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Programa alemán fomenta que sus jubilados viajen por el mundo asesorando empresas

Informe de Romina Andrioli.


(emitido a las 8:39 Hs.)

EMILIANO COTELO:
BMW, Volkswagen, Audi, Mercedes, Opel, Siemens, Bayer, BASF, Boehringer Ingelheim. Todas estas marcas son símbolos de la industria alemana  y cuentan con un gran prestigio. Se caracterizan por una elevada productividad, una fuerte orientación hacia los mercados externos y una alta capacidad para aplicar las tecnologías más modernas.

Pero, ¿qué las ha llevado a estar dónde están? ¿Qué podríamos aprovechar nosotros aquí en Uruguay de la industria y de las empresas alemanas concretamente?

Esta que les vamos a contar hoy es una posibilidad que va en ese sentido.

¿Ustedes sabían que Alemania tiene un programa por el cual promueve que sus jubilados viajen por el mundo asesorando empresas en su expertice a un costo muy reducido, casi que simbólico?  

¿Y sabían que las empresas uruguayas pueden solicitar a uno de estos expertos alemanes para que los asesore?

Sobre este programa estuvo averiguando la producción de En Perspectiva.

Romina, ¿de qué se trata?

ROMINA ANDRIOLI:
En Alemania existe un programa público-privado que se llama Senior Experten Service (SES), que ya tiene varias décadas. Es promovido por la industria y el Estado alemán, justamente para la cooperación internacional y posibilita la transmisión de conocimientos y experiencias a aquellos que lo solicitan.  

¿Cómo funciona esto? Se basa en la idea de que cuando el trabajador alemán se jubila a los 65 años y deja su actividad profesional en Alemania está totalmente actualizado con todo su expertice y su know how. Apunta justamente a aquellos jubilados que quieren viajar por el mundo transmitiendo sus conocimientos o quieran vivirlo como una experiencia personal, y mientras continúan cobrando, por supuesto, su jubilación del Estado Alemán.

Estuve hablando con el presidente de la Cámara Uruguayo-Alemana, Paul Riezler, que es la que coordina con las instituciones uruguayas que puedan estar interesadas, y que –conviene destacarlo- pueden ser tanto empresas privadas como organismos públicos.

Él me explicó cómo funciona este programa:

"La persona que se jubila o retira en Alemania se puede anotar en Berlín en una lista del programa diciendo a qué se dedicó, qué idiomas habla, a dónde preferiría ir. Y entonces cuando una empresa en alguna parte del mundo, por ejemplo de Uruguay, dice: ‘Yo necesito un experto en clasificación de determinado producto’ , el programa la envía. Puede ser un experto en educación que se especialice en determinada área pedagógica, un experto en maquinaria agrícola en determinada cosa, un experto que haya trabajado en la banca pero dedicado a determinada actividad", explicaba Riezler, y agregaba:

"Es increíble la variedad de cosas que hay en esa lista de expertos. La empresa solicita, la Cámara le oficia de agente, de Alemania viene una lista de los que califican para lo que quiere la empresa, de entre 10.000 expertos, y la empresa puede elegir junto con la Cámara; buscamos asesoramiento y recomendaciones para decidir dentro de los posibles expertos cuál le podría servir a la empresa".

EC - Así que en este momento hay unos 10.000 expertos en esa lista en la que se puede elegir.

RA - Sí. El programa está vigente en 160 países en el mundo y ya se realizaron 25.000 misiones de estos expertos.

Pero también le preguntaba a Riezler cuán ventajoso puede resultar para una empresa esto de contar con un especialista en este programa. Y me decía lo siguiente:  

"Cualquier empresa hoy en día en el mundo, no sólo en Uruguay, sabe que las áreas son cada vez más especificas y especializadas. Entonces, por ejemplo, en una metalúrgica la empresa tiene especialistas en soldadura, pero si avanzan y dan un salto tecnológico y resulta ser que van a soldar materiales nuevos, probablemente no tengan ningún experto en esos materiales. Es una manera fácil y sencilla: traigo un experto en soldadura de ese material de Alemania, lo tengo en mi empresa, me capacita a los mejores soldadores que tengo yo en ese tema y a lo 90 días con un costo mínimo logro tener uno, dos o tres especialistas en soldadura de este nuevo material. De otra forma, sería un costo elevadísimo mandar a mi gente a prepararse a otra parte del mundo".

Una aclaración importante, como explicaba a través de este ejemplo el presidente de la Cámara Uruguayo-Alemana, estas son capacitaciones cortas, bien puntuales y bien enfocadas a cosas prácticas. De esta manera, cuando el experto en 90 o 120 días se va de Uruguay, la empresa tiene el conocimiento incorporado.

EC - Quien esté escuchando seguramente se pregunte por qué la industria y el Estado de Alemania organizan esta forma de asesoramiento que a primera vista suena a una especie de beneficencia...

RA - Justamente, le trasladé esa pregunta a Riezler, quien respondió lo siguiente:

"Lo que se está transmitiendo es conocimiento de alta gama, de alta categoría, que trae aparejado como consecuencia que la industria alemana se ve beneficiada al momento en que el experto pueda sugerir hacer algunos cambios o transformaciones. Porque muchas veces la tecnología a la que ellos están acostumbrados a trabajar es tecnología alemana y, por ende, trae la posibilidad de que se pueda exportar tecnología alemana. Esto es un camino o es una ayuda a la industria alemana para mostrar su tecnología y eventualmente venderla al resto del mundo, pero el programa no está para vender tecnología, si no que es un programa de cooperación y por añadidura trae la ventaja de la posibilidad de la venta tecnológica".

Un experto alemán en Uruguay

EC - Creo que ahora vale la pena ilustrar cómo funciona este programa deteniéndonos en algún caso en particular. ¿Vemos algunos ejemplos?

RA - Tuve oportunidad de hablar con uno de los expertos alemanes que hasta hace unas semanas estaba aquí, en nuestro país, en su caso asesorando a la empresa Fumaya.

Se trata de Peter Wilhelm de 65 años, que mientras que durante su vida activa se dedicó al sector de muebles y sillas para oficinas. Llegó a ser director general de dos empresas que se abocaban a la exportación desde Alemania a todo el mundo.
Él me contaba qué lo había llevado a tomar esta decisión de inscribirse en el programa en Alemania y venirse a asesorar a una empresa en Uruguay. Lo explicaba de esta manera
 
"Pensando ‘no quiero estar en mi casa en Alemania sin hacer nada’, vi el programa del gobierno alemán en el periódico y escribí ‘tengo estas experiencias’, porque hablo además muchos idiomas, y puedo ir a muchos sitios y dar mi experiencia".

Wilhelm me explicó algo de lo que estaba haciendo aquí, en este asesoramiento a la empresa Fumaya.  

"En Fumaya hago por un lado localización, porque tenían algunas cosas que se podían mejorar en el departamento de expedición y también en el depósito, y hemos creado un nuevos sistema".

Una experiencia práctica

RA- También hablé con Erwin Bachmann, gerente general de Claldy, una de las empresas que ha utilizado el programa, aunque hace ya muchos años.

Claldy es justamente una empresa fundada por productores alemanes que llegaron en 1948 y en 1950 y finalmente instalaron la planta en 1966. Por entonces, estos productores tenían contacto con la embajada alemana y así en los comienzos salieron a buscar fondos y después técnicos para que colaboraran con ellos en el armado de la fábrica como tal. Así fue como recurrieron a uno de los expertos de este programa por los años 70. Y luego, a mediados de los 90, tuvieron otro experto alemán para que los ayudara a hacer nuevos productos, a desarrollar la quesería e implementar nuevos artículos como los postres y yogures.
 
Bachmann destacaba algunas de las ventajas de contar con asesoramiento de jubilados alemanes a través de este programa:

"Lo que tiene Alemania es que continuamente tiene un programa de capacitación. En Alemania tú no podés pasar toda una carrera de gerente o de encargado técnico sin estar permanentemente capacitándote y actualizándote. Ellos se jubilan a los 60 años pero con una actualización brutal y eso es después lo que ofrecen, porque se sienten a gusto en lo que hacen, para ayudar en otros países al desarrollo", explicaba.

Si bien señalaba que en el caso de ellos los expertos alemanes hicieron muy buenos aportes para Claldy, Bachmann daba algunos consejos prácticos para una empresa que eventualmente esté interesada en acudir a un especialista alemán a través del programa. Esos consejos son los siguientes:

"Yo tengo que conocer mi mercado y saber qué es lo que preciso, porque capaz que me van a desarrollar algo que yo acá por costo o lo que sea no puedo utilizarlo, pero después tengo que ver de adecuar esa capacitación al mercado que yo tengo o a las capacidades que tengo en el medio", explicaba Bachmann.

Lo que planteaba en realidad es una visión más bien práctica. Es decir, de no creerse que viene el especialista alemán y que se solucionan todos los problemas que puede tener la compañía.

¿Cuánto le cuesta a la empresa solicitar el asesoramiento?

EC - Romina, vayamos a otro aspecto nada menor. ¿Qué es lo que tiene que aportar la empresa o el organismo público uruguayo que recibe este tipo de asesoramiento?

RA - Los gastos que deben asumir dependen del tamaño de la empresa u organización, pero de todas formas resultan muy atractivos, tal como explicaba Riezler:

"En el caso de una Pyme el Gobierno alemán paga el pasaje y el seguro médico de esa persona, y la empresa pyme uruguaya lo único que tiene que pagar es la estadía, es decir, conseguirle (al experto) un hotel donde dormir y un lugar dónde comer. No hay honorario ni sueldo, ni nada para el experto. Lo único que se le obliga es un viático básico de 14 dólares por día, que es totalmente simbólico, como para decir que esa empresa está comprometida con ese proyecto y con ese experto alemán".

EC - ¿Y qué pasa con las empresas que no son Pymes?

RA - En el caso de empresas más grandes, que no entren en la categoría de Pyme, la única diferencia es que se tienen que hacer cargo del costo del pasaje del jubilado alemán.

También turismo y muchas veces retorno

RA - Riezler me comentaba algunos de los efectos indirectos que tiene este programa, es decir, más allá de la capacitación puntual que recibe la empresa. Nos decía que muchas veces el jubilado alemán después de que culmina el período en la firma a la que viene a asesorar se queda un tiempo más conociendo Uruguay e incluso viene con su familia, por ejemplo. Y además es muy común –decía Riezler– que en algunos casos el especialista que viene un año vuelva al año siguiente para dar continuidad a la capacitación o para evaluar el cambio que propuso en la organización, siempre que la empresa lo desee y solicite nuevamente contar con el especialista. Y de hecho Peter Wilhelm ya está planificando su regreso a Uruguay.

"Fumaya me ha preguntado de volver otra vez y entonces en diciembre o enero me voy a quedar aquí otra vez", aseguraba Wilhelm.

Algunos comentarios finales

EC - Ustedes estarán de acuerdo con nosotros: vale la pena difundir esta posibilidad que tienen a su disposición las empresas uruguayas y que en muchos casos puede resultar más conveniente que financiar otro tipo de capacitación.

Pero además este informe que preparó Romina es también una aproximación a algunas claves del desarrollo tan potente que caracteriza a la economía alemana: cómo se concibe el papel de los jubilados en esa sociedad, qué tipo de capacitación reciben sus trabajadores a lo largo de la vida activa y cómo Alemania se da a conocer por el mundo.

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