completó la aprobación de la ley que crea el nuevo Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente. Entre otras cosas, el nuevo esquema prevé una guardia policial especializada en la custodia de estos centros de reclusión y programas concretos de reinserción en la sociedad para esos jóvenes. Entrevistado por En Perspectiva, el vicepresidente del INAU, Jorge Ferrando, destacó que "el total respaldo de las fuerzas políticas permite pensar en un sistema a largo plazo" y que "la construcción del nuevo centro va a mejorar muchísimo la seguridad interna". Además, aseguró que la política de recursos humanos será un tema "central" y que, aunque este modelo requerirá más dinero que el actual, "la contraparte debe ser que tengamos una solución duradera". El jerarca agregó: "Ponemos mucho énfasis en el tema de la responsabilidad. Si el adolescente no hace un proceso por el cual se reconozca responsable de haber cometido un daño a otra u otras personas, no hay cambio posible".


(emitido a las 10.14 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Una guardia policial especializada que se ocupe exclusivamente de la seguridad externa de cada centro de reclusión. Construcción de nuevos edificios y mejora de los actuales. Psicólogos, asistentes sociales, médicos psiquiatras y profesores de educación física trabajando con profesionales de otras disciplinas en cinco grandes programas de recuperación y educación de los adolescentes infractores con vistas a su reinserción en la sociedad.

Esos son algunos de los aspectos previstos en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) que operará como un órgano desconcentrado del INAU mientras se prepara un instituto que funcionará como servicio descentralizado aparte del INAU y que abrirá sus puertas a fines de este período de gobierno.

La semana pasada, después de meses de negociación entre los partidos políticos, el Senado aprobó por unanimidad este nuevo esquema que todos consideran vital para mejorar el manejo del problema de los jóvenes infractores.

¿Qué cambios se vienen? ¿Por dónde estarían los avances?

Vamos a conversarlo con Jorge Ferrando, vicepresidente del INAU, licenciado en Psicología.

En la práctica, ¿qué es lo que cambia con la creación del Sirpa que acaba de aprobar el Parlamento? ¿Qué diferencias tendrá con lo que existe hoy, el Sistema de Ejecución de Medidas a Jóvenes en Infracción (Semeji)?

JORGE FERRANDO:
Lo podemos ver en varios niveles. Lo primero y quizás más trascendente es el total respaldo de las fuerzas políticas que permite pensar en un sistema a largo plazo, frente a una situación actual que es más de ir administrando lo que se tiene, lo que ha ido generando a lo largo de los años algunos problemas estructurales, tanto en la concepción del trabajo, como en la parte edilicia y en la parte de recursos humanos.

La conformación de una institución autónoma que podrá derivar en un servicio descentralizado le da además especificidad, especialización al trabajo con adolescentes en conflicto con la ley, que desde la creación del Consejo del Niño, luego el Iname y ahora el INAU siempre ha estado en esta órbita, pero que ha tomado determinadas características que necesitan una atención más específica.

Hoy el directorio del INAU es responsable de cerca de 30 programas de trabajo, la mayor parte del trabajo del INAU es en el campo de la prevención, en la primera infancia, en los clubes de niños, en los centros juveniles, sin embargo la atención siempre está puesta en este sector que requiere equipos, recursos, un funcionamiento que va a tener el Sirpa con autonomía presupuestal. Hoy depende totalmente del presupuesto del INAU, y a veces es difícil tener claro exactamente cuáles son los costos que tiene este sistema, que de por sí es bastante caro.

El nuevo sistema va a tener una Comisión Delegada en la que en el directorio va a delegar las responsabilidades de la conducción más directa. Y pensamos que va a mejorar mucho con los equipos especializados y la puesta en marcha de algunos programas que hoy no están funcionando.

EC - Vamos por partes. ¿Qué mejoras implicará en cuanto a infraestructura edilicia, que ha sido uno de los déficits del INAU en la atención a los menores infractores?

JF - Se va a construir por fin un centro especializado que tome en cuenta la experiencia internacional de construcción de centros que tienen como característica principal muy buenas condiciones de seguridad con cierta libertad de movimiento en el interior para que los adolescentes puedan participar, en un marco de seguridad, en una diversidad de actividades, por ejemplo actividades educativas, talleres laborales, trabajo en quinta, deportes, recreación.

