Limpieza en Montevideo

Desde la Intendencia no creen que deban tener una respuesta para todos los clasificadores

El plan de la Intendencia sobre el tema de la basura ha generado conformidad en algunos sectores y detractores en otros. Desde la Unión de clasificadores se entiende que medidas como éstas apuntan a destruir su fuente de trabajo. Por su parte, la Intendencia cree que estas disposiciones brindarán mejoras para todas las partes. Días después de haber hablado con el representante de Ucrus, En Perspectiva entrevistó a la directora de Desarrollo Social de la IMM, María Sara Ribero, quien defendió la gestión de la comuna al decir que "ha dado muestras más que suficientes de que no desarrolla ninguna política 'antipobres'", como en algún momento se les acusó. También aclaró que todo este programa se hizo en conversaciones permanentes con Ucrus.

(emitido a las 9.00 hs.)

EMILIANO COTELO:
La Intendencia de Montevideo viene implementando un nuevo sistema de contenedores de residuos. Son herméticos y antivandálicos, y procuran eliminar la acumulación de basura que tradicionalmente hemos visto alrededor de esos dispositivos. Todo indica que son una buena solución. Pero le han generado a la comuna una nuevo "enemigo": los clasificadores.

La colocación de los nuevos contenedores comenzó en la Ciudad Vieja, una zona considerada de las más redituables para estos trabajadores por el alto valor de los residuos que se generan allí. Pero como estos contenedores impiden que se saque basura de ellos, la Intendencia entiende que el ingreso de carritos al barrio ya no tiene sentido, y por eso los prohibió. Y además anunció que la prohibición se extenderá pronto a otras zonas, como Centro, barrio Sur, Palermo y Parque Rodó. Estas noticias provocaron el rechazo del sindicato de clasificadores, que denuncia que este plan se está implementando sin que previamente se hayan ofrecido alternativas laborales a los afectados.

Su presidente, Juan Carlos Silva, estuvo este martes en EN PERSPECTIVA.

(Audio Juan Carlos Silva.)

"… nosotros no estaríamos con ningún problema, si el contenedor favorece la limpieza de la ciudad estamos de acuerdo, es bárbaro. ¡Pero, negro, a ver, dejame trabajar, dame una puertita de salida! ¿Para dónde voy? ¿Qué hago? ¿Me meto en el cantegril y salgo a robar o me pongo a vender droga? Esa es la problemática.

Las personas que trabajan en el clasificado, que la mayoría no tiene los estudios terminados, o tiene antecedentes penales, o está pasada de edad, o tiene defectos físicos y otros problemas de vicio, tienen que ser insertadas en algún lado. Si me escondés, me negás la cantidad, como la cifra de la Intendencia, y me barrés para abajo de la alfombra, eso va a explotar por otro lado. No tiene ciencia, cualquiera medianamente se da cuenta. Comer yo tengo que comer y darles de comer a mis hijos tengo que darles."

(Fin.)

EC - ¿Qué responde la Intendencia a esta protesta? ¿Cómo piensa encarar el conflicto que Ucrus está preparando?

Para charlar de esos temas recibimos a la directora de Desarrollo Social, María Sara Ribero.

¿Cómo se siente cuando la Ucrus dice que este plan de la Intendencia es "antipobres"?

MARIA SARA RIBERO:
Siento la responsabilidad de decir con total claridad que esta Intendencia, este gobierno departamental, ha dado muestras más que suficientes de que no desarrolla ninguna política antipobres. Rechazo por completo esa caracterización de lo que estamos haciendo.

Me gustaría contextualizar la tarea que estamos desarrollando con los clasificadores, porque si uno toma flashes, cifras separadas, no se entiende la globalidad de lo que estamos haciendo.

