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Ernesto Murro: los logros del BPS se explican porque hay "capacidad institucional"

Ernesto Murro: los logros del BPS se explican porque hay "capacidad institucional"

En medio de los anuncios de cambios de autoridades en el Gobierno, que el presidente Mujica defendió como parte de una lucha contra la burocratización, hay un jerarca que lleva siete años al frente de un organismo público pero que, según dijo expresamente Mujica, sería muy difícil sustituir. Se trata del presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Ernesto Murro. Entre otras acciones, el instituto previsional prevé incorporar hasta 190.000 jubilados y pensionistas al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). Para conocer más sobre este y otros impulsos, En Perspectiva entrevistó a Murro, quien consideró que una de las fortalezas del organismo es su "capacidad institucional".


(emitido a las 8.52 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Nunca me sería fácil poder sustituir a (Ernesto) Murro, y ojalá que tenga largo aliento porque el sistema de dirección de BPS es muy difícil."

Así se refirió el presidente de la República, José Mujica, el jueves pasado en su audición radial cuando aludía a la gestión de Ernesto Murro, en medio de anuncios y rumores de cambios de jerarcas del gobierno que llevaran mucho tiempo, a partir de esa preocupación de Mujica de evitar la burocratización.

De golpe, el nombre de Ernesto Murro quedó en el tapete, pero no porque iba a salir, sino porque se queda. ¿En qué está hoy el Banco de Previsión Social (BPS)? Por ejemplo, se viene la incorporación de hasta 190.000 jubilados y pensionistas al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). Por ejemplo, se preparan nuevas herramientas de fiscalización y de gestión, algunas de las cuales le permitirán al instituto tener una especie de "historia clínica" del contribuyente.

Para conversar de esos y otros temas, recibimos a Ernesto Murro.

Usted está al frente del BPS desde que asumió el gobierno de Tabaré Vázquez, en 2005. Por lo tanto, lleva más de siete años de gestión. Y ahora el presidente Mujica dice textualmente: "Nunca me sería fácil poder sustituir a (Ernesto) Murro". ¿Cómo tomó esa noticia?

ERNESTO MURRO:
En primer lugar, como una satisfacción colectiva, porque creo que esto es producto de un proceso histórico del BPS que nos ha tocado compartir. Y si alguien quiere hablar de antigüedad, estoy hablando de 20 años.

EC - Sí, antes usted representaba a los trabajadores en el directorio del BPS.

EM - Exactamente. Y ese proceso tiene muchos componentes. En primer lugar, cuando Uruguay decide la reforma previsional del año 95, la que crea las AFAP (administradoras de fondos de ahorro previsional) y el nuevo sistema de seguridad social, más allá de lo que pensemos del fondo del sistema, ocurren algunos avances importantes allí, a diferencia de lo que pasó en otros países. El movimiento sindical, los jubilados, los empresarios, una parte importante del sistema político –y no hablo solo de la izquierda– apostamos a fortalecer el BPS. En Chile se eliminó el banco de previsión social, y lo mismo pasó en otros países de América Latina. Ese fue un logro dentro de lo que fue la reforma del sistema previsional. Como fue un logro anterior, que también apoyamos, que las pasividades se ajustaran según los salarios en la reforma del 89, eso prácticamente fortalece y crea la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas (Onajpu), y significa un avance importante en la conciencia social. La integración de los directores sociales al BPS, que este año celebra los 20 años, es un muy buen ejemplo de participación social en la cosa pública, y eso ayuda a este proceso.

Y eso se hace además en un país donde –debemos ser un caso raro en el mundo– que tiene una ley de pensiones anterior a la primera Constitución de la República, la ley de Oribe de pensiones de 1829 es anterior a la primera Constitución de la República.

Entonces esto es un proceso que nos ha tocado con la confianza que nos dio Tabaré en el 2005, con la confianza que nos dio Mujica en el 2010, a un grupo de gente, en general proveniente del movimiento sindical, y que tratamos de prepararnos, de aprender de nuestros errores, de nuestros aciertos, de profundizar la participación, de estudiar, de aprender.

