Rige el acuerdo reclamado por Botnia para instalar una planta de celulosa
La ratificación parlamentaria del acuerdo entre Finlandia y Uruguay para la promoción y protección de inversiones reabre la polémica sobre las condiciones exigibles para los emprendimientos de capitales extranjeros. Diputados Ricardo Castromán (PS, EP-FA) y Ruben Carminatti (15, PC).
(Emitido a las 08.50)
JOSÉ IRAZÁBAL:
Este martes se aprobó en la Cámara de Diputados el "Acuerdo relativo a la promoción y protección de inversiones" entre Uruguay y Finlandia.
El texto, remitido al Parlamento por el Poder Ejecutivo el 21 de marzo del 2002, había sido aprobado en el Senado el 15 de octubre del 2003 y ahora, tras el voto en Diputados, tiene rango de ley.
Si bien se trata de una ley genérica sobre las inversiones bilaterales entre ambos países, como telón de fondo está el discutido emprendimiento que la empresa finlandesa Botnia pretende realizar en Río Negro. Según trascendidos de prensa, la empresa reclamaba la aprobación de la ley para avanzar en su proyecto de construir una planta de celulosa en Fray Bentos, con una inversión total que rondaría los 1.000 millones de dólares.
Sin pretender ingresar en esta polémica, muy amplia y compleja, y por cierto con fuertes derivaciones de corte ambiental, la aprobación de esta iniciativa ha generado el rechazo de algunos sectores. Se ha hablado de entrega de soberanía, de salvaguardas excesivas, de una excesiva exposición del Estado uruguayo a eventuales juicios...
En la Cámara de Diputados, votaron a favor las bancadas del Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente. Se opuso toda de la bancada del EP-FA.
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Vamos a retomar esta polémica en diálogo con los diputados por Río Negro, Ricardo Castromán del Partido Socialista, EP-FA, y Ruben Carminatti, de la Lista 15, Partido Colorado.
Diputado Carminatti, usted votó la aprobación de este proyecto de ley. ¿Cuál es el objetivo central de este acuerdo?
RUBEN CARMINATTI:
Yo lo voté positivamente, hacía muchas semanas que estábamos en espera de este trance, demasiadas porque la empresa está trabajando desde hace muchísimo tiempo en esto, con seriedad, ha llegado a invitar a gente de Fray Bentos, a periodistas y otros a que fueran a Finlandia a ver la autenticidad de sus fábricas, el hecho de que tienen empresas poderosísimas.
Creo firmemente que es una presentación muy seria la que están haciendo y que tienen además inversión razonable dentro del país porque los árboles están aquí y es necesario trabajarlos aquí porque la posibilidad mayor para la empresa es hacer la celulosa acá y transportarla, no transportar los árboles y hacerla allá.
JI - Usted reconoce que el proyecto firmado está ligado en forma clara a la empresa Botnia.
CARMINATTI - Sí; ¿negado por quién?
JI - No, le decía que de alguna forma esto podía tener que ver con el pedido de la empresa de que se le brindaran ciertas salvaguardas para hacer la inversión aquí.
CARMINATTI - Sí, yo he estudiado el proyecto en lo posible, porque yo no soy de Asuntos Internacionales, soy un hombre que trabaja en el medio ambiente, sobre todo me interesaba eso y el trabajo en nuestra comunidad, en nuestro país, porque es un proyecto de orden nacional, regional y hasta internacional. Lo voté positivo porque me pareció que era lo razonable.
Había dos artículos en discusión, sobre todo el número 5 y el número 9.
[N. de R.: ARTÍCULO 5. EXPROPIACIÓN
1. Las inversiones realizadas por inversores de una Parte Contratante en el territorio de la otra Parte Contratante no serán expropiadas, nacionalizadas ni sujetas a otras medidas, directas o indirectas que tengan efecto equivalente a la expropiación o nacionalización (en adelante denominadas "expropiación"), salvo por interés público, sobre una base no discriminatoria, en virtud del debido proceso legal y contra una inmediata, suficiente y efectiva compensación.
2. Dicha compensación equivaldrá al justo valor de mercado de la inversión expropiada a la fecha inmediata anterior en que se realizara la expropiación o se hiciera de público conocimiento, cualquiera sea la que suceda en primer lugar.
3. Dicho justo valor de mercado se expresará en moneda de libre conversión sobre la base de la cotización de cambio existente para dicha moneda a la fecha referida en el parágrafo 2 del presente Artículo. La compensación también incluirá intereses a la tasa comercial establecida sobre la base del precio de mercado para la moneda en cuestión desde la fecha de expropiación hasta la fecha del pago real.
