La violencia vuelve a las calles de París
Primero fue por la violencia contra los inmigrantes. Ahora contra una ley que desregula los primeros contratos laborales. El fondo parece el mismo. Buena parte de los franceses se manifiesta contra lo que perciben como el "final de un reinado" y las embestidas contra el Estado de bienestar. En varios temas "el presidente está llegando al final de 12 años de gobierno con un desgaste considerable y con escasa capacidad de ofrecer alternativas", dijo el corresponsal en París Rafael Mandressi.
(Emitido a las 8.40)
EMILIANO COTELO:
En Francia nuevamente las manifestaciones conmueven las calles. Tan sólo cuatro meses después de los disturbios que a fines del año pasado sacudieron a los barrios periféricos de las principales ciudades, ahora se protesta contra el Contrato de Primer Empleo, una ley que permite a los empleadores anular los contratos de trabajo a personas de menos de 26 años durante los primeros dos años sin necesidad de justificación o aviso anticipado.
Desde hace varias semanas, los estudiantes y las autoridades francesas protagonizan una lucha encarnizada en contra y a favor de esa ley. Y hoy, martes, el clima llega a uno de sus puntos más candentes, al cumplirse una jornada de huelgas y manifestaciones masivas que, según lo que pudo verse en días anteriores, podría incluir también disturbios.
¿Cómo están viviendo los franceses este día tan particular? ¿Qué perspectivas de salida hay para esta crisis?
Estamos en diálogo con el sociólogo Rafael Mandressi, corresponsal de En Perspectiva en París.
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EC - ¿Cuál es el clima que se vive en la capital de Francia? ¿Qué servicios se han visto afectados ya por la huelga?
RAFAEL MANDRESSI:
Se han visto afectados prácticamente todos. Es una de esas huelgas importantes, los transportes están funcionando en un régimen realmente mínimo, todas las oficinas están cerradas, las instituciones educativas ni hablar; en fin, es un día de paralización verdaderamente total en todo el país, y en particular aquí en París, donde se espera, por otra parte, un número importante de manifestaciones, más de una.
EC - Sí se convocó a 135 manifestaciones en todo el territorio francés.
RM - Exacto.
EC - Vayamos a las reivindicaciones, ¿qué es lo que se está reclamando? ¿Por qué se rechaza de manera tan contundente y tan férrea este Contrato del Primer Empleo?
RM - Lo que se reclama es sencillamente que el gobierno retire este contrato. Está en una ley, pero que no contiene específicamente este contrato sino que es una ley más general dentro de la cual hay una disposición que instituye este contrato. Lo que se reclama es que no haya una promulgación de la ley, que ya fue votada en el Parlamento; falta que el presidente de la República la promulgue. Esa sería la vía institucional por la cual el gobierno podría dar marcha atrás, es decir que el presidente vuelva a enviar el texto al Parlamento solicitando lo que se llama una segunda lectura, es decir, suspender la promulgación de la ley, que todavía no está en vigencia, aunque ha sido aprobada por el Parlamento. El reclamo de los que se oponen al contrato es básicamente ese, como condición previa para cualquier tipo de negociación.
EC - El primer ministro, Dominique de Villepin, convocó ayer a los sindicatos y a los estudiantes a un nuevo encuentro, previsto para mañana, con la idea de abordar los posibles "arreglos" que se puedan hacer al Contrato del Primer Empleo, una propuesta que había hecho anteriormente y que fracasó estrepitosamente. ¿Entonces, cuál es la salida a este conflicto?
RM - Hay dos posibilidades. En este momento las cosas están bloqueadas porque las posiciones están firmes de un lado y de otro. El primer ministro convocó a los sindicatos para mañana y la respuesta de estos ya fue negativa, no van a acudir a la reunión porque lo que el primer ministro propone no corresponde a lo que ellos reclaman, es decir, los ajustes no son aceptados en la medida que no se retire la ley.
