Su defensa alega que se trata de un abuso y una violación a los derechos. Al preso, de origen de sirio, se le había dicho hace cinco meses que vendría al país. Hace un año y medio que está en huelga de hambre.

El tema polarizó al sistema político en los últimos días. El presidente, José Mujica, reinvidicó su "derecho" a hablar en plena campaña electoral y aseguró que los presos que llegarán no son peligrosos. Asimismo, el mandatario sostuvo que la decisión la tomará pasadas las elecciones.

Mujica dio por "cerrada" este viernes la discusión político-electoral en torno a llegada a Uruguay de seis presos provenientes de la cárcel de Guantánamo, a partir de un entendimiento con el Gobierno de los Estados Unidos. El tema viene marcando desde hace días la campaña y dio lugar a duros intercambios entre el oficialismo y la oposición.

El Directorio del Partido Nacional exigió esta semana que este "acuerdo" sea ratificado por el Parlamento; confirmó el rechazo de la fórmula Lacalle Pou–Larrañaga a la llegada de estos presos y cuestionó a su vez lo que considera una "injerencia" de la embajadora estadounidense Julissa Reinoso, que dejó en claro que este acuerdo es "con el Estado" uruguayo, que el próximo gobierno, sea cual sea, deberá cumplir.

Desde el jueves, Mujica cuestionó severamente a los blancos, señalando que su posición responde a que "rompen las pelotas por cuatro votos", asegurando que les interesa más "el sillón que la patria" y calificándolos de "almapodridas"; por negarse a dar refugio a estar personas.


El mandatario dejó en claro en las últimas horas que el Gobierno tiene información independiente sobre estos reclusos, que indica que no revisten peligrosidad. Aseguró, por su parte, que la decisión sobre su llegada la tomará recién luego de las elecciones, y dio por cerrada la discusión en torno al tema, reivindicando su derecho a manifestar su posición en campaña electoral.

A todo esto, una jueza federal de Estados Unidos ordenó revelar en las últimas horas varios videos en los que se muestra cómo personal militar de Guantánamo alimenta a la fuerza a uno de los reclusos que estaría llegando a Uruguay.  En las imágenes, se ve cómo Abu Wa’el Dhiab, un sirio recluido allí desde 2002, es sacado a la fuerza de su celda y alimentado mediante una sonda a través de la nariz.

The Miami Herald informa este sábado que Dhiab tiene hoy apenas 70 kilos de peso para sus casi dos metros de altura  y luce "muy demacrado". La decisión de difundir estos videos llega luego de que varios medios de comunicación, entre ellos The Associated Press y the Guardian, así lo pidieran. De todas formas, se decidió que algunos detalles como rostros y voces, sean editados.

El abogado de Dhiab, Jon Eisemberg, dijo estar muy satisfecho por la decisión, "que permitirá al pueblo de los EEUU ver con sus propios ojos" los abusos que se cometen en Guantánamo. En ese sentido, definió el trato a su defendido como "abusivo". Señaló, asimismo, que Dhiab está "pálido y débil", tanto que tuvo que tenderse en el suelo durante una reunión con él en la base naval.

Dhiab inició hace 18 meses una huelga de hambre, en protesta por estar detenido por tiempo indeterminado y sin cargos. Hace cinco meses se le dijo que llegaría a Uruguay junto a otros cinco meses. Pero pasan los meses, la transferencia está estancada y su relación con las autoridades militares se ha tornado muy violenta.

En julio, el Pentágono había notificado al Congreso que en un mes lo transferiría junto a los demás a Uruguay. Medios estadounidenses señalan que el traslado de Dhiab, otros tres sirios, un tunecino y un palestino, no se realizarán en el futuro cercano.

En agosto la Justicia impusó una orden restrictiva temporal que ordenaba dejar de alimentar a Dhiab a la fuerza. Desde el Pentágono se afirma que sólo alimentan a los prisioneros contra su voluntad para mantenerlos con vida, y que eso se apega a las leyes vigentes.

Algunos prisioneros en Guantánamo se han declarado en huelga de hambre desde hace años para protestar por su confinamiento: los alimentan a la fuerza con una mezcla líquida de nutrientes a través de un tubo nasal cuando los médicos deciden que es necesario. Las autoridades ya no dan a conocer cuántos de los 154 prisioneros en la base están en huelga de hambre y cumplen los requisitos para que los alimenten a la fuerza.

En total hay 136 videos de Dhiab. La jueza eligió 34 cintas porque son "muy pertinentes", incluidas tanto el retiro forzoso del prisionero de su celda como la alimentación forzosa.