4. El inversor cuyas inversiones son expropiadas tendrá derecho a una inmediata revisión de su caso, por una autoridad judicial u otra autoridad competente de dicha Parte Contratante, así como valoración de sus inversiones de acuerdo con los principios establecidos en este Artículo.
ARTÍCULO 9. CONTROVERSIAS ENTRE UN INVERSOR Y UNA PARTE CONTRATANTE
1. Cualquier controversia de naturaleza legal, que surja directamente de una inversión entre la Parte Contratante y el inversor de la otra Parte Contratante, se deberá resolver en forma amistosa entre ambas partes involucradas.
2. Si la controversia no hubiera sido solucionada en el plazo de seis meses a partir de la fecha en que fuera elevada por escrito, la misma a criterio del inversor, será presentada:
a) ante los tribunales competentes de la Parte Contratante en cuyo territorio sea realizada la inversión;
b) para su arbitraje por la Corte Internacional del Centro para la Solución de Controversias (ICSID), establecido por la Convención relativa a la Solución de Controversias entre los Estados y los Nacionales de otros Estados, abierto para la firma en Washington con fecha 18 de marzo de 1965, una vez que ambas Partes Contratantes se afilien al mismo.
Hasta la aplicación de estas disposiciones, la controversia será sometida a arbitraje bajo las normas del -ICSID- Servicio Adicional. Para los Procedimientos de Administración de Conciliación, Arbitraje y Decisiones; o
c) a un tribunal de arbitraje ad hoc, que a menos que las partes involucradas acuerden lo contrario, se habrá de establecer según las Normas de Arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Legislación de Comercio Internacional (UNCITRAL).
Una vez que el inversor hubo presentado la controversia a la jurisdicción antes mencionada o ante arbitraje internacional, la elección de uno u otro de estos procedimientos será definitiva a menos que las Partes en controversia acuerden lo contrario.
Las Partes Contratantes dan su irrevocable consentimiento con respecto al hecho de que todas las controversias relativas a inversiones habrán de someterse a la corte, tribunal o arbitraje alternativo antes mencionados.
3. El tribunal arbitral decidirá de acuerdo con las disposiciones de este Acuerdo, los principios del derecho internacional y la legislación de las Partes Contratantes involucradas en la controversia en tanto no se contradiga con los términos de este Acuerdo.
4. Ninguna de las Partes Contratantes, involucradas en la controversia, podrá realizar objeciones en ninguna etapa del procedimiento de arbitraje o de la ejecución de una sentencia de arbitraje, a cuenta del hecho que el inversor, que es parte oponente en la controversia, hubiera recibido una indemnización en virtud de un seguro existente, que cubra total o parcialmente el monto de sus pérdidas.
5. La decisión será final y obligatoria para las Partes involucradas en la controversia y será ejecutada de acuerdo con la legislación nacional].
Yo los hice analizar por algunos amigos en su momento, en la bancada, y llegamos a la conclusión de que podía haber alguna especie de duda con una redacción de ese tipo, pero veo que hubo gente del mismo Frente que votó a favor y hubo gente que no votó a favor a pesar de manifestarme a mí personalmente -yo hablé con todos los que pude de la bancada; y por supuesto con los blancos y los colorados de mi grupo- que era positiva su posición ante la ley, que no había una venta de la salvaguarda del Estado. De cualquier forma me parece que esos artículos serían pasibles de ser analizados; en ese momento no lo fueron y demoraron mucho la situación, ya había salido en el Senado positivo. Creo que era suficiente, porque lo que analizo y por el asesoramiento que he tenido es que de ninguna manera perdemos nuestra autonomía como país.
JI - Está en línea el diputado Ricardo Castromán, del PS. ¿Usted comparte el planteo del diputado Ruben Carminatti?
RICARDO CASTROMÁN:
No comparto para nada lo que él expresaba. Respeto su posición, respeto su voto afirmativo, pero creo que esto le va a traer muchos más dolores de cabeza al Estado uruguayo, cualquiera sea la conducción política que a partir de octubre tome los destinos del país, fundamentalmente por el artículo 5 de ese tratado, que no le da muchas salvaguardas: le da todas las salvaguardas. Se habla de compensaciones, se habla de que si se concreta la construcción de la planta de celulosa por parte de Botnia, que pertenece al Estado finlandés, esa va a ser tierra finlandesa donde nadie va a tocar nada ni revisar nada. Acá hay legislación en la materia, aunque poca, y estamos trabajando intensamente en procura de que la ciudadanía se exprese políticamente y nos dé oportunidad este país, para tratar de salvaguardar el medio ambiente, que se cumplan y se apliquen las mismas normas que se aplican en Europa en este tipo de inversiones y fundamentalmente en este tipo de fábricas de celulosa, que son altamente contaminantes.