EC - ¿Se va a construir desde cero ese local?

JF - Se va a construir desde cero. Ya estamos preparando este tema, tenemos algunos diseños para que vamos a poner a consideración; el Ministerio de Economía ya ha comprometido 15 millones de dólares a los efectos de realizar la licitación en un plazo muy breve. El primer paso que hay que dar es la designación de la Comisión Delegada, que es la que va a tener la dirección del proyecto de todo el programa, por tanto debe quedar conformada para que, junto con el directorio, se den rápidamente esos pasos.

EC - ¿Dónde estará ubicado el nuevo local de reclusión y reeducación?

JF - Por ahora estamos manejando la Colonia Berro, que es un predio de más de 300 hectáreas que tiene una buena parte que no se está utilizando. Nos gustaría de todos modos considerar otras opciones; venimos haciendo averiguaciones, por ahora no ha surgido ninguna alternativa mejor. Es importante que se construya en un lugar donde hoy no haya nada en el terreno, de modo que ninguna otra actividad interfiera en el proceso constructivo.

EC - ¿Qué plazos están manejando para la inauguración?

JF - Estimamos dos años; dependerá de la posible utilización de materiales prefabricados, que facilita; para nosotros ha sido un gran dolor de cabeza todo lo que es la construcción tradicional, los plazos que nunca se cumplen, en algunas obras nos dicen que está proyectado para seis meses y se van a un año o más. Parte de esto tiene que ver con que mucha de la infraestructura existente ya es muy vieja, entonces van apareciendo problemas constructivos nuevos. Entonces pensamos que esto de arrancar de cero con materiales adecuados, con utilización de tecnología acorde, nos va a dar un horizonte que implica que de acá a dos años no tengamos que seguir manejándonos básicamente con la infraestructura existente, lo cual también es un problema cotidiano.

EC - Además de las preguntas que yo le hacía sobre el edificio, hay un capítulo particular con respecto a la seguridad; seguridad para evitar las fugas, todo un drama en el INAU en el manejo de los menores infractores. La ley plantea que el Sirpa dispondrá de fondos tendientes a la instalación de una guardia especializada de efectivos del Ministerio del Interior destinados en exclusividad a la custodia y seguridad externa de los establecimientos de privación de libertad para adolescentes, tanto de los existentes como de los que se construyan. Por otra parte, también se aseguran fondos para invertir en vigilancia electrónica externa e interna. ¿Cuánto podemos esperar que se mejore en esta materia?

JF - Ya se viene mejorando significativamente este año con el equipo que está llevando adelante la gestión del Semeji y con una coordinación con el Ministerio del Interior en este sentido que ha mejorado cualitativamente. Pero nos encontramos con que el funcionamiento actual de la vigilancia externa no implica una atención especializada; antiguamente casi todos los policías que se enviaban para la guardia en la colonia iban como castigo, y parte de la guardia se está pagando con el 222. Entonces nos parece que trabajar seriamente en el área de adolescentes privados de libertad implica que haya una guardia abocada a eso, con una formación específica para el trabajo con adolescentes.

A su vez, la construcción del nuevo centro va a mejorar muchísimo la seguridad interna. Las cámaras son una tecnología imprescindible que permite ver a distancia cómo está funcionando el centro, qué está pasando tanto con los adolescentes como con los funcionarios. Y los dispositivos de manejo de las puertas, de aperturas y cierres que van habilitando el pasaje de unas zonas a otras, van a dar un control mucho más efectivo.

La seguridad no es solo un tema policial, debe ser visto integralmente, también forma parte de la seguridad que haya un buen trabajo en el cotidiano de los centros, que los adolescentes tengan actividades para realizar, que ese tiempo que tienen que estar allí por la falta que cometieron les sirva para modificar en algún aspecto su vida. Eso es parte de la apuesta que hacemos.

***

EC - Si vamos a los programas de atención a los menores infractores, la ley prevé cinco tipos, que básicamente son los que ya están previstos en el Código de la Niñez y la Adolescencia. ¿Qué mejoras cabe esperar en cuanto a la recuperación de estos jóvenes para su reinserción en la sociedad?

