Intercambio

El acuerdo entre la ANII y la Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana fomenta la innovación uruguaya con el asesoramiento de jubilados alemanes

Reichstag - Parlamento Alemán. https://www.flickr.com/photos/rs-foto/
Reichstag - Parlamento Alemán https://www.flickr.com/photos/rs-foto/

La Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana firmó un acuerdo con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para potenciar la llegada de jubilados alemanes que asesoren empresas. Esta práctica ya se estaba realizando en nuestro país, pero con la firma de este acuerdo se permite que más empresas públicas y privadas puedan acceder a este servicio a un mejor precio. El presidente de la Cámara Uruguayo-Alemana, Paul Riezler, dijo a En Perspectiva que la marca "Made in Germany" y su expertise industrial son favorables a la hora de recurrir a un servicio como éste. También señaló que con estas iniciativas "las empresas descubren en la Cámara Alemana un gran instrumento".

(emitido a las 7.49 hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Ustedes sabían que Alemania tiene un programa que facilita que sus jubilados viajen por el mundo asesorando a empresas a un costo muy reducido?

Seguramente algunos lo tienen presente porque recordarán un informe que realizamos aquí En Perspectiva, hace casi un año, contándoles de esta posibilidad, a la que ya podían acceder las empresas uruguayas.

Se trata de un programa alemán público-privado denominado Senior Experten Service (SES), que ya tiene varias décadas. Es promovido por la industria y el Estado alemán, y posibilita la transmisión de conocimientos y experiencias a aquellos que lo solicitan.  

Se basa en la idea de que cuando el trabajador alemán se jubila a los 65 años, y deja su actividad profesional en su país, está totalmente actualizado con todo su expertise y su know how. Entonces se centra en aquellos jubilados que quieren viajar por el mundo compartiendo sus conocimientos mientras continúan cobrando, por supuesto, la jubilación del Estado alemán.

Entonces, cuando una empresa en alguna parte del mundo, por ejemplo de Uruguay, necesita un especialista en determinada área, puede pedir asistencia a este programa, que acá en nuestro país es coordinado por la Cámara Uruguayo Alemana.

Cuando tratamos el tema aquí En Perspectiva hace un año hablamos con uno de los jubilados alemanes que en ese momento estaba en nuestro país. Él nos contaba qué lo había llevado a esta decisión de inscribirse en el programa y venir a asesorar a una empresa en América Latina.

(Audio.)
"Pensando 'no quiero estar en mi casa en Alemania sin hacer nada', vi el programa del Gobierno alemán en el periódico y escribí 'tengo estas experiencias', porque hablo además muchos idiomas, y puedo ir a muchos sitios y dar mi experiencia".
(Fin.)

EC – Esos son los antecedentes. ¿Cuál es la novedad ahora? Ayer la Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana firmó un acuerdo con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para potenciar este programa y fomentar la llegada de jubilados alemanes para que asesoren empresas públicas y privadas de nuestro país.

Vamos a profundizar en este tema. Estamos en contacto con el presidente de la Cámara Uruguayo-Alemana, Paul Riezler.

ROMINA ANDRIOLI:
Expliquemos algo más de cómo funciona este programa SES, por ejemplo, ¿con qué tipo de expertos alemanes se puede contar a través de esta iniciativa?

PAUL RIEZLER:
Por una parte el programa tiene en este momento un listado de un poco más de 12.000 expertos a disposición en Alemania y dentro de ellos nos podemos imaginar que existen todas las áreas que se nos ocurran, cualquier tipo de industria o servicio que se vaya a requerir en Uruguay está dentro de esa lista. Dentro de esas áreas se destaca lo que tiene que ver con orientaciones técnicas y tecnológicas, pero eso no significa que no haya también expertos en otras áreas que de pronto no son las más características que uno buscaría en Alemania.

RA – ¿Y cuál es la ventaja para la empresa de contar con este tipo de asesoramiento?

PR – Estamos hablando de expertise industrial aleman, gente que tuvo muchos años de experiencia dentro de la industria alemana, la marca Made in Germany y todo ese know-how alemán creo que pesa, no solo a nivel uruguayo sino en el mundo entero.

Además es prácticamente la panacea para cualquier empresario. Un empresario para resolver determinado problema en su empresa contrata una consultoría o un experto, que cuestan cifras importantes, en general.

RA – Así que la consultoría puede ser un tipo de asesoramiento, por ejemplo. Una empresa se enfrenta a un problema y puede acudir por esta vía a un asesoramiento.

PR – A eso iba, a esas consultorías o esos expertos que normalmente, no solo en Uruguay sino en el mundo entero, cualquier empresa contrata para resolver problemas puntuales o reformular determinadas áreas de las empresas, o cuando los empresarios claramente se dan cuenta dónde tienen alguna falla o algún problema dentro de sus procesos o de su industria.

Cuando hacen una consultoría o contratan a un experto externo el costo es altísimo. Eso por una parte, por otra hay algo con que lo que este programa da en el clavo: es muy difícil encontrar esos expertos en el mundo. El propio presidente de la ANII nos comentaba que ellos tuvieron muchas solicitudes durante mucho tiempo y querían resolverlo, no era un problema de dinero, sino simplemente que es muy difícil encontrar ese tipo de expertos, muchas veces es buscar una aguja en un pajar.