Lo que los sindicatos, tanto estudiantiles como de trabajadores, reclaman es que se retire la ley y después se entable una negociación, un diálogo para abordar el problema de fondo. El gobierno rechaza el retiro de la ley, por lo tanto en esos términos están planteadas las cosas al día de hoy, lo cual implica que hay un bloqueo. La solución para esto es que alguna de las partes ceda, o bien que el gobierno dé marcha atrás o bien que las movilizaciones con el paso de los días pierdan su impulso. Por el momento no se ve otra alternativa, un camino del medio, dada la situación y dado el clima y lo que ha estado ocurriendo en los últimos días, no parece probable, por lo menos en el estado actual. De modo que lo que hay que esperar es el resultado de la jornada de hoy, que va a ser bastante decisiva porque en la medida en que sea exitosa desde el punto de vista de los convocantes puede ser un argumento de peso para hacer cambiar de posición al gobierno, no tanto al primer ministro personalmente sino en general al gobierno, al propio presidente y a los parlamentarios oficialistas, que pueden ejercer la presión suficiente, a su vez, sobre el primer ministro, que es el protagonista principal de los dos lados, para hacerlo cambiar de posición.
Creo que hoy, al final de la jornada, en función de lo que ocurra, se puede llegar a tener alguna sospecha del curso futuro de los acontecimientos que, insisto, por el momento están totalmente bloqueados.
EC - Las imágenes de las manifestaciones que se produjeron en las semanas pasadas son bastante impactantes. En primer lugar por la cantidad de personas que participaron en ellas, y en segundo lugar por la violencia que reflejan. Una violencia que hizo recordar otras imágenes, las de fines del año pasado, cuando tuvieron lugar distintos actos violentos en barrios periféricos de las principales ciudades de Francia, donde viven numerosos jóvenes nacidos en Francia pero originarios del África subsahariana. Nuevamente estamos hablando de jóvenes y de violencia... ¿Por qué hay tanto descontento latente en las calles? ¿Cómo examinas tú este componente de estas protestas, la violencia en particular?
RM - La violencia que se ha dado en las manifestaciones de estos últimos días con relación a este conflicto, el Contrato Primer Empleo, es obra de los mismos jóvenes que fueron los protagonistas de los episodios de violencia de fines del año pasado. No son manifestantes, estudiantes, sino gente que se suma a las manifestaciones y en general sobre el final se producen estos hechos de violencia protagonizados por ella, incluso agrediendo a los propios estudiantes que manifiestan. Y además con robos de teléfonos celulares, en fin, toda una serie de actos más propiamente delictivos. Es decir que hay dos componentes, la violencia que se ha podido ver en sí misma no es fruto de los manifestantes organizados sino de grupos que se suben a estas manifestaciones con otros propósitos. De todos modos, el hecho es bastante significativo, por lo menos a mi juicio, de algo más general, más allá de este episodio concreto del conflicto actual, que habría que vincular con los disturbios de fines de 2005, incluso con otros episodios intermedios, como el asesinato del joven judío del que hablamos hace un tiempo, que traducen un malestar bastante extendido entre los jóvenes en Francia pero más allá de ellos también y que tiene que ver con una situación retomando una expresión que se usa bastante acá de final de reinado, es decir con un gobierno y particularmente con un presidente que está llegando al final de 12 años de gobierno con un desgaste considerable y con escasa capacidad de ofrecer algún tipo de alternativa y en particular de horizonte.
Estamos en el final de un declive y todo hace pensar que esta situación puede empezar a cambiar en función de las elecciones de mayo de 2007, tanto presidenciales como legislativas. En el fondo el panorama no es preocupante, hay que aclarar que en Francia la gente sale a la calle en gran número bastante a menudo, es una característica de los modos de ser aquí, manifestaciones como esta no te digo que son rutina pero son regulares y frecuentes. Habría que considerar la situación, incluyendo estos episodios, dentro de un contexto más amplio que responde a un desgaste generalizado en términos políticos y gubernamentales que tiene una traducción social de cierto malestar relativamente profundo en relación con una parálisis de la iniciativa y de las propuestas de orden gubernamental. Te diría más, yo incluiría en todo esto también el resultado del referéndum sobre la Constitución europea, el No, creo que traduce un mismo estado general.
EC - La preocupación es que se avizora el fin del Estado de bienestar social, ¿algo de eso?
RM - Con relación a este contrato sí, se lo ve como un atentado contra la tradición francesa del Estado de bienestar como una maniobra que finalmente desembocaría en la desregulación total del mercado de trabajo, como una manera oblicua, en cierto sentido, de reformar todo el Código Laboral, porque se sostiene que esto que ahora se propone para los jóvenes y de hecho algún miembro del gobierno llegó a sugerirlo debería finalmente, en una etapa ulterior, desembocar en la creación de un contrato único con las mismas características. Esto, además de otros motivos, es lo que ha llevado a que los sindicatos de trabajadores se sumen a las protestas que inicialmente fueron estudiantiles.
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Edición: Mauricio Erramuspe