JF - Vamos a profundizar sobre todo en dos programas, el de medidas curativas y el de apoyo al egreso. El de medidas curativas implica una atención más especializada, incluso con la instalación de lo que unos llaman el hospitalillo, un centro de internación y atención para situaciones psiquiátricas que requieren un abordaje especializado, y también para procesos de recuperación en adicciones.

EC - ¿Esa es una debilidad hoy en el tratamiento en el INAU?

JF - Tenemos un equipo de psiquiatras, pero no tenemos las instalaciones más adecuadas para que esto tenga la profundidad que se requiere. Lo vemos como un punto débil; no es que no se esté haciendo, pero no estamos en el nivel que querríamos tener.

Lo mismo con respecto al apoyo al egreso. Desde el momento en que el adolescente entra a la privación de libertad tenemos que pensar en las alternativas que se pueden ir generando durante ese tiempo y en qué va a ocurrir cuando cumpla su pena y salga, qué va a pasar en cuanto a estudio, a inserción laboral, qué apoyo familiar va a tener para poder salir de los circuitos de la delincuencia, o si tiene una familia que lo va a estar esperando para que vuelva a salir a robar. Todo esto implica ir visualizando qué tipo de familia tiene y cuáles van a ser sus posibilidades de inserción social.

Por ejemplo, en las semanas pasadas hubo cuatro o cinco egresos de adolescentes de la colonia que salieron con trabajo a partir del contacto con algunas empresas que están colaborando, son algunas experiencias que estamos haciendo pero que todavía son muy pequeñas. A su vez, para nosotros el trabajo de acompañamiento no termina el día que termina su pena, la idea es contar con equipos técnicos que sigan haciendo un acompañamiento para tratar de evitar la reincidencia sobre la base de que el adolescente entienda que puede tener otras opciones en la vida.

De ahí que ponemos mucho énfasis en el tema de la responsabilidad –ese fue el nombre que sugerimos para este sistema–, porque nos parece que si el adolescente no hace un proceso por el cual se reconozca responsable de haber cometido un daño a otra u otras personas, a veces daños terribles, muy graves, no hay cambio posible. Nosotros podemos hacer muchas cosas, pero hay un cambio que pasa por lo individual, por que se reconozca responsable, por que busque de algún modo reparar el daño cometido y por darle los apoyos para llevar en la vida un camino distinto.

EC - Usted se detuvo en dos de los programas previstos en la ley, el Programa de Medidas Curativas y el Programa de Inserción Social y Comunitaria o egreso. Pero hay tres más, el Programa de Ingreso, Estudio y Derivación, el Programa de Medidas Socioeducativas no Privativas de Libertad y Mediación y el Programa de Medidas Socioeducativas Privativas de Libertad y Semilibertad. ¿Qué comentarios puede agregar sobre estos otros tres, sobre todo desde el punto de vista de qué va a cambiar, qué va a mejorar en esta nueva etapa?

JF - En cuanto a la parte de las medidas privativas, ponemos mucha expectativa en la construcción del nuevo centro, del que ya hablamos, que va a permitir una gestión diferente de todos los centros. Hoy hay 15 centros en total, 8 en la Colonia Berro y 7 en Montevideo; pensamos que la concentración en un centro que tendrá cerca de 300 adolescentes va a permitir una gestión mucho más adecuada.

EC - A propósito del nuevo edificio, hay un mensaje de la audiencia, Fernando del Prado dice: "Espero que no ahorren dinero en la calidad de las paredes y las rejas".

JF - Coincidimos totalmente, a eso me refería con tomar en cuenta experiencias internacionales. Incluso va a ser una licitación con montos que hacen posible que se presenten empresas internacionales. Sabemos que se ha mejorado muchísimo en cuanto a calidad constructiva y tecnologías que esperamos aplicar, porque, como decía al principio, para nosotros esto es una respuesta a 20, 30 años, no de corto plazo.

EC - Estaba comentando los otros dos programas.

JF - En cuanto a estudio y derivación, es algo que se hace, pero también tenemos que mejorar los equipos técnicos para poder estudiar las características más de tipo psicológico-social de cada adolescente. Porque a veces se habla de peligrosidad tomando en cuenta qué falta cometió, si fue un homicidio, una rapiña, si hay rapiñas reiteradas, y esto es solo un aspecto, puede ocurrir que adolescentes que cometieron faltas gravísimas no necesariamente tienen características de personalidad similares. La idea es que haya un proceso de incentivos progresivos, y que en la medida en que se dé ese proceso de responsabilización el adolescente vaya participando en nuevas propuestas y actividades como forma de preparación para la salida.

El programa de no privativas implica libertad vigilada, libertad asistida, medidas con la comunidad, mediación, todas medidas previstas en el Código pero que por falta de personal técnico suficiente no han tenido todo el desarrollo esperado. Hoy tenemos una red que prácticamente abarca todo el país, en todo el país el INAU tiene una, dos, tres personas que trabajan en medidas no privativas en acuerdo con el Poder Judicial, que dispone estas medidas. La idea es fortalecer estos equipos y eventualmente –está en el proyecto que estamos considerando– crear algunos centros regionales para que cuando se toman medidas con adolescentes, sobre todo del norte del país, no necesariamente tengan que venir a Montevideo o a la Colonia Berro.

Esto es algo a futuro, lo estamos considerando, vamos a contratar un equipo técnico experto que en el término de seis meses nos ayude a elaborar el proyecto de nacimiento de esta nueva institucionalidad que es muy importante que nazca bien, que se haga en las mejores condiciones, por todo lo que está en juego.

EC - Acaba de mencionar la contratación de un equipo técnico. Pero más en general, ¿qué va a pasar con el personal encargado de la atención a los menores infractores? ¿Será el mismo que hoy trabaja en el Semeji? ¿Se lo barrerá a un costado y se empezará con un equipo nuevo? ¿Cómo van a manejar eso, porque también en esa materia hay lastres acumulados?

JF - Obviamente la política de recursos humanos en esto es central. Tú tendrás presente que este directorio insistió muchísimo en esta transición en diciembre del año pasado cuando presentamos en el Parlamento las bases de la propuesta de lo que ahora se aprobó, porque entendíamos que armar una institución separada del INAU de un día para el otro iba a traer más problemas que soluciones, hay que ir armando esa transición y generando las condiciones para que lo que surja, surja bien. El tema del personal es una parte de esto. No creemos que en esto haya soluciones mágicas, a veces un poco en broma decimos que no es que en algún lugar del país haya 500 o 600 personas que un día van a venir y van a lograr gestionar bien esto y solucionar todos los problemas, sino que una parte de los que están tendrá que pasar por un proceso de selección y de capacitación para ver si reúne las condiciones para seguir en este proceso; y otra parte habrá que innovar, estamos trabajando permanentemente en lo disciplinario, haciendo investigaciones, sumarios y eventualmente destituciones en situaciones graves, por ejemplo la complicidad en fugas.

Hay una base que hay que mejorar, que va a surgir de las personas que hoy están, porque hay un número muy importante que tiene un enorme compromiso con esta tarea. Y otra parte va a haber que renovar, sobre todo apuntando a la profesionalización de este sistema, con la incorporación de técnicos, abogados, psicólogos, procuradores, psiquiatras, personal de la salud.

EC - ¿Cuánto va a crecer el equipo del INAU destinado a este rubro, atención de los menores infractores?

JF - Es parte de lo que vamos a terminar de diseñar con el equipo técnico que va a ayudarnos.

EC - ¿No tiene un número aproximado?

JF - Estamos previendo incrementar en los próximos meses en unas 150 personas con distintos cargos para fortalecer el sistema e ir avanzando en esta transición.

EC - ¿Cuántas personas tiene hoy la plantilla?

JF - Son cerca de 800, para 15 centros.

EC - Se pasará de 800 a 950, 1.000 personas.

JF - Esa es la proyección que hacemos de acá a un año. Vamos a estudiar toda la propuesta, sobre todo vamos a ver más concretamente cada centro cómo va a funcionar el futuro, cuánto personal precisará y cómo se terminará de definir el aprovechamiento o no de la estructura que hoy tenemos.