EC - Puede ser bueno, sí. Yo iba a decirle que este sistema de los contenedores antivandálicos suena como una buena solución para el problema de la basura, que tanto le ha costado erradicar a la Intendencia. Pero todo indica que no se llegó a tiempo con una solución de trabajo alternativa para los clasificadores afectados. ¿Es así?

MSR - No, no es tan así.

EC - La escucho.

MSR - Al comienzo de esta administración, en el 2010, se tomó la decisión de separar el tema de los clasificadores, de las personas que se dedican a la clasificación, del tema de la limpieza. Aunque van juntos, porque lo que juntan los clasificadores son residuos que tienen valor y se comercializan.

EC - Y además hay clasificadores que trabajan mal y dejan sucia la zona alrededor de los contenedores, ya lo sabemos.

MSR - Sí, en general no son los clasificadores que andan en carro los que dejan mayor mugre. Hay otra generación de gente que se mete en los contenedores, a los que llamamos "bolseros", que anda sin ningún carro, con una mochilita o con un bolso y tira mucha cosa para afuera. En general los otros no porque saben realizar la tarea.

Tomamos esta decisión de ver la situación de los clasificadores, seres humanos, junto con los residuos y ver cómo lo trabajábamos. Esta fue la primera decisión que se tomó.

Lo segundo que anunciamos en la Junta Departamental fue que no teníamos un número exacto de clasificadores. La confusión viene porque la Intendencia tiene desde hace tiempo un Registro de Clasificadores. Usted va, se registra, registra su carro, pero después por H o por B, porque se fue para el interior, porque consiguió otro trabajo, porque está en otro lugar, usted deja de clasificar, pero no se le da de baja en el registro. Yo lo comparo para que se entienda con lo que ocurre cuando vamos a sacar la cédula de identidad. Si usted va hoy a sacar la cédula de identidad, seguro que el número va a ser seis millones y tanto, y no somos seis millones de uruguayos, sino que sigue.

Este es un primer dato concreto. De ahí el tema de si son 9.000, 7.000, 5.000, se genera esa confusión. Ese registro no se venía actualizando en términos de "dejé de hacer la tarea, me dan de baja". Entonces quisimos hacer un relevamiento que nos diera con la mayor certeza la cantidad de clasificadores, su ubicación y sus características, para pensar en alternativas de salida.

Cuando se encarga este estudio ya veníamos trabajando con los trabajadores en cursos de capacitación en diversas áreas. El estudio se le encarga al Instituto de Estadística de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República. El Instituto de Estadística es lo más que tenemos.

Me preguntarán por qué no utilizamos los datos del censo. Porque en ese momento no estaban procesados. Entonces encomendamos este estudio, que se realiza y que nos da los datos que dimos. Nos da lo que veníamos percibiendo, que había habido un descenso notorio en la cantidad de personas que se dedican a clasificación y de carros de diversos tipo que circulan por la ciudad.

EC - Por lo tanto, ¿cuál es el número?

MSR - El número que nos da el Instituto de Estadística tiene que ver con que son algo más de 2.800 hogares de clasificadores que forman un universo de algo más de 3.100 clasificadores.

EC - Esos son números relevados ¿a qué fecha?

MSR - Ese relevamiento se terminó a fines del año 2012.

EC - Ahí empiezan los problemas, porque Ucrus habla de 9.000 personas.

MSR - Sí, pero es lo que explicaba, supongo que los 9.000 pueden salir de ese registro de la Intendencia, no lo sé, y como dije, ese registro no va dando de baja a la gente. A nosotros nos dan 2.027 hogares de clasificadores que conforman 3.188 personas. Esto es variable, esta población entra y sale de la clasificación. Responde a que muchos de ellos tienen historia de trabajo formal anterior y tienen una cierta capacidad, en la medida en que el país va mejor, de insertarse en el mercado laboral. Esto es lo que nos da el Instituto de Estadística. Presentamos públicamente estos números en la Intendencia, convocamos a todo el mundo que quería colaborar con esto para que viera los resultados.

