90 años de El Espectador

Suena Tremendo recibió a Emiliano Cotelo

En el marco de los festejos de los 90 años de Radio El Espectador, Suena Tremendo entrevistó a Emiliano Cotelo, director y conductor de En Perspectiva, programa que ya lleva 28 años al aire y casi 22 en AM 810. Conversaron sobre sus inicios en el periodismo, cómo se enfrenta a las entrevistas de cada mañana y a los políticos de fuste más destacados del país. Sus ideas políticas, el cuadro de fútbol del que es hincha (o simpatizante) y su tiempo libre también estuvieron en esta charla. La clásica situación límite de Suena Tremendo no podía faltar.

(emitido el viernes 13/12/2013)

DIEGO ZAS:
Para presentar a Emiliano Cotelo armamos lo siguiente:

Nuestro invitado de hoy fue buen alumno en la escuela y el liceo pero probablemente haya aprendido más en la casa:

(inicio de audio)
"Mi padre fue periodista durante buena parte de su vida y dos lecciones que se escuchaba permanentemente en casa eran que la información debía manejarse con precisión y que había que hablar con fundamento y con conocimiento, no payar"
(fin de audio)

JUANCHI HOUNIE:
De padre periodista y madre profesora de música, escapó a sus genes humanísticos y decidió inclinarse por la ingeniería al tiempo que incursionaba en la radio.

(inicio de audio)
"Probablemente esa formación mía anterior al periodismo en la ingeniería me generó una determinada cabeza a propósito de cómo se trabajan los temas, con qué rigor hay que encararlos"
(fin de audio)

DZ – Hasta mediados de los 80 se sintió identificado políticamente con el Partido Socialista. Hoy afirma que el conocimiento obtenido tras años de observar de cerca el sistema político lo llevó a sacarse cualquier camiseta partidaria hasta volverse una persona absolutamente independiente.

JH – Entre 1976 y 1978 condujo los programas "Perfiles" y "Sonido nacional" en CX26 SODRE; allí pasaba Totem y le censuraban [a Leo] Maslíah. Además, trabajó como ayudante de ingeniero hasta que, en noviembre de 1982, la rotura de "la tablita" liquidó el boom de la construcción.

DZ – Después de intentar otros trabajos (por ejemplo, venta de libros puerta a puerta), decidió reunirse con José Germán Araujo para conseguir un espacio en CX30, cosa que logró: entró como informativista y luego, entre 1983 y 1984, condujo los programas "Opiniones" y "Ustedes y nosotros".

JH – En aquella época oscilaba entre la carrera de ingeniería y la radio. Viviendo entre esos dos ambientes participó de las diversas manifestaciones sociales y culturales que precedieron al retorno de la democracia.

DZ – En setiembre de 1983, al final de la marcha de la ASCEEP, en el [estadio Luis] Franzini presentó a Larbanois-Carrero o a Los que iban cantando, no lo recuerda bien.

JH – Cuando CX30 se flechó demasiado (en marzo de 1985), abandonó el barco y salió en busca de otro trabajo. Estuvo a un tris de conducir el informativo de canal 5 junto a Neber Araújo y Ligia Almitrán. El proyecto se frustró y nuestro invitado en Jaque terminó.

DZ – Con Manuel Flores Silva como director, se empapó en el mundo de la redacción y conoció a Enrique Alonso Fernández, quien lo invitó a un proyecto radial donde también estaban Claudio Paolillo y Carlos Núñez. Se llamaba En Perspectiva y comenzó a salir en junio de 1985 por Emisora del Palacio.

(inicio de audio)
"Y el programa lo que hizo fue subirse a la ola (política) porque al regreso de la democracia la ciudadanía uruguaya era una población muy ávida por conocer cómo funcionaba aquello por lo que se había peleado tanto"
(fin de audio)

JH – Núñez fue el primero en bajarse del programa, luego fue Paolillo y finalmente Alonso. A nuestro invitado le tocó la decisión de bajar la cortina definitivamente o seguir adelante. Eligió esto último.

DZ – El programa siguió y tuvo que hacerse grande a los tumbos. Hizo el recorrido contrario al de la mayoría: el 24 de febrero de 1992 pasó de FM a AM uniéndose a la 810 El Espectador.

JH – En su trayectoria en El Espectador En Perspectiva entrevistó a las grandes figuras de la política nacional, algunas más locuaces.

(inicio de audio)
EDGARDO ORTUÑO -…tecnológicas, por eso es tan importante definir la estrategia…
EMILIANO COTELO -¿Me permite plantearle alguna pregunta? (…) La pregunta es si en esos países existe monopolio, porque la información disponible dice que no.
EO - Está dando estos resultados que nos colocan a la vanguardia y que nos van a permitir…
EC - Pero no me contestó la pregunta a propósito de monopolio o competencia. ¿En Nueva Zelanda se establece monopolio del Estado en el servicio de internet por fibra óptica?
EO - Le estoy comentando Emiliano cuál es la decisión estratégica de diversos países y los errores.
EC - Yo lamento que estemos en esta tirantez en la conversación porque yo planteé hace 15 minutos una pregunta y usted no me la contesta. La pregunta es: ¿qué países del mundo que son referencia en telecomunicaciones funcionan con monopolio del servicio de internet por tierra?
(fin de audio)

DZ – Otras más silenciosas.

