Alfie: Rebaja de impuestos es sustentable y cumple con el mandato legal
Según el ministro de Economía, las cifras fiscales publicadas son verdaderas aunque se las ponga en duda. La ley que creó estos gravámenes casi exhortaba al Poder Ejecutivo a eliminarlos lo antes posible. Se pudo hacer verdadera demagogia gastando ese dinero de los ciudadanos, pero se prefirió devolvérselo para que se vuelque nuevamente al consumo.
(Emitido a las 08.43)
EMILIANO COTELO:
"Gobierno e izquierda cruzan acusaciones de demagogia tras anuncio de rebaja tributaria", titula hoy su portada el semanario Búsqueda. Informa sobre la rebaja de algunos tributos dispuestos durante la crisis de 2002, que fuera anunciada ayer por el ministro de Economía y Finanzas, quien consideró que la política impulsada por la actual administración es "el único camino posible para funcionar como un país normal", y llamó a enfrentar decididamente la "demagogia" que, a su juicio, proponen los candidatos de la oposición. El líder de izquierda, Tabaré Vázquez, replicó acusando al gobierno de "populista" por haber demorado ese alivio y manifestó que esta rebaja podría afectar a la economía.
Estamos en comunicación con el ministro Alfie. ¿Cómo se llega a la conclusión de que se puede producir esta nueva rebaja tributaria?
ISAAC ALFIE:
Se llega a la conclusión armando todos los números nuevamente, ahora en el mes de julio, después de tener el resultado de junio -el lunes pasado salió a luz el número definitiva-, y sabiendo que teníamos un piso de superávit primario de 3,4 por ciento para este año y de por lo menos 0,2 más el año que viene, con determinados supuestos que son muy sencillos: que el gobierno que viene, en lugar de hacer lo que hace normalmente un gobierno cuando asume, que no aumenta el gasto, igual lo aumente moderadamente, 1,5 por ciento real, y que el Producto crece nada más que 3 por ciento.
Con eso, nos da el año que viene completo un superávit primario de 3,6 por ciento, que es más que la meta de 3,5 que está pensada con el tema del Fondo Monetario (FMI). Por lo tanto estamos absolutamente seguros de que el año que viene no va a haber ningún problema; es más, estamos casi convencidos de que el año que viene el país debería crecer más, debería estar en el entorno de 4 por ciento de superávit primario, de 4 en adelante. Eso lo fundamentamos también en unas gráficas que mostramos sobre la inversión, donde mostramos que la inversión neta reproductiva, o sea en maquinarias, equipos, cultivos permanentes, se había comportado de una manera muy positiva; sólo en un año, durante la crisis, fue negativa, o sea que la inversión bruta fue menos que la depreciación del capital, mientras que en la crisis anterior, la de los 80, demoró prácticamente cinco o seis años en ser positiva. Cuando usted tiene inversión tiene la base para el crecimiento, quiere decir que su Producto de potencial, o sea el Producto que usted debería tener hoy si no hubiera pasado la crisis, está entre 10 y 15 por ciento más arriba del que hoy va a tener. Con lo cual tiene bastante más recaudación por delante si sigue acelerando el paso como se está acelerando en este momento.
La conclusión era obvia: ¿qué podemos hacer, queremos un carnaval electoral, como se dice, y hacer demagogia de verdad? Bueno, tomemos el dinero de la gente y dilapidémoslo ya mismo, gastémoslo en lo que sea; tenemos habilitación legal para hacer lo que queramos, podemos multiplicar las asignaciones familiares hasta por cuatro, podemos aumentar el salario mínimo y con eso el hogar constituido, las primas por nacimiento, las primas por defunción, las pasividades... Podemos hacer cualquier cosa, de hecho podíamos haber violado la Constitución y aumentado mucho más las pasividades.
EC - ¿Por qué menciona esas posibilidades que tiene el gobierno?
IA - Las menciono para contraponerlas a lo que se hizo. El gobierno entendió que si a la gente se le pidió un esfuerzo extraordinario en la crisis porque entendimos que era la única salida para mostrar seriedad y que la gente volviera a confiar, para mostrar solidez en las cuentas públicas de vuelta, para mostrar que tenemos una trayectoria de deuda sostenible y reduciéndose a lo largo del tiempo, hoy no se puede tomar ese dinero de todo el mundo y decir "Se lo voy a dar a Juan, Pedro, Diego, y no importa; ahora los impuestos están más altos, imposiblemente altos y no pasa nada, seguimos para adelante". Pero dijimos: no, vamos a devolver un impuesto que es realmente horrible, no es bueno, a nadie le gustó cuando se le puso, que es el impuesto a los sueldos de la gente, a los pasivos, y vamos a eliminar el Cofis sobre los servicios públicos, que son los únicos servicios que tienen Cofis, lo que va a redundar directamente en el bolsillo de la gente, que es una baja de 2,9 o 2,91 por ciento en las tarifas de agua, luz y teléfono.