Junto con esto, la Intendencia realizó tres relevamientos epecíficos en lugares que iban a ser afectados por los cambios en la política de recolección. Uno en las 87 manzanas de Pocitos de Mi Barrio Clasifica. Llevamos contenedores e invitamos a los vecinos a participar, entonces esa riqueza, más allá de que el contenedor no está cerrado, no iba a estar. Queríamos adelantarnos a esto. Y los otros, uno en Ciudad Vieja –porque los contenedores iban primero a Ciudad Vieja– y otro más recientemente en el resto del Municipio B, el resto del Centro Comunal 2.

Hicimos el relevamiento con un equipo que estaba las 24 horas del día en la calle. Eran diferentes equipos en lugares donde íbamos registrándolos, los abordábamos, les preguntábamos sus datos, lugar de procedencia, su interés en participar en otras propuestas laborales y demás cosas que nos permitían tener un panorama.

EC - A partir de ese relevamiento propio de la Intendencia, ¿cuál fue la conclusión con respecto a los clasificadores que iban a ser afectados por esta primera etapa de los contenedores antivandálicos, los de la Ciudad Vieja concretamente?

MSR - Los de la Ciudad Vieja son 47 personas que circulaban por la Ciudad Vieja según este relevamiento que duró una semana y que estaba las 24 horas del día. La Ciudad Vieja es fácil de relevar porque tiene pocas entradas y salidas, o sea que cuando uno está más de una semana y ve que la gente se repite y se repite, ya está. El relevamiento nos dio que había gente que iba una vez por semana –si venía una vez por semana, en verdad su única fuente de ingreso no era esto–, había otros que venían los siete días de la semana y otros que venían dos o tres veces a la semana.

EC - Ucrus también discute ese número. No comparte que fueran 47, dice que son más.

MSR - Esto es lo que nos da a nosotros. Yo digo cómo lo hicimos, digo la gente que relevamos, cómo lo trabajamos. No alcanza con decir "no es así, no es así", uno tiene que tener algún otro dato que diga por qué no es así. Estas 47 personas fueron todas entrevistadas; esto lo realizamos en agosto de 2013, adelantándonos a esto. Porque además hemos estado en contacto permanente, todo este programa ha sido conversado con Ucrus de forma permanente, no es que un día uno amaneció y dijo "¿Hoy qué puedo hacer? Entonces invento esto".

EC - Entonces, a esas personas, supongamos que fueran 47, ¿qué se les ofreció como alternativa para cuando llegaran los contenedores antivandálicos?

MSR - La mayoría de ellos vienen del Municipio A y del Municipio D y seis del F. A los del Municipio A, como estábamos por instalar la primera planta de clasificado en La Paloma, les ofrecimos ingresar allí, varios de ellos están trabajando allí y algunos dijeron que no les interesa, porque la propuesta es abierta. Los del Municipio B se tienen en cuenta para la próxima planta que vamos a abrir en Burgues. Y al resto del Municipio F y a los otros se les propuso en algunos casos, por sus posibilidades, reconvertirse para los levantes especiales.

EC - Esa es una alternativa de trabajo entonces. ¿En qué consiste?

MSR - La Ciudad Vieja tiene mucha oficina, descarta mucho papel, cartón. Esas oficinas, esos grandes productores de residuos muy valiosos tienen que tener un plan de gestión, tenemos que saber para dónde van. No tiene sentido que estas cosas que son valiosas se pierdan en la usina, vale la pena que la gente trabaje de esto. Y la gente puede recogerlos, puede reconvertirse, los propios clasificadores. De hecho ellos conocen que hay varios de ellos que se han agrupado entre dos, tres o cuatro, vendieron su carro, vendieron su caballo y compraron un camioncito, porque esto está habilitado. No solo hay habilitación, sino que los hemos apoyado, ayudado para reconvertirse en esto. O sea que es otra forma de trabajo, en horarios establecidos. Esto no tiene que ver solo con los carros, tiene que ver con una forma de trabajo que nosotros consideramos más digna y como una forma de pasar al trabajo formal, con todos los derechos que tiene cualquiera como trabajador.