EC - ¿Usted pensaba que iba a seguir todo este período de gobierno también? ¿Con qué mentalidad se movía sabiendo que ya llevaba siete años?

EM - Una cosa es luchar contra la burocracia y otra cosa es la antigüedad que pueda tener un colectivo. Por ejemplo, hoy el directorio del BPS, que seguramente es el directorio más plural de la administración pública del país –tres provenimos del Frente Amplio (FA), uno del Partido Nacional (PN), uno de los empresarios, uno de los trabajadores y uno de los jubilados–, es uno de los directorios más jóvenes de la historia del organismo en promedio de edad. El equipo gerencial superior del BPS también es seguramente el más joven de la historia del BPS promedialmente. Por primera vez tenemos la inmensa mayoría de los cargos del BPS por concurso, por ejemplo todos los gerentes y jefes del interior del país. El consenso por el cual los máximos cargos gerenciales son gente de dentro del BPS y por unanimidad del directorio, pese a esta pluralidad.

EC - Mi pregunta era con qué horizonte se manejaba usted.

EM - Claro, pero estas cosas que estamos señalando son parte de las decisiones que el presidente de la República va tomando. El BPS no es un organismo que se haya quedado haciendo siempre lo mismo, el BPS es un organismo querendón.

EC - ¿Cómo?

EM - Querendón. El BPS en el 2005 peleó en el seno del gobierno de izquierda –peleó en el buen sentido de la palabra– por gestionar el Plan de Emergencia, después de las elecciones se discutía si el Plan de Emergencia contra la extrema pobreza lo iba a gestionar el BPS o el INAU, y nosotros peleamos por hacerlo nosotros. Lo hicimos, y a las 48 horas de asumir teníamos 10.000 personas por día en nuestras oficinas solicitando la inclusión en el Plan de Emergencia. Cuando viene la reforma tributaria del 2007 se discute si el impuesto a la renta lo debía recaudar la DGI o el BPS, y peleamos por recaudar el impuesto a la renta, y hoy estamos recaudando más del 90% del impuesto a la renta de los trabajadores. Eso significó, entre otras cosas, el cese de Zaidensztat, que no estaba de acuerdo con esta posición.

EC - ¿Y por qué usted, o el directorio del BPS, reclamaba eso? Dice: "Peleamos por ser quienes lleváramos el Plan de Emergencia", "Peleamos por ser quienes gestionáramos el impuesto a la renta". ¿Por qué?

EM - Lo mismo con la reforma de la salud.

EC - Claro, después vino también el Sistema Nacional Integrado de Salud, con el Fonasa.

EM - El proyecto de reforma de la salud que fue al Parlamento no asociaba el sistema de salud a la seguridad social, y creo que ese es un gran acierto del sistema de salud. Y el año pasado peleamos por la incorporación de los profesionales, y ahora por la devolución de los aportes en demasía al Fonasa que vamos a hacer en el segundo semestre. Eso es porque en el BPS hay mucha gente que quiere hacer cosas, funcionarios, gerentes, yo siempre digo que el 70, 80% de la gente tiene la camiseta puesta y la suda. Un directorio plural que puede tener diferencias con los contenidos de las reformas, porque no todos los directores piensan lo mismo en cuanto a la reforma tributaria o a la de la salud o al Plan de Emergencia, sin embargo todos los directores dijeron: "Vamos a hacerlo". ¿Por qué?

Y aquí viene la respuesta a su pregunta: porque hay una capacidad institucional. Yo era director por los trabajadores en el 95 y fui crítico de la reforma del sistema de la seguridad social. Pero aun siendo tan crítico, dije: "Hay que fortalecer el BPS". Esto consta en todas las actas de directorio: apoyemos el desarrollo tecnológico, apoyemos el desarrollo humano, mejoremos la gestión del BPS. Eso hace que el BPS tenga una capacidad de gestión construida históricamente, una capacidad tecnológica de las mayores del país, una legitimidad en sus actores, porque tener en el BPS representantes de los empresarios, de los trabajadores y de los jubilados y pensionistas, de organizaciones representativas, con nulo o mínimo corporativismo en su representación, con una dedicación prácticamente full time de casi todos los directores, con un trabajo colectivo respetuoso, más allá de las bienvenidas diferencias y discusiones que tenemos, que bien buenas que son, hace que el BPS tenga esa capacidad.