(inicio de audio)
EMILIANO COTELO - Pero por ejemplo en ese libro usted entre otras cosas hasta ahora…
JOSÉ MUJICA - Si usted me va a hablar del libro yo no voy a seguir hablando.
EC - No, pero la referencia viene a esto…
JM - Si le dije que no lo escribí y que no lo corregí, ta.
(fin de audio)

JH – En Perspectiva recuperó un término de un Uruguay que parecía un pasado remoto: La Tertulia. Este grupo de ciudadanos reunido para discutir temas de actualidad llegó a despertar muchos elogios y algunas polémicas.

(inicio de audio)
JORGE LARRAÑAGA - Hay algunos contertulios acá que de alguna manera salen a boquillear desde la propia tertulia de El Espectador.
EMILIANO COTELO - Refiérase específicamente a cuál de esas declaraciones está aludiendo.
JL - A unas cuantas, acá hay de todos los temas.
EC - La regla con la que se maneja la tertulia es que si en la tertulia hay errores de información los aludidos tienen el derecho, por supuesto, a responder. Pero a propósito de ideas o de opiniones el espacio sería inviable si todo aquel que es criticado o cuestionado en la tertulia apareciera a continuación respondiendo.
(fin de audio)

DZ – Por si fuera poco el programa también incursionó en las encuestas de opinión pública…

(inicio de audio)
 "El politólogo Óscar Botinelli…"
(fin de audio)

DZ – …y en ámbitos desconocidos en el periodismo como el pugilismo.

(inicio de audio)
"José Villar y Esteban Valenti se tomaron a golpes de puño en la puerta del estudio principal de El Espectador"
(fin de audio)

JH – Nuestro invitado se ha definido como profesional, independiente y pluralista. Dicen que también es un buen tenista. Hoy lo convertiremos en el entrevistado.

DZ – Suena Tremendo recibe a Emiliano Cotelo.

EMILIANO COTELO:
Muchas gracias por la invitación. ¿Cómo andan?

JH – Buenas tardes.

DZ – ¿Algún apunte sobre esta presentación?

EC – Estaba entretenida. Diría que estaba bastante completa. Refleja bien buena parte de lo que he hecho. Probablemente el error más grosero esté al final.

JH – ¿Lo de buen tenista?

EC – ¡¿Quién dijo que soy buen tenista?!

JH – Bueno, algún rival que haya sido derrotado…

EC – Me gustaría conocerlo. Juego desde hace pocos años y estoy todavía aprendiendo y me falta mucho, mucho.

DZ – ¿Tenista de referencia?

EC – [Rafael] Nadal. Admiro su potencia física, su tenacidad, los recursos que maneja. Por supuesto: inalcanzable.

JH – Me imaginé más un [Roger] Federer para Emiliano.

EC – Pero no. Me atrapa más el estilo Nadal.

DZ – Comparten el top spinning.

EC – Ah, sí (risas) somos muy parecidos.

JH – Una de las cosas que escuchamos en la presentación fue un fragmento de una entrevista con Edgardo Ortuño, que no respondía una pregunta que había sido planteada desde el principio y se iba en elusivas y el periodista -en este caso vos- resolvió volver sobre la pregunta hasta generar una tensión en la comunicación. ¿Hasta dónde tiene que ir uno con la repregunta, si siente que no le están contestando? ¿Tiene que ir hasta el final o dejarla pasar?

EC – Cada entrevista es distinta en ese sentido. Yo entiendo que hay que dejar claro que uno planteó una pregunta y que el entrevistado la elude; eso es lo primero. Segundo, en la medida de lo posible hay que insistir para que la respuesta aparezca. En ese caso concreto la información que el invitado pudiera aportar realmente me parecía relevante para el debate que se estaba dando en esos momentos, incluso me vendría bien a mí para reflexionar sobre la visión que en principio yo tenía sobre el asunto. Yo quería que me convencieran de la otra alternativa, que me dieran argumentos para la otra posición y no lo lograba.

Cada entrevista es distinta; depende mucho de la forma como el entrevistado elija eludir, hay formas más elegantes y más groseras. Hay un reloj que está corriendo y que también manda; hay veces que uno no tiene posibilidad de seguir insistiendo porque ya nos pasamos de la hora y tiene que empezar la entrevista siguiente o la tertulia. Cuántas veces ha pasado que algún oyente protesta: "Bueno, pero no insististe, no fuiste suficientemente duro". Lo que pasa es que se había terminado el tiempo. En este ejemplo (que escuchábamos) fue diferente porque la pregunta fue planteada casi al principio de la entrevista, avanzaban los minutos y seguía sin haber respuesta.

DZ – Vos tenés que estar muy atento en cada una de las entrevistas. Pero en esas entrevistas que son medio densas, donde sabés que no vas a obtener mucha información y tampoco te interesa prolongarlas, ¿se te va la cabeza y por momentos perdés el hilo de lo que te están diciendo mientras pensás en el almuerzo o en alguna otra cosa que tengas que resolver a nivel familiar?

EC – No, no de esa manera. Puede írseme la cabeza cuando me doy cuenta que lo que está escuchándose es más una payada que una respuesta, cuando se está dando vueltas, cuando el entrevistado es aburrido. Puede ser que me distraiga de lo que está diciendo porque me preocupa que el producto radial esté siendo malo, pero no porque me ponga a pensar en otras cosas.

JH – 28 años lleva En Perspectiva, ¿no?

EC – Si, este año cumplió 28 años.

JH – De 28 años hemos marcado apenas unos momentos de entrevistas. Hay muchos más. En épocas de elecciones las entrevistas son mucho más tensas porque los políticos tienen más para perder. Recién escuchábamos a [José] Mujica siendo elusivo y cortante. Me pregunto si alguna vez te imaginaste estar en el lugar de Neber Araújo y tener que bancarte un "no sea nabo, Emiliano". ¿Cuál pensás que hubiera sido tu manera de proceder? Porque es una situación hipotética y pensada desde la hipótesis y uno puede acomodarla de la mejor manera. Incluso Neber en una entrevista posterior dio un pensamiento que se le cruzó por su cabeza responder y no respondió, dijo que no quería caer en la misma situación que el entrevistado. ¿Pero te imaginaste alguna vez que te hubiera tocado esa situación, que es histórica y que a Neber le marcó buena parte de su carrera? …Porque Neber trasciende ese hecho, pero es un episodio muy popular.

EC – Está buena la pregunta porque creo que aquella situación nos hizo pensar a todos los periodistas uruguayos, nos hizo imaginarnos cómo hubiéramos reaccionado nosotros. Es muy difícil contestar la pregunta… es lo que tú recién señalabas, con las cartas vistas es otra historia… Pero hubo algo que me impresionó de aquel episodio. Todo periodista que hace entrevistas se prepara para el entrevistado que va a tener delante pero también se prepara en general; uno trata de prever escenarios que pueden darse en las entrevistas, sobre todo con invitados complejos. Y francamente yo nunca me había imaginado un escenario como ese. Por lo tanto, si se me hubiera dado a mí, habría tenido que improvisar y no estoy seguro de que lo hubiese resuelto bien. Es una pequeña pesadilla…porque el periodista se estaba jugando mucho en ese momento. Uno está acostumbrado a "complicarle la vida" al entrevistado, no a que se la compliquen a uno. Y por lo visto en aquella situación, ahora hay un detalle más, muy dramático, que deberíamos prever. Es un ángulo que los periodistas que nos dedicamos a esto tenemos que estudiar con más cuidado.

DZ – ¿Vos recordás lo que le contestó Neber? Le dijo: "Por respeto a sus canas no le respondo". Más adelante Neber dijo que lo primero que se le pasó por la cabeza como respuesta fue: "Usted es un viejo coprófago", y no se lo dijo porque tuvo un momento de lucidez.

JH – Ahí habría sido como truco y retruco y la historia hubiera sido muy distinta, estaríamos acordándonos más del "viejo coprófago" que del "no sea nabo".

EC – Además quiero agregar un detalle: quizás el caso ni siquiera es comparable al tipo de entrevistas que hago yo, porque esa era una entrevista de televisión, o sea que allí el periodista además de decir algo tenía que mostrar una cierta cara. A eso sí que no estoy acostumbrado. Y los dos elementos son fundamentales en esa reacción: yo tengo que pensar en lo que digo y en cómo manejo el momento. Ahora (en este estudio) tenemos cámaras (webcam) también; pero igual, la televisión masiva es otra cosa.

DZ – Hablando de entrevistados, ¿por qué creés que Tabaré Vázquez es tan elusivo a la hora de dar notas? ¿Por estrategia (cuanto menos hable más poder va a demostrar)? ¿O por falta de cintura para encarar entrevistas?

EC – Es una mezcla de las dos cosas. Me parece bastante claro que a Vázquez le parece mejor controlar el discurso de su comunicación. Él se siente más seguro de esa manera. Él funciona muy bien en conferencias de prensa, en actos donde él es el orador. Pero, bueno, también va a tener que dar entrevistas –y no debates, porque ya ha resuelto y ya tenemos todos claro hace tiempo que con los debates se lleva peor todavía- da la menor cantidad posible. En todo caso, prefiere exponerse a esas "entrevistas" desordenadas o conferencias de prensa improvisadas que se generan a la salida de un acto, etc. (En esas ocasiones él de algún modo aprovecha (esa confusión en la) que todos los noteros quieren meter sus preguntas y, por lo tanto, las respuestas pueden ser breves y no concretas.)

JH – Hizo una muy puntual con Ignacio Álvarez cuando tuvo que referirse al tema de la marihuana, pero fue como "acotemos que quiero dar una opinión". En ese sentido en la entrevista para los 25 años también respondiste lo mismo: una vuelta Vázquez tenía que aclarar un incidente que había tenido y pudiste hacerle una entrevista telefónica porque necesitaba en ese momento del medio para dar un mensaje.

EC – Sí, creo que estás aludiendo a la entrevista que Vázquez, siendo presidente, me otorgó después de la reunión con Néstor Kirchner en Santiago de Chile [en marzo de 2006], cuando se estaba gestando la crisis por la planta de Botnia [hoy UPM]. Hemos tenido pocas entrevistas con él en general y con él como presidente estaba muy difícil. En aquella situación él estaba desarrollando una gira, se encontró con Kirchner en Santiago [porque ambos asistían a la asunción de Michelle Bachelet como presidenta] y después seguía a otros destinos en América Latina. Yo tuve la sensación de que después de la reunión con Kirchner, Vázquez necesitaba hablar (con el público uruguayo), y llegué incluso a averiguar que estaba pensando en alguna entrevista en concreto. Hicimos una gestión aprovechando ese contexto que parecía más favorable que otros y la respuesta fue positiva. La entrevista tenía que ser por teléfono; creo que lo llamamos a Brasil.

Fue una entrevista muy puntual, referida a ese asunto sobre el cual Vázquez tenía que aclarar cosas. Se había armado un gran lío por esa reunión con Kirchner y lo que habían pactado o no, él necesitaba comunicar y una entrevista como la que yo le ofrecía era un medio adecuado para eso. Pero fue un ejemplo de excepción a la regla. Yo decía: "me da la sensación de que Vázquez quiere controlar el discurso".  En varios casos ha dado entrevistas porque tenía un mensaje que pasar y  en esas circunstancias el formato entrevista le sirvía. Conceder entrevistas no es la regla con Vázquez. Distinto es el caso de las conferencias de prensa improvisadas, donde me parece que él se siente más cómodo porque son muy desordenadas…

JH – Sí, puede decir "gracias" y retirarse.

