En la misma tarde del asalto al banco, autoridades policiales de Canelones se comunicaron con la magistrada para solicitarle autorización para divulgar las fotos de los dos individuos, con la  intención de que si alguien los veía, podría brindar información que permitiera detenerlos antes de que cometieran otro delito.

En la noche del martes 19, Olivero dijo que no se debía divulgar las fotos porque los individuos buscados podrían luego quejarse de que se los acusó de haber cometido un delito. De esta manera, la jueza hizo primar el criterio de inocencia de los buscados o el eventual daño a su honor si después se prueba que no tenían ninguna vinculación con el ilícito.

La Policía no coincide con este criterio y sostiene que si están filmados son autores del robo y simplemente se les debe procesar  y encarcelar tras ser detenidos.

El País publica que investigadores policiales creen que los delincuentes que asaltaron el Banco República de La Paz podrían realizar otro ilícito en cualquier momento, puesto que el botín que se llevaron fue escaso (unos 15.000 dólares) y repartido entre siete individuos.