EC - Tiene esa capacidad, pero al asumir estas nuevas responsabilidades que reclamó para sí, ¿pudo manejarse con el personal que ya tenía, o fue necesario aumentar, contratar más gente? Porque ahí está otra de las discusiones posibles.

EM - Esta es la otra buena noticia: lo estamos haciendo con la misma gente y con el mismo gasto en gestión. Estamos hablando de unos 4.500 funcionarios, 1.000 menos de los que había en el año 2000; estoy hablando del 2005 hasta ahora. Más o menos 4.500 funcionarios, y estamos hablando –según cómo se mida, hay distintas formas de medir los gastos de gestión– de entre el 3,5 y el 5,5 del presupuesto. Eso está reconocido no solamente en nuestros documentos oficiales, en nuestros balances, lo que audita el Tribunal de Cuentas, sino también por organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario, la Cepal, la OIT. Además con una concepción que para nosotros fue muy importante y que creo que fue un éxito inicial del doctor Tabaré Vázquez, que fue convocarnos a construir un sistema de protección social que articulara interdisciplinariamente, interinstitucionalmente las distintas políticas. Es respetable lo que puedan hacer otros países, pero acá se decidió que hay un instituto para pobres y para no pobres. En Brasil –y tienen todo el derecho, seguramente eso se puede explicar por los 200 y pico de millones de habitantes y su extensión– se creó otra institucional para el plan de emergencia contra la pobreza, el Bolsa Familia o el Bolsa Escola. Lo mismo pasó en México con el Progresa Oportunidades. Acá la gestión fundamental del plan de lucha contra la pobreza la hace el propio BPS en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y otros ministerios.

EC - Paralelamente se creó el Mides.

EM - Claro, pero la gestión directa es del BPS, allí iba la gente a solicitar y a recibir. En el mismo instituto, en la misma cola, en la misma fila, con las mismas oficinas, con la misma atención. Lo mismo pasa con el Fonasa, con el sistema de salud. En Chile se creó otra institución para administrar el sistema de salud, acá la dirección política es de la Junta Nacional de Salud, pero la administración operativa es del BPS.

Entonces creo que eso va construyendo esto. Y allí lo que nos toca a algunas personas es simplemente ver cómo construimos estos equipos que se vayan transformando constantemente, que vayan queriendo cada vez más, que no se estanquen, que no se burocraticen, que quieran hacer cosas, que quieran ayudar al país, que quieran ayudar al Estado, cambiando, porque hemos cambiado directores, hemos cambiado gerentes, pero cambiando para hacer cada vez más y para hacer más en beneficio de la gente. Tenemos todavía muchas más cosas para corregir, muchas más cosas para llevar adelante, con esa legitimidad que nos da el hecho de que desde hace 20 años la administración del BPS no es exclusiva de los políticos, y menos aún de los políticos que terminaban siendo directores porque no salían diputados.

EC - ¿Usted está para seguir hasta el final de este período, por ejemplo?

EM - Yo lo decía hace unos días, salió un libro que se llama "Vidas bien vividas", para el que se hicieron una serie de entrevistas a personas de este país, entre las cuales me incluyeron. La entrevista fue hace dos meses, y allí dije: yo quisiera seguir siendo presidente del BPS, no aspiro a más nada, estoy muy bien, nunca estuve mejor en mi vida, no tengo aspiraciones de ningún tipo, quisiera seguir haciendo esto bien, en este colectivo, en esta forma de trabajar. Si Mujica mañana me dice "andate" me voy, si meto la pata me voy, me voy callado, seguiré siendo un hombre de izquierda, seguiré militando, seguiré tratando, como lo vengo haciendo, con mis errores y con algún acierto, desde hace más de 40 años, de ayudar a cambiar este país y el mundo con más justicia social. Pero sin agravios, sin cosas, sin nada. Reitero, no aspiro a más nada, sino a tratar de seguir haciendo colectivamente estas cosas mejor. Con equipos, un equipo es la articulación de diferentes, es hacer cosas en las que vale tanto el que barre como el que atiende a la gente, como el que piensa, como el que ejecuta, como el que administra. Con un plan común, con un monitoreo y una evaluación, con crítica y autocrítica y con mucha participación. Se terminó el tiempo en que algunos podían dominarlo todo.

***

EC - Tengo una cantidad de preguntas de los oyentes, además de los temas que ya estaban previstos para conversar en este diálogo.

Por ejemplo, Juan de Punta Carretas pregunta: "Murro, ¿usted sigue en contra de las AFAP? Ahora, por lo que usted dice, el sistema está funcionando bien, pero si no se llevaba a cabo aquella reforma el sistema colapsaba".

Es una respuesta larga, me imagino, pero en pocas palabras...

EM - En primer lugar, yo sigo siendo crítico del sistema, pero mi opinión importa poco, acá lo que importa es lo que ha ido decidiendo la sociedad uruguaya democráticamente mediante sus instituciones en estos años. Como presidente del BPS, como gobernante, mi tarea es hacer que el sistema funcione lo mejor posible, me guste o no me guste el sistema.

EC - Cuando dice "hay que cumplir con lo que la sociedad uruguaya ha ido resolviendo en esta materia", está aludiendo incluso a estas administraciones del FA. Porque cupo la posibilidad de revisar el sistema de las AFAP y se optó por no hacerlo.

EM - Exactamente. Eso hace que nosotros tengamos que aceptar esta realidad. Pero yo relativizo esa afirmación suya, hubo una reforma muy importante en el 2009, y está habiendo un conjunto de reformas muy importantes que en esa construcción del sistema de protección social también impactan en el régimen de AFAP.

EC - ¿De qué habla concretamente?

EM - Por ejemplo, la flexibilización que hicimos para acceder a la jubilación en el 2009, producto del Diálogo Nacional en Seguridad Social, aprobada por unanimidad en el Parlamento, de la cual fuimos impulsores, ha permitido que 40.000 personas que estaban trancadas, muchas de ellas sin trabajo ni jubilación, que no se podían jubilar por exageradas exigencias de la ley que se aprobó en el año 95, la misma que creó las AFAP, pudieran hacerlo. Por ejemplo, que se estén aumentando las pasividades mínimas, como van a aumentar dentro de 15 días, el próximo 1.º de julio, gente que hace cinco años cobraba 300 o 500 pesos de jubilación ahora va a cobrar 5.438. Todavía no es suficiente, pero en algunos casos es 10 veces más de lo que cobraba; estoy hablando en términos reales.

Esos son cambios fundamentales. Por ejemplo, que junto con eso estemos en otra etapa del Diálogo Nacional en Seguridad Social y se haya acordado –este es un acuerdo de hace 15 días– entre los cuatro partidos políticos, empresarios, trabajadores y jubilados hacer algunos cambios importantes. Por ejemplo, hay acuerdo en permitir la desafiliación de las AFAP, cosa que los partidos Blanco y Colorado, que fueron los que aprobaron la ley en el 95, prohibieron, hoy esos mismos partidos reconocen que es necesario habilitar mecanismos de desafiliación de las AFAP y ya estamos trabajando para eso.

Se ha acordado que hay que dar garantías al jubilado al momento de jubilarse por el régimen de AFAP, porque no existen garantías suficientes como se puede ver por lo que está pasando hoy en España o en Grecia o lo que pasó antes en Rusia o en Brasil, que hace que la gente al momento de jubilarse tenga pérdidas enormes que no dependen de las personas sino de lo que sucede en el mundo. Hay acuerdo en buscar un fondo seguro al momento del retiro para que no haya que hacer lo que pasó en Chile, que tenían que salir los ministros a decirle a la gente: "Este año no se jubilen, aguántense, porque si se jubilan este año pierden una barbaridad". Hay acuerdo en que hay que ver cómo se racionalizan las enormes ganancias que tienen las AFAP uruguayas.