EC – Claro, basta muchas veces basta con que diga una frase para que ya alcance porque en seguida viene otro periodista y pregunta otra cosa. No es lo mismo que una entrevista con continuidad, donde se puede repreguntar, donde los distintos temas se pueden haber preparado con cuidado.

DZ – De los que han sido presidentes del 85 a esta parte, ¿las entrevistas con Vázquez son las menos entretenidas?

EC – No, no. Creo que las entrevistas con Vázquez son entretenidas, quizás no son las más ágiles. Creo que si pensamos en los expresidentes, las entrevistas más ágiles son con Luis Alberto Lacalle. Él tiene un estilo -siempre lo tuvo- de respuestas breves y donde muchas de ellas son casi titulares; parece que están pensadas para que sean el título de la nota. Lacalle tiene una gran capacidad de síntesis. Y con frecuencia es además peleador, desafiante, se malhumora y también por eso la entrevista resulta movida y entretenida; tiene momentos álgidos.

El estilo de Vázquez es totalmente distinto. Él tiende a contestar largo, lento, pausado. Pero en ese sentido no se diferencia mucho de [Danilo] Astori, [que a menudo parece un profesor dando una clase magistral, para lo cual tiene que hacer sí o sí un desarrollo ordenado; o de [Julio María] Sanguinetti, [que también necesita fundamentar sus respuestas, aunque en una onda más apasionada]. [Jorge] Batlle es otro larguero, distinto, porque tiene una tendencia a irse por las ramas; cuando empieza a contestar uno no sabe hasta dónde piensa llegar, [sobre todo en cuanto a antecedentes o contexto]. Ese es un inconveniente en el mano a mano entre periodista e invitado; puede generar tensión y de hecho yo tuve algunas entrevistas tensas con Batlle por ese motivo, porque había un momento en que había que cortarlo. No porque no estuviera contestando la pregunta. No era como el caso [de Ortuño] que escuchábamos hace un rato. Batlle estaba contestando la pregunta pero con una costumbre que es propia de él: estaba buceando en la historia, se había ido 200 años atrás; en algún momento iba a llegar [a la respuesta que yo pretendía], pero, claro, a mí me corrían los horarios y las tandas del programa.

JH – Emiliano, en la entrevista que te hizo Magdalena Herrera en El País para los 25 años te preguntaba con qué gobiernos creías que había una relación más fluida y más tolerante con la prensa. Y vos marcabas dos gobiernos: el de Lacalle y el de Batlle; hablabas de que en los gobiernos de Sanguinetti hubo una relación más complicada, que se operaba más desde atrás de un telón; en el Gobierno de Vázquez muchas veces eran los ministros que salían a cuestionar a tal o cual medio; y hasta lo que iba del Gobierno de Mujica -un año o un poco menos- había habido una relación fluida y tolerante tanto como con los gobiernos de Lacalle y Batlle.

También señalabas que después de haber sido presidente, Lacalle había tenido un enojo importante con En Perspectiva a raíz de aquellos casos de corrupción en los que se le involucraban y que bajó la cortina durante un tiempo, y eso es también una manera de presionar. En definitiva se iba quedando Batlle en "el podio" de alguna manera.

Ahora que ya pasaron cuatro años desde que Mujica es presidente, ¿seguís teniendo esa misma consideración que tenías de este gobierno como en esa luna de miel del 2010?

EC – ¿Tú preguntás si el gobierno de Mujica tiene una actitud abierta con los medios de comunicación…?

JH – …Y tolerante con la prensa, si presiona más o menos que otros gobiernos.

EC – Yo tiendo a pensar que ese no es un problema en este gobierno. Aparecen funcionarios que se quejan y cada tanto Mujica despotrica, pero… ¿cómo decirlo…?

JH – …Como despotrica a menudo, uno se lo toma menos en serio… ¿Ha logrado eso Mujica?

EC – Iba a decir algo parecido. El estilo habitual de Mujica lo lleva a los improperios, a los exabruptos, a frases de las que después se arrepiente. En esa canasta terminan entrando cada tanto periodistas o medios de comunicación. Entonces mi impresión es que esos golpes hacia los medios de parte de Mujica quedan atenuados porque forman parte de su manera de ser en general, demasiado habladora y por tanto muy expuesta a meter la pata. Me acuerdo que en el gobierno de Vázquez hubo una o dos veces en las que él salió a hacer directamente un cuestionamiento a la prensa [a algunos medios] y en ese caso sí había que tomárselo muy en serio. Recuerdo que incluso habló de El Espectador, lo colocó como parte de una oposición, en fin... No era lo habitual en Vázquez, no solía decir ese tipo de cosas. Y recuerdo que desde la radio -y en particular desde En Perspectiva- sentimos la necesidad de contestarle.

Hece poco hubo otro episodio, con Vázquez tratando mal a un periodista que le preguntó en el interior sobre drogas…

DZ – "¿Quién lo mandó a preguntar eso?"

EC – …Francamente no me gustó y me resultó una señal amarilla fuerte, porque Vázquez personalmente no se metía o no se ha metido con los medios [de manera tan directa], salvo aquella excepción que yo mencionaba recién. En cambio, el caso de Mujica es otra historia: lo que sí tengo clarísimo es que no hay de parte del Gobierno Mujica o de funcionarios de su entorno presiones sobre los medios.

JH – Bien. ¿Cotelo manda las tandas puntualmente?

EC – No (risas), lamentablemente no, me encantaría, es una lucha cotidiana contra el reloj y los horarios de los espacios.

DZ – Nosotros vamos a mandar una tanda, te tiro una antes, cortita.  ¿Te acordás de la primera vez que gritaste un gol de un cuadro uruguayo?

EC – ¿Si me acuerdo cuál fue la primera vez que grité un gol de un cuadro uruguayo?

DZ – Sí.

EC – No me acuerdo exactamente cuál fue el gol, pero seguramente fue de Peñarol porque cuando chico yo era hincha fanático de Peñarol.

JH – Cuando chico.

EC – Cuando chico, sí.

JH – ¿Y qué pasó?

DZ – ¿Y ahora?

EC – Mirá, es una historia larga. Pasó que hubo una época desde el liceo en adelante en la que yo me alejé por completo del fútbol, quizás porque debido a mi miopía tuve que dejar de jugar al fútbol. No podía jugarlo y al mismo dejó de interesarme [como espectáculo]; en especial abandoné cualquier pasión que tenía por Peñarol. Fueron varios años lejos del fútbol. Después, cuando mis hijos empezaron a crecer, volví al fútbol con ellos. Y en especial con Felipe [que hoy tiene 20], que es el más fanático, durante años fui a ver a Nacional porque él era hincha tricolor. Después él, muy racionalmente, se pasó a Danubio (una decisión muy interesante que él tomó y que da para charlar horas), y desde entonces en casa somos todos simpatizantes de Danubio. No hinchas, pero sí simpatizantes, acompañándolo a él, que es un "enfermo" hincha de Danubio y que está muy involucrado en tareas del club en la parte de comunicación, etcétera.

JH – Pero igual ahí cerca del Palacio Peñarol podría aparecer el graffiti "Cotelo es manya" y no irías a borrarlo.

EC – Debería decir: "Cotelo fue manya" (risas).

***

DZ – Escuchando una cortina muy conocida por los escuchas de El Espectador seguimos hablando con Emiliano.

EC – Fue la cortina de En Perspectiva durante añares [se llama "Beach trails", del album "This side up", de David Benoit]; pero no fue la primera sino la segunda.

DZ – Tiene un parecido con la cortina de Alf, ¿no?

EC – Sí (risas), totalmente.

DZ – Te lo habrán dicho, me imagino.

EC – Sí, sí.

DZ – Emiliano quería hacer una puntualización sobre algo del bloque pasado.

EC – Sí, viste cómo es el problema de ser entrevistado; uno no siempre funciona bien. Me quedé pensando a propósito de las preguntas que hacía Juanchi sobre presidentes o gobiernos uruguayos y su relación con los medios y los periodistas. Yo decía que pese a algunas salidas de tono de Mujica yo no percibo que haya desde el gobierno presiones. Claro, algún oyente puede preguntarse por qué no mencioné que está de por medio el proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual, que obviamente ha sido visto con preocupación por los periodistas, por las emisoras de radio, los canales de televisión, distintas organizaciones, porque ahí hay riesgos de censura, influencia desde el poder político sobre el contenido de los medios, etcétera. El análisis del proyecto es un capítulo aparte; si quieren lo charlamos otro día u hoy.

[¿Por qué no me preocupa demasiado?] Afortunadamente el proyecto ha tenido una cantidad de correcciones a partir de las distintas opiniones que se escucharon en la comisión de la Cámara de Diputados. Ahora el trámite sigue en el Senado y mi sensación es que todavía va a tener más atenuaciones y mejoras, porque estaba lleno de problemas, de errores o de factores inquietantes. Y por último tengo la sensación, y ahí [incluso] estoy de acuerdo con Mujica, de que es un proyecto que desde el punto de vista de la regulación de los contenidos tiene muy poco sentido porque la tecnología le va a caminar por arriba, ya lo está haciendo. Entonces, el proyecto es sí una señal a tener en cuenta, no es algo que a mí me resulte agradable, pero tengo la convicción de que va desarmándose día a día.

DZ – Tengo un libro acá que se llama "Candidatos en el aire", escrito por Carmen Rico, socióloga; del año 1995. En él te entrevistaba a vos como entrevistador de políticos de fuste. Consignamos en la presentación que escuchamos al arranque de la nota -capaz que a alguno le pasó desapercibido- una cosa que decías en aquella entrevista sobre tu filiación política en tus años de juventud. Decías: "Hasta 1985 yo hacía un periodismo comprometido ideológica y políticamente. Yo era en ese entonces una persona alineada con el Partido Socialista, eso se sabía y hasta supongo que se dijo al aire en varias oportunidades en CX30". ¿Cuándo se perdió el amor con el Partido Socialista?

EC – Fue en esos años del regreso a la democracia, en el 85, 86, 87. Quizás muy influido por esa profesión que yo estaba abrazando, la del periodismo, empecé a ser de una forma y después, reflexionando sobre lo que hacía, me fui transformando. Yo empecé a hacer un periodismo alineado hasta que llegué a la convicción de que lo que yo quería hacer era otra cosa: un periodismo lo más independiente posible en el que yo ayudara a la gente a pensar. Y para eso, yo tenía que ser el primero que pensara, tenía que tener la cabeza abierta. Por lo tanto, no solo me apareció como obstáculo el tener un encuadramiento político partidario, sino incluso tener asumida una ideología cerrada. Eso llevó a que yo me sintiera incómodo en ese partido, aunque estoy seguro que me habría sentido incómodo en cualquier otro; si mi origen político hubiese sido haciendo militancia batllista o en Por la Patria, me habría pasado algo muy similar.

JH – ¿En qué situación Cotelo diría a quién votó en las últimas elecciones?

EC – Nunca.

JH – Bajo ningún concepto.

EC – No, no.

JH – Sería comprometer ese periodismo independiente.

EC – Claro. Yo prefiero que existan todas las especulaciones habidas y por haber pero no contestar esa pregunta.

JH – Y creés que…

EC – Aclaro: yo voto siempre.

JH – Nunca anulado, nunca en blanco.

EC – Yo voto siempre. He votado lo que he creído conveniente en cada circunstancia, pero no voy a decir qué fue.

JH – Inclusive no darías pistas. Por ejemplo, hay periodistas que han dicho: "he votado a todos".

EC – No. ¿Para qué? Eso es empezar a coquetear con la respuesta. Si vas por ese camino, a los diez minutos tenés que contestar a quién votaste.

DZ – Si yo te pongo tres nombres acá Emiliano (risas)...

JH – ¿Creés que la mayoría de los oyentes de En Perspectiva te percibe al día de hoy como alguien de centro izquierda?

EC – No, creo que no.

JH – ¿Y que la mayoría…?

EC – ¿Querés que te pase los mensajes de los oyentes? (risas) Enfrentarte a los mensajes de los oyentes te va a contestar esa pregunta. Hay de todo.

JH – ¿Y [creés] que la mayoría de los dirigentes frenteamplistas te perciben como de centro derecha?

EC – No sé. Yo conozco dirigentes de distintos partidos políticos que me perciben ubicado en sus veredas de enfrente. Entonces te contesto que sí. También conozco casos de dirigentes del Partido Nacional que están convencidos de que yo juego para la izquierda o para determinado sector de la izquierda. Lo mismo con dirigentes colorados.

JH – Lo cual no sería malo desde cierto punto de vista.

EC – ¿Por qué?

JH – Porque cada vez que entrás en diálogo con algún dirigente ellos perciben que tú los estás interpelando; por eso te visten de algún color.

EC – Bueno, es una manera de leerlo. Para mí, una de las herramientas a utilizar en una entrevista es colocarme en la otra posición: si yo entrevisto a alguien del partido A, voy a tratar de colocarme en la posición del partido Z. No digo [que haga eso en] toda la entrevista. Y tampoco voy a polemizar con el entrevistado. Pero parte de la gracia de la entrevista, para el oyente, es que uno [el periodista] esté del otro lado, complicándole la vida a ese dirigente político, probándolo, sometiéndolo a una prueba a ver cómo sale de esto o de lo otro, de tal cuestionamiento, de tal discrepancia.

DZ – En Perspectiva es un programa sumamente ecuánime con los partidos políticos principales. ¿Cómo se sistematiza esa ecuanimidad, para saber que si le dedicamos tanto tiempo al Partido Colorado ahora tenemos que dedicarle tanto tiempo al Frente Amplio y al Partido Nacional?

JH – Y al Partido Independiente.

DZ – Bueno, en menor medida quizás, seguramente se manejen…

JH – En función de la representación.

DZ – Exactamente.

EC – Hemos tratado de sistematizarlo. Tenemos un tipo de estadística, un sistema propio, discutible, perfectible, que nos permite llevar un registro. Es compleja esa cuenta. Por ejemplo, el hecho de que tú entrevistes a alguien del Partido X no es sinónimo de que ese partido haya tenido un buen momento de radio: esa entrevista puede haber sido muy complicada para el Partido X, porque el dirigente dijo algo que no tenía que decir o porque cometió un error grave o porque toda la nota se centró en un tema que para ese partido era desagradable o problemático. Entonces cuando uno pasa esa entrevista a la estadística, ¿registra a ese Partido X como uno que tiene a su favor tantos minutos de radio? No. En cambio puede haber una entrevista con el Partido X en la que discutimos un proyecto de ley muy constructivo que ese dicho presentó; en esa estadística probablemente esos 10, 15 minutos de radio cuenten como una entrevista a su favor.

DZ – Ingeniería complicada.

EC – Es una ingeniería complicada que con mucho cuidado vamos llevando a los efectos de evaluar cómo venimos en el cumplimiento de ese equilibrio, que es nuestro objetivo.

JH – Pensando desde la idoneidad que tiene que tener un líder, el conductor de un país en su estilo, ¿con qué estilo se queda Emiliano Cotelo: con el "we are fantastic" o con el "como te digo una cosa te digo la otra"?

EC – (Risas) No, no se pueden plantear las cosas en esos términos, son muy pocas opciones.

JH – Muy pocas opciones.

DZ – ¿Creés que existe algo así como un "nuevo uruguayo" o es simplemente un slogan de Nuevo Siglo?

EC – Existe algo parecido al "nuevo uruguayo", no digo que sea generalizado, pero hay unos cuantos uruguayos que se acercan a esa descripción, y son nuevos. Justamente, es un fenómeno reciente.

DZ – ¿Es positivo el calificativo de "nuevo uruguayo"?

EC – Tiene lados positivos y otros bastante preocupantes, o con los cuales yo no comulgo.

DZ – ¿Como ser?

EC – El consumismo llevado al extremo, por ejemplo. Acá entraríamos en otra discusión a propósito de posiciones y alegatos de Mujica; yo trato de ser cuidadoso por ese lado. De ningún modo voy a cuestionar el consumo, sí la locura consumista.

JH – ¿Cuál de estos tres nombres desentona en la lista: José Batlle y Ordóñez, Luis Alberto de Herrera, Pablo Mieres?

EC – ¿En qué lista? (risas)

JH – Y la segunda pregunta podría ser: ¿qué hace reír a Cotelo?

EC – Seguramente más cosas que las que los oyentes creen. La propia información me hace reír. De mañana temprano, muy de madrugada, cuando estamos preparando los últimos detalles del programa con Alejandro Acle y Romina Andrioli, cada uno está leyendo lo suyo en los diarios, en internet…ese es un momento en el que suelen aparecer unas cuantas conversaciones divertidas, bromas, chistes, fijate a qué extremo llega la cosa... Pero hay más, me hace reír el humor inteligente, [Alejandro] Dolina, Les Luthiers, cierto tipo de cine, cierto tipo de teatro.

DZ – ¿La muerte de una personalidad que realmente te afectó?

EC – Puedo mencionar dos porque tienen que ver con mis orígenes en el periodismo político, con esa ola en la que yo estaba inmerso cuando empecé en el año 83 a hacer periodismo radial. La muerte de Wilson [Ferrerira Aldunate, dirigente del Partido Nacional] y la de [el líder del Frente Amplio, Líber] Seregni. Ocurrieron en momentos distintos, pero fueron las muertes de dos personalidades que, para empezar, encarnaron la resistencia a la dictadura desde posiciones igualmente complicadas, uno en el exilio, el otro en la cárcel. Además. estamos hablando de líderes políticos de una estatura enorme. La muerte de Wilson me pegó muy fuerte porque resultó muy prematura, justamente porque todos en Uruguay…

JH – …Pensaban que iba a ser que el próximo presidente…

EC – Claro, todos en Uruguay, partidarios o adversarios y periodistas que estábamos empezando a aprender a trabajar la información sobre la democracia estábamos convencidos de que había ahí un futuro presidente, un caudillo, una manera de hacer política que tenía mucho futuro, que iba a marcar al Uruguay que se venía. Fue muy duro encontrarse de un día para el otro con que ese hombre tenía cáncer y que se moría.

JH – ¿Y lo de Seregni?

EC – Y lo de Seregni porque hubo más tiempo de convivir con él. Yo obviamente pude hacer con él más entrevistas que con Wilson. Yo lo respetaba mucho por la actitud con la cual salió de la cárcel, por su estilo de hacer política, hasta por las últimas actividades que él encaró, promoviendo debates sobre temas de fondo, de largo plazo, desde el Centro de Estudios Estratégicos 1815, que él mismo fundó. Esa muerte, que en algún momento iba a ocurrir, por la forma y las circunstancias en que ocurrió, y por el vacío que dejó, también me golpeó.

JH – ¿Qué piensa Cotelo de un cuplé que festeja la muerte de Juan María Bordaberry?

EC – Me parece una barbaridad. Es lo que no debe ocurrir si lo que buscamos es una sociedad civilizada, una democracia donde nos respetemos, donde avancemos a partir del debate de ideas, donde administremos las discrepancias, busquemos acuerdos. Por ahí no va. Es la antítesis de lo que nosotros en el programa buscamos, por ejemplo, con la tertulia.

DZ – Un lugar en Montevideo donde te sentís en paz, fuera de tu casa.

EC – Podría decir alguna zona de la rambla de Punta Carretas, si estamos hablando de Montevideo. Obviamente, si salimos de la capital, el campo; en ese sentido el campo es maravilloso, eso sí es paz.

JH – Si por circunstancias de fuerza mayor tuvieras que optar por realizar otro tipo de periodismo (acá son muy pocas las opciones, hay que jugársela), ¿cuál de estos dos estilos elegirías en su tipo: un periodismo deportivo al estilo Alberto Sonsol o un periodismo de espectáculos al estilo Luis Alberto Carballo?

EC – De vuelta (risas) sos un maestro para plantear dilemas imposibles.

DZ – Queda respondida la pregunta.

JH – ¿Ninguno de los dos? La otra opción es seguir la carrera de ingeniería.

EC – [Eso sería] volver para atrás 32 casilleros… Si me das a elegir entre esos dos y me ponés un revólver en la cabeza, elijo el periodismo deportivo de Sonsol.

JH – Bien.

DZ – Tenemos dos más porque ya hay que ir redondeando. Te cuento lo siguiente: le enviamos un mail a gente que forma y formó parte del equipo de En Perspectiva en los últimos años...

EC – ¡…Trabajaron mucho para esta entrevista!

DZ – …Algo...

JH – …Como vemos que [las entrevistas contigo] son pocas en estos años…

DZ – …En ese mail les pedíamos que eligieran un calificativo positivo y otro negativo que te describiera como compañero de trabajo. Les dimos tres opciones para cada caso.

EC – ¡Chan, chan!

DZ – Los calificativos positivos fueron: comprensivo, generoso, justo. Los negativos: distante, intransigente, obsesivo. ¿Cuáles creés que fueron los elegidos?

EC – Si tengo que ponerme a pensar qué pueden haber dicho del otro lado, capaz que fue "justo".

DZ – ¿Y de los negativos?

EC – Probablemente obsesivo, que no debe ser mentira además.

DZ – Y capaz que no es un calificativo negativo. Le pegaste, 100% de los consultados de una muestra de unos 15 trabajadores y ex trabajadores…

JH – No, no digas unos 15, queda mal, eran 16.

DZ – Está bien. Como calificativo negativo todos dijeron obsesivo y sobre el positivo el 63% dijo justo y 10% dijo generoso, o sea que tuviste una buena percepción.

EC – Ando bien de la intuición. Soy obsesivo e intuitivo entonces (risas).

JH – Dos cortitas y pasamos a situación límite, un clásico de Suena Tremendo. La primera es: ¿la religión es el opio de los pueblos?

EC – No. ¿Cómo tengo que contestar? ¿Sí o no?

JH – No, como quieras, podés abrir.

EC – Yo creo que no es el opio de los pueblos, depende de cómo se la encare. Te lo dice alguien que no es religioso.

DZ – ¿No es creyente Emiliano?

EC – No, no soy creyente. Tampoco soy un enemigo de las religiones o en particular del catolicismo. Tengo grandes afinidades con el cristianismo.

JH – Te voy a pedir que ordenes de mayor a menor la deuda que el sistema político tiene con estos temas: educación, seguridad, gestión, alcoholismo.

EC – Yo te diría que el orden es casi el que manejaste: educación, seguridad, gestión, alcoholismo. Le embocaste bien.

JH – Podría haber desordenado un poco capaz.

DZ – Situación límite para Emiliano Cotelo. Ponete en situación, obviamente.

EC – Estoy temblando.

DZ – Pese a que hoy podemos decir que Emiliano Cotelo es En Perspectiva, eventualmente Cotelo comienza a creer que se necesita más. Concretamente un compañero de armas y eventual sucesor. Ya sean los años, la familia o una inquietud por dejar un digno sucesor al mando del programa, Emiliano comienza a barajar nombres para un periodista que al principio lo acompañará durante toda la mañana y eventualmente tomará las riendas de En Perspectiva. Pese a que hay muchos nombres prometedores dentro de El Espectador en general y En Perspectiva en particular, por alguna razón no aceptan el cargo. Por lo tanto, Cotelo se ve obligado a buscar afuera. Finalmente quedan tres nombres, los tres dispuestos a aceptar pero cada uno con su línea particular.

Nosotros vamos a dar una descripción de estos tres periodistas y luego de que elijas vamos a revelar el nombre.

Estos son los tres posibles candidatos: A) un periodista con un perfil algo sensacionalista pero que tiene un gran alcance popular y se precia de ser riguroso y veraz; capta una audiencia conservadora y de mediana edad. B) un periodista que presenta una imagen de analítico y serio, a la vez que es joven y maneja bien la actualidad y el humor; capta una audiencia heterogénea pero más tirando a los jóvenes y liberales. C) un hombre salido del periodismo escrito que ha incursionado en formatos radiales, televisivos y multimedia alcanzando un gran éxito popular; aunque capta una gran audiencia heterogénea es considerado riguroso por muchos, otros cuestionan sus decisiones éticas.

¿Con cuál de estos tres perfiles te quedás?

JH – Cada perfil tiene un nombre atrás.

EC – Para no hacerlos perder el tiempo y no pasarme cinco minutos pensando, que es lo que estoy tentado a hacer, elijo la opción C).

DZ – Según nosotros elegiste a Gabriel Pereyra.

EC – No está mal, supongo que elegí bien en esta hipótesis que estamos planteando; tengo un gran respeto por Gabriel.

JH – Te decimos los tres nombres que están detrás de estas características: uno es Ignacio Álvarez, otro es Joel Rosenberg y el tercero era Gabriel Pereyra. ¿Seguís eligiendo bien ahí?

EC – Sí, me parece que es la opción más cercana de las que ustedes están manejando.

JH – ¿Algún mensaje? Mensajes felicitando a Cotelo hay muchos. Alguien dice por ejemplo: "Escucho a Cotelo desde los 80, me gusta mucho su estilo y me importa muy poco a quién vota", otro dice "Juanchi tomátelas, se te fue el atrevimiento en las entrevistas, alcahuete lamebota" (risas).


EC – Esas son las ventajas de ser entrevistador. ¿Viste cómo te tratan del otro lado?

DZ – Mirá este, es emotivo, capaz que ya te lo mandaron en su momento: "No quiero parecer cholula pero mi primer hijo, que hoy tiene 29 años, se llama Emiliano pues en mi embarazo mientras hacía quietud lo escuchaba siempre a Cotelo y despertó desde entonces mi admiración. Muy buena la entrevista", firma Marta.

EC – Le mando un abrazo grande al tocayo. Cuando yo era chico había muy pocos Emilianos en Uruguay. Por suerte hoy eso ha cambiado y ese nombre ya no es un bicho raro.

DZ – Tres famosos por lo menos, el Zurdo, Brancciari y Cotelo. No sé si me estoy perdiendo alguno más.

JH – Si, puede haber alguno más… Alguien que dice que le gustaría ver a Emiliano Cotelo cantando el feliz cumpleaños a El Espectador con la Rockola Humana, una cosa casi surrealista (risas).

DZ – Emiliano, te liberamos. No sé si vas a dormir siesta hoy o los viernes no hay.

EC – ¡Más vale que sí! Siesta existe todos los días [de lunes a viernes]. El horario es lo variable, pero la siesta para mí es imprescindible. Me levanto muy temprano, a las 4.30, y por lo tanto duermo de noche cinco horas, una cosa por el estilo. Por eso, si quiero llegar con vida a la noche en familia, en algún momento de la tarde tengo que cortar.

DZ – Gracias.

JH – Muchas gracias.

EC – Un abrazo a ustedes y mi abrazo y mi reconocimiento a los oyentes que han tenido la paciencia de seguir estos minutos.

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