EC - Lo cierto es que no todos los que se desempeñaban en la Ciudad Vieja tienen un trabajo alternativo. Eso es lo que denuncia Ucrus. Entre otras cosas debido a que las condiciones de remuneración en las plantas de clasificación no les convienen. Ucrus dice que allí se ganan 6.840 pesos en la mano y que por lo tanto muchas veces ese exclasificador que termina trabajando en la planta después sale a requechar por su cuenta, porque lo que cobra allí no le alcanza. Ellos hablan de que la tarea habitual que desempeñan les permite llegar a ganar 20.000 pesos y no 6.800, 7.000. ¿Cómo ve ese tema de la diferencia de ganancia, de retribución?

MSR - Nunca sabremos exactamente lo que sacan, porque es variable y porque todos dicen cosas distintas. Yo sí digo lo que sacan en las plantas. Las plantas están otra vez en el marco del Plan Director de Limpieza, en el Plan de Gestión de Envases, en el acuerdo que tenemos con la Cámara de Industrias, la Dinama y el Mides. A partir de lo que se recauda por los envases no retornables, la Cámara de Industrias aporta para un salario mínimo por trabajador. Todos sabemos lo que es el salario mínimo, así que es eso. Por arriba de eso reciben el producido de las ventas que se generan en las plantas. ¿Quién lleva esto a las plantas? La Intendencia. ¿De dónde? De los contenedores que están instalados en las grandes cadenas de supermercados.

Aprovechamos para decirles a los oyentes que queremos la colaboración con esto, porque esto es lo que nos permite alimentar estas plantas.

EC - Entonces la retribución del empleado en una de estas plantas es variable, tiene un fijo, el salario mínimo nacional, y una segunda parte que depende de lo que se venda del material procesado ahí.

MSR - Depende de nuestra capacidad de llevar los residuos necesarios, que va aumentando, de la capacidad de los que están allí para procesar esto rápidamente y de los precios que se van consiguiendo en el mercado.

EC - ¿Y la realidad qué dice entonces?

MSR - Cualquiera que haya instalado un negocio sabe que en los dos primeros meses, tres, uno no tiene exacto lo que está sacando. Esto es variable. Pero van sacando el ingreso de la gente que está allí… Claro que todo el mundo quisiera ganar mejor, ¿quién no?, pero van viendo que van pudiendo, que sus condiciones de trabajo son mucho mejores, porque no es lo mismo trabajar al aire libre que trabajar en las plantas, que son techadas, y que se les llevan los residuos ya preclasificados. Además tienen vestuarios, ducheros, lugares de capacitación, etcétera. Y saben que esto va a ir creciendo, y que en la medida en que esto avance, genere más ingresos, esos ingresos son siempre para repartir y reconvertir clasificadores.

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EC - Ya están instalados en la Ciudad Vieja los nuevos contenedores antivandálicos, y como consecuencia de eso se amplió la zona de exclusión para los carritos de clasificadores, que ahora ya no pueden entrar en ese barrio. Y como el sistema de los nuevos contenedores se va a extender a Centro, barrio Sur, Palermo y Parque Rodó, también llegará allí la prohibición de los carritos.

Todo esto ha generado un conflicto con el sindicato, Ucrus, que anuncia distintas medidas de protesta y movilización.

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EC - Por ahora en Montevideo funcionan dos plantas de clasificación. Una en el barrio La Paloma y otra en el barrio Chacarita de los Padres. Hay dos más en construcción, una en Burgues y Aparicio Saravia y otra en Camino Durán, que estarían operativas para setiembre. Y a fin de año se sumaría una quinta planta en el barrio Seis de Diciembre. ¿A cuántas personas van a dar empleo todas estas plantas? El número que ha circulado es de 130 personas.

MSR - No, 130 las cuatro que están en el marco de la ley de envases. Todavía no tenemos cuantificada la cantidad de gente para la planta del Seis de Diciembre, pero serán unas 40 personas más.

EC - Según Ucrus, no son ni siquiera el 5% de todas las personas que viven de la basura en Montevideo.

MSR - La gente vive de los residuos, no de la basura. Porque la basura no tiene valor, los residuos tienen valor de reconversión.

EC - Parece claro que esa línea de las plantas de clasificación no es una solución suficiente como alternativa.

MSR - Por algún lado empiezan las soluciones. Esto –que tampoco lo inventamos, lo vimos en otros lugares– hay que probarlo, probar que funciona. Vamos probando que funciona, que la gente se adapta, que la gente va valorando el trabajo, que va aprendiendo a hacerlo en equipo, que valora el tener todo lo que significa ser un trabajador formal. Y estas plantas, esta forma de clasificar distinta, no tienen todavía un techo en cuanto a los beneficios que nos puede dar.

Hoy ellos venden el plástico (las botellas) como viene. Pero ese plástico puede procesarse y transformarse en PET, y vale tres veces más. O sea que como proyección hay cómo ir aumentando ingresos, y volcar esos ingresos hacia nueva generación de empleos para la gente que hasta ahora trabaja en eso. Esa es una línea de trabajo.

EC - Pero a esa respuesta el Ucrus le va a contestar: "Está interesante saber que existen esas posibilidades para adelante, pero ahora, en el corto plazo, ¿qué hacemos?". Ahí aparecen comentarios como el que hacía Silva el martes pasado: "Yo tengo que dar de comer a mi familia hoy, y si no tengo, bueno, quién sabe en qué termino". Hablaba incluso de la posibilidad de robar, etcétera.

MSR - De verdad creo que no es un ejemplo feliz. Me parece que no caracteriza bien a los clasificadores. Si algo no se puede decir de los clasificadores es que sean gente que no trabaja. Muy cerca de ellos existe el delito, y ellos han optado por trabajar en lugar de delinquir. O sea que no me parece una buena caracterización.

EC - Pero forma parte de la polémica.

MSR - Forma parte de una realidad, pero como cualquier verdad dicha a medias se transforma en una mentira. Primero, no es la única forma que tienen los clasificadores; hemos trabajado con ellos, y ellos lo saben, en lo que tiene que ver con posibilidades laborales.

Venimos realizando acuerdos con el Inefop para capacitar en áreas distintas a los que quieren salir de este sector. Hay varios trabajando en la construcción, tenemos un acuerdo con la Cámara de la Construcción. Tenemos un acuerdo con los fabricantes de pastas, varias mujeres se capacitaron y están trabajando en fábricas de pastas. Tenemos una larga lista –con número de personas, nombre y apellido, para que no sea una cosa difusa– de personas que están trabajando por fuera de este sector de los residuos.

Por otro lado, lo que hoy cambia la forma de recolección es la Ciudad Vieja, y cambia que en el resto del Municipio B los contenedores no se pueden abrir. En el resto de la ciudad, por donde circula toda una cantidad, la cosa sigue igual. Vamos paso a paso, viendo cómo esto se va reconvirtiendo. Hay lugares donde generan más problemas en el tránsito, en pleno Centro, en el microcentro de Montevideo, y en otros lugares no se generan estos problemas. Hay diferentes alternativas. Esta es una cosa.

La segunda. Nosotros sentimos que tenemos una responsabilidad en esto, pero de verdad tampoco sentimos la responsabilidad de tener una respuesta para todos los clasificadores que existen en Montevideo. Por eso digo que trabajamos en conjunto con el Mides, con el Inefop en la capacitación, con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, hay más. Y además apelamos a la sensibilidad de toda la gente de buena voluntad que quiere colaborar en esto, porque tenemos la posibilidad de capacitar a esta gente y la verdad que es gente que cuando ingresa al mercado formal de trabajo lo hace de forma muy satisfactoria, se inserta bien. Algunos no, es verdad. Pero ¿a todos les va mal? Tampoco es verdad.

EC - Silva hablaba en la entrevista de un sector de esta población dedicada a la clasificación que no está en condiciones de ingresar en el mercado formal. "Estamos hablando de los sectores más bajos de la sociedad, que tienen dificultades por el entorno social, por la problemática de educación, de vivienda, de salud, de antecedentes penales, de mil cosas por las cuales se ven impedidos de tener un trabajo formal." ¿Qué dice sobre esa parte del problema?

MSR - Otra vez. ¿Cómo vamos a decir que son todos iguales? De vivienda, en general, casi todos tienen, según el relevamiento que tenemos la mayor parte de los clasificadores vienen de la periferia de Montevideo y muchos de ellos viven en condiciones bastante precarias. Salud, está todo el mundo cubierto. Educación, hay muchos que tienen primaria terminada y algunos que tienen algunos años de secundaria. Y además hay muchos, muchísimos, con muchas ganas de cambiar, de tener una oportunidad distinta. Y se los aborda y se trabaja con ellos desde lo social, trabajamos con un espléndido equipo que tenemos en la Intendencia que trabaja específicamente con ellos y va conociendo la historia de cada uno y las posibilidades. Hay gente que se engancha en esta alternativa. Yo siempre digo que esto lo tenemos que escribir, porque hay historias maravillosas de cambio de vida.

Ahora, ¿todos? No, todos no. Porque además, ni con los 9.000 que dice él, que no son, ni con los 3.000 que digo yo, que él dice que no son, no tuvimos una entrevista para ofrecerles esto. Vamos por partes, y este ofrecimiento es voluntario, yo le ofrezco a usted: "¿Quiere pasar a trabajar en esta planta de clasificación, con estas alternativas? Tiene que pasar por esta capacitación y tiene que dejar de hacer esto". Y usted libremente me dice sí o no. Cuando dice no, tratamos de convencerlo, de mostrarle por qué, por qué es bueno. Algunos te dicen que no, y esa libertad hay que respetarla. ¿Qué voy a hacer?
    
EC - Yo no creo que la Intendencia tenga que darle todo resuelto como alternativa al clasificador, pero el planteo de Ucrus va bastante cerca de ese reclamo. Por ejemplo, dicen: "Sí, me ofrecen un empleo en una planta de clasificación donde voy a ganar menos, por lo menos en una primera etapa, de lo que gano en la calle con mi carro. Si esa es la fórmula, la Intendencia tendría que asegurar, como mínimo, el ingreso que yo tengo en la calle". ¿Qué dice de esa filosofía?

MSR - No podemos trabajar sobre supuestos. ¿Cómo compruebo lo que él ganaba antes? ¿Quién me lo dice? ¿Dónde está? Si esto es la tarea más informal que existe. Yo te puedo decir gano 12, 14, 18, ¿y cómo me lo comprobás? No tengo idea de cómo me lo comprobás. Yo sí puedo mostrar lo que ellos pueden recibir porque eso pasa a ser trabajo formal. Formal, que además le aporta a su jubilación, aporta a su salud, aporta a todo lo que tenemos todos como trabajadores formales. Si hay gente que venía trabajando en otra cosa y hoy quiere quedarse ahí y te pide que entres al padre, al hermano, al tío, será que no es tan malo. Pero está bien, puede ser que a algunos no les sirva, porque tienen algún otro enganche de alguna otra cosa que les rinde. Está bien, que sigan en lo que venían haciendo. Nosotros vamos acercando progresivamente con esta propuesta.

