IMM busca un cambio conceptual para el Solís
Director municipal de Cultura, Gonzalo Carámbula: Las normas de la administración pública no se adecuan a las necesidades de gestión de la actividad artística. Pensamos en el teatro como un instrumento cultural, capaz controlado por la IMM pero gestionado con todos sus componentes en función del hecho artístico y no al revés.
(Emitido a las 08.55)
EMILIANO COTELO:
Después de seis años cerrado, el Teatro Solís se acerca a su reapertura. Pero para que la nueva era de este complejo cultural levante vuelo no alcanza con la restauración de su edificio y la incorporación de nueva tecnología. Según la Intendencia hay otro aspecto crítico que requiere reconversión: el modelo de gestión e incluso la forma jurídica de esa gestión. Por eso se propone que el Solís sea administrado por una sociedad fiduciaria; de los 260 funcionarios sólo se mantendrá a 55, se prevé la tercerización de la limpieza y la vigilancia y, por citar otro ejemplo, varios servicios serán entregados en concesión: restaurante, bar, cafetería, venta de merchandising y hasta un complejo de cines que estará ubicado en el ala del teatro que da sobre la calle Juncal.
El proyecto de reestructura del Teatro Solís tomó estado público en estos días, recibió el rechazo de Adeom y ha generado polémica en la Junta Departamental.
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Nos acompaña el doctor Gonzalo Carámbula, director del departamento de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM). Una primera definición -que creo que tiene que ver con lo que después resuelven ustedes como modelo de gestión-: el nuevo Teatro Solís no será un teatro de producción sino de exhibición de espectáculos producidos afuera.
GONZALO CARÁMBULA:
Sí, es una definición clave para analizar las otras cosas.
EC - Eso ya es un cambio, ¿no?
GC - Ya lo habíamos hablado una vez En Perspectiva; el teatro va a ser presentador y arrendador de espectáculos. Esto quiere decir que podemos promover que venga determinada compañía de danza o determinados cantantes líricos, o lo que fuera. Cuando los promovemos nosotros como parte de la programación el teatro será presentador, pero puede suceder que una compañía venga de visita por esta región, esté circulando y nos pida o contrate el teatro para presentar sus funciones. Esas son las dos características esenciales.
EC - ¿Qué diferencias implica con respecto al pasado del Teatro Solís?
GC - Implica que no va a haber talleres de producción en el propio teatro.
EC - Evidentemente salta la pregunta a propósito de la Comedia Nacional. ¿Entonces?
GC - La Comedia Nacional y la Orquesta Filarmónica (es otro cambio muy importante y largamente hablado con los dos elencos, quiero subrayar que todo esto es parte de un largo proceso conversado ampliamente con los elencos) pasan a ser lo que se llama elencos residentes, es decir que van a formar parte de la programación, tienen preponderancia en la programación artística del Teatro Solís, incluso sus respectivos directores integran la dirección artística del teatro, pero no son los "dueños", por decirlo de alguna manera. Van a preparar sus obras y funciones en función del instrumento llamado Sala Teatro Solís, no van a tener el teatro como una cuestión de rutina más allá del tipo de espectáculo que programen.
EC - ¿Por qué este giro conceptual?
GC - Básicamente porque nos parece que les hace bien a los dos elencos pensar y desarrollar sus actividades en función de su programación propia, independientemente de la sala donde están, y tener la capacidad de adaptación y adecuación, como actualmente, que la Comedia Nacional está en La Gaviota, estuvo en El Galpón, está en la Sala Victoria; la Comedia Nacional tiene su sala propia, que es la Sala Verdi, y simultáneamente tiene un espectáculo en la carpa que recorre los barrios de Montevideo; lo mismo ocurre con la Filarmónica, que tiene una gran ductilidad para adecuarse.
Por otro lado tiene que ver con la tasa de ocupación de la sala del Teatro Solís. Si uno define burocrática o administrativamente que de por sí una sala de 1.250 espectadores, sea cual sea el resultado de la relación propuesta - público, se mantiene como parte de un calendario, no estamos atendiendo precisamente uno de los componentes clave de la gestión, que es un servicio público -subrayamos que es un servicio público- pero que debe ser eficiente en estos términos: no hay ningún teatro de estas características que sobreviva solo y se autosostenga, que lo que invierte la ciudadanía en este teatro tenga la multiplicación en todos los sentidos: en el cultural, artístico, de públicos e incluso de proyección urbanística y comercial.
EC - Usted decía que si el Teatro Solís mantiene artificial y burocráticamente una determinada temporada una obra realizada por la Comedia Nacional, por ejemplo, eso puede llevar a que en algunas de esas fechas la sala esté muy por debajo de su capacidad y por lo tanto se estén desaprovechando espacios que se podrían utilizar mejor con otros espectáculos que necesitan una sala grande, con 1.250 butacas, como tiene el Solís.
GC - Exactamente. Así lo hemos hablado directamente y la Comedia está de acuerdo con esta visión. No es sólo un problema de tasa de ocupación, sino de diversidad cultural en la propuesta programática del Teatro Solís.
EC - Ahí pasamos a otro punto.
GC - En la medida que no esté fija la programación, por ejemplo de la Comedia, como era antes, de miércoles a domingo, e incluso antes de martes a domingo, con una fijación a priori, nos permite ofrecer una mayor variedad de propuestas culturales y artísticas para la sala principal del Teatro Solís.
EC - Para cerrar esta introducción otra frase, otro concepto que he escuchado en estos meses mientras se preparaba el proyecto de reestructura: "El Solís es de todos, pero no es para todo".
GC - Esa es una frase de Nelly Goitiño, una gran amiga, gran directora, una gran abogada -la presento así para los oyentes- que ha participado de todo este proceso. Esa frase se la tomamos a ella.
A ver si lo explico de una manera aun más clara; nos hemos preguntado: ¿vuelve una murga al Teatro Solís, va a haber rock en el Teatro Solís...? Aquellas cosas que más de una vez se plantearon. En la misión del Teatro Solís planteamos muy claramente: primero, diversidad de las orientaciones estéticas y no fijarse con tal o cual manifestación a priori; pero también decimos resguardo de los valores patrimoniales que tanto nos ha costado recuperar y en ese sentido -y ahí vuelvo a esa frasecita que tomo de otro de los tantos que han aportado ideas sobre esto- decimos el "instrumento Sala Solís". No es lo mismo una murga para un teatro de verano o para un escenario callejero, que pensada para un instrumento llamado Teatro Solís. No es que nos neguemos al género murga, sino que el género murga deberá adecuar su propuesta artística a las características del instrumento Sala Solís y su programación.
EC - En definitiva, ¿qué tipo de espectáculos habrá en el nuevo Solís?
GC - Los más variados, siempre y cuando contemplen los niveles de calidad y excelencia que pretendemos darle como sello de distinción al Teatro Solís, y los cuidados que tienen que ver con el instrumento Sala Solís.
EC - Pero además ustedes se proponen una coordinación fuerte con otras salas de la región para contratar espectáculos, para hacer pasar por esta zona del continente espectáculos de la propia región o de afuera.
GC - Nos parece imprescindible hacer un pool de teatros de la región, en más de un sentido. Primero, para coordinar una programación con la suficiente antelación, porque a veces nos enteramos de las cosas que pasan en el Teatro Colón, en el Municipal de San Pablo o en el de Santiago cuando están acá y nos cuesta incorporarlas al recorrido. Nos facilita la negociación con las compañías y los elencos que circulan por la región en materia de precios y circulación. Incluso la posibilidad de compartir producciones; hemos hablado con el Municipal de Santiago, tuve una entrevista con el director de Cultura de San Pablo hace un mes, y este fin de semana estuvimos hablando largamente en España con mi compañero de Buenos Aires y tenemos un acuerdo los cuatro -es más, probablemente hagamos una reunión acá-, estamos trabajando en un protocolo de acuerdo para facilitar trabajar colectivamente en este sentido.
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EC - A partir de esas definiciones, ¿por qué es necesario un nuevo modelo de gestión, incluso cambiar su fórmula jurídica para que sea administrado por una sociedad fiduciaria? ¿Por qué ya no será útil el funcionamiento anterior del Teatro Solís, directamente hecho desde la estructura municipal?
GC - Preferiría plantearlo desde el ángulo de las necesidades para después ver las posibles respuestas que nos estamos dando. También lo comentamos alguna vez: la forma actual de organización de la administración pública no se adecua a las necesidades y requerimientos de la vida artística. Por ejemplo, nosotros no podemos asegurar la actuación de un elenco que esté en el exterior para el año 2007 porque no estamos autorizados a hacer una previsión de gastos en ese sentido, no estamos autorizados presupuestamente, etcétera.
EC - Sin embargo eso es imprescindible en una sala que se propone tener la programación y el tipo de espectáculos de calidad internacional que ustedes han previsto ahora.
GC - Claro, cuando digo que es imposible, lo digo en el Montevideo de este Uruguay; hay otros lugares, también en Uruguay, que no tienen determinadas exigencias formales y un seguimiento formal de los diferentes organismos como tenemos nosotros. Pero efectivamente, sin ningún subterfugio, para hacerlo público, abierto y transparente: no tenemos mecanismos que digan "Quiero asegurar que venga tal bailarín que sé que va a estar en la región en 2007".
EC - Y si no se lo contrata ahora esa posibilidad desaparece porque el hombre arma su agenda y se terminó.
GC - Si no lo señamos no lo tenemos, tampoco tenemos capacidad de obligarlo y exigirle responsabilidades y las debidas reparaciones perjudiciales que pueda hacer hacia la formación del teatro porque no hay contrato.
EC - Ese es un ejemplo de rigidez; ¿otro?
GC - Hay otro más concreto: si conseguimos que venga un cantante uruguayo que está actualmente en el Teatro Colón, Ariel Cazes... Viene, canta en una ópera y tiene que volver al otro día a las siete de la mañana en el Buquebus, directamente no puede cobrar su caché según los mecanismos actuales.
EC - ¿Por qué?
GC - Porque tiene que figurar como proveedor en la Intendencia, se le tiene que hacer un contrato, tiene que hacer la circulación...
EC - ¿O sea que un artista que viene del exterior a realizar, por ejemplo, una función de algún espectáculo, debe ser registrado antes como proveedor de la IMM?
GC - Así es como opera la Sala Zitarrosa, de la que después me gustaría hablar un poquito porque en realidad es en pequeña escala lo que estamos pensando para el trabajo del Teatro Solís. Si actúa un cantante uruguayo en la Sala Zitarrosa, deducidos los derechos de autor, 70 por ciento es para el artista y el 30 por ciento queda para la sala. Para cobrar ese 70 por ciento que él mismo generó debe figurar como proveedor de la Intendencia, deben seguirse todos los mecanismos formales para que pueda cobrar quizás a la semana con viento a favor, o quizás unos días después. Eso se puede evitar de una manera circunstancial, por las famosas partidas especiales uno puede tener una partida para pagarle a ese cantante que viene por una noche, pero no queremos -porque ya hemos tenido varios problemas en ese sentido- que sea una suma de situaciones especiales, queremos darle la rigurosidad formal, la transparencia formal que garantice que la agilidad en la relación con los artistas, con las formalidades del caso, sea abierta, clara y genere un nuevo hecho. Diría más: le estamos planteando a Jurídica -ayer hablamos con el doctor Pérez Piera, que está como intendente en funciones pero es director de Jurídica- pensar en torno a la naturaleza jurídica del hecho artístico y organizar a partir de allí, y no al revés, no ver cómo extendemos la camisa y las formas habituales, que pueden ser válidas para otros servicios públicos pero no tienen en consideración estos aspectos que estamos mencionando.
EC - Otro ejemplo del cual ustedes han hablado en estos días es que, en un teatro del siglo XXI, no existen las horas extra.
GC - Ese tema tiene que ver con lo que se planteaba al principio sobre el tema Adeom. No pensamos en horas extra ni en un horario en función de los trabajadores, sino en función de la programación artística del Teatro Solís; eso supone la organización laboral en torno a esa naturaleza del hecho artístico, no al revés.
Pero no me gustaría mezclar estos términos, porque a partir de eso han aparecido diferentes ideas. Es más a solicitud nuestra el intendente creó en octubre del año pasado una comisión de trabajo con un abogado de Jurídica, un contador delegado del Tribunal de Cuentas, un contador de Ejecución Presupuestal y uno del Departamento de Cultura para analizar qué forma jurídica podíamos darle para resolver este tipo de problemas dentro del marco legal. Las respuestas que obtuvimos no dieron un resultado satisfactorio porque queremos que el Teatro Solís siga siendo municipal; la otra cosa factible, por ejemplo una fundación...
EC - En algún momento se habló de crear una fundación.
GC - ¿Por qué no creamos la fundación? Porque jurídicamente, para que el intendente delegue funciones, sólo existe una figura a nivel constitucional, que es la creación de una comisión administradora. Constitucionalmente la delegación de funciones, es decir "Ustedes ejercen las funciones bajo mi contralor", no se puede hacer a través de una fundación. Sólo se podía transferir el Teatro Solís a la tal fundación y que ésta guiara los destinos.
EC - Pero sin control municipal.
GC - Sin el control directo, se podría nombrar al director de turno para que participara en la fundación, pero perdía el control en el sentido del control ciudadano, porque el hecho de que sea un servicio público le da más garantías a la ciudadanía de tener una referencia y una participación directas a través tanto de los órganos legislativos como de los ejecutivos.
EC - ¿Cuál es el camino por el que finalmente se optó?
GC - Como estábamos en esa discusión en octubre del año pasado, cuando se aprobó la ley del fideicomiso otro amigo del Teatro Solís, Walter Cancela, propuso pensar en la ley del fideicomiso, en el nuevo instrumento jurídico del fideicomiso. Nos sorprendió con el planteo, hicimos consultas con algunos legisladores, en particular con legisladores del Encuentro Progresista - Frente Amplio; sobre todo por un problema de sensibilidad queríamos conocer cuál era la característica del tema del fideicomiso. La verdad es que todavía está a estudio, no resolvimos, hay tres abogados de la IMM que están analizando concretamente si lo vamos a hacer o no, todavía no hemos tomado resolución.
EC - Pero es el camino que hoy por hoy tiene más posibilidades.
GC - Se aproxima, y lo explico rápidamente: el fideicomiso puede tener alguna finalidad para el sector financiero como se ha venido implementando en otros ámbitos del Estado, los bancos, el Banco República en particular. En este caso no tiene nada que ver con lo financiero sino con la posibilidad de dar la administración con fines específicos mediante un contrato, con el cuidado de quiénes son los beneficiarios, con las condiciones programáticas que tiene el Teatro Solís; y además que se pueda rescindir el contrato según la propia ley el fideicomiso (creo que es el artículo 22). Esto nos permitiría mantener la dirección política... Cuando hablo de control y política (lo digo por las dudas, porque hablamos de cultura) siempre partimos de la base de la autonomía artística de la producción. Esto ya lo venimos haciendo, desde el ámbito donde estoy no me meto, conozco la programación de la Comedia Nacional cuando la presentan al público, lo mismo con la Orquesta Filarmónica y lo mismo puedo decir de la Sala Zitarrosa o del Teatro Florencio Sánchez, nosotros no nos metemos para nada con la programación artística. Me refiero a la evaluación, al control, a la transparencia con la que necesariamente se tienen que ver esas cosas. En ese sentido se mantiene en el ámbito público, bajo la dirección de la IMM y simultáneamente nos da posibilidades de trabajar con instrumentos del derecho privado para hacer este tipo de contratos y ...
EC - Para pasarlo en limpio en términos más sencillos: ¿el Teatro Solís pasaría a ser una empresa controlada por la IMM?
GC - No.
EC - ¿Una sociedad anónima?
GC - No, no: sigue siendo un teatro municipal, un servicio público municipal, pero tiene la administración encomendada (eventualmente, si llegamos a este acuerdo, porque insisto: lo estamos estudiando) a esa sociedad fiduciaria que establece el contrato del fideicomiso.
EC - Por lo tanto, a partir de ese momento, ¿qué ocurre con el funcionamiento del Solís?
GC - Por un lado, la programación artística está garantizada por la coordinación de los directores y las definiciones generales de políticas culturales; por otro lado todo lo que es funcionamiento propio, laboral del Teatro Solís, sigue con las características habituales. Y a los efectos de la administración de los dineros, de los apoyos extrapresupuestales, de la coordinación de recursos, en ese punto estaríamos pensando en un contrato de esas características. Eso habilitaría que las relaciones con otros productores, con la región, etcétera, tuviese una autonomía de gestión, una capacidad de autogestión con control y rendición para la que hoy no tenemos ninguna figura legal. Apareció esta figura legal en noviembre del año pasado, cuando el equipo de trabajo lo estudió todavía no estaba.
EC - Una de las limitaciones que ustedes tienen con el régimen vigente es la de vender entradas con tarjetas de crédito; ...
GC - Por ejemplo.
EC - Hoy no se puede: el Solís, la Intendencia, no pueden vender entradas con tarjeta de crédito, que es una forma de comercialización absolutamente extendida en el mundo de hoy.
GC - Hemos hablado mucho con los delegados del Tribunal de Cuentas y la contadora general de la Intendencia para estudiar el tema, independientemente de esto que veníamos comentando de la figura del fideicomiso. Hemos llegado a plantear a algunos legisladores la posibilidad de hacer una modificación en la ley del Tocaf (Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera) precisamente para contemplar estas situaciones peculiares. Pero insisto, la base de todo es la inadecuación de la concepción de organización de la administración pública a las características del hecho cultural.
EC - ¿Con la sociedad fiduciaria sí podría resolverse el tema de las tarjetas de crédito?
GC - En la medida que esta sociedad administrara y tuviese precisamente la delegación en materia de administración, podría resolverse.
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EC - ¿Cómo se ata esto con la reestructura que ustedes están proponiendo en materia de personal?
GC - Se ata sólo en el sentido de que es una parte de una manera de concebir institucionalmente al Teatro Solís con una nueva modalidad de gestión; hay una nueva institucionalidad del teatro que va a nacer cuando se reinaugure, cuando se eche a andar.
EC - De 260 funcionarios sólo se mantendrán 55.
GC - Primero, una aclaración sobre eso: el teatro está cerrado desde noviembre de 1998 y nadie perdió el trabajo, o sea que vamos a cumplir seis años y nadie perdió el trabajo, están todos los funcionarios trabajando y así va a ser. Buena parte de aquellos 200 y tantos funcionarios tenía que ver con los aspectos de producción donde se preparan escenografías y se trabaja. Esos están hoy instalados, y bien instalados, lo hemos hablado muchas veces con ellos, en un galpón en la calle General Luna donde se están desarrollando todas las escenografías y los apoyos técnicos que vemos en los teatros cuando vemos a la Comedia Nacional.
EC - O sea que no están en el Solís, pero están en la Comedia Nacional.
GC - Sí; están trabajando y muy bien. Es más, con ese grupo de trabajadores estamos pensando que podríamos -un viejo sueño que tenemos con ellos, que lo hemos hablado- favorecer al teatro independiente brindándole el servicio de escenografía e incluso de depósito, etcétera, no sólo al teatro público y la Comedia Nacional, sino al teatro independiente, que muchas veces no tiene dónde poner sus escenografías e instrumentos. El número tampoco tiene nada que ver con si se reduce o no, o si se le quita el trabajo a alguien; nadie pierde el trabajo.
Lo que estamos diciendo es: las 55 personas, que es el número básico que necesitamos para el Teatro Solís, deben tener una característica que se relacione con el hecho artístico; insisto en la naturaleza del hecho artístico. La doctora Muñoz en alguna conversación lo vinculaba al acto quirúrgico, decía que el instrumentista está a la orden de la cirugía y del cirujano en el momento que sea. El símil nos interesa porque tiene mucho que ver: tiene un tiempo, una manera de presentarse, y queremos organizarlo en función de las nuevas características del teatro, que va a ser más seguro, más confortable, modernizado, aggiornado desde el punto de vista técnico, y con un especial cuidado con los públicos. Queremos tener un especial cuidado con los artistas, un especial cuidado con los públicos, con la plantilla funcional que allí está y tiene que haber ese nivel de excelencia del que hablábamos antes. Estas son las cosas que estamos planteando.
Decía antes que tenemos algunos ejemplos, la sala Zitarrosa es en pequeña escala una expresión de esto y ha sido sobre la base del cuidado de los trabajadores. Allí tenemos trabajadores municipales, algunos administrativos y algunos maquinistas; tenemos una ONG que hace la limpieza; tenemos becarios de Turismo que son los acomodadores; y tenemos empresas que licitaron que se encargan de la iluminación y el sonido porque realmente el mantenimiento tanto funcional como material de esos dos servicios es mucho más rentable y ajustado desde el punto de vista de la organización pública de esa manera.
EC - O sea que el Solís va por el mismo camino. La plantilla básica será de 55 funcionarios...
GC - Sí, la diferencia es que en este caso la parte de control de los equipamientos técnicos sigue estando en esta plantilla presupuestada.
EC - ...y después habrá estas tercerizaciones en el caso de limpieza y vigilancia.
GC - Me parece que hablar de tercerizaciones es parte de utilizar "malas palabras" para tratar de generar polémica.
EC - Sí: desde Adeom ya ha venido ese tipo de respuesta; sostienen que no han sido consultados y afirman que este planteo responde a exigencias del BID para la reforma del Estado: "sustituyen cargos presupuestados por cargos precarios a través de tercerizaciones..."
GC - Para empezar, no tiene nada que ver con el BID. [El Departamento] de Cultura quedó fuera del programa del BID, entre otras cosas por su propia complejidad; no quisimos integrarnos, no tiene nada que ver el BID, lo estamos haciendo pura y exclusivamente sobre nuestra experiencia, la de los elencos que han actuado durante todo este tiempo en el Teatro Solís y la experiencia comparada de otros teatros y salas del mundo, que trabajan con criterios similares.
En la mezcolanza de las tercerizaciones se habla de comercios... En realidad se puede decir que hay tercerización cuando hay un servicio municipal que deja de ser brindado por los municipales, y en este caso no estamos planteando eso porque no se está generando esta situación.
EC - Pero los empleados de limpieza eran directamente municipales hasta ahora.
GC - No: en el Teatro Solís había una licitación de limpieza antes, que siguió y sigue al servicio del teatro. Antes estaban el restaurante El Águila y otra serie de cosas que no tenían nada que ver directamente. Lo que sí ocurre es que se reestructura todo en función de este servicio público llamado Teatro Solís. En ese sentido estamos haciendo un llamado interno a funcionarios municipales y luego se hará un llamado externo en la medida que no se puedan cubrir los cargos, pero los que tienen prioridad son los funcionarios municipales para integrarse al Teatro Solís.
Es cierto: hay cargos que imaginamos más vinculados a una tarea por ejemplo de becarios, como los acomodadores. Es cierto: no estamos pensando en horas extra, no, pensamos en salarios dignos, a la par de los salarios que están recibiendo los funcionarios municipales hoy; incluso estamos haciendo una propuesta a la Junta Departamental de reserva del cargo, para que aquel que quiera ir al Teatro Solís tenga la posibilidad de volver al lugar donde está trabajando habitualmente, precisamente para garantizar los derechos de los trabajadores en todo sentido. Pero sostenemos, afirmamos, que esa organización laboral debe estar en función del hecho artístico y no al revés.
EC - Hablamos de tercerizaciones de algunas tareas que se cumplen dentro del teatro, pero usted mencionó al pasar la concesión de servicios de restaurante, bar, cafetería, venta de merchandising y, lo más novedoso de todo, la posibilidad de instalar un complejo de cines en el ala sobre la calle Juncal. ¿Cómo integran este tablero estas otras piezas?
GC - He leído algunos editoriales bastante mezquinos. Quiero hacer una aclaración muy determinante, porque incluso ese editorial apareció en un matutino que ha informado otras cosas en sus propias páginas. La intervención que se está haciendo en el Teatro Solís, el llamado cañón central, del que con mucha transparencia hemos hablado, "Por ahora podemos hacer esto, no estamos en condiciones de hacer las dos alas, la de Bartolomé Mitre y la de Juncal, porque no estamos en condiciones ni presupuestales ni temporales", así lo dijimos públicamente, ese cañón central que algunos pretenden minimizar, que es el teatro verdaderamente dicho y sus soportes, representa en el viejo inmueble 14.000 metros cuadrados del total de 20.000 que tiene todo el Teatro Solís, y lo que va a quedar hecho y realizado con las refundaciones, con la adecuación acústica, con la seguridad, todo eso que queda hecho a nuevo, a siglo XXI, con la recuperación patrimonial del siglo XIX, representa sin duda más de 20.000 metros cuadrados si se incorporan los otros elementos que se han añadido como parte del soporte técnico. Lo aclaro porque se ha dicho...
EC - En realidad ha crecido, ese cañón central crece con la reforma que se ha hecho...
GC - Crece en varios miles de metros.
EC - ...porque se genera un subsuelo y cambia el escenario, por mencionar dos casos.
GC - Se amplió el escenario, hay dos edificios de soporte técnico al costado del escenario, se crean las unidades exteriores sobre Reconquista. Y ya era una intervención sobre 14.000 metros y sobre el teatro propiamente dicho.
Quedaban los dos laterales: el Museo de Historia Natural (que dicho sea de paso creo que a mediados de 2000 recién se trasladó del ala donde estaba), y la otra donde estaba El Águila, para decirlo groseramente y para que los oyentes lo recuerden, y donde en algún momento en la década del 40, estuvo el Cine Parlante. No pensamos asumir esa ala en esta etapa, pero se nos planteó, nos llegó la iniciativa de algunos vecinos -Manuel Esmoris que la formuló, etcétera- de licitar salas de cine. Nos pareció una buena idea y hoy estamos en el proceso licitatorio de las salas de cine del ala que da hacia Juncal. Pueden salir cuatro o seis salas de cine, no sabemos si habrá oferentes porque la licitación todavía está abierta, creo que cierra el 26 de mayo cuando se estarían abriendo los sobres si alguien se presentara.
Implica un gran valor patrimonial, urbanístico, termina de consolidar la propuesta y la oferta en la zona...
EC - Una zona que tiene un movimiento propio ya muy intenso en estos últimos años.
GC - Con la incorporación del Solís probablemente esto se consolide, y si encima en ese mismo entorno se genera la oferta cinematográfica con nuevos públicos, que es otro de los temas que tenemos planteados para la futura gestión del Teatro Solís, creemos que va a contribuir mucho a esa recuperación de la Ciudad Vieja y a ese ensamble con la ciudad nueva que representa ese lugar.
EC - Pero además le hace ingresar fondos frescos al Solís.
GC - En la licitación estamos a la expectativa del canon que ofrezcan las empresas oferentes y planteamos también el tema de la diversidad cultural -que subrayo- en la propuesta cinematográfica de las salas de cine para complementar todo el programa.
Para nosotros sería muy importante tener un canon a partir de esa explotación, pero, con franqueza, originariamente no salió por el canon, aunque el canon puede ser muy importante, como lo es el del eventual restaurante.
Si de verdad se desarrolla esta propuesta licitada, en la otra ala, en la que da a Bartolomé Mitre, existe la posibilidad... Pedí al equipo técnico de dirección del Teatro Solís que empezara a desarrollar el proyecto que estaba esbozado, bocetado originariamente, para tener en la otra ala un lugar de archivo, de cafetería de teatro, un centro de investigación y documentación de las artes escénicas... Vamos a ver en la inauguración del Teatro Solís una propuesta museística sobre la historia del propio teatro.
EC - En la época de Tabaré Vázquez intendente se había pensado instalar un museo donde ahora van a estar los cines.
GC - Esto es parte de toda esta acumulación coral que se ha hecho. En la época de Tabaré Vázquez se creó una comisión, en el año 1991, para estudiar la instalación de un museo del teatro para la ciudad. Esa comisión duró un año, y ahí quedó. Cada vez que se nos ha planteado lo del museo a lo largo del tiempo hemos dicho que no nos imaginamos estrictamente un museo del teatro, nos imaginamos un centro de documentación, investigación y difusión de las artes escénicas, y en ese sentido hay espacio en la otra ala para poder desarrollar en dos niveles amplios precisamente estas características, además de las propuestas museísticas que va a haber en el propio Teatro Solís.
Yo tengo el deseo de que la próxima administración pueda seguir desarrollando y completando esta propuesta. Nosotros hemos asumido la responsabilidad, creo que con todos los dolores y los posibles errores, y aciertos; básicamente se trata de una gran apuesta, de una gran actitud y valentía del propio Arana (él mismo un genuino representante de la defensa patrimonial) habernos embarcado en esta recuperación estratégica del Teatro Solís, y creo que finalmente se ha ido consolidando un buen proyecto que va a ser motivo de orgullo para los montevideanos.
EC - Tengo varias preguntas para plantearle y el tiempo se nos fue. Vamos a la más complicada. Un oyente dice que a partir del modelo de cambio en la gestión no le queda claro "por qué el FA se opuso a la ley de asociación de Ancap y en cambio encara este tipo de reformas. ¿Acaso estos temas no tienen muchos puntos en común?".
GC - No quiero opinar sobre el tema Ancap públicamente, no estoy capacitado para hacerlo, aunque voté. Pero hablamos de dos situaciones diferentes y no podemos hacer un análisis simplista. Primero, el FA nunca se negó a formas de asociación en las empresas públicas, se niega cuando las formas de asociación de las empresas públicas condicionan sectores estratégicos en la vida del país, como pueden ser las comunicaciones, los combustibles, la energía, etcétera. Y aún así el FA tiene una actitud -lo ha dicho en sus programas- muy abierta desde el punto de vista de la asociación, siempre y cuando haya reglas de juego claras y transparentes en la relación entre lo público y lo privado.
En este caso estamos hablando de otra cosa y subrayé desde el principio que esta propuesta sigue manteniendo el carácter de servicio público municipal del Teatro Solís, resguardo que nos parece determinante y que está en la visión y la misión del teatro. Los otros son componentes que no hacen a la esencia de la propuesta cultural del mismo.
EC - La propuesta todavía está para aprobarse, faltan instancias en la Junta Departamental.
GC - Sí, faltan definiciones jurídicas como las que mencioné antes, porque esta figura del fideicomiso no es un tema que queramos hacer a las apuradas, se está analizando.
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Al término de la entrevista, la audiencia envió algunas preguntas que Carámbula respondió vía correo electrónico.
1) Laura quiere saber cuál será el rol de la Banda Sinfónica Municipal en este nuevo proyecto administrativo. Dice que le encantaría que le preguntes porque Carámbula siempre es esquivo a esta pregunta.
2) Andrea quiere saber por qué no se habla de la Banda Sinfónica Municipal (BSM). Parece que no perteneciera a la IMM
Sólo hablé de la Filarmónica y de la Comedia porque son los elencos que tenían una relación estable con el Teatro Solís (TS). Sin perjuicio que la BSM tenga alguna actividad especial en el nuevo TS, no forma parte de la programación del Teatro y, en el esquema actual de los cuerpos municipales, éste no es el ámbito natural o habitual de sus actuaciones
3) Mario dice que teniendo en cuenta la movida que existe en la Ciudad Vieja le preocupa mucho el tema de la seguridad de los automóviles de las personas que van a la zona. ¿Tienen previsto un estacionamiento seguro?
Desde "Cultura" hemos planteado en más de una ocasión la cuestión del estacionamiento. Los directores especializados en ello nos han contestado que es un tema a plantear después de generada la demanda. Que los inversores para una eventual licitación o explotación de esos espacios aparecen cuando ven una demanda sostenida. Hace dos años se hizo un llamado y no hubo oferentes. Ahora cambió la realidad y se proyecta volver sobre la iniciativa.
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Nota relacionada:
El Teatro Solís sigue creciendo. Directora de obra, arquitecta Eneida de León: Los trabajos debieron comenzar en junio del año pasado, justo cuando el país tembló, y se iniciaron en octubre. Al mismo tiempo que las obras de ingeniería se ha trabado en detalles como la restauración de las arañas, de los frentes de los palcos. La primera etapa está totalmente presupuestada y se está cumpliendo en tiempo. Las nuevas instalaciones permitirán desarrollar actividades que antes no eran posibles, y después de la inauguración se podrá continuar ampliando y mejorando el teatro (01.08.03)
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni