(Emitido a las 8.31)

EMILIANO COTELO:
Uruguay y Estados Unidos dieron ayer el puntapié inicial de una serie de negociaciones que apuntan a firmar a la brevedad un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (Trade Investment Framework Agreement, TIFA).

¿Qué importancia tiene un TIFA? ¿Qué alcance puede terminar teniendo? ¿Es un paso previo a la firma de un TLC, o implica un paso en falso en la relación de acercamiento con Estados Unidos?

Estamos analizando este tema, ahora con el Partido Colorado (PC). El diálogo es con el economista Isaac Alfie, ex ministro de Economía, hoy senador por la lista 15.

***

Senador Alfie, ¿cuál es su primera impresión a propósito de este anuncio, el inicio de negociaciones Uruguay-Estados Unidos para alcanzar un acuerdo marco de comercio e inversiones?

ISAAC ALFIE:
Mi primera impresión es una decepción muy grande, creo que no sólo de mi parte sino de mucha gente, por cómo hemos perdido el tiempo y cómo ni siquiera logramos firmar un acuerdo marco. Es un marco en el cual dentro se pone lo que se quiera, no es nada concreto. Es más, si usted mira el convenio de Comisión Conjunta de Comercio e Inversiones Uruguay-Estados Unidos y mira cualquiera de los acuerdos marco, de estos tipo TIFA que tiene firmados Estados Unidos, verá que son conceptualmente iguales, literalmente iguales en muchos aspectos, sólo que aquella comisión tenía incluso cosas más específicas con plazos más específicos.

EC – ¿Usted dice que la firma de un TIFA no agregaría demasiado al acuerdo por el cual se creó esta Comisión Bilateral Conjunta de Comercio e Inversiones que ya está trabajando desde hace años?

IA – Exactamente. Podría ser atrevido y decir que no agrega nada, pero como algo es un poco más formal... tampoco es más formal porque ninguna de las dos cosas requiere autorización del Congreso de Estados Unidos ni del Parlamento uruguayo. No agrega demasiado. De esa comisión surgió el Tratado de Protección y Promoción Recíproca de Inversiones y se avanzó en lo que se pudo avanzar mirando algunas posibilidades de ingreso de determinados productos; surgió el adelantamiento de la apertura del mercado de Estados Unidos para la carne uruguaya, se adelantó 18 meses el plazo normalmente establecido después de la aftosa; y se dio todo el tema del sistema general de preferencias. Esa comisión ya había cumplido en el análisis todo lo que podía dar, más allá de eso era muy difícil avanzar hacia algo más concreto, ya no había más cosas concretas para hacer.

EC - ¿Por qué entiende usted que Estados Unidos les ha dado a estas conversaciones de esta semana en Montevideo la relevancia que por lo visto implica la presencia de Everett Eissenstat, el principal negociador para América Latina del Departamento de Comercio?

IA – Me parece que pasó lo siguiente: Uruguay se lanzó y Estados Unidos, que nos considera bien, no iba a dejar al presidente de la República totalmente en blanco no mandando a sus principales negociadores. Pero ayer quedó claro que no sabemos ni los plazos para firmar un acuerdo marco. La declaración dice "se resolvió el lanzamiento de las negociaciones para la suscripción a la brevedad posible", es como no resolver nada, decir esto en lenguaje diplomático es como no decir nada. Tengo mis serias dudas de que realmente avancemos hacia algo, no sé qué está pensando Estados Unidos en este momento pero Uruguay quedó mal como nunca en su vida.

EC – Eissenstat dijo ayer que se debe hacer hincapié en que "esto es un proceso que no tuvo cambios en el medio, en el que se dejó algo y empezó otra cosa, seguimos discutiendo".

IA – Diciendo que sigue esto, que pone este mojón en el medio, está diciendo "yo presidente de la República Oriental del Uruguay ya dije que quiero un TLC y me derrotaron, pero capaz que me derrotaron por el momento y yo voy a ver si no logro revertir esta derrota en algún momento". Esa es la lectura que yo hago.

EC – El propio ministro Astori ha enfatizado que por este camino se puede llegar eventualmente a un TLC también.

IA – No es necesario firmar un TIFA para llegar a un TLC, se llega con TIFA o sin TIFA. Además estos acuerdos marco, como fue la comisión, es una cosa para empezar, y Uruguay ya empezó hace rato, ya tiene muy avanzadas determinadas cosas, entonces esto no es algo sustancial. El problema que tenemos, tengo la impresión, es que firmar un TLC con Estados Unidos sin que transite la vía rápida dentro del Congreso es un lío bien importante, y es un proceso que difícilmente nos lleve, después de la negociación, antes de la aprobación, menos de un año y medio o dos años.

EC – Porque un acuerdo que no se haga por el camino de la vía rápida puede ser discutido por el Congreso de Estados Unidos punto por punto. A eso se refiere.

IA – Exacto. Porque muchas veces se confunde la vía rápida con negociación rápida; la negociación puede ser lenta, la vía rápida es allá, que dicen "lo tomo" o lo "lo dejo". Cuando usted va a la otra vía en la cual los congresistas pueden hacer cambios, tiene que hacer el lobby y charlar de a uno con cada uno de ellos lo que quiere cambiar para convencerlos o para ver que el cambio no lo afecte. Entonces tiene que hacer una recorrida enorme por los principales referentes del Senado de Estados Unidos, y ahí tiene un problema bien importante, no es tan sencillo lograr eso y tiene un desgaste muy importante. Esa una diferencia enorme, sustancial. Más allá de eso, creo que Uruguay, que jugó claramente –nadie puede decir que no estaba jugado– a hacer un TLC ahora queda como un país sin rumbo, porque si la excusa es "tengo un problema con el PIT-CNT porque tiene elecciones" y "tengo un problema en el Frente Amplio porque también hay elecciones a fines de noviembre", pobre favor se le hace a un gobierno, del otro lado van a decir que el gobierno no gobierna.

EC – Usted decía que negociar por la vía del fast track no quiere decir necesariamente negociar rápido. En este caso sí quería decir negociar rápido porque en principio el fast track vence en junio del año próximo, o sea que un eventual TLC debía ser negociado con un plazo muy apretado, y allí radicaban algunos riesgos para la posición uruguaya frente a Estados Unidos, según quienes se oponen a ese camino. ¿Usted qué dice sobre ese argumento?

IA – El problema fue el gobierno que se durmió en los laureles, entonces. Porque si el presidente de la República hace un año, en setiembre del año pasado, declara, después de su primera visita a Estados Unidos, o estando en Estados Unidos en un reportaje con el semanario Búsqueda, que está pensando que puede haber un acuerdo de libre comercio; si a fines de diciembre el ministro de Economía sale hablando de acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, lo cual debe ser interpretado, porque no puede ser de otra manera, como que habló con el presidente y este le dijo "vamos para adelante"; perdimos trece meses desde que empezamos a ver esto.

Si hubiéramos usado esos trece meses no estaríamos tan apretados de tiempo, es la verdad. Yo me imaginaba, quería creer que aunque no estuviéramos negociando formalmente, los técnicos estaban trabajando y mirando las cosas que había que mirar, usted puede ir mirando los temas difíciles, los temas para los que tiene que pedir plazos, dónde están las adecuaciones, etcétera. Pero si no hicimos nada y pasó que la interna del Frente Amplio bloqueó todo, estamos ante un problema muy grave para el país porque no tenemos alguien que nos guíe. Es preferible tener un mal gobierno que no tener gobierno, y en estos momentos personalmente estoy sintiendo que estamos casi sin gobierno.

Notas relacionadas:
Gallinal: Uruguay carece de rumbo diplomático. Entrevista con el senador nacionalista
Couriel: TLC era un clásico centro-periferia. Entrevista con el senador del Frente Amplio
TLC, por ahora no; TIFA puede ser; ¿y entonces...? Informe En Perspectiva

-----------
Edición: Mauricio Erramuspe