La gran ventaja del programa es por un lado económica, el costo no tiene absolutamente nada que ver con el de una asesoría o el de un profesional que se contrata habitualmente, y por otro lado el hecho de tener un banco de datos tan grande donde uno pueda acceder muy fácilmente. Sabiendo precisamente qué se precisa se puede acceder muy fácilmente a una lista de tres, cuatro, cinco, diez especialistas que sepan de ese tema, que tengan la expertise, y que además por ejemplo en el caso de Uruguay sepan español y estén dispuestos a venir.

RA – Sí, escuchábamos recién el testimonio de quien entrevistábamos en aquella oportunidad, era un alemán que hablaba pocas palabras pero se defendía bien para hacerse entender, porque eso es todo otro aspecto.

PR – Eso es sumamente importante también. Uno dice que hay una lista de 12.000, no tenemos que ser tan ingenuos de pensar que hay 12.000 que van a venir a Uruguay y que saben español. Lo que sí, por obligación, todos tienen que saber más de un idioma para integrar esa lista, y yo diría que el 90% tiene inglés. El empresariado uruguayo con el inglés también se puede manejar, pero también hay una cantidad enorme que sabe español. De hecho todos los que vinieron a Uruguay algo de español sabían cuando vinieron y cuando se fueron quedaron contentísimos porque también aprendieron el idioma.

RA – Claro, para ellos también tiene ese retorno, conocer un país, el intercambio cultural, hacer turismo.

PR – Sí, tiene un retorno cultural. Piensen que esto es una fundación entonces tiene también mucho concepto social. El jubilado que viene sigue cobrando su jubilación en Alemania, lo que se le paga acá es insignificante, y tiene también ese concepto de "yo puedo ser útil, a mi edad, y puedo transferir mis conocimientos a una empresa del otro lado del mundo que esté precisando este tipo de ayuda".

RA – Antes de entrar en los costos que implica a una empresa traer a un experto alemán, ¿qué cambios implica el acuerdo con la ANII?, ¿se potencia este programa?

PR – Hay dos aspectos, por un lado nosotros como Cámara Uruguayo-Alemana veníamos trabajando con el programa, que mantenía su ritmo, todos los años venía determinada cantidad de expertos, últimamente aumentó, en lo que va de este año ya tenemos 20 solicitudes. Eso directamente como Cámara Alemana trabajando con el SES en Alemania.

El programa de la ANII por un lado potencia la masa crítica, la cantidad de empresarios, se entera mucho más gente, se le da publicidad, genera prensa, el programa pasa a ser conocido. Ese es un aspecto, y es deseable que traiga muchas más solicitudes.

RA – Ni antes ni ahora la empresa tiene que tener vínculos directos con la Cámara Uruguayo-Alemana, ¿no?

PR – No, pero lo increíble es que se generan automáticamente porque las empresas descubren en la Cámara Alemana un gran instrumento, no solo por este programa, sino por toda otra serie de programas que maneja que indudablemente están siendo desperdiciados por desconocimiento o porque nosotros no somos lo suficientemente ávidos en la comunicación hacia afuera. Se generan vínculos posteriores entre las empresas, algunas ya los tienen previamente.

Volviendo a lo anterior: por un lado el hecho de potenciar esa masa crítica de empresas, que se enteren de que está este programa. El otro beneficio es sobre todo para proyectos nuevos o empresas innovadoras, o para empresas ya existentes con dificultades de pronto financieras o económicas: la ANII también participaría en parte de los costos de esos expertos. Ahí tenemos dos aspectos: la ANII ayuda por un lado con la promoción, todos los empresarios saben qué es la ANII, y la oferta pasa a ser escuchada; además, la ANII está dispuesta a colaborar en parte con ese tipo de costos.

Además, no quiero ponerlo en la misma línea pero también es sumamente importante para nosotros como Cámara Alemana, hacer un acuerdo con la ANII nos implica estar hablando con una institución que justamente fomenta la innovación, la investigación y el desarrollo, que es donde en realidad la industria alemana se hizo fuerte. No es un interlocutor cualquiera para nosotros. Un joven empresario uruguayo que tiene un proyecto y necesita financiarlo, desarrollarlo, etcétera, muchísimas veces pasa por las oficinas de la ANII.

La propia ANII nos decía que muchas veces no se trata de un problema de dinero sino que no tienen cómo ayudarlo porque es un área nueva que en Uruguay no se conoce y no saben cómo ayudarlo. Este programa a la ANII también le viene como anillo al dedo porque le daría esa expertise y esa gente que en este momento la Agencia no tiene como para ayudar a esas empresas, independientemente del tema económico.

RA – Yendo al tema económico, ¿cuánto tiene que pagar una empresa uruguaya que quiera traer a un experto jubilado alemán?

PR – El programa es bien sencillo. El costo es casa, comida y un viático de 12, 14 dólares por día. Ese es el costo real que hay. Ahora, está el costo de los pasajes, esas son cosas que se negocian en el SES, la Cámara se dedica un poco a asesorar a las empresas que quieren a los expertos, porque si son pequeñas empresas en general se logra que desde Alemania se hagan cargo de esos gastos grandes. Realmente si uno lo analiza tener en Montevideo a un experto en algún tema por un viático diario es un gasto prácticamente insignificante para una empresa.

Ahí es donde también entra la ANII que asume parte de ese "gasto insignificante" en función del proyecto, del tipo de empresa, del interés nacional que pueda tener, el desarrollo de nuevas tecnologías. Ahí hay todo un proceso en el que la ANII define en qué porcentaje participa en función del interés que pueda despertar ese tipo de empresa.

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