Defensa afirma que la figura por la que condenaron a Zaidensztat atenta contra "la igualdad"
El abogado Juan Fagúndez dijo que Eduardo Zaindensztat "entonará la gola" tras el fallo que ayer lo condenó por "desacato por ofensa". Afirmó que esa figura fue derogada en 16 países porque "viola el principio de igualdad ante la ley". Reiteró que los dichos por los que se cuestiona al director de Rentas fueron producto de una calentura y que no hubo dolo.
(Emitido a las 8.54)
EMILIANO COTELO:
Finalmente fue condena y con cinco meses de prisión. El delito tipificado: "desacato por ofensa, agravado".
Obviamente me refiero a la condena que recibió ayer el director de Rentas, contador Eduardo Zaidensztat, a raíz de sus críticas al fallo del juez Pablo Eguren en el caso La Pasiva.
De todos modos, el titular de la Dirección General Impositiva (DGI) no irá a la cárcel, en la medida en que, por ser "primario", el juez le concedió la "suspensión condicional" de la pena, una excepción prevista por la ley.
Se trata de una situación que genera sentimientos encontrados en la población, ¿a cuántas personas hemos oído hablar en estos días de que estamos en el mundo del revés?
Y quizás esa contradicción haya quedado resumida en las palabras del fiscal de la causa, doctor Luis Bajac, hablando ayer, en presencia del propio Zaidensztat, después de conocido el fallo.
(Audio)
"LUIS BAJAC:
Desde el punto de vista técnico, no puedo opinar en contra, porque le da la razón al Ministerio Público. Desde el punto de vista humano, me duele en el alma, porque el contador hace una tarea muy buena, pero como cualquier ciudadano, si tuvo una expresión inoportuna que configura delito, hay que dilucidarlo en la Justicia Penal."
(Fin del audio)
EC - En los próximos minutos les proponemos profundizar en este caso en diálogo con el juez de la causa, doctor Néstor Valetti, y con el abogado defensor de Zaidensztat, doctor Juan Fagúndez.
En primer lugar vamos a dialogar con el doctor Juan Fagúndez.
***
Doctor Fagúndez, vamos a recordar que esta situación se desencadena cuando el director de Rentas, Eduardo Zaidensztat, cuestiona con dureza el fallo del juez Pablo Eguren que les impuso medidas sustitutivas a cinco propietarios de locales de La Pasiva, procesados por defraudación tributaria. En vez de procesarlos con prisión, Eguren dispuso que estos empresarios deberán realizar tareas comunitarias en comedores del INDA, dos horas por día de lunes a sábado. Al conocer esa resolución, Zaidensztat dijo, hablando con el diario El Observador, que "en el sistema judicial uruguayo por suerte los Eguren son minoría; si no viviríamos en una república bananera". Los dichos de Zaidensztat llevaron al fiscal Luis Bajac a actuar de oficio, abriéndose un expediente en el que luego se incorporó la denuncia del propio Eguren. Bajac solicitó inicialmente 10 meses de prisión para el director de Rentas.
Ayer se conoció el fallo de la Justicia, que finalmente determinó cinco meses de prisión para Zaidensztat, por un delito de "desacato por ofensa". Pero, como ya aclaramos, no irá a prisión.
Con todos estos datos sobre la mesa y con el fallo ya a la vista, ¿cuál es la reacción de la defensa?
JUAN FAGÚNDEZ:
Ya ayer, como manda la ley, luego de escuchar el fallo, apelamos. Apelar significa en esta ley solamente eso: deducir el recurso, ya que los fundamentos se exponen en audiencia, también oral y pública, ante el tribunal el día que el mismo fije la audiencia.
EC - ¿Ahora cómo sigue esta historia?
JF - El juzgado de primera instancia manda el expediente al tribunal y el tribunal, en un plazo de nueve días hábiles, fija audiencia para ser escuchado el apelante, en este caso la defensa, y básicamente sus agravios. Lo que tenemos ahora es una sentencia, con la que discrepamos, y tenemos que explicarle al tribunal por qué discrepamos y en qué nos fundamos para discrepar.
EC - Aquellas expresiones de Zaidensztat generaron un gran revuelo a nivel político y, sobre todo, a nivel judicial. Hubo una declaración pública de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), que el 17 de mayo manifestó que deploraba los comentarios del director de rentas por considerarlos "desproporcionados" y "agraviantes".
Por otra parte, el presidente de la SCJ, Hipólito Rodríguez Caorsi, dijo, hablando con el diario El País el 18 de mayo, que Zaidensztat "no ha conservado la altura necesaria, se ha manifestado con exabruptos impropios de la investidura que representa porque se supone que es un funcionario de alta jerarquía".
Usted, desde la defensa, ¿qué dice a propósito de aquellas reacciones? Porque en definitiva las manifestaciones de Zaidensztat fueron tomadas como una "presión" sobre la Justicia.
JF - Pueden haber sido escuchadas así en un principio, pero el día 19 de mayo la SCJ sacó otro comunicado expresando que habiendo escuchado las explicaciones de Zaidensztat, consideraba terminado el incidente. Esto es, Zaidensztat dice lo que dice cuando un periodista de El Observador lo noticia, le dice: "¿Sabe usted cómo salió lo de La Pasiva?"; "No, ¿qué pasó?"; "Los procesaron sin prisión"; "¡¿Cómo?!", y ahí dice lo que después es juzgado acá en Uruguay, porque eso fue en Argentina. Él está desde ese lunes hasta el viernes en Argentina, mientras que la Corte, efectivamente, manifestaba lo que usted refería. Pero cuando él llega, el viernes 19 de mayo, va a la SCJ a dar las explicaciones y ésta, cuando lo escuchó, emite su último comunicado, en el que el doctor Rodríguez Caorsi, como presidente de la SCJ, considera terminado el incidente.
EC - ¿Con qué argumentos ha defendido usted al contador Zaidensztat? ¿Por qué usted sostiene que no hubo dolo en las declaraciones críticas hacia Eguren?
JF - Ese es tal vez el núcleo dogmático, el núcleo científico de la defensa. Esta figura se comete así lo han dicho los tribunales cuando inequívocamente esa palabra es muy utilizada al respecto la voluntad del dicente, del que dijo lo que dijo, está dirigida a menoscabar en este caso al Poder Judicial y a la figura de un juez. Entonces nosotros, si bien escuchamos lo que dijo y podemos considerar que fue imprudente, justamente no consideramos que inequívocamente, porque así lo ha manifestado él. ¿Qué prueba tiene la defensa? Lo que él dice cuando se refiere a que jamás quiso, jamás estuvo en su voluntad consciente inequívocamente lesionar a nadie.
Y por otra parte, fue fundamental la declaración del periodista. De ninguna manera pedimos la declaración del periodista para que nos explicara por qué publicó lo que publicó, es su trabajo, algo que siempre defendí personalmente, y en este caso del contador no tenía ninguna intencionalidad sobre eso...
EC - ¿Cuál fue el motivo, entonces, de la presencia del periodista en las audiencias?
JF - El motivo era demostrar que él había sido el que lo había noticiado y que relatara qué había percibido. Y el periodista fue clarísimo en dos aspectos: dijo: "Él cuando reacciona lo hace ante la sorpresa está escrito como se lo digo, no estoy inventando, y la sorpresa está motivada no en el fallo, simplemente en el hecho de que fuera sin prisión". En buen romance, se calentó, se enojó. Y cuando uno se enoja pierde los frenos inhibitorios en el sentido de que no razona. Y cuando alguien no razona no le podemos imputar una voluntad dirigida a obtener un fin, porque no está razonando. Se equivocó, estuvo mal, tuvo comentarios fuertes; sí, nadie lo niega, por eso fue ante la SCJ, por eso iba a hablar con Eguren, hasta que se enteró de que estaba denunciado y dijo: "¿Para qué lo voy a llamar? Lo van a tomar como una presión. Voy a esperar y voy a manifestarle públicamente a Eguren que, por favor, no lo tome como se está tomando esto, que fue una imprudencia pero jamás estuvo en mí menoscabar su autoridad".
EC - La semana pasada, cuando el fiscal Luis Bajac pedía diez meses de prisión, cuando se conoció la opinión del fiscal, lo entrevistamos aquí En Perspectiva, y el doctor Bajac dijo: "Cuanto más elevado sea el funcionario que habla y dice las cosas agraviantes, más entra en el elemento subjetivo, en el dolo. No puede un funcionario de alta jerarquía o con nivel cultural no darse cuenta de que si dice por la prensa cosas agraviantes de un funcionario público está cometiendo un delito. Quizás una persona de nivel común o bajo no se pueda dar cuenta, pero una persona con experiencia en salida en los medios y con elevado nivel cultural y profesional se tiene que dar cuenta de que si emite opiniones agraviantes u ofensivas comete ese delito".
JF - Eso no es así en virtud de dos cosas: primero, somos todos iguales ante la ley, se llama principio de igualdad; segundo, con ese criterio cualquier persona más o menos educada que vaya conduciendo un auto y pise a alguien no comete un accidente, porque con la educación que tiene, sabiendo manejar y considerando que puede accidentar a alguien con un acto imprudente, vamos a considerar que actuó con dolo por su preparación previa en otras cosas. Quiere decir que todos los periodistas como ustedes entonces, desde ahora, deben ir entrenándose para pasar discos, porque si el hecho de salir reiteradamente en un medio de comunicación nos va a hacer más vulnerables y pasibles de que se nos impute objetivamente un dolo, que es un elemento netamente subjetivo, por la circunstancia de ser expertos en ser entrevistados, nadie más va a querer hablar.
Este razonamiento exagerado, lo admito, pero lo estoy tratando de llevar por el absurdo nos lleva de frente al derecho y a la libertad de expresión, de opinar, de informar, de estar informado, a la libertad de criticar y a tener la certeza y la garantía de que uno cuando se equivoca también puede ser perdonado si demuestra que en realidad se equivocó y que no hizo algo dirigido a cometer un fin, que si bien se puede producir, no estaba en la intención.
EC - Paralelamente, tanto el fiscal como el juez han elogiado la actuación del contador Zaidensztat al frente de la DGI. ¿Cómo toma la defensa ese hecho, ese dato?
JF - Ese dato fue dicho fuera de audiencia por dos personas que son grandes tipos no encuentro otra manera de decirlo, tanto el fiscal como el juez son grandes tipos que hacen una manifestación subjetiva, humana, respecto de alguien que han tenido que uno acusar y otro juzgar. Eso no quiere decir que nosotros no ataquemos con todo lo que tengamos la sentencia.
EC - Uno de los argumentos apunta a la esencia misma del delito que se le imputa al contador Zaidensztat, usted ha cuestionado la historia del delito de desacato por ofensas. Pero lo cierto es que el delito está vigente, que en la legislación uruguaya no ha sido derogado. ¿Entonces?
JF - Para eso están los jueces. La tarea del juez sin duda es aplicar la ley, pero también es interpretar la ley en el contexto social en el que le toca juzgar. Quiero decir con esto interpretación. Para eso están los jueces. Si no, inventaríamos como van las cosas, no sería tan difícil una máquina en la que pondríamos en un cartoncito la conducta y por otra ranura saldría otro cartoncito diciendo: "Artículo tal, pena tal". No necesitaríamos a los jueces. Los jueces tienen que interpretar las circunstancias, los cambios en el mundo, las libertades que operan, crecen y maduran en las democracias, y cuando se enfrentan a normas que pueden estar afectando, si bien la conducta... un bien jurídico, pero si bien derechos mucho más grandes que los que están en el juicio, a veces es más favorable para todos, no sólo para los justiciables este es un mensaje para toda la sociedad interpretar la conducta de manera tal que el castigo sea mucho más grande. Esto es afuncional a la conducta. Por eso el silogismo que le llega a la gente es: los buenos van presos, los malos quedan libres; no abras la boca.
EC - ¿Cuáles son los cambios que se están dando en el derecho comparado en este delito de desacato por ofensas? ¿A qué cambios alude usted?
JF - Ha sido derogado en muchos países: Argentina, Chile, Costa Rica, España, Alemania, etcétera. Tengo una lista de por lo menos 16 países con normativas parecidas a la nuestra.
EC - ¿Cuál es el argumento para derogarlo?
JF - ºarios con relación a las demás personas. Por lo tanto, si a usted lo difaman o lo injurian, o a mí o a cualquier persona que no es funcionaria pública, vamos por el delito de difamación e injurias y tenemos que hacer la denuncia nosotros, pero si es un funcionario público no, ahí actúa el Estado, hace la denuncia el Estado, no hay posibilidad de disculparse, no hay posibilidad de nada y el Estado, protegiendo la función y el funcionario, actúa. Hay otro status que separa funcionario y función de mortales comunes no funcionarios. Y eso viola el principio de igualdad ante la ley.
EC - De todos modos, el delito está vigente. Entonces, ¿cómo hace un juez para no aplicar un delito que está vigente? ¿Con qué excusas no lo aplicaría?
JF - Estamos en el plano de vigencia del delito, no vigencia del delito; dejamos la discusión sobre el dolo, ahora estamos en el capítulo de por qué no aplicar esa figura. Porque nos estamos metiendo en el tema de la libertad, de la libertad a equivocarse, de la libertad a opinar, de la libre expresión, artículo 29 de nuestra Constitución, en tanto esa figura puede funcionar como una censura previa.
EC - Este episodio, este fallo de ayer, con la condena a cinco meses de prisión en suspenso al contador Zaidensztat, ¿es un punto de inflexión en la carrera del funcionario? De ahora en adelante, ¿va a moderar su comportamiento mediático? Se lo pregunto porque esta vez se topó con una denuncia penal en su contra, pero ya en otras ocasiones en el pasado Zaindesztat ha sido cuestionado por su presencia demasiado frecuente en los medios con una cierta tendencia a mejorar la recaudación infundiendo una especie de terror en los contribuyentes. Hubo muchas críticas en ese sentido. Después de esto, ¿qué sabe usted? ¿Cómo se va a comportar Zaidensztat?
JF - Eso es más para un terapeuta que para mí.
EC - Se lo pregunto a usted porque el contador Zaidensztat no está concediendo entrevistas.
JF - Imagínese... Eso también es una clara demostración de que no hubo intención, si no seguiría con el parlante por ahí; estoy de acuerdo con usted.
Sobre el punto en sí, desde mi perspectiva, dos o tres cosas. Una, sí, es verdad, él tiene un modo, que está reflejando su intención, que ayer la manifestaba también: "Señores, vamos arriba, tenemos que seguir recaudando", porque estaban todos los directores de DGI ahí y lo venían a abrazar como si fuera un funeral, entonces él decía: "Vamos arriba, hay que seguir recaudando". Él tiene la tarea metida en la cabeza. Y su forma de enfrentar, en este caso al Poder Judicial, demuestra desde este punto de vista una gran obsesión por su función y su cariño por lo que hace, que puede ser visto como una persecución desde los contribuyentes, pero que también tiene que ver con que él no conocía, no conoce, nunca se asesoró bien con relación a lo que es la justicia penal, cosa que ahora ha empezado a conocer desde adentro. Y creo que este golpe, resumiendo su pregunta, le va a entonar la gola.
-------------
Edición: Mauricio Erramuspe