EC - No todo se resuelve con dinero, está claro que en el tratamiento de los menores infractores ha habido un cúmulo de inconvenientes, debilidades, defectos, problemas, pero la plata también cuenta. ¿Cómo será el presupuesto de este Sirpa en comparación con el que tiene el Semeji hoy?

JF - Obviamente va a precisar más plata, porque por un lado está la construcción del nuevo centro, la incorporación de tecnología; también se va a licitar la compra de vehículos especiales para hacer los traslados en condiciones de mayor seguridad; va a haber una mayor incorporación de equipos técnicos, y la autonomía y la posterior separación implican que el futuro instituto va a tener que armar su base administrativa, ocuparse de la alimentación, de la ropa, de todo lo que hoy es abastecido por el presupuesto del INAU. Esto último no necesariamente implicará más costos, porque hoy ya se gasta en eso, esos fondos se podrán transferir al nuevo instituto, pero la puesta en marcha de una institución siempre es más cara. De todos modos, la contraparte de esto debe ser que tengamos una solución duradera para el mediano y el largo plazo.

EC - Alberto, de la audiencia, pregunta: "Dada la tasa de crecimiento de los menores infractores, ¿en cuánto tiempo se estima que se va a saturar este nuevo establecimiento?".

JF - Es un punto de análisis. A principio de este año había alrededor de 330 privados de libertad y en este momento estamos en 450, por la eficacia del sistema que se ha implantado para contener las fugas. Nuestra estimación era que íbamos a precisar 500 lugares, hay que ver cómo termina de resolver el Parlamento la sanción de las medidas de tentativa de hurto, que probablemente impliquen un aumento de las sanciones y de los equipos para las medidas no privativas y otras acciones. Hoy estamos trabajando con una estimación de 500 adolescentes privados de libertad, quizás nos quedemos cortos, seguramente va a aumentar la cantidad de adolescentes con medidas no privativas, que hoy son alrededor de 450. Estamos visualizando una población de entre 1.000 y 1.200 adolescentes; cuando hablo de adolescentes me refiero a aquellas personas de entre 13 y 17 años que están en estos circuitos de la delincuencia, algunas en el marco de organizaciones instaladas, otras más en el hurto o la rapiña que surgen por iniciativa propia o vinculadas a una situación familiar.

Uruguay tiene 230.000 adolescentes, tenemos mucho para hacer para tratar de evitar que la mayor parte de ellos caiga en estas situaciones, seguir fortaleciendo el sistema educativo, avanzar en lo laboral, avanzar en las familias, porque muchas de las debilidades que se expresan después en adolescentes que cometen infracciones surgen en el propio ámbito familiar, y ahí también el INAU tiene mucho para hacer.

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EC - En cuanto a la forma de conducción de este nuevo Sirpa, hay una Comisión Delegada y hay una Comisión Asesora Intergubernamental que va a estar formada por un representante del Ministerio de Desarrollo Social, otro del Ministerio de Educación y Cultura y del Consejo Directivo Central de la ANEP, otro del Ministerio de Salud Pública y de ASSE, y otro del Ministerio del Interior. ¿Qué importancia tiene para usted este detalle?

JF - Es la forma de expresar que este tema, en el que hoy hay una responsabilidad central que es del INAU, tiene que tener una respuesta integral de todas las políticas de gobierno; esos organismos tienen que aportar directamente a la solución de algunos de estos problemas. Con el Ministerio del Interior se viene avanzando significativamente; el Ministerio de Desarrollo Social se está involucrando cada vez más en varios programas; estamos mejorando la respuesta educativa, aunque ahí todavía nos queda un terreno por avanzar, y en el campo de la salud los recursos todavía son insuficientes.

La respuesta tiene que involucrar a todo el Gobierno, de algún modo ya está comprometiendo a todos los partidos políticos en cuanto a que por acá tenemos un camino de salida, por tanto, a pesar de lo difícil que es implementar todo esto, hoy tenemos muy buenas condiciones para dar una buena respuesta a este problema.

EC - Se ha dado un paso histórico.

JF - Creo que sí.

EC - Ahora hay que ver la implementación.

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Transcripción: María Lila Ltaif