Entrevistas

Gustavo Izus (programa Ciclovida): "Hacer ciclovías no es solamente pintar la calzada y poner señalización"

Gustavo Izus (programa Ciclovida): "Hacer ciclovías no es solamente pintar la calzada y poner señalización"

Con una concurrida bicicleteada, el sábado quedó inaugurado parte del bicicircuito universitario, que une las facultades de Ciencias Sociales, Derecho, Economía, Arquitectura e Ingeniería. Gustavo Izus, coordinador del programa Ciclovida, que promueve la inclusión de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad, dijo a En Perspectiva que si bien esto es un avance, "hay problemas de seguridad claves, que se tienen que modificar", entre ellos la necesidad de que en todo el circuito la preferencia sea para los ciclistas. "Hacer ciclovías no es solamente pintar la calzada y poner señalización, tiene que venir acompañado por una fuerte campaña de educación vial, que es la pata que está faltando ahora", expresó. De todas formas, valoró que "lo importante es que la bicicleta está en la agenda de la Intendencia", algo que, según señaló, no se veía hace un año con el desarrollo del plan de movilidad.


(emitido a las 8.44 Hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
Este sábado quedó inaugurado parte del bicicircuito universitario, que une las facultades de Ciencias Sociales, Derecho, Economía, Arquitectura e Ingeniería. Rosario Castellanos está allí para contarnos más acerca de esta novedad y sus características.

ROSARIO CASTELLANOS:
Debo confesar que no hice el circuito en bicicleta. En realidad tanto ayer como hoy estuve recorriendo desde el auto, tomando algunas fotos. Y no puedo dejar de mencionar cierta decepción.

Una serie de estudiantes universitarios habían proyectado un bicicircuito para unir estas facultades y le habían propuesto a la Intendencia de Montevideo que tomara las medidas para asegurar la seguridad de quienes optaran por este medio de transporte.

En ese sentido, el sábado se inauguró el primer tramo, que va –si consideramos a la calle Isla de Flores, paralela a la rambla, como eje de la propuesta– desde Salto a Julio Herrera y Reissig, que es donde me encuentro en este momento. Por Julio Herrera y Reissig se llega a la Facultad de Ingeniería, que es como el extremo de esta propuesta.

Este Bicicircuito del Sur –así se llama– tiene tres tramos. El proyecto va desde la Ciudad Vieja y pretende llegar hasta Parque Batlle y en algún momento a las facultades de Medicina y Química, que quedan un poco apartas.

RA – Esto que se inauguró es solo una parte.

RC – Es la primera etapa; una primera etapa que tiene tres tipos de tramos. La primera es una zona para circular a 30 kilómetros por hora y con preferencia para las bicicletas. Para ello se hizo una serie de cartelería que indica esa prioridad y el máximo de 30 kilómetros por hora para circular.

EMILIANO COTELO:
Eso ocurre, por ejemplo, en la calle San Salvador, que es una calle ancha y que tiene circulación habilitada en los dos sentidos y donde, sin embargo, no se estableció una senda especifica para las bicicletas. Van a convivir con los autos pero fijándole a los autos un máximo de 30 kilómetros por hora de velocidad.

RC – Exactamente, en Isla de Flores es lo mismo. Además de la cartelería, la zona está señalada en el pavimento, con una pintura blanca fluorescente para que se vea en la noche. Yo creo que ese es el tramo que va a ofrecer más dificultades, conociendo la falta de conducta de los conductores para respetar este tipo de normas.

Luego están las ciclovías, que son tramos donde se ha hecho un carril exclusivo para bicicleta en la calzada. Es decir, hay un tramo de calzada, apoyado sobre uno de los cordones, que está dividido del resto de la calzada por una especie de cordoneta y otros elementos verticales no muy altos, todo pintado de amarillo, que asegura que esa sea una vía de exclusiva circulación para bicicletas. Esa me parece que es la solución más segura.

Por otro lado, la tercera propuesta es la bicisenda, que en este caso es señalar sobre la vereda, tal cual ocurre en la Rambla y en Julio Herrera y Reissing, una parte de la vereda, delimitada por dos rayas blancas en el pavimento que están indicando que en ese sector la preferencia corresponde a las bicicletas. De esta manera, se ha logrado vincular Isla de Flores, Salto, Frugoni, Yaro y hasta Julio Herrera y Reissig para llegar a la Facultad de Ingeniería y más allá a la de Arquitectura.

A mí lo que más me preocupa es la solución que se encontró para las calles anchas, Isla de Flores y San Salvador, porque allí van a convivir autos y bicicletas.

EC - ¿Qué dicen quienes han estado impulsando este tipo de soluciones, quienes han trabajado y han desarrollado campañas, movilizaciones, quienes han hecho gestiones para que en Montevideo se avance con las facilidades para la circulación en bicicleta como medio de transporte?

