Seguridad en el fútbol

José Fuentes (dirigente de Nacional): Las medidas del Ministerio del Interior "confirman lo que venimos haciendo" en materia de seguridad

José Fuentes (dirigente de Nacional): Las medidas del Ministerio del Interior "confirman lo que venimos haciendo" en materia de seguridad

El nuevo modelo de seguridad anunciado por el Ministerio del Interior para prevenir la violencia en el fútbol se basa en la presencia de la Guardia Republicana en las tribunas populares. Los policías ingresarán antes que los hinchas al estadio y podrán reprimir en forma inmediata en caso de que haya cualquier tipo de disturbios. En Perspectiva consultó a Nacional al respecto de esta resolución. José Fuentes, dirigente de dicho club, señaló como positivo este anuncio y dijo que "es bueno tener autocrítica y modificar los procedimientos que se venían haciendo". Asimismo, destacó que para Nacional esta etapa nueva "no implica demasiado porque ya tiene una empresa de seguridad, con más de 30 funcionarios" que están en el Registro Nacional de Empresas de Seguridad.


(emitido a las 7.48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Ministerio del Interior puso en funcionamiento este fin de semana un nuevo modelo de seguridad para la prevención y la represión de la violencia en las canchas de fútbol. El detonante de este cambio que se anunció el viernes fue lo que ocurrió en ocasión del último clásico entre Nacional y Peñarol el otro domingo, con los incidentes que se dieron en varias partes del Estadio Centenario, principalmente en la tribuna Ámsterdam.

El nuevo esquema se basa en la presencia de la Guardia Republicana en las tribunas populares. Los policías van a ingresar antes que los hinchas y podrán reprimir en forma inmediata cualquier agresión que se dé entre parcialidades o dentro de una misma parcialidad. Estos efectivos van a utilizar balas de pintura como forma de dejar identificados a aquellos que generen violencia.

Por otra parte, el Ministerio insiste en que la responsabilidad dentro del espectáculo es de los clubes que los organizan, y que éstos deberán implementar esa seguridad a través de empresas inscriptas en el Registro Nacional de Empresas de Seguridad (Renaemse) y no por medio de referentes que coordinen con las barras. Además las instituciones deberán aplicar el derecho de admisión y negarles la entrada a aquellos parciales que hayan sido protagonistas de hechos de violencia en canchas de fútbol.

La semana pasada teníamos el punto de vista del vicepresidente de Peñarol, Edgar Welker a propósito de toda la polémica que se desató. Ahora, una vez que se conoce esta modificación, vamos a hablar con Nacional. Está del otro lado de la línea José Fuentes, integrante de la comisión directiva del club.

¿Cómo vio este anuncio del viernes?

JOSÉ FUENTES:
Positivo, yo creo que es bueno tener autocrítica y modificar los procedimientos que se venían haciendo. Supongo que esto surge de alguna manera del clamor popular, porque obviamente gran parte de la sociedad está pidiendo este tipo de cambios. Afortunadamente hubo la autocrítica necesaria…

EC – ¿Para usted es evidente que hay una autocrítica detrás de estos anuncios?

JF – Obviamente, porque si había un procedimiento que se venía haciendo hace cinco años y se modificó es porque vieron que la mayoría de la sociedad tenía razón.

EC – ¿Cinco años llevaba la decisión de que la Policía no ingresara a las tribunas complicadas?

JF – Empezó siendo parte de un protocolo que tampoco especificaba que la Policía no entrara, eran decisiones que tomaba el Ministerio del Interior en su momento, en este tipo de partidos.

EC – Para el Club Nacional de Football, ¿qué implica esta etapa nueva?

JF – Para Nacional no implica demasiado porque ya tiene una empresa de seguridad, con más de 30 funcionarios registrados en Renaemse que vienen cumpliendo.

EC – ¿Nacional contrata a una empresa que ya existía en el mercado o crea una?

JF – No, creó una. Son funcionarios de Nacional y cumplen con todos los requisitos, es una empresa con gente habilitada para estos efectos. De todos modos creo que ayer fue evidente, por un incidente que sucedió en el Parque Central, la importancia de la Guardia Republicana. En un momento las parcialidades avanzaron a través del cordón, superaron a la guardia -que obviamente está desarmada y no tiene elementos como para reprimir- y si no hubiera intervenido la Guardia Republicana seguramente hoy estábamos hablando de otro incidente importante.

EC – Si bien lo de ayer no tuvo la envergadura de lo que ocurrió en el clásico, ¿para usted permitió testear el sistema nuevo y comprobar que en esas circunstancias anduvo?

JF – Sí, lamentablemente. Digo lamentablemente porque volvió a suceder un hecho de violencia que fue controlado rápidamente porque estaba la Guardia Republicana adentro e inmediatamente pudo reprimir y establecer un cordón de cada lado de las hinchadas. Fíjese que una de las hinchadas había roto un portón y pasó para el otro lado, o sea que hubiera sido algo que hoy estaríamos lamentando.

EC – Ayer se utilizó por primera vez este sistema de las escopetas con balas de pintura. ¿Tuvo oportunidad de conocer qué resultado produjo esa herramienta?

JF – No, noté que la estaban utilizando, o al menos amagaban. Obviamente este método va a tener imperfecciones y como siempre salimos a cuestionar lo que todavía no vimos. Pero es mucho mejor que el anterior, cuando era tierra de nadie donde la gente que va solamente a generar problemas se había adueñado de algunas tribunas. No sé si es la mejor solución, pero me parece positivo.

EC – Una de las discusiones era si los efectos de la presencia policial en una de estas tribunas no podía ser un factor provocador de incidentes, ¿ustedes cómo lo ven?

JF – Si a mí se me sienta un policía al lado cuando voy a ver un partido de fútbol es lo mismo que si se sienta cualquier otra persona, porque yo voy a ver un espectáculo. Si voy con ánimo de generar problemas quizás me irrite, pero como voy a disfrutar del espectáculo no veo por qué alguien se puede molestar por un uniforme de policía. Debemos empezar a respetar el uniforme del policía. Cuando tenemos un problema lo primero que hacemos es llamar a la Policía, pero cuando interviene lo primero que hacemos es insultarlo. Obviamente como en cualquier organización habrá policías que actúan mal, bien y otros muy bien, pero eso pasa en cualquier actividad, entonces creo que la Policía se merece un poco más de respeto. A nosotros no nos molesta para nada que esté la Policía, nos criamos con policías en la cancha y nunca tuvimos ningún problema.

EC – ¿Cómo ve usted el problema pendiente por el lado del derecho de admisión?

JF – Yo creo que hoy el Ministerio del Interior y demás tienen los elementos necesarios para determinar las personas que no deberían ingresar, y la Policía debería individualizar a esa gente, sacarla de las canchas y llevarla a…

EC – ¿Cómo individualizar?

JF – Acá se han sacado fotos de todas las hinchadas, se tiene registro de todos los que hacen lío. Las personas que están identificadas no deberían ingresar, así de sencillo.

EC – ¿Pero no es el club el que tiene que colaborar en esa tarea?

JF – El club puede colaborar en la medida de sus posibilidades, pero no es quien debe detener personas. Obviamente si la Policía, el Ministerio o demás, nos pasa un registro de las personas que no pueden ingresar al espectáculo, estarán en la puerta y se les dirá que no puede ingresar, como se le dice a cualquier persona en otros espectáculos. Pero no somos los clubes los que tenemos que hacer un trabajo de investigación, es la Policía, la Justicia, como ahora, que ha dicho que algunos no pueden ingresar, supongo yo que quedarán en esos registros, y estas personas que fueron sentenciadas por la Justicia no podrán ingresar.

EC – Usted alude a los procesamientos de la Justicia de la semana pasada que se dictaron a raíz del clásico.

JF – Claro.

EC – ¿Pero cómo resulta para un directivo como usted, para la dirigencia del fútbol en general, la relación con esos integrantes violentos de las barras? ¿En qué medida ustedes están presionados o amenazados?, ¿en qué medida pueden actuar en libertad en relación con ellos?

JF – En mi caso, desde que estoy en el fútbol no tengo relación con las barras, nunca me sentí amenazado. Obviamente no es un hecho agradable y uno no está capacitado para enfrentar a esa gente, ni tiene ganas. Te diré que uno puede de repente hablar con uno y hacerlo razonar, pero cuando ya son grupo y empiezan a actuar en masa, se convierten en gente completamente irracional y no estoy preparado, ni tengo ganas ni debo hacerlo. Los que estamos en el fútbol y los que vamos al fútbol a dar nuestras horas, nuestro tiempo, nuestro trabajo y el poco o mucho talento que podemos tener lo hacemos sin esperar ningún tipo de beneficio, a eso yo no le voy a sumar un riesgo de vida. Sinceramente le digo.

EC – Recién hablaba de autocrítica respecto al Ministerio del Interior. ¿Nacional también ha hecho su autocrítica a propósito de la "vida"; que los clubes le han dado a sus barras bravas en algunos momentos?

JF – Sí, pero también hay mucho de leyenda urbana en eso. No sé qué supone la gente. Por ejemplo Nacional hace cinco años tomó como funcionarios del club a los dos referentes -porque ahora se utiliza ese término- de las barras. Cobran un sueldo y están en la planilla del club, porque en su momento se nos dijo que había que incluirlos y no excluirlos, son empleados del club y, la verdad, cumplen una muy buena función.

EC – Usted dice que se les solicitó que los incluyeran, ¿está aludiendo al Ministerio del Interior?

JF – Sí, eso cambió, pero hasta ahora fue así.

EC – ¿Cómo que cambió?

JF – Ahora han dicho que las barras no deben de estar en ninguna posición, y está bien, pero yo quiero aclarar que este tema…

EC – ¿Puede explicar un poco mejor eso?

JF – Ahora dicen que la seguridad tiene que estar a cargo de personas idóneas y demás, en su momento también se pedía que se tratara de incluir y no excluir a esa gente y se intentaba de alguna manera recuperar a algunos de ellos. Bajo esa forma de pensar Nacional contrató a dos funcionarios que aún hoy siguen siéndolo y cumplen muy bien su trabajo. Pero además Nacional hace años que tiene su propio servicio de seguridad. Por eso digo que estas medidas confirman lo que venimos haciendo.

EC – Sí, pero yo le preguntaba a propósito de autocrítica, del vínculo que muchas veces se genera de forma enfermiza entre un club y sus peores hinchas, los violentos, los de las barras en su peor expresión. En ese sentido, ¿qué ha hecho Nacional?

JF – Es que no tenemos ese vínculo que usted dice.

EC – Pero estamos hablando de cosas como distribución de entradas gratuitas, otorgamiento por la vía de los hechos de determinados beneficios, como la organización de excursiones cuando el equipo viaja al exterior…

JF – No, Nacional no fomenta ningún tipo de excursión. Si los hinchas se reúnen y organizan una excursión el club no tiene nada que ver, se lo puedo asegurar. Que a la gente encargada de la seguridad, los empleados, se les den entradas para ingresar, sí, pero son empleados del club… Nacional da entradas en cada partido como organizador de un espectáculo a gente que solicita, a compromisos que tiene, pero no se las está dando a los barras como tal.

EC – Pero hubo una época en la que se apoyaba a este tipo de personajes, ¿en eso hubo un cambio, por ejemplo?

JF – Sí, Nacional ha ido corrigiendo eso. Tenemos una empresa de seguridad, y al no necesitarlos tampoco tenemos esa dependencia. Ahora, que haya grupos -porque uno tampoco puede no darse cuenta de lo que sucede- que se reúnen y que presionen, que se peleen entre la hinchada, es un tema ajeno a Nacional. El club no fomenta ese tipo de barras ni mucho menos.

EC – Para terminar, ¿por dónde viene la solución de fondo?, ¿por qué cuesta tanto en Uruguay poner un funcionamiento un sistema como el que en Inglaterra logró desterrar a los hooligans?

JF – Pero en Inglaterra fue acompañado por un cambio en la legislación y hoy alguien que hace algún desmán en un estadio sabe que tiene una pena muy severa; tienen una cultura diferente en cuanto al respeto, a nadie se le ocurre insultar ni tocar a un policía en Inglaterra, en Estados Unidos o incluso en Chile. Hay un conjunto de cosas, también creo que últimamente estamos asistiendo a un fanatismo exacerbado…

EC – Pero en esos países existía y sin embargo se logró desarticular. Mi pregunta era por qué en Uruguay no logramos una solución de fondo como esa.

JF – Porque en esos países existía [el fanatismo exacerbado], pero también existía el respeto por la Policía, independientemente del fútbol; hubo un cambio en la legislación, han aplicado penas severas; tienen plenamente identificados a los socios, al igual que a los hooligan; han hecho un trabajo de inteligencia y prevención.

Este cambio de actitud, para mi gusto, es positivo. Ahora el diagnóstico es que hay determinadas personas que no se van a arreglar hablando y hay que reprimir. Antes se trató de incluirlos, de ver cómo los recuperamos. Creo que con estas medidas ha habido un cambio bastante importante y a partir de ahí se va a empezar a solucionar el tema.

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Foto: Santiago Reboledo