EC - A propósito de estos anuncios hay dos tipos de diferencias, de cuestionamientos. El primero es si la cosa estaba como para decretar rebajas tributarias, si no convenía más por ejemplo incrementar el superávit primario, mejorar las cuentas. Más temprano cuando conversábamos con el economista Pablo Rosselli, de Tea, Deloitte & Touche, él decía que las tasas de interés que el gobierno está pagando en las nuevas emisiones de deuda pública resultan muy altas en términos reales: hay emisiones de letras en Unidades Indexadas a más de 10 por ciento anual. En ese contexto, incrementar el superávit primario podría generar un doble efecto positivo: emitir menos deuda a tasas caras y además quizás induciría a una reducción de las tasas de interés de las nuevas emisiones.
IA - Que no se preocupe el economista Rosselli: ayer colocamos un bono a 17,75 por ciento nominal a un año y medio. Es el peor de los mundos que tenemos, más barato de lo que estábamos colocando a corto plazo. Hoy vamos a terminar las cifras, ayer ya las conocíamos, desde que lanzamos el bono conocíamos la demanda, fueron 550 millones de dólares para 150 que planteamos. Esa es la tasa y este gobierno no precisa un peso más de acá hasta el fin. Las tasas no están tan altas y no va a haber más emisiones.
Creo que es típico de los uruguayos buscar siempre los peros. Por primera vez, al menos que yo tenga memoria -quizás haya habido algún otro año-, el déficit va a bajar en año electoral y el superávit va a subir.
EC - Desde el ámbito técnico hay otras reservas. Por ejemplo las que plantea hoy en el suplemento Economía y Mercado de El País el economista Juan Carlos Protasi. Dice: "No es coherente anunciar por un lado que se va a rebajar impuestos y por otro estar aumentado la deuda. Esto revela un clásico cálculo político del gobierno, que busca mejorar las condiciones antes de las elecciones, sin prestar atención a un problema estructural que tendrá que resolverse en los próximos años. La ortodoxia indicaría lo contrario: si hay un superávit fiscal se deben cancelar las obligaciones financieras y sólo después se procede a bajar los impuestos, pero no se puede actuar de manera inversa".
IA - El contador Protasi fue presidente del Banco Central durante la dictadura. ¿Por qué no repasamos lo que hizo él cuando fue presidente del Banco Central? Quizás repasando advirtamos qué se hizo y qué no se hizo. La deuda está bajando, esa suba de la deuda que aparece en los primeros tres meses obedece básicamente a una desmonetización y al déficit que tuvo el gobierno en el primer trimestre. Pero ayer mostramos -no son números ocultos, es lo que está en la página web del Banco Central, los números del Ministerio de Economía y Finanzas- que en el segundo trimestre del año el gobierno, global, considerando intereses, tuvo un pequeño superávit, el sector público en su conjunto sin contar las intendencias. También dijimos que la proyección para el segundo semestre es un déficit de apenas 40 millones de dólares, incluyendo intereses. Se criticaba al gobierno porque subía los impuestos, con lo que cortaba las posibilidades de recuperación, se consumía menos, se puede invertir menos, cosa que es cierta, pero hay otros factores que también juegan: justamente la estabilidad, que pesa mucho más al final y a mediano y largo plazo, que es lo que hay que mirar. En estas circunstancias es justamente al revés: tenemos un Producto potencial mucho más alto, estamos en condiciones de crecer mucho más, y no tiene ningún sentido coartar la recuperación y perder el paso cuando estamos en el buen camino y bajando la deuda.
EC - Protasi dice: "En definitiva se está incrementando la deuda para reducir el impuesto a las retribuciones personales, lo que revela que la situación fiscal no es la que se informa".
IA - Si el contador Protasi duda de los números fiscales que pida una auditoría especial que se la voy a dar, se la vamos a pagar directamente. Estamos auditados por los organismos internacionales, estamos auditados por el Tribunal de Cuentas, estamos auditados por todo el mundo, lamento mucho que alguien dude de las cifras oficiales.
Cuando lleguemos a fin de año -seguramente yo no voy a ser ministro cuando salgan las cifras de fin de año, lo que seguramente será en marzo- usted va a ver cómo la deuda no va a subir respecto de los niveles que se mostraron en el primer trimestre.
Segundo, la deuda bien medida, que excluye la deuda del Banco Central -porque la deuda del Banco central son los depósitos de encaje del sistema bancario que tiene reservas por mucho más, la medición normal de la deuda excluye la deuda del banco central en cualquier lugar del mundo-, va a estar en más o menos 83 por ciento del Producto. No es un número bajo, claro que no, la mitad sería un número razonable, y mucho menos sería mejor, pero sería razonable. Estamos en camino a eso, va a estar bajando.
Esos son mis cálculos; en realidad no son míos, son los cálculos del Ministerio de Economía. Se me puede decir cualquier cosa, se me ha acusado de fiscalista, de que sólo queríamos los impuestos, de fortalecer la caja sin ver el rostro humano, y ahora que hacemos lo contrario, no porque seamos buenos ni nada, sino porque la responsabilidad indica que hay que hacerlo, se nos acusa de lo contrario. Palo porque bogas, palo porque no bogas... son las reglas del juego, las entiendo, pero a veces quisiera un poco de coherencia.
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EC - Asumido que es correcto ir a una rebaja tributaria como la que se dispuso, la pregunta siguiente -también tema de polémica- es de qué manera se rebajan impuestos. Lo que se ha resuelto ahora es eliminar el adicional que quedaba del Impuesto a las Retribuciones Personales, una medida que beneficia a los sueldos más altos.
IA - Beneficia a los que todavía lo tenían. Si quedaba en los sueldos más altos sí; también se les había eliminado todo a todas las pasividades y a los sueldos más bajos. Es más: hoy tenemos menos IRP que previo a la crisis, porque las jubilaciones de hasta seis Salarios Mínimos Nacionales tenían IRP y ahora no tienen nada, los sueldos de hasta tres Salarios tenían IRP y ahora no tienen nada. O sea que hoy hay menos IRP que antes de la crisis.
EC - Pero es cierto que lo que se produce una rebaja de la carga tributaria en los sueldos de 19.650 pesos en adelante.
IA - Sí, que fueron los que quedaron para atrás en la reducción. Lo que estamos haciendo es volver a la situación original.
EC - Esos sueldos todavía tenían una carga de IRP de 9 a 17 por ciento, según las franjas, y ahora van a tener como máximo un 6 por ciento. La pregunta es: ¿por qué se rebaja el adicional del IRP a estos sueldos más altos y no, por ejemplo, el IRP liso y llano que queda en los sueldos más bajos? Es una de las formas posibles de razonar.
IA - Es una de las formas posibles de razonar, pero para eso precisábamos ley y no queríamos pasar por un trámite parlamentario para subir la apuesta.
Segundo, lo que hacemos es volver a la situación original, así decía la ley original, la Ley de Ajuste Fiscal decía que el gobierno, a partir de tal fecha, podía bajar los impuestos, era poco menos que una exhortación a bajar los impuestos. Entonces estamos cumpliendo estrictamente con el espíritu de la ley original que votaron los legisladores. ¿Por qué vamos a violentar el espíritu de la ley original? No deberíamos hacerlo. Además lo estamos haciendo con responsabilidad, subimos la meta del superávit primario; no estamos diciendo nos gastamos todo ahora y dejamos el mismo superávit primario que teníamos previsto a principio de año. Si hubiéramos hecho populismo, ¿para qué más de 3,2, si total 3,2 y 3,3 es lo mismo? Gastemos nomás.
EC - La pregunta está guiada por la observación de que podría haberse utilizado la rebaja de impuestos para beneficiar a los sectores más comprometidos hoy, con mayores dificultades...
IA - Ya lo hicimos en mayo, lo hicimos primero.
EC - ...porque hay sectores de la población que o no tienen trabajo o tienen trabajo en negro.
IA - Si no tienen trabajo o tienen trabajo en negro no los beneficiamos.
EC - Exactamente, entonces ¿por qué no tomar algún tipo de medidas que afectara positivamente a esos sectores?
IA - Esto los va a afectar positivamente. Un conocido, cuando se bajó en mayo, me dijo "Pah... La verdad es que ahora voy a volver a contratar al jardinero"; y va a mandar a lavar el auto en vez de lavarlo él, todo es así. Esa es la cadena.
Evidentemente no baja uno y recauda uno, porque con ese criterio ¿para qué sube los impuestos en su momento? Baja uno y recaudará 0,15, 0,20 con mucha suerte. ¿Dónde se va a consumir ese dinero, quién se va a beneficiar del consumo, quién se va a beneficiar del aumento del empleo? El aumento del empleo que estamos viendo es por el aumento de los ingresos de la gente que los está redistribuyendo; no es que lo redistribuya de dadivosa, los redistribuye generando más demanda. Además lo que usted me dice fue hecho en mayo, lo hicimos primero; lo que estamos haciendo ahora es el final. Justamente para los sectores de bajos ingresos es que bajamos las tarifas públicas, no a costa de las finanzas de las empresas públicas, lo que no se debe hacer, sino a costa de los impuestos generales, si es que se puede.
EC - ¿Cuál es el costo total de esta rebaja tributaria por distintas vías que se resolvió ayer?
IA - Unos 1.850 millones de pesos anuales, algo así como medio punto del Producto.
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Nota relacionada:
Reducción de impuestos por "desesperación electoral". Diputado Silvana Charlone (E90, EP-FA-NM): La situación fiscal es gravísima, como surge de las planillas del Fondo Monetario. Más de un tercio de la recaudación de 2003 se destinó al pago de la deuda, el país se sigue endeudando a corto plazo, y al mismo tiempo se elimina impuestos sin sustituir esos recursos ni atender la emergencia social. 29.07.2004
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón