El debut de Uruguay en el mundial será en el Arena Castelão, un estadio diseñado por el arquitecto uruguayo Héctor Vigliecca
En junio del 2014 el mundo entero estará mirando a Brasil porque se empezará a jugar el Mundial. La selección uruguaya, a la que le costó clasificar al campeonato, debutará el 14 de junio frente a Costa Rica en el estadio Arena Castelão de Fortaleza. Casualmente, este estadio fue diseñado por el arquitecto uruguayo radicado en Brasil, Héctor Vigliecca quien conversó con En Perspectiva al respecto de este proyecto, que además fue el primer estadio en quedar pronto para la cita mundialista del año próximo. Además será el encargado de construir el predio que albergará los Juegos Olímpico de Río de Janeiro en 2016. Incluso ya ha sido consultado para la construcción de un estadio para el mundial Qatar 2022.
(emitido a las 8.48 Hs.)
Faltan poco más de seis meses para que la celeste debute en el Campeonato Mundial de Fútbol. Uruguay va a enfrentar el 14 de junio a Costa Rica en el Arena Castelão de la ciudad de Fortaleza. Casualidad o no, la remodelación de ese estadio fue diseñada por un arquitecto uruguayo, Héctor Vigliecca, un hombre que desde hace 30 años reside en Brasil y con quien ya hemos charlado otras veces aquí En Perspectiva. A comienzos de este año lo entrevistamos porque acababa de inaugurarse el Arena Castelão, que fue el primero de los estadios mundialistas que estuvo pronto. Entonces no sabíamos que Uruguay se clasificaría -queríamos, pero todavía eso no estaba claro- y mucho menos sabíamos que su primer partido mundialista sería en aquel escenario.
Pero resulta que el arquitecto Vigliecca enfrenta ahora un nuevo desafío vinculado al otro gran acontecimiento deportivo que Brasil recibirá en los próximos años. En este 2013 su estudio ganó el concurso internacional para la construcción y remodelación de Área do Deodoro, una zona de Río de Janeiro que albergará varias disciplinas deportivas durante los Juegos Olímpicos de 2016 y que, entre otras cosas, implica generar un río artificial.
¿De qué se trata este nuevo proyecto? ¿Cómo vienen los preparativos de la infraestructura que Brasil se ha comprometido a construir para estas instancias, el Mundial y los Juegos Olímpicos? Vamos a charlar con el arquitecto Héctor Vigliecca, a quien hoy tenemos el gusto de recibir en los estudios de El Espectador.
Arquitecto Vigliecca, buen día, gracias por acompañarnos.
Héctor VIGLIECCA:
Buen día, es un privilegio estar por segunda vez contigo y justamente en el último día del año, que es esta época que siempre paso las fiestas con la familia.
EC – Aprovechamos que ha venido de visita para invitarlo y para poder charlar mano a mano, que la última vez fue por teléfono.
HV – Exactamente. La verdad, a esta edad ya tendría que estar jubilado.
EC – ¿Cuál es su edad?
HV – Tengo 73 años.
EC – Bueno, no exageremos (risas).
HV – Pero bueno, estamos a todo vapor.
EC – Se ha convertido en una especie de experto en estadios. De eso vamos a charlar dentro de un rato, ¿le parece?
Quiso la casualidad que el estadio que usted remodeló, el Arena Castelão, será el que albergue el primer partido de Uruguay en el Mundial el 14 de junio frente a Costa Rica, ¿qué significa eso para usted?, ¿cómo reaccionó cuando se enteró?
HV – La reacción vino primero desde Uruguay, de donde recibí centenas de llamadas pidiéndome entradas para un partido (risas).
EC – ¿Y usted tiene?
HV – No, no tengo ese poder.
EC – Y si las tenía ya se le agotaron.
HV – Sí, es difícil, la FIFA tiene una estructura de poder y tenemos que entrar en la fila para conseguir las entradas, como todo el mundo.
EC – Pero va a ir, usted va a estar.
HV – Sí, no tenga duda, yo estaré junto al secretario de Deportes, que nos hicimos amigos, porque este trabajo que hicimos fue muy peculiar, fueron hechos 41 juegos en este último año.
EC – De eso quiero charlar enseguida, pero todavía no me contestó la pregunta, ¿cómo reaccionó cuando se enteró de que el debut de la celeste va a ser ahí?
HV – Fue una alegría. Lo primero que hice cuando llegué aquí fue comprarme la camiseta de Uruguay para poder asistir a los juegos. En el estudio en el último mundial nos juntamos todos, tenemos una pantalla grande y miramos los juegos, pero yo lo voy a mirar con la camiseta de Uruguay para tener un momento agradable junto con los colegas.
EC – Pero ya que usted estuvo en la gestación de este estadio cuéntenos, ¿la cancha tiene algún secreto especial que conviene que conozcan los jugadores uruguayos?
HV – No, no…
EC – No hay nadie escuchando, así que puede hablar con reserva.
HV – Está 100% de acuerdo a las recomendaciones de la FIFA que son muy precisas y de gran rigor. Hicimos un césped tipo bermuda de gran calidad, una especie hecha especialmente para aquel clima, y fue plantada en el lugar, no transferida a través de rollos, que eso siempre es un problema porque las placas a veces se sueltan, no se fijan correctamente a la base.
EC – O sea que es una muy buena cancha.
HV – Es una muy buena cancha. Está perfecta, el drenaje está impecable, el sistema de irrigación subterráneo también. A pesar de que se hicieron algunos espectáculos en la propia cancha, fue Paul McCartney, va Beyoncé también, entonces la cancha se usa también para el público y eso a veces estropea el césped.
EC – Pero usted explicaba cuando hacíamos la entrevista anterior que ya estaba comprada esa tecnología que permite colocar un sobrepiso por arriba del césped con determinados puntos de apoyo a lo largo de la cancha que impide que el pasto se deteriore, ¿no?
HV – Sí, exacto.
EC – ¿Ha respondido bien?
HV – Sí, exactamente. Fue así que se hizo y el pasto hoy está en perfectas condiciones.
EC – Este fue el primer estadio mundialista que estuvo terminado, se inauguró hace un año, en diciembre del año pasado. ¿Cómo le ha ido en la prueba de estos primeros meses de uso?
HV – Se hicieron varias experiencias en estos juegos y se verificó la seguridad de entrada y salida de público, el funcionamiento de los baños, del aire acondicionado, del agua de reúso, el movimiento del público. Nosotros trabajamos con una empresa inglesa que tiene unos recursos interesantísimos de programas para verificar el movimiento de grandes masas de gente. Fuimos a verificarlo en el lugar para saber si aquello que estaba previsto funciona, si el estadio en siete minutos puede ser desalojado, el espacio para la compra de entradas, todo eso fue verificado. También algunos problemas…
EC – ¿Hubo que hacerle ajustes?
HV – Hubo pequeños ajustes…
EC – ¿Por ejemplo?
HV – De cómo se canaliza el público en la llegada, pero nada importante.
EC – ¿La visibilidad, que era uno de los secretos de esta reforma?, porque este es un estadio de 40 años que se reformó.
HV – Nosotros tuvimos la suerte de que los autores al principio se inspiraron en el Estadio Azteca de México. La platea principal tenía una inclinación adecuada en cuanto a su visibilidad, que cumplía con las normas existentes hoy. Eso fue una suerte porque no siempre sucede. Eso nos permitió mantener la platea principal en la situación que ya estaba sin ningún tipo de modificación. Lo que fue hecho fue la reducción del campo cuatro metros para abajo, eso mejoró la situación y hoy en cualquier punto del estadio se ve perfectamente. Eso es lo que nos deja bien satisfechos porque quien viene paga una entrada de un valor relativamente alto. Yo digo que en cualquier lugar del estadio la presencia del juego es extraordinaria porque estamos más cerca del campo de juego y está cubierta el área, entonces hay un ambiente de espectáculo, digamos. Eso es interesante porque se siente mismo sin público, uno entra y es un teatro, es el teatro del fútbol. Esa es una sensación muy linda.
