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Asambleistas de Gualeguaychú volvieron a reclamar este domingo

Asambleistas de Gualeguaychú volvieron a reclamar este domingo

Ecologistas y vecinos de Gualeguaychú (Argentina) se movilizaron este domingo para protestar contra el aumento de la producción de la planta de celulosa UPM.

Este domingo, unos 250 activistas contrarios a la existencia de la planta de celulosa en Fray Bentos cortaron el puente San Martín, y paralizaron la circulación durante unos 45 minutos.

El activista José Pouler dijo a El País que más allá de expresarse en contra de la autorización uruguaya para que UPM aumente la producción, lo que buscan en último término es que se desmantele la planta.

Convocados por la Asamblea Ciudadana Ambiental, los manifestantes se trasladaron en caravana hasta el puente internacional "General San Martín", fronterizo entre Argentina y Uruguay, para reclamar por la planta de celulosa que la finlandesa UPM (antigua Botnia) tiene en la localidad uruguaya de Fray Bentos.

Una vez allí, leyeron un documento en el que solicitaron que se ratifique el pedido de desmantelamiento de la planta "porque hay pruebas de que es contaminante".

Los manifestantes, alrededor de medio millar, según fuentes de la Gendarmería, rechazaron el aumento de la producción y advirtieron al Gobierno de Cristina Fernández que "las deudas ambientales también se pagan".

"Hoy nos encontramos ante un nuevo atropello, por parte del Gobierno uruguayo, a pactos entre pueblos hermanos", subrayaron.

Pero también, añadieron, "vemos con gran preocupación las respuestas espasmódicas que ensayan nuestros representantes a dichas violaciones, manifestándose puntualmente cuando el Uruguay avanza ilegalmente en este conflicto, quedando después todo en el olvido".

En diálogo con El Espectador, el asambleísta Juan Veronesi dijo que desde que supo la noticia que Uruguay había aprobado un aumento de la producción, hay más indignación porque más producción es sinónimo de más contaminación.

Uruguay autorizó el pasado 13 de junio a la papelera a incrementar su producción hasta alcanzar 1,3 millones de toneladas al año, una decisión que el Gobierno argentino consideró "un gesto inamistoso" del Ejecutivo de José Mujica.

Tras conocerse la decisión, el ministro argentino de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, envió una misiva al canciller de Uruguay, Luis Almagro, en la que le reclamó dejar "de inmediato sin efecto" el aumento de producción en la planta de celulosa.

Igualmente, Timerman informó a Almagro que el Gobierno argentino "procederá a reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral con el Uruguay, así como el funcionamiento de las respectivas comisiones binacionales".

Fuente: EFE.