tragedia aérea

Ausencia de caja negra dificulta explicación de accidente del avión

Ausencia de caja negra dificulta explicación de accidente del avión
EFE

Una investigación judicial, así como una comisión del Ministerio de Defensa, determinarán las causas del accidente aéreo que se saldó este jueves con la muerte de nueve argentinos y una portuguesa, después de que el avión en el que viajaban, sin caja negra, cayese en una laguna al poco de despegar.

La falta de visibilidad -el siniestro se produjo de noche- y las altas temperaturas generadas en el entorno del fuselaje de la aeronave siniestrada dificultaron las tareas de extracción de los cuerpos, que fueron localizados en su totalidad en la mañana de este viernes.

Si bien el comandante de la Aviación Naval Gonzalo Ciganda explicó que el fallo de un motor pudo ser la causa del siniestro, una investigación dirigida por la jueza Adriana Morosini y la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciaia) del Ministerio de Defensa se encargarán de esclarecer lo ocurrido.

También contarán con la colaboración de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil de Argentina.

"El avión decoló (despegó) a las 20.37 y no habían pasado 30 segundos y se precipitó. A mí me presume de que fue una falla en una de sus plantas propulsoras y estaba a muy baja altura como para poder maniobrar para realizar un aterrizaje o un retorno a pista para cumplir con el procedimiento de emergencia", dijo Ciganda en declaraciones a la radio local FM Gente.

Según informaron a Efe fuentes de la Fuerza Aérea Uruguaya, la aeronave, de pequeño tamaño y modelo B90 Kingair, "venía de fábrica sin caja negra" pero contaba con todos los permisos de aeronavegabilidad. También los dos pilotos, que fallecieron junto al resto de ocupantes, tenían sus licencias "debidamente habilitadas".

Ciganda indicó que "normalmente", las aeronaves como ésta, que están destinadas "a servicios de taxi aéreos, charter, comercial, deberían tener mal llamadas cajas negras, porque en realidad son de color naranja".

El avión sufrió un accidente a finales de 2013, cuando aterrizó "con tren retraído" en el aeropuerto de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires.

Por este motivo permaneció año y medio inoperativo, fue reparado y reanudó su actividad el pasado marzo, confirmaron a Efe desde la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil de Argentina (Jiaac).

El accidente de Uruguay dejó como saldo la muerte de los dos pilotos, hombres de 45 y 59 años de edad, y los ocho pasajeros -seis hombres y dos mujeres, una de ellas portuguesa-, con entre 41 y 58 años que se disponían a volver a Buenos Aires tras mantener diversas reuniones de trabajo en Punta del Este.

El hermano de Luis Pivida, uno de los pilotos, señaló que el del jueves fue su "primer día de trabajo" con ese avión, pero aseguró que tenía "experiencia con ese tipo de aeronave".

Los pasajeros del avión formaban parte del equipo de gestión del futuro centro de convenciones de Punta del Este.

Según dijeron a Efe fuentes oficiales, el fin del viaje era mantener encuentros para planificar y ajustar detalles de una misión que la semana próxima tenía previsto viajar a China para realizar compras para la construcción del centro.

Tras conocer la noticia del accidente, los familiares de las víctimas volaron este viernes a Uruguay para participar en las tareas de identificación de los cuerpos

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Los informes primarios dan cuenta de que la mayoría de los ocupantes fallecieron gravemente afectados por el fuego, mientras que otros murieron por el gran golpe provocado por el impacto.

Algunos de los familiares -los que decidieron hacerlo- acudieron este viernes a la morgue de Maldonado donde fueron trasladados los cuerpos para proceder a su identificación.

En el mismo sentido, también pruebas de ADN y huellas dactilares facilitarán la labor de reconocimiento de las víctimas.

El gobierno uruguayo señaló que dentro de la "situación dramática" que supuso el accidente aéreo, los sistemas de emergencia reaccionaron "inmediatamente".

En declaraciones a la prensa, el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, valoró que a través de la utilización de gomones (lanchas), ambulancias, helicópteros y junto a los bomberos se llegase "rápidamente" al lugar del siniestro, una laguna sobre la que se estrelló el avión al poco de despegar.

"Lamentablemente el avión había tomado fuego y no se pudo rescatar a ninguna persona con vida", expresó.

Las autoridades institucionales tratan ya de organizar el retorno de algunos de los familiares y facilitar la ayuda necesaria para la repatriación de los cadáveres.