EC – ¿Para qué capacidad es este estadio?
HV – 63.000 personas.
EC – Recordemos que aquí se hizo una reforma, fue muy debatido si había que destruirlo y hacer uno nuevo o reformarlo. Usted nos contaba en la entrevista anterior que para la comunidad era psicológicamente complicado pensar en la demolición y se optó por la reforma, que no necesariamente era más barato, pero que fue el camino elegido. Implicó que solo una parte de las tribunas se demoliera, ¿qué porcentaje?
HV – Es un quinto, es una demolición que ganó un premio internacional.
EC – ¿Por qué?
HV – Porque es difícil demoler un pedazo de una obra de forma precisa, fue hecho quirúrgicamente y la empresa que lo hizo ganó un premio internacional.
EC – Lo otro que se hizo fue techar las tribunas del estadio.
HV – Ya existía un techo parecido al del Maracaná, pero tapaba un tercio de las tribunas. En aquella época no existía una técnica de ingeniería que permitiera hacer techos de grandes dimensiones. Hoy tenemos 30.000 metros cuadrados cubiertos con un sistema relativamente simple.
EC – Rosario que ahora ya se incorporó tiene su primera pregunta.
ROSARIO CASTELLANOS:
Había un tema que a ti te preocupaba y era en qué medida el aspecto del estadio es absolutamente nuevo, más allá de que me cuentes de que había que mantener algo, ¿cómo reaccionó al cabo de este año la gente? ¿Logró apropiarse de esa nueva estructura? ¿Lograste convencer al vecino de Fortaleza?
HV – No hicimos una investigación respecto a eso, pero nunca hubo quejas de nadie al respecto de que estamos destruyendo un patrimonio que ya estaba dentro de la memoria de los ciudadanos.
RC – Y cuando por ejemplo se presentó Paul McCartney que supongo que debe haber sido un lleno completo y un gran movimiento, ¿la convergencia de gente, de tránsito, de ómnibus no afectó a la ciudad?
HV – No, porque el estadio ya está localizado en un lugar muy interesante, es una intersección de dos vías estructurales de la ciudad. Ahora se le agrega un transporte de masas rápido que va a unir el aeropuerto con el centro de la ciudad, entonces la movilidad que tendrán en ese lugar va a ser excelente, entonces la llegada y salida del público va a ser relativamente fácil. Tendremos 4.000 lugares para automóviles y 90 para ómnibus, la mitad de los automóviles están debajo de esa gran plaza que aprovechamos la topografía existente de modo que en ese subsuelo hicimos una nueva geografía.
RC – Subsuelo que además está a nivel de piso, lo que elevaste fue la plaza.
HV – Sí, de un lado está prácticamente a nivel de piso y del otro la altura fue suficiente para permitirnos colocar la Secretaría de Deportes, creo que esa fotografía ya es bastante conocida.
EC – En la entrevista anterior usted hablaba a propósito de esa plaza exterior, esa plataforma que ustedes diseñaron que debajo tiene el estacionamiento y otros servicios y que es el hall de entrada al estadio, el ingreso se controla más afuera, en un perímetro alrededor de esa plaza, y ese lugar es el punto intermedio del acceso del público. Pero además es un sitio previsto para que allí se desarrollen por ejemplo espectáculos, actividades al aire libre, etcétera. Usted enfatizaba mucho en que esa plaza es la que genera el vínculo entre el estadio y la ciudad, elimina la discontinuidad y genera la conexión.
HV – Sí, ese perímetro, como hay actividad, es el que hace la interfase entre la ciudad y el estadio de una manera positiva.
EC – ¿Y cómo ha funcionado eso, cumplió con los objetivos que ustedes se habían propuesto?
HV – Eso vamos a verlo cuando el desarrollo de la ciudad, que todavía es muy pobre alrededor, avance. No hay dudas de que ese es un vector de desarrollo muy interesante que evidentemente va a ser un motor y ya se está previendo hacer hoteles y un shopping center, que ya estaban previstos en el proyecto. O sea que nosotros empezamos el proyecto haciendo un análisis urbano de su ubicación y la posibilidad de que la ciudad llegue hasta ese lugar. Eso sería lo más interesante.
EC – Hay oyentes que aportan en tono de broma sobre una de las cuestiones que yo le preguntaba al principio: "Una primicia";, dice este oyente, "el Tito le entregó los planos secretos del estadio al maestro Tabárez con los detalles de pendientes, inclinación de la cancha, etcétera. La victoria frente a los ticos quedó asegurada";, dice Marcelo. ¿Le suena ese nombre, Marcelo?
HV – Marcelo, bueno, conozco a varios.
EC – Piense por el lado de la familia.
HV – No, de los ticos es más divertido porque yo tengo una vinculación con Costa Rica y los ticos con una universidad donde tengo grandes amigos con los que nos hablamos frecuentemente. Yo estuve en ese país varias veces para dar conferencias y clases en la Facultad de Arquitectura.
EC – Así que para este partido del Mundial tiene los sentimientos repartidos.
RC – No, no, espero que no (risas), que al contrario, les pegues una llamada así les ganamos.
HV – Le dije a Cotelo que mi sobrino me regaló la camiseta de Uruguay para que pueda usarla cuando vaya al estadio.
EC – El Arena Castelão, además de las características que lo identifican y que hemos estado comentando, se ha destacado porque fue el primero que culminó su obra y además porque fue el más barato de todos. ¿Cómo lograron ustedes semejante resultado? Se lo pregunto teniendo en cuenta todos los otros inconvenientes que están ocurriendo con otras obras de otros estadios.
HV – Algunos piensan que eso es resultado de que hemos conservado parte del estadio antiguo. Eso, la verdad, ha sido un problema y no una disminución de costos, principalmente para el proyecto y para la ejecución. Por ejemplo, el modulado de los pórticos antiguos estaba con diferencias de 60 centímetros, era uno cada 14 metros y uno estaba a 14.60, otro a 13.20. Entonces, para conseguir apoyar la estructura del techo, que tiene que tener la posición y la distribución de fuerzas perfecta, tuvimos que inventar un sistema que nos permitiera hacer un elemento intermediario para poder conectar la estructura del techo con la de hormigón. Fue complicado.
Nosotros trabajamos dentro de la obra, esto parece siempre muy lindo, "qué interesante, los arquitectos colaborando con los ingenieros";, pero es un problema, principalmente en Brasil, que no hay una tradición de la colaboración del arquitecto con la empresa constructora. Inauguramos una manera de trabajar en la cual durante la marcha hemos cambiado mil cosas porque tal producto no existe, hay que poner otro. Eso sucedía porque había una gran demanda, muchos estadios construyéndose simultáneamente, entonces por ejemplo la parte de estructura metálica tuvo que hacerse en Portugal, se trajo en barcos en trechos inmensos que fueron soldados en San Pablo y llevados en camión. Fue una estrategia de guerra, y con esa permanencia nuestra y ese intercambio entre el arquitecto las decisiones se hicieron con mucha discusión y se llegó a soluciones lo más optimizadas.
Eso fue una fórmula por la cual llegamos a un precio correcto. La otra fue la reducción del sistema constructivo de la cubierta, esa fue una solución que hicimos en el estudio de arquitecto, junto a los ingenieros, lógico, pero la concepción fue nuestra. Porque había un problema en los años 50, 60, 70, cuando fue hecho el estadio, se usaban grandes estructuras que estaban…
RC – ¿Voladas?
HV – ¿Se dice voladas?
RC – Si, apoyadas en un punto y volando.
HV – Entonces el problema de esas estructuras es el cálculo de la dinámica: cuando hay un gol la gente salta y las estructuras vibran y pueden colapsar. Entonces en el momento en el que se construyó el estadio, en los 70, no se hicieron esos cálculos, eso es una cosa nueva.
EC – O sea que el estadio tuvo suerte, nunca hubo ninguna tragedia pero pudo haber pasado algún problema serio.
HV – Ya se habían hecho una especie de pilares extras que no permitían hacer la vibración, pero no eran eficientes, curiosamente el gran experto en dinámica es un ingeniero uruguayo.
EC – Usted mencionaba al ingeniero Sergio Stolovas, que trabajó con ustedes.
HV – Sí, que hizo los cálculos, interesantísimos, nosotros no sabíamos de eso, aprendimos bastante. Entonces cuando hicimos la estructura de la cubierta –que tiene dos funciones, primero actúa como pilar que impide la vibración, y después se prolonga-, eso fue una solución inédita que resultó sumamente barata porque no tuvimos que usar ningún tipo de piezas que vienen del extranjero. Hay otros estadios que usaron membranas que son extremadamente caras, nosotros intentamos usar membranas pero son muy caras y de mantenimiento bastante complicado.
EC – Enseguida si le parece nos enteramos de los nuevos proyectos en los que está metido con vistas a los Juegos Olímpicos pero también incluso para un mundial que se viene fuera de Brasil.
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EC – Continuamos conversando esta mañana En Perspectiva con el arquitecto Héctor Vigliecca, uruguayo, fundador del estudio Vigliecca y Associados, que existe desde el año 1995 y tiene sedes en San Paulo y Río de Janeiro.
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EC – El punto de partida de esta charla es el hecho de que el estudio del arquitecto Vigliecca diseñó la remodelación del Arena Castelão, el estadio donde la celeste va a debutar el 14 de junio frente a Costa Rica en el Mundial de Brasil.
Usted nos agregaba fuera de micrófonos un dato más a propósito de este estadio.
HV – Bueno, el estadio ya tiene dos certificados importantes, el primero es el de la demolición que se hizo una disminución casi quirúrgica de un sector, y hoy me preguntabas en qué consistía por ejemplo uno de los factores de la economía, es que al demoler ese quinto nosotros concentramos en un punto todas las actividades que exigían instalaciones especiales. Entonces no distribuimos todas las instalaciones especiales, eso fue importante porque esa concentración trajo beneficios de instalación, de tiempo y de economía.
EC – ¿Cuál es el otro certificado que iba a agregar?
HV – El otro certificado es el LEED que atesta las acciones de sustentabilidad, eso fue una sorpresa porque es el primer estadio en América del Sur que conquista este certificado. Eso lo hicimos primero en el proceso constructivo, todo lo que se demolió fue reusado. Por ejemplo, desde el césped existente, que fue donado y recolocado en un estadio del interior; la cubierta fue también reutilizada al igual que todas las sillas; lo que sobró de la implosión, que fue reducido a un material que fue reutilizado en hacer contrapisos. Eso por un lado, después agua de reúso, el mínimo de agua en las descargas de los sanitarios, eso se hizo por vacío, que disminuye la cantidad de uso del agua; después el agua de reúso que se usa para el riego del propio césped del campo. El uso de materiales certificados, de colas que no desprenden vapores nocivos para la atmósfera, de aires acondicionados certificados, hay una sumatoria de elementos que fueron controlados hasta por ejemplo el polvo y la contaminación que la obra generaba en el entorno, eso fue medido y ahí la empresa constructora tiene una parte muy importante al cuidar esos aspectos. Esto es una cosa muy importante para nosotros y para Brasil, tener un estadio con el sello LEED.
EC – Tendríamos tantas cosas para charlar con usted esta mañana, pero vamos a tener que acotar la agenda y quiero que aprovechemos estos minutos para hablar de sus planes de los diseños en los que ya está involucrado. Sobre todo dos, ya que estamos en el terreno de los deportes. Resulta que usted va a tener a cargo una parte de la infraestructura de los Juegos Olímpicos de Brasil del año 2016, en Río de Janeiro, ¿de qué se trata?
HV – Río de Janeiro seleccionó cinco áreas dentro de la ciudad, incluyendo áreas periféricas, La Barra, que va a tener el parque olímpico, concurso en el cual nosotros también participamos, no dejamos pasar una (risas).
EC – Perdieron pero participaron.
HV – Participamos y perdimos con mucho orgullo, porque si uno quiere ganar tiene que saber perder, no hay dudas.
Después el Complejo de Maracaná y Engenhão también forma parte de otro sector, después Copacabana e Ipanema donde se van a hacer las regatas de vela y después el Complexo de Deodoro, que es el nuestro, que reúne 11 modalidades y son cinco millones de metros cuadrados.
EC – ¿En qué consiste entonces? es un área de la ciudad de Río de Janeiro que se va a destinar a una parte de los Juegos Olímpicos.
HV – Exactamente, es un área cedida por el Ejército que curiosamente quedó en el medio de la ciudad, porque alrededor tenemos Madureira, Magalhães Bastos, barrios populosos y muy densos al nordeste de la ciudad. Lo que se está haciendo será un legado fundamental para la ciudad, eso es lo más importante, creo que el Gobierno de Río está preocupadísimo con el legado, lo que me parece correctísimo. Se hará la Transolímpica, de doce kilómetros, que unirá el Parque de los Olímpicos con el área de Deodoro.
EC – Una avenida.
HV – Si, es una vía donde va a tener un corredor de un BRT, que es un ómnibus triarticulado que funciona como una especie de tren en ruedas de goma, es un ómnibus usado en Curitiba, en Colombia también con un resultado extraordinario y un gran movimiento de gente. Esa sería una vía exprés que después en el futuro como legado uniría el centro de Río con estas áreas periféricas.
EC – En este predio que pertenece al Ejército, ¿qué se va a construir? Por ejemplo, yo hablaba de un río artificial.
HV – Bueno, sí, para hacer canotaje hay que construir un río artificial con piedras, con caídas y con todo lo necesario. Contratamos especialistas, tenemos los expertos que nosotros contratamos para BMX, que es un americano de California, tenemos en hipismo, en cross country, un francés, tenemos en canotaje un americano, un australiano y un inglés. Entonces estamos hoy viajando para Estados Unidos, para Francia, yo no lo estoy haciendo, ya tengo gente joven que tiene esa capacidad de viajar dos o tres veces para Estados Unidos, para Inglaterra…
RC – Pero además experimentan el deporte, cosa que tú ya no hacés (risas).
EC – Los más jóvenes sí.
HV – No precisan andar a caballo…
RC – Estás seguro que no se subieron a una canoa (risas).
HV – Porque tenemos expertos que son indicados por el Comité Olímpico que son tipos que ya han hecho por ejemplo las Olimpíadas de Sidney, de Londres, que tienen una inmensa experiencia, entonces han ido ya a un lugar y han dicho "hay que hacer así y asá, hay que corregir estos cursos";. Los circuitos tienen que ser diferentes porque hay una geografía bastante pronunciada de cerros.
RC – ¿Y hay forma de aprovechar algo de esa geografía, y del agua en definitiva, para que el río no sea tan artificial?
HV – Sí, claro, siempre se aprovecha la declividad natural.
RC – ¿Y de dónde sale el agua?, ¿hay que procurarla?
HV – Hay que traerla de algún lugar, no es una cosa fácil. Es como una gran piscina.
EC – Dos datos sobre este proyecto. ¿Qué inversión implica?
HV – Ese número no lo consigo, no tengo una idea muy clara de cuál será el valor final de inversión.
RC – Porque aclaremos, tú estás en el proyecto en este momento en el ajuste definitivo para llamar a licitación.
HV – Sí, todavía no llegamos a analizar esa parte. Por ahora estamos intentando que todo cueste lo más barato posible, ese es nuestro objetivo, solicitado por la intendencia que es la que está ahora administrando todo el proceso de obra y de proyecto.
EC – ¿Y qué va a pasar con esta infraestructura en la que ustedes están trabajando después de los Juegos Olímpicos?
HV – La tendencia, que se hizo en Londres también, es que el 70% de las instalaciones son alquiladas y removidas.
EC – El 70% removible.
HV – Removibles y reutilizables, o sea, no tiene sentido hacer centenas de estadios que después estén vacíos. Solo se dejarán aquellos que las federaciones tienen interés de mantener y serían lugares donde se formarían atletas. Esas instalaciones serán permanentes, como las de canotaje por ejemplo, que es una instalación cara, tiene cuatro turbinas para subir el agua y hacer la caída que parecen del tamaño de un motor de avión, eso es tremendo. Esa quizás sea la instalación más complicada.
RC – Esa permanece.
HV – Esa permanece porque sería utilizada para formar atletas.
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EC – Para terminar, yo decía al pasar hace un rato que por lo visto usted y su equipo se han terminado convirtiendo en expertos en estadios y ya empiezan a moverse y a ser consultados con vistas a mundiales que se vienen. Por lo menos un titular de ese proyecto en el que ya están trabajando.
HV – Bueno, nos han llamado de Doha, que nos llevamos un susto porque hicimos un viaje hasta allá a tratar con una empresa inglesa para hacer una propuesta de montar la Copa del Mundo en Doha para 2022. Yo no sé si voy a estar vivo, pero por lo menos el estudio va a tener un trabajo bastante interesante, por lo menos un estadio vamos a hacer.
EC – ¿Eso ya es seguro o todavía tienen que competir también, pasar por concursos?
HV – No, ya pasamos por una selección en la cual fuimos seleccionados para hacer un estadio junto con esta empresa. Haríamos primero la parte de proyectos básicos para llamar a licitación para la construcción de ese estadio.
RC – ¿También en este caso el sistema es que en realidad el que concursa es el que licita la empresa, que a su vez invita al arquitecto? Es decir, que no es un concurso de arquitectura.
HV – No, no es un concurso de arquitectura. Ahora fue una licitación de empresas que tengan capacidad de gerenciar un proceso de montar un proyecto, llamar a licitación y construir el estadio. Ese es un contrato millonario que nos asusta solo de ver los números pero es un asunto que nos ha prestigiado bastante. El éxito que tuvimos en este estadio en cuanto a los valores y la rapidez nos ha colocado dentro de la expectativa de otros países que quieren conseguir ese tipo de objetivo.
Quiero agradecer una vez más esta invitación, esto me prestigia de una manera extraordinaria, sé que toda mi familia los escucha todas las mañanas, tengo a mis sobrinos que son ingenieros agrónomos que trabajan en el interior y están siempre.
EC – No solo su familia por lo visto, acá tengo varios mensajes de quienes recuerdan y reconocen "toda aquella barra del Centro Cooperativista Uruguayo que tanto hizo por la vivienda cooperativa";. Otro dice "con Vigliecca nos unen el Centro Cooperativista Uruguayo y la Cooperativa San Antonio, mi primera vivienda, felicitaciones por traerlo y permitirme escucharlo";, dice el oyente. Está removiendo muchas emociones de varios de nuestros oyentes.
HV – Yo también me quedé muy emocionado. Esto realmente es una maravilla.
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Fotos del Arena Castelão en la página de Vigliecca & Associados