Por eso hicimos los tres relevamientos específicos. Los de las 87 manzanas de Pocitos fueron los primeros que incluimos en los cursos de construcción, se lo ofrecimos. Algunos dijeron "sí, vamos", fueron y están trabajando. Otros dijeron –a mí misma, yo participé algunos días en eso–: "No, ¿y de Rivera para allá puedo?" "Sí", "Yo me corro, voy para otro lado". Bien, haga como le parezca, qué voy a hacer. Ahora, en algún momento esto va a ir cambiando, esto tiende a cambiarse.

Fue lo que les fuimos diciendo, les fuimos avisando. Le pedimos a Ucrus –era la anterior directiva, estaba el anterior presidente, quizás esto Silva no lo conoce, aunque se lo hemos dicho, nos vemos con mucha frecuencia– que participara en nuestros relevamientos. Invitamos a Ucrus a formar parte de la gestión de algunas de las plantas, le dábamos los apoyos, le pedimos apoyo al PIT-CNT para que apoyara al Ucrus en esto. Le pedimos a un área de la Universidad de la República con la cual ellos trabajan que los apoyara en esta gestión.

No quisieron formar parte de la gestión. Son libres de hacerlo, está bien. Paso a paso fuimos trabajando con ellos, no tenemos puentes cerrados ni diálogos cerrados. El relevamiento de Ciudad Vieja lo hicimos en agosto del año pasado y se nos atrasó más de lo que pensábamos, pero tuvo que ver con esto. Varios de la Ciudad Vieja ingresaron en marzo a trabajar en la planta de La Paloma. Y otros ingresarán en setiembre a trabajar en la planta de Burgues.

EC - Ellos hablan de otros proyectos. Por ejemplo una gran planta que daría empleo a 500 personas.

MSR - Me parece fantástico que tengan proyectos, habrá que ver. Ellos mismos me contaron que tenían una entrevista con el ministro Kreimerman y con Olesker. Me parece fantástico que vayan abriendo otras posibilidades.

EC - Pero en definitiva se quejan de que el cronograma de la Intendencia no contempla los tiempos de maduración de esos proyectos.

MSR - Esos proyectos estarán pensados para los clasificadores que están trabajando no sé en qué lugar. Los proyectos de los que nosotros estamos hablando tienen que ver con los primeros que iban a ser afectados con este cambio del sistema de recolección. Ya les digo cuántos son, después que pasás una semana en ese lugar y pasan los mismos, ya está, son esos, tres más, tres menos, pero no mucho más.

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EC - El conflicto parece que se viene. Hoy veía en El Observador la recorrida que está haciendo Juan Carlos Silva por los distintos barrios. La medida que va cobrando cuerpo es una marcha, pero con acampada frente a la Intendencia, encadenándose incluso. ¿Cómo van a reaccionar ustedes?

MSR - No voy a comentar eso. Esperemos que, como siempre hemos tratado, podamos dirimir todos los conflictos o todas las diferencias mediante el diálogo, como lo hemos venido haciendo hasta ahora. Después cada uno sabrá atenerse a las consecuencias de sus medidas. Hay algunas cosas que tienen que ver con nosotros, otras cosas que tendrán que ver con el Ministerio del Interior en lo que tiene que ver con la alteración del orden público. No me voy a adelantar a nada de eso, porque no me puedo hacer eco de que esto vaya efectivamente a ocurrir. Como siempre digo, porque así es nuestra política, que nosotros apostamos al diálogo. Trabajando en conjunto estamos seguros de que logramos mucho mejores beneficios.

Me encantaría que pudiéramos venir algún día con la propia gente de las plantas, que ellos relaten la experiencia, porque la experiencia relatada por mí puede tener poco valor. Me gustaría que la relaten ellos, que cuenten qué cambió en su vida en términos de cómo es trabajar en un lugar techado, con determinadas comodidades. Me parece que eso habla más que lo que puedo expresar yo.

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Transcripción: María Lila Ltaif