Las AFAP uruguayas le cobran al trabajador por administrarle el dinero más o menos la misma comisión que cobran las chilenas, pero acá todo el trabajo lo hace el BPS gratis. Cuando quisimos cobrarlo, después de ponernos de acuerdo con ellos, nos hicieron un recurso ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y nos ganaron. Y las AFAP uruguayas, midiendo sus ganancias año a año tanto con relación a su patrimonio como a las comisiones que les cobran a los trabajadores, tienen ganancias promedio superiores a las de las demás AFAP de América Latina. Eso es inexplicable en el Uruguay. Cuando nosotros dijimos en 2005 –esto debe estar grabado en programas de acá de En Perspectiva– que la comisión que cobraban las AFAP se podía bajar un 25% nos dijeron cualquier cosa, sin embargo AFAP República bajó 60% la comisión que les cobra a los trabajadores por administrar su dinero y hoy es la AFAP con mejores indicadores del mercado.

EC - ¿Cuándo se van a implementar esos cambios que está enumerando?

EM - Estos cambios fueron acordados. Por ejemplo quiero destacar que apoyaron este temario el contador Davrieux, que es delegado del PC en el Diálogo, el exdiputado Blasina, representante del FA, el PN y empresarios, trabajadores y jubilados. El Diálogo está construyendo, en una mesa ejecutiva, el análisis de cada uno de estos temas. Otro tema que se debe analizar es el de las aseguradoras. Las aseguradoras son la segunda parte del sistema, son las que pagan la parte privada de la jubilación, y ahí tenemos insuficientes garantías. Hoy tenemos que por razones de mercado se ha concentrado el pago de la parte privada de la jubilación en el BPS, se han retirado del mercado las privadas. Esto implica que vamos a tener que hacer un proceso de fortalecimiento del Banco de Seguros del Estado y un análisis general del sistema para dar garantías a los trabajadores en esto.

Estos son acuerdos de hace 15 días, de poca repercusión en la prensa pero de un gran consenso para avanzar en este sistema. A las AFAP nunca les fue tan bien como con esta administración, Uruguay es de los pocos países de América Latina donde, a diferencia de lo que sucede en los países que tienen AFAP o AFP o cosas parecidas, cada vez son menos los cotizantes con relación a los afiliados. Uruguay en estos ocho años ha sido de los pocos países de América Latina donde la cantidad de personas que efectivamente cotizan a una cuenta individual con relación a los afiliados a las AFAP mejora. Ese es un buen dato, porque recordemos que en el régimen de AFAP lo que vale es la platita que entra en la cuenta, si no entra platita en la cuenta los resultados empeoran. Por tanto este es un cambio importante de la construcción uruguaya de diálogo que se desarrolló fundamentalmente en el proceso de diálogo 2007-2008, que reiniciamos en el 2010 y que continúa hasta estos días.

EC - Conectada con la pregunta anterior a propósito de lo que implicó en su momento la reforma de la seguridad social, viene esta otra pregunta de José de Maldonado: "¿Financieramente cómo es la situación del BPS de acá a 20 años? ¿Será sustentable? ¿Qué evolución tendrá el déficit?".

EM - Tenemos datos que hemos dado a conocer en estos días, que están publicados en la página web del BPS en la presentación que hicimos la semana pasada en el desayuno de ADM, donde se demuestra que por primera vez en la historia del BPS llevamos cuatro años seguidos sin necesitar asistencia de Rentas Generales o asistencia mínima. Estamos hablando de un BPS que hace 10 años necesitaba 1.200, 1.300 millones de dólares anuales de Rentas Generales, además de los impuestos, además de los 7 puntos del IVA. El año pasado, el 2011, recibimos 66 millones de dólares, y tuvimos dos años, 2008 y 2009, en que no necesitamos nada. Esto se viene logrando fundamentalmente a partir del crecimiento de la recaudación y de los cotizantes.

Pero además tenemos una importante área de investigación, que es un orgullo del BPS y del país, la Asesoría General en Seguridad Social, que permanentemente está haciendo estudios a corto, mediano y largo plazo, y nos está dando una tranquilidad activa. Hasta el 2030 en este escenario, con estos parámetros, seguimos bien; esto nos dice que tenemos no que sentarnos sino juntarnos a pensar cómo ir haciendo los cambios periódicos, progresivos, graduales para seguir mejorando el sistema.

EC - O sea, hay que volver a plantearse una reforma, o un escalonamiento de reformas.

EM - Yo soy hincha de la Constitución japonesa, que establece que cada cinco años hay que revisar los sistemas de seguridad social. Porque la vida cambia, hoy tenemos más divorcios que casamientos, el concubinato está aceptado en Uruguay recién desde el 2008. Hoy tenemos una nueva movilidad laboral, salarial, geográfica en el Uruguay, la gente se mueve más dentro del país y fuera del país, se mueve más familiarmente. Estas son nuevas realidades. Hasta 2007, 2008, para el BPS solo valía el matrimonio con libreta. Esta realidad hay que entenderla. Yo me crié en el Uruguay donde el orgullo era vivir 30 años en el mismo barrio y trabajar 30 años en la misma fábrica. Hoy tenemos que atender esta nueva realidad. Y la estamos atendiendo. Por ejemplo, hoy estamos negociando cuatro convenios internacionales de seguridad social para reconocer años trabajados en distintos países.

Pero vuelvo al tema de la sostenibilidad. Tenemos la tranquilidad de que hasta el 2030, 2040 tenemos una buena situación con base en los escenarios y parámetros actuales. Eso no es para quedarnos sentados, es para potenciar el Diálogo Nacional en Seguridad Social, para potenciar la búsqueda de políticas de Estado que nos permitan ir modificando gradualmente el sistema, como lo estamos haciendo en el Diálogo Nacional actualmente con los cuatro partidos políticos, los sectores sociales, las instituciones de seguridad social y las propias AFAP.

EC - Cuando usted dice que hasta el 2030 las cosas van bien, ¿está previendo en ese escenario nuevos aumentos de las jubilaciones? Se lo pregunto porque hay oyentes que reclaman a propósito de algunos niveles de jubilaciones.

***

EC - "Estamos preocupados por el futuro del sistema previsional uruguayo y por las cuentas del BPS, pero todavía falta mucho." Vienen planteos como este de la audiencia: "¿Por qué, si el FA lucha tanto por la justicia social, hay tantos jubilados que solo cobran 4.600 pesos por mes? ¿Eso es justicia social?".

EM - Vayamos por partes. Primero desearía terminar la pregunta anterior, y luego contesto esta. El BPS pasó de ser un causante del déficit fiscal, de pedirle a Rentas Generales 1.300 millones de dólares por año –eso fue hace siete, ocho, 10 años–, a no pedir nada o casi nada, es un cambio notorio que hay gente que no quiere reconocer. Y esto se logra por el aporte de la gente, por la buena conducta de los empresarios, por la buena conducta de los sindicatos, por la buena conducta de los partidos políticos. Antes me venían a ver los empresarios para decirme que no los inspeccionara, ahora los sindicatos vienen a ver cómo se pueden incluir en el sistema de seguridad social. Dentro de un rato vamos a estar en el hipódromo de Maroñas para favorecer la inclusión mejor de los peones que cuidan caballos, como lo hicimos con los ciclistas, con los futbolistas, con las trabajadoras domésticas. Hay que seguir trabajando en todos esos sectores. Hay un cambio cultural y esto es muy bueno para el país, valorémoslo. Este no es un tema solo del gobierno, es un tema que está construyendo la sociedad uruguaya en su conjunto.

EC - ¿No es un tema de inspecciones cada vez más fuertes y más insistentes?

EM - No es solamente de inspecciones, estos días estamos inspeccionando fiestas y eventos junto con la DGI. Hace poco, a pedido de algunas cámaras de camioneros, inspeccionamos el sector camioneros con alta evasión. Hay que hacer inspecciones, pero también hay que hacer leyes para que la gente tenga la expectativa real de jubilarse, como hicimos la ley del 2009 de la que hablábamos. La gente no se podía jubilar, entonces decía: "¿Para qué voy a aportar si no me voy a jubilar nunca?".

EC - Pero ¿usted ve también un cambio cultural?

EM - Sin duda, estamos pasando de la cultura de la evasión a la cultura de la inclusión. Esto que está pasando, que la gente nos llame para incluirse es un fenómeno nuevo en el Uruguay, tenemos que valorarlo.

Pero vuelvo al tema del aporte del BPS al espacio fiscal. El BPS ha sido un contribuyente importante a la mejora del espacio fiscal para hacer más políticas sociales en el Uruguay.

EC - ¿Cómo es eso?

EM - Basado en la mejora de recaudación que hemos tenido, a esto de no tener que pedirle 1.000 o 1.300 millones al Estado para bancar el presupuesto de cada año. Y esto se ha hecho basado en la notoria mejora de recaudación. Uruguay ha crecido 50% en puestos cotizantes en formalización, es un hecho inédito a nivel internacional. A veces los uruguayos nos negamos a reconocer algunas cosas que hemos construido juntos, y mire que esto pasa no solamente en los partidos que hoy no están en el gobierno, a veces pasa también en la propia izquierda. En Uruguay con una población estable como tenemos –siempre somos tres millones y pico, desde hace muchos años–, ha crecido un 50% la cantidad de puestos cotizantes, hemos pasado de menos de un millón, a un 1.400.000, 500.000 más.

EC - ¿Ese salto se dio del 2005 en adelante?

EM - Exactamente. Y que en el sector privado, el sector más importante de la economía y el que tiene la mayor informalidad, en vez del 50% hayamos crecido el 68% es un hecho notable que a todos debemos alegrarnos y que todos debemos ayudar a construir.

EC - Pero al mismo tiempo aparecen los reclamos por las jubilaciones de 4.600 pesos.

EM - Perfectamente, vamos a eso. El poder adquisitivo de las pasividades nunca fue mejor que ahora. El mejor momento anterior había sido 1999, que fue el mejor momento del poder adquisitivo de las pasividades en Uruguay. Luego hubo una gran caída durante el gobierno de Jorge Batlle y la crisis que tuvimos en ese momento, una enorme caída, y la recuperación desde el año 85, cuando volvió la democracia, cuando recuperamos la democracia, hasta el 99, llevó 14 años, cuando llegamos al mejor nivel. Cayó en cinco años, y en solo siete años, en la mitad del período anterior, en la mitad del período 85-99, volvimos a recuperar y superamos el nivel del poder adquisitivo de todas las pasividades del Uruguay. Desde enero de 2012, desde enero de este año, todas las pasividades del Uruguay están en el mejor poder adquisitivo de la historia. Y las más bajas, estas 100.000 más bajas que van a aumentar ahora el 1.º de julio, están muy por encima todavía de ese poder adquisitivo.

¿Esto es suficiente? No, no es suficiente. Pero hay que tener un poco de autocrítica de quienes gobernaron tantos años y pagaban pasividades de 200, 300 pesos y reconocer el aumento importante que se ha dado en tan poco tiempo. Además hay el compromiso de seguirlo mejorando, porque este compromiso además se acompasa con otras cosas, los 190.000 jubilados que ingresan dentro de 15 días al seguro de salud, un compromiso solidario de la sociedad uruguaya.

EC - ¿Qué porcentaje de los jubilados va a quedar comprendido en el sistema de salud ahora?

EM - Ene este momento tenemos 150.000 jubilados que ya están. Entre estos 150.000 que ya están en este momento hay 50.000 a los que se les había creado una falsa expectativa en 1995 cuando se le dijo a la gente, para venderle como buena la ley de seguridad social: "Mire que hasta van a entrar los jubilados al sistema de salud", y de 1997 a 2007 entraron solamente 50.000 jubilados al sistema de salud. Desde la reforma del 2008 hasta ahora entraron 100.000 más, hoy tenemos 150.000 jubilados. El próximo mes de julio se va a más que duplicar la cantidad de jubilados en el seguro de salud, y además ingresan por primera vez los pensionistas que nunca habían entrado. Esto significa que jubilados y pensionistas van a aportar de su pasividad unos 1.200 millones de pesos, pero van a estar recibiendo del fondo solidario, de la solidaridad de la sociedad uruguaya que paga sus impuestos, sus tributos, más de 4.000 millones de pesos. Porque el ingreso de jubilados y pensionistas al seguro de salud significa una inversión social importante que este gobierno ha decidido hacer.

EC - ¿Cuándo se completa el proceso de incorporación de jubilados y pensionistas?

EM - Se completa en el 2016, gradualmente van ingresando no solamente los jubilados y pensionistas, sino toda la población al seguro de salud. Por ejemplo, en julio del año pasado ingresaron las cajas de auxilio, los escribanos, los profesionales universitarios. Completamos hace pocos días con total éxito un proceso complejo que se hizo por primera vez que fue recibir 43.000 declaraciones juradas de profesionales universitarios en ejercicio libre de la profesión y de unipersonales de servicios personales, para finalizar ese ingreso que se inició en julio pasado. En el próximo diciembre ingresan nuevos cónyuges y concubinos, ya tenemos cerca de 70.000 cónyuges y concubinos que han ingresado. Han ingresado 580.000 niños al sistema de salud.

Esa interrelación de las políticas que comenzó Tabaré y que continúa Mujica, asociar la reforma de la salud a la reforma de la seguridad social, nos produjo un feliz hecho inesperado: muchos niños nos trajeron a sus padres a la formalidad. Cuando arrancó el sistema en el viejo DISSE teníamos 700.000 trabajadores de la actividad privada, cuando arranca el sistema de salud en el 2008 el objetivo era incorporar los niños y los trabajadores públicos, primera etapa, como ahora es un objetivo incorporar los jubilados y pensionistas. La grata sorpresa fue que los niños, al incorporarse, nos trajeron a 200.000 padres y madres porque es buen negocio ingresar al sistema de salud, tener mutualista por medio de la seguridad social.

Esa fue una decisión estratégica que tomó el Uruguay, porque podía haber creado un sistema de salud como los que crearon Brasil o Inglaterra, que no son sistemas asociados a la seguridad social. Y esto ha contribuido también, como han contribuido los consejos de salarios, como ha contribuido la mejora de la economía. Pero solo con la mejora de la economía no alcanza, porque ya tuvimos un buen momento económico en el gobierno de Lacalle, tuvimos un buen momento económico en algunos años de la dictadura, y sin embargo no teníamos este nivel de inclusión social, de formalización que hoy existe.

***

EC - Como hemos hecho otras veces, le propongo pasarle las preguntas de los oyentes para que usted o el directorio del BPS, su equipo, las conteste y las publicamos en Espectador.com. Por ejemplo, hay muchas preguntas a propósito de estos nuevos jubilados y pensionistas que tienen la posibilidad de incorporarse al Fonasa a partir del 1.º de julio.

EM - Como hemos hecho otras veces. Pero le pido 10 segundos porque hay una pregunta que me quedó sin responder, y por respeto a la audiencia me gustaría hacerlo.

La reforma previsional del año 95 todavía no está dando, si es que va a dar, efectos positivos en el financiamiento. Al contrario, hoy tenemos esta buena situación financiera y esta sostenibilidad a 20 o 30 años sin los efectos que podría eventualmente dar la reforma del 95. Porque estamos recibiendo menos aportes patronales, estamos en la tasa de aportes patronales jubilatorios más baja de la historia. Estamos transfiriendo fondos a las AFAP en forma muy importante que antes se destinaban a financiar el BPS. Y sin embargo, con esas dos disminuciones de ingresos, que son los aportes que se van para las AFAP que no podemos usar para pagar cosas del BPS y la rebaja de aportes patronales jubilatorios, estamos teniendo esta buena situación financiera, cuando hay solamente 2.000 o 3.000 jubilados por AFAP. La cantidad de jubilados por AFAP que además son jubilados por BPS son poquitos, y recordemos que esto también tiene que ver con el futuro.

Tenemos que prepararnos, porque si el sistema sigue como está, en el futuro aproximadamente el 70% de la jubilación promedio de la gran mayoría de los trabajadores va a provenir del BPS, y solo el 30% de una AFAP, un poco más de AFAP para los trabajadores de altos ingresos. Tenemos que prepararnos para esta realidad, por tanto es esencial que sigamos analizando como lo estamos haciendo en el Diálogo Nacional, como lo estamos haciendo en el conjunto de políticas, seguir pensando cómo seguir construyendo creativamente, querendonamente, un sistema de protección social que interrelacione esto con otras políticas.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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