Es toda una joyita la redacción de este artículo 5 del tratado: por todos lados se le dan seguridades al Estado finlandés y a la empresa que piensa instalarse en nuestro país y no nos permite a nosotros, en la situación económica que estamos, de emergencia brutal, tener el mismo tratamiento en Finlandia, es decir ir a invertir nosotros en cualquier actividad productiva; cuestión para la que habrá que esperar décadas y que si se dan condiciones buenas en el país se podrá hacer.
JI - Usted no comparte la instalación de la planta; después seguimos con lo que fue la discusión en Diputados.
CASTROMÁN - No, no; yo no he dicho que no comparto la instalación de la planta, digo que este tratado...
JI - Usted decía que tiene características altamente contaminantes, por ejemplo.
CASTROMÁN - Sí, es cierto, lo han dicho los técnicos. Yo repito lo que dicen, nosotros recurrimos permanentemente a nuestros técnicos para poder expresarnos, no podríamos ser tan temerarios y atrevidos de opinar graciosamente en cuanto somos trabajadores y éste es un tema altamente técnico. Hay componentes químicos contaminantes, tenemos un informe de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) sobre la situación del río y no queremos que se nos siga enfermando. Si se cumplen las normativas internacionales que se aplican en Europa en este tipo de emprendimientos, veremos y en la medida que seamos gobierno trataremos de aplicar los correctivos para que se cumpla a rajatabla la legislación y las normas que rigen a este tipo de empresas que producen celulosa.
JI - La empresa se compromete a respetar lo que la normativa europea exige a las plantas de celulosa en ese sentido. Vamos a ver qué opina el diputado Ruben Carminatti de este planteo que se hace desde la izquierda, en este caso desde la posición del legislador socialista.
CARMINATTI - En lo referente a la contaminación, Ricardo viajó conmigo a España, donde hay una planta similar a las que están en Finlandia, creo que los finlandeses están un poquito más adelantados en ese sentido y últimamente ha viajado gente nuestra hacia allá para ver las posibilidades de la planta, la instalación, la contaminación... Ellos tienen siete plantas allá, tienen un país floreciente, uno de los países más brillantes de Europa en el sentido financiero, económico y social, y creo que está bien tener todas las precauciones posibles, las alertas tienen que estar, la contaminación es un hecho; aquí los autos producen contaminación y tratamos de...
JI - El diputado Castromán decía que con el acuerdo que se firmó, la supuesta planta de celulosa de Botnia pasa a ser territorio finlandés que no se puede tocar. ¿Usted comparte eso?
CARMINATTI - No, yo estuve analizando esta presentación, habría que ver artículo por artículo, pero está todo sujeto a una reglamentación donde vienen sectores externos a juzgar la situación en caso de un inadecuado tratamiento, en caso de la expropiación particularmente. Está todo controlado por una serie de organismos internacionales y de legislación.
A lo que decía Castromán yo contestaría que nosotros seguramente no vamos a invertir mayormente en Finlandia, que van a ser los finlandeses quienes van a venir a invertir acá. A propósito de eso, en las comisiones internacionales se estudió estrictamente eso y salió por mayoría de blancos y colorados la decisión de aceptar esto como positivo e informarlo a la Cámara como positivo. Para darle una idea, no hubo como hay generalmente una manifestación en el sentido contrario con un informe negativo; generalmente van un informe positivo y uno negativo a la Cámara para ser analizados; en este caso el informe fue positivo, con la apreciación de algunos del Frente que decían que no lo iban a votar por disciplina pero que estaban dispuestos a reconocer que era positivo y que no había trampas en el asunto.
Incluso hay una apreciación del canciller Opertti, quien manifestó que estaba dispuesto a concurrir a comisión a los efectos de informar, no como canciller sino como profesor de asuntos internacionales. Creo que está bien ser cuidadosos y desconfiados, pero no podemos ver sombras donde hay luz.
***
JI - El diputado Carminatti nos decía que el propio proyecto que se votó el martes en Diputados contempla que un observador internacional pueda ser juez en caso de que se llegue a una situación límite con la planta de celulosa. ¿Es así?
CASTROMÁN - No, no; el artículo 9 del tratado, en su inciso A, dice que ante los tribunales competentes de las partes contratantes en cuyo territorio sea realizada la inversión podrá haber un arbitraje, pero que será unilateral, es decir que favorecerá a quien vino a invertir en nuestro país, en este caso el Estado finlandés a través de esta empresa a la que estamos haciendo alusión.
En definitiva quedamos en una posición muy embromada, contra los intereses del Estado, del país, de la gente. En una parte el diputado Carminatti argumentó que había bastado con que fueran periodistas a Finlandia; yo respeto mucho a los periodistas, al periodismo, pero nos hubiera gustado que la empresa invitara técnicos de la Universidad de la República, por ejemplo, de todos los partidos si fuera posible, para que ellos hicieran su evaluación de cómo funciona, de cuáles son los riesgos, cuáles son los beneficios y de esa manera el Parlamento nacional, los partidos políticos y el propio Estado tendrían un soporte técnico que permita tener más tranquilidad.
Quiero decir una cosa con mucha firmeza. Nosotros hemos votado todos los tratados; ayer votamos uno con los Estados Unidos de México. El tratado con Finlandia es el único que no hemos votado en esta legislatura porque justamente estos dos artículos, el 5 y el 9, a nuestro juicio están flechados, están dándole todo tipo de prebendas al Estado finlandés y a esta empresa que piensa instalarse en nuestro país, y de esa forma nos parece que estamos en condiciones prácticamente insalvables a este momento. Habrá que imaginar, pensar, hacer ver por técnicos este tratado y ver cómo podemos salvar esta situación en la medida que nuestra fuerza política gobierne este país a partir del año 2005. De esa forma tendríamos otras posibilidades; nosotros esperamos y aspiramos de países como Finlandia, que sabemos que son serios, proyectos productivos serios, responsables y sustentables fundamentalmente. Tenemos un río que es la vida de todo ser vivo, donde justamente en casi una década han aparecido rápidamente estos dos megaemprendimientos: M'bopicuá -que no es el tema de hoy- y el Estado finlandés que pretende construir una planta de celulosa mucho más grande que la de M'bopicuá. Eso ha preocupado no solamente a nosotros como legisladores sino a la población en general. No queremos trabajo a cualquier precio, aunque lo precisamos urgentemente, y por eso hemos tomado este tipo de decisión de no votar. Yo tengo mis dudas, no quiero entrar en controversia con el diputado Carminatti si él dice que habló con un montón de legisladores del EP-FA.
JI - De alguna forma usted está poniendo en duda el trabajo, por ejemplo, de los técnicos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), que analizan el impacto que puede tener este tipo de plantas antes de una aprobación.
CASTROMÁN - No, yo no pongo en duda eso. ¿Sabe qué pasa? Cuando se hace el presupuesto nacional se reparte mal la torta. La Dinama necesitaría por lo menos triplicar la cantidad de técnicos, que tiene muy buenos aunque muy pocos, en emprendimientos de esta naturaleza, que son novedosos y de alguna manera asustan -no sé si es el término- a la sociedad, a la población en general. Hay mucha gente que está necesitando trabajar ayer y que pide trabajo a voces; el diputado Carminatti lo sabe y el partido de gobierno lo sabe, pero este tipo de emprendimiento que es novedoso y tiene sus contrasentidos y sus riesgos, como el tema de la contaminación del agua (agua que por otra parte cada vez se hace más escasa y es un bien preciado por las grandes potencias) hace que nosotros como un país soberano, independiente y con ganas de defender nuestra soberanía, tengamos que abrir muy grandes los ojos y no poner bajo sospecha a los que vienen a invertir, pero sí exigir y tener mucha firmeza a la hora de acordar condiciones que sean beneficiosas para los que vienen a hacer su negocio -en definitiva es eso- y para nosotros que permitimos, con exenciones tributarias, con regalías impositivas de todo tipo, que se instalen para de esa forma generar puestos de trabajo, que son necesarios pero no a cualquier precio.
JI - ¿Qué opina usted, Carminatti, de esto?
CARMINATTI - Yo opino que no es a cualquier precio, esto ha sido estudiado y además ningún inversor va a venir aquí a perder dinero, eso no es razonable; nosotros no vamos a ir a Finlandia a invertir... en un potpurrí de contestaciones, pero es así.
Castromán fue conmigo a España y vio una empresa; [el también diputado socialista por Soriano, Roque] Arregui fue en otra oportunidad, verificó con técnicos -yo leí artículos que él emitió- y habló con sindicatos de la zona. En Finlandia estamos recién empezando, creo que vamos a tener oportunidad de mandar algún técnico más, pero todavía no está concedido; hay un avance importante, hay tierras compradas, hay una planificación de 1.000 millones de dólares, en el país nunca hubo una inversión de ese tipo; tenemos que recibir inversiones de afuera porque inversiones nuestras no van a poder ser, nuestra capacidad de producir es mínima. Tenemos que tener la seguridad, yo no quiero que mi río ni ningún río de Uruguay ni nadie de los nuestros se enferme; yo allá no vi ningún enfermo ni supe, ni me manifestaron. Ellos tienen que venir acá a hacer la celulosa porque los árboles están acá, eso es tan elemental como que lleváramos las vacas a Europa para matarlas allá; las van a matar acá y las van a llevar en un barco porque es más fácil así. Las plantas de celulosa están donde están los árboles y los árboles están acá. Ellos tienen árboles que crecen en 14 o 15 años lo que acá crecen en siete. Se hizo la ley de forestación, se plantaron los árboles, los árboles están acá, hay que venir a producir acá la celulosa. No a cualquier precio, por supuesto; yo también quiero a mi país como lo quiere Castromán, y como lo quiere todo el mundo; queremos que haya trabajo, queremos salud y tenemos que tener recursos para tener la salud y todo lo demás a través de la exportación de bienes; la exportación de bienes, la producción y el crecimiento de la parte laboral va a hacer que nuestro pueblo se desarrolle internamente.
JI - Carminatti dice que estuvieron en plantas similares a las que serían instaladas en Fray Bentos y que usted también estuvo. ¿Con qué se encontró?
CASTROMÁN - En primer lugar lo que dice el diputado Carminatti es cierto, pero creo que no tiene nada que ver nuestra visita a España a la planta de celulosa de Huelva, del grupo Ence, con esta planta que se piensa instalar acá a tres quilómetros de Fray Bentos, perteneciente al Estado finlandés, a Botnia, porque son en primer lugar países diferentes, con distintos conceptos, porque uno de ellos ha operado de una forma diferente a como operó M'bopicuá, que hizo una especie de marketing o lobby desde el punto de vista político, invitándonos con mucha deferencia a visitar la planta en España, donde observamos cosas positivas y algunas cosas negativas.
JI - ¿Qué cosas positivas y qué cosas negativas?
CASTROMÁN - Positivas, que ahí conviven, en un entorno de 15 quilómetros el turismo, la agricultura, algunas industrias petroquímicas muy grandes, gigantescas, poblaciones muy grandes que están alrededor de la planta, y no sería honesto si no lo dijera, no importa a qué partido pertenece; para nosotros no es que cuando está peor es mejor.
Pero en este caso de Finlandia los que votaron, votaron un cheque en blanco dando una serie de prebendas que no están contempladas, por ejemplo, en lo que puede ser el proceso de construcción de la planta de M'bopicuá, donde no se firmó ningún acuerdo comercial con España de estas características y apuntando precisamente a un tipo de emprendimiento que es volver al árbol en pulpa de papel o celulosa para la producción del mismo; no es lo mismo lo que dice el diputado Carminatti de España que lo de Botnia.
CARMINATTI - De hecho yo no sé cómo es Botnia y vos tampoco, estamos a referencias. Y las referencias son buenas, de la gente que va, de los técnicos que han ido y la opinión de nuestro gobierno. Yo sigo sosteniendo que hay que hacer las cosas con medida, con mesura, pero tenemos que salir de este pozo que tuvimos exportando, exportando y produciendo, produciendo bien, para tener un país mejor y sin dejar la china sin pelear, como decía mi hermano.
CASTROMÁN - Perdón; yo estoy de acuerdo en salir de este pozo, pero quiero dejar muy claro que este pozo no lo hicimos nosotros. Es bueno que vengan inversiones al país, claro que es bueno, estamos en una situación de emergencia brutal, no me voy a poner a comentar eso, que no es el tema, pero...
JI - Para ordenarnos un poco porque si no nos confundimos todos. Ordenemos la información que está llegando desde Río Negro con respecto a la polémica que se ha generado por la llegada de las plantas de celulosa. Hubo un foro público realizado en la ciudad de Fray Bentos, donde el Movimiento por el Desarrollo, una ONG en formación, manifiesta su conformidad con las respuestas que ha emitido la empresa Botnia. Si bien se brindó un adelanto de los estudios sobre impacto ambiental, los estudios no habían sido terminados y se esperaba que cuando finalizaran fueran presentados ante la Dinama y posteriormente ante la población. El Movimiento por el Desarrollo está conformado por ciudadanos de todo Río Negro y ha dado señales de apoyo y respaldo a la llegada de esta planta.
CASTROMÁN - Sí, está bien; yo no digo que esté mal eso, pero estamos haciendo referencia y este intercambio de ideas es relativo a lo que se votó en el Parlamento, que es el acuerdo con Finlandia, un acuerdo novedoso donde se le da todo tipo de prebendas -lo reitero porque es así, el artículo 5 y el artículo 9 son contundentes-; lo digo porque lo leí y además lo consulté con los compañeros abogados (obviamente no soy técnico en la materia). Y la señal más importante está en el Senado de la República, donde 12 senadores del EP-FA votaron en contra con fundamentos muy sólidos desde el punto de vista jurídico y vieron inconveniencias fundamentalmente en los artículos 5 y 9...
JI - El artículo 5 impide la expropiación, nacionalización o sujeción a otras medidas directas o indirectas que tengan efecto equivalente, salvo por razones de interés público y "contra una inmediata, suficiente y efectiva compensación".
CASTROMÁN - Exactamente. Además, según el ítem 4, el empresario cuyas inversiones son expropiadas tendrá derecho a una inmediata revisión de su caso por una autoridad judicial u otra autoridad competente de dicha parte contratante... "Por la otra parte contratante", es decir unilateralmente, como estaba diciendo yo: ahí el Estado uruguayo ni corta ni pincha, es el Estado que invirtió el que elige el árbitro o los países que pueden ser árbitros, o la corte que puede ser árbitro, para defender sus intereses de eventuales medidas que pueda tomar un gobierno uruguayo.
JI - Carminatti, ¿cómo explican ustedes este artículo 5, que hace a la expropiación?
CARMINATTI - La posición de Opertti, que fue muy clara, me dio seguridad en el tema, porque es un hombre muy sabio en ese sentido. Yo sé que dice eso el artículo, lo estoy leyendo, pero creo que no hay una trampa en esto; todos los inversores tienen un sentido de ganar, y el Estado tiene un sentido de defensa. Yo creo que nuestros legisladores, los nuestros, los de este lado, los colorados y los blancos, no van a entregar a la china, como decíamos recién. Fíjese que dice: "las inversiones realizadas por el inversor de una parte no serán expropiadas ni sujetas a otras medidas directas o indirectas que tengan efectos equivalente a la expropiación o nacionalización, salvo por interés público". Ahí está marcando una distinción. "En virtud del debido proceso legal y contra una inmediata, suficiente y efectiva compensación. Dicha compensación equivaldrá al justo valor del mercado de la inversión".
JI - Pero vamos a suponer que esta planta genera un problema de contaminación al agua del río. Es un tema de interés público, donde se podría intervenir, pero el Estado se compromete a compensar por lo que en realidad es un daño que está causando la propia planta.
CASTROMÁN - Efectivamente, es así.
CARMINATTI - El Estado se protege en el artículo 9, también le marcaron tribunales de arbitraje internacional, primero una resolución amistosa... Es decir que hay una serie de situaciones en las que pacíficamente se puede llegar a un acuerdo.
JI - El artículo 9 es el otro que generó discusión, referido a las controversias entre un inversor y una parte contratante. El punto 1 establece una solución amistosa; y por el punto 2 se habilita la presentación ante los tribunales nacionales o internacionales.
CARMINATTI - Es así, y por último un tribunal de arbitraje ad hoc, que sería nombrado a ese efecto, que a menos que las partes involucradas acuerden lo contrario, se habrá de establecer según las normas de arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Legislación del Comercio Internacional. Creo que ahí estamos cubiertos en todo sentido, porque el arbitraje no va a ser parcial, se supone que tiene que ser justo. Y por último, "El tribunal arbitral decidirá de acuerdo con las disposiciones de este Acuerdo, los principios del derecho internacional y la legislación de las Partes Contratantes involucradas en la controversia en tanto no se contradiga con los términos de este Acuerdo".
JI - Castromán, ¿no le alcanza esto a la izquierda, estos controles que establece el proyecto votado el martes?