¿Qué dice Gustavo Izus, coordinador del programa Ciclovida, con quien hemos conversado acá En Perspectiva ya hace algunos meses?

Ahora que se pone en marcha esta experiencia, alguien como Izus, que estuvo muy metido en esta en particular, ¿cómo lo ve?

Rosario describía esta mañana cómo funciona, cómo está armada esta zona que se ha habilitado para la circulación con bicicletas entre locales de la Universidad de la República, ¿cuál es la evaluación que hacen ustedes?

GUSTAVO IZUS:
Estuvimos el sábado acompañando la inauguración de este circuito de Unibici apoyado por la Intendencia. Lo que decimos siempre: hacer ciclovías no es solamente pintar la calzada y poner señalización, tiene que venir acompañado por una fuerte campaña de educación vial, que es la pata que está faltando ahora. Estamos esperando que la intendencia, la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) y quien corresponda sume información para que podamos convivir todos los medios de transporte, entre ellos la bicicleta, que es uno más y que bien nos hace falta.

EC –Sobre la forma como quedó armado este circuito, ¿qué impresión tienen ustedes? Me llamó la atención esto que mencionaba Rosario de que es un sistema como armado con pedazos distintos: en algunos lugares efectivamente hay una ciclovía, una senda en la calle reservada para las bicicletas. En otros, como la calle San Salvador, lo que se establece es la convivencia de las bicicletas con los autos en dos sentidos, en ida y en vuelta, con la condición de que la velocidad de los autos no puede pasar de 30 kilómetros por hora. Y finalmente en otros tramos se hace una senda en la vereda, por ejemplo en la de Herrera y Reissig, sobre el Parque Rodó. ¿Esto sirve así?

GI – Personalmente tengo mis dudas, en Ciclovida discutimos mucho este tema. Cuando entregamos las 10.000 firmas en febrero pidiendo ciclovías en todo Montevideo lo que queríamos era ciclovías seguras, atractivas. Como en todos lados, es la tendencia mundial apostar por la bici con un espacio seguro, bien armado, atractivo, que la gente lo vea y diga "bueno, en este lugar mis hijos pueden ir a la escuela en bicicleta o la señora puede ir a hacer las compras".

Como dijo Rosario muy bien, la ciclovía tiene tres tipologías, la más extendida es la de San Salvador que es la compartida con automóviles. En este caso lo que estamos viendo es que hay problemas de seguridad claves, que se tienen que modificar. El eslabón más débil de la cadena en el tránsito son los peatones, por supuesto, y los ciclistas, y en el caso de la ciclovía compartida de San Salvador y el tramo de Frugoni, que son dos cuadras de ciclovía protegida con un cordón, no se ha dado preferencia a la bicicleta. Sigue estando la preferencia en Maldonado con los autos a 80 kilómetros por hora, otro punto complicado por ejemplo es Jackson y San Salvador, donde pasan líneas de ómnibus, y la preferencia la sigue teniendo la transversal, Jackson, con lo cual la gente que viene en bicicleta puede sufrir un impacto de un auto. De hecho en la inauguración de las ciclovías tuvimos que lamentar un accidente, por supuesto no pasó a mayores, pero una señora que venía con el pelotón se llevó por delante un taxi, o un taxi se llevó por delante a la ciclista. Así que lo que estamos viendo es que tienen que haber ajustes de seguridad, la preferencia por supuesto tiene que ser para los ciclistas.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Y ustedes han trasladado estos planteos a la intendencia pensando en lo que va a ser después la ampliación de otros tramos de este bicicircuito?

GI – Sí, de hecho el mismo sábado, cuando finalizó todo el recorrido, el testeo general y el disfrute –estuvo muy bueno el día, con música y demás– lo hablamos con los jerarcas que están en el área de movilidad. Nos dijeron que van a evaluarlo, que por supuesto que están abiertos, que todo es perfectible. Lo que queremos es que las cosas salgan bien, porque lo que está en riesgo es la vida de la gente que anda en bici.

RA – Por último, recuerdo que cuando te hacíamos la entrevista hace unos meses atrás tú hacías la comparación de cómo estábamos en relación a otras ciudades en materia de bicisendas, de posibilidades e infraestructura para las bicicletas, ¿cómo quedamos ahora con este nuevo emprendimiento?

GI – Bueno, por supuesto que ganamos unos kilómetros más, pero lo importante acá es que la bicicleta está en la agenda de la Intendencia, que era lo que no veíamos hasta hace un año más o menos con el Corredor Garzón y con todo el desarrollo del plan de movilidad y con todos los recursos que se manejan. Nosotros creemos que la gente que decide cómo nos movemos los montevideanos tiene que darle atención especial a la bicicleta porque sabemos que es la solución para gran parte de los problemas que tenemos en la ciudad: de salud y de economía personal y colectiva. Nosotros creemos y estamos con mil acciones tratando de seguir con la bicicleta en las calles.

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