CASTROMÁN - No es que no nos alcance. Nosotros pedimos un poquito más de tiempo; usted decía muy bien que el 21 de marzo de 2002 fue presentado al Parlamento nacional este acuerdo para su tratamiento, estuvo en las comisiones correspondientes; en el correr de este año, en el pasado mes de marzo fue votado en el Senado y pasó a la Cámara de Diputados; o antes quizás, porque esto estuvo tres o cuatro meses y como el Partido Colorado y el Partido Nacional, que eran los que tenían urgencia en sacarlo, nunca tenían número en Cámara porque no participaban en las reuniones o no hacían número, no lo lograban; el pasado martes sí lo lograron y votaron.
Nosotros pedimos un tiempo más para consultar a la Cancillería, para tratar de ver si los Estados podían cambiar la redacción de estos artículos, porque son los poderes ejecutivos de ambos Estados los que tienen las potestades y las prerrogativas para hacerlo, el Parlamento simplemente vota por sí o por no una vez establecido. De ahí nuestras dudas, que se fueron profundizando en la medida que los compañeros argumentaron en contra fueron abriéndonos un poco más los ojos, a pesar de haber leído la norma y ver que esto no es conveniente para el país en los términos en que está redactado.
JI - Usted manejó, aparte de la disconformidad con lo que se firmó, que en el caso de la planta de celulosa que viene de España, el país no se comprometió a algo similar a lo que se está comprometiendo con Finlandia.
CASTROMÁN - Claro, porque hay otro tipo de leyes, con la ley de promoción industrial y comercial que abre las puertas a inversiones de cualquier parte del mundo, no necesariamente tiene que haber un tratado posterior o anterior para que se ponga en práctica. El grupo Ence y el grupo Eufores han actuado de esa forma, amparándose en la normal legal que votó el Parlamento nacional en este período y no han precisado presentar un acuerdo comercial con nuestro gobierno, quizás en otra materia sí pero en esta no, por lo tanto han avanzado rápidamente y ya tienen la autorización del Poder Ejecutivo para comenzar la obra cuando lo crean conveniente y cuenten con los recursos económicos que necesitan para la misma.
JI - La pregunta es si la planta de Botnia, de Finlandia, podía hacerlo igual o necesitaba este acuerdo.
CASTROMÁN - Podía hacerlo igual, no tenga dudas: hay normas que habilitan la inversión extranjera, que la protegen, que la liberan de aportes tributarios, que las declaran de interés nacional y departamental durante determinado tiempo, que es muy conveniente para quienes vienen a hacer negocios e instalar empresas. Por lo tanto -es una opinión personal y me hago responsable- quizás quieran curarse en salud por si en octubre cambia la conducción del gobierno, sea un gobierno diferente de los que hemos tenido hasta la fecha y puedan cambiar las reglas de juego. Si cambian trataremos de que cambien a favor de la sociedad en su conjunto, no de grupos de poder o de particulares. En definitiva se trata de eso.
JI - ¿Usted qué opina, Carminatti, de este elemento político que introduce el diputado Castromán en toda esta discusión?
CARMINATTI - Usted recordó que hubo algunos foros públicos. Hubo primero uno en el Club de Golf de autoridades y periodistas, después hubo uno en Fray Bentos, otro más en Fray Bentos, otro en Mercedes; ha habido seriedad en la presentación de la cosa como para pensar que vienen con buenas intenciones. Entiendo que habrá que cubrirse, por supuesto, pero tampoco voy a mirar con tanta desconfianza a un inversor de este tipo; no creo que estemos sujetos a una sumisión por ese tratado; por lo menos así lo creo yo y lo cree mi gente, de los partidos que votaron en positivo.
Aquí hay cosas que pueden ser dudables o no, pero yo no las veo. Yo no puedo captar que con todo ese arbitraje se pueda zafar y cometer una actitud agresiva contra nuestra soberanía como para determinar que tengamos que decirles: "No, señores, no entren"; porque además estamos en situación de seguir analizando la cosa, a pesar de que la ley está votada en positivo. Yo no dejaría de observar la situación, pero tampoco me negaría de entrada porque los inversores tienen sus plazos también; vienen con una intención, tienen su plazo y luego se van, también manifestaron eso, me lo manifestó gente del grupo. Yo no voy a votar en positivo porque amenacen con que se van a ir: que se vayan; han venido tantos a ofrecer cosas y no han hecho nada... Pero esta gente tiene una seriedad especial, como la gente de Ence, como sabe Ricardo. Ya iremos con Ricardo, ojalá podamos ir a Finlandia, para ver si realmente hay alguna situación de contaminación distinta, y que vayan además no sólo nosotros sino también los técnicos en ambiente.
JI - Un último minuto para cada uno para hacer una reflexión final sobre esto. Si a nivel nacional genera preocupación este tipo de emprendimientos nuevos para el país, además si hay referencias a nivel mundial de que es una industria que tienen componentes contaminantes, más debe ser para la gente de Río Negro que nos puede estar escuchando, que por un lado tiene la crisis económica y la necesidad de trabajar, y por el otro el planteo de que esto puede terminar afectando el río que los vio nacer. Castromán, una última reflexión sobre el tema.
CASTROMÁN - Pensamos que esto ya está, se votó, el compromiso es que si nos toca gobernar este país vamos a legislar rápidamente, estamos en eso, sobre este tipo de emprendimientos, con normas muy claras, muy fuertes, muy firmes, que tengan que ver con lo que pueden ser desastres ecológicos, con la revisión de este tratado por técnicos internacionales.
JI - La izquierda no descarta poder rever esto que se acaba de votar.
CASTROMÁN - Exactamente, nosotros no nos oponemos porque sí ni estamos en la vereda de enfrente antojadizamente, los compañeros que hablaron en nombre de nuestra fuerza política lo hicieron con mucha solidez, con mucha solvencia, y creemos que deben existir los controles necesarios del Estado, que no los tiene, en varios ítems de la vida del país (podríamos hablar de la crisis de 2002, pero es otro tema); y la participación efectiva de técnicos de la Universidad de la República que para mí tienen que jugar un papel preponderante en este tipo de emprendimientos en la medida que prosperen, se construyan, empiecen a funcionar y a producir.
No debemos descartar nada, estamos en una situación de emergencia desde el punto de vista social y económico, pero no a cualquier precio; tal vez no sea el término adecuado pero repito: no a cualquier precio, el agua es la vida. Entre uruguayos y argentinos (el río es compartido desde Monte Caseros - Bella Unión hasta la desembocadura), vivimos casi un millón de personas que de ahí tomamos el agua, y los seres vivos y todo lo que rodea, el medio ambiente, el ecosistema. Es un tema que tiene muchas puntas, muchas aristas. Seguramente es bueno que hablemos a través de esta emisora para que la gente tenga de primera mano una impresión mucho más profunda que la que hoy estamos haciendo rápidamente con el colega diputado Carminatti.
JI - ¿Carminatti...?
CARMINATTI - Yo estoy escuchando atentamente y veo que Castromán entiende como si hubiera dos plantas distintas, la de Botnia y la de Ence. En Ence, donde estuvimos nosotros, hay vida animal, hay un lago recuperado, están las plantaciones de frutilla más grandes de España, hay gente viviendo, hay un balneario a 10-12 quilómetros de la planta de celulosa y hay diez plantas más de otros productos químicos que vierten en ríos pequeños; está lleno de turistas, 75.000 personas viven en invierno en casas de balneario y un hotel de cuatro estrellas y llegan 150 mil personas en verano y hotel lleno con 248 habitaciones. Estamos hablando de una situación que de pronto trasciende a través del tiempo, porque cuando se empezaron las plantas de celulosa eran altamente contaminantes, como cuando se empezó el procesamiento del cuero en Paysandú, que el río estaba totalmente contaminado; todavía están los restos del cromo que quedó del cuero. Esa contaminación se produjo en Pontevedra en una empresa que tiene que ver con Ence y después fue superada porque fue en la primera, hace muchísimos años, la tecnología ha avanzado tanto que se ha logrado reducir al mínimo.
JI - Usted dice que ya no existen esos riesgos que existían.
CARMINATTI - Existen riesgos, seguro: si hay una rotura de una planta atómica va a haber un riesgo, pero si no corremos riesgos no vamos a avanzar nunca.
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Polémica binacional por fábrica sobre el río Uruguay. Intendente de Río Negro, Francisco Centurión: La Comisión Administradora binacional tiene el proyecto con todas las exigencias que le planteó el Ministerio de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. No hay obligación de consultar y hacer estudios técnicos específicos por parte de Caru, porque no hay ningún tipo de contaminación constatada. (25.02.04).
El eucaliptus uruguayo atrae inversores internacionales. Presidente de la Sociedad de Productores Forestales, escribano Gerardo Barrios. 03.11.03.
"Consternación y alarma por acuerdo que favorece planta de celulosa finlandesa".
En comunicado de prensa, el Grupo Guayubirá se manifiesta en contra del documento.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón